~~*¤*~~ I´m alive ~~*¤*~~
BECCA
Despertó en su cama, miró su habitación totalmente desconcertado, no recordaba si quiera haber vuelto a su casa, tan sólo aquella plática que tuvo con aquel chico. Se enderezó totalmente sobresaltado, tal vez se había emborrachado y si eso era cierto, seguramente Itachi estaría detrás de la puerta, molesto y con todas las intensiones de ahorcarlo.
Se levantó y camino hacia la puerta, podía oír los pasos de su hermano bajando las escaleras, abrió la puerta y pudo vislumbrar desde el barandal a Itachi en la cocina. Luego su hermano volvió a subir las escaleras.
-Sasuke, ¿te compré pijamas para algo, sabes?-le dijo mientras pasaba a su lado, para recoger su portafolio de su cuarto y volver a salir. El moreno volteó a verse, en efecto traía la noche del día anterior, eso es raro, el nunca se dormía con la ropa de día, siempre se ponía pijama o dormía en bóxers –Nos vemos al rato-le gritó mientras salía por la puerta.
De verdad que estaba completamente desconcertado, en primera si no recordaba cómo había llegado a la casa, seguramente se había emborrachado y de ser así Itachi lo hubiera descubierto, además de que sentía dolor en la cabeza, se toco con la mano, la parte trasera de esta -Auch- dijo en cuento la toco, no le dolía toda, tan solo una parte de esta, como si le hubieran dado un golpe. Seguramente ese chico lo hizo, pero ahora estaba la cuestión de cómo había llegado a su casa.
Se preparó para ir a la escuela, por fin iría solo, después de tanto tiempo, seguramente su hermano tenía bastante trabajo. Ese día como los pasados desde que se había peleado con Naruto en la escuela, no había pasado el almuerzo con él, era cierto que le había molestado cuando Naruto había decidido acercarse a él, pero maldita sea ahora se sentía mal estando solo.
Miró hacia el patio, pudo ver a Naruto sentado en el pasto, mientras comía unas papas fritas, en cuanto fue acercándose, vio que el pelirrojo estaba con él, por lo visto le decía cosas a Naruto que no le agradaban, pues este no paraba e hacerle caras a su amigo.
-“Vuelve a tu casa, y aléjate de cualquier cosa relacionada con Naruto, no te conviene estar cerca si aprecias tu vida”- Recordaba lo que le había dicho la noche anterior, de verdad que le había dado coraje, quien se creía ese tipo para decirle que se alejará de Naruto, comenzó a caminar hacía ellos, cuando una chica se cruzó en su camino.
-Sasuke-dijeron su nombre en tono meloso. Vio a la chica, tenía el cabello rosado, si no mal recordaba iba con él, en la misma clase.
-Me estorbas-le dijo a la chica y la hizo a un lado para poder seguir caminando.
-Sakura, te dije que era mejor que te buscarás otro- Hinata se acercó a su amiga, al ver la cara de sorpresa de esta.
-Es que no lo entiendo, cómo…- dejó de hablar cuando observó que Sasuke caminaba hacia donde estaba Naruto –No por favor, no me digas, ¿no se supone que ellos ya no eran amigos?.
Hinata encogió los hombros- las cosas cambian, ya olvídalo, vamos a sentarnos-
-Estúpido Naruto, porque siempre tengo que estar relacionada a él de algún modo, ahhh- se dejo caer en el suelo completamente enojada, mientras Hinata miró hacia donde están los tres chicos.
-¿Puedo sentarme?-preguntó Sasuke a Naruto, quien cuando lo vio, se sorprendió un poco.
Naruto estaba por responder cuando Gaara se le adelantó –No-le dijo firmemente y siguió ignorándolo.
-¡Gaara!- lo regaño Naruto –debes de ser más sociable –
-Cómo sea, Naruto debo irme, nos vemos al rato, más vale que no faltes a tu trabajo-se levantó y se fue, Sasuke solo dibujo una sonrisa de triunfo en su rostro y comenzó a comer su emparedado.
-Parece que tu nuevo amigo, es más tu jefe que nada- se burló Sasuke de Naruto.
-Sasuke, si viniste a burlarte creo que también ya me voy- comenzó a recoger sus cosas.
-No, lo siento, fue solo un comentario-
-Mmmmm-comenzó a comer su puré de papá.
