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LOZ: Un Peligroso Secreto por Ninchi Sushari

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Notas del capitulo:

Mmmm... Bueh... cómo digo ésto? La idea era subir todo de una pero una chica llamada MikuGhiraVaatiHatsune me estaba presionando. Te quiero Miku/Verde/Jennifer x3. Eres única :D Así que voy a subir por la mitad para que dejen de sufrir. Pero mientras tanto, ESPEREN EL SIGUIENTE D:

Los Quiero :D

 

CAPITULO 15:

Plan Fallido I

Los rayos dorados emanados del sol se asomarían por la ventana si hubiera una. Pero no. No hay ni un rayito de luz que pueda alegrar éste día.

Segundo y último día que tendrían ambos hylians púrpuras para contemplarse a sí mismos. Vio contemplaba a su pareja dormir recorría cada centímetro de cabello lavanda con su mano.

Suspiró un tanto triste. ¿Por qué siempre a él tenía que tocarle lo peor? Vaati es lo único bueno que le ha pasado en su vida. Unas lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos con el sólo pensar que nunca podrá ser alguien después de la secundaria. Comenzó a despedirse de su sueño de vivir feliz con su pareja y sus pocos pero mejores amigos.

¿Qué hubiera pasado si le hubiera dicho a Zelda que él no formaba parte de la brujería? Para empezar, Zelda no le creería. Segundo, no se lo perdonaría. Pues, ¿Cómo podría vivir después de que ejecuten a su pareja? el brujo lo es todo para Vio. Vaati fue la razón por la que Vio asistía al colegio de buena gana, la razón para seguir adelante por más duro que se ponga el camino. La razón por la cual terminaba el día con una sonrisa. Es la razón para seguir viviendo.

Sonrió nostálgico al recordar el día en que se conocieron. Vio solamente se le había acercado a robarle unos minutos de conversación y desde ahí todo cambió, terminó conociendo a una persona maravillosa. Vaati había comenzado a formar parte de su vida en tan sólo unas semanas.

No, no podría vivir sin él. Si le hubiera dicho a Zelda que no formaba parte de la brujería, ahora, en éste mismo momento Vio se estaría lamentando. Muy probable sería estar planeando un suicidio después de la ejecución.

-Vio... ¿Por qué lloras? - murmuró amodorrado Vaati. El rubio secó sus lágrimas y fingió una sonrisa.

-Estoy nostálgico... es todo - respondió. El brujo, no muy convencido con la respuesta, tomó asiento en la cama, atrajo a Vio a su pecho para encerrarlo en sus brazos.

-Todo estará bien... confía en mí - susurró el oji rubí entretanto sus manos acariciaban el cabello dorado del pequeño. Susurros que sonaban como melodías en los oídos de Vio, melodías que no volverá a escuchar - seremos felices - sonrió compasivo - ...muy pronto... - Vio pensó que Vaati lo decía para olvidarse de que hoy era el último día. Se aferró al abrazo del minish.

Era el último día para ambos. Querían aprovecharlo. No desperdiciaron ni un minuto en darse afectos. No les importaban si los guardias los estuvieran mirando o riéndose de ellos. Apostaban que ellos harían lo mismo si pasaran en la misma situación que los pequeños. Vaati le había prometido algo a Vio hacer en la noche que por "ciertas" razones no pudieron hacer. El brujo optó por cumplir la promesa apenas despertaron. Porque para la noche, hay otro plan.

El sol caminó hasta el centro del cielo. Dio paso al atardecer. Vio y Vaati se escondían en un rincón. Sentado y abrazados. La cabeza del pequeño se apoyaba en el pecho del mayor. Y sus cabellos eran acariciados por éstas últimas. El pequeño parecía dormirse en sus caricias, era demasiado relajante. El brujo le depositó un beso en la nuca; luego, apoyó su barbilla en ella. Sin palabras, sólo afectos. Zelda verificó la cárcel junto a sus jóvenes soldados; al pasar, les dirigió una simple mirada. Pero luego, volvió su vista hacia ellos - ¿Dónde Está Tu Gemelo, Vaati? - preguntó fría. El mencionado no hizo más que dirigirle la mirada.

