Cada día se aleja más de mi lado, a tal punto de encerrarse en su pieza y no cenar con nosotros ¿Por qué se comporta de esa manera?… ¿Acaso no se percata del daño que me hace evitándome de esa forma?... ¿Se habrá dado cuenta de lo que siento por él? –Estos pensamientos cada día se hacían más recurrentes en su cabeza. Intentaba no pensar en ello, pero verlo en la sala de ensayo era increíblemente perturbador, porque ni siquiera lo saludaba y Sungjong pensaba era su culpa.
-¿Qué fue lo que hice mal para que no me dirija ni una sola la palabra? – Pensaba -Definitivamente esto no se quedara así –Murmuró el menor de los 7 miembros de INFINITE, mientras terminaba de acomodar los cordones de sus zapatillas.
-¿Dijiste algo Jonggie? –Claramente el pequeño había olvidado que Sunggyu estaba a su lado descansando del fastidioso ensayo.
-Nada importante hyung, solo pensé con la boca abierta.
-Bueno, ahora hay que seguir ensayando –Puso una de sus manos en la espalda del menor para que este se levantara –Vamos o los managers nos castigaran otra vez.
Solo se limitó a asentir y corrió a la “pista de baile” como le solía decir.
Ya estaban todos bien posicionados para que el manager encendiera la radio y comenzaran a ensayar sus variadas coreografías solo como ellos lo hacían. Y es que la mayoría de la semana la dedicaban a estar horas y horas en aquella sala practicando sus gloriosos movimientos, por algo eran conocidos como el grupo con mayor coordinación coreográfica y ese reconocimiento sin duda era fruto de su propio esfuerzo.
Eran cerca de las 7 de la tarde cuando el ensayo por fin había terminado. Empapados de sudor se dirigieron a los camarines de la agencia para poder tomar su ansiada ducha e irse de inmediato a su casa. La camioneta estaba posicionada a la entrada del edificio como de costumbre lista para el orgullo de la Woollim Entertaiment. Sungjong, Dongwoo, Woohyun y uno de los managers se sentaban en la primera fila mientras que Myungsoo, Sungyeol y Hoya se posicionaban en la segunda; Sunggyu, por ser el líder tenía el privilegio de ir como copiloto del manager. Acabado el procedimiento cerraron las puertas y partieron rumbo al dormitorio.
-¿Myungsoo? -La voz del manager resonó en toda la camioneta ya que había un silencio sepulcral.
-¿Sí? -Respondió con su típico tono serio e indiferente ante lo que fuera que preguntara el mayor.
-¿Te pasa algo? Últimamente ya no hablas como de costumbre.
-No me pasa nada- Eso fue lo último que se escuchó antes de que Dongwoo abriera la puerta de la camioneta para salir disparado hacia el baño de la casa.
Sungjong caminaba sin despegar la mirada del horizonte y como estaba sumido en sus pensamientos no se dio cuenta de que iba perdiendo el equilibrio lo cual era bastante raro, sintió como empezaba a marearse y producto de eso pensó que se desmayaría azotando su cuerpo en el frio cemento, por fortuna unos poderosos brazos lo sujetaron rápidamente de la cintura y lograron atraparlo antes de que eso sucediera.
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Pov’s Sungjong
Comencé a abrir los ojos lentamente, estaba en la cama de Hoya ¿Qué me había pasado? Lo último que recuerdo fue que me baje de la camioneta algo nervioso por la pequeña conversación que mi compañero de grupo había tenido con el manager y de la nada todo se oscureció. Tenía un paño húmedo en la cabeza, me gire para ver si había alguien a mi lado y efectivamente lo había, pero no era persona que quería.
-Yeollie ¿Qué me paso? –Dije mientras intentaba levantarme, pero él no me dejo.
-Tú y tu raro metabolismo adolescente, eso paso –Dijo el mayor entre risas. Se me había olvidado lo fastidioso que podía ser Sungyeol.
-¡Yah! –Grite un poco adolorido sin saber el por qué.
-Estábamos caminando como de costumbre hacia la entrada cuando vimos a Myungsoo –Apenas escuche su nombre mi corazón se aceleró descontrolado- sostenerte por la cintura y ¡PAM! –Él y sus sonidos raros- Te desplomaste en sus brazos ¿En serio no lo recuerdas?
-No, pero me duele la cabeza –Pero me gustaría recordarlo, recordar lo cerca que estuve de Myungsoo, como antes.
-En fin, por lo menos estas bien –Acarició mi cabello y se paró del asiento -Mañana iras al médico, aunque manager-hyung dijo que lo más probable es que tengas un poco de estrés.
-¿Iré solo? –Dije un poco asustado. Odio los hospitales, clínicas, médicos, etc.
