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Vanilla Twilight I por Miikel

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Notas del capitulo:

hola a todos yaoistas, lamento mucho la tardanza, he demorado por falta de inspiracion y por otras razones que bueno son personales. 

me disculpo con ustedes, se que no tienen la culpa de nada.

les dedico este cap a todos, los que esten pasando por alguna situacion. solo me queda decirles como motivacion "nunca dejen que la felicidad y el gozo se les valla"

para poder terminar el capi tuve que escuchar musica que para la mayoria de mis escritos es mi musa si gustan pueden escucharla a partir del tercer juego de asteristos (**)

la cancion se llama samskeyti - sigur rós

 

gracias a todos los que aun me leen :)

 

 

 

 

 

Era un nuevo día en Forks, de esos raros donde hay buen clima y donde todo parece normal, de esos que con tan solo verlos piensas “hoy será un día excelente”.

Billy Black no había cerrado ojo en toda la noche, Jacob le había dicho que solo iría a una cena en casa de los Cullen, eso lo podía entender y asimilar perfectamente, pero el hecho de que Jacob no hubiera regresado a casa o que hubiera llamado para informar que se quedaría a dormir con los Cullen o lo que sea y el factor de que el olor de su sangre fuera alta y peligrosamente adictiva para los vampiros y que dichos vampiros fueran a quienes su hijo… corrección único hijo acudió en la tarde del día de ayer, porque que fueron tan amables de invitarlo a cenar estaba comenzando a preocuparle, eso no lo volvía un paranoico ¿cierto?, solo un padre normal.

El sol le golpeaba a través de la ventana mientras bebía su café doblemente cargado en esta ocasión, aun no tenía noticias de su hijo y ningún Cullen aparecía en su puerta para tan siquiera decir “buenas días Sr. Black Jacob está bien no se preocupe”.

Todo se había vuelto una rareza desde que Jacob se volvió hada, pero Billy Black trataba de manejarlo lo mejor que podía, pero había momentos en los que no podía evitar preocuparse, había tantos factores en contra de la relación de su hijo con el vampiro telepata. Por momentos podía ver a Jacob y a Edward como un reflejo de lo que fue su relación con su fallecida amada Sarah.

Billy sabia que entre más Jacob se introdujera en ese mundo de hadas, mas difícil le será salir, pues ya que el mismo vivió lo que es un amor prohibido, lo que es tratar de pretender a una mujer cuyo padre sentía desprecio por la raza humana.

 

Lentamente rodo hacia el teléfono y marcando se coloco dicho aparato en la oreja oyendo el tono unas tres veces hasta que una voz hablo finalmente. Luego de haber terminado la conversación y al cabo de varios minutos tocaban a su puerta, Billy un poco cansado rodo hasta la misma y al abrirla un serio Sam Uley le esperaba cruzado de brazos, el mismo cargo a Billy y lo llevo hasta la camioneta para meterlo dentro, hiso lo mismo con la silla y en cuanto estuvieron listos emprendieron camino hacia la casa de los Cullen.

 Durante el camino ambos estuvieron en silencio, simplemente prestando atención al camino. Billy era un hombre de carácter fuerte y lo más seguro seria que estaría furioso por aquel acto de irresponsabilidad por parte de su hijo, pero lo cierto era que en realidad esta era la primera vez que Jacob convivía con un grupo de vampiros tan grandes y mas que furia sentía miedo.

Llevaba sintiendo una mala sensación de hace un rato, no sabía nada de su hijo desde ayer, no se preocuparía tanto si fuera con Seth o cualquier otra persona, pero no… la suerte era tan caprichosa que tenían que ser vampiros los que tuvieran hospedado a un joven mitad hada cuya sangre es perteneciente al clan original la cual es la más atrayente para los vampiros que cualquier otra

Billy tenía sus sospechas, las tuvo desde el momento que vio el radiante sol que inundaba todo forks cuando se sabe que forks es famosamente conocido por su maldito invierno eterno.

Trato de vaciar su mente de preocupaciones, pero era todo en vano ya que cada vez que se iban acercando más a la casa de los vampiros, más miedo sentía de enterarse de una noticia desagradable.

