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La dualidad de cuerpo y alma. por PauYh796

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Notas del capitulo:

Normalmente pedimos Reviews en nuestros fics pero pocas veces nos molestamos en dejar uno.


Advertencia: No pretendo decir qué está bien o qué está mal, no quiero decir nada que pueda transtornar la forma de pensamiento de alguien. Esta es una obra de ficción situada en el tiempo real de nuestro mundo demasiado real.


Numero de palabras del capítulo: 1.727

El alma no responde al cuerpo.

“Quererse por fuera es quererse por dentro.”

Oh, primer día de universidad, Sasuke recién comenzaba quinto semestre pero se sentía revitalizado, más en la facultad a la que siempre había querido ir: arquitectura. Caminó por el campus de la universidad con una leve sonrisa que delataba su buen humor, inclusive ahora silbaba bajito.

—Disculpa… —lo llamó alguien— ¿sabes dónde está la facultad de psicología? Es mi primer día acá y me siento un poco perdido.

—Está junto a mi facultad —aceptó Sasuke—. Si quieres podemos ir juntos.

—¡Gracias! Eso me salvaría la vida —sonrió—, por cierto, mi nombre es Naruto, Uzumaki Naruto.

—Soy Sasuke —respondió él con simpleza. Emprendieron marcha, y después de unos segundos en silencio Sasuke volvió a hablar—: ¿eres de primer semestre?

Naruto, un chico de cabello rubio y bastante alto rió. —No, no, no… estoy en último semestre, ya para graduarme, sólo que hice un intercambio a esta universidad para hacer mi proyecto de grado. Me verás muy seguido por acá haciendo una que otra investigación.

—Vaya —exclamó Sasuke sorprendido—. Eres dos años mayor que yo, quién lo diría, si tienes cara de niño.

—¡Por lo menos no me veré como un viejo a los treinta! —se defendió el rubio.

—Mira, ya llegamos —señaló Sasuke a un edificio de cinco pisos de altura y un elegante letrero que citaba la palabra “psicología”.

—En ese caso, gracias… en serio me salvaste la vida ¡imagíname preguntándole esto a alguien como si fuese un primíparo*! —con rapidez se despidió, luego se desvió un poco hasta alcanzar la puerta del edificio. No volvió a mirar atrás.

DC&A-DC&A-DC&A

Pasadas pocas horas desde el encuentro fue la hora de almuerzo, Sasuke salió de la facultad de arquitectura a paso lento meditando en su camino a dónde iría a comer, se sorprendió al ver a ese chico rubio que había conocido parado afuera, y esperándolo.

—¡Hola! —saludó efusivamente, Sasuke asintió repetidas veces algo nervioso—. Eh, Sasuke… ¿quieres venir a almorzar conmigo? —ofreció Naruto con algo de duda.

—Claro —aceptó el chico ahora sin rastro de tanto nerviosismo, le venía bien la propuesta; nunca le había gustado comer solo, y cada vez que la situación se daba comía con quien fuese.

No fueron muy lejos de la universidad puesto que dentro de hora y media tenían clases de nuevo. Caminaron a paso lento, calmado, hablando de temas usuales y al final terminaron en un pequeño restaurante cercano, en el que entraron y se sentaron en una mesa algo apartada; una linda chica los atendió, les pasó la carta y se fue.

—¿Qué vas a comer? —preguntó Naruto, Sasuke no respondió mirando la carta con algo de duda.

—No tengo mucha hambre —musitó. Aquella mañana había desayunado en gran cantidad, cosa que no acostumbraba hacer, y ahora se sentía con el estómago lleno—. Creo que con una hamburguesa pequeña quedo —dijo al final.

—Creí que estabas a dieta —dijo Naruto algo sorprendido.

—¿Por qué lo supones?

—Ah, eso… —sonrió— unas chicas de la facultad me lo dijeron, afirmaron que estabas a dieta desde el semestre pasado después de subir unos cuantos kilos.

La vista de Sasuke se perdió durante unos segundos, y Naruto por su lado no se preocupó en decir nada más. Minutos después la camarera volvió. —¿Qué desean ordenar?

