Will you remember?
6:30 am, la alarma sonaba en aquella habitación bien arreglada, había un gran estante lleno de libros sabrá dios cuantos, un armario cerrado, fuera de un uniforme colgando, un escritorio con más libros bien acomodados a un lado y una lámpara al otro, una mesa de noche pequeña, y en ella unos lentes ni muy grandes ni muy pequeños, por así decirlo, a un costados de estos un despertador, el causante de aquel ruido que perturbaba aquel espacio donde reinaba la paz; por último, justo al lado de la mesa de noche, una cama, y como era de esperarse una persona golpeando ese despertador con todas las fuerzas que tenía, que no eran muchas, pues el sueño que un dominaba su cuerpo, y su cuerpo, muy delgado por cierto, no le permitían hacer mucho.
Aquel joven se levantó con las pocas fuerzas que tenía, dejando de lado lo adormilado que estaba y también, los nervios del primer día en su nueva escuela.
-AAAAHH!-Exclamo soltando una gran bostezo- Sera mejor que entre ya a la ducha si no quiero llegar tarde-Dijo esto último con un tono un poco cansado.
***********
Se escuchó el timbre el timbre, avisando a todos los alumnos, nuevos y viejos, que era hora de entrar a clase. El pequeño castaño se encontraba allí, con los nervios de punta, puesto que nunca había sido bueno haciendo amigos, todo por aquellos acontecimientos del pasado, que no vienen al caso ahora. El pequeño tomo la decisión de tragarse sus nervios y entrar, total, ya estaba acostumbrado a estar solo, y además estaba seguro que nadie que se encontrara dentro de ese salón podría conocerlo...O eso pensó hasta que lo vio allí, sentado al fondo, haciendo que todos esos "acontecimientos del pasado" volvieran a su mente, era como si todo aquello se posara frente a sus ojos haciéndose cada vez más fuerte.
El pequeño castaño, en un acto reflejo se apresuró a sentarse en uno de los asientos del frete, de espaldas a aquella persona que nunca pensó volver a ver. Giro un poco la cabeza para mirar por encima de sus hombro, necesitaba asegurarse de que ese que se encontraba allí era "EL", y cuando logro observarlo bien se dio cuenta que sí, allí estaba, la persona que menos necesitaba encontrarse, Choi Minho era el nombre del joven de sonrisa carismática, encantadora y hechizante, de una manera endemoniadamente peligrosa y que daba un poco de miedo.
POV- Taemin
Yo me encontraba allí, mirándolo disimuladamente para que nuestras miradas no pudieran encontrarse; aunque era inútil evitarlo, estábamos en la misma escuela, y en el mismo salón, sería imposible que no se percatara de mi existencia.
La puerta se cerró, de pronto todos se encontraban sentados y con la mirada fija en el escritorio, donde se encontraba un hombre un poco atemorizante, con su mirada recorrió todos y cada uno de los lugares de aquel salón, como si fuera un león buscando su presa, de pronto rompió el silencio diciendo:
-Buenos días, mi nombre es Jing, Jing Sato, el director de esta institución, solo he venido para darles la bienvenida y también, que su primer profesor se demorara, es más, tal vez no se presente hoy por motivos de salud. Sin nada más para añadir me retiro, compórtense, jóvenes, y aprovechen este tiempo para irse presentando.
Sonrió y se fue, cosa que dejo a más de uno asombrado, pues viniendo de este tipo de persona que aparenta ser frió y de hierro, nadie se esperaba aquel gesto. De pronto, el sonido de las voces a mi alrededor interrumpiendo mis pensamientos, y regrese de vuelta a la realidad-¿Por qué justo la persona que menos quería encontrarme?, ¿Por qué no pudo ser otro?, ¿¡No podía ser alguien más que ese arrogante de Choi Minho!?, ¡No, tenía que ser el, el arrogante, el mejor deportista, el "más guapo a los ojos de las chicas", el pretencioso, el frio y!...El...el...¡El bastardo que más odio!, maldito, maldito mil veces Choi Minho.
Fin de POV-Taemin.
Pensó esto último con una mezcla de tristeza y rabie, recordando aquellos "acontecimientos del pasado". La hora del almuerzo llego, y así la hora de volver a entrar al salón, las horas parecían eternas para el pequeño castaño, quien lo único que hizo todo el día fue evitar al mayor, al chico "Carisma". Por fin la hora tan esperada llego la hora de ir a casa.
-¡Por fin!- Pensó el pequeño, sintiéndose feliz al escuchar el sonido de la campana- Ahora solo debo salir de aquí sin que me vea, lo cual no será un problema, me la he pasado todo el día evitando a la "Palmera humana"-Refiriéndose al mayor, burlándose de su estatura, además, nunca me vería, porque para personas como el, superficiales y arrogantes, no reconocerían a alguien como yo ni aunque lo tuvieran allí, parado justo frente a sus narices.- Pensó, para luego dirigirse a la salida y dar comienzo al camino a casa.
