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Siempre Un Error por Kiryuu_Liliath

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Notas del fanfic:

HOLA!!! bien, ese es un pequeño regalo por que hoy 21 de Marzo cumplo 1 año de publicar en esta fantástica pagina :D les agradezco a todo ustedes porque me ha apoyado mucho ;D

 

Sin mas a leer!!! n.n/

Una mañana fría te despiertas y piensas “otra vez la misma rutina”, así es siempre, te levantas de la cama, vas a tu baño y te mojas la cara para despertar mejor, miras tu reflejo y te fijas que tienes unas horribles ojeras y tu mente repite que con ese aspecto nunca conseguirás novia y nos es como si en verdad quisieras una ya que aun recuerdas como te dejo aquella mujer de cabello subió y labios de cereza con la escusa de que te importa más tu trabajo, pero tu sabias la verdad, que ella se acostaba con cuanto hombre se le pusiera en frente y lo única razón para no reclamarle es porque querías y quieres estar solo y esa es la única verdad porque disfrutas de tu soledad.

 

Ya vas de camino al trabajo y te molesta porque veras a todos tus “compañeros” de trabajo con sus sonrisas hipócritas que no hacen más que lastimar tu corazón que aun es puro. Esperas a que termine tu jornada y te marchas no sin antes sentir que alguien te  mira desde lejos pero no le prestas importancia y te largas de ese lugar que no hace solo atarte más y más.

 

Un taxista te ofrece sus servicios, pero lo rechazas, no sabes que ese podría ser el mayor error que podrías cometer en toda tu vida. Caminas y caminas y el vaho ya empieza  salir de tu boca cada vez que la abres y suspiras, en todo el camino sientes que alguien te observa y cada vez caminas más rápido con desesperación.

 

Empiezas a escuchar los pasos de tu perseguidor y por accidente entras a un callejón sin salida, tu perseguidor te acorrala y tu espalda choca con el muro de piedra que está detrás de ti, el miedo se ve en tus ojos violetas, estas asustado y lo sabes, estas asustado y lo odias, en verdad odias ese sentimiento que no se ha ido de tu pecho desde que tu agresor te golpea con una roca y caes a la inconsciencia, te duele, te duele porque conoces esos ojos con deseo, esos ojos que siempre te veían con superioridad. Esos ojos café rojizo.

 

Despiertas y tu corazón se acelera al ver que estas en una cama desnudo de la cintura para abajo y lo único que te cubre el pecho es una camisa de fuerza como las que les ponen a los locos.

 

–Siempre me calienta cuando estas amarrado.

  

En tu mente estas gritando y pataleando pero en realidad solo estas acostado en esa cama, el hombre te dice que te ah drogado y que nada de lo que habas ara que te libere porque eres y serás siempre suyo. Empieza a repartir besos por todo tu cuello hasta llegar a tu boca donde junta sus labios con los tuyos, su lengua escurridiza entra en tu y no sientes más que asco, esa lengua recorre tu húmeda cavidad, sus dientes muerden tus finos y delgados labios poniéndolos rojos.

 

La mano de tu agresor baja hacia tu entrepierna y te comienza a estimular, te sientes desesperado porque tu cuerpo reacciona a sus caricias y no puedes evitar jadear de placer; esa misma boca que hace unos momentos te besaba con descontrol ahora te está haciendo una felación, que ¡Demonios! Se siente tan bien ni una mujer te había hecho sentir así de caliente.

 

Suplicas que se detenga pero él lo único que hace es aumentar la velocidad y chupar tu glande, sabes que no puedes contenerte y rápido te vienes en su boca, el hombre lo traga y se relame los labios. El sonríe con satisfacción y mira si obra: tus labios entre abiertos, tus ojos llorosos a causa del terror y placer recién vividos, tus mejillas están sonrojadas que en tu piel no hace más que resaltar.

 

Levanta tu cadera y masajea tus largas y firmes piernas, ahora que lo notas en verdad tienes la complexión de una mujer. Lanzas un grito que de tu garganta no sale ya que aun sigues bajo los efectos de la droga, para que no pienses en el desgarro el vuelve a tomar tu sexo y lo masajea con avidez, puede que te este violando pero te hace disfrutar. El efecto de la droga está desapareciendo, ya puedes moverte al compas de las fuertes estocadas.

 

Quieres que te quite lo que te impide tocar esa piel acanelada, deseas darle unas suaves caricias a ese bien torneado cuerpo. El peli-café no parece darse cuenta de ese deseo y sigue embistiéndote con fuerza y el sonido de sus carnes chocar los calienta mas y mas a tal punto de creer derretirse.

