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unstable-enjoyment.com ~ Digital Skin por JHS_LCFR

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Vengo a aclarar algo antes de que sigan tirándome mierda, ¿Okey? Ahora siéntense y escuchen, tengo poco tiempo y Soo debe continuar la historia.

 Soy un chico impulsivo ¿Está bien?, y no puedo evitarlo. Punto.

Crecí con la enseñanza de que tenía que pagar con mi cuerpo, o al menos así me obligaron a creerlo hace tanto tiempo que ya no recuerdo la primera vez que lo hice. O creo que sí, sí: fue cuando empecé la secundaria…había reprobado olímpicamente matemática, y al profesora me llamó aparte cuando terminó la jornada, hablándome de la pena que le daba verme tan perdido mientras, inconscientemente (de mi parte), me guiaba hasta el estacionamiento. Sí, ahora sí todo vuelve: “tengo una propuesta para hacerte, Jonginnie”, decía sonriente mientras desactivaba la alarma del auto. “Ya sabes…quizás puedas, no sé, ayudarme y yo te ayudaré a cambio”, comentó mientras se sentaba con la puerta aún abierta y se reclinaba hacia atrás. “¿Me entiendes?”.

Perra. Maldita, maldita perra. No tenía ni la más puta idea de lo que tenía que hacer, así que me fue guiando; y ahí fue cuando empezó todo: empecé a proponerles el trato “te ayudo-me ayudas” a otros maestros, que no tardé en notar que posaban los ojos en mí interesadamente. Cómo no me daba cuenta de que la de Literatura ponía su pecho a la altura de mi cara para verle por el escote abierto, cómo no noté antes al de Inglés tocarme con entusiasmo los brazos cuando le pedía que leyera en voz alta…en fin, así sobreviví al colegio: mamando, follando, besando y tirándome cualquiera que quisiera hacerme un favor a cambio, escondidos en algún auto o en su casa al anochecer, cuando su esposo o mujer llegara tarde del trabajo.

Oh, pobrecitos. ¿Sienten lástima por mí? No la tengan, si yo siempre salía ganando. Sobre todo cuando descubrí que podrían pagarme en efectivo al mostrar mi cuerpo; si, estoy hablando de unstable-enjoyment.com…aquella página que me hundió en el fondo de la mierda y me salvó la vida al mismo tiempo. No la detesto, no la odio ni a esa página ni a quienes la administran, no señor. Yo me busqué solito eso…y solito también llegó “él”, con sus ojos grandes y sus llantos maricones, capaces de quebrarme, de hacerme sentir…algo, algo lindo.

Aún recuerdo la primera noche en que apareció: el muy estúpido quiso hacerse el macho y lo terminaron moliendo a golpes enfrente de mí, llorando y gritando y retorciéndose de dolor. Ustedes dirán “vaya sádico”…pero ahí empezó a ¿Caerme bien? Mmh, nah…ahí empezó a ser un humano al cual respetar, sí, eso. No le debía la vida pero tampoco me había molestado. Me había hecho un favor. Conclusión: “yo te ayudo-tú me ayudas”, teníamos que estar a mano. Y lo único que sabía hacer era dejar que se adentrara en mí y se corriera como todos los demás cerdos que me buscaban. Pero él no lo hizo, recuerdo su rostro: tenía miedo, quería llorar, no le gustaba nada lo que estaba sucediendo. Pobrecito, a veces pienso que se merece algo mejor que esto…digo, que yo.

Bueno, “esto”. Mi cuerpo. Yo. Es todo lo mismo.

Pasando los días, noté que era un tipo soportable, aunque aún me dolía esa vez que me llamó “Kai”, pues se había delatado solo. Ahora le creo cuando me dijo que no miró los videos, Kyungsoo no sería capaz, no aguantaría ni los primeros cinco minutos. Y eso que las escenas fuertes no salían de una sola toma. Al principio pensé en aprovechar el pequeño pero importante factor de que sabía qué mierda hacer con la comida de la heladera, incluso cuando me dio plata para comprar leche tuve que aguatarme el no reírme en su cara. Pero después, después…cuando vi que no se quería ir, que quería asegurarse de que comiera e hiciera los deberes, de que estuviera físicamente bien…

…Recuerdo el pánico, recuerdo el miedo. “Sal de ahí”; me gritó una voz cuando me dijo que me quería. “No puedes estar cerca de ese lunático”. Pero el lunático en realidad era yo…inconscientemente sabía que una basura como yo no se merecía a Kyungsoo, pero era tan pendejo y tan estúpido que lo culpaba a él por tonto, por confiar demasiado rápido.

