Me encuentro en aquel mar negro, donde mis memorias se hunden sin ninguna posibilidad de mantenerlas en la superficie, me he dado por vencido… y creo que nada podrá salvarme de este mar muerto y carente de vida. Todo es oscuro y me hace recordar aquel lugar donde el maldito zorro demoniaco yace dentro de tu cuerpo. Mírame… mírame Naruto, he vuelto a pensar en ti, estoy harto…harto de que seas la única persona que no logro sacar de mis pensamientos, que seas la persona que pienso día y noche, y eso… eso no me ayuda para poder romper los lazos contigo. No lo comprendo, todo se hunde a mi alrededor, todas mis memorias se hunden, entonces porque demonios tu recuerdo no?.
A lo lejos de este mar, entre olas negras y el agua turbulenta, puedo verte… puedo verte de niño, cuando apenas teníamos 12 años, cuando aún éramos inocentes, no…cuando tú eras inocente, aquel chico sonriente que veía todo el lado positivo de las cosas, el que se esforzaría para ser Hokage sin ningún otro propósito. Me pregunto si aún me buscas, si aún me consideras tu amigo, lo cual es estúpido pensar porque yo te he hecho mucho daño y se supone que debo olvidarte.
Veo cómo te acercas a mi sonriendo y extendiendo una de tus manos, al parecer quieres que la tome, pero… tengo miedo de sujetarla, tengo miedo de que salga y tú me odies… tengo miedo a tu rechazo, aunque sé que me lo merezco. Tu sonrisa se extiende más en tu rostro y corres hacia adelante, señalando algo, yo solo te sigo a paso lento no quiero acercarme demasiado a ti. Señalas de nuevo y puedo ver un recuerdo que flota entre este mar, sonrió de lado, vaya recuerdo que quisiste mostrarme, fue el día que nos dijeron que estaríamos en el mismo grupo, el mismo día donde tuvimos ese beso accidentado que con el paso del tiempo he deseado repetirlo una y otra y otra vez.
Desde hace mucho me di cuenta de este sentimiento, por eso quise alejarme de ti, romper el lazo para no perjudicarte en tu sueño de ser Hokage, pero mi estúpida sed de sangre nubla mi razón y más de una vez intente matarte… cómo es posible que me sigas sonriendo de aquella manera. Veo como tu pequeño yo corre de nuevo, aun extendiendo su mano hacia mí, corre hacia atrás y de un momento se voltea hacia mí y señala de nuevo otro recuerdo aun en flote, yo voy hacia él y sonrió nostálgico al ver de qué recuerdo es, nuestro primer combate, nuestra primera misión juntos de rango S que al principio era D, si aquella misión que hicimos en aquella aldea, donde combatimos con zabusa y aquel chico llamado Haku, la primera batalla en donde demostré mis sentimientos, donde te dije que no debías de morir, donde mi cuerpo se movió solo para protegerte y claro mi mente entendió, tú te habías convertido en alguien realmente importante para mí. Salgo de aquel recuerdo al escuchar tu voz diciendo mi nombre
“sasuke!!!!, sasuke no hagas esto… sasuke no te puede dar por vencido, vamos maldito y estúpido teme despierta”
Escucho tu sollozos y volteo a ver a tu pequeño yo, señala algo a las lejanías y como un milagro, entre aquellas nubes negras que alertan de una tormenta, sale un rayo de luz, un rayo de luz que empieza a iluminar aquel mar muerto alrededor mío, volteo a ver al pequeño tú, quien me sonríe y dice:
“Debes ir conmigo”
Me extiende de nuevo su mano
“Confía en mí, Sasuke”
Y aquella sonrisa aleja toda duda y rápidamente sujeto tu mano, sintiendo la calidez que extraño, aquella calidez que logra controlarme. Poco a poco nos acercamos a la luz y tu voz se hace más audible en mis oídos.
“Vamos Teme… no puedes dejarme… por favor, te lo suplico… Sasuke, por favor despierta, despierta”
Tu voz suena tan dolida que me perturba, pero tu pequeño yo hace más fuerte su agarre a mi mano, tranquilizándome.
“si en verdad nos amas, debes ir Sasuke… debes ir a nuestro lado”
“que quieres decir?”
Pregunte desorientado, no sabía lo que pasaba, solo veía como todo aquel mar comenzaba a llenarse de vida y los recuerdos tanto buenos como malos parecían flotar de nueva cuenta por aquel mar que momentos antes estaba muerto
“Debes regresar… prométeme que no volverás a dejarnos solos”
“Por supuesto que no, Dobe”
“Me alegro que digas eso, Teme”
Sonrió levemente
“Cierra tus ojos y regresa”
Dijo mientras me soltaba la mano y antes de abrir mis ojos de nuevo, puedo escuchar tu voz ya más adulta decir:
“Te amo, Sasuke”.
Siento caer tibias gotas sobre mi rostro, lentamente abro mis ojos y compruebo mis dudas, estas llorando y sé que es mi culpa, por lo que mi alma se parte en dos.
“Deja de llorar, Dobe”
Mi voz suena un poco ronca, tal vez se deba al frio que siento en estos momentos. Veo cómo te tensas al escuchar mi voz y dejas de sollozar unos segundos para ver mi rostro, que de seguro contiene esa sonrisa de medio lado que siempre me ha caracterizado, pues a pesar de que me duela verte llorar, trato de que mis sentimientos pasen desapercibidos. Más allá de esperar un reclamo tuyo sobre mi sonrisa burlona veo como me abrazas protectoramente y comienzas a sollozar de nueva cuenta, trato de corresponder el gesto y comienzo a pasar una mano alrededor de tu cintura, deseo atraerte más a mi cuerpo, pero siento una punzada de dolor al colocar tu peso sobre el mío, veo cómo te separas alertado al soltar aquel gemido de dolor
“Sasuke, perdona no quise…”
“cállate, solo… solo Cállate, Dobe”
Y en reclamo por haberte separado así de mí, atraigo tu rostro hacia el mío y te beso, te beso como siempre quise hacerlo y no como un simple accidente, beso esos labios con los que he soñado más de mil veces y deseo por un momento que correspondas mis sentimientos.
“Te amo, Dobe”
Dije una vez que me separe de ti y veo tu confusión reflejada en aquellos ojos como el mismo cielo y a la vez un brillo inexplicable en tus ojos que después puedo identificar como alegría al oírte decir
“Te amo, Teme”
Y de nueva cuenta nuestros labios se unen en un beso
“y ya nunca más te dejare ir de mi lado”
Dices entre el beso a lo que yo respondo sonriendo de medio lado aun sin separarme de ti
“y quien dice que me iré de tu lado, Dobe”
Y mis palabras son ciertas, pues nunca más planeo huir o refugiarme en la venganza, pues tú me has salvado de aquel mar muerto y aquel sufrimiento, ahora tengo una hermosa playa llena de hermosos recuerdos donde la mayoría son de ti… y donde planeo hacer más recuerdos junto a ti. Aquellos rayos de sol que iluminan mis más recónditos lugares de mi mente son por ti, ya no existirá la oscuridad en mí porque tú eres mi MAYOR RAYO DE SOL, NARUTO.