Siguieron la carretera varios minutos más hasta que finalmente llegaron a su destino. Bajo del auto con la ayuda de Sam quien lo llevo hasta la puerta de la enorme casa, ellos sabían que eran inmunes a las visiones de la vampira así que lo más seguro nadie los esperaba, pero tal vez su olor ya los había anunciado.

Y efectivamente como pensaron, justo antes de tocar una rubia malhumorada abría la puerta tal firmeza que parecía que iba a arrancar la tan bien elaborada pieza.

–        Buenos días, jovencita – soltó Billy luego de varios segundos de tensión. Sam la miraba serio y la rubia no hacia expresión alguna

–        Buenos días Sr. Black, puede pasar – ofreció haciendo más amplia la entrada para dejar que entrasen

Sam automáticamente empujo la silla hacia adelante, Billy sintió que se ahogaba cuando no vio a Edward o a su hijo alrededor. La casa a pesar de que tenia adornos por todas partes se veía vacía, era un lugar enorme, a eso se le sumaba el silencio casi insoportable que había en el lugar, se poso al lado de Sam quien estaba de pie puesto que prefirió no tomar asiento.

–        Sr. Black, bienvenido – ofreció Carlisle su mano en cuanto apareció, Billy la estrecho por habito

–        Dígame, ¿puedo ofrecerle algo?

–        No gracias, estoy bien así

Carlisle asintió mientras a la sala se unían Esme, Jasper y Alice cosa que no paso desapercibida por Billy quien vio cuidadosamente a cada uno, ninguno le daba la cara, ninguno saludo, ninguno se movía. Sus sentidos se paralizaron por un instante y volvió a sentir temor, sintió que sus manos se adormecían.

–        Saben a qué he venido, ¿podrían… podrían decirle a mi hijo que estoy aquí? – pidió con una inesperada sequedad en la boca

De no ser por el largo silencio, y por la expresión de dolor mal disimulada por parte de Esme…quizás, solo quizás Billy no se hubiera alterado

–        Mi hijo, necesito ver a mi hijo ¿pueden decirle que baje? 

–        Sr. Black…

–        ¡JACOB!, ¡JACOB HIJO! – comenzó a llamar a gran voz casi al borde del desespero

Seth quien estaba en el piso de arriba rompió a llorar nuevamente en los brazos de Emmett, era un llanto tan audible y sufrido que era incluso más que el de un niño quien se ha golpeado fuertemente. Alice se abrazo a Jasper y para Billy Black eso fue todo

–        Sr. Black… lo siento tanto pero Jacob…

–        ¡NO! – grito el hombre desesperado

–        ¡Sam llévame arriba! – proclamo rodando rápidamente hasta las escaleras, las lagrimas se acumulaban en sus ojos enturbiándole la visión

Sam estaba bajo estado de shock tratando de no perder su autocontrol y no le había prestado atención a Billy

–        Sr.  Black… por favor trate de calmarse – inquirió Esme con la cara descompuesta. Ni Jasper con todo y su don tuvo corazón para adormecer el sentir del pobre Billy

El dolor empezaba a tomar control de la ya no tan tranquila sala y Billy Black en un desesperado intento de ver a su hijo se puso de pie sosteniéndose con el brazo de las escaleras

–        ¡JACOB, HIJO! – grito con la voz cansada escaleras arriba tratando de subir por las mismas

Rosalie tapo su boca con el corazón desecho al igual que Esme y Alice quienes no pudieron seguir observando.  Eso rompía el corazón, simplemente se sentía que estaba mal ver al pobre hombre así, Carlisle se acerco y lo tomo para evitar que se cayese

–        ¿Dónde está miserable, donde esta mi hijo? – le exigió tratando de sacudirlo. Carlisle le miraba lleno de pesar, no dejaba de sentir responsabilidad por lo sucedido

–        ¡Llámenlo por favor!, ¡JACOB!, ¿que no me oyes?, ¡donde esta Jacob!, ¿Dónde está?, ¡LLEVAME CON MI HIJO, LLEVAME CON EL!

