Sakura recibió el mensaje de Gaara con la dirección de Naruto, se apresuró a tomar sus cosas y a mentirle a su madre sobre que iría a ver a Hinata. Subió a su carro y respiro profundamente, no estaba segura si Gaara le había dicho la verdad. Era cierto que aún no podía creer que Naruto fuera su hermano, no se parecían mucho y sus forma de ser también era distinta, aunque no podía dejar a un lado el hecho de que realmente había soñado con Naruto, ese niño pequeño era él, no había duda, Naruto no había cambiado mucho durante su desarrollo, sus facciones eran las mismas.
Gaara le había dejado la puerta abierta, revisó su celular y encontró un nuevo mensaje de él, indicándole que el sótano estaba debajo del piso del armario al lado de la cocina. Se dirigió hacia donde le habían indicando, abrió el armario y encontró varias chamarras, seguramente eran de Naruto, miró el piso, sin encontrar indicios de alguna trampilla o puerta en este, recorrió con la mirada el suelo, pero solo encontró que el suelo estaba levantado, al menos el material con que estaba recubierto. Se puso de cuclillas y sintió como su ritmo se aceleraba, jaló el papel y este se fue despagando poco a poco hasta que se descubrió lo que buscaba, ahí frente a ellas estaba lo que parecía una puerta.
Descendió por las escaleras, se maldijo por olvidar llevar una linterna, buscó el interruptor mientras bajaba por las escaleras, cuando lo encontró, lo apretó, y para su suerte aún funcionaba. El sótano no era muy grande, había pensado que si realmente esa había sido su casa años atrás el ver ese lugar le traería algún recuerdo o una sensación, pero nada. Cuando encontró con la mirada el horno que le dijo Gaara, fue directamente hacía este, le costó un poco moverlo pero cuando lo hizo encontró la caja fuerte y dio vuelta a la rueda hasta formar la contraseña “725872”. Dentro de esta había lo que parecían álbumes, los tomó y hasta el fondo encontró una muñeca, era la misma que la de sus sueños.
*~*~*
Naruto despidió a Gaara después de unos 20 minutos, al parecer solo quería saber que había sido de él. Pudo notar que mientras hablaba con el pelirrojo, Sasuke lo miraba desde lejos con los ojos entrecerrados, como si estuviera estudiándolo detenidamente.
-¿A qué vino tu jefe?-le dijo molesto, en cuanto Gaara se fue.
-Solo quería saber si estaba bien- dijo tranquilamente Naruto.
-Me cae mal-dijo de pronto Sasuke, a la vez que iba hacia las escaleras.
-Es un poco cerrado, eso es todo-
-Pienso que esconde algo-
-Puede ser, después de todo es algo anciano-
Sasuke pareció ignorarlo y se metió en su cuarto cerrando la puerta, realmente no sabía si estaba enojado o era su estado normal, después de todo Sasuke siempre había sido un poco raro. Entró a la cocina y tomo una bolsa de sangre del refrigerador. Itachi no había estado de acuerdo con esto, pero al final Madara lo había hecho entender, con tres vampiros en tu casa, era necesario tenerles alimento.
-Estas bebiendo demasiado-
Naruto se sobresaltó, aún no se acostumbraba a la presencia de Madara, era tan sigiloso y callado en sus movimientos que era difícil percatarse de que había entrado a algún lugar.
-Acabarás matándome del susto-le reclamó Naruto mientras se sentaba frente a él para beber sangre.
-Ya moriste una vez, otra no te hará daño-
Lo dijo tan seriamente que Naruto pensó por un momento, que había pensado en asesinarlo mientras dormía, eso le causó escalofríos.
-Es un decir, no tienes porque asustarte-le dijo Madara, al notar que Naruto se había sobresaltado un poco- Aunque estas bebiendo demasiado, deberías de aprovechar que no está Itachi-
-No beberé de Sasuke-le dijo molesto Naruto.
-Sabes bien, que no tienes otra opción-
-Me iré a mi cuarto-
Sasuke había estado oyendo la conversación desde las escaleras, cuando vio a Naruto salir por la cocina, se apresuró a meterse a su cuarto y cerrar la puerta.