Y el que estaba haciendo eso era yo, porque lo dejaba dormir en mi cama, le dejaba quedarse mientras yo no estuviera e incluso le pedí de acompañarlo al supermercado para no extrañarlo una vez que estuviera solo en casa…

¿No les quedó en claro todavía? Ok, más fácil: Sí, amo a Kyungsoo, lo quiero sólo para mí y no soportaría la idea de alguien más tocándolo a mis espaldas. Es mi propiedad, me pertenece a mí y a nadie más que a mí. Por siempre. ¿Okey? Sí, más te vale…Y no te rías, que hablo en serio…

En fin, cuando pensé que estaba encariñándome demasiado con “Mister Sensible”, empecé automáticamente a buscar chivos expiatorios. O sea, entiéndanme, ¡No tenía ni puta idea de lo que era el amor! Pensaba que era calentura momentánea…por eso le mentí diciendo que Yifan Hyung me gustaba, por eso filmé el Crossover con Tao GeGe, por eso hice también lo que quiero explicar desde hace más de ochocientas veinticinco palabras…Hablo de mi estancia en lo de Yifan-ssi. O mejor dicho, el usuario Kris. Para ser más exactos, me remontaré a la primer noche que pasé en su casa, antes de que llegara mi hermana (GaEul, la buena y súper bonita noona que todos quieren, Saranghae~!) y antes de que ocurriera todo el despiole de Chanyeol y su chico.

Kyungsoo se había marchado, desesperado porque rendía pronto y no había tocado un puto libro. Y yo sabía que era por mi culpa, todo, todo, todo por mi culpa, y me hacía sentir terriblemente mal, porque si bien dijo que quería ayudarme terminó hundiéndose en parte él también. En resumen: estaba asquerosamente deprimido, hecho una bola de lástima y tristeza en la cama del bodoque rubio, que se giró en la silla hacia mi dirección y me “tranquilizó”; diciendo que el chiste de que iba a matarme por haberle mentido sobre la casa de paredes negras y puerta roja (que no existía, recordarán) no era cierto, que no quería asustarme. Uff, sí, porque metes muchísimo miedo, grandulón. Sé tantas cosas de ti, mira…agradéceme a MÍ por no contarlas. Calentón voyeur degenerado metro noventa pito cor…lo siento, volviendo:

-Yah, tampoco quería asustarte de por vida. Muévete, respira, haz algo.

Me sentía triste por primera vez en mucho tiempo. No tanto como cuando murieron mis padres o SuJin nos abandonó, pero casi, casi así me sentía. Triste, solo e incómodo, con el pervertido de pelo decolorado fingiendo preocuparse por mí. Sí, claro.

-Puedo pegarme una ducha, ¿Verdad?—pregunté así sin más, quería pensar en algo…algo que me venía rondando en la cabeza desde hacía rato. Y necesitaba alejarme de ese tipo, que me desconcentraba.

-Por supuesto—asentí en agradecimiento y me levanté—Le avisaste a tu hermana de la mudanza, quiero imaginar—dijo de pronto.

-No vendrá hasta mañana al mediodía. Trabaja de noche—¿Era estúpido? Se lo había dicho Kyungsoo antes de irse en la entrada, yo los escuché.

El caso es que me encerré en el baño y abrí la ducha, escuchando los griteríos graves de Yifan que me decían dónde estaban el shampoo, el acondicionador y todo eso. Cuando me quité la ropa, me sentí incómodo: no quería desnudarme ahí, él podría entrar a cualquier momento. Y no quería mostrarle mi cuerpo después de la noche con Kyungsoo. Sería como traicionarlo, o algo así. No quería bañarme. Ahí empezó a luchar mi corazón contra mi pasado, por más cursi que suene: el primero me felicitaba por sentirme así, porque estaba madurando sentimentalmente, estaba comprometiéndome con alguien, estaba amando como se debía amar, queriendo como se debía querer. El segundo me gritaba “estúpido”, que estaba confiando demasiado rápido en Soo Hyung y que tenía que buscar YA MISMO un chivo expiatorio, para asegurarme de seguir siendo la misma mierda insensible y barata que se abría de piernas cuantas veces se le presentara la oportunidad. ¿Y quién iba a ser ese chivo expiatorio?

