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Cuando la normalidad falla por Mai_Kusakabe

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Notas del capitulo:

Este capítulo es cortito pero importante :) La trama se complica, gente.

Capítulo 12: Planes e ideas de unos y otros

Kid no sabía qué le había dado cuando Law le dijo lo que pasaba, pero a la que quiso darse cuenta ya lo había cogido de la mano, lo había atraído contra su pecho y lo había rodeado con los brazos, uno por la cintura y el otro por los hombros.

Law se tensó y Kid pensó que iba a apartarlo de un empujón y, probablemente, decirle algo bastante desagradable. En vez de eso, el moreno se relajó al cabo de unos segundos y Kid se sorprendió al sentir sus brazos rodearle el pecho.

-Trafalgar, ¿me estás diciendo que el capullo de tu padre se cargó a tu madre, te metió aquí haciéndote pasar por loco y luego te incapacitó? –Preguntó Kid, esforzándose por no gruñir ni utilizar un tono demasiado brusco.

El tacto no sería lo suyo, pero Kid debería estar ciego y sordo para no comprender que aquella era una situación muy delicada.

-Eso parece –respondió Law, su voz adoptando un tono indiferente que Kid no le había oído nunca. No le gustaba ese tono.

-¿Y cómo coño ha podido hacer eso? ¿No hacen revisiones o algo?

-Caesar Clown es una de las mayores autoridades en el mundo de la psiquiatría, y tiene el bolsillo más grande que su bocaza. Mi padre tiene dinero, no tanto como tus padres, pero suficiente para tener a varias personas en el bolsillo.

-¿Y ha montado todo esto solo para desacreditarte? –Una de las manos de Kid comenzó a trazar círculos en la parte baja de la espalda de Law, y la otra hizo lo mismo en su nuca.

-No podía matarme. Llamé a la policía nada más verlo y, aunque no encontraron nada, habría sido muy raro que yo desapareciera o muriera después de aquello, así que tuvo que improvisar. No tardó en encontrarle el gusto: viene un par de veces al año solo para recordarme que controla mi vida, y el imbécil de Caesar hace lo mismo cada vez que nos vemos.

-¿Por eso dijiste “dicen que tengo alucinaciones” el primer día?

Kid sintió la sonrisa de Law contra su cuello.

-¿Ya te has dado cuenta?

El pelirrojo resopló.

-No me creía que tuvieras alucinaciones, ya habría visto algún signo. Llevo semanas devanándome los sesos pensando cuál era tu problema.

-Vaya, Eustass-ya, me siento halagado.

Se quedaron en silencio, Kid sosteniendo a Law entre sus brazos y este abrazándolo a su vez. Entonces el pelirrojo sintió los labios que estaban contra su cuello comenzar a moverse, a besarlo y a lamerlo.

-¿Se puede saber qué haces? –Preguntó Kid llevando ambas manos a los hombros del moreno.

-Vamos a la habitación, me apetece follar –dijo Law, sin detenerse.

-No.

Esta vez Law si se separó, y le dedicó una mirada incrédula.

-¿Qué?

-No pienso follar contigo, Trafalgar.

-¿Por qué no? Llevas semanas tratando de convencerme –protestó Law, tratando de volver a su posición pegado a Kid. Las manos de este aún en sus hombros lo detuvieron.

-Ya lo sé, y quiero follar contigo, pero no en este estado.

-Estoy bien –se defendió Law.

-Los cojones estás bien. Acabas de tener una crisis nerviosa.

Law se cruzó de brazos.

-No es verdad.

De haber tenido, Kid habría levantado una ceja. Con las cosas como estaban, el movimiento pasó desapercibido.

-Sea como seas, no pienso follar contigo cuando acabas de recibir una noticia así.

-¿Por qué? ¿Te da miedo aprovecharte de mí? –Preguntó Law, y a Kid no le pasó desapercibida la burla en su voz.

-No –respondió el pelirrojo, y entonces decidió sonreír e intentar cambiar el rumbo que estaba tomando esa conversación-. Pero no quiero que la primera vez que te la meta tengas otras cosas en la cabeza.

-¿Oh? –Law no sonrió, pero un movimiento casi imperceptible de sus labios le hizo saber a Kid que quería hacerlo-. ¿Y entonces qué propones que hagamos?

La sonrisa de Kid creció.

-¿Por qué no planeamos cómo hacer pagar a tu padre y a Caesar?

Law ladeó la cabeza con curiosidad.

-¿Tienes algo en mente?

-Se me está ocurriendo una idea.

--

Cuando Thatch salió del despacho de Caesar Clown, una visita que en su opinión había sido demasiado larga, prácticamente corrió hasta la salida, y allí paró en seco al ver que Marco no era el único allí fuera, apoyado contra el capó del coche. A su lado estaba un chico joven, moreno y musculoso, que Thatch podía reconocer que era guapo aunque no le fueran los hombres, hablando con su amigo. Y parecían estar pasándoselo muy bien.