Cerca de las tres de la mañana, Sasuke despertó a causa del sonido de unas pisadas, que no paraban de subir y bajar escaleras, era en esos momentos en que detestaba que su cuarto estuviera tan cerca de estas. Abrió la puerta un poco, y miró en busca del responsable. Notó que la luz de la cocina estaba encendida, de pronto se apagó y escuchó las mismas pisadas subiendo las escaleras de nuevo. La figura era Naruto, no se dio cuenta de que lo estaba mirando, tan solo volvió a la que era su habitación y cerró la puerta de un golpe.
Naruto aventó la bolsa vacía contra la pared, ya había bebido demasiado, la sensación era igual que esos días, antes de que bebiera la sangre de Sasuke. Se acostó en la cama de lado, miro directamente hacia la pared que tenía enfrente, esperando que tal vez concentrándose en eso, pudiera olvidar lo que tanto estaba deseando por hacer.
-¿Sabes que haces demasiado ruido?- Sasuke había entrado y ya cerraba la puerta tras él.
-Vete- le dijo Naruto molestó.
-Si no me hubieras despertado no estaría aquí-
-Te digo que te vayas-
-Estas así por la sangre, escuché tu conversación con ese vampiro-
-Sí la escuchaste, entonces sabes lo que necesito, así que vete-Naruto apretó con fuerza la almohada en un intento de reprimir sus deseos.
Sasuke se acercó a él, tomó su brazo y lo obligo a voltear-¡solo hazlo y ya!- le exigió a Naruto.
Las miradas de ellos apenas se encontraron unos segundos antes de que Naruto mordiera su cuello, su ojos eran iguales que aquella, vez, sin rastro de su iris azul, las pupilas completamente dilatadas. No pudo evitar lanzar un quejido cuando esos dientes se clavaron, por suerte apenas había sido audible así que Itachi no debía de haberlo oído.
Naruto había puesto su mano en su espalda, para atraerlo más mientras sentía como succionaba su sangre, al igual que las otras veces, comenzó a relajarse y a disfrutarlo, pero de pronto ya no pudo sostenerse y sus rodillas dieron contra el suelo, su cuerpo entero no hizo lo mismo, solo por el hecho de que Naruto aún lo sostenía.
Volvió en sí, se dio cuenta de lo que había hecho y soltó a Sasuke, aunque tuvo que tomarlo de nuevo para que no cayera. Encendió la lámpara de su buró, notó que Sasuke no podía sostenerse por sí mismo, así como sus ojos estaban adormilados. Lo subió a la cama para recostarlo, sintió algo en su estomago cuando vio lo que había hecho, aunque sabía perfectamente que era algo que tendía que ser de por vida, le gustará o no.
Sasuke cayó inconsciente, se apresuró a buscar a Madara. El vampiro revisó a Sasuke, mientras Naruto rogaba que Itachi no saliera en ese momento al baño y se diera cuenta de lo que estaba pasando, seguramente lo acabaría asesinando.
-Descuida, está bien, solo bebiste más que las otras veces, es por eso que no debes de intentar suprimir esa sensación tomándote litros de sangre que no te sirven-lo regaño Madara.
-¿Eso quiere decir que lo puedo matar?-
-Podrías ocasionar su muerte, más bien, tú mismo no lo dejarías sin una gota de sangre, pero si la situación se complicará y necesitará una transfusión, la situación se complicaría, así que ten cuidado, si necesitas de su sangre, solo llámalo, no creo que él se oponga-
Madara salió del cuarto, Naruto pudo respirar un poco, aunque aún sentía un poco de resentimiento. Salió de la habitación para ir por el botiquín y curó la herida que había ocasionado en el cuerpo de Sasuke.
*~*~*
Gaara había recibido una llamada de Lady Tsunade, Sakura aún no había vuelto a casa, solo rogaba porque no hubiera hecho una tontería. Abrió la puerta de su apartamento y al instante se percató de una presencia femenina en su sala. Ahí estaba la persona más buscada hasta ese momento. Sakura sentada en su sofá con la mirada perdida y una muñeca en las piernas.
