Me levante con pesadez esa mañana; aun me parecía increíble que hubiésemos salido ilesos de lo de anoche, iba a tomar una ducha pero escuche a mi padre hablar con… ¿Seth?
– Lo sé hijo lo sé y créeme que también me extraña que aun no haiga cambiado
– pero ¿está seguro?, ¿su apetito no ha cambiado?, ¿Qué me dice de sus reflejos?, ¿no lo ha visto hacer algo… ya sabe, “difícil” con facilidad?
– No, nada de lo que mencionaste, tal vez simplemente… no lo heredo
– no creo que eso sea posible Sr. Black, ¡es el nieto del legendario Ephrain Black!
– lo sé, y comparto tu preocupación por mi hijo pero esto a veces pasa, a veces el gen simplemente te salta
Al escuchar el nombre de mi abuelo me encamine de inmediato antes de llegar del todo note rápidamente los cambios que habían en Seth – “oh no, tu no por favor”, fue lo que pensé al verlo, pero era tarde era obvio que había cambiado y lo estaba comprobando con mis ojos al verlo ahí hablar con mi padre, de todos solo quedábamos él y yo.
Estaba vestido con el típico jeans hasta las rodillas que acostumbran usar, unas tenis sucias y una camiseta gris simple sin mangas con capucha, igual que los otros su cuerpo lucia más fornido, ya no parecía un niño, siempre pensé que se inyectaban esteroides para poder estar en el “club”, que equivocado estaba…
– Seth…– murmure, este volteo a verme y mi padre se retiro para dejarnos hablar.
– ¿Cómo estás? – me apresure a decir, ¿Por qué no respondiste mis mensajes?, ¿Dónde has estado metido?
El se veía bastante incomodo con la situación, así que deje que se relajara y contestara
– he estado ocupado – respondió después de un rato
– ya veo – no me gustaba por donde iba la conversación la opresión en mi pecho me lo confirmaba. hubo silencio
– por favor dime que estabas corriendo y que por eso estas vestido así – el solo bajó la mirada
– supongo que es un no… ¿te les uniste verdad? – Su semblante se torno serio
– no es tan sencillo Jacob – “¿Jacob?”, ¿desde cuándo me llamaba por mi nombre?
– ¿Por qué no me dijiste?
– Jacob yo… – en ese momento escuche la imponente voz de Sam llamar a Seth desde afuera.
Sonreí falsamente y con ironía
– debes irte – le dije mientras me dirigí a abrirle la puerta para instarle a que se fuera, este se levanto resignado no se atrevió a mirarme a los ojos
– Jake yo… – note el típico tatuaje que se hacían en el brazo lo cual me hizo enojar, bufe y le abrí la puerta aun mas; me miro unos segundos y se marcho… ya era oficial lo había perdido, fue lo mismo con todos: leah, Jared, Embry, Paul, Quil y ahora seth.
Ese Sam era un cabrón, no sé que les hacia pero todos parecían ser sus esclavos personales. Una de esas lágrimas llenas de impotencia que por más que retengas salen por si solas se atrevió a brotar, me quede ahí inerte procesando lo que acaba de pasar. Seth era para mí más que un simple amigo o hermano, teníamos una especia de relación macho amorosa, “bromance” pero ahora todo se había ido a la nada, me canse de estar en el suelo y me fui a duchar, “te echaré de menos Seth”.
deje que el agua fría se llevara todos los pensamientos cargados de ira e impotencia, sentí un extraño hormigueo recorrer todo mi cuerpo hasta llegar a los brazos no le tome mucha importancia y me vestí, en cuanto Salí de la ducha estuve algo melancólico quise sentirme como me sentía al estar con aquella mujer sonreí al recordarla “pronto tendrás todas las respuestas”, mire fijamente la palma de mi mano al recordar sus palabras, todas las cosas extrañas que me habían pasado ¿qué razón tendrían?,” y podrás entender muchas cosas”
– eso espero – dije para mí mismo.
