Esas eran las mañanas en las que el sol iluminaba agradablemente su sencilla vida. Sin ninguna preocupación mayor que sus propias ansias de nada en particular, se paseaba entre la estantería de la biblioteca con el celular en mano. Como era su costumbre, mandaba mensajes irrelevantes a la persona que amaba.
Casi al fondo, por la sección de poemas épicos escucho el sonido del vibrador de un celular. Miró el suyo, pero todavía no le habían contestado. Cuando levanto la vista para sacar el libro que buscada El Mio Cid el hueco que quedo le permitió ver a un joven del otro lado revisando su móvil. Su piel era apenas más oscura que la de él y esbozaba una sonrisa graciosa en su rostro.
Cuando la respuesta llegó y su celular vibro en el silencio de la biblioteca de la universidad él chico moreno levanto la vista y lo vio a través del hueco. Esbozo una sonrisa de inmediato y Luhan se sintió avergonzado de haber sido sorprendido mirándole.
El chico parecía tener carisma y de inmediato quiso sacar conversación para salir del paso.
_ Busco a Shakespeare- dijo con una gran sonrisa mientras guardaba su móvil- soy de primer año y me pierdo en esta universidad.
_ Más adelante- respondió tratando de superar su bochorno.
_ 1526 SHad- dijo al leer el papel en su mano- ¿parece un código?
_ El orden para guardarlo, así no se pierden…
_ No hay forma que yo me aprenda esto- rio.
_ Todos pensamos lo mismo al principio pero luego nos acostumbramos- dio la vuelta al estante y se reunió con él- lo buscaré para ti.
_ Gracias.
Pasaron dos estanterías hasta llegar a la señalada. Luhan poso sus ojos por los libros una vez y lo encontró de inmediato. El chico parecía muy sorprendido.
_ Muchas gracias. Yo hubiese estado todo el día o hubiese tenido que pedir ayuda ¿Eres un estudiante avanzado en letras?
_ Sí, estoy en tercer año.
_ Yo comencé este año, es un gusto conocer a un superior- le hizo una reverencia.
_ Si necesitas ayuda, no dudes en pedírmela.
_ Muchas gracias, por cierto mi nombre es Kim Jongin.
_ Lu Han.
_ Luhan… que hermoso nombre- sus ojos destellaron tenuemente cuando sus labios pronunciaron aquel nombre.
Ambos estaban sentados debajo del árbol en el parque del campus, Luhan leía y Jongin fingía que lo hacía también. Tenía esa costumbre de distraerse fácilmente, especialmente cuando el mayor estaba cerca de él.
El celular de Luhan vibró y él sonrió tenuemente mientras lo tomaba en sus manos para leerlo.
_ Recibes muchos mensajes…- murmuró- ¿tu novia?- pregunto con algo de precaución mientras esperaba la reacción del mayor.
_ Casi…
_ ¿Casi? ¿Todavía no es oficial?- continuó preguntando con mucha cautela, para que no se molestara con él ni se diera cuenta que realmente le interesaba saberlo.
_ Novio…- Luhan dirigió sus ojos al menor para ver su reacción.
Este le quedó mirando un instante, luego esbozo una sonrisa a media. Era una buena y una mala noticia para él al mismo tiempo.
_ ¿Me vas a decir quién es ese amigo tuyo?- dijo mientras se aferraba a su cintura por detrás. Ambos no tenían miedo de expresar su amor públicamente a pesar del que dirán. Sehun todavía llevaba puesto el uniforme del colegio cuando lo fu a encontrar a la salida del campus.
_ ¿Qué amigo?- pregunto sonriéndole.
_ Te vi charlando con alguien, no le pude ver el rostro ¿Quién era?
_ Un chico de primer año, lo ayudo a adaptarse al ritmo de la universidad.
Sonrió.
_ Me dieron permiso para quedarme este fin de semana contigo.
_ ¿Hiciste todas tus tareas?- pregunto burlándose del menor.
_ Voy a tu casa cuando quiero- replico el menor apretando su cintura con sus brazos- solo le aviso a mamá para que no se preocupe. Este año termino la secundaria y el año que viene estaré contigo en este campus.
_ ¿ya pensaste que vas a estudiar?
_ No.
_ ¿Entonces porque dices que estarás en este campus?
_ Estudiare cualquier cosa que se dicte en esta universidad y estaré en este campus.
Luhan se echó a reír.
Cuando entro a la habitación lo vio prendido a su celular.
_ ¿Con quién te escribes?- le pregunto.
_ Con mis amigos- respondió el menor- mañana tenemos que reunirnos a terminar un trabajo.
Se recostó a su lado y le acarició la cabeza.
_ Mañana no hay clase así que estaré aquí todo el día.
_ Me iré temprano y volveré antes del mediodía- dijo volteando hacia él- después podemos pasar el resto del día juntos.
_ ¿Qué quieres que hagamos?
_ Nada, quedémonos aquí.
_ Está bien- le beso.
Mientras acomodaba sus almohadas trataba de mirarle. Desde que llegó no había dicho ninguna palabra.
