Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Un amor de Luna. por aoi nicole

[Reviews - 6]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

espero que les guste este cap, la continuacion sera genial y como dije este fic fue inspirado el algo que vi jeje luego se los dire, bueno espero sus comentarios sugerencias y o ú amenzas jeje :D saluditos y no se olviden de comentar.

Me apoyo a un árbol, estoy aun temblorosa, me siento pegajosa pues el sudor no ha dejado de brotar de mi cuerpo, presiono mis piernas escondiendo mi mirada, diablos seguramente Catherine ya debe…, ya debe estar cogiendo, sollozo ahogadamente, unas pocas lágrimas se resbalan por mis mejillas encendidas en un tono carmesí.

La quiero tanto y a la vez la odio como a nadie, ella nunca se ha puesto ah pensar en lo que yo siento por ella, ni un poquito.

Recuerdo como si fuera ayer la primera vez que ella paso por eso, teníamos 14 años, en esa edad nuestros instintos sexuales parecían aparecer por arte de magia, ella me había invitado a su casa por la tarde, como habíamos visto algunas películas de terror me había quedado dormida, recuerdo claramente que me sacudía y quejaba por el calor que empezaba a brotar de mi cuerpo, me levante un poco adormilada, quería un poco de agua, sentía que me secaba como una pobre planta al sol, cómo no recordar la luna llena que se alzaba ponderosa en el cielo nocturno, me levante entre estremecimientos, me sentía agotada, al salir del cuarto quise ir a la cocina pero un ruido me retuvo, mis orejitas se pararon de golpe y mi cola se enrosco suave a mi pierna, camine lentamente al lugar de donde prevenía el ruido, era del cuarto contiguo, la puerta estaba entre abierta, mis ojos se abrieron de golpe ante lo que vi, mi corazón se sacudió con una angustia creciente en el.

Una angustia que luego reconocería como amor.

Era Catherine allí de hermosa e incitante como ahora, completamente desnuda mientras gemía tanto de dolor como de placer al momento de contornearse contra la otra chica bajo ella, que era una compañera nuestra del colegio, Rose.

-ah…¡s-se….siente..ahn, tan bien…ahh..ahhh!-lamia sus labios entrecerrando los ojos cuando Rose le acariciaba los pechos.

Me tape la boca antes de un sollozo saliera por ella, me di la vuelta sentándome en el piso junto a la pared mientras me abrazaba las piernas y ocultaba mi rostro lloroso entre ellas, tal vez algunos de mis hipidos se hicieron notar pues luego de un rato vi el perfil de Catherine abriendo la puerta.

-¿Angélica…?-su mirada se lleno de pánico como la mía de odio y tristeza, ella se había entregado por primera vez a otra persona, y esa persona no era yo, y acababa de caer en la cuenta de que estaba enamorada de ella.

Se sintió culpable al verme así, pues en seguida intento disculparse.

-Angélica, escucha por favor…esto..Esto es natural, suele pasar cuando tu..cuando…-nunca encontró las palabras para decirme nada, intento cogerme por el brazo para que le mirara pero me termine parando y empujándola lejos de mí, de reojo pude ver a la otra chica que sonreía al verme en ese estado, mis lagrimas no dejaron de caer en ningún momento.

-¡¡Angélica, escúchame…maldición!!-dijo mientras me empezaba a seguir a lo que yo corrí al otro cuarto.

-¡¡no me toques me das asco!!-grite desgarrándome la voz por las agitadas respiraciones que tenia.

Intente cerrar la puerta pero ella la empujo antes de que hiciera nada, me moví rápidamente antes de que me alcanzara y me encerré en el armario que había junto a la cama logrando asegurarlo, ella empezó a llamarme con gritos mientras tocaba fuertemente el armario, me acurruque a un extremo ya que el armario era grande, empecé a llorar con más fuerza sin que me importara que ella me escuchara.

Así pasamos como mas de una hora cuando ella dejo de insistir y oí que sus pasos se alejaban hacia la otra habitación, mis ojos estaban más rojos que nunca y sentía que me empezaba a dormir luego de tanto llanto, me limpie la nariz con el mango de la chompa que tenia puesta y apoye mi cabeza  contra la madera del armario, sentía que una parte de mi cariño por ella se murió ese día, y no me equivoque, me dolía, me dolía el tan solo verla y recordar eso.

Cuando ya amaneció me apresure a levantarme y salir de su casa, su madre seguramente vendría en poco rato, me escabullí por la sala hasta llegar a la salida, tome mi mochila que estaba en un sofá de alado, abrí la puerta dispuesta a pegarme una maratón a mi casa con tal de no verla, pero horrible fue mi sorpresa al verla a un lado de la salida, llevaba su ropa mas abrigada puesta por el frio, tenía la piel un poco mas blanca de lo normal, sus cabellos negruzcos se movían con el viento, la mire de reojo notando que tenía los ojos rojos, seguramente porque la noche anterior perdió su virginidad, fui casi tropezando pero me noto y volteo la mirada.

