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La Voz de mi Silencio por Anako chan

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Notas del capitulo:

Gravitation es obra y gracia de Maki Murakami y debemos amarla y venerarle por eso.

Todas de las caracteristicas fisicas de los personajes están basadas netamente en el manga. Shuichi es de ojos castaños y cabello castaño, el lila-rosa-morado se lo colocó en uno de sus ataques de cambio de look, cosa muy recurrente en el manga. En este fic lo coloco pelirrosa porque es su color emblemático, pero ya se lo cambiaré, no me agrada y le quita la poca masculinidad que le queda.

Aclarando un detalle del capítulo anterior, lo del beso de Ryu y Shu es 100% tomado del manga. Para más información, lean el tomo 1 de Gravitation EX. 

La voz de mi silencio

Capítulo III

Hiro's Come Back

Por Anako Hiten

Llevaba alrededor de 10 horas bien do videos de Nittle Grasper, sintiéndose como cuando tenía su banda amateur con Hiro en la secundaria, cuando era un fanático e idolatrante de Ryuichi Sakuma. Pensó en Hiro. Él no sabía nada de lo sucedido, y si se enteraba… no quería ni saber de lo que sería capaz.

Se arropó con una manta, y en el suelo de su habitación se acomodó para continuar viendo a su banda preferida. Hasta que de la nada se abrió la puerta de su habitación:

— ¡Shu! ¡Al fin he llegado! —un muchacho de largos y rojizos cabellos se hizo presente en la habitación, con un casco en una mano y unos guantes protectores en la otra.

— ¡Hiro! —exclamó Shuichi para sus adentros y, con una enorme sonrisa, ambos corrieron a abrazarse.

— ¡Pequeño! ¿Cómo es que estás aquí tan tranquilo y solo? —preguntó Hiroshi sentándose en la cama de su mejor amigo. Éste sólo le sonrió, no sabía ni podía explicarle todo lo que le había pasado en apenas un mes. Además, no sabía cómo contarle sobre la separación de Bad Luck y el aviso de la desintegración sin su autorización.

— Shuichi… ¿por qué no me dices nada?

— N-no puedo… —dijo en un leve susurro. Hiro lo miró angustiado.

— ¿Por qué estás hablando así, Shuichi? ¿Qué pasa? ¿Te enfermaste?

Shuichi, nervioso, buscó en su mesa de noche hasta conseguir un papel doblado. Se lo dio a su amigo y se sentó en una silla cerca de la puerta.

— ¿Una carta?

El pelirrosa asintió, fue una carta que le escribió hacía dos noches donde explicaba todo, TODO lo sucedido desde la última vez que hablaron por teléfono. Hiro se había ido con sus padres a Broadway a ver una obra de teatro donde su hermano Yuuji había conseguido un papel secundario. Aprovecharon para tomarse unas vacaciones en familia, que hacían mucha falta. Estuvo un mes fuera de Japón y la comunicación les había costado bastante.

El pelirrojo comenzó a leer y a medida que comprendía lo escrito, reflejaba todas las emociones en sus ojos, mientras iba apretando fuertemente el papel; la indignación y la impotencia lo invadieron por completo.

— Shuichi… ¿por qué… por qué no me…? —se quedó callado, aguantándose un nudo en la garganta, abrazó fuertemente al muchacho, que por primera vez desde aquel día se sintió protegido— ¿Me voy y te pasa todo esto? Dios… ¡no sabes cuánto lamento haberte dejado solo…! ¡No sabes cuánto lamento haberte confiado al irresponsable al que tanto amas!

— Hi…Hiro…

— Necesito que me expliques por qué te echaste a morir de esta manera… ¿Por qué no luchaste por tu voz?

— No tenía fuerzas… ni… ganas… No estabas tú… y Yuki…

— ¿Y por mi ausencia te dejaste hundir? ¿Por qué?

— Estaba tan solo —ronqueó Shuichi— Me dolía tant-- ¡¡¡cof, cof!!!

— ¡SHUICHI! —el guitarrista se alarmó por la repentina tos de su amigo, pero por fortuna, no pasó a mayores— Por favor Shu… ¡no me preocupes así!

— G… gomen…

— Shhh… a partir de ahora, sólo yo te cuidaré y te protegeré, como debió ser siempre.

El menor se apretó más al pecho de Hiro, la única persona que lo hacía sentir sinceramente querido era él.

