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Escarlata por haruka13

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~~*¤*~~ Everything Burns~~*¤*~~

Anastacia ft. Ben Moody

 

Sintió como Madara lo miraba fijamente, a pesar de que sus ojos eran del mismo color del de Sasuke e Itachi, la mirada de este era mucho más penetrante, incluso sintió que un escalofrío recorría su cuerpo a pesar de el hombre le sonreía, como si le causará ternura su persona.

-Escucha Naruto, lo que te contaré puede que acabe con algunas de tus dudas o incluso que solo genera más en ti, pero por favor escucha y no interrumpas-

Itachi se puso de pie, dando a entender que los dejaría solos –espera Itachi, también me gustaría que la oyeras, en cuanto a Sasuke no te preocupes, Sasori se está haciendo cargo de él  y  sabe que si no lo he llamado, es porque no es necesario que por ahora Sasuke no escuche esto-

-¿Amarrará acaso a Sasuke?-preguntó Naruto.

-No, tan solo lo sedará, además de que me parece que el muchacho necesita una larga siesta viendo esas ojeras, sin mencionar que tú también- se dirigió específicamente a Naruto – no lo dejas dormir mucho que digamos-

Naruto hubiera deseado no preguntar nada  pues ahora tenía a Itachi queriendo matarlo con la mirada.

*~*~*

Abrió los ojos,  lo primero que miro fue el cielo azul y despejado, escuchó a lo lejos el sonido de un ave de rapiña y se enderezo para ver donde se encontraba. Lo único que vio fue nieve  y entre esta varios cuerpos, toda su tropa había sido asesinada.

Trató de recordar algo que le diera a entender como había acabado tendido en el piso, pero tan solo le venían imágenes a su cabeza totalmente revueltas, lo único que podía distinguir de estas era el color de la sangre, algo que no le sorprendía para nada después de todo había perdido una batalla y cerca de sesenta soldados.

Volvió a su casa, su mujer lo abrazo en cuanto lo vio en el marco de la puerta, como siempre le daba ánimos sobre todo porque sabía que el ego de su marido había sido destrozado en aquel lugar, era la primera vez que el gran Madara Uchiha había perdido una batalla.

Como cualquier persona que por primera vez conoce la derrota, Madara pensó que esto sería el inicio de una oleada de problemas y no se equivocó, solo que no fueron los problemas que él hubiera imaginado. Al cabo de dos meses despertaba todas las noches muriendo de sed, sin embargo por más que tomaba agua y agua esta no desaparecía. La sed desaparecía hasta la mañana por lo que Madara no lograba conciliar el sueño en toda la noche.

Un día cansado y desesperado decidió ir a una cantina, no perdía nada con tomarse una cerveza, de todas maneras nada saciaría su sed. Su esposa comenzaba a preocuparse pues Madara se veía cansado y distraído, sin mencionar que sus ojos se veían enrojecidos. Lo llevó en una ocasión con un curandero, pero este dije que probablemente se debía al trauma que había sufrido en su batalla, seguramente aquello que no podía recordar, era lo que le quitaba el sueño, aunque no le dio ninguna explicación para la sed que sentía.

En la cantina comenzó a beber su cerveza, como lo imaginó, su sed continuo, estaba cansado, las únicas veces que conseguía calmar era cuando comía un buen cordero, pero algo que le había llamado su atención es que ahora se le hacía más apetecible cuando estaba crudo, por lo que pedía a su esposa que no lo cociera mucho. Sabía que si seguía en esa situación lo llevaría pronto a l tumba, seguramente había pescado una enfermedad en algún de los pueblos donde había estado. Lo peor es que le preocupaba dejar desamparados tanto a su esposa como hijos, tenía una niña de seis años y un bebé de apenas unos meses.

Como ocurría en general cuando un hombre iba a beber solo, una de las prostitutas de la cantina se le acercó, le coqueteó e intento llamar la atención de él, pero no lograba despertar ningún interés. La mujer insistió en llevarlo a una habitación, tal vez el hombre no la viera deseable, pero estaba segura de que ye había tomado suficiente como para al menos robarle un poco de dinero.

