Rosas, velas y una cena a la luz de la luna, muy usado.
Cantarle una canción y regalarle algo, también muy usado.
Y al paso en el que iba terminaría regalándole al mayor un cupón de descuento para víveres, y no quería eso, quería darle algo que demostrara lo mucho que lo ama, lo mucho que lo necesita… el precio no importa, el problema es que no quiere hacer lo que todo el mundo hace.
¿Escribirle una carta?, si todo el mundo lo hace pero ya no le quedan muchas opciones y suena fácil, y hasta cierto punto lo era, busco un tutorial de cómo hacer cartas, le rehuía tanto a esa clase de demostraciones de afecto que solo sabía hacer la típica carta doblada por la mitad, no lo juzguen, él prefiere otra clase de demostraciones.
Cuando ya tuvo la carta terminada, fue cuando comenzó su clavario, que demonios le pondría… tenia la carta frente a él y una pluma en su mano, pero su mente estaba en blanco.
-¡¿por qué ahora?!-murmuro molesto, dejando la pluma sobre la mesa mientras se despeinaba frustrado-¿Cómo hacen las chicas para escribir cartas estúpidamente largas y cursis?
-están enamoradas- hablo tras de él Yesung asustándolo-¿a quién le escribes una carta?
-secreto- dijo sonrojándose ligeramente, todo eso lo hacía buscando la mejor manera de declarar sus sentimientos.
-deberías poner que es lo que te gusta de esa persona, lo que te hizo que te enamoraras de ella, decirle que a través de sus ojos puedes ver una galaxia entera, que tu corazón late con prisas intentando llegar al contrario, que en tu estomago existe una revolución de gnomos cuando la ves, que tus oídos solo pueden oír su tierna voz a través del viento, no se cosas como esas.
-¿desde cuándo eres tan romántico?-pregunto Kyu aun atontado por todo lo dicho por el mayor.
-que nunca me hayas visto siendo romántico no significa que no lo sea-le dijo guiñándole un ojos, para después darse media vuelta y dejar al maknae solo en la sala.
Bien ahora tenía que comenzar a escribir aquella carta, fue a su cuarto por su Ipod, y coloco las canciones más cursis y románticas que tenia, tomo la pluma y la dejo sobre el papel.
-¿Por qué esto es tan difícil?-dijo dejando caer su cabeza sobre la mesa-¿y si simplemente lo beso?-se pregunto si mismo, y justo en ese momento comenzó a sonar The more I love you, obviamente cantada por el mayor causándole múltiples escalofríos y es que la pasión con la que Yesung cantaba esa canción lo hacía estremecerse.
-odio tu imperfecta perfección-murmuro cansado, se levanto y prendió la televisión- doramas, no me fallen ahora-dijo viendo que estaba precisamente uno en una escena romántica.
Paso cerca de cuarenta minutos pasando de dorama a dorama y nada mas no lograba conseguir inspiración como para comenzar a escribir la carta.
Y cuando estaba a punto de darse por vencido escucho al mayor cantar en su habitación, su voz tan tranquila, tan expresiva, tan hermosa, lleno con rapidez el departamento, y eso fue suficiente para que Kyuhyun pudiera comenzar a escribir la mentada carta, expresando todo eso que no podía decir, y cuando termino releyó lo que había escrito y sonrió.
-¿ya por fin terminaste tu carta?-pregunto Yesung yendo a la cocina.
-así es-dijo parándose llenado tras el mayor, que se sirvió un vaso con agua-toma-dijo extendiéndole la carta.
Yesung miro la carta y la cara del menor alternamente, para tomar la carta aun algo desconfiado, la abrió y comenzó a leerla.
Cada que miro tus ojos negros como la noche, pienso en lo hermoso que sería verme reflejado en ellos, cada que miro tus labios suaves pienso en lo dulces que sabrán, cada que miro tu rostro pienso que sería bello verte cada día amanecer, cada que miro tu sonrisa pienso que sería hermoso que fuera a causa mía, cada que escucha la pasión con la que cantas me gustaría ser causante de esa pasión desbordante, cada que observo que abrazas a otro miembro me encantaría ser yo el único a quien abrazaras, ¿algo muy egoísta de mi parte verdad?, pero no puedo evitarlo, te amo y no quiero que nadie más te toque, que alguien más descubra que eres una verdadera joya andante, y que decidan alejarte de mí.
Simplemente no podría, por eso ahora mismo rompiendo con mis propios miedos, decido confesarte todo esto, porque cada día que no estoy a tu lado se me hace eterno, demasiado largo, y a tu lado pienso que el tiempo pasa demasiado rápido, y no me parece justo, y no espero que correspondas este sentimiento, pero te pido que no me alejes de ti.
Atte. Kyuhyun.
Yesung termino de leer aquella carta y volteo hacia donde se supondría estaría el menor, encontrándose solo en la cocina, sus mejillas se encontraban algo sonrojadas y lo sabía porque sentía su cara arder, camino hasta la habitación de Kyuhyun y abrió la puerta viendo como el menor miraba el atardecer por la ventana, se acerco a paso lento hasta quedar justo detrás de él.
-saranghae-susurro Yesung acalorándose aun mas.
Kyuhyun volteo no creyendo que lo había oído, pero al ver como el mayor mantenía su mirada lejos de su rostro y sus mejillas completamente sonrojadas, no lo dudo y tomando entre sus manos el rostro del mayor acariciando de forma lenta y tierna las rojizas mejillas fue acercando lentamente su rostro hasta quedar a pocos centímetros de distancia.
-saranghae Yesung-murmuro y beso con lentitud y amor esos carnosos y delicados labios, moviendo los suyos con tranquilidad, sintiendo que todos sus sentidos se volvían ultrasensibles y cuando oyó en calmo gemido que soltó Yesung se sintió dichoso y feliz, porque el mayor correspondía sus sentimientos, porque ahora Yesung era de él, y él era de Yesung.