Termine mi tarea temprano, las 1:00 P.M decía el viejo reloj, estaba aburrido así que me puse a buscar algo de que leer, rebusque en mi estantería de libros pero no encontré nada que no hubiera leído ya, entre tanto revolver cosas viejas una pequeña hoja desgastada cayó a mis pies, la tome
– “mi pequeño Jacob 3 meses” – decía, era una foto de mi mama y yo de bebe
Sonreí vagamente dejando que la nostalgia me embargara, ella estaba sentada en una mecedora conmigo en brazos, ella era realmente hermosa de piel blanca y negra melena , me recordaba a aquella mujer cuyo nombre desconocía, ojos café como los míos, su sonrisa era tan honesta y pura, “solo eso saque de ti mamá”, recordé amargamente que ya no estaba con nosotros, cerré los ojos para dejarme llevar por mi subconsciente en un intento de ver algún recuerdo de mi madre, pero algo paso.
Presión…
Mucha presión fue lo que sentí en mi cabeza, casi me caigo para atrás, era como si mis memorias o recuerdos se hubieran disparado y me lo hubieran causado, como si los recuerdos de mi madre estuvieran bloqueados, lo intente una vez mas y solo vi un montón de destellos como en un 4 de julio, desistí demasiado tarde. Volví a sentir la presión en mi cabeza acompañada esta vez de voces e imágenes aleatorias que por momentos se detenían y pasaban en cámara lenta y luego a la velocidad de la luz, como una de esas escenas de las películas donde va a suceder algo dramático.
Me estaba comenzando a marear y un penetrante dolor de cabeza se hacía presente no pude controlar ni mover mi cuerpo, no pude gritar, ni mucho menos hablar, no pude volver a abrir los ojos, me empecé a asustar, todo era negro, pensé que había muerto o algo así, hasta que vi como lentamente se fue recreando un paisaje a mi alrededor, las imágenes en un principio eran borrosas y no podía escuchar con claridad, más bien solo oía zumbidos, fue entonces que la pude ver, era ella…
– mi-m, mamá
Lucia muy bien se veía tan hermosa, joven, llevaba un vestido similar al de la mujer de aquella vez, no sabía dónde estaba pero era un lugar enorme, parecía un palacio o el Olimpo, no sabría cómo definirlo, tenía acabados muy hermosos parecía esos coliseos de Grecia, cada vez se veía todo más claro pude escuchar voces, eran lejanas pero las oía, todo se veía como un viejo recuerdo del protagonista de una película.
De golpe todo cobró color y vida, el lugar en el que me encontraba parecía ser una especie de juzgado o corte, quise acercarme a mi madre abrazarla, besarla, decirle cuanto me ha hecho falta, pero nadie parecía notar mi presencia, intente tocarla, pero simplemente la atravesaba como un fantasma, ¿Qué clase de broma de mal gusto era esa?, la veía, la tenía en frente de mi, pero… ¿no podía si quiera darle un abrazo?, note un par de lagrimas correr llenas de dolor y decepción, me limité a observar.
– ¡De ninguna manera dejare que vayas con ese humano!, – creo que habla de papa, pero porque le dice humano, ¿que no lo era él también?
– ¡esto no es justo! – rectifico mi madre con ojos acuosos, esa imagen de ella me rompió el corazón e inmediatamente le dirigí una mirada llena de odio a aquel tipo que… esperen ¿ese era Chris?, mis ojos se abrieron como platos, ¿Qué demonios hacia Chris aquí?, al mirarlo más de cerca note un par de diferencias el cabello de este chico era más largo, castaño y mas lacio que el de Chris, tenía un gracioso lunar en la parte baja de su mejilla, no era él, pero aun si ¿quien se creía el que era para hablarle así a mi mama?, ¡era un imbécil!, ni siquiera aparentaba mas de unos 18.
