Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

unstable-enjoyment.com ~ Net Obsession por JHS_LCFR

[Reviews - 238]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Me desvié pintando y durmiendo xD Pero increíblemente, lo terminé en una hora :) Yay!

El look de Tao en este capítulo nace a partir de esta imagen (que me vuela la cabeza): 

http://sphotos-f.ak.fbcdn.net/hphotos-ak-snc6/309506_330942423687170_95017903_n.jpg

Mientras que Kris estaría vestido así: 

http://25.media.tumblr.com/tumblr_mcy967zJos1r9kesso1_500.jpg

PD: Mil gracias a Miss A por sacar sus temas "Over U", "Lips", "Mr. Johnny", "Time's Up"...me ayudaron bastante, los ritmos crean cierta tensión coqueta en mi imaginación y me sirvieron para lograr ambientarme en el club (habré ido  a dos boliches 5 veces en mi vida, y siguen sin gustarme, prefiero un buen libro y una chocolatada fría)...

 

Obnubilado. Así estaba, no les voy a mentir. Era…Ugh, precioso. Mucho más lindo que en mi computadora, porque lo tenía ahí, ¡Enfrente! En carne y hueso, en “Human Size”, respirando el mismo aire que yo, pisando el mismo suelo que yo, demasiado ocupado mirando ropa que yo soñaba con arrancarle todas las putas noches de mi vida, todas las malditas veces que soñaba con tirarlo al suelo y despojarle de todo, de su vergüenza, de su control, de…de…Aish, me acuerdo y sigo sin poder pensar al mismo tiempo que lo imagino.

La cuestión es que había un pequeño, un pequeñísimo problema que me imposibilitaba hablarle: estaba estúpido. Sí, estúpido, porque sentí la saliva caer por mi boca (fue horrible, horrible, horrible, horrible) y mis piernas temblaban, las palmas de mis manos brillaban de tanto sudar y mi respiración sonaba a una mezcla de mula con hipopótamo. Espantoso, no sé de quién heredé eso o si me salió solo…pero era la primera (y quería que también fuera la última) vez que me pasaba.

O sea, ¿Qué hacer? ¿Acercarme, saludarlo, pedirle un autógrafo, un rapidito en el vestidor, besarle, abrazarlo, gritar descontroladamente mientras agitaba los puños a lo fangirl? No, no señor…Wu Yifan era un macho, un macho que se respeta; iba a ir e iba a conquistarlo, listo: desde que nací las chicas me caían del cielo, nunca tuve que esforzarme para conseguir una compañía cuando me sentía solo…al menos no hasta que llegó él. Ahí se cagó todo, nadie lograba superarlo y terminaba dándome duchas de media hora o más, puteando en colores porque no me calmaba. En el medio del frío de los azulejos y el agua congelada mi mente volaba sin frenos y me hacía pensar que los gélidos escalofríos que me recorrían eran caricias “suyas”…conclusión, media hora más en la ducha. Siempre. Maldición.

Como respuesta a mis dudas, noté que levantó la mirada y me miró, incómodo. Automáticamente me tensé y me mordí el labio: ¡¡DDDDIOS, ME ESTABA MIRANDOOOO, A MÍ, A MÍ, A MÍ!! Pude sentir la cara ardiendo, el temblor sacudirme hasta los hombros y los pantalones quedarme repentinamente molestos, demasiado apretados. Volví a mirarlo: se vestía…raro, sí, raro. Vestía un gorro de lana con un pompón rosa fuerte, color también de las mangas de su buzo que llevaba bajo un chaleco lleno de diferentes diseños cuadriculados, como si hubiesen hecho la prenda a base del reciclado de otros. ¡Qué carajo, se veía hermoso! Y sus jeans ajustados y rotos, desgastados…Madre Santa. Y yo aquí con un buzo enorme, una bufanda gruesa azul, anteojos negros y cuadrados y una coleta improvisada debido a la repentina rebeldía de mi cabello. Mierda.

No importaba en realidad, el punto es que seguía mirándome; incluso se quitó uno de los auriculares blancos y pareció intensificar la mirada, entrecerrando los ojos, mirándome de arriba abajo, imitándome. Suspiré, encantado: me estaba escaneándome, analizándome. ¿Le parecería atractivo? Quería agarrarlo de la quijada y hacerle pedazos la boca, pero estas putas piernas no se movían y…y ahí me di cuenta.

