Éstas harto de las mujeres, tienes suficiente con el género femenino, todas tus relaciones no funcionan, tal vez sea tu culpa, o sí la es. Lo notas por la forma que te gritan tus parejas anteriores, dejándolas solas en el lugar que las citaste después de terminar con ellas. Sí, tal vez sea mi culpa, pero no me arrepiento, será por eso que ninguna te satisface, quieres llegar a los extremos.
Podría ser, intentar acostarte con los hombres. Sí, eso funcionó, siempre y cuando tú fueras el de la acción, y el otro hiciera todo lo que tú le dijeras. Agregando que no quisieran algo serio.
—Señor Barba de borrego-candado. ¿Puedes despertar? — Una mujer de alrededor de 40 años le pasaba la mano por enfrente de sus ojos.
—Kenan… sí, lo siento. ¿Qué foto elegiste? — Tony, un fotógrafo de 36 años se reincorporaba en su asiento para prestar atención y continuar con su trabajo.
— ¿De nuevo pensando en tu adicción sexual? ¿Cómo se le llama a eso? Oh, ninfómano supongo— bajó el dedo índice de Tony que indicaba que diría algo, para continuar— no me interesa que sea para mujeres ese término. Quisiera terminar nuestra página en Teen Vogue, y dormir, sí no es mucha molestia.
—De acuerdo… Termina con un, “de nuevo la talentosa Jennifer Lawrence nos deslumbra con sus sombras oscuras…” —
—“…algo que está muy de moda” — la mujer terminó la frase, tecleando unas cosas más, cerró su computadora para recoger las fotos regadas en una mesa blanca — te veré el martes, hay más modelos, tal vez te ligues a una— el otro le correspondió con una mueca —o tal vez no, Mr. Roboto, aguafiestas… —
—Saluda a Daniel de mi parte— terminó por decir Tony, Kenan se despidió con un ademán con su mano y salió de ahí con los brazos llenos.
El Sr. Stark se quedó un momento ordenando más que nada sus pensamientos, nada iba tan mal en su vida… Sólo, debe ser que no busque tener relaciones tan apresuradamente, necesita su tiempo, un respiro enorme.
Petición Denegada.
Llegó a su humilde morada, una casa con un costo de poco más de 110 mdd, un jardín muy lindo. Salió de su Camaro una vez dentro de su garaje. Ya en el interior, sólo aventó su saco y mochila, menos la laptop que de vez en cuando era… su mejor amiga. Cómo en éste momento.
Puso con seguro todas las ventanas, cerró cortinas. Y puso su página porno favorita, de dispuso a abrir sus pantalones, metiendo lentamente su mano para tomar su miembro, y comenzar a moverlo de arriba abajo, hacerlo se ha vuelto algo cotidiano, siguió con el movimiento hasta sentir a su “amigo” lo suficiente erecto, le gustaba hacerse esperar, así que sólo daba leves toques con la yema de su dedo índice acariciando la punta.
La espera se terminó, sólo llenó su mano de saliva terminó el movimiento rítmico para venirse en su abdomen. Cuando cayó en la cuenta que la categoría porno en la que entró era de Adolescentes eso le asustó un poco.
Sintió demasiado placer viendo a esos dos jóvenes delgados, delicados y principiantes. Aún sudando frío, cerró la página web, eliminando el historial.
Se despojó de su ropa rápidamente, y entró a la ducha, se bañó con el agua fría, como una reprimenda por lo que acaba de hacer. Algo no andaba bien con su subconsciente, pero no quería ir a esas tontas cosas de psicólogos, le parecía algo innecesario, sí algo me pasa yo lo resolveré. No necesito a alguien que se entrometa.
Después de su baño, se recostó en el sillón, cambiando de canal porque no encontraba nada interesante, terminó por cerrar los ojos.