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LOZ: Un Peligroso Secreto por Ninchi Sushari

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Notas del capitulo:

Antes que lean... Perdón por las fallas que he tenido en todos los capitulos u_u puedo jurar que los corrijo antes de subirlo pero me doy cuenta de los errores cuando ya los he subido.

Otra cosa, perdón por las groserías que puedo llegar a poner. A veces me apena un poco n/n... pienso que en este capitulo hay muchas :/

~o~CAPITULO 16~o~

Plan Fallido II


Escapó de su celda corriendo con el cadáver de Vio en sus brazos. Con Vio en brazos se le hacía difícil mirar al suelo. Una parte de él se sorprendía con el sólo saber los recorridos desde el calabozo hasta la sala de recibidor; Vio susurró unas palabras inaudibles para Vaati, mas el brujo no le tomó importancia a sus palabras. Lo mínimo que pudo hacer fue echarle una mirada por un segundo. Subió por las escaleras corriendo hasta que los escalones llegaron a su fin. Llegaron al segundo sótano sin problemas. No había señal de que Link y Shadow Link los estuvieran siguiendo. Movió su cabeza hacia la izquierda; avanzó hacia la escalera hallada a su izquierda. Y subió. Tropezó en un escalón, con una mano se sostuvo de la pared como si le impidiera caerse, acomodó a Vio entre sus brazos y volvió a subir a las corridas hasta llegar al primer sótano - ¿Cuántos sótanos tiene éste castillo? - avanzó hasta subir hacia una pequeña escaleras. De una patada, abrió la puerta; dio unos rápidos pasos. No se percató de la escalera que conducía hacia el piso de abajo por lo que cayó. - Mierda, rezongó - Nuevamente, cargó a Vio. Lo que menos le importó era verificar si se lastimaron en alguna parte del cuerpo; si tuvieran que lastimarse por salir con vida, lo harían. Dos puertas se le presentaron a los ojos rubí de Vaati; una al frente, otra a su izquierda. Optó por la que estaba en frente lo cual no fue una mala elección. Dos caminos se le presentaron; tuvo dos opciones, girar hacia la izquierda o subir las escaleras que tenía a unos pasos más adelante. Osó por ir a la izquierda - La puta madre - detuvo sus pasos, entró en shock por unos segundos; su mente se vio invadido entre las nubes. Cuatro guardianes cuidaban el lugar. Y los vieron. Dos de ellos llamaron a otros guardias, otro advirtió en voz alta que el brujo se estaba escapando. Corrió y subió las escaleras que se encontraba a sólo unos pasos, ahora, a su derecha. Los guardianes los siguieron. Vaati dio una patada al aire lo que produjo una ráfaga de viento hacia dichos guardianes. Un par cayeron arriba de otros. La noticia llegó hasta los oídos de la princesa, quien ya entraba en sueño. Se levantó de su cama de un salto. No sólo en ella; Azul y Rojo prepararon sus espadas y salieron de la sala de caballeros corriendo. Dobló hacia la izquierda, nunca había atravesado un pasillo tan largo. Las piernas comenzaban a doler debido a la caída. Pero no se detuvo. Al final del pasillo, giró hacia su derecha. Para su mala suerte, los guardianes subían de la escalera que se hallaba a la izquierda - ¡Rayos! ¡Rayos! ¡Rayos! - siguió avanzando. Dobló hacia su derecha una vez llegado al extremo del pasillo. Dio unos pasos y se detuvo. No supo qué hacer. Saltar hacia el piso abajo donde otros cinco guardias lo estaban esperando. Las voces de los otros guardianes detrás siguiéndolos no le dejaban concentrarse. Desvió su mirada hacia su derecha. Tal vez si pegara un gran salto llegaría a la otra plataforma. Sujetó fuerte a su pequeña pareja. Retrocedió unos pasos, tomó marcha y saltó. Sus labios dibujaron una sonrisa. Llegó a la segunda plataforma con éxito. Sin perder un segundo más, corrió hacia la puerta que daba hacia la planta baja - ¡Aguanta Vio, estamos cerca! -. Cuatro guardianes los esperaron ansiosamente en la puerta de la planta baja. Vaati los esquivó como pudo. Y corrió hacia su derecha, no sabía hacía dónde iba sólo se guiaba con lo que Guufu recordaba. Hace unos segundos recordaba todo pero ahora todo parecía haberse esfumado. ¿Por qué tan de repente?. Un guardia le lanzó un arma parecido al Lucero del alba, sólo que más pequeño, sujetado a unas cadenas. Vaati lo esquivó como pudo. Y siguió corriendo.