Madara la siguió empezaba a sentir algo hacia la mujer, aunque no sabía que era exactamente, se trata de algo como desesperación, ansiedad. Cuando llegaron al cuarto la mujer puso el seguro. La mujer se acercó a él y lo tomó de la nuca para besarlo, cuando estaba a punto de hacerlo Madara dirigió su cabeza al cuello de la prostituta y encajo sus colmillos. La mujer gritó al inicio, incluso intentó quitárselo de encima pero al cabo de unos minutos dejo de oponer resistencia, con lo que Madara pudo beber toda su sangre.

La dejo caer al piso, cuando su sed se hubo saciado por completo y la mujer hubiera quedado sin una gota de sangre. Se horrorizo al ver lo que había hecho, jamás había pensado en asesinarla, sin embargo ahí enfrente de él tenía un cadáver, al verse en el espejo, podía observar como de la comisura de sus labios escurría sangre. Salió por la ventana, con el cadáver cubierto por una sábana y lo enterró en las afueras del pueblo, algo que pudo notar es que tanto su fuerza como su velocidad eran mayores que antes.

Durante los meses que siguieron todas las noches salía en busca de una víctima, la realidad es que nunca buscó una en específico, persona que se cruzara en su camino cuando no podía controlar más la sed, acaba muerta a sus pies. Como era de esperarse no hicieron falta que alguien comenzará a notar que había un asesino en la región, debido a esto, le dijo a su esposa que tenía que salir en un viaje.

Las naciones estaban asustadas, había una ola de asesinatos, que parecía ser por el mismo hombre o de no ser así por un grupo de personas que llevaban a cabo la misma manera para asesinar.

Cuando estuvo en Transilvania, conoció a un hombre que tenía el mismo estilo de vida que él, no pudo esperar a tener una charla con él, al parecer hasta ahora era la única persona que podía decirle lo que estaba sucediendo.

-Y bien joven, dígame para que le soy útil-le dijo muy amable el C

Conde, cuando Madara lo busco en su castillo. Debía de aceptar que había varías cosas raras durante el camino a esa propiedad, pero nada podía ser más raro que lo que le estaba sucediendo.

-Quisiera hablar con usted acerca de algo que padezco, me parece que usted lo padece también-

El Conde lo miró de manera sospechosa, incluso la expresión amable de su rostro cambio por un momento.

-¿Qué padece usted?-

-Lo he visto beber sangre de otras personas-dijo con seguridad Madara, no podía mostrarse débil ante aquel sujeto –lo hace todas las noches, como yo- sabía que no se equivocaba de persona, hace cerca de cinco noches que lo había visto y seguido hasta ese castillo, estaba completamente seguro.

-¿Así que usted cree que padece lo mismo que yo?-

-Sí, bebo sangre al igual que usted y posee colmillos similares como los suyos-Madara sonrió para que sus colmillos pudieran verse.

-Ya ve, mi querido señor, usted es un vampiro-le dijo con toda tranquilidad el hombre, como si el ser un vampiro fuera algo normal.

-¿Perdone?-

-Usted es un vampiro, necesita sangre de las personas para vivir. Estoy seguro que no de beber sangre, comienza a sentir una sed insaciable, como si llevara días sin tomar agua y estuviera en el desierto-

Madara no pudo negarle al Conde semejante afirmación, era exactamente lo que había sentido noche tras noche antes de que asesinara a aquella mujer en la cantina.

-¿Y hay alguna manera en que pueda deshacerme de esta enfermedad?-

El Conde soltó una carcajada, al parecer lo que había dicho era algo sumamente gracioso o estúpido para ese hombre, sin embargo, necesitaba respuestas.

-Enfermedad-dijo aun riéndose- lo que usted tiene mi querido señor, es un don, ser vampiro significa vivir para siempre, claro que todo tiene un precio, para lograrlo debe robar la vida de las personas, que es justo lo que hacemos la tomar su sangre-

El horrar invadió a Madara, el hombre que tenía frente a él estaba loco, como era posible que viera como algo bueno lo que le estaba sucediendo.

