~~*¤*~~One More Day ~~*¤*~~
Vast
—Bien—dijo Sasuke al cabo de unos minutos y una sonrisa se dibujó en el rostro de Lady Mei.
El cuerpo de Naruto dio contra el suelo al dejarlo caer Mei, Sasuke se apresuró a ir hacia él, pero Lady Mei puso su mano frente a él, antes de que pudiera hincarse frente a Naruto. Si no fuera porque podía ver cómo estaba sufriendo, no iría a ningún lado con esa mujer y mucho menos le haría caso. Ella comenzó a acercarse, Sasuke pudo detectar su asqueroso aroma, era tan dulce que le causaba nauseas.
—No te muevas—le pidió con una combinación de amabilidad y malicia la mujer.
Su cuerpo se tensó. Tuvo que apretar los puños con fuerza para evitar atacar a la mujer y forzarse a mirar a Naruto en ese estado para no cometer algún error. Se sorprendió cuando sintió los colmillos de la mujer clavándose en su cuello. Sintió un ligero ardor cuando esto sucedió, se preguntó si lo que fuera que le había hecho daño a Naruto también lo estaba afectando de alguna manera.
—Vámonos—le ordenó Mei, sin quitar la sonrisa de rostro.
Hizo que dos de los vampiros que iban con ella tomaran a Naruto de cada uno de los brazos y se llevaran de esa forma, sin importarles mucho, si la posición era cómoda para él. Sasuke los miró con los ojos entrecerrados, pero Lady Mei, le dio a entender que se detuviera y no cometiera algo de lo que podría arrepentirse.
*~**~*
No le gustó que se llevaran a Naruto lejos de él, pero Lady Mei, aseguró que era para darle el antídoto, pero que tuviera en cuenta que esto no haría que Naruto se recuperase inmediatamente, además de que cualquier error que cometiera haría que de nuevo le inyectaran aquel suero a Naruto, causando su muerte.
—¿Para qué me quieres entonces?—preguntó Sasuke altaneramente sin tomar asiento, a pesar de que Lady Mei se lo había ofrecido.
—Veo que no eres muy paciente que digamos. Primero, necesito que te dejes hacer unas pruebas—notó que Sasuke hizo una mueca ante esto – después nos harás unos favores y con eso podremos evaluar cuál será tu destino.
—¿Te refieres a si me dejan vivir o me convierto en su lacayo?— Sasuke sonrió con amargara— es mejor que acaben conmigo.
Desde un comienzo, ella había sido firme en la decisión de matar a Sasuke, resultaba un vampiro peligroso y parecía difícil de controlar, incluso Tsunade se los había dicho. Pero Onoki y Ei, lo vieron como una oportunidad de conseguirse un estilo de soldado que pudiera ayudarlos contra los humanos y al menos conseguir que de nuevo fueran respetados por estos. Pero el tener a Sasuke frente a ella, la convencía de que la idea de ambos hombres, era realmente estúpida.
—Tienes toda la razón en cada una de tus afirmaciones.
—¿Qué pasara con Naruto?
—Descuida, sólo estará en observación mientras vuelve a la normalidad.
—Mientes, no les conviene tener a Naruto sano y menos si lo que quieren en que me convierta en su sirviente, ¿crees que soy estúpido?—dijo con calma, aunque deseaba salir y ver lo que estaba pasando con Naruto.
—No eres nada tonto, a comparación de tu pareja. Evaluaremos tu desempeño, dependiendo de eso, será la cantidad de suero o antídoto que le inyectemos— se puso de pie y camino en dirección a la puerta— lo mejor será que me sigas.
Sasuke la siguió hasta lo que parecía un laboratorio, por lo visto, así de rápido comenzarían las pruebas en él. Cuando se sentó en una mesa de examinación, Lady Mei, apuntó con un dedo hacia la ventana del cuarto. Hubiera deseado no mostrar emoción alguna cuando lo vio lo que estaba al otro lado de la ventana, pero sus ojos reflejaron el dolor que sintió la ver a Naruto amarrado a una cama y a pesar de esto moviéndose a causar del dolor.
—Sabes, pude darme cuenta que ese suero, te afectaba un poco a ti, no como a él, por lo que me pregunto, ¿cuánta sangre has bebido de él?
—No es algo que te incumba—deseaba con toda su alma matar a esa mujer.
—De hecho sí, necesito que proporciones toda la información que te pida, de lo contrario—la mujer miró de nuevo a la ventana. El guardia o doctor que estaba sentado en una esquina de la habitación se puso de pie e inyectó un poco más de suero a Naruto, esté gritó con fuerza y en un afán de calmar su dolor, mordió su lengua con fuerza, haciendo que se asomará un poco de sangre por la comisura de sus labios.
