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unstable-enjoyment.com ~ Net Obsession por JHS_LCFR

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Notas del capitulo:

Mil gracias a One_FluffyMaknae, que me ayudó muchísimo con ciertas dudas.

Casi todo el crédito de lo que pasa al final es gracias a ella <3

Espero que les guste~

 

Cerré los ojos y esperé pacientemente. Listo, me había llegado la hora, increíble, ¿Verdad? Culpa mía por haberme metido ahí sin dinero, es que se me había olvidado por completo; encima, justo ahí venía a faltarme plata: en un barrio de gangsters y dueños de tiendas ambulantes con armas bien cargadas. Genial, Yifan; viviste poco y mal, eso me decía sin parar.

Y todo por querer cogerte a tu actor porno favorito…mira que eres estúpido.

El tipo que me apuntaba no llegó a decir “uno” y disparar: un choque de autos en la esquina nos descolocó por completo, sobre todo cuando el conductor salió volando por la ventanilla delantera y aterrizó con medio cuerpo sobre el puesto, tirándolo abajo.

-¡Qué rayos!

La estructura entera del carro-tienda se vino abajo, los fierros golpearon y repiquetearon entre sí, creando un eco ensordecedor de ruidos que se extendió por toda la cuadra; la gente ya salía de sus casas furiosa, gritando el por qué de semejante alboroto. El agua de los fideos se esparció rápidamente por la calle junto con los fideos, di un salto hacia atrás y empecé a correr en la dirección que ZT y su compañero habían tomado segundos atrás, agradecido con Dios, Buda, Allah o quien carajo me hubiese dado una segunda oportunidad.

Con el corazón acelerado y las pantorrillas que no me daban más, recorrí las calles buscando paredes negras y puertas rojas, pero para mi suerte, me encontré con los dos chicos que venía siguiendo entrar a un departamento bastante sucio, maloliente y cubierto de graffitis, me detuve en la esquina, impresionado.

-Hijo de puta—sonreí.

Me ibas a tener corriendo por toda la ciudad en busca de una casa que no existe.

Ese Kai me estaba empezando a caer bien, no sé por qué.

Volví a escuchar disparos sumados la sirena de una ambulancia y de la policía: inmediatamente empecé a caminar hacia casa; no era necesario entrar allí, a esas horas y con semejante gente aterradora dando vueltas. Ya sabía dónde podía encontrarlo o preguntar por él, y lo más importante. Sí, voy a insistir con esto hasta que termine de relatar mi historia.

Sabía su nombre.

-Tao…ZT Tao…Tao…ZT Tao…

Fui canturreando su nombre como si fuera la canción más hermosa del mundo. Me temblaban los labios al nombrarlo, se me electrizaba el cuerpo cuando me imaginaba saldándolo desde lejos y él volteándose a mi llamada. Esa noche no iba a poder dormir, tenía que mirar todos sus videos de vuelta, tocándome y jadeado su nombre a la vez. Comprobé que el efecto era tres veces mejor.

 

 

Trabajar en una tienda de deportes no era lo más emocionante del mundo, pero tenía que pagar los 350 dólares anuales que Tao (jiji, Tao) significaba. Siendo un sábado a las 9 de la mañana y con el frío haciéndome tiritar, apoyé los codos en el mostrador y descansé la cabeza entre las manos, suspirando, recordando los sucesos de anoche. Casi muero, pero supe su nombre, podrían haberme arrestado si me atrapaban, pero supe su nombre, había averiguado su casa, y sabía su nombre.

-Tao…

Sonreía instantáneamente, estaba embobado, era definitivo.

La campanilla me aturdió, noté a Kyungsoo entrando sonrojado, manos tomadas sobre su pecho y cabeza gacha, arrastrando los pies hasta el mostrador. Quise hacerme el ofendido, pero Kyungsoo era tan adorable y tan inocente que probablemente se pondría de rodillas suplicándome perdón.

