Era ahora o nunca, si no lo hacía sentía que luego no podría tener otra oportunidad para mostrar sus sentimientos hacia el chico de ojos de cachorro. Iban a ir a una discoteca con sus amigos, así que no debía desaprovechar esa oportunidad, sabía que el tomar un poco de alcohol le ayudaría a perder los nervios. Jamás pensó que estaría haciendo esta clase de cosas por alguien, pero ahí se encontraba, vestido de la manera más provocadora posible, con el rostro arreglado de manera perfecta. Kim Kibum esta noche iba a conseguir que Kim Jonghyun lo mirara con otros ojos, no con esos ojos de amigo con los que siempre lo había mirado, quería que se fijara en él como algo más.
-Key hyung, ¿estás listo?- le preguntó el menor viéndolo salir de su habitación-
-Por su puesto mi Minnie, esta vez lo conseguiré-
-¡Estás hermoso!- exclamó viéndolo de pies a cabeza -
-Gracias, tú también estas muy guapo hoy-
-Key, Taemin, vamos, solo faltan ustedes- les llamó el líder del grupo -
Y los cuatro amigos se fueron hacia esa discoteca ubicada en Gangnam, una de las ciudades más caras de Seúl. Su amigo los iba a esperar ahí, ya que su agenda lo detuvo un poco más del tiempo planeado, pero no por eso se perdería la diversión con sus amigos. Últimamente todos habían estado bastante ocupados con varias actividades y esa salida la planearon con el fin de desestresarse un poco.
Cuando llegaron, el VIP les indicó a que mesa debían de dirigirse.
-¿Y dónde rayos se metió Jonghyun?- Preguntó molesto el líder al no encontrar a su amigo esperándolos en la mesa -
-Esta bailando con una chica- dijo el moreno quien lo vio unos metros más allá, bailando demasiado cerca a una chica rubia-
-Iré a la barra por un trago- dijo el rubio mirando con ojos asesinos como el castaño bailaba de esa forma con la chica -
Tomó asiento en una de las banquillas que se encontraban frente a la barra y pidió un whiskey en las rocas. Los celos amenazaban con desbordarse, así que prefirió no mirar hacia la pista de baile y tragarse el coraje, que combinado con licor pasaba más rápido por su garganta.
Cuando ya hubo tomado seis vasos, un joven de cabellos negros se le acercó invitándolo a bailar.
-Hola lindo, ¿no quieres ir a bailar conmigo? Te veo muy solo acá...-
-Bueno yo...- comenzó a decir el rubio, cuando de pronto vio unos metros más allá que el castaño de ojos de cachorro lo observaba -claro, vamos- dijo esbozando una sonrisa, tomando al chico de la mano y dirigiéndose a la pista de baile -
La mezcla de música que estaban poniendo en ese momento era muy buena, pero cuando apenas ambos habían empezado a bailar, la música cambio a Energetic de BoA. Esa era una de las canciones favoritas del rubio, una de las que quería bailar con el castaño, pero ahora se encontraba enojado por el espectáculo que dio con esa tipa, así que no le pareció mala idea bailar esa canción con ese chico como pensaba hacerlo con él, quien por supuesto estaba observándolo.
"A ver qué te parece esto" pensó el rubio bailando de la manera más provocadora posible. Sabía que corría el riesgo de que el pelinegro se lo tomara de otra manera, pero no le importaba, pues el castaño lo estaba mirando muy atentamente desde la barra mientras bebía. Movía sus caderas al compás de la música, muy pegadas a las del pelinegro, quien pronto puso sus manos a cada lado, atrayendo más el cuerpo del rubio al suyo. El rubio solo podía mirar de reojo al castaño, sin que este se diera cuenta, pero podía ver que no le estaba gustando mucho el espectáculo que estaba dando. Ya no faltaba mucho para que la canción terminara, cuando sintió que una mano lo separó del cuerpo del pelinegro.