— Siempre debí ser yo, eres un desastre sin mí a tu lado, ¿no? ¡Así podré jugar contigo como siempre has querido!

El más pequeño iba a protestar, pero Hiro acarició su cabello, tranquilizándolo.

— … Vamos Shuichi… mientras yo esté aquí contigo, nadie te hará daño. Ni siquiera Yuki-san. Entonces… ¿terminaste con él?

— Sí…

— ¿Y cuándo volverás con él? —preguntó Hiro de manera perspicaz.

— No lo creo… me… cansé… — susurró como pudo.

— Entonces, Shuichi… ¿ahora sí puedes dejarme ocupar ese lugar? ¿O no soy lo suficientemente Yuki como para merecerlo?

Shuichi lo miró sorprendido. ¿Qué le pasaba a Hiro? Él no estaba viéndolo con esos ojos, ¿o sí?

— ¿Me dejas, Shuichi? Me has tenido esperándote durante mucho tiempo…

— Yo… no sé…

Hiro lo tomó por las mejillas y bajó la cabeza hasta pegarla a la contraria.

— No tienes idea de los celos que le he tenido a Yuki-san todo este tiempo… Ayaka-chan, tú… pareciera que todo lo que amo lo tiene él. Porque tú sabes lo que siento por ti, ¿no es así, Shu?

— Hiro… t-tú eres mi… mi mejor… amigo…

— ¿Desde cuándo nos conocemos? ¡Desde niños, Shuichi! Hemos compartido prácticamente toda nuestra vida. Te dejé en manos de ese escritor amargado porque realmente estabas enamorado de él, y esa mirada… siempre supe que a mí no me la dedicarías. Me rendí antes de pelear. Pero ahora será diferente. No pienso rendirme. No voy a dejar que vuelvas con ese tipo, no sin dar la batalla. Eres mío, Shuichi.

Sin decir más nada, le dio un beso en la frente y fue bajando hasta los labios de su amigo de toda la vida, dándole un beso que le volteó por completo el mundo. Al separarse, Hiro le sonrió.

— Más vale que tomemos una siesta, pequeño… Tú te ves demasiado ojeroso y yo estoy agotado: lo primero que hice al llegar fue dejar el equipaje para poder venir a verte.

Se quitó la chaqueta, quedando en camiseta al igual que el pelirrosa, quien le dio una sábana y luego se echó a su lado.

Se siente tan bien estar con Hiro... es tan cálido… tan cariñoso… Me pregunto cómo se pondría Yuki al ver una escena como ésta.

A los pocos segundos de haberse acostado en la cama, cayeron totalmente rendidos.


Tenía 3 años sin estar en ese edificio, la empresa que lo hizo brillar y también la que lo sumió en la oscuridad.

Al fin se encontró frente a la oficina del presidente, Seguchi Touma. La asistente no estaba en su puesto, por lo que decidió tocar la puerta. Sin embargo luego de varios intentos, no salió nadie.

— Touma no está, muchacho. ¿Qué necesitas?

— ¿Eh? ¿Sakuma Ryuichi-san? — se sorprendió el moreno al ver tan de cerca a tal estrella.

— ¡Sip, el mismo que viste y canta! —le dijo con una seria sonrisa. En essos momentos no era el Ryuichi de siempre que brincaba y jugaba. Era un Ryuichi serio, y tranquilo— ¿Puedo ayudarte en algo?

— Bueno… Sakuma-san —dijo algo nervioso— Vine a traerle un demo a Seguchi-sama. Quiero ser artista de NG de nuevo.

— ¿Entonces tú ya has trabajado con NG?

— En efecto, ¡Vaya, pero si no me he presentado! — dijo asombrado de su idiotez y haciendo una reverencia ante el cantante— Mi nombre es Tachi Aizawa, ¡fui el vocalista de la antigua banda ASK!

— Oh, ya veo. ¡Fue una lástima que tuvieran que separarse! Pero descuida, si me enseñas ese demo, puede que te ayude un poco con Touma… ¿qué opinas?

— ¿En serio? Usted…

— Siempre y cuando me muestres ese demo… ¿Te parece si vamos a mi casa y me lo muestras?

Tachi no creía en la buena suerte hasta ese momento. Le había agradado al gran Ryuichi Sakuma, ¡y además se lo llevaba a su casa! ¡No podía ir mejor!

