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Coffee Irish por Misa Tsukamoto

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Notas del capitulo:

Hola ^^ yo otra vez~ espero les guste éste cap... es un poco... mucho (?) dramatico creo, pero, fue lo que salió >< espero les agrade. 

Aquella madrugada había sido terrible para Yongguk, cuando vio los primeros rayos del amanecer colándose por las cortinas del ventanal de la sala, no pudo más que rotar su cuerpo sobre el sofá y seguir durmiendo, si bien estaba completamente herido por dentro, sus ojos mantenían el cansancio del sueño, y las lágrimas que había estado soltando hasta el momento de dormirse le hacían pesar más sus parpados; sabía que todo aquello sólo le traería un fuerte dolor de cabeza al despertar. Sintió el calor de unas mantas sobre su cuerpo, y una persona que cariñosamente le arropaba, supuso que era su hermana mayor, pues instantes atrás había escuchado la puerta abrirse y un jolgorio de sus familiares al entrar, callándose al instante al ver que él dormía en la sala, tirado en el sofá; mas aun así se equivocaba, quien le había arropado era su hermano Yongnam para que no tomara frío.

Yongnam no es que fuera malo, él quería a su hermano, había sido siempre el que le protegía de todo, el que estaba con él ya que Yongguk no fue un niño muy social realmente, no tenía amigos, por lo que Yongnam siempre estaba para él, ahí, apoyándolo en todo y jugando con él; claro que de vez en cuando alguna que otra pelea normal entre hermanos se daba, pero no pasaba a más de eso…Pero todo cambió cuando Himchan entró en la vida de ambos, no, Yongnam aquello no lo hizo de malo, no lo hizo apropósito para joderle la vida; cuando Yongguk le dijo que estaba enamorado de un tal Himchan, Yongnam se dedicó a conocerlo, se acercó al otro para ser amigo, y quiso ayudar a su hermano, endulzándole el oído a Himchan hablándole de Yongguk, pero sólo logró que Himchan se fijara en él… y por desgracia también él se había fijado en Himchan… al amor no se lo obliga, el amor nace, los sentimientos no se mandan, tan sólo surgen, y aquello fue lo que pasó; ¿creen que fue fácil para Yongnam decidir entre Himchan y Yongguk? Jamás se perdonaría aquella traición, y aunque Yongnam se resistió, la verdad es que estar enamorado de una persona que te corresponde pero no poder quererla es una situación muy difícil y casi siempre el resultado es que todo pierda el sentido y que el amor triunfe. Y eso era lo que había pasado, Yongnam terminó por tener una relación con Himchan a costa de la felicidad de su hermano, y eso es algo que jamás se perdonaría, le dolía tanto en el alma aquello que cuando Yongguk le culpó y peleó contra él, Yongnam se calló… 

Pero ahora se volvía a sentir mal, no sólo había pasado aquello en el pasado, sino que ahora se había acostado con su actual novio, cualquiera diría que él es un envidioso que le roba todas las parejas para que jamás sea feliz… pero no es así; Yongnam no se dio cuenta lo que estaba pasando en el momento que lo hizo, y Zelo tampoco, ambos habían cometido un error… pero para que Yongguk lo entendiera y les perdonara ahora sería difícil, y Himchan… tan sólo de pensar que lo perdería, se sentía impotente, solo, desprotegido como un pequeño pichón perdido entre la pradera; pero nada podía hacer, seguro Yongguk le contaría a penas llegara al apartamento… y los celos se apoderaban de él, pues Yongnam temía tanto que Yongguk pudiera conquistar el corazón de su amado; ¿y si Yongguk aprovechaba esto para conquistar a Himchan? no, no podía ser, él amaba a Zelo… pero la mente es traicionera y aunque no quería dudar de su hermano, no podía evitarlo, Yongguk podría desquitarse del pasado ahora en el presente…