Abrió una puerta, abrió otra seguida de la primera. Subió las escaleras; se maldijo a sí mismo en cuanto cruzó la puerta que tenía al pasó. Estaba yendo al mal camino. No estaba en la sala de recibidor sino en la terraza, volvió a entrar, bajó las escaleras, los guardias aún no habían llegado hasta ellos. Corrió hacia la derecha. Tan sólo bastaba cruzar la puerta para entrar hacia la sala de recibidor. Empero, tropezó y cayó. Su rodilla comenzó a sangrar. Intentó levantarse, dos pares de brazos le hicieron el favor. Azul y Shadow Link lo agarraron de ambos brazos; lo llevaron hacia el centro de dicha sala a arrastra. - ¡Suéltenme! - Vaati se movía bruscamente con tal de librarse pero éstos dos lo sostenían con mucha fuerza.

-¿Conque intentando escapar, eh? - La Princesa Zelda se acercó lentamente hacia el brujo.

-¿Qué mierda le importa? - replicó con otra pregunta. Recibió una cachetada; su mejilla comenzó a arder.

-¡Qué Maleducado! - la ira lo abrazó y se apoderó del cuerpo del brujo. La ira, varias veces desorienta tu consciencia y aumenta tu fuerza más de lo que ya tenías. Con un par de golpes en los pechos, se libró de Azul y Shadow Link; empujó brutalmente a la princesa hasta hacerla caer; a continuación, tomó asiento sobre su cintura y apretó su cuello con sus manos - Suel... ¡Suéltame! - la joven comenzó a rasguñar aquellas manos que impedían la entrada del aire.

-Me Tienes Harto, princesa - masculló el brujo mientras apretaba con más fuerza su cuello. La ojiazul esbozó una sonrisa triunfante.

-Yo sé que no lo harás.

-¿Qué te hace estar tan segura? - masculló el peli morado mientras apretaba con más fuerza su garganta. Sus ojos se abrieron de par en par; sus presiones se mantuvieron en ese estado y su cuerpo se inmovilizó cuando sus oídos dejaron entrar la respuesta de la princesa, la frase que odia escuchar desde que Guufu comenzó a hacer de su vida imposible.

-Estás enfermo - "Estás enfermo, estás enfermo, estás enfermo" la frase retumbaba en su cabeza una y otra vez. Pasó un momento difícil, no obtuvo ayuda de nadie sino de él mismo. Y en lugar de recibir una ayuda, recibe una ignorancia y un apodo "enfermo". Verde le atizó un puñetazo en la cara lo que produjo que sus manos se emanciparan del cuello de la princesa. Shadow Link y Azul ayudaron a Link a llevarlo a tan sólo un metro de la princesa. Y Vaati comenzó a recibir puñetazos tras otro en cada parte de su cuerpo entretanto le llenaban de preguntas o exclamaciones e insultos como "¿¡Cómo te atreves!?" "¡No tienes derecho a tocar a la princesa!" "Te la ves con ella, te la verás con nosotros".

-"No estoy enfermo..." - se dejó caer al suelo, los puños y las patadas le parecieron interminables y dolorosas pero esa frase le dolió más. Se lo dijeron sus compañeros de clases hylianos, sus compañeros minish, sus abuelos y su padre. - "No estoy enfermo" - volvió a pensar, esta vez llorando.