Cada uno de los presentes escuchaba en silencio, solo un amargo llanto inundaba los oídos de todos. Billy Black sentía como si le hubieran arrancado las entrañas, sentía que se le iba la vida una vez más, la perdida… el dolor era demasiado sufrimiento que soportar

–        ¡JACOOOB! – grito por última vez ya que el sonoro llanto no lo dejaba hablar o respirar, un intenso dolor perturbo su cuerpo, sintiendo como se le subía la presión arterial y como por un breve momento dejo de sentir cayendo así en la inconsciencia

 

**

 

Dentro de la calidez de una de las recién inauguradas habitaciones reales, Jacob despertaba abruptamente de su sueño sintiendo un presentimiento terrible, ignorando que a su lado Derek reposaba desvestido.

–        ¿Qué sucede amor? – pregunto

–        Estoy b…
Derek. ¿se puede saber qué demonios haces desnudo en mi cama? – pregunto en cuanto se dio cuenta

–        Ah, pues pensé que como eres mi prometido deberías irte familiarizando con mi cuerpo

Era increíble que recién despertándose Derek fuera capaz de hacerle suspirar de cabreación

–        Hoy no Derek, por favor hoy no, quiero un día tranquilo – rogo retóricamente

–        Descuida amor – dijo él besando los aun rubios cabellos de Jacob

–        ¿Qué te perturba cielo? – pregunto a lo que jake rodo los ojos pero se puso serio al segundo mientras masajeaba sus hombros

 

–        No… no lo sé, de repente me sentí mal, creo que mi papá me está buscando

–        ¿mal?, ¿mal como amor?

–        No sé, es algo como una mala sensación, una…

–        ¿Cómo una ligera perturbación emocional?

–        Si… algo así

 

–        ¿Como una carga de sensaciones que sabes que no son tuyas pero las sientes de todas formas?

–        ¡Sí!, ¡sí!, justamente eso es

–        Eso es percepción extrasensorial, ¿no te había pasado antes? – dijo el tomando su mano y besándola suavemente

–        Pues… si, de hecho si, ¿pero porque… porque se siente eso?

 

–        Pues es un don natural en todas las hadas, y pasa cada vez que alguien con quien compartes vínculos familiares o a que conoces esta buscándote, o piensa en ti, o te necesita; si te concentras lo suficiente podrás percibir exactamente lo que esa persona quiere

–        Pues eso esta difícil, es muy perturbador

 

 

–        ¡buenos días tortolos! – anuncio Claudine irrumpiendo en la habitación haciendo a Jacob caerse del susto y a Derek sonreír

–        Veo que se portaron mal anoche ¿eh? – replico haciendo gestos que avergonzaban a Jacob

–        ¡nada de eso!, el caliente de Derek se metió cuando estaba  durmiendo

–        Si claro… bueno a lo que vine, Jacob el rey esta esperándote para iniciar con las lecciones

–        ¿lecciones?, ¿Qué lecciones?

Luego de una breve explicación de parte de su tía Jacob se dirigió al patio del castillo en donde el rey le esperaba sentado bajo un árbol. El ambiente se veía radiante pero no se sentía la calidez como con el sol del plano terrenal.

–        Buenos días Jacob, ¿tuviste buen sueño?

–        ¿es en serio? – pregunto sarcásticamente

El rey arqueo la ceja y Jacob resoplaba aun molesto con él por todo lo que paso en la noche anterior y también por otras cuestiones  personales.

–        ¿Cómo preguntas eso sabiendo que no me agradas?, oh perdona olvidaba que estamos en happylandia, donde nadie se molesta y donde siempre es de día – mascullo inyectando su típica sátira

–        Debo suponer que eso es un ¿no? – comento el rey ignorando su comentario

–        Te he traído para que aprendas de la cultura griega, no es una opción es tu deber como príncipe

–        Pues que mal por ti pero doy historia universal en la escuela sabes, y si, ya dimos la clase  de la cultura griega

 

–        Jacob, los mortales no tienen nuestras fuentes de conocimiento, todo lo que has aprendido allá es una pequeña parte de lo que deberás aprender realmente

–        Pues no se me apetece, ¿sabes que sería útil…? que me enseñes a controlar mis poderes

–        No es lo que quieres Jacob, es lo que debe ser

–        Pues tu a mi no me das ordenes, ¿con que me tengas aquí no te basta?, ¿para que finges que estas contento de que estoy aquí? Tu y yo sabemos muy bien que solo me quieres tener aquí porque sabes que afuera soy una llave para entrar a tu mundo

 

–        Jacob ya es suficiente, es bastante irrespetuoso dirigirte de esta manera ante tu rey

–        ¿Mi… rey?, ¿vas en serio?, déjame dejarte esto en claro… tu nunca m…

–        ¡basta! – le dijo interrumpiendo a lo que por alguna extraña razón Jacob no pudo continuar mas, su boca enmudeció y su cuerpo dejo de responderle

–        De ahora en adelante serás respetuoso, serás obediente y escucharas atentamente a la voz de tu rey – proclamo el haciendo de Jacob en ese instante una especie maquina acatando una orden. El rey había empleado control mental en él.