-"De una... ¿Dónde está Linzuki?" - pensó Vio.

-¿Realmente importa? - replicó frío el brujo. La princesa torció los labios ante tal respuesta; ordenó a sus soldados que sacaran al brujo del calabozo para interrogarlo. Ordenó a Verde de vigilar a Vio. Shadow Link y Azul se llevaron a Vaati. Vio permaneció sentado en el suelo. Link le clavaba la mirada caminando de derecha a izquierda. A pasos lentos. Sonrió de manera burlona; Vio no paraba de enseñarle una mirada molesta.

-¿Ves, Vio? No en vano solía decirte que siempre serás un perdedor; ¿No tengo razón? mira dónde has terminado. - abrió sus brazos. Vio sonrió triunfador.

-Me has hecho tantas cosas, Verde. - Se puso de pie lentamente - Pero ¿sabes? Puedo ser un perdedor, puedes destrozarme la cara, puedes arruinar mis días cuántas veces quieras, pero yo siempre ganaré. - Link alzó una ceja. No entendió a lo que Vio se refería - Dime, ¿Con quién se quedó Vaati, Link? ¿Con Quien Prefirió Quedarse Y Entregarse? ¿Con Quién? Dime - Las cejas de Link cayeron hacia abajo ante las preguntas de su compañero - ¿Acaso crees que no sabía que te gustaba?.

-Tú me lo robaste.

-No te lo he robado, él prefirió estar conmigo - Vio apoyó su espalda en la pared, cruzó sus brazos - si supieras las noches placenteras que he tenido con él, las veces que me ha secado una lágrima, las veces que me ha abrazado cuand -no pudo terminar su frase debido a que Link lo interrumpió de un puñetazo en la cara. Fue tan inesperado que Vio perdió el equilibrio y cayó al suelo.

-¡Me dejó por tu culpa! si no te hubiera visto ese día sería mío - le dio una patada en el estómago. Aún así, Vio siguió sonriendo. Salió del calabozo refunfuñando. Al momento de salir, Azul, Shadow Link y Zelda vuelven con Vaati para dejarlo en el calabozo nuevamente.

-Maldito Pervertido - Masculló la princesa y se fue junto a sus soldados. Vaati rió a la vez que sobaba su mejilla colorada.

-Oh cállate, me pegaron por tu culpa, Guufu - dibujó una mueca de dolor.

-¿Qué pasó? - Vio tomó asiento. Vaati le hizo compañía.

-Comenzó a preguntarme "dónde estaba Linzuki", le conté la verdad y no me creía, entonces no me quedó otra que contar algunos recuerdos de Guufu con ella... - se abochornó - Guufu se transformaba en mujer y se hizo amiga de Zelda... y... Zelda lo invitaba a sus piyamadas y hasta entraba a los baños con ella Jajajaja debiste ver su expresión. Recibí una cachetada tremenda pero valió la pena - los violetas rieron. - ¿Y eso? - asombrado, señaló un hilo de sangre que caía de su boca.

-Ah... Verde me pegó.

-Menos mal que le he dicho a ese idiota que no se acercara a ti - habló molesto el brujo. Vio se asombró ante lo oído. El brujo comenzó a limpiar la diminuta herida del rubio.

-¿Tú sabías... que él siempre me golpeaba? - el brujo asintió.

-Desde que iba a la primaria - respondió.