—Te lo preguntaré de nuevo, ¿cuánta sangre has bebido de él? Si no respondes en menos de un minuto, no le suministraremos el antídoto y morirá.
—La suficiente como para casi matarlo—sintió una opresión en su pecho cuando dijo esas palabras, las imágenes de Naruto inconsciente combinadas con las de ahora, lo hacían preguntarse cuál de los dos estados era el peor.
Lady Mei, le hizo una señal al hombre que estaba con Naruto e inyecto un poco de antídoto, Naruto dejó de gritar pero aún seguía moviéndose con fuerza.
—Aprendes rápido. Enseguida vendrá nuestra gente a tomarte varias muestras, si haces algo inapropiado, ya sabes cuál será el futuro de esa persona que tanto te importa.
*~**~*
Las pruebas al inicio sólo consistieron el tomar muestras de su sangre y en ocasiones de tejido. Después le comenzaron a suministrarle el mismo suero que a Naruto, pero en diferentes concentraciones aumentándolas en cada prueba, sin embargo, parecía que el efecto que buscaba que se provocara en Sasuke no era el deseado. Era cierto que al inicio sentía un poco de ardor en el lugar donde era suministrado el suero, pero al cabo de unos segundos desaparecía.
Lady Mei apareció un día en la puerta del lugar de las pruebas y llevaba una bolsa de sangre consigo. A diferencia de las otras bolsas de sangre con la que lo habían alimentado en esos cuatro días, de esa, conocía la procedencia a la perfección, era de Naruto.
—Ya debes saber de quién es—le dijo con cinismo Mei y se la extendió.
Aunque no hubiera querido mostrar su debilidad ante esa sangre, no pudo evitar arrebatársela de las manos y beberla con desesperación. De Naruto sabía poco, desde el día en que lo había visto por la ventaba, no lo había vuelto a ver, temía que ya se hubieran deshecho de él y todo lo que estuviera haciendo fuera una pérdida de tiempo.
—Descuida, tu pareja sigue viva.
Odiaba que esa mujer supiera lo que necesitaba o estaba pensando, se sentía un tanto desprotegido con ella, era como si pudiera ver a través de él. Ni siquiera Naruto había logrado semejante proeza.
Continuaron dándole sangre de Naruto y después le volvían a suministrar el suero, conforme pasaban los días, entendió lo que estaban buscando. Querían ver si la sangre de Naruto en su organismo podía hacer que el suero lo afectara igual a Naruto, lamentablemente para ellos, el efecto duraba por muy poco tiempo, tal vez debido a que su metabolismo era muy rápido.
—Los experimentos no han sido como ustedes deseaban, ¿verdad?—le preguntó Sasuke a Lady Mei, cuando esta lo mandó llamar a lo que parecía su oficina.
—Alguno de ellos no, otros sí. Dejaremos la pruebas a un lado, necesito que nos haga unos favores – Mei le paso unas hojas a Sasuke— esas personas que ves en esas fotos, necesitan ser eliminadas, debes de hacerlo hoy mismo.
—¿Qué hicieron?
—No es de tu incumbencia, sólo ve y cumple con lo que te pedimos.
—Dijiste que era un favor no una orden—le recordó Sasuke con una sonrisa.
—Es una lástima que estés en la mira del Concejo, podríamos habernos llevado bien. Tú decides si haces lo que te pedí, al fin y al cabo sabes cuáles serán las consecuencias.
Sasuke tomó las hojas y se dio media vuelta para ir hacia la puerta. Odiaba que esa mujer lo tuviera donde quería.
—¿No preguntarás por él?
Supo que sólo buscaba provocarlo, pero no le respondió, decidió seguir su camino, de todas maneras, no era seguro que le dijeran el verdadero estado de Naruto.
—Por cierto, cuando mates a esas personas, asegúrate de que parezca que fue un asesinato brutal.
*~**~*
Una de las tres personas que había tenido que asesinar era vampiro. Lady Mei, no debía de haberse preocupado por mencionarse que los asesinatos fueron brutales, eso no era necesario y mucho menos para cómo se sentí en esos momentos, como un completo inútil, era tan poderoso y aun así no podía hacer mucho para salvar a Naruto.
Sus prendas estaban machadas de sangre, no se había conformado con rasgarles la garganta solamente, incluso les había saldo el corazón y desmembrado a uno de ellos. Lo peor para Sasuke de todo eso, era que no sentía remordimiento alguno.
—Vaya, vaya, cada vez eres más fácil de encontrar.
