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Coffee Irish por Misa Tsukamoto

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Notas del capitulo:

Hola ^^ aquí con un nuevo cap... más drama.

Se agradecen mucho los comentarios, espero os guste el cap. 

Zelo se había ido con Yongnam, mientras que Yongguk había quedado con Himchan; los cuatro estaban destrozados, dos por un engaño real, y los otros por ciertas ideas que generaban sus celos. Era una situación extraña, pero los cuatro coincidían en pensamientos… los cuatro creían que no eran amados, que sus parejas hace tiempo tenían una relación secreta, aunque en el caso de Zelo y Yongnam, ellos no pensaban que los otros dos ya tenían una relación, sino que en base a esto, seguramente se aprovecharían para tenerla. Hubiera sido lindo, si aquella lección de confianza que se había presentado en la vida de Yongguk y Zelo se hubiera aprendido, pero al parecer, ni aquella ilusión de un posible engaño y un hermano secreto oculto, pudo hacerles entender el poder de una confianza, aquello, era la base de toda relación, y si no confiaban en ellos, ¿cómo podían ser felices?, claramente no podían, ésta era la prueba de que no se podía ser feliz en una relación así.

– ¿quieres ir a tomar un café? – preguntó Yongnam al pequeño que caminaba unos tres pasos detrás de él; Zelo levantó su mirada antes gacha, sus ojos estaban aguados y se notaba el dolor en ellos… no podía soportar aquella situación.

– No sé que debo hacer ahora… – murmuró, Yongnam levantó la vista hasta la copa de unos árboles, el otoño había pintado aquellas hojas de un color marrón combinado con amarillo, y en alguno de los casos rojo.

– Yo tampoco lo sé – suspiró, le dolía perder a su hermano y su pareja. – por lo pronto dime si aceptas el café.

El menor asintió ¿qué más podía hacer? Había terminado con el amor de su vida, eso seguro traería problemas al grupo, así estaba quizás arruinando su futuro, sus sueños por los que tanto había luchado. Estaba terriblemente perdido en el laberinto de la vida; ahora todo pendía de un hilo, pero su felicidad ya se había ido; nuevamente la idea de que ahora ya se terminara para siempre todo volvió a él como hacía meses atrás. Nuevamente esos pensamientos de ¿qué haría si Himchan y Yongguk tienen una relación en el grupo?, aparecieron en su mente. No sería capaz de soportarlo, eso estaba claro desde hacía mucho tiempo cuando creyó que le engañaban.

Entraron a una cafetería, pequeña, nada que destacara, con sus rostros inundados en tristeza y enojo se sentaron no muy cerca de la ventana, querían evitar miradas que les reconocieran; aunque seguramente la gente pensaría que era Bang Yongguk, y no su hermano Yongnam.

– Pediré un cappuccino – dijo Yongnam cuando uno de los meseros del lugar llegó hasta su mesa – ¿tú quieres…?

– Un café con leche estará bien – hizo un gesto de reverencia, el mesero se reverenció y luego fue por las órdenes. – ¿Crees que… ahora estén juntos? – miró con algo de temor al mayor, Yongnam bajó la mirada.

– No quiero hablar de ello – comenzó a hacer círculos en la superficie de la mesa con su dedo, como dibujándolos. – perdóname… sino hubiera bebido, nada de esto hubiera pasado.

– No es como si me hubieras violado – se encogió de hombros y ocultó su mirada, aquello le daba vergüenza, cabía destacar que a no ser con Yongguk, Zelo jamás había estado con otro hombre. – Los dos tuvimos la culpa, ya pasó, no hablemos más de eso, no fue algo bueno, hagamos como si no hubiera sucedido – mordió sus labios con mirada decidida, Yongnam asintió firme, justo en el momento en el cual regresaba el mesero con sus respectivos cafés.