Vio nunca fue de pedirle algo a su padre. Pero cuando le pedía un libro su padre negaba con la cabeza. Le recalcaba que hay cosas más importante que un libro y que cuando tenga su propio trabajo y propias rupias podrá comprarse todos los libros que quiera. Vio no quería esperar. Por lo que no tuvo otra alternativa. La escuela no le dejaba tiempo ni siquiera para comer. ¿Cómo podría trabajar entonces? Por lo que se le ocurrió lo siguiente: cuando su padre lo mandaba a comprar, Vio preguntaba si podía comprarse algunas galletas a lo que su padre afirmaba. En vez de comprarse las galletas, solía guardarse las rupias para un libro salvo cuando, de verdad, tenía hambre. Le costó seis meses en juntar doscientos cincuenta rupias para aquél libro gordo que tanto ansiaba leer. Cuando lo compró quedó tan feliz de la vida como si se hubiera comprado un videojuego. Tapa dura de ochocientas páginas. Tal como a él le gusta. Todos los fines de semanas por la noche leía hasta que su vista se agotaba. Un día decidió llevarlo a la escuela, su profesor de biología iba a faltar. Así que aprovecharía el tiempo libre para seguir leyendo; iba por la página número cien.

Sonó el timbre, guardó sus útiles en su mochila y salió. Azul y Shadow Link lo agarraron de los brazos.

-¿Qué hacen? - preguntó el calmado, sus respuestas fueron sólo unas maliciosas sonrisas. Verde apareció frente a ellos. Abrió la mochila de Vio y sacó el libro que compró.

-Vaya... Por fin te compraste un libro... -comenzó a hojear - ahora ya sé quién es el culpable.

-¿Qué haces, Verde? - preguntó sereno Vio aún sin entender por qué Azul y Shadow Link lo sostenían de esa forma. -Esto es lo que pasa cuando prefieres quedarte en la biblioteca que con tus amigos - comenzó a arrancar las hojas del libro.

-¡No!- Vio intentó forcejear para librarse pero sus dos compañeros no lo dejaban -¡Detente! - empero, Verde hizo caso omiso. Seguía arrancando páginas por páginas dejando que el viento se las llevara. Tiró lo que quedó del libro en el lodo que se hallaba a su izquierda. No sólo el libro cayó, Vio también. Su uniforme escolar se enjugó de aquél barro mojado como también su mentón. Los tres aturdieron el oído del calmado con risas burlonas. Verde y Azul pisotearon su espalda como si estuvieran aplastando cucarachas con todas sus fuerzas. Vio lanzaba uno que otro quejido ante tales pisadas. No podía creer lo que le estaba sucediendo. No pensó que éstos chicos podrían ser capaces de hacerle algo así.

-¡Oigan!- una voz interrumpió aquellas pisadas. Vio tenía sus ojos brillantes; se sintió humillado. - ¿¡Por qué no se meten con otros más rudos a ver si se atreven!? - dijo un adolescente de sexto grado; cabello corto color violeta y ojos rojos, estaba acompañado de otro chico de cabellos blancos y piel pálida.

-Métete en tus asuntos- bufó Azul.

-Éste es mi asunto- habló serio el chico.

-¿Quién eres tú para defenderlo? ¿Su novio o qué? - rió burlón Shadow Link.

-No soy nadie... Pero antes de meterse con él, métanse conmigo - los tres Links lo miraron enojados por un rato.

-Vamos a llamar a nuestro equipo a ver si tienes coraje - murmuró Azul con la intención de asustarlo.

-Aquí estaré para esperarlos - se cruzó de brazos el peli violeta.

-Mejor vámonos- dijo Verde - Está perdiendo nuestro tiempo - se alejaron de ellos molestos. El oji rubí se acercó a Vio junto con el peli blanco. Vio tomó asiento de rodillas, miró su libro mojado en barro. Unas lágrimas comenzaron a caer de sus ojos. Sintió una mano apoyarse en su hombro.

-¿Estás bien? - preguntó el peli morado. Vio no respondió. Se puso de pie y corrió hasta su casa lo más rápido que pudo. Evitando cualquier mirada clavarse en él.

-...- Vio perduró mirando a Vaati asombrado - ¿¡Fuiste Tú!? ¿El niño que me defendió fuiste tú? - El brujo asintió - Entonces, nos conocíamos desde antes y no estábamos enterados - rió bajo.

-Al parecer... - apoyó su espalda en la pared - ¿Te acuerdas que una vez me junté con ellos? -

-Sí.