 

–        Bien, ahora continuaremos la clase.

 

Lo que resto de la lección Jacob permaneció en completo orden y silencio, hablando solo cuando se le pedía y siguiendo cada instrucción recibida como si fuera un robot y aunque fuera así Jacob por dentro era consciente de lo que estaba pasando en realidad.

Como bien había dicho el rey, recibió clases de historia, cultura, tradiciones, música e incluso etiqueta y todo eso antes de terminar el día puesto que los métodos de aprendizaje consistían en pasar información de mente a mente, fue un proceso lento ya que para una mente humana como la de Jacob seria abrumador recibir tanta información de golpe.

Ya en cuanto terminaron las lecciones Jacob se encontraba paseando por los enormes jardines del castillo hasta que llego a una hermosa fuente que parecía sacada de un típico cuento de hadas.

El agua reflejaba su rostro nítidamente y unas hermosas criaturas nadaban lentamente dejándose apreciar por Jacob, dichas criaturas lucían como caballitos de mar con la diferencia de que estas parecían contar con cuatro juegos de alas membranosas como las de una libélula que emitían un hermoso sonido al revolotear.

Jacob jugaba con sus dedos en el agua mientras se preguntaba como haría para salir de allí, repentinamente se encontró pensando en Derek y en lo sensual que lucía desnudo en la mañana, sonrió inconscientemente y luego de darse cuenta de lo que estaba pensando se alarmo.

este lugar me hace olvidar mis prioridades” – pensó refiriéndose a esa extraña pero encantadora tierra, tal vez por eso su mama rehuía de ese lugar, aquí todo te invita a quedarte y te distrae de lo que realmente quieres.

En cuanto se aburrió se fue a su habitación y tomando una túnica encapuchada se aventuro al pueblo por sí mismo. Una vez más se admiro de ver a la gente tan unida e interesados unos por los otros, la cordialidad y alegría, ver eso era todo lo opuesto a lo que había en el mundo real.

Camino por varios minutos observando las rarezas que vendían varios negociantes y las diversas actividades que se desarrollaban a lo largo del panorama, niños jugaban, gente convirtiéndose en animales, plantas brotando del suelo y creciendo a una velocidad anormal, gente tocando música mientras varios se detenían a bailar o simplemente a observarlos, un poco de todo para variar.

–        ¡Oye tú, pásanos la pelota! – oyó que le decían, Jacob se giro para comprobar que estuvieran hablándole a él y lo primero que vio fue una pelota de material que no supo identificar a sus pies

Luego un colectivo jadeo de impresión llego a sus oídos, alzo la vista un tanto asustado encontrándose con un montón de chicos guapos y fornidos que parecían salidos de una revista para mujeres

–        ¿Qué sucede? – susurro medio anonadado

A medida que se iban acercando lentamente Jacob atino escuchar murmureos “eres tan hermoso”, “creo que me he enamorado”, “¿quieres ser mi novio?”

–        Hola, creo que no hemos sido presentados, ¿Cómo te llamas? – dijo el primero que llego tomando la mano de Jacob mientras los ojos le brillaban

–        Ja…jacob – le respondió algo cohibido

–        ¡oh mi bello Jacob!, nos casaremos por la mañana –… ¡Qué!