Luego de que ellos se hubieran ido del apartamento, los aires allí quedaron más tensos que antes, Daehyun y Jongup temían hasta acercarse al cuarto en donde Yongguk aun seguía con Himchan; no sabían como actuar, no podían creer que aquello estuviera pasando, ¿realmente Zelo había engaño al líder? ¿A ese que tanto amaba, y tan devoto era con él? Era imposible que realmente la fidelidad de Zelo fuera tan escasa.

– ¿Crees que deberíamos hacer algo? – murmuró Jongup sentado en el sofá, observando a Daehyun beber una taza de café parado frente a él – Es decir, con Himchan y Yongguk hyungs –se encogió de hombros levemente, Daehyun le miraba fijamente.

– No… – suspiró manteniendo aquella pose de piernas cruzadas, y mano sobre la cintura, mientras en la otra sostenía la taza, vagó sus ojos por la habitación, y luego prosiguió. – no sé que podríamos decirles, lo que le hizo Zelo a Yongguk hyung realmente fue… deplorante, pero no se me ocurre que podríamos hacer nosotros para ayudarlos –nuevamente miró a Jongup – lo único es apoyarlos, porque en lo demás, el problema es entre ellos cuatro…

– tienes razón, realmente no puedo entender que le haya pasado a Zelo… hacer semejante cosa, no es propio de él.

– por mi ese niño ya ha perdido todo el respeto, no pienso tener consideración con él, a mi que ni se le ocurra venir a llorarme por este tema, me enfadan las personas mal agradecidas, que les das todo y luego te traicionan – dijo con mala cara el mayor, Jongup le miró extrañado, sentía como si dentro de Daehyun hubiera un reciente malestar sentimental que le empujaba a decir aquellas palabras.

Antes de que Jongup pudiera contestar aquello, Youngjae cruzaba la puerta del departamento, el tiempo en la empresa había sido algo corto, había vuelto con una sonrisa, pero al notar aquel ambiente ésta se le borró por completo, en el apartamento de B.A.P parecían haber penumbras rodeando el lugar, algo había sucedido en su ausencia y seguramente tendría que ver con aquello que había ocurrido esa mañana, con aquella confesión de Zelo de haberse acostado con Yongnam… ciertamente lo veía muy mal, pero, seguro habría una explicación lógica para todo.

– ¿ha pasado algo? – murmuró cuando llegó hasta donde Jongup y Daehyun, estos últimos le miraron serios, aunque con cierta pena en sus rostros, una tristeza de que todo B.A.P se desmoronaba, nada estaba bien, y así no podrían volver a trabajar.

– Yongnam hyung y Zelo estuvieron por aquí para disculparse, pero a diferencia discutieron muy fuerte con Himchan y Yongguk hyungs – Daehyun suspiró al oír como Jongup informaba a Youngjae – luego Yongnam se fue algo ofendido, y Zelo se fue con él. –bajó su rostro al terminar de contar.

– Pobre Zelo… – susurró Youngjae.

– ¡¿Pobre?! ¿Acabas de decirle pobre? Él fue quien engañó a Yongguk, y no sólo eso, sino con el novio de nuestro Himchan, y ni siquiera fue engaño de besos, fue de cama, y encima se hace el ofendido y se va con Yongnam ¿y le dices pobre? – Daehyun miró furioso a Youngjae, quien un poco desconcertado se sintió intimidado, él no culpaba a Zelo de aquella forma en la que Daehyun lo hacía, aunque debía admitir que tenía razón.

– Sé que lo que hizo está mal, pero… si el le contó a Himchan hyung, y ahora ha vuelto a disculparse, no creo que haya sido algo con mala intención, seguro hay una explicación para todo esto, y nadie le ha dado la oportunidad de hablar – Youngjae se armó de valor – creo que no deberías juzgar a las personas o los actos sin informarte muy bien antes. – prácticamente le había callado la boca a Daehyun, ¿Youngjae el correcto decía aquello? Daehyun pensó ciegamente que la postura de Youngjae sería muy distinta a la que estaba tomando, y aquello fue suficiente para no saber que contestarle.