-¿Por qué nunca me dijiste?-le reclamó Sakura en cuanto se dio cuenta que el pelirrojo había entrado a la casa.
-Sabes que pudo ser tu madre, la persona que estuviera parada aquí y no yo-puntualizo Gaara, mientras tomaba asiento frente a ella.
-Te vi por el rabillo del ojo, pero aún no has contestado mi pregunta-
-No podía-
-¿Por quién, mi madre?-
-Sí, ella me prohibió decírtelo. Podrías haber salido en busca de tus padres y Naruto apenas te lo hubiera dicho y echar a perder todo, según ella-
-¿Para qué quería convertirme?-
-Sinceramente no lo sé, tu madre no confía tanto en mí para decírmelo- notó que Sakura agarra con mayor fuerza a la muñeca, como si estuviera a punto de romperla.
-¿Por qué rompiste conmigo?-
La pregunta tomó por sorpresa a Gaara, espera que Sakura siguiera preguntándole cosas referente a su familia, pero no eso, uno de los tantos temas que odiaba tanto tocar.
-Te lo dije alguna vez, si es todo, será mejor que te vayas, antes de que tu madre, te encuentre aquí-
-¿Qué tiene que mi madre, me encuentre aquí?, al final eres un poco de su confianza-
Gaara desvió la mirada, como poniendo en duda lo que acababa de decir Sakura – has vivido tantos años con tu madre y aún no conoces del todo-
-¿Qué estas tratando de decir?-
-Me parece que ya solo sabes, te bastó un día para descubrir que realmente te arrebató de tu familia, creciste pensando que estabas sola, ¿eso no es suficiente?-
-¿Entonces no es lo único que ha hecho, respecto a mí?, espera acaso ella se entero de lo nuestro-
-Sí, después de todo no fuimos tan cuidadosos- parecer haber algo de decepción en las palabras de Gaara – no sé exactamente en qué momento se dio cuenta, pero al cabo de un año, logró que las cosas acabaran como ella quería-
-Eso no tiene sentido, mi madre, todo el tiempo se la pasa diciendo que deberías ser mi pareja, incluso te lo insinúa demasiado-
-¿No crees que solo es una estrategia para que tú no te des cuenta de nada?, ¿para qué aún creas en sus palabras? Y así pueda manipularte a su antojo, como lo ha hecho a lo largo de todos estos años-
-¡Claro que no!-
-¿No me crees?, porque no intestas hoy decirle que ya no te interesa Sasuke, que tienes otro prospecto, verás cómo te dirá cosas para que acabes cediendo a sus palabras- Gaara comenzaba a molestarte, pero intentaba esconder sus emociones.
-Más bien lo que quieres es que deje a un lado el asunto de Sasuke, tal vez todo esto de mi familia, es una completa mentira, Naruto y yo no nos parecemos-
-Tienes miedo Sakura-dijo muy seguro Gaara.
-No es cierto-
-Claro que si, cuando tienes miedo, tus ojos no dejan de moverse un lado a otro, sin mencionar que sujetas con fuerza la parte baja de tu playera-
Sakura se sorprendió por las observaciones de Gaara, incluso ella no se había dado cuenta de que hacía dos cosas a la vez cuando la hacía sentirse insegura o miedosa.
-Tienes miedo, porque ahora te das cuenta que le has hecho demasiado daño a alguien de tu misma sangre, y estabas a punto de hacerlo sufrir más, solo para cumplir tu capricho, más bien estabas buscando alguien en quien descargar toda tu ira, y ahora sabes que ese pobre desdichado es tu hermano- los ojos de Gaara estaban fijos en los de ella, no dudaba ni una palabra que estaba diciendo, incluso Sakura no tenía nada para desmentirla, era cierto, se había centrado en Naruto porque quería que alguien más sufriera lo que ella, que sintiera lo que era no poder estar con alguien a quien quieres -¿Alguna vez te arrepentiste de pensar esas cosas?-
-Una que otra vez, pero recordaba todo, y lo olvidaba-dijo Sakura sintiéndose una basura – ¿Con qué te amenazó mi madre para que rompieras conmigo?-
-Con tu vida-
-¡Pero ella nunca me haría daño!-
-¿Recuerdas ese accidente que tuviste, cuando ella fue a recogerte de la escuela y chocaron?, bueno no fue un accidente-
Sakura sintió un escalofrió recorrerle el cuerpo, no quería creer lo que le estaba diciendo Gaara, no porque su madre no fuera capaz, sino porque era lo único que tenía, era su única familia –rompiste conmigo en el hospital-dijo mientras recordaba.