Volteó para ver quién era la persona que había hablado, no pudo evitar barrer los ojos, cuando vio a un pelirrojo acercándose hacia él.
—Será mejor que te quites de mi camino o acabarás igual que ellos—lo amenazó, pero Gaara siguió yendo hacia él.
—Tienen a Naruto, ¿cierto?
Sintió un vacío en la boca del estómago cuando Gaara dijo aquellas palabras, ¿cómo era que se había enterado de ello?, la respuesta más lógica vino a su mente y lo tomó del cuello para estamparlo contra la pared.
—¡Trabajas para ellos!
Gaara intentaba zafarse de aquel agarre, había olvidado que Sasuke era bastante inestable y que un simple error en la manera de tratarlo podía ocasionar que acabara igual o peor de cómo estaba en esos momentos.
—No…—le dijo con dificultad—dé…ja…me hablar.
Sasuke dudo por unos momentos, pero lo soltó, en todo caso que decidiera huir, podría atraparlo nuevamente en cuestión de segundos.
—No estoy con ellos—dijo una vez que hubiera recobrado el aliento – supe que algo había sucedido porque tanto un compañero como yo, nos dimos cuenta de la presencia de una persona cerca de donde vivimos. Al no venir a buscarme, supe que entonces iría por ti o Naruto.
—¿Se supone que debo creerte?
—Deberías, pero eso depende de ti. Me arriesgué mucho viniéndote a buscar, pero el ver que el Concejo sigue intacto y no esta Naruto cerca, me hace pensar que encontraron la manera de controlarte.
—Parece que tienes mucha experiencia con ellos.
—Más de la que quisiera, ¿me dirás que es lo que hicieron para no los estés matando en este momento?
Le contó de mala gana a Gaara, lo que había sucedido, pero sin dejar de preguntarse de que podría tratarse de una prueba de los del Concejo, pero incluso eso fuera cierto, sabían que no podían hacerle daño a Naruto tanto como para matarlo, al final era su única arma para poder manipularlo.
—Tsunade…—dijo Gaara molesto—siempre he pensado que debió de haberse muerto desde hace tiempo, sólo nos ha arruinado la vida a todos.
—¿De qué hablas?
—La única manera de que hayan podido hacer ese suero, debió ser con ayuda de Tsunade. Cuando te fuiste con Naruto de su casa, debieron de haber ido por ella y seguramente se entregó e hizo un pacto con ellos.
—¿Hizo algo más esa mujer?—preguntó bastante interesado, Gaara se veía molesto realmente.
—Muchas cosas, pero de las que te incumben, ella fue la culpable de que Naruto fuera convertido en vampiro.
—Pero ella dijo que quería protegerlo, que era su descendiente— nunca había creído en las palabras de aquella mujer, pero parecía que Gaara no quería decirle toda la información, tal vez diciendo que se había creído aquello, Gaara se molestaría y le diría lo que necesitaba saber.
—Mentiras, esa mujer solo piensa en ella misma, es cierto que intentó que no convirtieran a Naruto, pero al final cometió errores que terminaron en algo peor de lo que se pudo imaginar. Además ella se alió con Orochimaru cuando te secuestraron y también quería usarte igual que los del Concejo, así que si te la encuentras, te recomendaría que no le tuvieras misericordia.
—Debo de volver.
Gaara se quedó extrañado por la reacción de Sasuke, hace unos minutos había estado a punto de asesinarlo y ahora parecía una persona completamente diferente, tal vez ahí estaba el problema en que Sasuke no fuera controlable, ni el mismo podría controlar sus emociones.
—¿No harás nada?—le preguntó Gaara, antes de que desapareciera de su vista.
—¿Qué puedo hacer?, Naruto está a la merced de ellos.
—¿Entonces serás su lacayo, por el resto de tus días?, pensé que eras alguien más fuerte, ahora me doy cuenta de que sólo eres un niño llorón.
—¡Lo siento, no todos los días escuchas, que alguien más estuvo tratando de controlar tu vida y de las personas que te importan, sólo para su propio beneficio y peor, es saber que eres tan poderoso como para acabar a una ciudad entera, pero no puedes hacer nada, por la persona que siempre estuvo preocupándose por ti!
—Se lo que se siente, no poder salvar de la manera que quieres a la persona que amas. Sasuke…—intentó calmarse un poco – sé que por ahora, piensas que lo único que puedes hacer es lo que ellos te digan, con la esperanza de que en algún momento te devuelvan a Naruto, completamente sano. Siento decírtelo, pero ese momento no llegará jamás. ¿De verdad crees que desarrollaron un antídoto como tal?, aunque lo hubieran hecho, nunca se lo darían a Naruto, el hacerlo, sólo ocasionaría que el volviera a tu lado y ambos pudieran hacer algo contra todos ellos.