-H-hola.

-Buenas, ¿En qué te puedo ayudar?

-V-vengo a avisarte…q-que Kai te….—tragó con dificultad, tenso—….te mintió. Sobre la casa.

-Lo sé—le respondí sin más, no se merecía tomarle el pelo; le revolví el cabello—Pero dile que no hay problema. Que todo intento homicida por parte de mí hacia él se ha esfumado, ¿Okey?

Ver sus ojos grandes casi saltar fuera de sus cuencas y sus mejillas ardiendo al rojo vivo me tentaron, carcajeé y me tapé la boca, aún más encantado con su expresión de vergüenza, tapándose el rostro.

-Tranquilo, Soo. No pensaba matarlo. ¿Cómo está él, después de todo?—Estaba de buen humor, tanto que quería oír sobre la existencia del pequeñajo degenerado.

De pronto el aire se congeló a mi alrededor, pude verlo sombrío, triste, afligido mientras tragaba saliva y buscaba las palabras.

-Kai está…--parpadeó, dejando que lo segundos pasaran—Bien, físicamente se recuperó lo suficiente como para volver a…trabajar—concluyó.

Lo vi venir al instante: rodeé el mostrador y lo rodeé con mis brazos, justo antes de que explotara en llanto.

-No quiero verlo ahí, Yifan. No quiero, no puedo.

Dejé que desahogara, hundido en mi pecho y tembloroso, su contextura pequeña y frágil desaparecía cuando adoptaba ése rol materno tan encantador; pero cuando Kyungsoo se venía abajo…todos lo hacíamos. Todo se desmantelaba, todo se hacía pedazos. Porque ahí me di cuenta de lo que estaba pasando: Un chico de instituto se dejaba grabar, haciendo o dejándose hacer cosas obscenas, desagradables y probablemente a fuerza de su propia voluntad, registrándolo con una cámara que probablemente no pixelaría después su cara, terminando así mostrándolo al mundo entero por el resto de la eternidad. Porque siempre alguien consigue bajarse el video y una vez que los mares parecen calmarse luego de una masiva eliminación (ya sea por temas legales o deseo propio), lo desata, creando un círculo vicioso de nuevos públicos y aficionados que volverán a guardar el material, esperando pacientemente a que lo borren por completo de la red para reavivar la marea.

Abrí los ojos, se me secaron los labios: Tao y su actitud airosa… ¿Sería todo una mentira para ocultar la vergüenza? ¿Sería todo un teatro que enmascarase la pena, el horror, el asco?

-En la escuela lo molestan—dijo Soo de la nada—En todos lados lo acosan…y el pobre no puede hacer nada, ¡Nada! Porque tiene que mantener a su familia…

Llorando amargamente, apreté el agarre, temblando yo también. ¿Por qué estaría Tao ahí? ¿Querría estar siquiera ahí? ¿Se dejaría follar por cualquiera por un par de dólares? Carajo, jamás me había sentido tan sucio. Todos estos años, viéndolo gritar mientras movía las caderas, viéndolo llorar mientras le insertaban los dedos en la boca, viéndolo tirado en el piso, repleto de sudor y esperma, abandonado como un perro mientras le dejaban la entrada y la entrepierna echa un desastre hinchado y rojizo…

Me mareé, sentí que iba a vomitar.

-¡Nunca volverá a ser el mismo, nunca tendrá oportunidad!—bramó desesperado Kyungsoo—Siempre será recordado por esos videos, Yifan…No importa cuánto intente sacarlo de ahí…

Se me nubló la vista, pero contuve las lágrimas. No me permitía llorar, no cuando estaba consolando a un amigo.

-¿Qué hizo para estar allí?—susurré, acariciándole el cabello.

-Sólo necesita dinero…

-¿Y sus padres?

-No….no…

-¿No qué?

La voz terminó de quebrársele, salió como un gemido, un chillido desgarrador.

-…viven.

-…Oh…

Oh.