– Está bien, no discutamos por esto, no estoy de acuerdo contigo hyung, perdona – Jongup elevó su vista hasta Youngjae – Zelo era mi mejor amigo, pero… esto fue una traición, no sólo a ellos, sino también a nosotros, como grupo, ahora estamos disueltos.

– Bien, creo que comprendo… pensamos muy diferente, yo no juzgaré a Zelo sin saber bien que pasó, pero tampoco es que esté en contra de Yongguk y Himchan hyungs, los comprendo, pero como bien dices Jongup, el grupo está disuelto, deberíamos unirlo, no enojarnos con Zelo que nada nos ha hecho a nosotros, así sólo empeoraríamos las cosas. – comentó firme, Jongup bajó su rostro, él estaba dolido, ¿qué tan amigo era de Zelo para que aquello pasara sin siquiera él estar informado? Al parecer el menor no confiaba realmente en él.

Claro que Jongup, como Himchan y Yongguk creían que el tema de Yongnam y Zelo venía de mucho antes… y que no era un accidente que esto sucediera, por eso Jongup desconfiaba de su amistad ahora.

– el grupo no está unido gracias  a Zelo, no a nosotros – comentó secamente Daehyun, manteniendo la mirada baja en la pared, mientras su mano derecha se levantaba sosteniendo la taza, rozando sus gruesos labios con el filo de ésta, y dejando introducir ese líquido oscuro dentro de su boca. Youngjae sólo puedo hacer una mueca de desagrado ante aquella frase, Daehyun jamás lo entendería, Zelo era apenas un adolescente, si él había intentado disculparse, y además había salido ofendido de allí es porque Yongguk tampoco era una blanca paloma como se lo pintaba, algo debía lastimar el corazón del niño como para buscar el refugio de los brazos de Yongnam; y aunque eso no quitaba la traición, la infidelidad, nada tenía que ver con ellos ese asunto, era algo entre Yongguk y Zelo, el menor jamás les hizo nada a ellos, por ello Daehyun no debería tomar esa postura, así pensaba Youngjae, él otro debería ser mas considerado.

– piensen lo que quieran – Youngjae bufó – voy a aprontar unas cosas para llevar a la empresa, y luego me daré una ducha – avisó yéndose, Daehyun le miró de reojo algo molesto, y Jongup no pudo evitar sentir que su ira no era por la estúpida pelea que habían tenido recién, sino que iba más allá de eso, el menor tragó algo de saliva, nervioso, al parecer B.A.P no sólo estaba en conflicto por lo de Zelo, Himchan y Yongguk, sino, que Daehyun también se traía algo contra Youngjae.

Las horas habían pasado, la noche empezaba a cubrir el nublado cielo de otoño. Himchan estaba en su cama, no tenía muchos ánimos, más allá de todo lo que hubiera pasado ese día, su cuerpo se sentía cansado, era sólo un resfriado, pero viendo la situación sentimental en la que se encontraba era evidente que aquel malestar se multiplicaba al estar triste. Yongguk parecía estar más calmo que él, aunque le dolía la traición se había mostrado sereno siempre delante de Himchan, y eso hacía sentir más miserable a dicho comandante, porque simplemente para él, aquello que había sucedido no era algo fácil de digerir, y no tenía las fuerzas necesarias para enfrentarlo como se veía que Yongguk sí, a veces admiraba tanto eso del mayor, no es que él fuera un débil; pero había que reconocer que tenía el llanto fácil.

Mientras se sumía en sus pensamientos, la puerta de la habitación fue tocada tres veces, posteriormente se abrió, adentrándose a la habitación Jongup con una bandeja y un plato de comida caliente sobre ella; preocupándose por el estado de Himchan, y aquellas pocas ganas de comer, se había tomado el trabajo el segundo maknae del grupo, de servirle comida a él y llevársela al cuarto e incluso tenía pensado quedarse hasta ver que Himchan se alimentaba bien.

