Pasos se escuchaban por toda la casa, ese era un día especial para la familia Yagami, Sayu corría a despertar a los inquilinos junto con su hermano quien esperaba que estuvieran ya despiertos, su sorpresa fue mayor al encontrar al trió completamente dormido.
— ¡Light!— grito a toda potencia haciendo que este y los otros se levantaran al mismo tiempo — Ya es hora, corre, corre — daba pequeños saltos emocionada por la fecha.
— ¡Cierto! Vamos ambos… Mikami arréglate que es un día especial — menciono al verlo a un acostado en el piso.
—Lo que tu digas — se levanto para ir rumbo al baño.
— ¿Qué es lo que sucede? — asombrado por la actitud de ambos hermanos asumir que no sería nada bueno para el enterarse.
—Es el cumpleaños de Takada y siempre celebramos lo cumpleaños en familia, así que…— Ryuzaki ya sabía por dónde iba la cosa, al ser su novio aunque de a mentira debía cumplir como tal.
—Quisiera acompañarlos, pero tengo que cuidar de mi hermano — se disculpo manteniendo su mirada firme, en definitiva no quería pasar el día con esa loca familia.
— ¡Quisiera conocerlo! — Sayu no podía esperar para conocer al hermano del novio de su hermano, cosa que le resultaba extraña; su mirada mostraba impaciencia ante el hecho de poder conocerlo.
—No creo que… — intento zafarse del compromiso.
—No se diga mas, llámalo nosotros lo estaremos esperando en la avenida junto al parque — de nuevo ahí estaba la extraña cualidad de esa familia, el no dejar que su pres escapara.
— ¡Cierto! Muévete Ryuzaki que no hay tiempo…— deslizo so brazo por sus hombros riendo un poco en el acto.
—Está bien, los veo en diez minutos abajo — salió de la habitación mas emocionada de lo que entro.
—Mikami, Dime…Le compraste un regalo de cumpleaños… ¿Cierto?— se notaba el ambiente algo tenso, Light lo observaba con detenimiento esperando a que el otro respondiera.
—Sí, ¿Cómo crees que se me olvidaría esta fecha? — dijo con una sonrisa y algo divertido, al instante el castaño se sintió completamente aliviado, solo Ryuzaki parecía no entender bien lo que sucedía.
— ¡Vamos tu! — tomo al otro por la muñeca y lo llevo directo al baño, se notaba en su cara algo de preocupación, aparte ninguno de los dos había mencionado siquiera lo que había sucedido anoche.
—Yagami, esto no era parte del acuerdo — recalco con calma mientras su acompañante cerraba la puerta.
— ¿Dónde están la pruebas? Que yo sepa no hay nada escrito, además ya no puedes zafar de esta —su diversión estaba en todo su rostro, claramente no tenía ni la más mínima intención de entender su situación. — ¿Tienes teléfono? —
—Si —
—Bueno entonces llama a tu hermano y dile que lo vernos en media hora, mi familia es muy puntual, le dijo mientras tomaba su cepillo dental, el baño era personal a sí que no tenían mucho espacio para moverse.
—Sobre lo de anoche — de pronto el pelinegro tuvo una extraña tentación por hablar del tema solo sintió como un par de manos le sacaba a empujones del baño.
—Necssidfiito undk podco sde privakscidad — hablo con su cepillo en la boca, poco entendía lo que le dijo, solo supo que de pronto ya estaba fuera.
—Ah — suspiro, pensando en cómo se había metido en semejante lio fue donde se encontraba, ya que no entendí la situación recordó — Espera ¿Y que no iremos a la escuela?— dijo en un tono de voz alto.
—No — y fue lo único que obtuvo, el silencio de nuevo estaba ahí, hasta hora no se había dado cuenta pero estaba en la habitación de Light, era de color café claro con una franja de otro café más obscuro, le llamo la tención que en los muebles a su alrededor había muchas fotografías, donde estaban él y su familia con todos sus miembros, algo le parecía muy tierno en la habitación tan llena de vida.
No pudo olvidar notar que encima de la cama estaba su ropa perfectamente doblada eso tenía que ser obra de la madre de Light, se vistió como siempre, para su supresa no llevaba consigo su teléfono.
— ¿Listo? — le pregunto, sorprendiendo un poco por su repentina aparición.