Me había delatado. Lo supe al ver su cínica sonrisa, ¡Me había delatado por completo! Rápidamente entendí su forma de pensar: “Si me mira de esa forma, es un pervertido…y los pervertidos me conocen por lo que hago en la Internet. Conclusión: miras mis videos, eres un degenerado que se toca al verme en situaciones en las que ni siquiera participas, volviéndote un patético observador que ¡Encima! Ni siquiera me ve cara a cara, sino a través de una pantalla y luego de quién sabe cuántas tomas malas”

Di un paso hacia atrás (¿¡Qué sólo servían para retroceder, mierda!?) sin romper el contacto, tenía que hacer algo, inventarme algo, no podía ir corriendo a la caja y acompañar a Kyungsoo, no. ¿Qué le decía? ¿“Qué lindo gorro”, ¿“Yo quería ver esos pantalones”? Rápido, piensa, piensa, piensa.

-¿Pasa algo?

Boom. Pude escucharlo, detonó en mi cabeza.

Era su voz. Su preciosa, inigualable, irresistible voz. En vivo, en directo, sin parlantes de por medio. Era él en su estado más puro, más real: costaba imaginarme que existía, ¡No podía procesar el hecho de que lo tuviera enfrente! Estaba hablándome a mí; sólo conocía sus gemidos, sus llantos, sus gritos…y ahora me estaba hablando. Esas palabras iban para mí.

¡¡¡CONTESTA!!!

Ah, sí, sí.

-Eh…emh…--Uy, qué inteligente. Eso hará que se enamore de ti, sí, sí…--Yo, quería…pantalones…fijarme…no sé.

Sin deshacer su sonrisa, soltó un bufido, entretenido, seco. Me tapé la cara, humillado.

-¿Cuál buscabas?—dijo acercándose, mi pulso se aceleró desmesuradamente.

-Eh…pues…el negro, sí—¡Bien, pudiste nombrar un color!—El negro—alegué, orgulloso.

Él miró los que tenía colgando del brazo, luego me miró ensanchando esa sonrisa burlona, cínica.

-Son todos negros, cariño.

UNF.

“Cariño”.

-Ah, cierto, perdón—me mordí el labio, no podía respirar y tenerlo a un paso de distancia me desequilibraba, tenía la vista borrosa—Perdona, es que---

-Estás nervioso, puedo notarlo—espetó sin abandonar su mueca—¿Se puede saber por qué?—ladeó la cabeza, encogiéndose de hombros.

Ah, hijo de…

Sí, era definitivo. Lo sabía, no era ningún tonto. Quería que me delatara, y si lo hacía seguro se reiría de mí, carcajearía hasta salir de la tienda y hasta que se fuese a acostar, hablaría de mí mientras grababa y todo el set reiría con él. “No saben, me encontré este mamotreto rubio torpe que transpiraba y transpiraba, pobrecito, pude verle la erección… ¡Y yo no había hecho nada, sólo mirarlo! Ja,ja,ja,ja”. Podía imaginármelo todo, su tono, las tentadas de por medio, el eco de sus risas en todo el set de filmación.

Apreté los labios y bajé la cabeza; no quería perder, pero ni siquiera sabía cómo había llegado a esa estúpida tienda, quería irme y esconderme bajo las sábanas. Por primera vez, estaba avergonzado de mí mismo; había revelado inexplícitamente que miraba videos porno en mi casa, algo moralmente inaceptable y que nunca dejaría de serlo, por los siglos de los siglos.

-Tranquilo chico—suspiró, apoyándome una mano en el hombro—No eres el primero. Y tampoco serás el último.

Su asquerosa sonrisa sádica y torcida seguía en su rostro, sus ojos entrecerrados entretenidamente y brillando reflejaban mi rostro anonadado; sin embargo, había algo en su voz que me tranquilizó. Lo haya dicho en serio o no, logró que mis brazos se relajaran y pudiera volver a respirar, encontrando increíblemente reconfortante la sensación de mis pulmones llenarse de aire, inflando mi pecho.

-Gracias—respondí, increíble, era ir de mal en peor—Es que yo---

Su mano soltó mi hombro (maldición, se sentía tan bien) y se interceptó entre nosotros. Su mirada era calma y su boca se había torcido levemente hacia abajo, pude notar la incomodidad y la seriedad en su rostro.

-Prefiero que no me lo digas—dijo; pareció pensar unos segundos y luego agregó—Ponte en mi lugar.

No necesitó decir más, comprendí al instante, me callé la boca y asentí, dejando que me sonriera tristemente y se marchara sin decir palabra, dejando las prendas sobre los percheros, sin colgarlos. Porque por supuesto que no querría compartir palabra con un tipo como yo, un chico que se desvivía por verlo desnudo, sudando y moviendo sus caderas al ritmo de su violador o acompañante (fuese lo que fuese, ya no sabía diferenciar, su comentario me había tomado de sorpresa, completamente desprevenido). “Ponte en mi lugar”, dijo; Y…debía ser incómodo, por más orgulloso que fuese no querría escuchar a un desconocido que me mira fijo elogiarme la piel, las piernas y la forma de dejarme penetrar. Qué sé yo…creo que a nadie le gustaría, sabiendo que todo el mundo puede verte, aunque sea en trailers de treinta segundos por no querer registrarse y pagar. Y ni hablar si alguien conseguía bajarse el video y lo subía gratis por ahí…Oh, diablos. Ahora me sentía terrible. Terrible, terrible, terrible.