Eso y querer saltar uno encima del otro. Pensó Thatch, riéndose por lo bajo.

-¡Serás cabrón! -Exclamó, acercándose. Marco y el chico se giraron a mirarlo-. ¿A mí me mandas a hablar con doctores chalados y tú te pones a ligar?

Marco le dedicó una sonrisa burlona.

-Tú eres el que se pidió al médico.

Thatch lo fulminó con la mirada.

Marco lo ignoró y se giró hacia el chico.

-Ha sido un placer, Ace, pero creo que tengo que irme. –Antes de que Ace pudiera decir nada, añadió-: Aunque tengo que volver en unos días.

El chico sonrió de oreja a oreja.

-Entonces nos vemos en unos días.

Se despidieron, Thatch conteniendo la risa al ver que su amigo se quedaba mirando al chico mientras se alejaba, y le dijo:

-Parece que has tenido suerte. ¿También en el trabajo o solo en lo personal?

Marco se giró hacia él, ni rastró de la sonrisa en su rostro.

-No ha ido muy bien, la verdad, aunque podría haber ido peor.

-¿Qué ha pasado? –Preguntó Thatch, dejando la broma de lado.

-Nada. No ha reaccionado, simplemente ha dicho que necesitaba pensar y se ha ido.

Thatch suspiró.

-No me extraña. No puedo ni imaginarme cómo debe haberlo pasado: ve que matan a su madre, no hay nada que lo indique, lo declaran loco y… ¡hala! ¡Aparece el cadáver de la mujer diciendo que la mataron cuando el chico lo dijo! Y después de hablar con el psiquiatra, cada vez tengo menos claro que realmente fuera una alucinación.

-¿Qué quieres decir?

-Pues que el tío, asegurándose todo el tiempo de ser educado y utilizar palabras complicadas para sonar profesional, creo que para hablar con él necesitaré un diccionario o algo, ha tratado de convencerme para estar delante cuando hablemos con el chico, y de que es muy peligroso. Aunque ahora creo que es bueno que no te haya dicho nada.

-¿Por qué?

Thatch estaba tentado de reírse, no sabía cómo se les había podido pasar una información tan importante.

-Está legalmente incapacitado, tiene que haber un adulto autorizado presente para poder hablar con él.

-Mierda.

Thatch estaba completamente de acuerdo con su amigo.

--

A Kid no le habría sorprendido si el escepticismo de Law en ese momento hubiese tomado forma y se hubiese puesto a hablar, de tanto que había reflejado en sus ojos en ese momento.

-¿Estás seguro de eso?

Kid asintió, tratando de reflejar tanta convicción como fuera posible en su rostro.

Hacía un rato ya que se habían sentado en el suelo, junto a un árbol, uno en frente del otro, y Kid le había explicado la idea que había comenzado a formarse en su cabeza nada más escuchar la historia de Law.

-Totalmente. Tal como están las cosas, ahora sería el momento perfecto para algo así.

Law pareció pensárselo antes de decir:

-La verdad es que es buena idea, pero no entiendo lo que sacarías tú de ayudarme. Esto no es precisamente prestarme un rato tu portátil o algo por el estilo.

-¿No te parece bastante el que vaya a ayudar a mi novio cuando está en semejante situación?

El escepticismo en el rostro de Law aumentó, y Kid decidió que sería más productivo responder a la pregunta.

-De acuerdo, de acuerdo. Verás, tener un hijo gay, por mucho que no sea el mayor, no queda muy bien en las familias con pasta, aunque no se vea tan mal como hace unos años. La gente parece pensar que un hijo gay no hará más que provocar escándalos y dar problemas, y siempre están más atentos a ellos para encontrar cosas de las que cotillear y criticar.

-Y una forma de que dejen de hacerlo es conmover a las señoras ricas, que son la fuente de los cotilleos, para que no te vean como una fuente de problemas –concluyó Law.

Kid sonrió.

-Exactamente. Si las pongo de mi parte, mi madre se pondrá de mi parte también, y mi padre no tendrá más cojones que callarse y dejar de insistir en que me busque una novia o las pondría a todas en su contra.

Law se rio por lo bajo.

-Desde luego, lo tienes todo bien pensado. Así salimos ganando ambos.

-Entonces que me dices, ¿eh, Trafalgar? ¿Te ves capaz de no ser un capullo absoluto cuando te lo diga por una temporada? Aunque te aviso de que vas a necesitar paciencia.

Law sonrió, una sonrisa torcida que era lo más parecido a su expresión habitual que Kid le había visto desde que lo había alcanzado.

-Creo que podré soportarlo.

El moreno se movió, gateando por el suelo hasta quedar frente a Kid, sus manos apoyadas en las rodillas del pelirrojo, y lo besó. Beso al que Kid correspondió encantado.

-Si ya está todo aclarado –habló el moreno al separarse, y llevó una mano a la entrepierna del otro- creo que te debo una mamada.

-Oh, joder –prácticamente gimió Kid, que con todo el follón se había olvidado de ese trato.

Continuará

Notas finales:

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