—Si, pero no traigo mi teléfono ¿Podrías prestarme el tuyo? — de nuevo la tención entre ellos, no se sentían muy cómodos el uno al lado del otro.
—Claro — se acerco a su buro pero para su desgracia el peli negro tuvo que pasar cerca de él pero para el castaño parecía no molestarlo, tomo su teléfono — Toma, te espero abajo — le dio su teléfono y enseguida salió sin prestarle más atención.
En la planta baja ya su familia estaba completamente arreglada par la salida, Takada lucia muy linda con un atuendo otoñal pues hacía frío eran cerca de las 10 am, si eso era aun temprano para la familia Yagami.
— ¿Estás listo cariño? — Pregunto su madre con cariño — Y nuestro invitado — menciono refiriendo a Ryuzaki.
—Ya viene está hablando por teléfono con su hermano — sonrió pareciendo que todo estaba completamente normal, al momento el aludido bajo por las escaleras haciendo acto de presencia.
—Buenos Días — saludo todo la familia, eso le pareció gracioso parecían una fotografía, todo absolutamente bien portaditos y tal vez le dio algo de pánico tanta perfección.
—Gracias por dejar de que quedara anoche, pero he de pedirles disculpas por que al parecer mi hermano se encuentra resfriado y no podrá asistir — les menciono fingiendo algo de pena por el hecho.
—No te preocupes apuesto que yo puedo convencerlo — hablo el rubio sentando en el sofá con cara de autoridad, sintiendo el héroe que salvador del día.
—Si claro, como el perro chihuahua al que planeabas entrenar verdad — todas la miradas estaban posando en el, completamente burlonas por su experiencia con los animales.
Mello se sintió entre apenado y furioso. No quería recordar esos momentos cuando aquel perro no le obedecía, todo termino mal, demasiado mal.
—Bien Mello lo dejamos en tus manos, la familia siempre debe estar unida — su padre era de esas personas sobreprotectoras con respecto a él significo “Unión Familiar”.
— ¿Está bien que hagan eso? — pregunto Ryuzaki con una enorme duda en su cabeza.
—Descuida a si son siempre con toda la familia, te dije que no te podías escapar de las obligaciones familiares — ambos susurraban, quedando uno muy cerca del otro, cundo se dieron cuenta ambos se separaron por unos centímetros.
—Lo que usted diga — salió de la casa con su chaqueta.
—Bien Chicos como hoy es el cumpleaños de Takada ella decidirá a qué lugar iremos — su madre le miraba emocionada, siempre le hacía mucha ilusión estar en los cumpleaños de sus hijos, de nuevo las miradas se posaron en uno de los integrantes, ella solo sonreía.
—Quiero ir… al ¡Acuario! — todos asintieron con alegría.
—Pero mañana más les vale ponerse al corriente con la escuela — si bien tenían un día de diversión al siguiente nadie podía faltar a clases sin importar lo cansado que estuvieran.
—Si mamá — aseguraron todos.
—Bien a los autos — Sayu corrió hasta l puerta para subirse a la camioneta, la emoción hacia que cierto peli negro se sintiera fuera de lugar con todas esas personas.
—Vamos iremos en mi auto — dijo Light dirigiéndose a la cochera, el otro se quedo pasmado, realmente tenía un auto.
Cuando le mostro la cochera observo un lindo auto negro del año, pero también se veía que no lo utilizaba mucho.
—Conduce tu — inmediatamente se subió al asiento del co-piloto sin dar explicación alguna, siempre con su misteriosa actitud a ciertas cosas, sin darle mucha importancia subió al auto.
— ¿Qué? ¿Acaso tienes flojera de sobremanera?— pregunto con malicia al ver la expresión de pena en el rostro de su acompañante.
—Si —
Ya no dijo nada mas, no hacía falta ponerse a un más incómodos de lo que ya estaban, Ryuzaki fue siguiendo a la camioneta frente a él, de nuevo el fastidioso silencio, para él era normal estar en silencio pero se le hacía raro que sui acompañante estuviera callado todo el trayecto, ni pio decía, cuando generalmente estaría diciendo cualquier cosa, simplemente permanecía en silencio.