– Jonguppie, no te hubieras molestado – murmuró haciendo un puchero de desagrado, el acto del joven era hermoso pero, su apetito había desaparecido desde la mañana.

– Tú no te preocupes, debes alimentarte bien, generalmente cuando se está enfermo no se quiere comer, y en tu caso… con lo de tu novio, creo que estarás con menos ganas, pero debes hacerlo para sentirte bien hyung – Jongup sonrió con aquella hermosa sonrisa que le caracterizaba, y luego de que Himchan se sentara en la cama acomodó la bandeja sobre el otro.

– Muchas gracias… – sonrió con desgano. – lamento el escándalo de hoy, lo que Daehyun, y tu debieron presenciar, no debería haber sido así, me dejé llevar por mis emociones. – bajó la mirada un tanto avergonzado, y nuevamente la comparación con Yongguk le hacía sentirse mal, Yongguk no había perdido sus estribos, él sí.

– No te preocupes, Daehyun hyung y yo comprendemos bien lo que ha sucedido, y en cierto modo, por más que apreciemos a Zelo la verdad es que lo merecía, al igual que Yongnam hyung – dijo haciendo que su voz cada vez fuera más y más apagada hasta soltarse en un leve susurró al pronunciar aquel nombre por último. Temía que el sólo nombrarlo lastimara a Himchan.  

El mayor fijó su vista al frente, estuvo pensativo unos segundos rememorando todo, luego, miró a Jongup con una sonrisa y comenzó a comer. El segundo maknae podría estar tranquilo.
Aunque aquella tranquilidad le duró poco, a penas sintió la puerta del apartamento cerrarse se dio cuenta que alguien había entrado, pues no era probable que salieran a esa hora, y obviamente él único que no estaba en la casa era Zelo, por ende si alguien había entrado, habría sido él.

Efectivamente el maknae de B.A.P había entrado al apartamento, percibió enseguida el silencio que le envolvió, las miradas de los que estaban cenando se clavaron en él, Daehyun, con cierto desprecio en ella, Youngjae, con un deje de tristeza algo enternecedor, y Yongguk, con mirada cargada de furia, enojo y celos; y allí se detuvo el maknae, observando aquella mirada oscura, aquellos ojos penetrantes que hablaban sin necesitar palabras expresadas por la boca. Era muy diferente al ser que había visto hacia pocos minutos y con quien había pasado el día, sus rostros y cuerpos iguales, pero su mirada era totalmente diferente, los ojos de Yongguk le atraían profundamente al menor. Su corazón dio un rápido palpitar, su garganta formó un nudo difícil de superar, mientras sus puños cerrados se movían levemente tomando fuerzas; pues aquella mirada que Yongguk le desafiaba, era la mirada tal de un demonio que estaba oculto en su corazón, y esperaba el momento justo para saltarle al cuello y matarlo, así lo veía el más joven.

– Zelo, al fin llegaste, ¿quieres cenar? Siéntate, te serviré – Youngjae se levantó cordial de la silla, sonrió intentando dispersar la tensión, y bajo la mirada juzgadora de Daehyun, se atrevió a servirle un plato de comida al menor.

– Gr-gracias – le costó la palabra, bajó la mirada, ahora apenado, no tenía fuerzas para sostenerle la mirada a Yongguk; apartó una silla y se sentó en ella, pero al momento de hacerlo Yongguk dejó su plato y se fue, directo a la habitación; Zelo sonrió sin ganas, y allá iba Yongguk, dejándole nuevamente por Kim Himchan.

– Eso es, agradece, para después seguramente traicionar, aquí no se te debería dar nada – dijo en voz baja Daehyun.

– ¿Qué dices? – Zelo levantó su rostro cabizbajo y le observó extrañado, Youngjae llegó y le dejó un plato con comida frente a él y se sentó a su lado; Daehyun levantó la mirada y la de Youngjae llena de reproche se posó en él.