-Dentro de tres días será el cumpleaños de Vio- Vaati sonrió para sus adentros, pensó en regalos que podría hacerle pero ninguno le convencía, pidió unos consejos a Fi y a Sheik. Pero ellos no lo conocían del todo. Lo querían sin duda alguna al darse cuenta de que Vio no era una mala persona. Sin embargo, no sólo Vaati esperaba ansiosamente la llegada de dicha fecha; Taligo, Groose, Pipit y Alfonzo también desearon festejarle su cumpleaños. Vio les cayó muy bien. Pensando y pensando, a Vaati se le ocurrió la idea de prepararle una fiesta sorpresa. Le pidió a Fi que hiciera el pastel. Ella, gustosa, aceptó. Sheik se encargaría de ayudarle a Vaati con respecto a adornar el salón con globos y algunos cartelitos que rezaban: "Feliz Cumpleaños".

-¿Y Ghira? ¡Que haga algo ese vago! - amonestó Sheik. Vaati rió ante la molestia de Sheik.

-Tú sabes que Ghira no será vago estando conmigo.

-¡Más Vale! Sino, no dejaré que coma el pastel de Fi - infló los cachetes y cruzó sus brazos. Vaati y Fi rieron. Taligo llamó a Vaati, le avisó que sus amigos del curso anterior lo estaban buscando. Vaati salió del salón para atenderlos.

-¡Hola chicos! - el brujo los saludó sonriente.

-Estás muy sonriente, amigo - comentó Shadow Link - ¿Sacaste una buena nota?

-No... estoy organizando una fiesta de cumpleaños para Vio - a excepción de Rojo, los Links fruncieron el cejo ante lo oído. Sus ideas eran lograr que Vaati y Ghirahim se olvidaran de Vio y lo vieran como un perdedor. Pero al parecer, Vaati lo seguía queriendo. - ¿Quieren venir con nosotros? Están invitados ustedes también.

-No podemos... - negaron con la cabeza los rubios- Vaati, dentro de tres días la Princesa Zelda cumple años también y ella nos pidió invitarte... si eres nuestro amigo ella también es tu amiga - el ojirubí se mordió el labio inferior.

-Lo olvidé... - Aunque Vaati odiara a la Princesa Zelda no podría ser grosero. Se cruzó se brazos y suspiró - ¿Qué hago? - Verde y Azul se clavaron las miradas y sonrieron. Su mentira funcionó. Sheik llamó a Vaati con el motivo de preguntarle sobre los utensilios de plásticos para el pastel: vasos, tenedores y platos. - Espérame que lo piense... acabo de recordar algo... - el rubio mayor asintió y volvió a su salón sin darle más vueltas - Rayos... ¿qué hago? - comenzó a caminar hacia el baño; los Link le siguieron - deseo hacerle una fiesta a Vio.

-No te conviene - habló Verde - Vio siempre se olvida de tu cumpleaños, la primera vez, no. Pero la segunda, sí.

-Ni siquiera siente remordimiento por eso - añadió Azul.

-Eso es lo de menos - habló Vaati - Hace semanas que no hablo con él, ni siquiera va a gimnasia... ¿Qué les parece si festejamos el cumpleaños de Zelda y Vio el mismo día? - Los Links no parecieron gustarle la idea.

-¿Extrañas a Vio, Vaati? - preguntó inocente Rojo.

-Sí - suspiró apenado el brujo. Rojo se apiadó de Vaati por un segundo. Y Sonrió.

-No te preocupes, Zelda lo entenderá - Azul, Verde y Shadow Link dispararon una mirada absorta en Rojo - mejor hazle la fiesta a Vio, se pondrá muy feliz - Rojo no quería admitirlo ni ponerse en contra de sus amigos pero detestaba que sus amigos trataran mal a Vio, su motivo de seguir con ellos era porque amaba a Azul. El enojón suspiró y le revolvió el cabello al menor. Era una pequeña persona de buen corazón, no podrían enojarse con él.