-¿Y dónde trabajas?-
-Ammm, en un super, acomodando cosas-
Sintió enojo, en cuando notó que Naruto le había mentido, así que después de todo, ese bar a donde había entrado Naruto, la noche anterior, si tenía algo turbio, seguramente a él iban personas que estaban mal de la cabeza y se creían vampiros o algo así, por algo es que a él nunca lo habían dejado entrar a ese lugar.
Volvieron al salón después del receso, intercambiaron muy pocas palabras después de eso, Sasuke mientras tanto se quedó pensando, el lugar al que había ido la noche anterior le era conocido. Estuvo un buen rato pensando, hasta que lo recordó, en la calle de atrás del bar, estaba el del tipo ese, Orochimaru, era por lo que recordaba todo tan vagamente, pues siempre que salía de ese bar salía ahogado de alcohol y entonces lo supo, supo donde iría a buscar trabajo.
Eran las nueve y de nuevo su hermano no había llegado, así que tomó una chaqueta, las llaves de la casa y su cartera. Tomo un autobús, no disponía de tanto dinero como para tomar un taxi. Llegó al lugar, como era de esperarse había una larga fila en la entrada, en otros tiempos Sasuke hubiera pasado sin tener que esperar, pero bueno se le había ocurrido pedir mucho dinero prestado y gastarlo en tontería y media. La fila avanzaba rápido, lo malo fue cuando llegó a la entrada.
-Sasuke, ¿Qué milagro verte por aquí?-
-Jum, Kimimaro-
-Sabes que no te puedo dejar pasar, hasta que le pagues a Orochimaru-
-Vengo precisamente a eso-
-Yo no veo ningún montículo de dinero en ningún lado-dijo mientras movía la cabeza hacia los lados de Sasuke, buscando una mochila o portafolio.
-Necesito hablar con Kabuto, ¿crees que podía verlo?-
-¿Qué deseas Sasuke?-dijo de pronto un hombre con coleta gris y lentes redondos.
-Kabuto, tengo algo que proponerte para saldar mi deuda-
-Será mejor que entrés, y lo hablemos en privado-
Kimimaro dejó entrar a Sasuke, quien siguió a Kabuto, hasta su oficina de este, de hecho era tan solo un vil cuarto, en el cual a penas y cabía él, sin embargo, Kabuto se sentía como un rey cuando estaba sentado detrás de ese gran escritorio que apenas y no dejaba pasar.
-Toma asiento, Sasuke- le dijo indicándole un mesa de color verdad, que para nada iba con la combinación del lugar, a veces Kabuto se hacía pasar por alguien demasiado excéntrico. Sasuke se sentó y espero a que el hombre hablará, pues a Kabuto le gustaba tener el control, aunque realmente nunca lo tenía – Dime Sasuke, tienes el dinero-le preguntó.
-No-
-¿Entonces a que viniste?-
-A proponerte un trato-
Kabuto se desabrocho la camisa –me metí en problemas con mi jefe por los préstamos que te hice, pensé que eras un buen chico-
-Lo sé, pero tuve problemas para conseguir el dinero-
-¿No pudiste robárselo a tu hermano?-le dijo con cinismo.
-Algo así- y era cierto, Sasuke había tratado de tomar dinero de la cuenta de Itachi, sin embargo, este había cambiado su firma en los últimos meses, por lo que no había podido falsificarla – Necesito un trabajo-dijo sin rodeos.
-Jajajajajajajaajajaja, eso es más que obvio-
-Me refiero a que quiero trabajar aquí-dijo con seguridad.
-¿Estás loco?, porque lo haría, eres un niñito-
-Necesitas meseros, lo he visto mientras veníamos para acá, es claro que cada vez tienes más clientela-
-Sasuke, nos debes una buena cantidad de dinero, en caso de decírselo, al Sr. Orochimaru, ¿crees que te daría trabajo, después de todo lo que debes, de haber asesinado a dos de sus mejores hombres y pensar que corremos el peligro de contratarte y que nos robes?-
Sasuke lo miró de mala gana, ese hombre de verdad que iba a ser difícil de convencer.
-¡Kabuto!-una voz en la puerta, interrumpió su conversación –Me quieres decir porque nadie ha limpiado los baños del piso dos, y porque hay una pareja reclamando una reservación y tu estas aquí platicando con este muchachito, sin hacer nada- Sasuke volteó a ver al hombre, se trataba de alguien alto, de cabello negro lacio, más abajo de los hombros, piel prácticamente blanca, nariz viperina.
