Unas semanas después Alec y Daniel tomaban un café en la universidad, lo hacían cada vez que su tiempo libre coincidía, ya que Alec estudiaba arquitectura y Daniel literatura, pero siempre encontraban un momento para compartir, entre clases o después de ellas
- Mmm Dani, este café esta delicioso, es perfecto
- Alec estas obsesionado con el café, además eso casi ni tiene azúcar
- Pero ya sabes cuanto me gusta un café bien cargado, no como tu, señor azúcar- dijo Alec señalando el moccacino de su amigo
- Es que amo su dulce sabor- dijo haciendo un puchero
*¿Porque hace esos gestos?!! Probablemente no se da cuenta de lo adorable que se ve, ah!! Que demonios estoy pensando, contrólate Alec, que rayos me pasa*
- ¿Quieres un poco? – pregunto Daniel, mientras se lamia los labios lujuriosamente, sacando de sus pensamientos a Alec
- idiota!
Alec sabia que era broma, pero no dejaba de turbarle el ver la lengua de Dani, pasando sobre sus labios, e imaginarse el sabor que tendría su boca combinado con el de aquel dulce café
- *Ya basta mierda – pensaba Alec- ¿acaso me estoy volviendo loco?!*
- Jajaja deberías ver tu cara Alec, que gracioso eres
- Si, si, Dani ya deberíamos irnos, se esta haciendo tarde para la siguiente hora de clases
- Ok, rayos que fome, quiero descansar y mi profesora es taaaan aburrida
- Ya deja de hacer esa cara y muévete
Se levantaron y salieron de la cafetería. Un poco después separaron sus caminos acordando verse en la noche para ver unas películas y beber algo, era viernes y por fin podrían descansar.
Alec vivía en un departamento que habían comprado sus padres, contaba con 2 habitaciones, baño, cocina americana, una terraza y un living-comedor. Utilizaba la habitación mas grande como su dormitorio, con una cama de dos plazas, un closet, la televisión, unos cuantos muebles mas y una gran ventana, la otra habitación la utilizaba como una sala de trabajo, ahí tenia su escritorio, su computador, unos estantes llenos de libros, carpetas y cuadernos, además de un sinnúmero de rollos de papeles con proyectos y planos. En la habitación principal contaba con dos sillones enormes y sumamente comodos, además de una mesa de café, necesidad básica según el, un comedor, estantes repletos de sus libros literarios que tanto amaba, además de una televisión, su equipo de música, discos y mas discos de música y su guitarra, la cual amaba como a si mismo. Estaba decorado por el mismo, paredes rojo oscuro, todo seguía la misma línea: rojo, negro, madera, además de cuadros con retratos de sus artistas favoritos y pinturas, el conjunto era muy agradable. Alec se pasaba las horas junto a la ventana escuchando música y bebiendo cervezas, no poseía sentido de la noche y el dia
Esa noche llego a su departamento, comió algo rápido y puso un disco de The doors, en serio esos tipos eran unos genios, luego de un rato se metio a la ducha. Estaba poniéndose uno jeans gastados cuando escucho el timbre, salio apresurado de su dormitorio y abrió la puerta.
Daniel llevaba unos jeans negros ajustados, una camiseta verde musgo, un abrigo negro y una bufanda azul
Mente de Alec: *Mmm que bien se ve esta noche, maldito cabrón, me pregunto si algo le quedara mal … tsssk*
Por su parte Daniel vio a un Alec recién bañado, con el cabello negro húmedo sobre el cuello y el rostro, el torso denudo, los pies descalzos, unos jeans desgastados bastantes sexys y gotas de agua cayendo por su pecho…
Mente de Daniel: *mierda, mierda, mierda…vete al infierno Alec*
- Bienvenido mi querido Dani, estaba esperándote- dijo Alec esbozando una sonrisa, mientras lo jalaba por la cintura
- ¿Si? Pues no parece que estuvieras esperando- dijo mientras lo miraba
- Ok, ire a ponerme algo mas de ropa, señorita puritana- mientras cerraba la puerta, ese comentario lo llevo a recibir un puñetazo en el brazo de parte de Daniel – bueno, bueno, ya vuelvo- alcanzo a decir antes de desaparecer rápidamente, sacándole la lengua a un molesto Daniel que se desasía de su abrigo y bufanda
Se dirigió a su habitación y se puso una camiseta blanca con una equis negra.