Los puños y las patadas cesaron no fue debido a que se cansaron sino porque algo los distrajeron. Vaati alzó su vista hacia los rostros de los Links; ellos miraban perplejos hacia un punto, hacia la izquierda. Movió su cabeza para mirar hacia dicha dirección. Sus ojos se clavaban en Vio. El rubio estaba de pie, con la mirada clavada en los tres. Sus ojos se tornaron carmesí como la sangre, el aura negra bailaba a su alrededor; de su mano izquierda apareció una espada idéntica a la de los Links, idéntica a la espada cuádruple. Lanzó un grito al aire; y en un parpadeo apareció en frente de Shadow Link y Azul, estiró su brazo libre lo que produjo llevar a dichos Links contra la pared. Su mirada de odio se clavó en Link, el líder del grupo. Link lo observó con horror y Vio sonrió. No lo pensó dos veces y le clavó la espada en donde se hallaría el estómago. Zelda corrió hacia Link, empero Vio evitó acortar su distancia con una patada en el estómago de la princesa. Ella cayó de rodillas - No debiste haberme dicho que estoy enfermo - ayudó a Vaati a ponerlo de pie.

-¿Guufu? - Vio sólo esbozó una sonrisa. Azul y Shadow Link auxiliaron hacia Link y Zelda. Los guardianes llegaron a la sala de recibidor; les bloquearon la entrada. El rubio cogió de la mano de Vaati, con otra movió a los guardias como si hubieran sido fichas de ajedrez. Y corrieron, escaparon del castillo. La felicidad y la esperanza volvieron a nacer en ellos. Atravesaron el jardín principal seguido de guardias. Salieron del castillo y entraron a la pradera, corrieron hacia su izquierda lo que fue un error. El puente estaba cortado. Se agazaparon entre los árboles - ¿Estás bien? - Vaati había notado al rubio muy débil.

-Sí, estoy bien - apretó con fuerza la mano del minish. Gatearon un poco entre los arbustos en dirección hacia el sur sin ser descubierto por ningún guardia pero uno los descubrió. No les quedaron más opción que correr. Llegaron a la Ciudadela, corrieron hacia el primer puente a la vista. Vio no daba más. Sus piernas perdieron fuerzas y cayó en la mitad del puente. Produjo que Vaati también se cayera.

-¿Estás bien? - inquirió mas el cuerpo ajeno no respondió - ¿Vio? - otra vez, el cuerpo del rubio yacía inerte. Volvió a cargarlo, para cuando quiso avanzar era demasiado tarde. Los guardianes los rodearon. Vaati intentó en vano lanzarles una magia - ¿eh? - nada pasaba, los guardianes seguían acercándose hacia los púrpuras - ¿Qué pasó con mi magia? ¿¡Qué Pasó Con Mi Magia!? - recibió un empujón y un golpe en la cabeza; cayó junto a Vio. Recibió una fuerte pisada en su espalda. Lo jalaron del brazo bruscamente. A los dos.

Les costó demasiado pero lograron llevar a Vaati y a Vio devuelta al calabozo; no dudaron ni un segundo en darles un tremendo empujón para hacerlos caer. Cerraron la reja rápidamente.

-¡Y aquí se quedarán! - bramó molestó Azul - no les perdonaremos por lo que le hicieron a la princesa Zelda y a Verde.

-Sí, Azul, lo que digas - rodó los ojos Vaati. Dicha acción produjo que Azul se enojara.

-¿¡Quieres pelear!? - Rojo y Shadow Link separaron a Azul y se lo llevaron - ¡Suéltenme! ¡He Dicho Que Me Suelten!- intentó zafarse.

-Ya, Azul, les quedan pocas horas - murmuró la sombra.

Vaati se puso de pie. Lentamente, se encaminó hacia un rincón; llevó sus manos hacia su frente para cubrir sus ojos, los cuales comenzaron a despedir lágrimas. ¿Qué pudo haber salido mal? Se acluquilló. Decepción, tristeza, desesperación, rabia, bronca, ira, todo un conflicto de sentimientos comenzaron a atormentarlo que perdió su consciencia. Comenzó a golpear la pared con su mano desahogando cada sentimiento que lo atormentaba. No le importaba las heridas que se hacía en su mano con tal de desahogarse. Vio había despertado, no tenía idea de lo que le había sucedido. Dirigió su mirada hacia su pareja. Se llevó un susto por lo que veía.