 

–        No pierdas tu tiempo con ese torpe, mejor ven conmigo si de verdad quieres divertirte – dijo esta vez un rubio haciendo movimientos insinuantes con las cejas

Luego llego otro apartando al rubio y haciendo flexiones para mostrar sus músculos sonriéndole a Jacob, luego llego otro dando la medida exacta de su pene y diciendo lo mucho que le gustaría hacerle el amor, luego siguieron llegando otros y otros y otros cada vez agolpándose mas tratando de conseguirse la atención de Jacob

–        ¡ey Frodes!, está conmigo déjenlo en paz – se oyó a la distancia a lo que la multitud de testosterona se empezó a alejar perdiendo el interés

–        Oye, ¿estás bien? – pregunto acercándose a Jacob

–        Si, algo parecido ya me paso ayer – contesto Jacob volteando a ver a su salvador quien resulto ser Richard

–        Eres el chico de ayer – comento sonriendo

–        Si y tu eres el príncipe a quien todos acosan sexualmente

Ambos compartieron una suave carcajada y entablaron ahí una nueva conversación

–        Bueno es bueno tenerte cerca para evitarme estos encuentros de mal gusto, ¿Quiénes era por cierto?

–        Estoy para servir especialmente al hermanito de Chris, ah ellos son Frodes, los hijos varones semi mortales de afrodita, son como la versión masculina de las ninfas

–        ¡vaya!, aquí hay de todo… ¿Conoces a mi hermano?

–        Si, menos humanos, sin contarte a ti y si lo conozco somos amigos de infancia, estoy tratando de ser más que eso

Jacob le miro con los ojos entrecerrados por un instante

–        Descuide su alteza, tengo buenas intenciones – Jacob solo rio un poco y le empujo suavemente

–        Descuida, después de que no rompas su corazón tu y yo estamos bien  – le comento dándole un guiño y unas palmaditas en el hombro

–        Oye, no es por ofender pero ¿todo el mundo aquí es gay?

–        ¿gay?, no sé qué es eso

Se quedo extrañado por un momento y luego comprendió que si estas personas han vivido toda su vida dentro de un mundo oculto del verdadero mundo era normal que no conocieran este tipo de palabras

–        Me refiero a que si todos son así liberales, como hombres emparejados con hombres, o mujer con mujer

–        ¡Oh!, pues supongo que sí, ¿Por qué?

–        No por nada, es genial, de donde vengo no es muy bien visto que digamos

–        Qué raro tu mundo – respondió

Jacob sonrió levemente y se dejo guiar por Richard haciendo un recorrido por varios puntos interesantes del pueblo que para el eran completamente nuevos y fascinantes. Llegaron a la casa de Richard y luego de haber conocido a la abuela que lucía ridículamente joven para ser abuela se instalaron

–        Así que… tu y Chris ¿eh? – pregunto Jacob en cuanto quedaron en silencio, Richard por su parte enrojeció

–        Pues si… – respondió el chico

–        ¿Cómo es que yo no sabía nada de esto?

–        Supongo que de la misma manera en la que yo no sabía que eres el príncipe perdido

 

–        ¿Cómo fue que se conocieron? – Inquirió con interés luego de un largo silencio 

–         ¿en serio quieres saberlo? – Jacob asintió

–        bueno, no fue tan diferente o especial de lo que suele ser cuando conoces a alguien, pero lo único que sé es que desde el momento que lo vi no pude dejar de querer conocer a ese niño

Finalizadas aquellas palabras Richard compartió aquel recuerdo con Jacob haciendo a este último un espectador de aquellas memorias  tan intimas.

Parecía un día como cualquier otro el clima siempre tan luminoso no faltaba en aquel lugar, lo primero que Jacob logro divisar del recuerdo fue a un grupo de niños jugando algún deporte que parecía ser futbol con una especie de bola de luz. Uno de los jugadores pateo la pelota y la misma paso ante los ojos del que parecía ser Richard de niño ya que le habían hecho el pase para que anotara, pero sin embargo el niño parecía estar demasiado ocupado estando ido sin escuchar los llamados de sus amigos. Jacob siguió con la vista a lo que tenia embelesado al niño y para su sorpresa a quien vio fue a su madre acompañada de un niño quien resulto ser Chris

–        ¿quieres jugar? – pregunto Richard muy amable acercándose a Chris que estaba sentado en una banca sobre las piernas de su madre. Chris descendió de su cómodo lugar y mirando fijamente a Richard le grito

–        ¡eres feo! – tanto la mama como Richard se quedaron chocados con la repuesta de Chris quien había salido corriendo luego de haber dicho lo que dijo