-¡Hey! ¿Quién te crees para interrumpir de esa manera?- le gritó molesto el pelinegro al castaño, que tomó por la muñeca al rubio, alejándolo de él -
-¡Jonghyun, basta! ¡Me estás lastimando!- se quejó el rubio tratando de zafarse del agarre -
-¡Déjalo!- gritó el pelinegro tratando de impedir que se llevaran al rubio, pero el castaño volteó y le dio un golpe que lo mandó al suelo-
-¡NO TE METAS EN LO QUE NO TE IMPORTA!- le respondió el castaño, y se llevó al rubio lejos de la pista de baile-
-¿Quién te crees para malograrme la diversión de esa manera?- le recriminó el rubio cuando el castaño lo soltó. Ambos se encontraban en una parte poco iluminada del local -
-¿Acaso no te das cuenta que haciendo eso él se querrá aprovechar de ti?- le respondió molesto el castaño, acorralando al rubio contra la pared -
-¿Y a ti que te importa lo que me pase?- contraatacó el rubio empujándolo -
-¡Claro que me importa! ¡Y mucho! ¡Tú me importas mucho Key!- dijo el castaño dejando un poco descolocado al rubio -
-So-solo somos amigos Jonghyun, así que no trates de controlarme como si fueras mi padre - le contestó tratando de aparentar como si lo último dicho por el castaño no le hubiera afectado en lo más mínimo y no hubiera entendido -
-Mira Key...- comenzó a decirle el castaño -
-Ya no quiero oírte, ¡estoy molesto contigo!- le hizo saber el rubio, dándole la espalda -
-Key...- comenzó a decir el castaño, pues sabía que una vez que el rubio se molestara, iba a ser muy difícil conseguir su perdón, pero de pronto comenzó a sonar Eat you up -
-Si quieres que te perdone, baila esta canción conmigo- dijo sin más el rubio -pero si no quieres hacerlo, pues buscaré a alguien más que quiera bailar- agregó y comenzó a alejarse de donde estaba el castaño -
-¡No! Está bien, bailaré contigo- le hizo saber el castaño, y ambos se dirigieron a la pista de baile -
"Justo como te quería Kim Jonghyun, ahora verás..." se dijo mentalmente el rubio, mientras comenzaba su vaivén de caderas.
-Dime, ¿te molesta que baile así?- le pregunto pícaramente al castaño -
-N-no, p-pa-ra nada...- apenas y pudo responderle el castaño, pues los movimientos del rubio estaban empezando a calentarlo -
-Si no te gusta, házmelo saber- le dijo guiñándole un ojo -
El castaño estaba siendo hipnotizado por los movimientos del rubio. Esos ojos gatunos parecía que le estuvieran gritando cada una de las palabras de la canción, pronto sus manos se sujetaron a la estrecha cintura del rubio, acariciando la blanca piel de este. No supo desde cuando empezó a mirar con otros ojos al rubio, pero era inevitable, por más que lucho contra ese sentimiento no resistió. Eso sí, jamás le hizo saber al rubio sus sentimientos por miedo al rechazo, pero como estaban las cosas en ese momento, supo que aquel sentimiento era correspondido. Sentía que tanto como él había deseado tener al rubio entre sus brazos, sólo para él, el rubio le estaba demostrando que también lo deseaba.
-¿Por qué me castigas de esta manera?- le susurró el castaño al rubio en el oído -
-Es tu castigo por haberte portado mal conmigo- le dijo enlazando sus manos detrás el cuello del mayor y mirándolo a los ojos -al menos te hubieras buscado una chica más linda-
-Tu pronto serás castigado por provocarme de esta manera- le amenazó el castaño, pegando por completo el cuerpo del rubio hacia el suyo, haciendo que este sienta la erección que le había provocado, sacándole un gemido de la boca casi inaudible -
-Si tanto me deseabas, ¿porque estuviste ignorándome todo este tiempo?- le interrogó -
-He sido un completo idiota- respondió simplemente el castaño, dejando su rostro a centímetros del rubio -la verdad te necesito tanto... como si fueras el aire que respiro- agregó -
Enterarse de esa manera los sentimientos del castaño era algo que no se esperaba, aunque estando ambos de esa manera, era poco probable que las cosas hubieran sucedido de otro modo. El alcohol en el cuerpo estaba siendo de gran ayuda para ambos. La canción terminó en esos instantes, así que el castaño no se lo pensó más y arrastro al rubio con él, hacia un lugar un poco más apartado, privado.
En el segundo piso del lugar había algunas habitaciones. Ambos entraron a una de las que estaban vacías. El castaño se encargó de cerrar la puerta con seguro detrás suyo, así nadie podría interrumpirlos. El rubio se había sentado al borde de la cama, y lo llamó con un movimiento de su dedo índice, mientras pasaba su lengua por su labio inferior. El castaño no pudo aguantar un segundo más y se lanzó sobre él, devorando sus labios, mientras que con sus manos recorría el cuerpo del rubio.