-Lo siento-
-¿Te arrepientes ahora de haber hecho eso?-
-Tu madre está desesperada, es mejor que te vayas-dijo Gaara al escuchar su teléfono sonar – no intentes acercarte a Naruto, ella sabrá que sabes la verdad-
Sakura supo que no sacaría más palabras de la boca de Gaara, ya había sido un avance que le contara todo eso, aunque no sabía porque había decidido hacerlo, sabiendo que su madre podría hacer algo contra él.
Cuando Sakura llegó a su casa, se encontró con su madre sentada en el sofá junto al teléfono, en cuanto la vio, se puso de pie -¿Dónde estabas?- exigió sabes.
-Te dije que iba a salir con Hinata, después pase a una tienda, pero no encontré nada bueno-
-¿Por qué no contestaste el celular?-
-Olvide cargarlo ayer, me quedé sin pila- una excusa tonta pero creíble.
-Necesito que te levantes mañana temprana, irás a hacerte unos análisis-
-¿Para qué?-
-Tu poco avance en la transformación me tiene preocupada, así que le pedía Orochimaru que te examinará eso esto-
En cuento oyó esas palabras supo que algo había detrás de ellas, era cierto que su transformación era lenta, sin embargo su madre había dejado de prestarle atención desde hace unos meses, ahora se preguntaba qué era lo que la había hecho cambiar de parecer.
Tsunade se dirigió a su cuarto, necesitaba descansar, después de todo el estar haciendo algo a espaldas del Concejo no era tan sencillo, tenía que cuidar cada detalle, y no solo lo que ella hacía, sino también Orochimaru.
-¿Así que el hermano de Sasuke, te vino a poner en tu lugar?- se burlaba Tsunade de Orochimaru, quien estaba lleno de rabia en esos momentos.
-Sí, y lo peor es que vino acompañado de un vampiro, y no de cualquiera-
-¿Quién era?
-Nada menos que el protegido de Madara Uchiha, lo que quiere decir, que Madara está al tanto de la situación, si no es que de todo el plan, seguramente está vigilando al chiquillo en estos momentos-
-¿Por qué querría protegerlo de todos modos?-
-Tal vez el mismo quiere usarlo para él, quien sabe-
-¿Y eso no nos convendría en todo caso, después de todo sería bueno tenerlo de aliarlo?-
-Sí, pero algo que tiene Madara Uchiha es que no sigue órdenes, ni siquiera tu abuelo pudo hacerse cargo de él- le recordó Orochimaru, en modo de advertencia- o tal vez era porque tu abuelo sentía algo por él-
-Mi abuelo, amaba a mi abuela, no quieras manchar su imagen-
-Cómo tú digas-
-En fin, mañana traerás a Sakura para hacerle las pruebas-
-¿Crees que en realidad sea apta?-le pregunto insegura Tsunade.
-Es muy probable, además de algo tiene que servir que su transformación sea tan lenta-
-Supongo que tienes razón, después de todo ya no me sirve para nada, la había usado para evitar lo que el Concejo ya hizo por cuenta propia-
-¿Crees que ella esté de acuerdo?-
-Sí, después de todo le gusta el chico, qué más da, ¿si no lo estuviera tienes un plan de respaldo verdad Orochimaru?-
-Por supuesto que sí, de algo me ha servido estudiar distintas carreras a lo largo de mi vida-dijo completamente orgulloso Orochimaru.