-Por si se lo preguntaba, no hay cura-

Salió del castillo del Conde Drácula deshecho complemente, no podía creer que no hubiera cura, eso significaba que no podría volver a ver a su familia, pues temía que en algún momento que estuviera con ellos, el no pudiera soportarlo y tomará de su sangre.

Los titulares de los periódicos eran cada vez más terroríficos, cada noche morían al menos cinco personas, todas mostraban poca cantidad de sangre y dos piquetes en el cuello, ya no sabían si era de una animal o un humano lo que estaba haciendo eso.

Un día mientras saboreaba la sangre de una pobre joven de no menos de quince años, vio que una mujer lo observaba detenidamente, al principio pensó que lo habían descubierto y que no tardaría en salir corriendo gritando, pero se equivoco, la mujer fue acercándose a él, lentamente, como si estuviera observando todos los detalles de la escena. Madara dejo caer el cuerpo en el suelo y la mujer llegó hasta él.

-Madara Uchiha, nos has causado muchos problemas-dijo con seriedad la mujer –será mejor que vengas conmigo- la mujer dio media vuelta y camino en la misma dirección en que había llegado. Madara intrigado la siguió hasta que llegaron a un carruaje el cual abordo.

-¿Sabes quién soy?-le preguntó la mujer mientras se quitaba los guantes.

-No-

-Bueno, soy un vampiro como tú, pero más específicamente, soy uno de los vampiros que están en el Concejo y tu Madara Uchiha, has puesto al Concejo en alerta-

-¿Qué es el Concejo?-

-Es el encargado de regir a los vampiros, no pensabas que podías estar por ahí bebiendo sangre y acabando con los humanos a tu voluntad, ¿o sí?-

Madara se quedó callado, la verdad es que nunca se había planteado la idea de que hubiera alguien encargado de monitorear a alguien como él, a solo que fuera para llevar a la cárcel y que respondiera por sus crímenes.

-Veo, que no tienes idea de nada, ¿tú creador no te dijo las reglas?-

-¿Mi creador?-

-Ya veo que este viaje será largo, empecemos mi nombre es Mei Terumi-

La mujer le explicó que en aquella batalla fue cuando al parecer había sido convertido y que lo más seguro es que su creador haya muerto en manos de alguien, de lo contrario alguien tenía que explicarle todo lo que estaba por venir. Le dijo cosa muy similares a las que le había dicho el Conde, por lo que nos e sorprendió, no obstante le mencionó que era mejor que dejará de matar gente, cada vez que deseaba sangre, ya que levantaría sospechas como ya lo había hecho y a pesar de que eran más poderosos que los humanos, estos podían derrotarlos fácilmente por la cantidad. Sin mencionar que al ser la base de su alimentación era mejor no exterminarlos, de lo contrario acabarían siendo una especie en extinción como los dinosauros. También le dijo que el Concejo lo tenía en la mira, así que era mejor que comenzará a controlarse, en muchas ocasiones un solo trago ayudaba a saciar la sed, pues de lo contrario el Concejo tomaría las medidas necesarias contra él.

Madara intentó calmarse después de esa advertencia, sin embargo a veces no podía, hubo varias ocasiones en que gente del Concejo había ido en su búsqueda, lo habían intentado asesinar, pero los muertos acaban siendo otros. Después de más de una docena de hombres mandados por el Concejo a su merced, fue llamado por esté, más bien lo obligaron a ir esta vez amenazándolo con hacerle daño a su familia.

Le ofrecieron ser un guerrero de ellos, por así decirlo, como parte de la policía de los vampiros. Se negó. No quería ser el títere de alguien, sin mencionar que los odiaba, se odiaba así mismo por lo que era. El Concejo no se lo tomó nada bien e hicieron su primer movimiento convertir a uno de su clan en vampiro, eso porque las innumerables que intentaron tomar a alguien de su familia, el estuvo ahí para protegerlos, aunque estos no lo supiera. El Uchiha que fue convertido, tuvo prácticamente la misma conducta que Madara, solo que al ser una poco más débil pudieron deshacerse de él con ayuda de cincuenta hombres.