_ ¿Tampoco me miras?- le dijo, su voz sonaba débil- en este estado ya no debo lucir atractivo para ti.
_ No es eso- replicó Jongin mientras llenaba el vaso con agua para él.
_ Por fin hablaste… ¿te molesta tener que venir, verdad?
_ Basta. Estoy enojado contigo.
_ ¿por qué?
_ ¿Por qué no has querido ir a un hospital Kyung Soo?
_ Odio los hospitales.
_ Y yo odio verte así.
_ Esperar el trasplante aquí o en el hospital es lo mismo.
_ No es lo mismo.
_ No llegará ¿para qué molestarme? Pronto tú tampoco tendrás que molestarte.
_ Lo dices como si fuera una carga para mí.
_ ¿No lo es?
_ Yo te amo.
_ ¿Me amas?
_ ¿No lo crees?
_ Yo también te amo.
_ Entonces ¿Por qué peleas conmigo?
_ Peleo conmigo mismo, estoy enojado conmigo.
_ Kyung Soo.
_ Estoy cansado de esta vida, me quiero morir pronto. No quiero estar así- comenzó a alterarse y el aire le comenzó a faltar- Esperar por algo que jamás va a llegar es una situación muy patética. Si va a pasar desearía que tan solo sucediera ¡No quiero estar así! ¡No quiero ver que estés conmigo por lástima!- la toz le volvió- ¡Pero tampoco quiero que te vayas! ¡Así que solo quiero morir! ¡Morir de una maldita vez!- finalmente la toz le impidió continuar hablando.
Jongin intentó auxiliarlo pero su estado se había deteriorado demasiado y finalmente tuvo que llamar a una ambulancia.
Esa noche, casi de madrugada, Kyung Soo fue internado de gravedad en terapia intensiva. Estaba primero en la lista de trasplante de corazón. Las horas comenzaron a irse y la incertidumbre creció.
Jongin había pensado mucho en ese momento, pero vivirlo era algo totalmente distinto. Jamás imagino que podía sentirse así, apenas lograba mantener la calma, apenas se mantenía de pie.
Le dio una vuelta a aquel espectacular BMW I8 Spyder color negro con una sutil sonrisa en su rostro.
_ ¿Te gusto?- pregunto Kris.
_ Me encanta- replicó.
El rostro del mayor dibujó una expresión de satisfacción.
_ El mejor regalo de cumpleaños que podría haber imaginado.
_ Maneja con cuidado.
_ Gracias- se le acercó y le beso.
Tao aún se sentía algo descolocado cuando paseaba por las salas de elegante pent-house. Mientras Kris no le veía, el paseaba mirando el sin fin de objetos de adornos de mucho valor que había ahí.
_ Pasado mañana habrá una exposición de ese artista- dijo al entrar señalando el cuadro de flores al estilo cubista que Tao miraba.
_ Park Chanyeol- dijo al leer la inscripción.
_ ¿Vienes conmigo?
_ Claro. Será divertido estar entre la creme por un rato.
_ Es solo gente aburrida de la vida, pero los cuadros son magníficos. Ese lo adquirí por el portal de la galería, ahora quiero ir a la exposición así conozco al artista.
_ Será interesante- miro su reloj, era ya de madrugada.
_ ¿Ya te vas?
_ Algunos tenemos que trabajar los sábados a la mañana.
_ Claro…
_ Muchas gracias- se acercó y le beso- mañana vendré a cenar contigo.
_ Hasta mañana.
Llegaba con tanta prisa que se tropezó en el marco de la puerta. Soltó una risa divertida y se acercó a él que le esperaba sentado sobre la cama.
_ El transporte público es un asco, pensé que no llegaba- se inclinó y le beso- igual me sorprendió que me llamaras a estas horas.
_ Tenía ganas de verte- respondió el menor- ¿acabas de salir del trabajo?
_ Sí, me tuve que tomar un taxi porque a estas horas el subte ya no pasa.
_ Baekhyun, creo que deberías comprar un auto. Es más práctico.
_ ¿Enloqueciste Tao? Chocaría tres veces antes de llegar a la esquina, no es lo mío manejar ¿Tú en que viniste?
_ Auto…
_ ¿Auto?
_ Me regalo uno.
_ Dijiste que no volverías a aceptar un regalo así.
_ Tampoco puedo rechazarlo. Él simplemente creería que soy estúpido, no entiende.
_ Eres estúpido si no aceptas un auto.
_ Tú tampoco aceptas que paguen tus cuentas y trabajas en ese antro.
_ Trabajar es lo mínimo ¿no? Al menos me distrae.
_ Yo también quiero distraerme, por te pedí que vinieras ¿Por qué has empezado a regañarme?
_ Lo sé. No te preocupes, no diré más- le beso mientras se colocaba sobre él empujándolo suavemente para que se recostara sobre la cama. Con su mano le fue desabotonando la camisa hasta llegar al pantalón.
Sehun trató de levantarse sigilosamente para no despertar a Luhan que dormía junto a él.
_ ¿Ya te vas?- le preguntó.
_ Sí ¿te desperté?
_ No te preocupes- murmuró aun somnoliento.
_ No tardaré.