-¿Y cómo le haremos con el chico?-
-Eso déjamelo a mí y a Kabuto-
-Pero si es cierto que está siendo protegido por Madara, ¿Qué harás?-
-Hay rumores de que Madara ya no es tan fuerte como antes, así que como ya te dije, déjamelo a mí, esta vez no te fallaré-
-Espero que eso sea cierto-
Tsunade se había perdido viendo el cuadro de su habitación, mientras recordaba su conversación con Orochimaru, tenía que aceptar que aún no confiaba del todo en él, sin embargo, era la única persona a la que podía acudir, aún estaba molesta de que su plan hubiera salido tan mal, aunque ahora que lo pensaba la culpa de todo lo tenía ese Madara Uchiha y le molestaba no haber podido acabar con él cuando había tenido oportunidad.
*~*~*
Sasuke se despertó y se dio cuenta de que no estaba en su cuarto, fue en ese momento cuando recordó la noche anterior, hizo el movimiento para levantarse, pero entonces golpeó algo, la cabeza de Naruto, que esta recostada a la orilla de la cama.
-Auch-se quejó Naruto, mientras sobaba su cabeza.
-¡Tenías que dejar la cabeza ahí!-le reclamó Sasuke molestó mientras se ponía de pie.
-Estaba preocupado, eso es todo-
-Mmmm-
-¿Por qué viniste anoche, cuando te dije que no lo hicieras?-le preguntó a Sasuke antes de que pudiera dar un paso fuera del cuarto.
-Necesitabas beber de mi sangre, y por lo que oí no es algo que puedes evitar, así que cuando lo necesites solo pídelo-lo último lo dijo un tanto molesto, haciendo que Naruto se sintiera más mal, pudo haberle hecho daño, por su tonta idea de abstenerse.
-Gracias. ¿Desde cuándo duermes sin playera?- no era que vigilara Sasuke todas la noches, pero siempre que Itachi sacaba la ropa sucia veía una playera de pijama tras otra de Sasuke.
-Siempre duermo con ella, solo que ayer tuve que quitármela- pareció que le estaba reclamando.
-¿Quieres decir, que lo hiciste para tentarme?-
-Puede ser-Sasuke se apresuró a salir de la habitación antes de que le siguieran haciendo preguntas.
-Parece que tendré que acostumbrarme-dijo la voz de su hermano a sus espaldas, y no solo él la oyó, también Naruto quien salió como un rayo.
Antes de que alguno de los dos pudiera decir una palabra, Naruto notó como la vista del mayor se podó en el parche que cubría la más reciente herida de Sasuke, y sintió un escalofrió, incluso imagino que Itachi se le lanzaba encima con un cuchillo en ese momento.
-Más vale que no lo lastimes tanto, Naruto-dijo Itachi en tono de amenaza.
Naruto solo se limito a asentir como niño regañado, mientras que Sasuke comenzó a reírse por lo bajo.
-Y tú Sasuke, no seas tan precoz, se que tu causaste todo esto, te vi entrar al cuarto de Naruto anoche-
La sonrisa de Sasuke se esfumó, era obvio que no esperaba ser el regañando y menos cuando lo que había hecho no había sido nada malo, al contrario, aunque era mejor que por ahora Naruto parecía el bueno, así su hermano se calmaría un poco.
-Tengo que salir a trabajar, así que Naruto, cuida de Sasuke-
-¿Desde cuándo eres mi niñera?-preguntó una vez que su hermano se hubiera ido.
-Desde que eres un típico adolescente rebelde-se burló de él.
Sasori acompaño a Itachi, Madara temía porque también quisieran hacerle daño a él, así que decidió que era mejor el pelirrojo se convirtiera en la sombra de Itachi, además de que si algo le llegaba a pasar, no podría seguir vigilando a Sasuke, sobre todo por el carácter que tenía. Además confiaba en que el temor que había generado su leyenda entre los vampiros sirviera de algo.
Sin embargo, nadie notó que en la casa de al lado había un nuevo inquilino, que se había pasado el día entero vigilando la casa y estaba al tanto de la vigilancia de Madara, como de la relación de Naruto y Sasuke. Había sido un error de Naruto haber dejado la ventada abierta la noche anterior.
-Cómo usted dijo, ese hombre está en la casa con ambos chicos, no creo que vaya a ser tan sencillo deshacernos de él, ni del rubio-