– Digo que después de todo lo que ha hecho Himchan hyung tu le pagas acostándote con su novio, y ni hablar de Yongguk, con todo lo que te ama le traicionas con su hermano ¿es que tú no tienes códigos? – hablaba serio y le miraba fijamente, la mirada asustadiza del menor por un momento se cerró incrédula.

– Con todo respeto hyung, ese asunto no te incumbe – estaba asustado, dolido, se sentía la peor escoria del mundo, rechazado, pero jamás admitiría que una parte de él estaba furiosa, ¿otro más defendiendo a Himchan? quizás sí, él y Yongnam habían engañado a sus parejas compartiendo la cama por una noche, pero fue un error, ellos no sentían nada el uno por el otro, en cambio Himchan y Yongguk sí, de eso Zelo estaba convencido, el engaño de ellos era peor, pues engañaban los sentimientos haciéndoles creer correspondidos cuando no los eran.

– Eso es Daehyun, déjalo, esto es un asunto entre él y los hyungs, nada tiene que ver con nosotros – Youngjae defendió a Zelo, y nuevamente esa mirada de enojo se posó en él.

– Tú piensa como quieras, pero yo no estoy dispuesto a compartir nada con un traidor – aquellas palabras, junto con esa mirada decisiva hacía dudar a Youngjae, ¿le estaba diciendo traidor a Zelo o a él?

– ¿Y tú no dirás nada? – el maknae observó la puerta, había sentido su presencia desde que Yongguk se había ido, Jongup estaba parado allí, en el umbral, se había quedado quieto al ver la situación. – soy tu amigo ¿no? ¿También piensas como Daehyun? – Y ante aquello Zelo sólo encontró silencio, Jongup bajó la mirada, se mantuvo serio y no pronunció ni una palabra – ya veo… claro, lastime a tu querido hyung, el pobre Himchan, a quien todos le defienden – soltó con impotencia, con algo de rencor en su voz, y con triste soledad en su corazón.

No dijo más nada, escuchó que Daehyun hablaba, pero no supo qué, seguramente le estaba insultando, diciéndole cosas de las que hablaría sin saber, pues nadie podía sentir lo que Zelo sentía en esos momentos; se dirigió furioso a la habitación y sin avisar que iba a entrar abrió la puerta fuertemente. Su mirada vidriosa se clavó en Yongguk, y en aquel que ya había terminado de comer.

– ¡¿Les parece muy lindo poner a Daehyun y Jongup en mi contra?! ¿Por qué yo soy el ogro de la historia si ustedes son los que juegan con los sentimientos de los demás? – se quebró no pudo más, el dolor en su corazón oprimiéndose hizo desatar su llanto, el cual ni siquiera había comenzado leve, se había iniciado con fuerza desde su interior.

– Nadie ha puesto a Daehyun y Jongup en tu contra, tus actos han dejado mucho que desear, si ellos te tratan mal, es porque no son ciegos, se han dado cuenta de la clase de persona que eres – aclaró Himchan con total calma, esta vez estaba controlado, ya no se dejaría llevar por tantas emociones, y viendo que Yongguk no había podido decir palabra prefirió hablar él.

Y por supuesto que Yongguk no podía decir nada, un nudo en su garganta le estaba quemando, desde que vio a Zelo entrar al apartamento su corazón agitado y loco quería gritarle que lo amaba, de sus labios las palabras “te perdono y te creo” querían salir, pero no, el orgullo le podía, más los celos que sentía al saber que había estado con Yongnam todo el día, además, se sentía un estúpido, aun en su cabeza la idea de que ese engaño no fuera casual, y que hacía tiempo se veían a escondidas esos dos, se mantenía; por ello no podía soltar aquellas palabras tan fácilmente, no podía abrazarlo y besarlo como siempre, y eso le dolía, pero verlo como ahora estaba, llorando desconsolado, enojado y solo en el grupo, eso le dolía más, en cualquier momento las piernas le temblarían y caería a sus brazos, pues Zelo era ese talón de Aquiles que todos tenemos.

