Morgan caminó por el pasillo llevando a su novio en brazos, fue un trayecto corto, pues necesitaban urgentemente llegar a su destino. El moreno dejó a Reid sobre la cama de manera suave y tierna y lo miró por unos instantes a los ojos, era un momento perfecto. Se miraron por unos segundos y luego casi por inercia sus labios se volvieron a unir una vez más, primero dulcemente, y después tomando aun más intensidad que en el sofá. Ambos gemían mientras aumentaban la intensidad de aquel beso tan deseado por ambos desde hacía tanto tiempo. Morgan rompió el beso y se dirigió de nuevo al cuello del chico, que sentía que iba a explotar de un momento a otro.
-Reid-susurró al moreno al oído de su amado novio, el cual tembló con el solo hecho de escuchar aquello-Sé que jamás has estado en estas circunstancias, así que por favor, si en algún momento quieres que me detenga lo haré, ¿de acuerdo?
Reid no podía hablar, su garganta estaba constipada por tanto placer, sentía que si abría la boca no saldrían palabras, así que solo asintió levemente, pues sentía que su cuerpo estaba inmovilizado también.
-¿Eres virgen?-preguntó con una leve sonrisa Morgan, al notar que su chico ni siquiera podía moverse. Reid se apenó y se alejó del agente, quedando de rodillas sobre la cama.
-N-n-n-no te b-b-b-bur-les-decía entre gemidos el menos, rojo de vergüenza y placer.
Ambos quedaron de rodillas sobre la cama, uno frente al otro, Morgan reía levemente y luego contagió al chico. Se rieron un rato hasta que sus miradas se encontraron de nuevo, entonces la atmósfera se volvió un poco más seria, era un momento perfecto y mágico para ambos. Morgan sonreía con ternura y Reid con un poco de vergüenza, pero sin duda alguna se sentía feliz.
-Te amo Reid-dijo finalmente Morgan sonriendo, haciendo sonreír levemente a su novio.
-Yo también te amo-dijo el chico un poco más calmado, pero apenado por decirlo, jamás lo había hecho, y deseaba haber podido habérselo dicho mucho tiempo atrás, y ahora que podía, era inmensamente feliz.
Tras escuchar esto, Morgan se acercó un poco más y tomando al chico de la cintura, lo acercó y lo besó con la ternura con la que Reid lo había besado la primera vez. Seguían hincados en el mismo lugar, y sintieron haber estado así por un largo rato.
-¿Me das permiso de hacerte mío?-preguntó Morgan con suavidad al chico, mirándolo a los ojos.
-Yo ya soy tuyo-sonrió el menor volviéndolo a besar. Había deseado tanto ese día que le era imposible y tonto no besas a su moreno cada vez que podía.
Morgan tomó la palabra y agregó intensidad de poco a poco una vez más, la temperatura de la habitación aumentaba en cantidades impresionantes, y ambos agentes lo notaban. El moreno comenzó a desabrochar uno por uno los botones de la camisa blanca de Reid, y éste, al estar por completo desabrochada la camisa, ayudó a quitársela él mismo.
-¿Puedo?-preguntó el genio tímido a su novio, el cual sonrió ante su inocencia.
-Soy tuyo, haz lo que quieras-dijo permitiendo al chico acercarse un poco más.
Reid, con las manos temblorosas levantó un poco la camisa de Morgan, y admiró su abdomen con un sonrojo en el rostro, fue levantando la camisa de poco en poco, y Morgan lo observaba con cariño inmenso y una sonrisa. Al ver que el chico aun no se atrevía por completo, tomó una de sus manos y besó sus nudillos, para después dedicarle una sonrisa; luego, entre ambos, se deshicieron de la camisa de Morgan y continuaron con los besos y caricias.
Se fueron acercando poco a poco hasta que Reid terminó básicamente sobre los muslos de Morgan, no se habían detenido ni a tomar aire entre beso y beso, y el calor seguía aumentando en niveles enormes, Reid gemía debido a todo aquello y no podía ocultar su necesidad de quitarse el maldito pantalón, pues su miembro comenzaba a a exigir más espacio. Morgan se dio cuenta de esto y (solo Dios sabe cómo) le quitó los pantalones a su novio en menos de un segundo. Éste se quedó en ropa interior bastante avergonzado, pero ya no le importaba. Morgan comenzaba a sentir esta misma necesidad así que del mismo modo que utilizó con los pantalones de Reid, se quitó los suyos. Estando ambos en ropa interior la necesidad comenzó a hacerse mayor por parte de ambos, que gemían entre besos y se separaban a tomar aire y se dirigían cortas miradas dulces y sonrisas amplias.