 

–Aaah...por favor...desátame– Pides ahora que tienes limpio tu sistema de esa droga. 

 

–Aaaah si...te desato mmm... ¿Qué es lo que aras?– En ningún momento deja de enterrarse en ti y ya sientes como si no pudieras vivir sin él.

 

–Primero...tocaría a mi muy lindo agresor– Los ojos café-rojizo se abren impresionados, te esta torturando, te está violando y tu le dices “lindo”– Después...ahhh!! ya veré que se me ocurre.

 

Sin salir un solo segundo de tu interior te levanta y desata el nudo que se hace con las manos en tu espalda, cuando estas libre te aferras a sus hombros y le encajas las uñas para descargar el dolor pero sobre todo el placer que sientes en cada embestida.

 

El castaño impresionado por tu reacción empieza a besar y morder tu delicioso cuello de cisne, enredas tus dedos en ese cabello tan sedoso y das leves tironeas. Tu voz resuena por la habitación con dulces jadeos y suspiros. La boca de tu agresor desciende y muerde tu clavícula, aquellos lindos huesos que sobresalen lo entretienen por un rato. El sonido de sus carnes chocar los esta excitando a más no poder. El oji-café no hace más que pensar en lo hermosamente estrecho de tu interior y como lo oprimes tan delicioso, sus manos bajan a tu miembro comenzando a estimularlo.

 

Ahora se concentra en tus adorables botones rosas que adornan tu pecho, los chupa como si fuera a sacar algo de ahí; cuando un dolor agudo atraviesa tu sistema, te ha mordido y ahora succiona la sangre que sale de ti como si estuvieras dando leche a un hermoso y puro bebe...jump, es hermoso pero de puro no tiene nada.

 

Vuelve a subir a tu boca y te besa compartiendo la sangre que extrajo de ti, los gemidos se ahogan en tu garganta porque su lengua invade cada rincón, de la comisura de tus, ahora, labios rojos baja un hilo de saliva. El te vuelve a recostar en la cama y coloca tus piernas encima de sus hombros para besar tus muslos viéndote con lujuria en todo momento, claro que tu no lo vez porque estas con tus joyas amatistas cerradas y con la respiración entrecortada. El hace tiempo que dejo de enterrarse en ti  y extrañas esa sensación por lo que con tus caderas empiezas a buscarlo y te comienzas a auto penetrar.

 

–¿Estas ansioso cierto?– Pregunto con lasciva tu “lindo” agresor, como tu mismo lo haz nombrado. Bajó tus piernas e intercambio posiciones, quedando el acostado y tu sobre el– Adelante, haz lo que quieras

 

–Ahhh– Suspiras al sentir el gran pedazo de carne palpitando en tu interior, ahora estas más consciente de lo que está pasando ¿Qué dirían tus padres si te vieran haciendo esto? Nada, porque no les importaría que te haya pasado.

 

–Vamos ¿no querías esto? –Mueve sus caderas un poco para incitarte, y vaya que lo está logrando, sacas un poco su sexo y te dejas caer.

 

–Agggh– Eso te dolió y bastante, no logras comprender como es que los homosexuales hacen eso a diario.

 

–Ve más despacio– Coloca sus manos en tus pálidas caderas y las sube poco a poco sacando así el gran miembro que está en el interior, cuando solo falta la punta por salir te detiene y vuelve a bajar repitiendo esto varias veces y cuando te acostumbras empiezas a moverte por ti mismo; hay momentos en los que te mueves adelante y atrás escuchando gemidos y suspiros del sensual castaño debajo de ti.

 

El movimiento de tus caderas es cada vez más rápido, el miembro del castaño toca un punto especial en ti y lanzas un gemido muy sonoro haciendo que el hombre sonría con satisfacción, vuelve a tomar tus caderas y toca de nuevo aquel lugar, el sudor de sus cuerpos se combina y el olor a sexo e expande.

 

El castaño se levanta y estas otra vez sentado aferrándote a su espalda mientras tu miembro roza en los vientres...pronto toda acabara, la vibración recorre ambos cuerpos y tu interior se contrae haciendo que sientas mucho más grande -de lo que ya es- el miembro del oji-café.

 

–Me llamo ugh Kaname– Dice, para que puedas gemir su nombre y por Zeus que lo harás.

 

–Aggh ahh Ka-Kaname– Las embestida son fuertes y rudas, ya estas temiendo que no te puedas levantar en un mes. El hombre se siente en las nubes al escuchar su nombre saliendo de tus adormecidos labios de tantos besos.