-¿En serio? - los ojitos de Vaati brillaron, su sonrisa se ensanchó - Gracias, díganle a Zelda que me perdone, pero de verdad extraño a Vio. - Link sintió un derrumbe en su corazón, se cruzó de brazos molesto.

-No importa, por un lado mejor, Vio y Ghirahim arruinarán la fiesta con esas caras de estúpidos y afeminados que tienen - murmuró Link; Shadow Link y Azul rieron ante ese comentario.

-¿Qué dijiste? - el minish frunció el cejo por lo que oyó. - ¿Qué acabaste de decir? - Verde se encogió de hombros - Oye... te oí, y no me gustó lo que dijiste. Si tienes un problema con Ghirahim tienes un problema conmigo también. Tampoco te metas con Vio.

-Tú no conoces a Vio - rodó los ojos Link - mejor conoce la historia antes de defenderlo.

-No, no lo conozco de toda la vida pero aún así, lo quiero.

-Otra vez defendiéndolo - Rodó los ojos Azul. Vaati miró perplejo a Azul. Inconscientemente, evocó el recuerdo de los tres niños que pisoteaban a uno en la primaria, casualmente tres rubios y uno de cabello morado, las mismas miradas, un libro en el barro... a Vio le gustaba leer ¿Coincidencia?.

-No me digan que ustedes eran los idiotas que le pegaron a Vio en la primaria - Los tres Links mayores no hicieron más que mirarlos.

-¿Y qué si lo fuimos? - inquirió Link. Vaati quedó inmóvil ante aquella pregunta, ¿Cómo pudo ser tan idiota? ¿Cómo no pudo haberse dado cuenta que durante éstos dos meses que ha permanecido con ellos estaban robándoles la amistad que llevaba con Vio?. El minish se acercó al rubio amenazante.

-Vuelves a tocarlo y considérate muerto - le advirtió.

-psss... Vete - desvió la mirada el líder del grupo.

-Con tal de no volverlos a ver, con gusto - Vaati salió molesto del baño.

Los ojitos de Vio brillaron por lo que oyó de Vaati. No quería parecer chismoso pero admitía que le carcomía la curiosidad cuando Vaati volvió a él. Quería saber qué fue lo que los Links le dijeron como para hacerlo enojar. Sin palabras, apoyó su cabeza en el pecho del brujo, una mano también se apoyó en el pecho. Y cerró sus ojos.

-Mi Vaati - suspiró tenue. El mencionado no eludió reír mientras lo rodeaba con sus brazos.

La preocupación comenzó a inundarlos cuando la noche había llegado inesperadamente. Incluso las horas no les tenían piedad. Vio lucía más preocupado que de costumbre. El estómago se le revolvía en tan sólo pensar que les faltaban pocas horas. El sueño los vencía. Pero ellos no querían dormir sino seguir contemplando la compañía del otro. Los párpados de Vio se cerraban involuntariamente y caía en sueño por dos segundos.

-¿Quieres dormir hasta cuando traigan la cena, Vio? - cuestionó el brujo de la manera más dulce al notar que su uke no daba más del sueño. Vio asintió. - está bien... vamos... - se recostaron en la cama. El brujo abrazó por la cintura a su pequeño rubio. Y se entregó a los brazos de Morfeo.

-¡Despierten, tórtolos! ¡Ya está la cena! - habló en voz alta Link dejándoles la cena en el suelo. El brujo se despertó asustado. Se relajó y tomó asiento en la cama. El minish se puso de pie para dirigirse hacia donde estaban dichos platos.

-¿Otra vez arroz? - cuestionó cansino. Observó a través de las rejas. Link y Shadow Link se encontraban un tanto distanciados, estaban cenando sentados en una mesa mientras conversaban alegremente. Vaati ocultó los platos, sacó la poción amarilla y la virtió en un plato. Con el tenedor, removió el arroz para que no se notará dicha poción. Se levantó de su asiento y le llevó el plato a Vio - Despierta, amor, aquí está la cena...