-¿Te parece si pasamos a lo siguiente?-preguntó levemente Morgan al genio, que solo gimió un poco indeciso, pero accediendo-Si no quieres…
-No es eso-gimió el muchacho-Es que…yo jamás…
-Y te da un poco de miedo.
-S-sí…
-Todo estará bien Reid-dijo besándolo de nuevo en los labios y dándole confianza-Te lo prometo-después el chico accedió moviendo la cabeza afirmativamente.
Después de esto, Morgan comenzó a deshacerse de la ropa interior de Reid, dejando a la vista su miembro erecto. El chico se sintió un poco avergonzado, y Morgan al darse cuenta sonrió con ganas y se quitó la suya.
-Ya estamos igual, que no te dé vergüenza-Reid asintió levemente y luego sintió una descarga cuando Morgan comenzó a acariciar su miembro.
El genio tenía los labios apretados, tratando de evitar gemir con mucha fuerza, pero con el vaivén de la mano de Morgan más difícil le era. Respiraba con dificultad mientras Morgan al mismo tiempo besaba su cuello y su pecho. El moreno comenzaba a excitarse, pues su novio, que se encontraba sobre sus muslos, por todo aquello se comenzaba a mover sobre él, provocando deseo. El vaivén continuó durante poco tiempo hasta que Reid soltó por fin el primer gemido fuerte y agachaba la cabeza, dejándola sobre el hombro de Morgan, sus caderas se movían inexpertas, pero cada vez un poco más rápido y fue cuando Morgan no aguantó.
-¿Pasamos a lo siguiente?-preguntó el moreno, ante lo cual el genio solo asintió, el vaivén de la mano de Morgan se había detenido, pero sentía necesitarlo.
Morgan continuó besando el cuello de Reid al mismo tiempo que introducía uno de sus dedos a su boca. El menor lo lamió con un poco de timidez, pero con avidez, y luego siguió con el siguiente dedo.
-Creo que es suficiente-interrumpió Morgan, alejando los dedos de la boca del menor y aproximándolos a su entrada, poniendo a Reid un poco nervioso-Esto puede que duela un poco, pero espero el dolor se detenga pronto-Reid asintió con los labios fruncidos y sintió cómo la mano de su novio se aproximaba a su entrada.
Morgan acercó el rostro de Reid para besar sus labios y apaciguar un poco la primera intrusión, para después acercar primero uno de los dedos a la entrada y comenzar a introducirlo. Al instante en que Morgan iba introduciendo su dedo, Reid sintió una oleada de dolor, y se separó un poco de los labios de su novio para lanzar un pequeño grito.
-¿Duele mucho?-preguntó un poco alterado Morgan; también era su primera vez con un hombre y no sabía que ocurriría siendo honesto. Reid asintió un poco y ambos se mantuvieron quietos unos instantes.
-Ya no duele tanto-gimió el genio, dando permiso a Morgan de seguir con la preparación.
El moreno había comenzado a acostumbrar la entrada del menor, y éste parecía ya no sufrir tanto, al contrario, parecía comenzar a disfrutarlo.
-Puedes meter el segundo-dijo entre gemidos el genio.
-¿Seguro?-preguntó Morgan serio, recibiendo un leve “sí” por parte de su novio, y eso hizo, introdujo el siguiente. Esta vez Reid solo logró abrir la boca al sentir la intromisión del segundo dedo, pero ya no le dolía, en realidad había comenzado a ser excitante.
Continuaron besándose mientras Morgan seguía con su labor dentro del genio, mientras Reid gemía besando a Morgan. Pronto, el menor de los agentes comenzó a notar la necesidad de Morgan, y el aguante que estaba poniendo de su parte para evitar llegar a lastimarlo; esto lo enterneció.
-Creo…cr-creo que ya-a estoy listo para lo siguiente…M-Morgan-dijo el chico mirando a su novio a los ojos.
-¿Estás seguro?-insistió el moreno.
-Sí, quiero q-que tu también lo disfrutes-argumentó Reid-Es un momento de los dos, no solo mío.
