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Party Poison por Blackbird Venom

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Notas del fanfic:

Aclaración: Esto es solo un CUENTO. No me responsabilizo absolutamente de nada. Cualquier parecido a la realidad es pura coincidencia. Gracias.

Gerard y Frank ya estaban aburridos de sus vidas. Entre la rutina, y los años, ya habían perdido ese fuego que solía consumirlos cuando apenas eran unos adolescentes. Once años después, ya estaban casados, sus vidas resueltas, y parecía que la pasión se les había quemado en una sola chispa.

Cada vez que Gee intentaba encenderla otra vez, Frankie estaba en su mundo, con su guitarra, o sus libros, parecía que Gee siempre escogía el momento menos oportuno para el amor. Tampoco intentaba presionarlo, temía que su compañero se sintiese invadido, entonces al ser sutilmente rechazado, se iba a su habitación y se quedaba dormido.

Así fue hasta que el día llego. La gran idea.

Frank se encontraba en el estudio que habían construido en su sencilla pero acogedora casa, estaba con su guitarra reposando sobre sus piernas, mirando a la nada, perdido en sus pensamientos. Gerard, entro como una tromba y cerró la puerta con fuerza haciéndola estremecer contra su marco.

- ¡Estoy harto de ser solo una linda planta para ti Frank, ya basta. O cambiamos el rumbo de las cosas o yo solo las cambiaré! –

Frankie quedó mudo, sabía lo que su amado le reclamaba, pero no sabía cómo responderle, lo había tomado de sorpresa. Aunque sabía bien que ese día llegaría.

- N… No sé qué quieres decir cariño.. – Dijo el pequeño haciéndose el desentendido.

- Que me cansé de que no me mires como antes, de que no me toques, que pases horas aquí encerrado y de ser solo un adorno para ti. Sé que me amas, pero la pasión se esfumó… Me siento abandonado por tu cuerpo Frankie, y me duele. – Replicó el ojiverde un tanto triste.

La discusión siguió su curso, Frank se excusaba en que ya no podía inspirarse como antes al componer y Gerard ya no quería excusas. No le daba tregua.

Ambos llegaron al acuerdo de hacer LO QUE SEA por recuperar la llama de pasión que veían debilitarse. Miles de ideas pasaron por sus mentes, algunas muy poco convincentes, algunas locas, hasta que llegó la ideal.

- ¡La tengo! – Gritó Gerard entusiasmado.

- Escúpela. – Contestó con una sonrisa el de ojos avellana, abriéndolos aun mas enormes de lo que naturalmente eran.

- ¡Deberíamos hacer un trío, con alguna amiga! Siempre quise saber lo que sentía verte con una mujer. Es como una fantasía oculta. – Confesó el de ojos verdes con una enorme y juguetona sonrisa. El otro lo miró con enorme NO en su expresión.

- ¿Estás loco? Nuestras amigas están casadas, jamás aceptarían. Y no creo que pueda estar con alguien más que contigo. Sentiría que te estoy engañando, y encima con una amiga. Sería un horror. No, no quiero. – Contestó con seguridad.

- Oh, carajos. Pero es una fantasía de una vez nada mas, y a juzgar por cómo viene la situación, no puedes estar con otra ni tampoco conmigo amor. – Dijo el pelinegro artificial. – Si no es con una amiga… ¡Lo sé! ¡Contratemos a una prostituta! Sería mucho mejor, ya que no la tendríamos que ver nunca más y sabe lo que tiene que hacer. Por favor cariño, es nuestra única oportunidad. –

Luego de negarse más de mil veces, para darle el gusto a su pareja, Frank aceptó la idea. Buscaron en un diario los avisos clasificados, nombres, descripciones…

- Aquí dice: “Candy, Rubia, 100 – 50 – 100. Universitaria” – Leía Gerard a su chico.

- ¡EW! – Respondió Frankie con cara de asco. – No queremos una Barbie, no? –

- Si, cierto. Mejor una más natural. – Contestó mientras repasaba el diario con su largo y fino dedo índice. Frank se sumó a leer y buscar a la correcta.