-Claro que no babo, creo que te acompañara Myung –Otra vez ese nombre. –Es el único que tiene la mañana libre… Por cierto, hyung se encargo de cancelar todo lo que tuvieran en la semana ¡SUERTUDO! –Me gritó mientras caminaba hacia la puerta haciendo señas con su mano.
Solo asentí mientras lo vi salir de nuestra habitación.
Esto no puede ser más perfecto –Me decía a mi mismo a la vez que me iba levantando de aquella cama que no me pertenecía. Busque el pijama de jirafa de Hoya y me quite la ropa que llevaba puesta para dejarla arrinconada con la demás prendas que se encontraban sucias. Lo único que tenía puesto eran mis bóxer de color rosado. Cuando me disponía a ponerme aquella prenda graciosa, sentí que la puerta se abrió y me gire mirando hacia la pared contraria para que hyung no pudiera llegar a ver nada de mis atributos.
¿Qué se te quedo, Sungyeol hyung? –Estaba convencido de que era el más alto y molestoso chico del grupo, pero no me esperaba que mis instintos fallaran de esa manera.
Te equivocaste de persona –Esa voz, la voz que hace estremecer cada parte de mi cuerpo. Acomode rápidamente el pijama y lo cerré, tapando mi cara avergonzada con el gorro que poseía la tierna prenda – ¿Te sientes mejor? –Solo tres palabras bastaron para que mi corazón quisiera salir del pecho en busca de cariño por parte del otro chico.
-Y-yo ya me siento mucho m-mejor –Estaba tan nervioso que comenzó a tartamudear y gracias a mi estupidez pude notar que una pequeña sonrisa curvó los delgados labios del mayor provocando que mi rubor comenzara a notarse cada vez más.
-Bien –Comenzó a cerrar la puerta, pero yo no quería que se fuera tan rápido.
-¡Hyung! –Grite antes de que se fuera de “mi” habitación.
-¿Mhm? –Eso que pronuncio me dio un indicio de que poco le importaba lo que le diría. Odiaba lo rápido que podía cambiar de un ser preocupado por uno más frio que el mismo hielo.
-Gracias –Dije mientras sentí como la puerta termino por cerrarse.
Mis ojos comenzaban a picar y no sabía si era por el sueño o porque unas lágrimas amenazaban con salir. Ya no aguantaba más su indiferencia, él hacía que mi corazón se pasara de latir a mil por hora a romperse en pedazos. Necesitaba contarle a alguien lo que me estaba sucediendo, pero el miedo de ser rechazado ante mis propios compañeros de grupo o por el mismo Myungsoo me destrozaba los nervios. Estaba seguro que lo que tenía no era estrés, más bien era miedo.
Escale como pude hacia mi camarote para buscar mi oso de peluche y aferrarlo a mi cuerpo, otra vez me empezaron a picar los ojos, esta vez estaba seguro de lo que eso quería decir… Eran pequeñas lágrimas que no pedían permiso y solo salían de improviso, me acurruque entre las mantas de mi cama sin despegar a aquel peluche que más que un ser inerte era el único apoyo que tenía. El reloj indicaba que eran solo las nueve y media de la noche, me sentía cansado y débil ¿En dónde quedo aquel hyung ateto, que me abrazaba cada vez que podía? Así era Myung conmigo, lo más seguro es que haya dado cuenta de lo que siento por él y por eso se aleja de mi… Tal vez me quiere solo como un amigo o hermano, será mejor que me olvide de esta situación y no piense más en él, pero nunca cumplía esa promesa porque terminaba llorando a mares. Así que entre pensamientos y sollozos el sueño logro por vencerme.
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A la mañana siguiente Myungsoo decidió preparar un desayuno especial para el maknae. Su conciencia dictaminaba que no lo hiciera, pero su corazón se oponía a ella diciendo lo contrario. Después de todo somos amigos, y entre amigos se pueden preparar el desayuno de vez en cuando –Hablaba para sí mismo mientras preparaba el jugo de naranja. Él nunca quiso evitarlo de esa manera, la verdad es que Myungsoo lo hace para esconder esos sentimientos reprimidos que tiene hacia aquel pequeño rebelde de cabello oscuro y definitivamente no los quiere aceptar por causa de su orgullo. No quiere ser pisoteado entre los demás y perder el respeto que se había ganado al ser de apariencia fría… Pero era solo apariencia porque por dentro era una persona amable, dulce y muy cálida.
¿Sungjong se atreverá a decirle a Myungsoo cuanto lo ama? ¿O preferirá seguir viviendo con sus sentimientos ahogados en el corazón al igual que los de Myungsoo?...