Oh, Dios.

-Una de sus hermanas mayores es bailarina exótica…y la otra…--dejé que respirara, era un desastre de lágrimas, temblores y saliva—La otra, la del medio, se casó y los dejó así solos, sin más.

Sentí lástima, me sentí un sinvergüenza y un parásito: por eso me coqueteaba, por eso me manoseaba.

“Dame quince minutos y 20.000 won”.

Necesitaba dinero. Desesperadamente.

-Lo sacaremos de allí, si lo que necesita es plata, estoy más que dispuesto a ayudarte.

Sus manos se aferraron a mi camisa, supongo que era un “gracias”.

-Pero primero tenemos que encontrarlo—me agaché para secarle el rostro con el pulgar—Soo, ¿Sabes dónde puede estar?

Asintió levemente; esperamos a que mi turno terminara (por suerte Donghae vino puntual) y nos fuimos cerca del mediodía. En el camino le escuché a Kyung susurrar algo que no pude entender, aunque logré captar la palabra “enamorado”. ¿Quién, él de Kai? ¿Kai de él? ¿De mí? ¿Yo de él? ¿Él de mí? ¿Yo de Tao? ¿Quién de quién?

 

 

Pensé que íbamos a estar en el departamento que vi anoche o en la puerta del callejón donde vi a Kyungsoo follárselo la última vez, pero nos encontrábamos en un lugar completamente diferente, casi normal a la vista: un complejo de departamentos de unos veinte pisos, nada del otro mundo, al menos no hasta que entramos y nos dirigimos al piso veinte, el último; ahí sí que me di cuenta con qué estábamos tratando. Los ascensores tenían tapados con cinta el botón “20”; o sea que sólo llevaban hasta el piso 19. Subiendo las escaleras hacia el vigésimo suelo, nos encontramos con una enorme puerta con mirador horizontal.

-Suena a película—comenté, fascinado—¿Tú ya estuviste aquí?

-No, él me lo dijo…bah, algo así—respondió.

Golpeó la puerta negra, se me erizaron los cabellos al ver unos anteojos oscuros asomar por el mirador.

-¿Qué hacen aquí?—gruñó el tipo—Y quién les dio permiso.

Volvieron a temblarme las piernas, Soo habló por mí.

-Somos los nuevos—respondió—Yo uke, él seme—me señaló con el pulgar—Nos dijeron que íbamos a trabajar con Kai y Tao, ¿Puede ser?

Me quedé boquiabierto. ¡DO KYUNGSOO MINTIENDO, FINGIENDO SER UN ACTOR PORNO! No voy a mentir, me excité un poquito: había visto a Soo en traje de baño y no estaba nada mal, pero era como un hermano, una madre…y no era muy fana del incesto.

-¡Ah, sí! El Crossover…--comentó el tipo, ¿En serio Dios nos estaba dando una oportunidad de entrar? ¡¡GENIO!!—Pasen, pasen.

Suspiré, de vuelta la vejiga me amenazaba con descontrolarse, subimos los dos escalones que faltaban y atravesamos la puerta apenas abierta, invitándonos a meternos en el mundo sucio y degenerado con el cual yo había soñado trabajar desde hacía años. Al diablo Disneylandia, esto era lo mejor que me estaba pasando.

-Esperen aquí, iré a avisarle al señor Lee.

Nos quedamos allí, sonrojados y temblorosos: Kyungsoo había visto pasar a dos chicos desnudos charlar animadamente, había perdido todo el coraje.

-No me gusta mostrar la panza—declaró por lo bajo, me miró, espantado—Estoy rellenito—se mordió el labio.

-Y yo tengo un tatuaje en el omóplato izquierdo, sería muy fácil reconocerme—declaré, igual de nervioso.

Vimos a varias actrices en la otra punta del edificio: HyunA, Jessica, GaIn…se ve que el ala izquierda era, o “lesbianismo” o “porno heterosexual”…y nosotros estábamos en la derecha, la “homosexual masculina”. Intercambiamos miradas con Kyungsoo, no pude resistirme.