-Lo siento, Sr. Orochimaru –
-¿Quién es este jovencito?-dijo al ver como Sasuke lo miraba prepotentemente.
-Uno de sus fieles acreedores-
-Ya veo y si esta aquí -dijo acercándose al moreno, observando con cuidado cada una de las facciones de este – significa que ya tiene el dinero, ¿cierto… cómo te llamas?-
-Sasuke-
-Oh el famoso, Sasuke-
-Sr. El joven quiere trabajar con nosotros-
-Ya veo-Orochimaru comenzó a dibujar una sonrisa en su boca, había dejado de fijarse en el rostro del Uchiha, para ahora bajar la mirada al pecho de este y más abajo –Supongo que puede ser mesero-
-¡Qué!, pero señor, el nos debe dinero, podría robarnos-
-Kabuto, he dicho que puede trabajar aquí y punto-miró de nuevo a Sasuke – Hijo, ¿Cómo te llamas?-
-Sasuke, ya le dije-
-Jajaja, tu nombre completo, para hacer tu contrato-
-Ah, Sasuke Uchiha- Un ligero brillo apareció en los ojos del hombre al oír el apellido del moreno, podía ser que después de todo si tuviera razón, podría ser que este chico, fuera el que buscaba –bien Sr. Uchiha, venga mañana como a las seis de la tarde, para que hablemos de cómo será su trabajo, ahora debe de dejar que Kabuto haga el suyo-
-Ok-Sasuke se levantó de la silla y salió de la oficina, una sonrisa de triunfo se dibujo en su rostro, había conseguido lo que quería, aunque debía de aceptar que ese hombre le causaba cierta repulsión.
-Kabuto-dijo Orochimaru cuando estuvo seguro que Sasuke se fue.
-Le gusto el chico ¿verdad?-lo interrumpió.
-Me conoces bastante bien, quiero que sea mi nuevo esclavo, más te vale que te deshagas del que esta acostado en mi cuarto en este momento-
-Pero señor, no es un precipitado-
-Sí, pero en todo caso, mientras haces que ese chico este desnudo en mi cama y yo bebiendo de su sangre, te utilizaré a ti, además mi esclavo es desesperante, es empalagoso, es claro que quiere dinero, así que tarde o temprano nos robará, así que deshazte de él-
-Cómo diga Orochimaru-sama-
-Así me gusta Kabuto, así me gusta-
-Lady Tsunade, la busca el hombre que vino ayer-dijo el ama de llaves, se notaba claramente que su ama, le había reprendido por haber dejado pasar a Orochimaru sin su consentimiento. Tenía un gran rasguño que le atravesaba la cara y que tardaría días en sanar.
-Dile que se vaya-
-Claro-la ama de llaves, regreso a la puerta, para comunicarle la decisión tomada por Lady Tsunade –Lo siento señor, pero no puede recibirlo en este momento-le dijo amablemente.
-Ya veo-dijo con tranquilidad – pero no me interesa –y aventó la puerta con fuerza, el ama de llaves de cayó al suelo inconsciente y Orochimaru entro a la mansión como si fuera su casa.
Tsunade oyó el ruido, pero ni siquiera se movió un milímetro, sabía que al final el hombre haría lo que le viniera en gana –Veo que ya entraste, ahora dime que deseas-
-Pues verás-
-Mamá-se oyó el gritó de Sakura, dando a entender que la chica iba en camino hacia donde ellos dos estaban.
La chica apareció en la sala – Mamá, tengo problemas, Sasuke si ni siquiera me mira, como demonios haré que sea mi esclavo-
-Sakura, se educada y saluda al menos-
-Oh, lo siento-dijo al percatarse de la presencia de Orochimaru – Hola tío- como lo llamaba desde niña.
-Hola Sakura, ya eres toda una mujer-
-Gracias-le respondió sonrojada –Tío hace tanto que no venías-
-Lo sé, he estado bastante ocupado –pero dime sobrina-tomó asiento en el sillón e invitó a Sakura a hacer lo mismo, a Tsunade no le quedó de otro más que hacer lo mismo – me parece tienes problemas con un humano cierto-
-Sí-dijo desanimada –Se llama Sasuke Uchiha y quiero que sea mi esclavo, pero ni siquiera me voltea a ver, me ignora, hoy intenté que se sentará conmigo en el almuerzo, pero solo me paso de largo-
-No te preocupes sobrina, ya verás que te hará caso-
-Sakura-dijo con rapidez Tsunade, tengo que hablar con Orochimaru, podrías dejarnos a solas-
-Sí, lo siento, hasta pronto tío, de todas formas ya me iba quedé de salir con Hinata-la chica se fue, Y Tsunade espero hasta que cerraran la puerta.