-¿A…Angélica?-murmuro con sus labios pálidos de ese bello color rosa, la mire de pie a cabeza como si fuera una desconocida para mi, pude notar que en su cuello llevaba algunas maras, mi corazón volvió a palpitar con fuerza, ni ella ni yo teníamos las orejas y la cola que solemos tener solo esa noche, me miro expectante cuando me eche a correr, me jalo de la capucha de la chompa con rudeza casi haciéndome caer, le apreté la muñeca con fuerza para que me soltara, no quería verla.

Ella me miro molesta por eso, cuando ya me soltó empecé a correr cerrando mis ojos a ratos por el cansancio cuando tropecé y caí contra el suelo por culpa de algunas piedras que habían en el camino, mis ojos empezaron a lagrimear, quería estar en mi casa, quería olvidarme de eso, quería estar con mi mamá…, no quería ver a Catherine.

Apreté los labios aguantando el llanto cuando me vi la rodilla y note que sangraba mucho, me vi la otra y era lo mismo, no me podía ni pararme bien por eso, Catherine me alcanzo rápidamente notando mi estado, no le voltee la mirada cuando empezó a hablar lo que seguramente le molesto.

-¿te hiciste daño?-me pregunto a lo que guarde silencio mordiéndome los labios, ella se acerco ah mí con paso firme tomándome del brazo y levantándome de golpe.

-vámonos a mi casa, allá te voy a curar-dijo mirándome preocupada, la quise empujar pero ella me sujeto bien de las muñecas.

-quiero irme a mi casa…-dije triste viéndome las piernas y más las heridas que tenia.

-y lo harás pero primero te curare y hablarem….-empezó ella a decir a lo que yo le grite.

-¡que me quiero ir a mi casa, no quiero verte Catherine!-dije llorando de nuevo, la empuje tan fuerte que me volví a caer pero esta vez sentada al piso, me quede ahí sin querer moverme y agachando la mirada.

Cuando me atreví a mirarle vi en sus ojos amargura,…dolor quizá.

Seguramente por mi rechazo a hablar de lo que paso.

Ella suspiro sacando su celular y llamando a mi madre, solo oí que cruzaron un par de palabras y que mi mami ya estaría allí en unos cuantos minutos, no le regrese la mirada, vi que ella cruzo la calle hacia la tienda que había enfrente, regreso luego de un rato con una pequeña funda, de esta saco un frasco con agua oxigenada y la vertió sobre mis rodillas, hice una mueca adolorida, cuando termino de hacerlo me miro unos segundos, la mire un tanto consternada, ella trato de sonreír como para disimular su molestia.

-cuando estés en tu casa tendrás que ponerte un poco de alcohol-me dijo, despegue mi mirada de la suya, no sabía que decirle.

Antes de que volviera a hablar el claxon del auto de mi madre sonó en nuestras orejas, mi madre le saludo a ella con una suave sonrisa y un Buenos días a lo que Catherine correspondió, mi madre salió del auto al mirarme en el piso, me miro preocupada a lo que trate de pararme para que no se sintiera mal, no me despedí de Catherine lo que a mi madre le extraño, ya que siempre habíamos sido muy unidas desde los 12 años, y ahora de la nada, venia pálida, con las rodillas sangrando y una mirada angustiosa y dolida en mi rostro.

Pero mi madre guardo silencio y prefirió no decir nada, cuando me recompuse le explique lo que paso y porque me había encontrado así, le dije que me sentía muy mal por todo, ella rio un poco, me explico a su modo que era normal que ese tipo de cosas le pasaran a Catherine ya que su ciclo de evolución se había adelantado y era normal que tuviera instintos sexuales, al contrario que yo que era unos meses menor y apenas y sentía los estragos de la luna llena sobre mí.

Me dijo que cuando creciera tal vez haría las mismas cosas que ella, con chicos o chicas, que dependería mi gusto y si encontraba pareja estable o no, pero que eso era parte de nuestra naturaleza y que inevitablemente sucedería.

Me dijo también que no me molestara o sintiera mal por lo que paso, que todo vendría a su tiempo y modo, que sería mejor que olvidara eso y siguiera llevándome bien con Catherine como antes de lo que paso.

Porque después de todo ella vio que siempre fuimos amigas de las buenas.

Que si Catherine se enfermaba yo iba a verla, que si yo me enfermaba ella venia a verla, que nos reíamos por tonterías, que compartíamos todo, que también nos celábamos, que solíamos pasar juntas casi todo el tiempo, que en clase nos mirábamos cómplices y que éramos las únicas en soportar cada cosa de la contraria y complementarnos.

Si pero eso no quitaba lo que había notado en mi corazón, eso que algunos llamaban, Amor.

Eso que dolía y quemaba peor que el infierno.

También recuerdo claramente que luego de un par de semanas nos reconciliamos, recuerdo la sonrisa dulce de felicidad que llevaba Catherine cuando le hable nerviosa, y quise hacer como que no paso nada pero…

Las peleas siguieron tanto como nuestra amistad, y lo peor de todo esto es que las peleas siempre eran por la misma razón cada mes.