– ¡No te lo vuelvo a advertir!, ¡no te atrevas a desobedecerme!,
Había silencio este chico parecía ser el rey o algo, me sentí orgulloso de que mi madre se le enfrentara, “ya sé a quién Salí testarudo” a pesar de que estaba confundido me sentí feliz de estar allí con ella
– ¡pues ya tome mi decisión! – dijo mi madre, se volteo e hizo un movimiento con su mano que pareció haber abierto una especie de portal, lo atravesó y de allí no sé cómo ni cuándo pero ya no estábamos en ese lugar, ahora parecíamos estar en un bosque, pude identificarlo inmediatamente, estábamos en forks. ¿Cómo rayos había pasado eso?
Mi madre caminaba, ella sabría a donde se dirigía, quise pensar que se encontraría con mi padre, todo marchaba bien, me preguntaba si yo ya existía. Yo iba unos pasos atrás de ella, quería verla cada minuto que me fuera posible, por un momento olvide todo lo malo y simplemente… sonreí, el frio se hacía más notable y yo pensaba en alguna forma de comunicarme con ella, escuche unos ruidos demasiado sospechosos, y cuando voltee a ver estaban unos sujetos que lucían peligrosos,
– ¿quiénes son ustedes? – les grite molesto, pues se les veía la cizaña y la maldad en las caras, no obtuve ninguna respuesta por parte de ellos, pose mi atemorizada vista sobre mi despistada madre que no se había ni enterado, quise gritarle que corriera, pero la voz me fallo,
– ¡no! – Exclame casi sin emitir sonido
– ¡mamá!, ¡mamá no! – grite con todas mis fuerzas una vez que pude hacerlo.
Tarde…
Era muy tarde, uno de ellos estuvo en frente de ella a una velocidad imperceptible
– ¡mami corre por favor te lo suplico! – mi voz estaba totalmente quebrada tenía un horrible presentimiento
– Valla, valla, valla – dijo uno de ellos
– fascinante, ¿Qué eres?
– hueles delicioso – murmuraban, uno de ellos le aprisiono ambas manos, inevitablemente empecé a llorar por no poder hacer nada, no podía proteger a mi propia madre que… que patético me sentía
No paraban de olerla de esa manera tan asquerosa y enfermiza, le lance mis mejores golpes pero simplemente los trapazaba, eran muy fuertes porque ni siquiera se veía algún tipo de forcejeo
– ¡suéltenme bastardos! – mi mama trataba de hacer algo con sus manos pero el agarre sobre ellas era muy fuerte, lo siguiente que vi simplemente me dejo sin palabras, uno de esos sujetos la había mordido en el cuello.
Sangre
Una gran cantidad sangre fue lo único que vi
– ¿Qué clase de psicópatas, enfermos son?, le estaban… ellos estaban bebiendo de… su-su san-gre, luego el otro le mordió en la muñeca.
El grito que pego mi mama, me desgarro desde lo más profundo y salí de mi aparente estado de shock… para solo encontrarme con más sangre
– ¡mamá!, ¡Mamá!, ¡MAMÁÁ!, extendí mi brazo en un intento de querer ayudarla y al levantarlo, algo empezó a zumbar en mi mano, alce esta ultima a la altura de mi rostro ¿estaba brillando?
Empezó a arder y rápidamente la desvié hacia los tipos, sentí un intenso resplandor llenar mi mano, una luz que de mi salió, una tibiez desde mi antebrazo, era una especie de calor como un fuego abrazando mi brazo, pero… no dolía, parecía ser una especie de rayo/luz o energía que salió disparada.
Todo se distorsiono ante mis ojos, y Salí de aquella visión, mi cuerpo estaba tenso, y aun sentía la sensación tibia en mi brazo, abrí los ojos y note el desorden que estaba en mi cuarto, ¿eso fui yo?
Empecé a marearme y a alterarme, ¿qué demonios estaba pasando conmigo? De repente una ventisca extraña abrió mi ventana y en forma arremolinada me rodeó formándose una especie de torbellino a mí alrededor, el cual me llenaba de una pesadez la ventana se abrió por segunda vez, y yo solo sentí como mis ojos se hacían pesados por segundo, hasta que no pude mas y les deje cerrarse, mientras me desplomaba en el suelo y todo se volvía oscuridad.