-Así que no estaba equivocado, sabías del chico ese cierto, de Sasuke-la interrogó Orochimaru.
-Sí, no tengo con qué negarlo-
-Tienes un plan cierto, y creo que se a donde va ese plan- dijo con felicidad el hombre.
-No sé si sepas, pero no quiero que formes parte de él, la última vez que pedí tu ayuda, me traicionaste-
-Ay Tsunade, fue hace mucho tiempo, necesitaba el dinero, y el concejo me dio-
-¡Fue hace 14 años, casi 15!- gritó con desesperación Tsunade.
-He cambiado, ¿Por qué no me dices tú plan? Hipócrita-
-¿Cómo osas a llamarme Hipócrita? , serpiente pestilente, además no hay ningún plan, tan solo quiero que ella sea feliz- Orochimaru supo que era verdad, Tsunade no estaba mintiendo.
-Lo eres, y el principal objeto de tu hipocresía es esa pobre chica y el chico-
-¡Lo hago por su bien y el de todos!-
-Corrección, lo haces por tú bien y tu seguridad y por tu confort, no te confundas-
-Bueno, he conseguido lo que quería, ya sabes cuándo requieras mi ayuda, sabes donde estaré-
-Orochimaru- el dijo antes de que se fuera – De verdad, que no intestes nada de lo que estas pensando con ese chico, se te puede salir de control e incluso tú acabarías en peligro, como todos-
-Tsunade, has dicho puede, además primero tengo que cerciorarme que tenga lo que necesito, a lo mejor es un completo inútil-
Sasuke fue al siguiente día al bar para firmar su contrato, Orochimaru le dijo que lo tendría a prueba unos meses y después si él quería firmarían uno a cinco años. Tuvo que pedir el primer turno, pues de lo contrario Itachi no le creería que estaba trabajando en una cafetería, como le había mentido. Para esto trabaja de seis a diez de la noche, le tocaba en si acomodar mesas, barrer el piso, por suerte aún no lo mandaban a limpiar inodoros.
Durante su primera semana, esperaba con encontrarse con Naruto, pero no, tan solo un par de días lo vio cruzar la calle para entrar al bar de la muerte, como ahora lo llamaba él, si supiera que realmente el administrador de ese bar, era su jefe, tal vez lo pensaría dos veces.
-Créeme que lo mejor es que te alejes de él- le dijo un día Gaara mientras iba saliendo de la escuela, Sasuke tan solo sintió una gran rabia al oírlo, pero no pudo decirle nada, pues el pelirrojo desapareció en cuestión de segundos.
La verdad es que estaba molesto con Naruto, pareciera que dejo de ir a tomar y decidió dejar de ser su amigo, al inicio lo buscaba, después fue la pelea, pero él le pidió perdón, incluso cuando fue a su casa para hacer el proyecto, pensaba que tal vez las cosas serían como antes, algo en él quería que así fueran, pero Naruto cada día pasaba más tiempo con ese chico, además de que ahora tenía que lidiar con chica peli rosa del otro día, que ya lo había invitado a salir tres veces en dos semanas, de verdad que su paciencia estaba llegando al límite.
Cuando llegó a su casa vio el carro de su hermano estacionado, se le hizo raro, pues hace casi un mes que no lo veía sino hasta la noche. Entro al lugar y todo estaba en completo silencio, tal vez Itachi estaría dormido, pero al llegar a su cuarto para cambiarse, se encontró a su hermano sentado en su escritorio mirándolo fijamente.
-¿Qué sucede?- preguntó Sasuke mientras aventaba su mochila a la cama.
- Te llevaré hoy a tu trabajo-
Sasuke sintió algo en la boca del estómago, tenía que pensar rápido en la dirección de una cafetería, sin mencionar que seguramente Itachi se quedaría a tomar un café, qué haría ahora –No te preocupes, puedo ir solo-
-Vamos es solo un aventón, además te veo algo cansado-
-Enserio no es necesario-
-Deja ya de mentir de Sasuke, ¿crees que no averiguaría donde es en realidad donde trabajas?-La voz de Itachi cambio de un momento a otro, ahora era grave y autoritaria.