Ella había empezado a ligarse chicas como loca, mínimo tres por noche en el día de luna llena.

Y ya se llevaba fama de –la mejor en la cama-de algunas chicas.

Así pasaron los años, ella cumplió 18 y yo en un par de meses los cumpliré.

Hace un año empezó a proponerme tener relaciones sexuales con ella, de inicio como una broma o un juego, aun así me negué, no quería saber nada de eso pues ella seguía con sus ligues, pero luego todo fue serie cuando me había acorralado a la puerta de mi cuarto cuando Salía de bañarme y empezó a toquetearme, le había mirado llena de dolor y enojo, no dude en pegarle una cachetada y salirme de ahí como en años pasados.

Habíamos peleado hace poco y deje de hablarle cuando me dijo que me quería colar a una orgia.

Y eso fue el colmo de mi paciencia, le había gritado que era de lo peor, que si quería se fuera a coger a su vecina pero que a mí no me viniera con este tipo de cosas, le dije que la quería, y ese fue mi error, el mostrarle mis sentimientos cuando ella lo tomaría como una bobada.

Y pasaron los meses y ella seguía con sus proposiciones cada luna llena pero no dejaba de estar con otras chicas mientras yo me encerraba en mi departamento y trataba de dormir a pesar del calor y excitación de mi cuerpo, cosa que trataba de hacer lo más llevadera posible, varias veces me había enfermado con gripe al colocarme una bolsa con hielos en el estomago y pecho.

La primera vez que me propuso estar con ella, tuve una mescla de alegría, enojo y nerviosismo, si, todo en el mismo plato.

Las temibles citas empezaban y yo…me sentía torpe al verlos a todos escogiendo pareja.

Recuerdo que Catherine me abrazo por atrás y me murmuro al oído.

-¿encontraste pareja al fin?, no es bueno que te aísles todo el tiempo Angélica-me dijo con un tono de risa, con una sonrisa hermosa en su rostro y una miraba profunda de sus ojos claros.

Después de transformase ella no sabría ni con quien se acuesta con tal de coger.

La mire seria, y levemente sonrojada.

-ya te dije que hare esa clase de cosas solo con alguien que me guste-dije apartándola de mi.

Recuerdo que unas chicas me miraron como si estuviera loca al rechazarla, las mire ofuscada, ni siquiera ellas entenderían la clase de sentimientos que tengo hacia ella.

-deja de hablar como una niña, todas quieren hacer esto en las noches de luna llena, suenas como una ilusa cuando dices esa clase de cosas, ¡ja!, y si tanto quieres estar con quien te gusta ¿Por qué no lo haces y ya?-me dijo furiosa, mostrándome sus caninos, exaltada por lo que dije.

-¡porque lastimosamente esa persona eres tu Catherine, y te la vives cogiendo con quien te da la puta gana!-le grite la con la voz entre cortada.

Ella no cambio su actitud con eso, siguió con esas chicas como si yo no significara nada, y en cierto punto creí que me quería tratar como cualquiera de ellas y eso me hirió profundo.

 

Si alguien se atrevía a llevarse a la cama a Angélica me volvería loca, no creo que ni la cordura ni los sentimientos que tengo por ella me impedirían volverme asesina, siento como mi entrada esta toda húmeda, camino como puedo a una parte del bosque, diablos la busque por todo lado y ella no asoma, si tan solo le dijera lo que eh estado sintiendo…tal vez ella se daría cuenta de que eh querido cambiar por ella, suspiro fatigada, ¿Dónde se metió?, ¿Dónde podría encontrarl…?

-C-Catherine…hmn…ah..¡ahn!-y una suave voz que resonó en mis oídos, dulce, como el cantico de una avecilla a medio morir.

 

Llevaba una camiseta holgada, me baje avergonzada el short junto a mi ropa interior viendo que estaba completamente húmeda, me levante la camiseta hasta dejar a la vista mis pechos, mis pezones están sonrosados  y un poco hinchados, no dejaba de respirar un poco agitada, mi otra manos se deslizo suave entre mis nalgas para separarlas, mi pequeña entrada dejaba caer unas gotitas blancas, suspire tratando de contenerme en cuanto podía pero…la imagen de Catherine me venía  a la mente, mi pulgar froto lentamente mi clítoris, separe un poco los pliegues de mis labios dejando a la vista mi pequeña y estrecha entrada.

-C-Catherine…hmn…ah..¡ahn!-gemí cerrando mis ojos.

Un ruido de las ramas que había alrededor mío me hizo sobresaltarme del temor y enroscar mi cola con fuerza a mis piernas.

-¡¿Q-Quien…está ahí?-dije cargada de miedo con los pelos de punta, viendo a la figura que empezaba a Salir de su escondite.-!!¿Ca…Cathe…Catherine?¡¡-

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).