Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Love Drunk por KyuHyunnieHae

[Reviews - 26]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Hola. Este fic creo que tendrá alrededor de 10 a 15 capítulos, ¿Por qué? Simple.. Es una idea corta, creo que los capítulos se intercalaran entre: Emociones, sesiones de Sexo, sentimientos confusos, dolor y al final... ¡Sorpresa! 

 

Quiero que dejen que la historia fluya en su mente... y no piensen en el final -ya lo pensó y le gusta(?)-. ahskjaksa :c Tengan la mente abierta ante todas las posibilidades. 

 

Gracias por leer, seguirme, ser paciente y amar el 2min 

Notas del capitulo:

Cada capítulo va a tratar de recopilar el cómo fue y es la relación de Minho y Taemin... Espero que entiendan y de no ser así me avisan para que en el capítullo que siga pueda yo dar las explicaciones correspondientes en la historia.

 

 

PD: Sé que no debería escribir más fics si no e acabado ninguno, pero soy un chico está por terminar u_u y decidí que ese lo seguiré actualizando más pronto, luego será Dazzling Paradise y así(?) ... Este es un fic corto a mi parecer, así que por eso decidí subir el primer capitulo. 

 

Si recibo unos diez o más rvw subo el segundo cap muajaja soy mala :c ok ya. .... Solo si se puede, si no no importa xD 

Capítulo 1.-



Su mirada se hayo nublosa, perdida. Sentía el cuerpo cansado y la boca seca con un sabor agrio a metal.


Suspiró levemente al retomar la postura con cuidado sobre el mueble en donde se hayaba recostado. Las sábanas a su alrededor se hayaban desparramadas con fluidos como sangre y semen. Revolvió sus cabellos y suspiró una vez más. No recordaba nada, pero no era necesario, ya sabía la respuesta.

—Mierda.. Minho.. —masculló relamiendo sus labios heridos mientras se dejaba caer sobre la cama. Su cuerpo aún no despertaba del todo.



Una vez más había perdido la conciencia luego de la tanda de sexo duro que había compartido con el mayor. Minho y él no eran nada, nunca lo habían sido, es más... Choi solo era el jefe de su papá, sin embargo llevaban una relación basada en fiestas y esa cama en donde ahora el cuerpo del castaño descansaba.


Habían pasado unos meses desde que había conocido a Minho, por pura casualidad, y no se arrepentía. La pasaba muy bien con el, ambos vivian en los excesos, más él que el alto, por ser más joven y menos maduro. Lo único que les pasaba la cuenta, eran las drogas que a veces consumían, y al parecer la noche anterior habían caído nuevamente en ellas.

El más perjudicado siempre era Taemin. El, su cuerpo y su mente. No recordaba nada y eso lo emputencia.



Suspiró con pesar cuando se levantó de la cama alcanzando su boxer que estaba cerca. Gruñó fuerte cuando se inclinó y se colocó la prenda, tratando no ejercer mucha fuerza. Dio unos pasos torpes y raros hasta el baño y observó su cuerpo y rostro.


Sus labios estaban rotos, rojos y manchados en sangre seca mientras unas mordidas adornaban su cuello y clavicula, y ni hablar de las ematomas en todo su vientre.


—De todos los empresarios que pude conocer.. conocí al más fetichista.. —suspiró con pesar al lavar su cara y caminar hasta la ducha, pero una mano jaló de él emidiendo que prosiguiera.
—Por fin despiertas.. —Era Choi, que le miraba ya vestido y con una taza de café humeante en una de sus manos.

Taemin dio un pequeño manotazo para apartar la mano del alto y poder entrar a la regadera algo fastidiado. Minho solo rió desde el marco de la puerta del baño.

—¿No recuerdas nada, verdad?
—No —espetó-. Tú y tus drogas... —el castaño soltó un bufido y retiró los boxer oscuros que traía, dandole una vista privilegiada al moreno al notar las marcas que habían en el lugar, sobre todo fluidos que estaban pegados sobre su piel, pero lo que más le causaba gracía era una marca roja de la palma de su mano sobre uno de sus gluteos.

Se le había pasado la mano.

—Ayer no te quejabas. Después de todo, no acabamos hasta que el sol comenzó a salir. —Se encogió de hombros y notó como Taemin sacudía sus cabellos con desespero.

Lo único que recordaba que habían llegado al departamento a las once de la noche a tropezones por el pasillo, eso quiere decir que estuvieron teniendo relaciones 10 horas seguidas aproximadamente

¡Mierda! eso era mucho. Por suerte aún podía caminar, de forma torpe pero lo hacía.

Su cuerpo se sentía tan casado que lo único que quería era volver a la cama y descansar, pero sabía que eso no ocurriría hasta que Minho le dejara a solas en el departamento, por que de no ser así el mismo se encargaría de echarlo a patadas.