-Yo… te iba a decir-
-¿Sasuke, eres estúpido?, como se te ocurre trabajar con la gente a la que debes dinero, seguramente es porque te darán licor “gratis” y después te lo cobrarán-
-¡No he tomado en todo este tiempo!-
-Ya no sé si creerte Sasuke, a cada rato me mientes, de verdad que ya no se qué haré contigo-
-¡Pues tal vez deberías adoptar a Naruto y deshacerte de mí!-
-Sasuke, ¿pero qué tiene que ver Naruto en esto?-
-Pues te llevas, bien con él, incluso te alegraste el día que vino a la casa-
-Es buen chico, no hay razones para que lo trate mal, tal vez si fueras un poco más como él y que no te valiera tanto tu vida-
-¡Estoy harto, he cambiado, he dejado de salir de noche- mentía en esa parte, pero al menos ya no tomaba- y tu ni eres para notarlo, porque te la pasas en tu trabajo todo el tiempo!-
-Si estoy trabajando es pera que tengas una buena vida-
-¡Pues no la quiero, dejaste de actuar como mi hermano, desde hace años, no sé porque ahora de pronto comencé a interesarte!-
-¡Siempre me has interesado Sasuke, eres mi hermano, pero cada vez eres más difícil, no eres sincero conmigo, no me dejas hablar contigo!-
-¡Pues entonces no te quejes de las decisiones que tome, si decidí trabajar ahí es mi problema, no el tuyo, ya saldré yo solo de esta!-
-¡Sasuke tienes 17 años, eres un niño, es difícil que sepas lo que es bueno para ti!-
-¡Ya te dije, es mi problema, soy un estúpido como tu dijiste y ni como confiar en ti cuando te la pasas esculcando mis cosas!- señalo el papel que sostenía Itachi en la mano izquierda – Encontraste el contrato, el cual deje en un folder, ni siquiera lo puse sobre el escritorio, seguramente llegaste hoy temprano para eso, cierto, para ver si no tenía droga, cigarros o algo para que me regañarás, ¡te odio!-
-Sasuke-Itachi estaba tratando calmarse – deja ese trabajo por favor-
- No, no lo haré-
-¡No es estúpido, sabes que te puede pasar algo de seguir ahí!-
-¡Déjame en paz, te odio, ojalá hubieras muerto tú y no mis padres!- Sasuke se dio cuenta de sus palabras, sabía que había herido a su hermano, lo podía ver en la mirada de este, así que sin pensarlo, salió corriendo de la habitación y luego de la casa, le pareció oír un grito de Itachi mientras lo hacía, pero no se detuvo, tomó un autobús y se fue a su trabajo.
Llego la hora de salida, era la hora que más temía que llegara, no sabía si volver a casa, Itachi seguramente estaría en su cuarto y sabía que estaba molesto, porque ni siquiera le había marcado. Abordó el camión de regreso y durante todo el camino, no pudo evitar sentir una gran culpa, no hubiera querido decir eso, pero Itachi lo había sacado de su casillas.
Cuando bajo del camión estaba tan solo a una cuadra de su casa, podía vislumbrar que no había luces prendidas, revisó su celular y no había llamada alguna, tal vez ahora sí había acabado con la paciencia de su hermano.
Decidió caminar hacia donde estaba el parqué, había poca gente a esa hora, tan solo unos cuantos adultos, que sacaban a pasear a sus perros, se dejo caer frente a un árbol y se quedó ahí a pesar de que comenzó a llover. La chamarra que llevaba traía capucha, se la puso, pero no le sirvió de mucho pues era de tela, así que al final acabaría empapado. No supo en qué momento, pero comenzó a llorar y tan solo se aferró a sus rodillas, para amortiguar un poco el frío de su cuerpo.
Habían pasado cerca de tres horas, la lluvia no había parado, pero él seguía en la misma posición, incluso ya se le había entumido un pie, pero no hacía nada por moverse.
-Sasuke- de pronto oyó una voz conocida para él, alzó la cabeza, para tan solo corroborar que fuera esa persona.
-Naruto-fue lo que dijo, al ver al rubio, frente a él y sosteniendo una sombrilla.
Naruto se puso de cuclillas frente a él, para después cruzarse de piernas y quedar sentado junto a él Sasuke -Estás bien- le preguntó mientras acomodaba la sombrilla para que ambos quedarán protegidos de la lluvia.