-Vaati ¿Qué te sucede? - se acercó tranquilo a detenerlo - Por favor, basta, te estás lastimando - le habló de la manera más dulce mientras frenaba su locura con un abrazo. El brujo se aferró al rubio lo suficiente como para sentirse protegido. Vio comenzó a acariciarle la cabellera. El rubio estaba confundido mas prefirió quedarse con las dudas, por más que su pareja diga que está curado para Vio no lo está. Y por más que Vio no entendiera el tipo de trastorno mental que sufría Vaati sabía que todo lo que éste necesita es tener a alguien en quien pueda confiar y tener un hombro en donde pueda sollozar.

-Perdóname, Vio, prometí salvarte pero te fallé - habló el brujo entre sollozos.

-Está bien... está bien... no te preocupes - sonrió sereno el pequeño.

-¿¡Cómo que no!? - sobresaltó el minish. Sus ojos rubíes se clavaron en los zafiros del rubio - Quiero vivir, quiero ser feliz contigo... - dejó apoyar su cabeza en el pecho del rubio - quiero tener un final feliz contigo... nada de esto te estaría pasando si no te hubiera confesado mis sentimientos.

-No digas eso... - Vio apretó el abrazo - Eres lo más lindo que me ha pasado en la vida... Vaati, sinceramente... prefiero morir joven y haber tenido a alguien a quien amar a que vivir eternamente y no haber amado de ésta manera - el mencionado levantó la cabeza para mirarlo a los ojos. Asombrado - Además... terminaríamos juntos de todos modos... pues, si tú no confesabas lo hubiera hecho yo - rozó sus pulgares en las mejillas pálidas de su seme mientras les secaba las lágrimas - Por favor, no llores... aprovechemos el poco tiempo que nos queda ¿Si?

-No puedo evitar sentirme mal - suspiró el brujo bajando la cabeza.

-Es el destino, Vaati... no nos queda otra - murmuró el rubio.

-Lo sé... - Vio se acomodó y llevó la cabeza del brujo hacia sus piernas con la intención de acariciar su cabellera.

-No te preocupes, nos reencarnaremos y nos volveremos a encontrar... - Vio observó a su pareja cerrar los ojos. El sentir su cabeza siendo acariciada al estar acostado era como un calmante para Vaati - y seremos felices...

-¿Crees en la reencarnación, Vio? - musitó Vaati sereno.

-Sí... creo... - asintió el rubio. Vaati acarició la mano, la cual acariciaba su cabeza para luego besarla mientras unas lágrimas recorrían por sus mejillas, las cuales terminaban en las piernas de Vio. El rubio sentía el nudo en su garganta, desvió la mirada entretanto secaba sus lágrimas - por favor, no llores.

-No puedo evitarlo - el brujo escondió su rostro en las piernas de Vio. Y rompió en llanto-

-Créeme que si esto no estaría pasando... serías un buen esposo - el brujo esbozó una sonrisa entre sollozos - Eres una personita maravillosa

-Tú también lo eres - tomó asiento, sacó las pociones de su bolsillo y las tiró al suelo. Luego se puso de pie y se encaminó hacia la cama.

-¿Y eso? - cuestionó curioso el rubio.

-Eran lo que nos iban a ayudar a escapar - respondió un tristón Vaati - la poción amarilla era para que dejaras tu cuerpo sin alma y la poción naranja era para dividirme nuevamente sólo que ésta vez... Gufuu tomaría tu cuerpo... pero ¿De qué sirve explicar si nada de lo planeado funcionó? - Vio se puso de pie para sentarse al lado de su pareja - acuéstate conmigo... por favor -. Vio asintió antes de acceder al favor - gracias por estar conmigo en las buenas y en las malas... no encuentro la manera perfecta para expresarte todas mis emociones

-Sólo hazme un favor... no te duermas - sonrió apenado en rubio.

-Si esos idiotas no me hubieran quitado la gorra podría tele transportarme - comentó.

-¿Qué gorra? - cuestionó curioso Vio.