Luego de eso el recuerdo cambio y mostro una nueva escena en la que habían dos niños más grandes que los del recuerdo anterior, ambos estaban sentados en una fuente observando a los pequeños peces que nadaban libremente allí

–        Eres mi mejor amigo – dijo uno al otro

–        Y tu el mío, eres mi único amigo – le contesto a la vez que se acercaba hasta el rostro del otro y le depositaba un pequeño beso en la boca que les hiso enrojecer a ambos

Al terminar una vez más el recuerdo cambio y en esta ocasión mostraba a dos adolescentes ubicados en algún punto elevado del pueblo que no pudo identificar, Chris estaba entre un enorme muro de roca con los ojos tapados con las manos de Richard quien estaba justo detrás de él. Al descubrir sus ojos Chris diviso las iniciales del nombre de  Richard junto con las suyas talladas dentro de un corazón

–        M…me gustas mucho – titubeo Chris al sentir la necesidad de confesarlo. Richard lo volteo lentamente quedando frente a frente dándole la oportunidad de robarle otro beso

Luego de eso recibió un último recuerdo, en el cual se mostraba a un Richard molesto y a un Chris con la mirada escéptica

–        Debo hacer lo que es mejor para todos, nuestro pueblo necesita más hadas de sangre original para protegernos

–        ¡no puedo creer esto! – exclamo Richard furioso

–        Es la única oportunidad que hay para que las cosas sean como antes

–        Chris, si te casas con esa tipita… no hay marcha atrás ¡te olvidas de mi!

El recuerdo acabo dejando a Jacob un poco mareado, eso de conectarse con la mente de otros aun le costaba

–        ¿estás bien? – inquirió Richard

–        Si, si es solo que aun no me acostumbro

Mientras Jacob dejaba que pasara el efecto un punzante dolor de cabeza acompañado con voces llamando su nombre le hicieron quejarse en voz baja. Llevándose un dedo a la sien presiono tratando de entender lo que sucedía

–        Tengo que irme, creo que están llamándome

–        De acuerdo, ¿ya sabes cómo volver al castillo?

–        Si, descuida, regresare mañana

–        Vale, aquí estaré

Terminaron de despedirse y Jacob emprendió su camino a paso calmado hacia el castillo, el silencio y la soledad le sirvieron para meditar un rato y notar que era un hecho que sus poderes habían aumentado desde que había llegado a la dimensión

Si tan solo conociera algún hechizo o lo que sea para poder salir y pasar de una dimensión a otra. Antes de notarlo ya se encontraba a menos de 10 metros del castillo, siguió su paso mientras saludaba a los siempre amables pueblerinos que iban de aquí para allá haciendo sus quehaceres o quien sabe que

Al llegar lo único que vio fue al rey esperándolo parado cerca de las escaleras con su típica expresión de superioridad

–        Tenemos que hablar – declaro el hombre. Jacob frunció el seño pensando en que querría el decirle.

 

**

 

Eran cerca de las 4:00 de la tarde aunque en forks ya parecía como si fueran las 6:00, los sedantes estaban perdiendo su efecto y el señor Black estaba finalmente despertando. Había sido un día intenso, lleno de impresiones fuertes y de erróneas suposiciones.

Todos creían que la muerte de Jacob era algo real, todos lloraron una vez más pensando “el era tan joven”, “estaba tan solo empezando su vida”. En conclusión se podía decir que ya todos habían superado la etapa de negación, sin dejar de sentirse desechos.

Todo era tan insípido y vacio ahora, se sentía como si todo hubiera perdido su sentido y aunque la muerte es parte de la vida nadie deseaba pasar por ella, mucho menos sentir los efectos de su roce.

Para Billy Black Jacob era su todo, era el hijo que le quedaba pues sus hijas ni siquiera llamaban para saber de él, Jacob era más que su descendiente, era una mescla de las mejores cosas; tenia las cualidades que mas amaba de Sarah.

La idea de tener que dejarle ir, era como revivir ese momento cuando su amor le fue arrebatado a manos de unos miserables vampiros. Si tuviera la fuerza seguro estaría iniciando una guerra en estos momentos, pero lo cierto es que estaba demasiado cansado y desdichado para hacer tal cosa

Sentía que con su ahora muerto hijo la mitad de su energía vital había muerto junto a él. Mientras el hombre terminaba de abrir sus ojos Seth se acomodaba en la silla en frente pues llevaba rato viéndole dormir

–        señor Black, ¿puede oírme?, ¿se siente mejor? – el aludido solo miraba el cuarto con extrañeza, no reconocía el lugar para nada

–        ¿señor Black?