- Listo! ¿Estas preparado para una noche de terror y cervezas? – pregunto casi haciendo saltar a Daniel que estaba sentado en un sillón, inmerso en la música
- Claro idiota, veras como mueres de miedo mientras yo me bebo tus cervezas y me como tu comida jaja
- Sueña Dani, veremos quien huye de aquí primero muajajajaja
- Uff que raro eres, en fin traje pizza
- Pizza? Pizza! Pizza! Pizza! Pizza! – mientras abrazaba a Daniel, haciéndolo caer sobre el sillón con él encima
- (sonrojo) Alec, bájate, que tonto eres, ya se que amas la pizza, pero no me ames tanto please
- Ok, ok, solo comamos
Comieron pizza, escucharon discos y conversaron un buen rato
- No jodas !! tu banda favorita es Pink Floyd? Dani eres la hostia
- Jajaj si, creí que lo sabias, siempre me encanto es una gran banda
- Espera y pongo algún disco de ellos – Alec se levanto y cambio la música, volviendo a sentarse junto a Dani en el sillón, en el momento comenzó a escucharse “The Wall”
- Wow, de puta madre, joder! Como amo a estos tipos carajo
- Jaja Dani, me sigue sorprendiendo tu capacidad para decir palabrotas con esa boca tan linda y dulce- *momento…¿enserio dije eso? Debe ser la bebida, que idiota soy*
- Mmmm, que sabes tu si mi boca es o no dulce!!! Ajajajaja muere!- respondió Daniel sacándole la lengua con burla a su amigo
Cuando vio esa apetecible lengua aparecer de nuevo mojando los labios de Dani, los gruesos y rojos labios de Dani, Alec perdió el control, algo se apodero de cuerpo, solo quería probar su sabor, su saliva, morderlo, succionar su piel hasta sacarle aquella maldita sonrisa de la boca, quería oírlo gimiendo por el, beberse su aliento para descansar de una vez por todas, quería, dejo de pensar, solo….quería
- No te preocupes, eso puede arreglarse – dijo tirando la muñeca de Daniel para jalarlo cerca de él, pegando sus cuerpos, tomando su cara, se acercó al rostro de un consternado Daniel, deseoso, deseando probar, hasta que toco sus labios suavemente, casi rozándolos, presiono su boca contra la de Daniel, buscando su aliento, esperando respuesta, rozo con la punta de su lengua el labio inferior de Daniel, quien profirió un gemido quedo, entreabriendo los labios, y eso era todo lo que necesitaba Alec…
Apretó la presión en la cintura de Daniel, logrando aprisionarlo entre sus brazos, volvió a probar su boca, esta vez mas profundamente, lamiendo su boca, tocando su lengua con la propia, aspirando el aliento de Dani y tal como pensó sus labios eran dulces, tan dulces, su saliva sabia a azúcar a frutillas y miel, mordió y tironeo su labio inferior, luego el superior, deleitándose cada vez que Daniel profería un gemido ahogado, jalo de su cadera hasta acostarlo en el sillón y situarlo bajo si mismo. Luego prosiguió a seguir besando su boca, ¡dios! tenia tanta hambre, hambre de Daniel, hambre de su cuerpo, de sus besos, de sus manos rociando caricias en su cuerpo, aferrándose a su hombro, llevo la cabeza a la altura de su cuello y beso tras el lóbulo de la oreja de Daniel, lamiendo con la punta de la lengua, aquella zona donde tantas terminaciones nerviosas se juntaban
- Aaaaaahg- gimió Dani al sentir aquella caricia
Alec continúo recorriendo la línea de una delicada vena, siguió bajando depositando besos y lamiendo, mordió la clavícula de Daniel y succiono la zona bajo esta, provocando que Dani gimiera más fuerte, se arqueara dejando su cuello totalmente descubierto y apretándose más contra Alec, quien profirió un gruñido ronco producto de las sensaciones que experimentaba
- Daaani mmm, eres tan malditamente lindo
Al pronunciar estas palabras succiono la piel del cuello de Daniel, quien volvió a gemir, se estaba volviendo loco, amaba los gemidos de Daniel, lamio la zona succionada como si quisiera aliviar la piel maltratada y presionaba con su pierna la zona entre los muslos de Daniel
- Mmm A…ah! Alec Mgh A-lec…
Amaba oírlo gemir su nombre
Un momento después sonaba el estridente sonido del teléfono, el insistente sonido pareció volverlos a la realidad, ambos quedaron mirándose estupefactos, Alec con confusión y culpa, observo a un sonrojado y avergonzado Daniel bajar la mirada. Se levanto inmediatamente, dirigiéndose a la cocina, no contesto el teléfono, solo se recostó contra la pared, mientras Daniel se incorporaba y reacomodaba la camiseta, intentando procesar lo que había ocurrido. Al cabo de unos momentos Alec volvió con un Vodka, actuando como si nada hubiera pasado
- Creo que deberíamos ver la película, mira - dijo mostrando la botella mientras sonreía
- Claro- dijo Dani tragando duro, mientras se levantaba y procedía a poner y reproducir la película, en tanto Alec tomaba lugar y servía un trago a cada uno.
*que carajo hice! – pensó Alec- ¿porque lo bese asi?¿porque me gusto lamer su cuerpo? ¿Por qué me parecio que su sabor era como miel? ¡¿porque aun lo deseo?!! Mierda, solo mierda*