Mientras tanto Zelo, apenas había llegado al apartamento de B.A.P no pudo resistir su llanto, el corazón le dolía, y su mente le culpaba y le hacía sentir peor. Se culpaba por lo que había sido capaz de hacer; eso con Yongnam había sido un gran error pero no había vuelta a atrás, y menos ahora que Yongguk lo había descubierto, le había fallado, fallado como jamás nunca pensó que lo haría, y como nunca Yongguk le había fallado a él. Pero aun así también otra parte de su corazón sentía rabia, impotencia y celos, a pesar de lo pasado a Yongguk lo que le seguía importando era Himchan, recordaba sus palabras, cuando el mayor le preguntó sobre si había pensando en el comandante, y también la discusión de los gemelos… ¿cómo era posible que con tal traición aún reinara Himchan en su mente? Era normal que Yongguk se molestara tanto, pero lo que no era normal es que Yongguk se molestara por Himchan y no por él; claro que todo esto era lo que creía Zelo, que quizás estaba muy alejado de la realidad… o muy cerca.

– Buenos días Zelo – saludo tranquilamente Youngjae; la mañana del lunes doce de noviembre había llegado, y aquel cerebro de B.A.P no notó aquellos ojos hinchados del maknae gracias al sueño que traía encima.

– Buenos días hyung – la voz sonó apagada, estaba por entrar a darse una ducha para borrar todo rastro de Yongnam de su cuerpo, y si era posible descargar todas aquellas lágrimas por Yongguk mezclándolas con el agua; cuando Youngjae despertó.

No cruzaron más que aquellas palabras; Zelo se adentró a la ducha y pudo oír como el ruido proveniente de la cocina le indicaba que no sólo Youngjae ya estaba despierto, sino también Daehyun. Fue cuestión de minutos para que los demás despertaran, mientras Zelo se preguntaba ¿qué demonios iba a hacer ahora? Se sentía perdido, no sabía como enfrentar a Yongguk después de lo vivido la noche anterior, y lo peor no sabía como mirar a la cara a Himchan, por un lado sentía ganas de gritarle, pues en parte ahora le odiaba, se sentía tan poco, como si no le llegara a los talones a Himchan, él siempre tan lindo… divertido, carismático y simpático, mientras el era todo lo contrario, no porque realmente fuera así, sino porque el mismo se sentía así… el autoestima le había bajado hasta el suelo, y cada vez se sentía peor.

Salió de la ducha, se cruzó con Himchan, el cual sólo pasó por el baño y la cocina para luego volver a la cama, no supo que decirle, ni siquiera el “buenos días” le salió.

Sintió que no podía más con aquella situación, necesitaba sacar aquella espina que carcomía su alma; tomo su skate dispuesto a salir y distraerse con el, era lo que le ayudaba en momentos de crisis, le alejaba de la realidad, así como su pasión por la música y el baile… fue hasta la habitación donde todos dormían; sabiendo que allí se encontraría Himchan, y por lo visto Jongup ya que él no estaba por ningún otro lado del apartamento.

– Hyung ¿estás ocupado? –Preguntó al mismo tiempo que abría la puerta lentamente; Himchan se encontraba en su cama, junto a él estaba Jongup, ambos estaban jugando un videojuego entretenidos; cuando Zelo vio aquella sonrisa de Himchan su pecho se oprimió, sintió que no podía hacerlo y sus nervios casi le traicionan a irse.

– ¿ocupado? No, Zelo pasa tranquilo, estoy aquí con Jonguppie que me hace compañía; ¿quieres jugar? – preguntó algo animado sonriendo mientras pausaba el videojuego; ambos mayores miraron al menor, su rostro estaba pálido y angustiado.

– Necesito decirte algo –tragó saliva mientras movió sus manos jugando con sus dedos algo asustado – Yongguk te lo dirá tarde o temprano así que prefiero que lo sepas ahora. – el coraje estaba volviendo a él.

– Si quieren me voy – Jongup hizo un amague para levantarse, pero un preocupado Himchan le tomó del brazo, sea lo que sea lo que le fuera a decir, todos eran un grupo así que Jongup también podría escuchar, o bueno eso pensaba Himchan.