—Me estás diciendo— a pesar de que trataba de no mostrar alguna emoción, su voz temblaba un poco— que Naruto sólo pasará el resto de sus días sufriendo.
—Lo sabías—dijo sin poder evitar sentir un poco de pena— lo puedo ver en tu rostro, pero como muchos tienes esperanza, de algo que sabes que es imposible.
—¿Qué puedo hacer entonces?
—Ya conoces esa respuesta, es la única forma en que no le puede hacer daño y no tendrían ya nada para controlarte.
—Pero eso estúpido, si no tengo que me controlé, puedo hacerle daño a quien sea.
—Tú decides, sólo recuerda que si no haces nada al respecto, condenaras a una vida de sufrimiento a una de las pocas personas que alguna vez se interesaron por ti.
*~**~*
Esperaba con los brazos cruzados a que Lady Mei, le pidiera que pasará a su oficina. Ya había matado cerca de doce personas y eso no ayudaba al estado de Naruto, le había exigido a Lady Mei, que lo dejaran ver a Naruto, se arrepintió de haberlo pedido. Se veía débil, pálido y seguía luchando con el dolor que aquel suero le causaba.
—Se supone le darían un antídoto—le reclamó Sasuke a Lady Mei.
—Y se lo estamos dando, de lo contrario estaría muerto. Sólo que podemos arriesgarnos a que este a cien por cierto.
Sasuke se movió con rapidez y la tomó de tal manera que hizo su cabeza hacia atrás exponiendo su cuello. Encajó los colmillos en la piel de la mujer y succionó la sangre con rapidez. Mei intentó quitarse a Sasuke de encima o al menos encontrar una oportunidad para morderlo, el beber de la sangre de Naruto podía hacer que se volviera débil por unos minutos, si el suero entraba en contacto con su sangre. Pero no pudo hacer nada, el agarre de Sasuke era demasiado fuerte, y conforme iba perdiendo sangre, sus ojos se cerraron lentamente.
Ante el grito que había lanzado Mei al ser mordida, algunos hombres fueron para ver qué era lo que sucedía, Sasuke terminó con ellos con proeza y agilidad. Justo después de eso apareció Gaara y se echó a Lady Mei a la espalda, Sasuke no la había asesinado, tan sólo se aseguró de beber la sangre suficiente para dejarla inconsciente, tal como había sucedido con Naruto.
Gaara había entrado por uno de los pasadizos secretos que tenía aquel edificio, lo conocía bastante bien, por el tiempo en que tuvo que trabajar con ellos, hasta que lo habían mandado a vigilar a Tsunade. Sasuke sabía que lo más sensato es que también le diera a Naruto, su compañero Sai iba con él, así que uno de los dos podría llevárselo, pero se negó, tenía miedo de que algo le pasará si se alejaba de él.
Guardó todos los frascos que había en el cuarto, no tenía idea de cuál era el antídoto y cual el suero, también tomó las bolsas con la sangre de Naruto, al menos ayudarían a que no tuviera que beber de él, ahora que estaba tan débil. Algo le parecía extraño de todo lo que estaba pasando, no habían ido más vampiros a ver qué era lo que sucedía, eso lo hacía pensar en una posible trampa, todo parecía ser tan sencillo, lo que le hacía pensar en que algo peor podía estar por venir.
*~**~*
—Nadie vino después de eso—dijo Gaara pensativo— es un poco extraño, dudo que sea una trampa, Onoki y Ei, ya estarían aquí para hacer algo contigo.
—¿Entonces cuál puede ser la razón?—dijo sin quitarle la vista a Naruto, quien estaba reposando en una cama, pero respiraba con dificultad.
Después de que se había encontrado con Gaara, ambos idearon un plan y había salido a la perfección, tenían a su rehén que era Lady Mei, quien en estos momentos era vigilada por Sasori e Itachi. Sasuke aún no se sentía tranquilo de que su hermano estuviera ahí con él, había tantos vampiros en un solo lugar, pero los que más le preocupaban era Sasori y él, al final era quienes podían hacerle más daño.
—Ellos tienen cámaras Sasuke, debieron de ver lo que paso.
—Es extraño que no hayan venido ya al menos por Lady Mei— dijo Sai, que estaba sentado al fondo de la habitación, cargando entre sus brazos a la hija de Sakura.
—No del todo, los del Concejo no se llevan muy bien entre ellos, además Lady Mei, era su líder, si un vampiro pudo contra ella, significa que no es fácil de vencer, puede que hayan huido y ahora estén buscando la manera de atacar.