-¿Me has visto alguna vez con una gorra violeta...? tenía una tiara amarilla - después de pensarlo por unos segundos, el rubio asintió - esa gorra es especial... es muy poderosa, fortalece mi magia y puedo hacer lo que no cuando no la tengo... al igual que éste cinturón - Vaati señaló con la mirada el cinturón que su maestro le regaló - aunque éste cinturón sólo servía para avisarme si Gufuu estaba cerca - suspiró depresivo.

-Eres una caja de sorpresa - esbozaron una sonrisa entre sí. Luego, no recordaron nada, el sueño los habían vencido.

-Despierten, Tórtolos - Ordenó un burlón Shadow Link; apenas despertaron los violetas se lamentaron de haberse quedado dormidos - vamos... - Shadow Link agarró el brazo de Vio.

-¿Ya es la hora? - preguntó asustado el rubio.

-No, aún no - respondió un serio Azul.

-Espera - Shadow Link estuvo a punto de llevarse a Vio pero la alerta del brujo los detuvo - llévame a mí - se puso de pie - él no tiene nada que ver en esto... él no es brujo, yo lo soy. Y Vio está aquí por mi culpa... - Shadow Link lo miraba desconfiado - Por favor... llévame a mí... pero no le hagas nada a él... - La sombra le dirigió una mirada rápida a Azul. Pensaron por unos segundos hasta que se decidieron.

-Deja a Vio y agarra a Vaati - Shadow Link asintió y obedeció. Sacaron a Vaati del calabozo; Vio no entendía lo que pasaba ni lo que harían con él. Tomó asiento en la cama, pensando en lo que podría pasar con su pareja. Lo que le podrían estar haciendo, su estómago le dolía y su corazón se aceleraba. Sus manos y sus piernas comenzaban a temblar. Estaba asustado. Se recostó en la cama a esperar rogando una buena noticia.

No tuvo idea de cuántos minutos pasaron desde que se llevaron a Vaati. Pero cuando lo trajeron de vuelta, su corazón pareció haberse detenido. Abrieron la reja, tiraron al brujo como si fuera un muñeco de trapo - ¿Que-qué rayos?... - murmuró al ver a su pareja herida, inconsciente, en su ropa violácea oscura se adornaban unas manchas oscuras de sangre. Vio se puso en pie y corrió hacia Vaati, los ojos rojizos del brujo parecieron haber perdido vida - ¿¡QUÉ MIERDA LE HICIERON!? - preguntó a gritos clavando su mirada repleta de furia en Shadow Link y Azul.

-¡Hello! Es un brujo ¿No te diste cuenta, aún? nosotros no somos estúpidos, sabemos bien que cuando llegue la hora de ejecutarlos, Vaati hará una brujería y escaparía si no lo dejamos inconsciente ahora - respondió Azul entrando al calabozo.

-Son unas bestias - masculló el rubio enojado - Nunca me caíste bien, Azul

-¿Y eso a mí me importa? - dibujó una sonrisa burlona el gruñón - No vales nada para mí... si fuera por nosotros, te llevaríamos y te castigaríamos también, pero tu novio fue tan romántico que dio su cuerpo porque su doncella no tiene nada que ver en esto - Shadow Link lanzó una carcajada ante lo oído.

-¡Hijo De Puta! - Vio, en cambio, explotó, fue la gota que rebalsó el vaso. Se levantó, se lanzó hacia Azul y le atizó unos fuertes puñetazos en la cara.

-¡Detente, Idiota! - Shadow Link entró al calabozo para separar a Vio de Azul. El Violeta tenía tanta bronca que no le importaba si mataba a Azul en ese momento. Shadow Link le brindó un fuerte puñetazo en la cara al violeta, fue demasiado fuerte que cayó al lado de Azul. El Link gruñón se levantó, salió del calabozo y cerró la reja lo rápido posible.

-¡No Te Lo Perdonaré! - gritó Vio corriendo hacia la reja - ¡Juro que voy a vengarme, Maldito Desgraciado!