– No, no hace falta Jonguppie…. Bueno, eso creo – soltó su brazo y miró con algo de miedo ya al maknae, el ambiente tenso era demasiado palpable, por lo que ya comenzaba a asustarse. – ¿qué sucede?

– En realidad sería mejor si es a solas pero… – suspiro cerrando sus ojos, juntando valentía, sostuvo fuertemente su skate y luego prosiguió – lo diré rápido… me acosté con tu novio, con Yongnam – dijo aquellas palabras y dio media vuelta – quería que lo supieras… – pronunció y se fue, así como si el viento se lo llevara, quizás sería un cobarde, pero las emociones encontradas que estaba sintiendo le estaban provocando un llanto, que no quería soltar, por ello prefirió huir.

 

En aquella habitación el juego había seguido pausado, Jongup se mordía sus labios ocultándolos del todo dentro de su boca, con la mirada fija en el suelo, sintiéndose algo incomodo por lo que acababa de escuchar; Himchan por su parte se había quedado observando la puerta anonadado, aun ni siquiera caía en lo que Zelo le había dicho… una sonrisa se le dibujó en sus labios para luego reír. 

– Tiene que ser una broma… – siguió sonriendo, miró a Jongup quien permanecía serio – ¿verdad? – no quería borrar aquella sonrisa de su rostro, no podía si quiera imaginar que algo así hubiera pasado entre Zelo y… Yongnam… – Jonguppie respóndeme – exigió.

– No lo sé hyung, no sé nada de esto pero… Zelo no se veía como si bromeara… – murmuró lo último con algo de temor, y la sonrisa se borró completamente en el otro.

Sintió furia, seguía negando con su cabeza mientras miraba hacia abajo, encima que su cuerpo se sentía pésimo, sus huesos dolían, ahora Zelo le decía tal confesión, ¿cómo? ¿Cuando había pasado aquello? Necesitaba respuestas, y respuestas inmediatas. Salió corriendo de la habitación, fue hasta donde el celular que todos compartían estaba, pero no le halló, sintió voces en el comedor y nuevamente corrió.

– Si papá todo está bien aquí, estoy empezando a estudiar para el examen del año que viene; así podré entrar en la universidad – Daehyun sonrió mientras le contaba a su familia aquellas novedades; mientras un alocado Himchan casi le saltaba arriba. – ¡hyung! – dijo con sorpresa.

– Dame el teléfono…. Ahora – prácticamente le estaba amenazando, Daehyun negó con su cabeza y Himchan intentó quitárselo.

– Hyung basta, estoy hablando yo, espera… – comenzaron a luchar en cierto modo por aquel aparato, Himchan pegando manotazos para poder sostenerlo mientras que Daehyun se atajaba por todos los medios de que se lo robara.

– ¡Eh! ¿Qué sucede aquí? – Youngjae entró en el comedor algo sorprendido al escuchar la pequeña pelea que se daba.

– ¡Espera! ¡Espera! Tu ganas, te lo daré… – dijo tornando sus ojos molesto hacia su hyung – papá tengo que cortar, después hablamos – algo no muy convencido le entregó el celular a Himchan, quien ni si quiera le dijo gracias antes de comenzar a marcar el número de Yongnam.

Daehyun se acercó a Youngjae, ambos miraban extrañados a Himchan preguntándose que habría pasado, el segundo menor de B.A.P se acercó hasta ellos.

– Parece que Zelo se acostó con Yongnam… – murmuró ante la pregunta de los otros dos de si sabía que estaba pasándole a Himchan.  

– ¡¿Qué?! – exclamaron los vocales al unísono.

– Si, Zelo le dijo a Himchan que se había acostado con Yongnam. – la expresión de los rostros de los mayores era tal que Jongup pensó que hubiera sido diga de fotografiar.