—Para mí una bandeja de carne —contestó Naruto sonriendo—, y para él una hambur-

—No, no, cambié de opinión —interrumpió Sasuke—, a mi deme pollo a la plancha con mucha verdura.

La chica asintió, anotó e inmediatamente se fue. Durante unos segundos el silencio persistió entre ambos, eso hasta que Naruto sonrió olvidando todo el tema pasado.

—¿Qué tal la universidad? —preguntó Sasuke aligerando el ambiente.

—Llena de gente rara —Naruto rió por lo alto—, todos son como de la élite del país, y todos tienen el ego más alto que la base espacial de la nasa. Pero bueno, hay unos cuantos agradables, y me gusta conocer gente así que…

—Ego… —repitió Sasuke en tono bajo—. Tienes razón, en la universidad lo que más importa es la perfección; si no eres perfecto muy bien puedes tirarte del séptimo piso de la facultad de medicina.

—¿Por qué la de medicina?

—Porque… ¡es la más alta de todo el campus!

—Jaja. Entonces… tú me dices que si quiero estar acá debo convertirme en un señor perfección.

—Exactamente.

—¿Tú eres perfecto?

Sasuke se encogió de hombros. —Tengo muy buena memoria, disiplina y otras cuantas cosas más… si quieres preguntarme algo, lo que sea, puedo responderlo.

—Vale, eres inteligente y tienes mucha información. ¿Qué tal vas de la dualidad?

—¿Dualidad?

—“Existencia de dos caracteres o fenómenos distintos en una misma persona o en un mismo estado de cosas” —recitó Naruto con aburrimiento—. ¿Cómo llevas controlada la diferencia entre alma y cuerpo? —reformuló.

—Bien… supongo.

—¡No me entiendes! —suspiro— A lo que me refiero es: el alma siempre desea algo y va de ti cumplirlo, del mismo cerebro, pero ¿qué pasa si el cuerpo no quiere? Si tú mismo cuerpo se niega al deseo del alma. ¿Has hallado el equilibrio para no ser consumido por los deseos del alma?

—¡Pero si que se nota que estudias psicología! —se quejó Sasuke eludiendo la pregunta con viveza—. Con semejantes preguntas no creo que a alguien le guste hablar contigo.

—Creo que los pongo a pensar más de lo necesario. Luego vienen a mí en busca de la respuesta a la pregunta que les hice. Es un ciclo.

Sasuke iba a replicar pero la comida llegó; la chica dejó los platos sobre la mesa y se retiró en silencio. Con ganas, Naruto empezó a comer; Sasuke lo dudó un poco más pero al final comenzó a comer también, con lentitud y repasando las palabras de la reciente conversación. No pasaron a más mientras comían, pronto tuvieron que volver a la universidad pero la palabra “dualidad” seguía metida en la mente de Sasuke.

Maldito psicólogo…

DC&A-DC&A-DC&A

Sasuke llegó ya de noche a su casa. —Volví —anunció, apenas la puerta de la casa se cerró una mujer de piel pálida le saltó encima.

—¡Sasuke! ¿Cómo te fue? —el chico asintió vagamente—. ¿Comiste? —cuestionó ella sin quitar la sonrisa, y Sasuke negó con la cabeza consciente del  hambre aparecida hace  unas horas—. Entonces acompáñame ¡hoy hice lasagña!

Pasta igual a harina.

Sasuke sacudió la cabeza ignorando aquello. —Genial —afirmó al final—, me gusta mucho la comida italiana.

Ambos llegaron hasta la cocina donde con parsimonia la mujer sirvió la comida para Sasuke, en un gran plato la porción quedó resplandeciente, y pan junto a ella. La boca de Sasuke se hizo agua. Por un momento ignoró lo que su mente decía, se atragantó con la comida frente a él. Ella, una linda mujer muy conservada para su edad miraba abrumada la escena.

—¿Mamá? —se preguntó Sasuke perturbado por la mirada de su madre.