- “Rose, morocha, 85 – 60 – 90. Todo lo que me pidan, a su servicio.”  - Leyó Frankie, a Gee de a poco se le asomaba una sonrisa de aprobación cuando Frank siguió y leyó el apartado entre paréntesis: - No trios –

La sonrisa de Gee desaparecía. Siguieron leyendo, cuando de pronto Gerard gritó:

- ¡LA TENGO! – En voz alta leyó: - “Party Poison, Pelirroja, esbelta, 85 – 70 – 95. Trios, fiestas, pool dance…” ¡Tiene que ser ella Frankie! – Comentó con emoción. Su compañero le respondió con una mirada de “me da igual” y aceptó. Llamaron al teléfono que estaba bajo el aviso y la cita se pactó. A las 12 de la noche, Party Poison estaría con ellos, en su casa.

Ambos se alistaron, eran las 23:50. Estaban nerviosos, Frank dudaba, no quería hacerlo. Solo de pensar “engañar” a su esposo le hacía sentir mal. Pero si se echaba atrás en ese momento, sabía que todo se iría al demonio.

12:00, suena el portero eléctrico. Gerard corre con emoción hacia la puerta, y allí estaba ella. La persona que sin saber cómo ni por qué, salvaría su aburrido matrimonio.

Su cabello era largo y rojo como una fresa, caía sobre su cuerpo llegando casi hasta su cintura. Llevaba unos ajustados jeans negros y una remera unos talles más grandes, color negra con las mangas arrancadas, unas manchas en el pecho y un colgante con una extraña llave. Ambos quedaron boquiabiertos. Era más de lo que esperaban.

Luego de presentarse, los tres fueron hacia la habitación y se acomodaron en la cama. Gerard se encontraba entusiasmado, Frank muy tímido y callado. Party Poison se mostraba simpática.

Ninguno sabía por dónde empezar, así que Gerard comenzó besando a Frankie con ternura, luego fue subiendo la temperatura, acariciando su pierna y tomándolo fuerte del cuello, siguió compenetrado con sus labios, mordisqueándolos con suavidad, pero con ganas. Bajó por su cuello y a la vez que pasaba su lengua, tomo la mano de la pelirroja y la atrajo hacia ellos haciendo que esté a centímetros de la boca de su esposo, Frankie dudaba si besar a la chica o no, pero sus dudas se esfumaron cuando ella comenzó a besar su boca como una fiera. Gee se entretenía con el cuello de Frank, lo besaba con fuerza, levantaba su vista para ver como el otro chocaba sus labios con Party Poison. Verlo con ella le generaba un deseo violento, algo que jamás había sentido.

El calor iba subiendo, de pronto Gee se sentó a un lado de la cama para ver como el amor de su vida, su esposo, era besado por labios ajenos. Party Poison había tomado a Frank por la cintura y lo besaba apasionadamente, su lengua se podía ver entrando a la boca del otro sin tregua. Sus manos estaban en la parte íntima del pequeño Frankie, mientras el solo tenía sus manos apretadas en el trasero de ella. Ella, se movía como un felino intentando calentar al ojiavellana. Introdujo sus manos en el bóxer y comenzó a masajear su miembro, de arriba hacia abajo, con experiencia. Gerard solo observaba, mientras una tormenta de sentimientos encontrados se desataba en su interior. Una mezcla de excitación brutal y salvaje se apoderaba de él. De a poco, iba notando como su entrepierna se iba inflamando…

Frankie en un momento se despegó de los labios de Party Poison, para mirarlo. Estiró su mano y tomó la de Gerard en un gesto cariñoso que luego se transformó en un tirón para atraerlo hacia su cuerpo. Cuando esto sucedió, Frank tomó los cabellos de Gee, quien soltó un gemido seco por el dolor, y se besaron, sus lenguas estaban en una guerra, se encontraban, se golpeaban, estaban desaforados ambos, no podían parar, sus besos eran fuertes, violentos, llenos de lujuria y deseo contenido. Como la primera vez. La lengua de Gerard recorría los labios del contrario, por un momento ambos habían olvidado a la chica a quien le habían pagado para concretar esa fantasía.

Ella se encontraba bajando con su lengua hacia la parte íntima de Frank, recorriendo sus tatuajes con precisión, paciencia y dedicación. Después de todo, era su trabajo. Frank se había quedado idiotizado por la boca de Gee, no soportó mas y se dejó llevar, arrancó la camisa que el de ojos esmeralda llevaba de un tirón y comenzó a besar su torso, pasando su lengua por cada parte, mientras la chica de alquiler iba llegando a su extensión. Gerard se sentía al bode de la locura mientras el otro prendido de su cintura besaba su pecho, sus pezones, su lengua se detenía en cada parte que a él lo hacía estremecer.