Ahora fue el turno de un Uchiha de asesinarlo, el resultado fue el mismo aunque no tan fácilmente como le había sido antes a Madara, aunque logro que su pariente le dijera un poco de lo que el Concejo estaba tramando, al parecer, él ya era una amenaza, sin embargo, utilizado a su conveniencia resultaba una excelente arma, por eso comenzaron a convertir a los de su clan, sin embargo muy pocos de ellos podían ser controlados y los asesinaban antes de que se les salieran de las manos, así que la nueva opción del Concejo ahora, era convertir a los mejores guerreros para ir en su búsqueda.

Fue así como conoció a Hashirama Senju, el único hombre que pudo haberlo matado de no haber sido por los sentimientos que surgieron entre ambos. Cuando se enfrentaron por primera vez Hashirama y Madara, el primero no paraba de gritarle al segundo una sería de palabras cada vez que sus katanas se encontraban “es una trampa” , le decía, pero Madara estaba tan perdido en su ira, estaba harto que el Concejo solo buscará una forma de asesinarlo, que no hizo caso. Ese día asesinaron a su esposa e hijos. Hashirama consiguió al taklear a Madara decirle el peligro que corría su familia, pero fue muy tarde, cuando llegaron a la casa donde vivían estos, no había nada con vida. Lloró como nunca esa noche, su familia pensaba que tenía una gran misión y que por eso no había vuelto en dos años, no sabía si era una suerte que no supieran la verdad.

Hashirama no era un mal hombre, pero al igual que a Madara lo habían amenazado con su familia. El Concejo sabía que era un buen rival para Madara después de todo se había hecho cargo de cinco Uchiha él solo. El Concejo aún no quería deshacerse de Madara, aún seguía con la idea de hacerlo su mejor arma, por lo que se le ordeno a Hashirama que lo vigilara y que lo hiciera saber que de cometer un error, sería Izuna Uchiha, hermano de Madara quien esta vez pagara las cuentas.

Ambos vampiros se volvieron bastante unidos al punto que Hashirama cambio la compañía de su familia por la de Madara. El Concejo pronto se entero de que se habían vuelto amantes a pesar de que estos pensaban que lo escondían de la mejor manera. Madara logró calmar sus apetitos teniendo a Hashirama a su lado, pero todo se vino abajo con la repentina muerte de su hermano a causa de una rara enfermedad. Hashirama le dijo a Madara que eso no podía ser obra del Concejo que seguramente todo fue obra de la vida y que era mejor que no cometiera errores. Mantuvo a la familia de su hermano, después de todo tenía bastante dinero guardado desde la muerte de la suya.

Las cosas empeoraron para Madara, la muerte de Izuna no fue nada fácil y recayó en sus antiguos hábitos, Hashirama sabía que probablemente también se debía a que estaba solo, había perdido a todas personas que le interesaban. El Concejo mandó a Hashirama que asesinara de una vez por todas a Madara, era un caso perdido, lo mejor era deshacerse de él. Hashirama no pudo cumplir su tarea y el Concejo sabía perfectamente la razón, se había enamorado de Madara Uchiha, algo que claramente asqueó a todos en el Concejo.

Hashirama fue llamado por el Concejo y nunca volvió. Madara se entero que lo habían asesinado, al parecer le dijeron que moría o los que morían en su lugar serían su familia como la de Izuna. Sabía que de oponerse sus pesadillas se volverían realidad, aún así no era seguro que el Concejo cumpliera su promesa, pero decidió jugársela.

Años después su cazador, fue un familiar de Hashirama, lo supo, porque esta persona se lo escupió en la cara, sin embargo no era enemiga para él, la dejó noqueado y escapo. Realizo su última matanza y después de eso aprendió a controlarse de mejor manera, ya había acabado con su familia no quería que la de Hashirama siguiera el mismo camino, a pesar de que ahora la nieta de su amante, era lo mismo que él, un vampiro.

*~*~*

Cuando terminó de contar la historia, tanto Naruto como Itachi guardaron silencio, estaba claro que el Concejo era alguien de temer.

-¿Así que te enamoraste de Hashirama?-le preguntó Naruto rompiendo el silencio.