Resopló de forma prolongada mientras tomaba la ducha, resfregando el jabón en su cuerpo en todo lugar para quedar correctamente limpio y sin rastros de olor al hombre con quien generalmente dormía. Se lavó el cabello que estaba demasiado largo para su gusto, pero Minho siempre evitaba que se lo cortara y el como un idiota hacia caso.


Alcanzó la bata de baño cuando oyó la voz del alto despedirse de él con un "Te veo a la noche", cosa que ignoró completamente para poder a la habitación y comenzar a secarse con cuidado, puesto que aún estaba adolorido y bastante. Secó su cuerpo y mientras lo hacía observó marcas más tenues que llevaban alrededor de cinco días en si piel y aún no se iban del todo, aunque era de esperarse siendo que siempre que podía, el moreno volvía a marcarlas. Frunció los labios y continuó con su labor terminando por sacar ropa de uno de los muebles de la habitación de Minho donde el guardaba su ropa, era ropa que el alto compraba para él y mantenía allí. Eso lo agradecía.

No vivían juntos pero pasaba mayor parte del tiempo en ese departamento que en el propio, cualquiera podría decir que eran como una pareja ya establecida, pero no era cierto, y Taemin lo sabía... No le incomodaba, estaba acostumbrado a relaciones así, solo que con Minho era la más larga, nunca pasaba de una aventura de un par de días, con Minho llevaban conociendose alrededor de tres meses.


Amarró su pelo mojado con una coleta para luego colocarse una chaqueta de mezclilla con unas cuantas tachuelas de adorno. Se veía bien, más con esos ajustados pantalones negros desgastados en las rodillas.

Urgó en uno de los muebles para poder buscar el maquillaje que tenía oculto. Se dirigió al baño y se paró frente al espejo para cubrir las marcas bajo sus ojos con maquillaje ya que la falta de sueño había hecho que esa zona se oscureciera. Se untó un poco de base en los pomulos y rostro para luego bajar por su cuello y tapar las marcas que llacían en ese lugar, había una demasiado morada para cubrir pero por suerte estaba en la clavicula y la polera gris la cubria perfectamente. Inspeccionó su rostro y observó sus labios, aún rojos y un poco menos hinchados. Si Minho no se esmerara tanto en morderlo sería mucho mejor, pero el era demasiado bestia para sus cosas para hacer caso. Suspiró con pesar y se lavó los dientes para dejar de lado el olor y sabor a metal. Si alguien preguntaba el diría que solo tenía los labios partidos y por eso comenzaba a morderlos por la molestia. No sería problema.

Se colocó las zapatillas y comenzó a estirar sus brazos y su cuerpo para liberar la tensión, aún cuando dolía. Era mejor así, luego iría por una pastilla para los dolores musculares pues estaba seguro que en el departamento ya no habían.

Palpó con sus manos su trasero y separó un tanto las piernas mientras formaba una mueca. Tendría que soportar la incomodidad y el dolor como fuera. Estaba concentrado haciendo ciertos ejercicios que había aprendido en clase de baile para estar más relajado cuando su celular comenzó a sonar.

Lo cogió y lo llevó de inmediato a su oído cuando supo quien era.


—¡Papá! Que sorpresa.... —carraspeo un poco al hablar, tratando de sonar alegre.
—Taem —rió el hombre—, Me preguntaba si querías almorzar conmigo hoy, Choi nos dió más tiempo para eso, esta de buen humor.
—¿A si?.. —preguntó tratando de no sonar tan curioso ni divertido por la situación—. ¿Por qué será? Tu jefe es tan amargado.
—¡Hey! No solo es mi jefe, recuerdalo —rió. Era cierto, su padre era importante en la empresa, pero no tanto como el moreno—. Dijo que tenía que salir con alguien, no sé... eso oí.

Taemin frunció el ceño al oír aquello, sin embargo luego relajó la expresión. Minho era así.

—Bien papá, iré a la empresa a eso de las una.. ¿De acuerdo? Tengo que colgar.
—Nos vemos, hijo.

Ambos colgaron. El castaño desordeno su flequillo y resopló ligeramente antes de guardar su celular y tomar las llaves de repuesto del departamento para luego salir a la calle.


Se pasó la mañana con dos de sus amigos, Kibum y SeolRi. El primero amigo de toda la vida, la segunda compañera de clase en la universidad de arte de Seúl. Pasó con ellos a comprar algunas cosas, estaban de vacaciones y debían aprovechar. Conversaron de cosas trivales como el trabajo y la universidad, también sobre las estupideces que habían hecho los días que no se habían visto, puesto que desde que estaban libres no se habían visto hasta ahora. Kibum había pasado unos días donde sus padres en Daegu, mientras SeolRi se había escapado a Jeju con su novio. Taemin se había pasado días de farra con Minho pero no lo dijo, pues nadie sabía de su extraña relación con el moreno. Era un secreto bien guardado que tenía.