Como si Dios hubiese perdonado mis pecados, mis piernas empezaron a moverse y logré alcanzarlo antes de que se fuera. Pensar que se marchaba por mí terminó de destrozarme, justo cuando le agarré del codo y lo detuve forcejeando levemente.

Girándose aturdido, me miró algo asustado. ¿Cómo hacía para lograr que me sintiera como basura? Lo miré a los ojos e inspiré profundamente.

-Si lo que haces, lo haces contra tu voluntad…--tragué saliva, nervioso—Eliminaré mi cuenta. Te lo juro.

Sus ojos se abrieron como platos; sonreí, parecía mi película.

-No debe ser agradable estar en tu posición, en absoluto. Si me dejas, puedo---

Su tentada me detuvo en pleno discurso, se me vino el mundo abajo cuando carcajeó ruidosamente, tomándose el estómago con la mano libre y doblándose hacia atrás, riendo exageradamente. Lloraba, lloraba de la risa. Había llegado a la cúspide de la ridiculez en un intento por bajarme de ella. Increíble.

Cuando hubo recuperado el aliento y secado las lágrimas, abrió los ojos de vuelta y me miró, sorprendido.

-¿¡Me estás tomando el pelo!? ¡¡Gracia a ti como, cariño!!—en algún momento se había zafado de mi agarre, era rápido—Por favor, mira la última actualización varias veces, ¿Sí?—sonrió, hablaba del video de una hora—Cuantas más reproducciones, más ganancias—agregó, girándose y caminando coquetamente hacia la salida, bamboleando suavemente la cadera que me traía loco desde hacía años, aquella que podías notar que era curvada y marcada a pesar de la cantidad de ropa que llevaba.

-Yifan…

Reaccioné dando un respingo y noté que a mi costado estaba Kyungsoo, esperando en la caja con bolsas llenas de gorras y mirándome preocupado. Me incorporé y dejé que caminara hacia mí.

-¿Estás bien? ¿Qué pasó?—preguntó colorado—Ese chico…

Miré a mi alrededor: la cajera, varios clientes, incluso una señora que miraba desinteresadamente la ropa de la vidriera, todos me miraban, se habían olvidado de “él”; yo era el centro, yo era el que tenía que pasar vergüenza.

Oculté medio rostro bajo mis manos, en un vano intento de que no me reconozcan. Estaba tan avergonzado, tan arrepentido, tan enfadado…tenía ganas de llorar; pero como soy un estúpido orgulloso, tragué saliva y destapé mi rostro, respirando profundamente, sintiendo el asco retorcerme la boca del estómago.

-Ey—Chanyeol salió de los vestidores, despeinado y resoplando, seguro escuchó el alboroto, se probó todo de una y vino—Estaba…qué…oí unos…

-Respira, respira—le recomendó Kyungsoo, palmeándole la espalda—¿Te entró algo?

-Eh… ¡Ah! Las dejé allá, ahora vengo…

Volviendo a desaparecer, tuve tiempo de aclarar mi cabeza antes de que Kyungsoo volviera a preguntar.

-¿Quieres hablar de eso? Aunque no entiendo qué está pasando…

-Estoy…bien, ese tipo…no importa, es un tonto—concluí.

¿Tonto? Buena manera de hacerte el desinteresado. Este chico te acaba de dar vuelta como una media, te dejó tirado ahí nomás y se rió de ti en tu cara… ¡Y todo por tu culpa! Porque si hubieras mirado hacia otro lado, si hubieras hecho como si nada…

No, ya ni de eso podía convencerme. Quería que me reconociera, quería que me viera, aunque hubiese sido de esa patética forma. Quería que recordara mi rostro.

Porque pensaba volver a verlo. Y no necesariamente en mi computadora.

 

 

-¡La de vestido rojo quiere que la acompañes afuera a fumar!—me gritó para que pudiera escucharlo sobre el volumen de la música.

Chanyeol, curvado sobre mí, haciéndome destrozos en el tímpano con sus explicaciones, Kyungsoo levantando los pies para fingir que bailaba mientras miraba fijamente a la barra (quizás le gustaba una chica, pero no podía verla por la enormidad de Chanyeol; aparte, Kyung era bastante tímido para coquetear, así que se quedaba así, pisando ridículamente al ritmo de la música durante toda la noche), yo sin ganas de salir y una flacucha sin atributos mirándome como si fuera una cobra a punto de morderme la yugular y desmayarme con su veneno…todo aumentaba la pésima salida, los inútiles intentos de animarme. Sin embargo, si Soo salía era porque debía verme muy mal, así que le estaba eternamente agradecido.