– ¡¿La clase de persona que soy?! Sólo cometí un error, y tuve la decencia de enfrentarte, sabía mis consecuencias y las acepte antes de serte sincero, quizás no fue el modo, quizás debí de explicarte más, pero estaba dolido porque odio que tú no tengas la minina consideración conmigo cuando le entras por los ojos a Yongguk.

– Eres demasiado perseguido, ¿ya no pasamos por esto una vez? Recuerdas cuando tu estúpida cabecita pensó que te estábamos engañando ¿no? pues ahora estás igual, estás viendo fantasmas donde no los hay – Himchan se levantó de la cama para quedar frente al menor, y aunque su estatura fuera baja junto a él aun así le enfrentó. – pero, Yongguk no vio fantasmas, tu no me contaste mentiras, lo que hiciste, fue real, y fue una traición. ¡No fueron inventos míos! – gritó desesperado la última frase, Yongguk suspiró bajando su rostro.

– Junhong, cálmate, tu también Himchan – el mayor de los tres les apartó – esto no tiene sentido, a Daehyun y Jongup no les hemos dicho nada, si están actuando así es porque quieren, aun así hablaré con ellos, porque después de todo somos un grupo, aunque sinceramente, no tengo más ganas de verte – sentenció y la mirada se posó fija en los ojos llorosos que le miraron aterrado – por mi B.A.P se podría ir a la mierda gracias a ti, pero tenemos un contrato, no es tan fácil abandonar todo habiendo llegado hasta aquí – suspiró – No quiero más discusiones sobre esto, desde ahora, si me vas a decir algo, que sea de trabajo, lo hecho, hecho está y no se puede cambiar.

Himchan iba a decir algo más, pero los ojos del líder llenos de súplica le miraron, y allí comprendió que debía callar, el mayor se retiró, y el maknae, tras unos segundos tratando de asimilar aquello, aun llorando lágrimas calmadas con mirada perdida; luego se retiró al baño para lavarse la cara.

En la madrugada, el celular que B.A.P tenía comenzó a vibrar sobre la mesa, allí no había nadie, mas que Zelo, el pequeño que se había quedado en el sofá sollozando mientras los demás se habían ido a sus camas. Tomó el teléfono, y pocos instantes después se arrepintió; un Yongnam con lengua enredada clamaba el nombre de Himchan, por un momento el menor se preguntó si aquel joven era un viciado del alcohol que no podía pasar un día sin emborracharse, pero al escucharle, prefirió optar por la idea de que el mayor sufría por la ausencia de Himchan.

– Vete a dormir, Himchan está durmiendo ya, y no creo que quiera atenderte, menos en ese estado.

– ¿Zelo? ¿Eres tú? Ayúdame… no estoy ebrio… aun no – rió de forma divertida.

– ¿En qué quieres mi ayuda? Ya bastante daño nos hemos hecho mutuamente ¿no crees? – el mayor calló, tan sólo una respiración dificultosa se dejaba oír, el corazón del mayor se estaba quebrando, se sentía solo, Zelo comenzó a llorar nuevamente sin poder evitar que del otro lado de la línea le escuchara Yongnam.

– ¿Es por Yongguk?

– Por todos, aquí me odian, me tratan mal, Jongup era mi mejor amigo y ya no me habla, Himchan me odia y Yongguk también, Daehyun ni siquiera sé que le he hecho a él, me dice cosas a cada rato, ni siquiera puedo hablar delante de él, estoy mal, fue el peor día de mi vida – murmuró entre sollozos.

– ven…

– ¿eh?