—Yo no e hecho nada... —mintió, logrando que Kibum alzara una ceja.
—¡Mientes! —chilló—. ¿Has practicado deportes extremos o qué? Se nota que estas todo herido.. —entrecerró sus ojos al observar al castaño con una sonrisa divertida en los labios. El seguía creyendo que Taemin solo era un niño.
—Pues... —pensó unos segundos antes de continuar—, estoy practicando break dance —esta vez no mentía, es solo que últimamente habí dejado eso de lado.
—¿De verdad? —SeolRi alzó la voz sorprendida, observando a Taemin con una amplia sonrisa—. Eso es ¡Guay! —rió. Todos lo hicieron.

La conversación continuó solo instants más tardes hasta que Taemin deció dejarlos para pasar a la farmacia y luego ir al trabajo de su papá, solo que para su mala suerte, en pleno ascensor se encontró con Choi.


El alto curvó una sonrisa al ver al castaño frente a él. Taemin dudó en ingresar al elevador, prefería esperar a que Choi desendiera primero, pero eso no ocurrió. Minho lo había jalado para que entrara de una vez para luego apretar uno de los botones y cerrar las puertas del elevador para que nadie más ingresase.


—¿Me extrañaste que viniste a verme? —murmuró abrazando al menor desde las caderas con una de sus manos mientras la otra apretaba el botón con el piso en donde trabaja él y señor Lee.
—Ya quisieras. Vine a ver a papá —La voz de Taemin sonó seca, causando gracia en el alto.
—Estas atrevido, ¿mh? —Choi deslizó sus manos hasta el trasero del mas bajo y apretó sus gluteos, logrando que Taemin gimiera por la impresión y el dolor que sintió.
—Ahm... No....


Minho sonrió y besó los labios de Taemin de forma suave, delineando sus labios con su lengua, sintiendo las heridas abrirse levemente para él. Succionó su labio inferior y unas gotas de sangre terminaron por mezclarse con la saliva del moreno, logrando un sabor unico. El beso se profundizó, enredando su lengua con la de Taemin, cuando este empuñaba el saco del moreno con sus manos temblorosas. Choi siempre lograba quitarle el aliento.

Se oyó un pequeño pitido en el elavador y las puertas se abrieron, momento exacto en que ambos se separaron.

Taemin ingresó al sector de esas oficinas sin mirar al moreno, que seguía en el elevador para volver al piso de recepción.

Suspiró.


Llegó hasta la oficina de su padre y fue recibido por una secretaria. Sonriente y agradable. Era nueva.

—Joven Lee —le sonrió la mujer—. Su padre lo espera, pase por favor.

Taemin asintió y relamió disimuladamente sus labios para retirar cualquier rastro de sangre y/o saliva, antes de arreglar sus ropas e ingresar al despacho de su padre.



****


Ahí estaban los dos. Padre e hijo degusutando una comida en uno de los restaurants favoritos de Lee mayor. Ambos se miraban y comían tranquilamente. Taemin no sabía que decir exactamente, a pesar de que ambos tuvieran una relación tan estrecha le era extraño, más cuando caía en la cuenta que se acostaba con el jefe de su padre. Era una responsabilidad, más si algún dia todo acababa.... De seguro el que saldría más perjudicado sería aquel hombre.

—Papá... —Taemin alzó la voz ganandose una sonrisa por parte del mayor—. ¿cuándo te trasladan?
—Ah pues, se supone que a fin de mes, estaría trabajando en la empresa de Japón. Acaso, ¿ya quieres que este viejo te deje en paz? —Bromeo, y Taemin se dió la libertad de sacudir su cabeza en forma de negación llevando luego un trozo de carne a su boca.
—Me iria contigo.. pero...
—Pero tienes una vida aquí en Seúl. Lo sé. Tu madre siempre me advirtio que serías un chico independiente, pero no pensé que fuera para tanto —el hombre rió y suspiró con pesar al recordar a la fallecida madre de Taemin. Era una gran mujer.
—Mamá nunca se equivocaba —el castaño comentó en voz baja mirando su plato al recordar todas las charlas que había tenido con su madre, esas charlas que su padre ignoraba completamente.

La señora Lee fue la primera en enterarse de la inclinación sexual de su hijo, de su personalidad extrovertida y de aceptar su independecia a los quince, cuando ella sufría de un cancer que la llevó a su muerte meses después. Taemin recordaba esos días como su epoca oscura, pero también recordando bonitos momentos, sobre todos aquellos en donde su mamá le informaba de ciertos acontecimientos que si ocurrían. Taemin aveces creía tener una mamá bruja.