 

Mientras aquello sucedía en el apartamento de B.A.P, Yongnam y Yongguk se encontraban discutiendo en la habitación de ambos, tratando de no alzar la voz para que el resto de la familia no sospechara nada. La discusión era típica, Yongguk se sentía herido, traicionado por segunda vez por su hermano, y ahora por Zelo; mientras que Yongnam se sentía celoso, a pesar de la culpa que sentía, los celos le carcomían el alma; sabía que esta situación sólo haría que Yongguk y Himchan se unieran más y eso… le dolía. 

Su celular comenzó a vibrar en el bolsillo de su jeans, suspiró molesto mientras pensaba quién podría estar molestando tan imprudentemente aquella discusión; que aunque no llegara a ningún lado pues Yongguk no le perdonaría, la verdad es que Yongnam prefería seguirla, necesitaba desahogarse y saber lo que le pasaba también a Yongguk, quería descubrir si de verdad aprovecharía esta situación, o si amaba a Zelo.
Cambió sus pensamientos completamente apagando por unos segundos su mente al darse cuenta que el número era del apartamento de B.A.P; por razones obvias Yongguk no era, así que sólo podía ser una persona: Himchan. Tomó la llamada con algo de temor, no sabía ni como hablarle, ni mucho menos que decir, si llegaba a oír ese “hola mi amor” que siempre tan dulcemente la voz de su novio le dedicaba, moriría.

Pero no fue así, aquella frase, hoy había quedado en el olvido.

– ¡Se puede saber ¿qué demonios es eso de que Junhong y tú durmieron juntos?! – el rostro de Yongnam expresó aturdimiento, no sabía cómo Himchan se había enterado, o mejor dicho no quería creer que ya el menor se había enterado de aquello.

– ¿Ya te enteraste?... – murmuró con tenue voz.

– Entonces… ¿es verdad? – el mundo de Himchan se derrumbó en ese instante, un nudo en su garganta le quebró la voz, provocando un leve ardor en sus ojos que le hizo llorar inmediatamente, su nariz ardía a causa del resfrío y eso hacía que las lágrimas aumentaran; sentía tanto dolor. – ¡¿por qué?! ¡¿Por qué lo hicieron?! – no lo soportó el llanto se desató como una corriente marina; su pecho dolía y lo apretaba con fuerza con su mano derecha mientras arrugaba la ropa de aquella zona.

– Escucha… no lo hicimos a propósito, déjame explicarte… por favor – susurró algo desesperado el mayor; Yongguk observó la escena algo perturbado.

– ¡No! no quiero escucharte, el maldito mocoso ni siquiera sintió pena, no me pidió ni disculpas, ¡¿qué quieres que crea?! ¿Que fue un accidente? ¿Acaso se cayó desnudo en tu cama en cuatro patas y tú te caíste desnudo sobre él? No soy idiota Yongnam, sino fuera algo con propósito no se haría. – soltó cada palabra con dolor, la voz quebrada le dificultaba hablar sumado a aquella agitada respiración; mordió su labio inferior con la mirada llena de lágrimas perdida en el techo; no sabía que más decir, o en realidad si, pero prefería no decirlo.

– Channie…

– ¡No me llames así! – Sostuvo su cabeza unos instantes cerrando sus ojos – no te quiero volver a ver… – susurró…

 

Luego de aquello, su nombre fue pronunciado unas dos veces más antes de que cortara la llamada, Yongnam estaba desesperado, y no entendía que había pasado, pero estaba claro que Zelo mismo le había contado la verdad a Himchan.

– Eres un desgraciado… ¿ya se entero? –Yongguk tragó saliva costándole ante el nudo de su garganta.

– No me digas eso… las cosas no son como ustedes piensan, además no puedes llamarme un desgraciado a mi cuando tu pasas todo el día detrás de Himchan… teniendo a Zelo.

– Claro, y tu como buena persona consolaste a mi novio ¿no es así? – Apoyó sus manos en las caderas y dio media vuelta – descarado… – murmuró antes de salir de aquella habitación; ahora Himchan se había enterado de todo, y era obvio que le necesitaba, pues ambos eran las victimas de aquel engaño.

