Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

unstable-enjoyment.com ~ Net Obsession por JHS_LCFR

[Reviews - 238]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Segundo y último Extra :)

Uff, crisis existencial...no quería que se terminara :1

 

Nos quedamos en casa de mamá hasta que encontramos trabajo y pudimos mudarnos…enfrente. No era lo más lindo del mundo, pero era espacioso y tenía potencial: la pintamos como quisimos, Tao se internó en el televisor viendo programas de diseñadores de interiores y aplicó lo aprendido en los cuartos; la verdad, no había quedado nada mal. Aparte de que él no aceptaría un “no” como respuesta.

Habiéndose cumplido un año de nuestra llegada, habíamos logrado comunicarnos con los chicos para reencontrarnos: las video-llamadas ya no alcanzaban, y Tao moría por ver con más detalle el anillo de compromiso de Kyungsoo y Jongin. “Lo tengo bien atado, cosa que no se me escape”, reía el pendejo, que ahora era actor, pero actor en serio. Kyungsoo por su parte nos contaba que había renunciado a su carrera de cantante para ser chef, pues eso era lo que quería. “Creo que con esto he terminado de independizarme de mis padres”, tartamudeaba, medio orgulloso, medio espantado. “Ahora decido yo”, y tragaba saliva: definitivamente le aterraba, pero le iba bien.

Chanyeol y Baekhyun…Mh, Chanyeol y Baekhyun….cómo decirlo: el más grande nunca aparecía, y el más alto siempre llamaba sin remera puesta, diciendo que vivíamos interrumpiéndolos. Las pocas veces que vimos a Baekhyun tenía chupones hasta en las orejas, pero había ganado peso y ahora estudiaba para completar la carrera abandonada de Kyungsoo. “Me encanta”; aseguraba. “Aunque tendré que pedirle a Chanyeol que se…calme…porque me quedo afónico después”.

Las charlas no duraban mucho, yo ardía al rojo vivo y Tao me tapaba las orejas, diciendo que a él esas cosas ya no le afectaban.

También siendo nuestro aniversario, habíamos organizado de ir a algún restaurante delicado y asquerosamente caro, sólo para ponernos ropa elegante y comportarnos como hombres de alcurnia que ordenaban comida que jamás habían probado, riéndose educadamente mientras bebían champán de una cubeta llena de hielo. Parecía divertido…y moría por ver a Tao en traje, todo despampanante y estilizado…con camisa y corbata, reloj pesado en una de sus muñecas.

Perdonen, me babeo. Sigo.

Como dije, habíamos organizAAADO…pero hacía nueve horas que llovía sin cesar, tronaba, caía granizo y las calles se habían inundado. Cuando no pude contener mi rabia y empecé a patear las sillas, Tao salió del baño, acomodándose las mangas.

-¿Con que no podemos ir, eh?

-¡Carajo, con lo que costaron esas----

OH. POR. DIOS.

Que alguien me atara y me encerrara en el armario, estaba precioso.

Esos brazos musculosos, luchando por salir de esas apretadas mangas, esa corbata que acariciaba suavemente su torso amplio y su marcada cintura, ese cinturón que me tomaría tiempo quitar, abrazando su cadera, esos pantalones oscuros que abrazaban sus piernas pero (sabía) le incomodaban, esos muslos resistentes, esas posaderas firmes y perfectamente redondas…

Perdonen, me babeo. Sigo.

-Dios santo—suspiré, cayéndome en una silla que tenía cerca—Cámbiate, por favor. O no me hago responsable.

El muy pícaro empezó a acercarse con esa sonrisa burlona en la cara: me estaba probando, ¡Dios, me estaba probando y me tenía que portar bien si quería mi recompensa más tarde! Cuando se sentó sobre mí, cerré los ojos con fuerza y me tomé los codos por detrás del respaldo de la silla: control, control, control, yo era el hombre en la relación, tenía los cojones suficientes para aguantarlo…

-Hace tiempo me vengo preguntando—decía mientras me aflojaba el nudo de la corbata—Cuál de mis videos era tu favorito.

¡¡¡¡¡¡¡DDDDDDDIIIIIIIOOOOOOOSSSSSSS!!!!!!!

-Digo—prosiguió, haciéndose el desinteresado—Ya que taaanto me mirabas, como dices…Deberías tener un…“Ranking”.

Se me mezclaban los colores, escuchaba en chino, pensaba en coreano y balbuceaba en inglés. La guerra de Troya se llevó a cabo en mis pantalones y salí perdiendo, sin poder disimular mis estímulos, descontrolados por su culpa. Su puta culpa que me volvía loco.

-¿Y bien, GeGe?—se quitó la corbata y abrazó mi cuello con ella, acercando nuestros rostros—Cuéntame qué te gusta más…la noche recién empieza y parece que va a seguir lloviendo.

-Yo…tú…no puedo…—me golpeé la cabeza contra su pecho, rendido—te mato…puto.

Rió, entretenido. Luego miró detrás de mí y no perdió tiempo.

-Tengo una idea—dijo mientras ataba hábilmente mis manos.

-¿¡Q…Q…QUÉ…!? ¡¡EY!!

El abotonado de mi camisa fue desapareciendo a cada toque, dejando al descubierto mi torso. Sus manos hurgaron bajo la tela, erizándome los cabellos y dándome fuerza para destrozar esa silla y cargarlo hasta el cuarto.

-Ya que no hablas…te propongo algo.

¡LOQUEQUIERASSÓLOQUÍTATELAROPA!

-¿Qué te parece…si intercambiamos?

No entendí, tenía sueños salvajes y ruidosos tapándome los ojos y los oídos.

-Posiciones—aclaró.

Gasté 600 dólares americanos por esos lugares y esa mesa en el restaurante, 600 dólares americanos que nunca podría recuperar.

Me importó un pito.

 

Ahora sí, FIN =u=


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).