—Es por eso que debemos de apresurarnos—dijo Sasuke y se sentó al lado de Naruto. Ya le habían suministrado el dichoso antídoto, para saber cuál era tuvo que pedir a Gaara que lo mordiera, después de haberse colocado el contenido de cada frasco en sus dientes, después de todo, a él no le causaba más que un ligero ardor el suero.
—No veo que mejore—dijo Gaara.
Sasuke se levantó y fue a la habitación donde estaba Mei. Sasori había dicho que a pesar todo, no la había dejado un estado tan débil como a Naruto en aquella ocasión, así que probablemente al cabo de unas horas estaría débil pero consiente.
—¿Ya despertó?—preguntó en cuanto entró al cuarto.
—Sí—le respondió Itachi— preguntó dónde estaba y después de eso se quedó callada.
Sasuke se acercó a ella, lo suficiente para que pudiera verlo— ¿podrían dejarme a solas con ella?—les pidió a Sasori e Itachi.
—Lástima que seas tan joven—dijo Mei con una mirada seductora, Sasuke se le había hecho muy atractivo desde el primer momento en que lo había visto, hubiera intentando algo con él, de no ser por el pequeño detalle que le atraían los hombres.
—¿Cuánto antídoto necesita Naruto para recuperarse?
Lady Mei, comenzó a reírse, su risa sonaba débil debido a su estado, pero a pesar de eso, Sasuke sabía que estaba burlando de él, así que la tomó del cuello con fuerza y le volvió a preguntar lo mismo.
—No hay cura para lo que le hemos inducido a tu amorcito—dijo con cinismo y siguió riéndose.
—¿De qué hablas?— apretó con más fuerza el cuello.
—Lo que oyes, sólo desarrollamos una medicina, algo que nos ayudara a mantenerlo con vida, pero la verdad es, que ese suero se encarga de deshacer sus células, estás se regeneran claro, pero debido a que el suero va acumulando en huesos y músculos, siempre está allí, por lo que células a pesar de regenerarse, después de cierto tiempo perderán esta capacidad y bueno ya sabes cuál será su destino.
La sonrisa de Mei asqueó tanto a Sasuke que golpeó su cabeza contra la pared unas tres veces, para que el menos dejara de reírse.
—Puedes seguirle dando la medicina—dijo con dificultad Lady Mei – pero vivirá sufriendo eternamente y aun así le transfirieras de tu sangre, no servirá de mucho, hicimos las pruebas— Sasuke la mordió cerca de la clavícula y bebió de nuevo de su sangre, espera dejarla inconsciente y no acabarla matando, aún podría serle útil.
En cuanto salió de esa habitación, le pidió a Sasori que le hiciera una trasfusión de sangre a Naruto usando la suya. Conforme pasaban las horas, Naruto no mejoraba mucho. Al cabo de un día decidieron aventurarse y llamar a un médico que era vampiro, este les dijo que podría ser cierto lo que les habían dicho, haría unos estudios para decirles, pero la verdad era que si algo lograba hacerle daño a uno de los de su especie, muy difícilmente tendría cura.
Seguía bebiendo sangre de Mei, para mantenerla inconsciente y luego volver a donarle un poco a Naruto, pero no había mejoría alguna, a lo mucho sólo decía el nombre de Sasuke una y otra vez y entreabría los ojos.
Ya habían pasado cuatro días, Sasuke les pidió a Itachi y Sasori que fueran a buscar provisiones, Sai también los acompañó llevándose consigo a la bebé. Sasuke aún no sabía qué importancia tenía esa niña, pero se había dado cuenta que era la misma que había visto en casa de Tsunade. Cuando sólo Gaara y él hubieron quedado en la casa, sus miradas se encontraron por uno segundos y después ambos miraron hacia otro lado. Gaara salió del cuarto dejándolo sólo con Naruto.
Se recostó al lado de sus pareja, su pecho subía y bajaba y subía con irregularidad—Naruto—le habló para que al menos abriera un poco sus ojos.
—Sasuke—dijo con cansancio pero a pesar de eso dibujó una sonrisa en. Sasuke no entendía cómo podía hacerlo, cuando debía de estar sufriendo demasiado.
Se acercó a él, lo abrazó y besó en los labios. Naruto trató de corresponderle, pero estaba tan débil que no podía hacer mucho. De pronto sintió una opresión en su corazón, tan fuerte que sus ojos se abrieron de par en par y buscaron los de Sasuke con desesperación, encontrándose con unos ojos llenos de lágrimas y después todo se volvió negro.