—Lo siento —se disculpó ella—, pero hoy comencé una nueva dieta y de esto es de lo que menos puedo comer… aunque eso no me quita el antojo.

—¿Una dieta? Pero si estás bastante delgada.

—¡Ja! Me pesé esta mañana, y estoy pesando 57 kilogramos… tengo que bajar —ella suspiró. Sasuke frunció el seño a la vez que veía su comida; si Mikoto —su madre— medía como 1.67 centímetros, pesando 57 su índice de masa corporal estaba normal ¿y quería bajar de peso? Negó varias veces con la cabeza mas no dijo nada respecto a. Pasaron otros minutos en silencio y él acabó de comer, dejó el plato ahí a petición de su madre.

—Tomaré una ducha —anunció.

Una vez en el baño se desvistió rápidamente, pero no entró a la ducha de inmediato, se quedó de pie frente al gran espejo del lugar. Viendo su cuerpo desnudo frunció el seño. Algo no cuadraba en esa imagen ¿los brazos? ¿Las piernas?... ahí parado se quedó indefinido tiempo, sólo mirándose, intentando acostumbrarse a la imagen pero no lo logró. Apesadumbrado se metió a bañar. ¿Cómo cuánto estaría pesando?

Una vez fuera y seco se vistió con la ropa más holgada que tenía en el armario, sacudió la cabeza. Pese a que ese había sido el primer día de universidad ya tenía uno o dos trabajos por terminar, así que se puso a adelantarlos en el computador usando uno de esos avanzados programas de diseño, por un momento olvidó varias cosas.

Más tarde, cerca de la medianoche su estómago gruñó en busca de comida, Sasuke lo miró como quien mira a un perro andrajoso, negó fuertemente para sí, luego volvió al trabajo. Pero pasados otros minutos (quizá horas) su estómago volvió a gruñir fuertemente.

—Pero si hoy he comido mucho —resopló Sasuke para sí—, desde la lasagña de mamá hasta lo que comí con el rubio… —bufó en voz baja pero supo que no podría seguir trabajando como su estómago no se calmase, y debido a que ya era entrada la noche decidió bajar a la cocina a paso lento y sigiloso.

En la cocina, puesto sobre la estufa, permanecía un plato de lasagña que su madre de seguro había guardado para su hermano mayor que así mismo parecía no haber llegado aún. —Y si llega no creo que vaya a comer —afirmó Sasuke convenciéndose de ello.

Así que sin más preámbulo comenzó a comer del plato, donde la porción era mucho más grande que la que él se había comido puesto que a su hermano mayor le encantaba comer en grandes cantidades; la comida permaneció fría y a Sasuke no le importó calentarla, la comió tal cual, y así mismo comió hasta hostigarse, y para bajar no le pareció mejor opción que una bebida enlatada, de esas que contienen azúcar a más no poder.

Satisfecho subió de nuevo a su habitación.  Una vez cerró la puerta y volvió a quedar adentrado en la oscuridad de las cuatro paredes vio su reflejo borroso en el espejo del fondo de la habitación, su estómago se sintió pesado de repente, su ceño se frunció, su cuerpo en sí se sintió culpable. Quiso vomitar.

Y es que el alma puede desear la comida, pero si el cuerpo no la quiere vendrá ese malestar, esa culpa, no estamos salvados de sentir aquello. Ninguno está salvado de caer en esta vorágine de desesperación. 

Notas finales:

*Primíparo: aquel que entra a primer semestre (primer año) en la universidad.

Hace un tiempo dije una frase al aire y x persona se ofendió con lo que dije; que ni siquiera se lo decía a esa persona. "Soy culpable por lo que digo, no por lo que entiendan"... muchas veces lo dicho no es lo malo, sino su forma de interpretarlo.

¡Hola!

último día y yo subiendo. Meno, con respecto a mi inspiración para hacer esto —y como dije por ahí
en algún lado— viene a ser la historia que viví hace poco, pero si me tuviera que poner en un personaje yo sería Naruto.
Y "Sasuke" será alguien que quiero mucho y aún lamento que haya caído allá.

Nos vemos en el siguiente capítulo c: adiós.


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