De pronto, mientras la chica saboreaba el miembro viril de Frank, este la corrió sin alegar palabras, y de un fuerte empujón volteó a Gerard boca abajo, rasgó sus jeans y dándole un beso húmedo en su nuca, lo penetró suavemente.

Party Poison solo quedó a un costado de la cama, observándolos con una sonrisa. Se había dado cuenta del enorme amor que se tenían, y que su trabajo había terminado en ese instante. Sin embargo, se quedó a disfrutar de ese momento que vivían.

Frank iba profundizando en sus embestidas, cada vez estaba más dentro del cuerpo de su amado. Sus respiraciones agitadas iban al unísono, sin dudas, eran uno.

De pronto, Gerard arqueó su columna y cambió a una posición más cómoda así Frank podía tocar su intimidad, y fue lo que el otro hizo sin dudar. Mientras las embestidas del pequeño avellana se hacían mas agresivas, este masajeaba el miembro de su amante de punta a cabo, sin dejar un espacio libre, lo estaba haciendo suyo en toda forma posible, ante la mirada de una desconocida, y eso, sin duda lo excitaba sin medidas.

Con cada estocada, Frank iba depositando húmedos besos en la nívea piel de su amado Gee, quien estaba totalmente extasiado sintiendo los golpeteos de sus pieles al chocar. La pasión, el amor, la lujuria… Los inundaba y ahogaba. Finalmente, las cosas habían cambiado.

Luego de unos cuantos minutos, Frank no aguantó más y soltó su preciado néctar dentro de Gerard. En unos cuantos gemidos ahogados, mientras el otro sentía las punzadas del miembro de su amado en su profundidad.

Frank pensó que aún no era suficiente para su pareja, entonces quiso consentirlo hasta el final.

Party Poison los miraba, pensaba que estaría a punto de explotar, si bien era una chica de “esas”, jamás había presenciado algo así, algo tan puro y excitante al punto de tenerla al límite de terminar ella misma al verlos.

El de ojos avellanas, se abalanzó sobre su contrario. Le dio un corto beso de lengua y sin tregua bajó hasta su miembro, que estaba duro como una piedra, con tantas gotas de pasión contenida que necesitaban ser liberadas o moriría de deseo. La boca de Frank rodeo la masculinidad del otro en un beso que luego se fue deslizando, de arriba hacia abajo, de arriba hacia abajo, con sus manos llenas de tinta acariciaba desde su centro hasta mas allá, haciendo que soltara gemidos que ya se tornaban en gritos de pasión acallada durante tanto tiempo.

Frank quería que su amado esté completamente saciado, entonces, introdujo con delicadeza su dedo índice en el otro, moviéndolo de a poco, en busca de ese tesoro que le daría el éxtasis del placer a su hermoso marido, pasaba su lengua desaforado por toda la intimidad del contrario, buscaba ese orgasmo más que su pareja, la locura se apodero de la habitación, movía su dedo dentro del otro, ahora no tan sutilmente, su boca se había apoderado de la extensión del otro, quién ya no daba más, veía las luces tornar más brillantes, el sudor caliente recorría su cuerpo pálido, el estallido de placer se acercaba, el fin del mundo, el completo y preciado éxtasis, la muerte y la vida en un segundo, proporcionadas por los labios de su amado. Y finalmente, llegó. Terminó.

El nácar de sus adentros fue a parar a la boca de Frank, quien lo recibió encantado. Todo en Gerard era dulce, incluso, su sustancia.

Ambos se tiraron en la cama luego de terminar. Exhaustos. Olvidando todo, incluso, a la chica que hacía horas estaba muriendo de excitación en aquella habitación en la que los cristales yacían empañados. Ella se levantó de donde estaba sentada y ambos recordaron su presencia. Sin dejarlos soltar una palabra articuló:

-No hace falta que me paguen, fue cortesía. Ayudar a que se amen aun mas a dos personas que se aman infinitamente será mi buena acción del día, y tal vez de mi vida. Es gratis, porque sabía que no me necesitaban. A millas se nota como se aman de una forma hasta repulsiva. Adiós. Espero no volver a verlos. – Dijo guiñando un ojo al final y abandonando la casa.

Ellos se quedaron dormidos desnudos. Y así fue todas las noches siguientes.

- Te amo Gerard. –

- Y yo a ti enano, siempre lo haré. -

Notas finales:

Bueno, gracias por leer. Por favor, necesito que me dejen sus criticas constructivas, quiero saber que piensan :)


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