–        ¿Seth?... ¿qué sucedió hijo?

–        Usted, se desmayo y el Dr. Carlisle le puso unos sedantes para que descansara un poco. ¿se siente bien, quiere algo de comer?

–        No, no, no, estoy bien, solo dile a Jacob que ya es hora de irnos por favor.

El rostro de Seth sufrió un gesto de tristeza por un momento y sin saber que hacer exactamente se quedo ahí sentado, ignorando lo que el señor Black había pedido por obvias razones

Billy Black observo detalladamente cada movimiento de quien es el mejor amigo de su hijo, le miro y comprendió que todo lo que vivió ese día en realidad había pasado, por más que le sonara a mentira, por más que sus oídos se negaran a creer algo tan atroz

–        ¿no fue un sueño cierto? – pregunto aun temeroso de oír lo que no quería oír. En su interior se aferraba a la esperanza, a ese deseo, esa fé sin sentido que le seguía diciendo “no está muerto”

–         No – fue lo único que atino a responder con mucho dolor

Billy era un hombre fuerte, tanto en espíritu como en fuerza física, pero en esos momentos se sentía tan pequeño y débil como un indefenso animal herido, se sentía tan desorientado y no era para menos puesto que Jacob se había convertido prácticamente en su vida, era su razón de no ceder ante nada, de ser fuerte, de ser alguien de valor, de ser un hombre, ¿pero ahora qué? Su mundo se desmorono en un minuto

–        Sácame de aquí – dijo tratando de contener el llanto lo mejor que pudo. Seth obedeció en silencio, lo tomo en sus brazos y lo llevo hasta la planta baja en donde estaba su silla de ruedas

Los Cullen miraban en silencio, incapaces de mirar a la cara a ese pobre hombre que con una sola perdida había perdido todo lo que le importaba. Carlisle fue el primero en acercársele

–        Sr. Black, que bueno que despertó, ¿se siente mejor?

–        ¿Dónde está? – obtuvo como respuesta en un tono serio y cortante que buscaba ocultar el dolor que estaba matándolo internamente

–        ¿Dónde está?, ¿Dónde está el cuerpo de mi hijo? – inquirió nuevamente alzando la voz ya que no le había contestado

–        ¿fue tu hijo?, ¿eso es lo que no quieren decirme?, ¿Qué tu miserable hijo fue quien asesino a Jacob?

 

–        Señor Black, entiendo lo que usted está pasando pero le aseguro que Edward no…

–        ¿usted ha perdido alguna vez a un hijo? – le interrumpió Billy a lo que Carlisle negó

–        Entonces no sabe ¡no sabe nada! ¿alguien va a decirme donde está el cuerpo de mi hijo?

–        Señor Black, por favor permítame ofrecerle un poco de té para que se le calme los nervios – ofreció Alice

–        ¡no quiero nada!, no quiero la lastima de nadie, ¿no pueden entender lo que les estoy pidiendo?, llévenme con mi hijo ahora mismo – pidió molesto, el dolor parecía desvanecerse para darle cabida a una profunda ira contra cierto vampiro telepata

**

Edward observaba el atardecer en silencio desde el risco más alto de la playa, con el falso cuerpo de Jacob a su lado fingiendo que vivía y que nada había pasado, pero era inútil. Había dejado de alimentarse para permanecer al lado de Jacob en todo momento, el  dolor de la pérdida no lo dejaba pensar claramente y en un intento de recuperar a su inerte amor trato de convertirlo mordiéndole en reiteradas ocasiones con todo y siendo consciente de que ya estaba muerto, sus intentos eran sencillamente en vano pero no deseaba apartarse, era más fácil fingir que aceptar una amarga realidad.

Llevaba relativamente solo un día en ese estado pero se sentía como una eternidad, atormentado, solo, herido, ponzoñoso. Se sentía culpable, no dejaba de pensar en que si se hubiera alejado de él nada de esto hubiera pasado, sus ojos ya no derramaban más lágrimas, estaba  seco y mas helado que nunca, su aspecto era terrible empezando por esa recargada palidez y terminando con lo enfermo y mal ceñido que se veía.