Estaba a punto de salir, cuando de repente, una voz lo detuvo, una mano se posó en su hombro, y escucho a una voz gruesa decir:
-¡Taemin, espera!, vaya tan solo unos cuantos meses sin vernos y ya no reconoces a tu Hyung, ¿Tan cambiado estoy?
Era el, efectivamente era el joven alto de cabello largo y castaño, ese que el pequeño tanto trato de evitar, se encontraba tan solo a centímetros.
-No te imaginas cuanto...-Susurro el más bajo para sí mismo, para luego soltarse bruscamente de su agarre.
-¿Que tienes Taemin?, ¿Ya ni te acuerdas de quien fue tu amigo, o el cambio de escuela de afecto?- Dijo el mayor algo divertido.
El pequeño volteo de golpe al escuchar esto último y sin pensarlo dos veces dijo alzando un poco el tono de voz...
-Sí, muy bien lo dijiste tú, fue, tiempo pasado, ya no. ¡Ah ya!, como tus queridos amigotes están en la otra escuela ahora si soy tu "amigo", por favor, ¡No me jodas Choi Minho!, solo aléjate de mí e ignorarme, como lo has venido haciendo todos estos años. Ahora si me disculpas me voy, "Señor importante".
"Déjame otra vez e intenta averiguar el sentido de todo esto."
El mayor quedo ahí, totalmente anonadado por las palabras del menor, ¿Que fue todo eso?, ¿Dónde quedo ese niño tierno y tímido que una vez conoció?, se preguntaba una y otra vez, mientras el pequeño se alejaba caminando muy rápido, soltando una que otra lagrima traicionera que se le escapaba recordando "aquellos acontecimientos del pasado", y susurrando para sí mismo-"Minho, bastardo"
"Esta vez no diré nada, ya acabe."
*****Flash Back*****
Era un día normal de escuela, el pequeño Taemin se encontraba allí, en una esquina del aula, llorando, con la cara un poco golpeada, sus manos y rodillas raspadas, su pantalón y camisa un poco rotos.
-Minnie, ¿Dónde estás?, ¿Estás aquí?- Pregunto entrando al aula un niño un poco más alto que Taemin.-¿¡Que dem… ¿Quién te hizo esto?, y no me vengas con ese cuento de que te caíste de nuevo, que soy pequeño pero mi cerebro no lo es tanto- Pregunto el mayor ahora en tono de preocupación.
-Gracias por preocuparte por mí, Minho Hyung, pero no quiero que te metas en problemas de nuevo por mi culpa- Dijo el menor aun con lágrimas cayendo de sus ojos.
-¿¡Crees que enserio me importa meterme en problemas por...?-Se quedó sin habla al observar aquella cara sonriente, que segundos antes era la de alguien agonizando de dolor.
-Minho Hyung siempre tan preocupado, hyung...hyung debería dejar de preocuparse por mí tanto, y alejarse de mí por ser un estorbo para todos-Su sonrisa empezó a desaparecer volviendo a dejar escapar las lágrimas.
-¿Estorbo? ¿Para mí? Minnie, para mí ni para nadie eres un estorbo, nunca hagas caso a esas personas miserables que sienten la necesidad de hacer sentir miserables a otro. Sonríe, qué más quisiera yo que ser como tú, el mejor de la clase, con un corazón sincero, esa ternura que aunque pasen los años sigue ahí, deja ya de torturarte, deja de llorar y déjame ver tu sonrisa, déjame ser yo quien cuide de ti, quien cuide de tu sonrisa.-Dijo limpiando las lágrimas del pequeño, para luego abrazarlo y pasar su mano por su cabello despeinándolo.
*****Fin del Flash Back****
"¿Vas a recordar aquel tiempo en que solíamos sentirnos bien?, porque sé que yo no lo haré."
El pequeño seguía apresurando el paso cada vez más, sin darse cuenta ya estaba corriendo y entrando al primer callejón que se encontró para dejar caer aún más lágrimas, pensando que en ese lugar nadie lo vería, nadie, lo escucharía.
"¿Vas a recordar tus lagrimas o la razón de estas?"
****POV-Minho****
Ahí estaba el, como cuando éramos más chicos, llorando, sufriendo, odiaba verlo así, tan débil, pero esta vez no entendía el motivo de las lágrimas, pero ¡Al carajo todo!, no me importa que me odie, porque sé que lo hace, y eso lo acabo de comprobar, me acerque y abrazándolo por la espalda, enredando mis dedos en su cabello le dije:
-Deja de llorar y déjame ver tu sonrisa, déjame cuidar de ella una vez más...