-Mierda Key ¿por qué eres tan delicioso?- le dijo el castaño pasando su lengua por el cuello del rubio -Te voy a devorar, ahora serás solo mío- le susurró el castaño al oído, para luego tomar la oreja de este entre sus dientes, haciéndolo ronronear de puro gusto-
-Ah... qué esperas...- dijo el rubio abriendo de golpe la camisa que llevaba el castaño, haciendo que los botones salieran despedidos en todas direcciones -
Y la batalla entre sus bocas comenzó, mientras sus manos trataban de tocar cada rincón posible del cuerpo del contrario. El castaño le sacó la camiseta al rubio y capturó entre sus labios uno de sus botones, haciendo que el rubio se deshiciera en gemidos. Una de sus manos bajo y tomó la erección del menor; cuando sintió que ese botón estaba lo suficientemente duro descendió hasta la erección del rubio, y luego de deshacerse de los molestos pantalones de este, pasó su lengua por toda su extensión, haciendo que el menor se retorciera y gimiera ruidosamente por el inmenso placer que estaba sintiendo, pero el rubio no quería que todo terminara tan pronto, así que decidió apoderarse nuevamente de los labios del castaño, mientras sus manos se encargaban de despojarlo de toda vestidura. Cuando ambos estuvieron completamente desnudos, el rubio se puso encima del castaño, sentándose a horcajadas, mientras rozaba descaradamente su trasero contra la erección de este.
-Joder Key...- dijo tomando el trasero el rubio entre sus manos, haciendo que se restriegue más contra su dura erección, dejando brotar fuertes gruñidos de su garganta -
-Fóllame de una vez- suplicó el rubio arañando el pecho del mayor -
El castaño puso sus dedos en la boca del menor, haciendo que los ensalivara bien. Introdujo cuidadosamente uno de ellos en la estrechez del rubio, haciendo que se retorciera un poco incómodo. Entraba y salía de ese cálido interior y un momento después pudo introducir un dedo más; cuando estaba por meter el tercer dedo, decidió distraer al rubio apoderándose salvajemente de sus acorazonados labios, logrando su objetivo. Al sentir que ya estaba preparado, retiró sus dedos de su interior, ganándose un gruñido de descontento por parte del menor, que había estado disfrutando esa intromisión.
-Tranquilo, ya se viene lo mejor...- le hizo saber -ahora ponte en cuatro- le indicó incorporándose y poniéndose detrás de él, mientras ensalivaba más su miembro para tratar de lastimar lo menos posible al rubio -
Empezó a introducir lentamente su miembro, pero se detuvo al sentir que el rubio se tensaba un poco. Decidió tomar con una de sus manos el olvidado miembro del rubio, distrayendo su atención, y cuando el rubio se encontraba ya un poco más relajado, siguió introduciéndose lentamente en su estrechez. Una vez completamente dentro de este, comenzó un lento vaivén con sus caderas, entrando y saliendo de su interior. El rubio pidió que aumentara la velocidad y el castaño no se negó, haciendo que si miembro tocara ese punto dentro del menor que empezara a gritar, haciéndolo sentir como si tocara el cielo.
El rubio estaba siendo penetrado fuertemente y a gran velocidad por el castaño. Todo ello era simplemente demasiado, así que unos momentos después el rubio llegó al clímax viniéndose en la mano del mayor, y este no tardó mucho en seguirlo. Ambos cayeron flácidos en la cama, tratando de recuperar el aliento.
-Así que... ahora soy solo tuyo- dijo el rubio rompiendo el silencio, acostándose sobre el pecho del castaño -
-Acabo de marcarte. Ahora me perteneces...- le respondió el mayor rodeando la cintura del otro con su brazo -
-Hace tiempo estuve esperando que lo hicieras, mira todo lo que tuve que hacer para que al fin te decidieras -
-Así no lo hubieras hecho, igual pensaba marcarte como mío esta noche...-
-Gracias por hacerlo, ahora nada ni nadie me alejará de tu lado- le dijo sin más el rubio, dejando un casto beso en los labios del castaño -
-Te amo Key...-
-Yo también te amo Jjong-
Y ambos decidieron quedarse en ese lugar para seguir disfrutando de la compañía del otro, aunque mañana el mayor les llamara la atención por ser tan irresponsables y preocuparlo al desaparecerse sin siquiera avisarle.
Ya cuando él se enamorara de alguien los entendería.