Tomaron un taxi hasta la casa del artista y al llegar se acomodaron, Ryu sirvió refresco y chucherías a montón. No podía dejar de ser él tan desfachatadamente. Por otro lado, muy emocionado, el moreno colocó la pista, y el castaño moría por no bostezar. Pensaba que el demo era demasiado aburrido y sin gracia. El chico tenía buena voz pero era muy corriente y nada alegre.

— ¿Qué le ha parecido, Sakuma-san?

— ¡Me parece excelente, no le falta más que unos arreglos musicales y listo! Eres muy bueno con esto, ¿eh?

— ¿Le ha gustado? ¡¡¡Qué bueno!!! Que una persona de su nivel y de su rango me diga eso es un gran honor.

— Sí, tienes talento.

— Entonces… ¿se lo mostrará a Seguchi-sama?

Ahí fue cuando Ryu cambió su mirada seria, a una que no se podía describir, pero era cualquier cosa menos humana.

— Aizawa-kun… ¿de qué serías capaz por volver a cantar para NG?

La pregunta lo sorprendió pero sabía muy bien la respuesta.

— Sería capaz de lo que fuera, Señor Sakuma.

— Hmmm, ya veo. No te olvides de esas palabras, Aizawa-san. Este medio es muy difícil y a veces tenemos que hacer cosas impensables para poder llegar lejos.

— A… ¿a qué se refiere? —inquirió nervioso. Los ojos de aquel hombre miraban con una malevolencia que no entendía.

— Yo decidiré cómo y cuándo ayudarte, pero te hago saber que no es de gratis— dijo desabrochándose el pantalón y sentándose en una butaca mullida— Quizás… puedas darme un incentivo… "Tachi-chan"…


Tenía varias horas dando vueltas con el auto, esperando decidirse para ir a ver a Shuichi. Finalmente se decidió y al acercarse a la casa de su amante, encontró una motocicleta estacionada al frente.

Así que has regresado a ver a tu mejor amigo… siento que vas a matarme por no haber cuidado de él…

Se estacionó como pudo y se bajó del auto. Tocó una vez. Nadie le abrió. Tocó nuevamente dos veces. Ni un suspiro. Pensó que el timbre no funcionaba así que tocó la puerta fuertemente pero nada. Se fastidió y abrió la puerta, entrando al interior de la casa lentamente. El silencio reinaba por todo el lugar. Al pasar por la cocina, encontró la respuesta a todas sus interrogantes.

"Hijo, Maiko y yo salimos de compras, y te traeremos muchas frutas y cosas que te gustan. Papá llegara tarde del trabajo. Hiroshi-kun te cuidará muy bien en nuestra ausencia. Te quiero. Mamá."

Vaya, pareces estar mejor —pensó el escritor mirando la nota en la nevera. Luego subió a la habitación de su koibito, abrió la puerta y su rostro se desencajó al ver a SU novio plácidamente dormido en brazos de ese guitarrista de mal carácter. Se enfadó. Necesitaba un cigarrillo, no sabía por qué pero necesitaba uno con urgencia.

— ¡Mierda, no traigo ninguno! —cerró los ojos para poder calmarse, pero no podía; le molestaba a sobremanera no ser él quien estuviera en el lugar de Hiroshi. La sangre le hervía y la cabeza le comenzaba a doler. Estaba histérico, enfadado, iracundo… estaba…

¡Celoso! Rayos, mocoso… ¿ves lo que has hecho conmigo?

En ese momento, Hiro abrió los ojos, era muy perceptivo y tanto la presencia como el olor de Eiri eran imponentes. Vio al rubio observándolos desde la puerta y se levantó, colocándose protectoramente delante del dormido Shindou.

— Hola, Nakano-kun… ¿disfrutaste de tu viaje? —preguntó el novelista con las manos en sus bolsillos— Pero olvidaste llamar a Shu-chan…

Si la sangre de Eiri estaba hirviendo, la de Hiroshi era un volcán. Ahí estaba el muy descarado, contemplándolos con su cínica y fría mirada. La furia se apoderó de él y la descargó con un puñetazo directo a su cara.

Notas finales:

El nombre del capítulo lo tomé de una canción llamada "Hero's Come Back". Cuando hice la transcripción del chap, había recién salido el Shippuuden de Naruto y su opening, la referida canción, y me gustaba bastante XD

Gracias a los que leen, pronto sigo actualizando ^^


Ja ne!


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