-Está bien-dijo sonriente el moreno ante la belleza de Reid, “Este hermoso chico es mío…” pensó con cariño y orgullo-Será lento para evitar que te lastimes-Reid accedió, aun notablemente nervioso, pero decidido-¿Quieres que cambiemos de posición?-preguntó finalmente.
-Así está bien, Morgan-concluyó sonriente el genio, se enterneció por todas las preguntas que hacía el moreno, de verdad le preocupaba y quería que eso fuera especial.
-Sí, lo siento-sonrió el moreno volviendo a besar al chico, ganando intensidad de nuevo.
Durante la serie de besos y caricias, Morgan por fin sacó sus dedos de la entrada de Reid, haciéndolo gemir un poco, y lo aproximó un poco más hacia su cuerpo. Sus rostros quedaron uno frente al otro a muy corta distancia, ambos sonreían, de verdad aquello había llegado a ser especial.
-¿Listo?-preguntó por última vez el moreno.
-Hazlo-contestó el más joven, dando vía libre a su ahora amante.
Morgan asintió y se acomodó, dispuesto a comenzar con aquello, colocó su miembro en la entrada del chico, quien carraspeó un poco al sentir el leve contacto: sin duda alguna, había una eterna diferencia entre un dedo y aquello. Morgan comenzó a introducir su miembro en Reid, quien con cada avance que realizaba Morgan dentro de él gemía de manera más sonora, más por el calor del momento que por el leve dolor que sintió. Sin duda alguna, Morgan lo había preparado bien antes de comenzar. Aquella posición en que se encontraban ayudó a que el miembro del moreno entrara por completo; cuando ya estaba completamente dentro, se detuvieron un instante. Reid respiraba con fuerza incontrolable, se escuchaba como lanzaba el aire de su boca y como succionaba aire de nuevo repetidas veces, hinchando el pecho bastante.
Reid se fue calmando poco a poco, su rostro estaba lleno de sudor y su cabello estaba húmedo, Morgan encontró sus labios y los beso mientras comenzaba a moverse un poco dentro del menor, que gemía con cada estocada. Pronto, él comenzó a mover levemente sus caderas sobre Morgan mientras rodeaba su cuello con los brazos. El moreno hacía todo intento humano por no gemir tan fuerte; sin duda Reid era muy estrecho, y eso le provocaba una excitación infernal.
-Ahh…mmm…ahh… ahh-gemía Reid entre cada movimiento, Morgan también había comenzado a gemir levemente, pero no de manera tan sonora como el genio, que no podía evitar el levantar el rostro, dejándose llevar.
Cuando Morgan se dio cuenta de que era necesario que él actuara ahora, tomó al chico por la espalda baja y lo recostó en la cama. Reid lo miró con los ojos entrecerrados por el placer que sentía, aquello de verdad lo estaba consumiendo, ya casi se le terminaban las energías, pero aun no se iba por completo, sentía algo así como adrenalina, pero diferente.
-Te amo Reid-susurró Morgan al oído de su amante, para después abrazarlo, dejándose abrazar por Reid. Reid no podía hablar, y comenzó a gemir de nuevo cuando Morgan se comenzó a mover. Pensó que tal vez hubiera sido mejor haber empezado asó, pues evidentemente Morgan tenía mucha, mucha más experiencia que Reid. Morgan aumentó la velocidad de las embestidas, haciendo que Reid gritara de placer ante cada estocada.
-Mo... Morgan-gemía fuertemente el genio-Ahh... ¡Ahh!...Mmm-comenzaba a arañar la espalda de Morgan, no quería que todo aquello terminara, pero lo sentía en él mismo: pronto terminaría-Mo…voy a… ¡Ahh!...mmm…-aun cuando pensaba que Morgan no podría aumentar la velocidad, el moreno lo hizo, y éste gemía a su oído, excitándolo más.
Después de todo aquello, el genio sintió como si un rayo lo atravesara, pero no era doloroso, al contrario, no podía con todo el placer que estaba sintiendo. Al terminar Reid, Morgan no pudo evitar terminar dentro del castaño, para después desplomarse agotado sobre él. Ambos sudaban mares, y sus respiraciones estaban entrecortadas, pero se sentían felices. Cuando Morgan se levantó un poco para ver el rostro de su novio, lo encontró dormido tranquilamente, aquello de verdad había sido demasiado para su primera vez. Sin poder pensar nada más, Morgan también quedó profundamente dormido, presa del cansancio y agotamiento, abrazando a su chico lindo.