"Algún día conoceras un hombre, Taemin. Pero ten cuidado, aunque todo parezca perfecto, no lo es... Ten cuidado mi niño"

Recordó esas palabras e inconscientemente suspiró. Podría ser Minho, ¿no? Sin embargo su relación no era perfecta, a decir verdad él no creía en la perfección.

La platica con su padre se retomo, entre risas y malos chistes y la preocupación hacia las heridas de Taemin, que entre tanto insistir le pudo convencer y poder tomarse una de las pastillas, excusandose con que los dolores provenian de una practica de baile.

—Ven a verme más seguido, ¿si? Me siento tan solo... —El hombre dramatizo, logrando que Taemin riera y golpeara su hombro con levedad al acompañarlo al estacionamiento.
—¡Yah! Me estas cobrando sentimientos, ¿eh? Tienes que salir con alguien papá... ¿Entendido?
—De acuerdo. Pero recuerda llamarme...

El castaño asintió con levedad y observó como su padre subía al vehículo para luego terminar por perder de vista el auto cuando se halló en la calle.


****

Tenía la tarde libre y no sabía que hacer en ese momento. No podía divertirse con Minho ni aunque quisiera, estaba seguro que tendría que atender las cosas en la empresa, así que decidió relajarse, y que mejor que descansar tranquilamente en su departamento, a solas, tal vez tomar un baño de burbujas, dormir, ver televisión, entre otras cosas. Su cuerpo aún se sentía tenso a pesar de que el dolor en su espalda baja había disminuido. La pastilla estaba surgiendo efecto.


Llegó a su edificio en taxi pues era más rápido. Saludo al recepcionista y al conserje quienes le miraron con extrañeza al verlo regresar luego de cinco días. Cinco días que había pasado en el departamento de Minho; cinco días de sexo, tocaciones, juegos y demases.

—Ash.... —Le fue inutil reprimir aquel quejido cuando pensó en esos días que había pasado con Choi.
Resopló, le encantaba, no podía negarlo, pero el estar ese momento tan cansado y adolorido no ayudaba en nada. Solo le hacía odiar al moreno.


Ingresó al elevador encontrandose con la chica del departamento de al lado, una chica alta, rubia y de facciones finas y delicadas. La envidia de muchas y a perdición de muchos, menos de Taemin.

—Hola, Tae —Exclamó la chica con una sonrisa pasando un mechón de cabello tras de unas de sus orejas, mientras bajaba del elevador quedandose frente a Taemin.
—Hola, Jinah... —murmuró antes de entrar al elevador—. Diviertete.. donde sea que vayas... —rió y la chica lo hizo con el, despidiendose con un leve movimiento de una de sus manos mientras las puertas de acero del elevador se cerraban y Taemin presionaba uno de los botones, el del piso tres exactamente.

Jinah era una chica realmente linda, incluso había llegado a salir con ella a penas se cambio a vivir allí, solo por querer intentarlo con una mujer, solo que no resultó. La rubia lo había rechazado.

"Eres muy lindo, Taemin... Pero un niño aún"

Aquellas palabras le hicieron sonreír ahora, ella tenía un año más que Minho si no se equivocaba. Veintiseis, y el a penas diesciocho; la diferencia era mínima, pero al parecer la chica prefería hombres mayores, pero en realidad nunca le vió salir con nadie después de su cita de cortesía, pero no era de su incumbencia.

Se recargó en una de las paredes de ese pequeño lugar, observando su reflejo en los espejos. Observó su rostro y su aspecto cansado; lo primero que haría sería dormir, toda la tarde hasta el día siguiente si era necesario.


Las puertas del elevador se abrieron y Taemin salió disparado, chocando con una señora mayor acompañada de un niño.

—¡Lo siento! —se disculpó al girarse, notando como la criaturita que tomaba de la mano a la señora reía despacio.
—Ten más cuidado niño.

Lee asintió y volvió a caminar hasta la puerta de su departamento esta vez más calmado pues los dolores habían vuelto.


Una vez en ese lugar que tanto conocía comenzó a desvestirse en la misma sala de estar quedando solo con la polera y la ropa interiro.. ¡Ah! y las calcetas, para luego pasar por la cocina y sacar el jarro de leche que había dejado hace cinco días. Olió el contenido y sintió una arcada así que no hizo más que botar el líquido grumoso y descompuesto en el fregadero.

Minho le debía una leche.

Urgó entre uno de los cajones y encontró un paquete de galletas. Lucía bien así que se dispuso a comerlas camino a su habitación, en la cual se tumbo rápidamente. Se encogió de piernas al colocarse de costado, con el paquete de galletas a su lado mientras abrazaba una almohada y sus ojos se cerraban por si solos.


Se había dormido.

Notas finales:

¿Gusto? Espero que si..

 

MANDEN RVW


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).