-Gracias... - murmuró el rubio adormilado, tomó asiento y agarró dicho plato. Vaati volvió a encaminarse hacia el suyo para ponerle la poción naranja. Removió con el tenedor y comenzó a comer - ¿Tienes idea de qué hora es? - cuestionó Vio para romper el silencio.

-Las diez y media -respondió el minish tomando asiento en la cama. Permanecieron en silencio mientras comían con toda calma.

Hasta que algo empezó a ir mal.

-¿Vio? - inquirió Vaati preocupado. El rubio respiraba agitadamente, sus ojos se tornaban cada vez más claro.

-No puedo... ¡No puedo respirar! - respondió asustado el rubio. Se golpeó el pecho, como si esos golpes lo curaran. Vaati tiró los platos para aferrarse al pequeño.

-Shh... sólo relájate... relájate - susurró depositando un beso en la frente del rubio. Vio dejó de respirar, cerró sus ojos - siempre te amaré,mi pequeño Vio - sonrió compasivo mirando el cadáver en sus brazos. El cuerpo del rubio se sentía más pesado que de costumbre. El brujo intentó abrir un ojo del rubio. No tenía esas hermosas pupilas color mar que adornaban sus ojos - Díos mío... ¡LA COMIDA ESTÁ ENVENENADA! - Gritó exasperado. Al segundo, Link y Shadow Link aparecieron.

-¿¡Qué rayos estás diciendo!? - bramó Shadow Link.

-¡Lo Envenenaron, Malditas Bestias! - masculló el brujo aferrándose a Vio - ¿¡No Pudieron Esperar Hasta Mañana!?.

-Está bromeando - Shadow Link rodó los ojos al notar que Link le disparó una mirada preocupante.

-No lo sé, Shadow Link, más temo porque nosotros a veces comemos lo mismo que ellos - murmuró el rubio.

-¡Si No Me Creen, Véanlo Ustedes Mismos! - Bramó con voz quebrada el brujo - Yo quería aprovechar éstas últimas horas con él y ahora todo lo que tengo es un cadáver - escondió su rostro entre la cabellera de Vio - ¿Cómo pudieron hacerme esto? - inquirió sollozando. Link y Shadow Link se dirigieron la mirada entre sí.

-Déjanos comprobar si está muerto - Link y su sombra entraron al calabozo para acercarse a su compañero de clases - Es cierto... - murmuró preocupado con el sólo sentir la piel dura de Vio.

-Esto está mal... - musitó Shadow Link. La sombra sintió un ojo clavarse en él. Levantó la cabeza hasta toparse con la mirada que Vaati le dedicaba - Link... - llamó con voz temblorosa mientras retrocedía unos pasos. El rubio levantó la mirada también, clavó sus ojos en los carmesí del brujo. Los ojos de Vaati brillaban, su maliciosa sonrisa les causaban un tremendo escalofríos a los dos. De la forma más rápida, el brujo levantó la mano provocando empujar a los pequeños soldados contra la pared, cerró su puño. Los pequeños soldados sentían un par de manos estrangularlos - ¡Su... suéltanos!

-jajaja... JAJAJAJAJA ¡Te Dije Que Matar Era Divertido! - reía de manera psicópata el brujo. Link se horrorizó al ver el rostro del hylian que una vez fue su amigo y del que una vez se enamoró. ¿Quién era éste tipo? ¿Cómo Vio podría amar a un loco como él? Su sonrisa se agrandaba y sus ojos mostraban lo fuera de consciencia que estaba. Bajó su brazo, los soldados cayeron al suelo sintiendo sus cuellos libres de todo mal, se sintieron débil. Les dirigieron una última mirada, Vaati los miraba seriamente como si hubiera recuperado la razón al toque - pero yo no voy a matarlos... porque así todo, soy bueno - habló en voz baja. Se puso de pie cargando a Vio y escapó dejando perplejos a los pequeños soldados.

Notas finales:

~o~Continuará~o~


Al menos dejé algo para que no sufras, Miku :3 De todos modos, perdonenme por no actualizar por un tiempo, la página me odia TvT


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