Torcí la boca, la mujer debía tener unos veinte y tantos, casi pisando los treinta y pocos.

-De acuerdo—suspiré, fumarme uno o dos cigarrillos podría quitarme esta rara sensación de encima; y quién sabe, quizás la mujer era veterana y me enseñaba un par de cosas…--Si no te mando mensaje en quince minutos, váyanse sin mí.

El viejo truco, un mensaje de texto pidiendo ayuda. Quería usarlo con alguien que me sacara de ese club de mala suerte, pero las cosas habían resultado así y no quería decirle a Kyungsoo “Ey, tu plan de contentarme fue un fracaso total, no vuelvas a hacerlo”. No, no se lo merecía pobrecito, tan dulce y tierno, él…En fin. Caminé hacia la muchacha y la tomé de la cadera, asqueado por la extrema delgadez de su cuerpo (no sabía si estaba agarrando a una persona o a un paquete de arroz) y la llevé hacia afuera, donde me ofreció un cigarrillo y me inundó la cara con su humo, jactándose de sus clases de pilates que “mantenían todo en su lugar, haciendo que su ex esposo se muriera de los celos, arrepentido”. Uff, qué diversión. Terrible diversión.

Móntatela bajo el árbol de la plaza de enfrente y listo. Quizás necesitas un sacudón.

Temblé por culpa de un escalofrío. A todos lados que miraba lo presentía, mirándome con esos ojos filosos y esa sonrisa burlona; podía escuchar sus carcajadas, sentía a la gente mirarme con curiosidad, como si todos se hubiesen enterado de mi pasión por un actor pornográfico. Esta jaqueca tenía que parar, y tenía que hacerlo urgente porque me latían las sienes, aunque probablemente por el humo de la vieja que se negaba a reconocer que ya no estaba buena y que no había crema que la salvara del paso del tiempo.

-Agh, terminemos con esto—gruñí, tomándola del mentón con fuerza y aguantándome las ganas de vomitar debido al sabor a tabaco y a licor en su boca, en su lengua para nada habilidosa, mientras me apresaba contra la pared en un intento por parecer dominante, cosa que no iba lograr nunca, ni soñando. Porque hoy definitivamente no estaba de ánimos para adoptar el rol pasivo, el sometido. Nunca lo había sido, y había saboreado algo de eso a la tarde en la tienda, y no me había gustado nada. Nada, nada, nada.

Un milagroso brazo me apartó de la mujer: era Chanyeol, que me estaba gritando algo inentendible y me arrastraba lejos de la mujer. Gracias, Yeol. Gracias.

-No te entendí nada—le grité mientras cruzábamos el bar.

Él seguía haciendo señas con una mano mientras se fijaba que no me cayera ni que él pisara los vasos rotos o los charcos de cerveza.

-¿¡Qué!?—la música estallaba en mi cabeza, quería irme, pero aparentemente algo no andaba bien.

-¡¡¡KYUNGSOO!!!—gritó desaforadamente, frenándome en la entrada del club—¡¡DESAPARECIÓ!!

¿Soo? ¿Desaparecer? Vale que era petisín y su miedo a todo te daba ternura, pero…

-¡CUANDO FUIMOS AL BAÑO CREO QUE SE PELEÓ CON UNOS CHICOS Y DESAPARECIÓ!

Se me paró el corazón. Con Kyungsoo no. No que no, o les mastico la cabeza y uso sus huesos como escarba-dientes.

-¿¡Reconoces a alguno de los que estaba en el baño!?

Chanyeol recorrió el local con la mirada, maldijo los efectos de luces parpadeantes y el humo que parecía salir hasta de los guardias de seguridad. Negó y ahogué una blasfemia, mordiéndome el labio y pasándome una mano por el pelo.

-¡Hay que salir, seguro que están en la esquina!

Cuando llegamos, vimos un par de borrachos carcajeando solos y una pareja ligando. Carajo, habíamos perdido a Kyungsoo. Y eso era algo que no me podía perdonar.

 

Notas finales:

¿Y bien? :)

¿Qué tal? Quizás haya cosas sin cerrar o aclarar...pero como dije, ésta será una serie :) Y no quedarán pozos sin tapar =u=

Preguntaa: ya vieron I WANNA LOVE de TEEN TOP y HELLO de NU'EST?? 

COSHITAS MONITAS T-T CAP con esas trenzas/rastas....JR besando a ....ANDWAAAEEE!!! >O< ;AAAAA;

En fin...nos leemos pronto, mil gracias por sus hermosos comentarios ♥


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).