-Dí Lo Que Quieras, vas a morir dentro de unas horas - dijo Azul amagando pegarle a Vio. Shadow Link lo detuvo y se lo llevó fuera.

Vio cayó de rodillas, con las palmas de sus manos cubrió su rostro y sollozó. Rojo, quien observó desde lejos la escena, no podía evitar sentirse culpable. Vio es un buen chico por qué tiene que pasar por esto. Se acercó a su compañero, se arrodilló ante él.

-Lo siento, Vio... - el mencionado destapó su cara para mirarlo, sus ojos no dejaban de despedir lágrimas - No quería que esto te pasara... - le entregó un bol lleno de agua con unas pequeñas toallas blancas -De verdad... lo siento mucho... - se levantó y salió. Vio miró perplejo el bol por unos segundos. Suspiró; agarró el bol y las toallas, se acercó a Vaati. Apoyó la cabeza del mayor en sus piernas; enjugó una toalla con el agua y comenzó a limpiar las heridas adornadas en el cuerpo ajeno, en silencio.

-Dime algo... dime que estás bien - susurró. Unas lágrimas chocaron con el rostro del minish. Le dejó unos cuantos besos en la mejilla. Le corrió el cabello. Dejó a la vista el ojo que siempre era cubierto por su flequillo. Fueron unos minutos eternos para el rubio cuando Vaati susurró su nombre. Dejó las toallas y el bol de lado. Lo ayudó a sentarlo contra la pared y lo abrazó. Aprovechó sus últimos minutos. Se acurrucó en su pecho y cerró sus ojos. Con mayor esfuerzo y dificultad, el minish intentó corresponder.


Con la cabeza hacia abajo, caminaron hacia un círculo hallado en el medio del jardín del castillo. Los insultos llegaban a sus oídos. Vaati se dejó desplomar en el suelo. No daba más. Vio tomó asiento de rodillas. Repleto de odio, miraba a Shadow Link levantar agresivamente a su pareja. Y luego se alejó junto a Azul. Observó al alcalde frente a la multitud desdoblar una hoja amarillenta y leer el contenido en ella. Al diablo el discurso. No le prestó ni la más mínima atención. Se acomodó para abrazar por última vez a su pareja, a su minish, a su amigo, a su brujo. Le dejó un beso en la mejilla pálida y húmeda. Su rostro podría parecer sereno pero sus ojos reflejaban una profunda tristeza. Esbozó una sonrisa, movió su cabeza hasta toparse con los ojos de Vio. Con los ojos inundado en lágrimas y con la voz quebrada, susurró sus últimas palabras - Te Amo.

-Y Yo A Ti - Vio le devolvió el susurro. Y sonrió. Hasta que una primera piedra borrara la sonrisa del rubio. Y otra piedra destrozara el rostro del brujo. Una lluvia de piedras comenzaron a caer sobre ellos. Los insultos los acompañaban. Ambos cuerpos cayeron al suelo, ya inerte, ausentes de almas. Pero la lluvia de piedras no cesaba y los insultos tampoco. Cuerpo y alma se emanciparon, pero sus manos seguirán entrelazadas.

Ha pasado una semana desde aquél acontecimiento. Ghirahim dejó una rosa en cada tumba. Fijó su mirada en la de su amigo de toda la vida. Sheik tomó asiento al lado de él. Y lo rodeó con sus brazos cuando el peli blanco comenzó a sollozar.

Notas finales:

~o~FIN~o~


LO TERMINEÉÉÉÉÉÉÉÉÉ YUJUUUUU :D

Yujuuu D:

yuju :'( No puedo evitar llorar. No sé por qué lloro... no sé si es porq lo terminé o por el final TT_TT

La verdad... pensé que no les iba a gustar éste fic... la pareja VaatixVio no tiene mucho fans ._. pero me alegru de que les haya gustado n_n

Se me hizo un poco dificil escribir éste capitulo xD bueno... hubo partes que fue muy dificil para mí escribirlo; aparte, tuve que corregir algunas cosas. ._.

Well, Gracias por leer y comentar :D Ojalá hayan tenido buenos momentos leyendolo u/v/u .


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