Caminaba por una calle, el día era perfecto para quedarse en casa y no salir para nada, sin embargo era día de escuela, dado que el es un buen estudiante no faltaría, aunque la temperatura bajara lentamente, aun con su abrigo no podía evitar sentir frio, pero nada lo detendría en llegar a su destino.
— ¿Ryuzaki?—se escucho una voz que le hablaba.
— ¿Yagami?... —lo observaba extraño, no iba vestido como el niño elegante, mimado que era.
— ¿Qué haces aquí?—le pregunto al verlo, era algo extraño verse después de verlo el fin de semana.
—Voy rumbo a la Universidad ¿Acaso no piensas ir?—intento no sonar muy preocupado por él.
—No, hoy es día feriado nadie va a la escuela, hoy es el aniversario de la institución así que no hay razón para ir ¿No te lo dijeron? —pregunto asombrado.
—Si estoy aquí rumbo a la escuela es por algo — dijo en tono sarcástico, ya era suficiente de las burlas hacia él.
—Claro perdón, pero entonces ¿Quieres ir al centro comercial? —pregunto con una gran sonrisa mientras se acercaba.
—No gracias, será mejor que regrese a casa, mi hermano está solo y… —intento dar la explicación del por qué no iba a poder acompañarlo.
— ¡Esta dicho nos vamos de compras!— señalo Light para luego irse corriendo tomando la muñeca de Ryuzaki quien no pudo hacer nada.
— ¡Yagami! Exijo que no me arrastres como si fuera…—fastidiado por la actitud del chico decido tomar cartas en el asunto.
—Mira una pastelería al 2x1 —menciono con emoción.
— ¿Dónde? — exclamo mientras volteaba a todos lados analizando las palabras del castaño.
—Al final de nuestras compras —camino en dirección a la entrada con gran entusiasmo, esa sería la cuarta vez que le dejaban a cargo de ir a comprar víveres.
Ryuzaki dio un gran suspiro, no quería acompañarlo pero en realidad no tenia de otra y ya no tenía ganas de regresar a casa para ese entonces.
— ¿Y bien que vas a comparar? —sin ánimo alguno pregunto.
—Esto —saco su enorme lista de cosas por comprar.
— ¿Qué? Pensé que eras lo suficientemente inteligente como para recordar lo que tenias que comprar —se burlo con sarcasmo.
—Lo soy pero realmente no me interesa recordar una lista que después de dos meses no tendrá nada que ver con lo comparare, es simplemente ahorrar espacio para cosas más importantes—sonrió sin preocupación ante su teoría.
—A ti… te hace falta un tornillo cierto —aseguro viéndolo de reojo, era sorprendente la capacidad que tenia de no saber nada y dar una no muy certera imagen de chico promedio mientras era todo lo contrario.
—No… los conté todos, no me hace falta ninguno— eh hay lo que le molestaba no hacia lo que una persona normal haría en un situación como esa, aunque él fuera el menos indicado para decirlo.
—Ya entremos de una vez —se apresuro, debía terminar lo más rápido posible para volver a casa.
—Claro primero a la sección de cereales —anuncio mientras alzaba la lista en sus manos, Ryuzaki caminaba con algo de pesadez, en toda su vida nadie lo había arrastrado tan fácilmente como lo como esa, ese chico nadie lo había exasperado tanto al grado de que quisiera salir corriendo, el era un genio no podía ser posible que alguien… sintió una sensación extraña al voltear a los lados no lo vio, tampoco por detrás.
— ¿Qué buscas? —apareció de repente frente a él.
— ¿Qué haces? —pregunto algo asustado, pero no permitiría que vieras más extrañas reacciones de parte de sí mismo.
—Nada, solo observe como te quedabas parado, ¿Acaso tu también vas a comprar algo? —pregunto mientras leía su lista de compras casi sin prestar atención.
—No, deberías de dejar de aparecer y desaparecer a cada rato —sin ánimo de pelear respondió.
—El despistado eres tú por perderme de vista, sigue así y un día no volverás a verme — sonrió seductoramente o lo que intentaba serlo.
—No me daría más gusto que el hecho de no volverte a ver nunca — siguió su camino adentrándose al centro comercial.
— ¡Que cruel!— dijo Light burlándose de su respuesta mientras lo seguía de cerca, entraron a la sección de cereales donde Light cogió uno de chocolate, otro normal, otro de fibra y otro con azúcar.
— ¿Para qué tantos? —se sorprendió al ver cuatro diferentes tipos de cereal en su manos.
—Es cierto se me olvido el carrito de compras ¿Vas por uno? —pregunto volteado a ver con cara de suplica mientras sostenía sus paquetes extra grandes de cereal.
—Claro —resignado fue en busca de un carrito para poder poner sus cereales, en el camino se le paso la idea de dejarlo solo en el supermercado, nada sería más gracioso que ver a Yagami en medio del centro comercial con sus cuatro cereales, preguntándose en donde esta con el carrito, sería tan divertido lo pensó por un minuto, pero conociéndolo de seguro enseguida se encontraría a alguien que lo ayudara con las cajas, cualquiera ayudaría un chico lindo con problemas con sus enormes cereales, el solo imaginarlo …. Antes de poder si quiera concebir una idea tomo al carito y regreso corriendo, casi corriendo, había algo que no le gustaba en la situación que un no entendía.
—Y yo que pensé que me abandonarías a la primera oportunidad — decía con diversión mientras ponía el cereal en el carrito acomodándolos.
—No soy una mala persona Yagami, esto solo es un favor ya me lo pagaras —intenta oculta aquellos pensamientos que lo habían invadido hacia ya unos instantes.
—Eso lo sé— sonrió —ahora vamos a la sección de lácteos — se emociono de solo escuchar la secciona a la cual ahora se dirigían.
—Si solo apresúrate quieres, aun el día es frio y quiero —no lo dejo terminar de hablar.
—La razón por la cuales son cuatro cereales es que todos comen el que se le s antoja, Mello de chocolate, papá del normal, Sayu y Takada con fibra, pero el de azúcar compra en general por si se acaban el de cada uno —respondió tarde a la pregunta pero la respondió, mientras Ryuzaki se preguntaba que tenía en la cabeza para hacer tal cosa.
— ¿Y tú? —
—Yo agarro del que a mí se me antoja en las mañanas —dijo muy seguro de sí mismo.
—Entonces eres un bipolar del cereal que no tiene un gusto definido por un sabor — de nuevo intentando hacer sentir menos a su compañero, quería ver qué tipo de cara pondría al no tener una respuesta propia de él.
—Tu si me entiendes, no como mi familia que no sabe cómo tratar mi situación con el cereal por eso me caes bien — fue una total sorpresa, de verdad que cada vez que se hablaban Ryuzaki comenzaba a sentir que se burlaba aun mas de el con toda la intención, pronto la sección de lácteos sufriría una pelea que no imaginaban.