– ven a mi apartamento…

Aquella frase había quedado en el aire, Yongnam no volvió a decir algo, tan sólo se oía su respiración en la línea, su mirada estaba fija en la pared, sentado en el sofá, sosteniendo el teléfono con su mano izquierda apoyando el codo en la rodilla, serio, demasiado serio, mientras una botella de whisky casi vacía descansaba sobre la pequeña mesa frente al sofá. Por otra parte, Zelo tan sólo había levantado sus llorosos ojos con sorpresa, mirando a la nada, perdido en el pensamiento de aquella frase antes dicha.

– Empeoraremos las cosas.

– ¿Pueden estar peor? – sonrió con desgano Yongnam.

– Sí… pero aun así, yo… me siento solo – tragó saliva y suspiró oyendo la misma reacción de suspiro del mayor. – dime la dirección.

Yongnam le indicó su apartamento, luego de aquello el menor llamó a un taxi y bajó por el ascensor cuando éste llegó, no le importaba más nada ya, se sentía solo, allí le odiaban, pero Yongnam, estaba tan solo como él, aquella parecía una buena idea para sentirse un poco mejor ambos.

Luego de que la puerta del apartamento de B.A.P se cerrara, Yongguk se levantó, había oído el teléfono vibrando en aquella mesa de madera provocando un estruendoso sonido, luego escuchó susurros, y momentos más tarde, Zelo se iba, aquella llamada no podía ser de otro que de Yongnam, estaba seguro de eso. Se dirigió a la sala, y quedó viendo fijamente la puerta, Zelo se había ido con su hermano, nuevamente Yongnam le volvía a robar, y esta vez de la forma más descarada posible, frente a sus narices, y Zelo ya ni se escondía realmente para irse, si es que algún día se escondió, ¿tan ciego había estado Yongguk? No, no había estado ciego, aquello era reciente, pero en la mente del líder, aquel escape de Zelo no era el primero.

Sintió pasos tras de sí, Himchan apareció y le rodeó la espalda con sus brazos, apegó su mejilla a ésta, y cerró los ojos intentando telepáticamente darle fuerzas al mayor.

Yongguk sintió aquel calor humano pegado a el, cerró sus ojos y tiró su cabeza hacia atrás, intentando acomodarse en el hombro del menor como una almohada, mientras éste se acomodaba en el suyo. El mayor giró lentamente el rostro y observó a Himchan, sus miradas de tristeza se encontraron, y una sonrisa escapó de los labios del menor, intentaba ser una reconfortante pero notablemente, había sido muy fingida. El mayor lentamente se fue acercando al otro, poco a poco, centímetro a centímetro.

Mientras Zelo se bajaba del taxi, había ido al lugar indicado, pues Yongnam le estaba esperando; caminó hasta las escaleras de la entrada, y luego hasta el ascensor, al pasillo y finalmente a la puerta indicada, no tuvo que tocar, Yongnam le abrió antes de que pudiera hacerlo, seguramente vio cuando bajó del taxi. Se miraron fijamente, por unos momentos sin decir nada, sin siquiera moverse, las miradas dolidas se encontraban, la de Yongnam nublada por el alcohol, y la de Zelo nublada por el llanto; sus ojos rojos denotaban cuanto sufría su corazón; y sin pensarlo mucho, el menor se abalanzó sobre el mayor, le abrazó fuertemente y este rodeo la espalda con sus brazos.

– No dejes que te humillen… errar es humano. – Zelo se separó un poco, pero aun permaneció abrazado del mayor.

– Tienes razón… pero perdonar es divino, y Yongguk no es un dios – sonrió irónicamente, estaba aceptando que con Yongguk las cosas ya no se arreglarían.

–…Himchan tampoco lo es – susurró y el silencio nuevamente llenó del departamento, aun con la puerta abierta, aun con ese abrazo extraño, y esos escasos centímetros entre los rostros, que lentamente se iban uniendo. 

Notas finales:

Bueno, hasta ahí lo dejo; espero les haya gustado y nos estamos viendo el martes que viene :3 

Creo que se me ha ido un poco la mano separando a la pareja principal de Coffee... espero sepan perdonarme >< ♥ 


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