_ ¿Vamos a la tarde de compras?
_ Si, suena genial.
_ Nos vemos.
_ Nos vemos- le beso en los labios y la frente mientras el mayor volvía a dormir.
El lugar al que iba no estaba realmente lejos de ahí, era una zona residencial y la mañana estaba hermosa, por lo que camino las diez cuadras hasta su destino.
Mientras caminaba su expresión parecía consternada. Siempre miraba a aquel a quien decía amar con una expresión de tristeza en su rostro antes de irse. Pero Luhan jamás había notado ese comportamiento en él.
Llevaba el celular en mano y lo revisaba repetidamente como si esperara algún mensaje o alguna llamada, pero este estaba en silencio desde el amanecer.
Toco varias veces el timbre y espero afuera largamente, pero no recibió ninguna respuesta. Tampoco respondían sus llamadas. Finalmente se decidió por escribir un mensaje y se fue. Vine y no estabas ¿sucedió algo? Llámame, quiero hablar contigo.
El viento que se arremolinaba a su alrededor no hacía más que incrementar la sensación de vacío y soledad que por esas horas sentía. Peor que eso era su frustración frente al lienzo blanco de la pintura sin comenzar. Necesitaba algo más en que pensar.
Pero por esas horas siempre aparecía él, vestido de negro y con el cabello húmedo. Entraba sin tocar la puerta e iba de inmediato al refrigerador a tomar algo para hacer el desayuno.
Él siempre le veía sin hacer o decir nada, hasta que Baekhyun se sentaba en la mesa junto a él con el desayuno servido y le miraba con media sonrisa. Siempre era alguna frase que solo él entendía y que dejaba al moreno cavilando por un segundo hasta que se daba por vencido y empezaba una conversación aparte.
_ El negro no representa ningún color…- murmuro cuando Baekhyun se sentó frente a él dejando el desayuno en la mesa.
Le miro un instante sin comprender hasta que tomó su café y para darle el primer sorbo. Él nunca desayunaba, todo lo que cocinaba era para Chanyeol.
_ Todo está aumentando de precio y mi sueldo no aumenta- dijo- debería haber un aumento este marzo, pero hay que ver si mi jefe me lo hace valer. Si esto continua así deberé buscar un tercer trabajo, uno ya no sabe que hacer para vivir decentemente.
_ Ya tienes dos ¿tantos gastos tienes?
Sonrió.
_ Me doy mis gustos- dijo pasando la mano por su chaqueta nueva de Armani.
_ Si te hace falta dinero te lo daré.
_ No me gusta que me mantengan, me las arreglare.
_ Como quieras.
_ Suficiente que vengo a comer aquí- rio.
_ Si nunca comes.
_ Es que por las mañanas no tengo hambre- sonrió y se paró llevando su taza de café para mirar los cuadros apilados contra la pared- ¿Cuándo será la muestra?
_ Mañana a la noche.
_ ¿Ibas a pintar uno nuevo?- pregunto mirando el lienzo en blanco.
_ Tenía ganas… pero no se me ocurrió nada.
_ Todos tus cuadros son perfectos.
_ Tú estás en muchos de ellos.
_ Sí alguien puede encontrarme, apenas me reconozco en ellos- soltó una risita.
_ Es la forma en que te veo…
Torció y le contemplo.
_ Antes sonreías más… Chanyeol. Hace tiempo que ya no lo haces.
_ Tú también.
Le miro y su sonrisa tembló.
_ Yo siempre sonrió…
_ ¿Realmente?
Despertó por el sonido del tren que pasaba cerca de aquel departamento barato en el que Baekhyun, su amante, vivía. Miro a su alrededor y notó que ya no estaba. Miro su reloj Rolex de oro que Kris le había regalado y vio que ya eran las 8:30 hs y hacía ya media hora debía de estar en el trabajo.
Corrió para vestirse y salió apresurado en su nuevo auto en dirección a la librería donde trabajaba. Aún no estaba acostumbrado al auto y tampoco tenía licencia en ese país. Pero con la prisa que llevaba no pensó en eso. Solo pensaba que si lo despedían no sabría cómo explicárselo a Kris, ese al que decía amar.
Sehun iba de vuelta a la casa de Luhan por aquel entonces. Su expresión estaba aún más consternada que antes. Parecía preocupado, parecía ansioso. Tomó su celular y decidió llamar a Luhan para distraerse.
Pero este estaba tomando un baño y no oyó su celular sonar. Sehun intento llamarle un par de veces pero al no recibir respuesta decidió dejarle un mensaje en el buzón. Lulu, estas durmiendo todavía ¿verdad? Perezoso. Mi amigo de la escuela no estaba en casa así que estoy volviendo. Tardaré un poco porque he decidido desviarme a la pastelería para comprar el desayuno. Nos vemos cuando llegue. Te amo mucho…- su mirada se volvió algo oscura mientras hacía una pequeña pausa- realmente… te amo mucho… eres lo más importante para mí… no podría viv- el sonido del derrape del auto en el asfalto cuando Tao piso el freno le interrumpió. Cuando miró ya era tarde, el auto estaba encima suyo.