 Salió de la casa luego de despedirse de su familia, Yongnam salió detrás de él, estaba tan negado a la idea de perder a Himchan, que estaba dispuesto a todo para recuperarlo, incluso ir hasta el apartamento y pedirle de rodillas perdón.
Al mismo tiempo que ellos iban hasta el apartamento, Zelo, se había sentado en una banca en una plaza, el andar en skate no le estaba ayudando mucho, las lágrimas empañaban sus ojos y no le dejaban ver el camino, por ello prefirió sentarse. Estaba desesperado, le había dicho todo a Himchan y ni siquiera se había quedado a afrontar la situación; su corazón latía fuertemente junto a sus lágrimas que caían rápidas por sobre su mejillas. El pasado volvía como un mal recuerdo del ayer, aquella vez que pensó que Himchan y Yongguk le engañaban en el aeropuerto de Corea, la soledad que sintió, la impotencia, todo aquello que había sentido imaginaba que ahora Himchan lo estaría sintiendo, con la diferencia de que todo al final se arregló, y nada era lo que parecía ser, pero esta vez no… esta vez el engaño había sido real, y había sido él el culpable de destrozar una relación; o más bien dicho dos… pues la suya también. 

Recordaba las palabras de Jongup, y la desesperación crecía; aquellas palabras que le había dicho en la playa, Yongguk había estado enamorado de Himchan en el pasado… y como decía el dicho, donde hubo fuego cenizas quedan… el temor de perderlo nuevamente le invadió, pero como ya había aprendido la lección… no haría estupideces como las pasadas para retenerlo, tan sólo, dejaría que el dolor lo consuma, como aquella vez en la que estuvieron separados por tanto tiempo… extrañaría todo de él, pero ¿qué podía hacer? Si él había metido la pata, y a Yongguk sólo le importaba Himchan; de imaginar que ahora estaría consolándole… ¡demonios era tan molesta aquella sensación de celos! Pero no tenía derecho… no, ya no.

Cuando Yongguk y Yongnam llegaron al apartamento, Himchan se encontraba en el cuarto, no había dejado pasar a ninguno de los otros dos miembros que estaban en el apartamento, pues Youngjae se había ido a la empresa; Daehyun se mantenía estudiando ya que la situación de Himchan iba más allá de lo que él pudiera hacer, lo mismo Jongup, quien se quedó a acompañar a su hyung, para ayudarle en el estudio gracias a que él había dado el examen este año.
Los mayores entraron y a penas saludaron a los menores, fueron hasta la habitación y cuando Himchan oyó la voz de Yongguk abrió la puerta, seguramente él también estaría destrozado, sea como sea, él era el novio de Zelo. Pero la sorpresa no fue grata cuando vio al gemelo; y cuando le vieron a él… estaba destrozado, su nariz y labio superior estaban rojos e hinchados de tanto llorar, al igual que sus rojos ojos vidriosos que expresaban sufrimiento, no era el resfrío lo que lo tenía así definitivamente. 

– ¿qué quieres aquí? Te dije que no quería volver a verte… – murmuró, Yongguk entró y le abrazo, provocando que la sangre del mayor de los tres hirviera de rabia; más al ver como Himchan buscaba refugiarse en sus brazos. – ¡vete! ¡Ve-te! – su llanto quebraba sus palabras nuevamente, y la pena se hallaba en los corazones de los mayores.

– Yongguk, suéltalo – exigió el mayor de los tres dando un suspiro por sus labios.

– ¿qué? No puedo soltarlo, mira como está, ¡mira lo que le has hecho! ¿Con qué derecho exiges que lo suelte? – la mirada de odio se clavaba en los oscuros ojos del mayor, su hermano le estaba asesinando con sus ojos.

– ¡Suéltalo! Y déjanos solos, necesito hablar con el… – se estaba violentando, su carácter era muy parecido al de su gemelo, igual de agresivo cuando se enojaba.