-Hyung…

Sí, él. El bodoque necesitado.

-¿Cómo podría agradecerte por la ayuda?—le rodeé el torso con los brazos y automáticamente hice lo único que sabía hacer medianamente bien: aquello que ahora me da asco de solo recordarlo, aquello que me resulta horrible si no lo hago con Kyungsoo, a quien le debo todo o que soy y lo que tengo.

Físicamente no estaba nada mal, tenía un cuerpo envidiable, pero también muy sensible, porque lo escuché gruñir al más mínimo toque, temblar ante el primer lametazo detrás del oído, y me tumbó ni bien dejé al frío descubierto su torso, levantándole la camiseta. Fue lo mismo de siempre: él sobre mí, arrodillado y apresándome por las caderas, ambas muñecas sujetas con una sola mano. Por dentro, estaba aturdido, porque me sentía molesto, no quería estar ahí…quería estar con Kyungsoo, quería tratarlo mal a propósito para verlo aún estar a mi lado, soportando mis defectos y las estupideces que ni yo aguantaba de mí mismo, quería recompensarle la paciencia con un beso o un abrazo, quería escucharlo cantar dormido, acunándome, quería…lo quería a él.

-Escúchame—Yifan me trajo de vuelta a mundo, tomándome del mentón con la mano libre—Tengo otros planes en mente, ¿Ok? Y tú no apareces. En ninguno de ellos. Además, Kyungsoo  te aprecia bastante, y me enerva ver cómo le pagas la ayuda. Si no fuera por él, tú no estarías viviendo aquí, ¿Me oíste?

Tenía razón. Y yo estaba jugueteando con él, fingiendo que no me importaría perder a Soo, haciendo de cuenta que no me resquebrajaría en mil pedazos si se alejaba de mí. Pero más allá de eso, había logrado mi cometido: ahora sí estaba seguro que Kyungsoo me quería, porque otra persona además de él me lo estaba asegurando.

-¿Entonces no era sólo yo? ¿De verdad me quiere?—Inquirí, necesitaba oírlo.

Fingió exasperarse, lo sé, y asintió, molesto. El gesto me alegró tanto que contuve un grito de emoción: no estaba loco, ya podía dejar de zarandearlo de un lado a otro, porque se iba a quedar conmigo. Porque me quería. La persona que yo quería también me quería a mí.

…¡Yay!...

-Qué bien—quería festejar, pero el bodoque me lastimaba las manos—Ya me estaba obligando a distraerme con otra gente—expliqué antes de que me moliera a sopapos.

-Pues no lo hagas, concéntrate en él—me espetó—Ahora ve a bañarte y sécate esas lágrimas…maricón—agregó levantándose, dejándome ir.

No estaba llorando…puto. Sólo tenía…basuras en el ojo. Carajo.

-Sí, Hyung. Nim. Señor—bromeé, casi saltando de vuelta al baño.

Después de ducharme todo se iría al traste: llegaría el pelele ruliento (ese tal Chanyeol) y malinterpretaría todo, se haría el ofendido cuando después el que se maneja con “Manuela Mefrotti” es él al mirar a BH y armaría un escándalo, terminando a los golpes con el bodoque y encontrándose de pura suerte a mi hermana (Noona, te amo~!), sin olvidar que después pediría ayuda a nosotros, “los sucios”, para rescatar a su noviecito (se copia de Kyungsoo, todos se copian de Kyungsoo…).

 Bueno, qué más puedo agregar… soy un chico impulsivo, tuve una vida difícil, logré superarlo, muchos piensan que soy altanero y manipulador…y en cierta instancia, las primeras veces que trato con alguien, lo soy. Punto.

Ah, sí, me olvidaba.

Nadie tiene permitido tocar a Do Kyungsoo.

Él.

Es.

Mío.

Notas finales:

Ohooo, a que no se la esperaban ;P

De todas formas, a partir de ahora seguirá narrando Kyungsoo...quizás Kai lo haga en un Extra, no lo sé.

Bunny, gracias a vos supe dónde meter el Kai POV, que no gustaba cómo quedaba en ningún otro lado :D *reverencia*


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