-¿Mirabas a ese chico, Kai, verdad?

Asintió.

-Jamás me lo hubiera imaginado de ti.

-Ni para eso sirvo, me enamoré de él—confesó—Tú…y ése chico Tao…

-Wushu ZT. Desde que tengo 19, muero por follármelo, sueño con eso, me despierto con las sábanas sucias por eso…

Kyungsoo se rió tímidamente.

-Y míranos ahora…

Asentí. Iba a ser duro salir de ahí si nos descubrían.

-Pasen, chicos—el fortachón de lentes apareció de la nada y nos guió—Por aquí.

Lo seguimos hasta la puerta con el número “B”.

Y cuando entramos me pegué el susto de mi vida.

-T…Ta….

-K…Ka…

No podíamos hablar, sólo mirar. Mirar y perder el control de nuestro cuerpo, muriéndonos de ganas de tiraros al piso con ellos. En el suelo estaban, (Uff, qué lindo recuerdo) Kai y Tao haciendo lo que había dicho el gigantón. Un “Crossover”, ni más ni menos. ¿Que “a qué me refiero?

Estaban grabando juntos.

Sí, juntos.

Kai, boca arriba, cabeza hacia un costado, hilos de saliva en su boca, se encontraba abierto plenamente de piernas, tomándose fuertemente de las rodillas y gimiendo sin control alguno…mientras Tao, descansando sobre sus pantorrillas, se hundía en él con fervor, hundiéndole las uñas en la carne de la cadera, moviéndose más rápido que nunca y jadeando como un perro mientras se lamía constantemente los labios.

Creo que Kyungsoo tuvo un orgasmo visual. O así se escuchó. Yo caí sentado al piso, sin darle crédito a mis ojos: Tao…dominando…Tao, brusco…Tao, despiadado…Unf. Llevé una mano a mi ingle, me sorprendí de ya estar tan “emocionado”. Lo estaba tanto que dolía, dolía enfermizamente. Kyungsoo, apoyado en la pared, se tapó la boca, pude escucharlo suspirar maravillado y eso, sorprendentemente, me calentó más. Kyungsoo, después de todo, era un chico bastante reprimido…le daba vergüenza hasta que una chica le robara un beso, ¡Imagínense ver videos secretos desde quién sabe cuánto!

Uno de los que estaba allí (no sé qué corno era, si estilista, maquillador o voyeur) se acercó a nosotros y dijo:

-Ustedes siguen. Tú—señaló a Soo—serás un estudiante de secundaria raptado, y tú—me señaló—Utilizarás los juguetes que más tarde te dará Eun—ssi , ¿De acuerdo? Tranquilo—volvió a Soo—Te ataremos y te vendaremos los ojos…pero los vibradores son fantásticos. Eso sí, quizás sientas un poco de voltaje en los pezones—sonrió.

Kyungsoo cayó al piso, justo a mi lado y me abrazó, aterrorizado.

-¡¡¡¡PAREN TODO!!!!—bramó alguien.

El camarógrafo maldijo, los iluminadores se miraron confusos, Kyungsoo apretó sus brazos a mi alrededor y yo le tomé del pecho.

Kai se apoyó en sus codos, atónito. El sudor le hacía brillar el cuerpo y su respiración le inflaba y desinflaba desmesuradamente el pecho.

-¿¡Hyung!?—exclamó en un suspiro, tenía el flequillo pegado a la mente.

Abrimos los ojos de la sorpresa. Claro, pequeño detalle, Kai nos conocía.

Y eso significaba que alguien más también.

-¡¡¡¡¡¡TÚ!!!!!!—bramó Tao.

Yo levanté la cabeza y lo vi. Pensé que iba a asesinarme con la mirada.

Pero estaba rojo, rojo de la vergüenza.

 


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