Ya nada tenía vida ni color, Jacob murió y con su muerte se fue todo lo que quedaba de sí mismo, ahora solo había vacio, era como si su mente hubiera sido llevada lejos de su cuerpo dejándolo sin pensamientos, como una página en blanco. Quien sabe cuánto tiempo más permanecería en ese estado.

El sol terminaba de ocultarse dándole paso a la noche pero aun con algo de claridad en el cielo. Oyó pisadas a lo lejos y como primer reflejo aferro a Jacob a su cuerpo, no se inmuto en girar a ver de quien se trataba, no había necesidad de usar su don para saber quiénes se aproximaban.

Lo que le tomo por sorpresa fue ver al padre de Jacob entre su familia, Seth lo llevaba en brazos pues era imposible traerlo en silla de ruedas a una superficie tan irregular.

Sus oídos eran sordos y en lo único que podía pensar era en que habían venido para llevárselo, pero él no dejaría que eso pasase, aun no se sentía listo para separarse de Jacob, aun le dolía como el primer día. Pero lo más seguro es que terminarían llevándoselo, no se sentía fuerte para pelear con nadie.

Les sintió acercarse, les veía mover sus labios pero no entendía nada de lo que estaban diciéndole, solo veía sus caras de lástima que no servían para otra cosa que para recordarle que Jacob había fallecido

Seth se acerco lentamente con el señor Black acomodándolo en una postura donde pudiera acercarse a Jacob. Edward se tenso y Billy ahogo un jadeo, verlo así era demasiado.

 Jacob lucia como si estuviera tomando una siesta, pero sus labios estaban morados y su piel con una palidez impropia de cualquier ser humano vivo  

–        “mi muchacho” – se repetía Billy en su cabeza una y otra vez con ese pesar inagotable y agotador

Edward observo fijamente y aflojo su agarre para que Billy tuviera su momento con su hijo, después de todo es el padre.

Billy llevo su mano hacia el rostro del cadáver frente a él y un escalofrió lo recorrió en cuanto sintió la frialdad de su piel, antes era tan caliente,  tan lleno de vida que era difícil entender como algo así pudo haberle pasado

–        ¿Qué hare sin ti ahora? – comento aun con la mano en el rostro

–        Son los hijos quienes entierran a sus padres, nunca debe ser al revés

Acaricio por un rato mas al cuerpo y antes de darse cuenta se encontraba llorando, las lagrimas brotaban sin parar mojando su rostro y cayendo sobre su ropa, fue entonces ahí sin querer ya posponerlo más tiempo se derramo sobre el cuerpo de su hijo a llorar ante la vista de todos los presentes

Los minutos corrieron y se hiso la noche Billy había dejado de llorar pero aun no se levantaba de su lugar

te falle Sarah. No pude protegerlo, no pude proteger a nuestro hijo” – se recriminaba.

Pasados unos segundos Edward e incluso Billy percibieron un cambio de temperatura en el cadáver entre ellos y por mucha casualidad que pareciese ambos tuvieron la misma corazonada

–        esta vivo – dijeron al unisonó

–        ¿Qué? – se apresuro a decir a decir Seth

–        Está entrado en calor – dijo entusiasmado Billy. Para su desdicha no le duro mucho

Lo que realmente estaba sucediendo era que el hechizo estaba terminando. El cuerpo se calentó mucho mas hasta el grado de que pensaron que le estaba dando una fiebre, esto era debido a que la magia estaba consumiendo al cuerpo para hacerlo desaparecer de una vez por todas.

Engañados por la esperanza, todos esperaban expectantes que Jacob abriera los ojos o dijese algo, en lugar de eso vieron como el cuerpo empezó a emitir una luz que iba intensificándose a medida que se esparcía por el cuerpo, pronto la luz fue encegadora y el falso cuerpo exploto en un solo destello que dejo únicamente un polvillo brillante en color dorado que se esparció con el viento, justo igual como paso el día que murió la madre de Jacob

La expresión exasperada de emoción de Billy se desfiguro lentamente volviéndose una mueca de dolor

Ya ahora si no quedaba duda, Jacob se había ido para siempre.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

espero les haya gustado


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