-¿Después de todo lo que dije, es lo único que se te quedó?-le preguntó con escepticismo a Naruto.

-Y que el Concejo es malo-

-¿Así que convirtieron a Naruto para que acabe contigo?-fue Itachi el que habló esta vez y Madara agradeció que hubiera alguien con cerebro entre los presentes.

-Así es- miró a Naruto- Eres descendiente de Hashirama Senju-le dijo seriamente, tanto que Naruto sintió que se le erizaron lo cabellos de la nuca.

-¿Yo?-le preguntó escéptico – pensé que habían matado a su familia o la habían convertido-

-Convirtieron a su nieta, pero su nieta ya había tenido descendía, los cuales son tu antepasados-

-¿Quién era descendiente mi padre o mi madre?-

-Ambos, es por eso que te convirtieron Naruto, creen que en ti hay grandes posibilidades-

-Pero, dijiste que los del Concejo amenazaban con matar a tu familia o a la de Hashirama, ¿por qué mataron  a la mía, cuando me convirtieron?-

-Es algo que desconozco-

Itachi notó que Madara había titubeado al dar esta respuesta. Madara decidió que ya había sido bastante por un día y les dijo que lo mejor era que se fueran a dormir.

-Naruto, tú duermes en el cuarto de huéspedes- le dijo Itachi mientras subía las escaleras, era obvio que no quería que se metiera en el cuarto de Sasuke.

Cuando estuvieron seguros que Naruto completamente dormido y que Sasuke aun seguía bajo los efectos de la droga que le había administrado Sasori, Madara le pidió unos minutos a Itachi.

-No debería tratar así a Naruto, está bien que no te gusta tener bajo tú misma casa a las personas que pervierte a tu hermano, pero él es de gran ayuda- le dijo Madara amablemente.

-¿Por qué está enamorado de él y significará que no le hará daño?-

-Y lo protegerá-puntualizó Madara- Itachi, debes de preguntarte después de oír lo que conté, porque es que ahora soy pasivo, no me has visto perder el control ¿o sí?-

-Tú mismo lo dijiste, fue cuando viste convertido a la nieta de Hashirama en vampiro-

-En parte, sin embargo, cerca de 1900 volví un poco a mis andadas, pero algo me detuvo, mi cuerpo. Verás yo me excedía usándolo para atrapar a mis víctimas, saltaba de edificio en edificio pero un día me paso algo interesante, sucede que un no pude levantarme de mi cama, mi cuerpo me dolía, era como cuando una persona que no hace ejercicio un día hace todo el que puede y a la siguiente mañana no se puede levantar, algo así me sucedió, solio que yo tardaba semanas en recuperarme, ahora meses-

-Entonces ya no eres tan mortífero- dijo un poco serio Itachi, al parecer esta comprendiendo lo que quería decirle.

-Exacto. Sasori es un chico que encontré un día en las calles, estaba recién convertido y decidí ayudarlo, desde ese día se volvió como un hijo para mí  y el siempre me siguió, no es mi chofer ni mi guardaespaldas, solo que él se preocupa por mi y hace que eso parezca, incluso a veces me dice que diga que es una de esas dos cosas-Madara se rió por un momento – sí te lo digo es para que confíes en él, es un buen chico y ahora me protege y me ayuda con mis quehaceres.

-Realmente lo trajiste contigo para proteger a Sasuke-

-Captas rápido Itachi, es cierto, yo ya no puedo proteger a Sasuke, sin mencionar que no podría luchar ni siquiera con él. Es ahora cuando me arrepiento de no haber tomado en serio al Concejo cuando me decía que me calmara, la vida te cobra todo lo que hiciste, sobre todo los límites que no consideraste-

-¿Sasori podría controlar a Sasuke?-preguntó un poco preocupado Itachi.

-Sasori no es muy fuerte en comparación con lo que Sasuke sería, es ahí el papel de Naruto, es el único que podría confrontarlo-

 

 

Notas finales:

Sospecho que para algunos pudo haber sido aburrido el capitulo, sin embargo ahí estan las raíces de la conversión de Naruto comó de otras cosas.

 

Espero sus comentarios  y Feliz Navidad :)


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