– ¡No! no tengo nada que hablar contigo, ve a quedarte a solas con Junhong si quieres – mordió sus labios desesperado, separándose un poco del líder. – ¿Cómo estás? – las miradas de Yongguk y Himchan se conectaron, en ellas había algo tan especial que Yongnam no podía comprender. Himchan sentía que estaba haciendo demasiado drama pero… de verdad le dolía mucho aquel engaño, aquella traición, no sólo por él, sino también porque Yongguk había salido lastimado al igual que él.

– Estaré bien – murmuró y Himchan asintió.

– Entiendo… perdón por esto – dedicó una sonrisa gastada a Yongguk quien no comprendió a que se refería el menor hasta que vio como comenzaba a tomar cualquier cosa de la habitación y se la arrojaba a Yongnam. – ¡Eres un maldito! Un desgraciado; ¿no puedo sentirme mal que ya te vas con otro? ¡Encima con el novio de tu hermano! Poco hombre, ¡enfermo!

Siguió arrojándole cosas mientras Yongnam se atajaba y le gritaba algunas cosas a él también, como que le perdonara, que le escuchara, que no es como ellos creen, pero nada de lo que decía tenía sentido para Himchan quien estaba totalmente sacado de si. Zelo llegó al apartamento, dispuesto a enfrentar lo que había dejado pausado cuando se fue, pero al oír los gritos salió corriendo hasta la habitación; cuando entró en ella por poco las cosas le caían en la cabeza; al verle inmediatamente Himchan se frenó.

– ¡Tú! Maldito… ¡siempre haciéndote el niño bueno! Mira lo que eres infeliz; ¿no te alcanzó con uno querías los dos? ¡¿Acaso quieres cumplir la fantasía de los gemelos en la cama?! – no se midió nada de lo que dijo e inmediatamente le saltó encima a Zelo, se iban a agarrar a golpes de no ser porque las manos de Yongnam protegieron al menor de los cuatro, mientras las manos de Yongguk sostuvieron a Himchan. – ¡¿Encima le defiendes?!

– Yo no necesito que nadie me defienda; acá el único que quiere a los dos eres tú, siempre pasas llamando la atención de Yongguk – el maknae había explotado, era mucho estrés acumulado por aquella situación; no podía más. – siempre estas buscando cualquier excusa para estar junto a él.

– Y a Yongguk le cuesta tanto estar con él – dijo con sarcasmo Yongnam haciendo énfasis en el “tanto”.

– ¡¿Qué demonios están diciendo?! Acá los que estuvieron en falta fueron ustedes, ¡ustedes nos traicionaron! Nos vieron la cara de estúpidos – pronunció Yongguk apuntando a ambos mientras que su otra mano sostenía fuertemente la de Himchan. Zelo y Yongnam se pusieron firmes.

– Nosotros ya pedimos perdón… intentamos explicarles, que ustedes estén así, es sólo un pretexto para que nosotros seamos los malditos hijos de perra mientras ustedes se consuelan como las pobres victimas.  – Al oír las palabras de Yongnam, Zelo bajó su rostro, subió la mirada cruzándola con Yongguk, y sintió tanto vacío que ni siquiera pudo decir algo más. – si así quieren las cosas, así serán; yo me largo. – Yongnam dio media vuelta y abrió la puerta para irse cuando una voz le frenó.

– Espera… iré contigo, no quiero estar aquí – Zelo le dedicó una mirada de ira a los mayores frente a él, y luego caminó junto a Yongnam. Se sentía tan dolido y traicionado, como si los otros dos fueran los que se hubieran acostado a sus espaldas… era tan diferente a lo que sintió en Singapur… en aquel entonces había pensado que Himchan sólo era un objeto sexual para Yongguk… pero ahora, ahora se daba cuenta que él era un reemplazo del verdadero amor de Yongguk: Himchan. 

 

Notas finales:

Gracias por leer si has llegado hasta aquí y espero que te siga agradando la historia ♥ ^^ 


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