El lugar estaba completamente vacío, pues ¿Quién va al acuario en Marte a las 12:00?, definitivamente tenia que se una pesadilla encontrarse a punto de entrar al gran lugar con la gente que tenía en frente.
— ¡Foto Familiar! — grito Sayu diciéndole a todos que se juntaran para tomar la foto, al instante todos estaban muy juntos, le pidieron al policía del lugar que sacar la fotografía el cual acepto con gusto.
Muy emocionados entraron al lugar, Takada la festejada no podía esperar a la noche para que la fiesta se llevar a cabo, s preguntaba qué tipo de regalos recibiría.
Pero otros dos estaban en su mundo completamente distraídos.
—Espera necesitamos hablar — ya no quería tener ese tipo de malos entendidos con su acompañante, quería no sentirse… ¿Cómo se sentía?
Light no dijo nada, solo entro en una dirección completamente diferente a la de su familia, el lugar era completamente hermoso, los peses en esas enromes cajas de cristal iban y venían como si todo lo que hicieran fuera eso, aunque era verdad era lo único que hacían, el color azul dela gua se reflejaba tenue y brillante.
— ¿Qué sucede? — pregunto desentendiéndose de todo tema de conversación.
—Lo sabes bien, lo que sucedió anoche, eso solo fue una equivocación, se debió a muchos factores que ahora no quisiera explicar, sin embargo quiero aclarar que….
— ¿Ryuzaki? — ambos chicos voltearon a ver de quien se trataba Light al notar la presencia de ella simplemente no dijo nada, por ahora mantendría la calma como el buen chico que aparentaba en lo profundo de su ser.
— ¿Naomi? ¿Qué haces aquí?
—Bueno yo… ya que estas aquí podríamos hablar un momento — tal parecía que tenía algo importante de lo que tenía que hablar. Miro al castaño con algo de pena fue entonces que quería hablar a solas.
—Solo espera un minuto — le dijo a la chica con amabilidad, Light por su parte se mantenía completamente neutral.
—Solo una equivocación — susurro Light al notar como el pelinegro se iba en otra dirección — Pues que así sea entonces — él se fue en dirección al habitad de los pingüinos, le gustaban esos animales, se sentía identificados con ellos, aunque en realidad no tuviera casi nada en común excepto, se quedo pensando.
—Oye Yagami — pensó que al voltearse lo encontraría con una mirada triste pero para sorpresa suya el ya no estaba, en definitiva sus emociones y acciones eran completamente diferentes.
—Ryuzaki, tengo algo que decirte — se le olvido por completo quien estaba detrás suyo, tenía que poner un poco más atención a su alrededor.
—Por supuesto, ¿Qué sucede Naomi? — le pregunto con interés, aun la consideraba alguien especial para él, pero algo había cambiado, el hecho de encontrarla en ese lugar incluso le resulto un poco fastidioso.
— ¡Me gustas!— esa dos palabras, ambos no podían procesarla muy bien, sus ojos se posaron en la chica que había dicho lo que creyó escuchar.
— ¿Qué? — solo quería reafirmar lo dicho anteriormente.
—Se que no es el mejor momento, que tienes a alguien a tu lado pero… realmente quisiera saber si tú sientes algo por mi…— estaba algo nerviosa pero como siempre la seguridad abundaba en su mirada, estaba esperando un respuesta a su pregunta con gran expectativa, por su parte el pelo negro no tenía ni la menor idea de que responder, todo estaba completamente fuera de control...
—Yo…— ¿Qué?, para su adentros, ese momento lo había esperado durante casi todo el tiempo que lleva en conocerla, pero ahora había un punto diferente en la historia, ahí en ese acuario rodeado de todo esos peses sentía la presión como si lo observaran de pronto, nunca había tenido que elegir en una cosa como esa.
—Solo quiero que lo tengas en cuenta, yo… creo que aun no es el momento de que me respondas, pero si es un sí , si de verdad quieres intentar algo conmigo, te estaré esperando el día del Festival — sonrió, para luego despedirse , dejando al otro con un problema mayor, en definitiva, ese no era su mejor día, pero últimamente había tenido muchos así , todo por perseguir a una chica, de pronto se sintió algo tonto, dio un suspiro; debía buscar a Yagami, necesitaba volver a casa.
—Ja — sonrió, alguien muy cerca de ambos.