 

–Así...ummm...vamos, gime mas ahhh fuerte

 

–Kaname...agggh, me ve-vengo ¡AHH!– Tu orgasmo fue glorioso y derramaste aquel líquido blanquecino entre sus abdómenes. Después sientes la esencia en tu interior... ¿Qué paso con lo de “sin gorrito no hay fiesta”?...Bueno de todos modos no te puedes embarazar así que eso no importa.

 

Kaname se deja caer y por consiguiente tú también, sus respiraciones son agitadas y ambos tienen los ojos cerrados. El agresor  acaricia tu espalda bajando hasta tus glúteos apretándolos y masajeándolos.

 

–Uhhh aah– Gimes en su oído por todas las atenciones dadas– ¡AAH!

 

–¿Crees que ya me canse lindura?– Sientes que el miembro se vuelve a endurecer en tu interior, lo que causa que grites.

 

Tal vez tu no aah pero yo si uggh

 

–Mmm, eso es un problema...creo que debemos hacer algo ¿Te parece?– Te pregunta con voz completamente sensual poniéndote la piel de gallina, hace que te levantes y el miembro sale de ti.

 

Kaname se sienta en la orilla de la cama y toma tu tobillo jalándote para que caigas y lo logra aunque te hallas aferrado a las cobijas; tus ojos se abren impresionados...hay sangre en las sabanas.

 

Cuando estas en el suelo el hombre te coloca de rodillas justo en frente de su hinchado miembro, lo toma con una de sus manos y golpea tu lindo rostro con él para que abras la boca y le practiques sexo oral. Sonríes al ver los ojos inyectados en deseo de tu agresor, es como si de pronto tu fueras el cazador...aunque pensándolo bien, el te tiene secuestrado deberás de pensar mejor las cosas...es más, ni si quiera pienses y déjate llevar por el deseo que el momento lleva.

 

Abres tus delicados labios y lames la punta escuchando un leve jadeo por parte del castaño, ensanchas una sonrisa y exhalas el aire sobre el miembro. Los cabellos de la nuca se le erizan a tu contrario, lo vuelves a besar pero ahora sacas tu lengua y lames la punta y parte del tallo.

 

Te dice que vayas más rápido y por inercia lo haces, metes el miembro en tu boca y te estremeces al pensar que semejante pedazo de carne entro a ti apenas unos minutos antes; con tu mano acaricias las tersas bolitas y alzas la vista para ver a tu agresor llevar la cabeza hacia atrás signo del gran placer que está sintiendo.

 

El toma tus suaves cabellos y empieza a penetrar tu boca rápidamente, no le das mucha importancia y dejas que haga lo que quiera, como si fuera una explosión él se viene en tu boca y lo degustas como si fuera la misma ambrosia.

 

–Ahora si...estoy cansado– Murmuró sobre tus labios cuando ya te has puesto de pie y te vuelve a recostar en la cama tapándote con una sabana que no sabes de donde ha sacado– Descansa  

 

Deposita un dulce beso en tus labios y los parpados te pesan tanto como si estuvieran cargando bolsas de cemento, finalmente te duermes abrazando a Kaname y por primera vez no tienes pesadillas con las voces de tus padres gritándote o con las miradas de deseo de tus compañeros de trabajo.

 

La mañana empezó a colarse por la ventana y los rayos de sol te dieron justo en la cara haciendo que te despertaras.

 

–Buenos días dormilón– Pronunció el cuerpo cálido que esta a tu lado, recuerdas la apasionante noche y te sonrojas, lo cual te hace ver seguramente más adorable a los ojos del agresor.

 

–No te imaginaba así Kuran– El peli-café mostro su sorpresa abriendo desmesuradamente los ojos y sientes que has dicho algo que no debías.

 

–¿Cómo sabes mi apellido?– Ahora entiendes, el parece no reconocerte, no recuerda que eres su vecino y cada mañana cuando lo saludabas te ignoraba, cuando le dices eso Kaname muestra decepción en su semblante y te confundes ¿Por qué esa expresión?– Lo lamento

 

–¿Qué?– Tu mente es un torbellino de pensamientos y te quedas como muñeca acostado en la cama sin saber que decir simplemente observando al oji-café.     

 

–Nunca debo violar a alguien conocido

 

–Entonces soy... ¿Un error?– Un nudo se forma en tu garganta y recuerdas todos los gritos de tus padres– Claro...siempre un error, ¿Cómo es que no lo pensé antes?

 

Tus traumas están volviendo, las veces que tus padres te gritaban que eras un error, su juventud se había arruinado con tu llegada y eso te hacía sentir miserable, te recordaba que para el mundo solo eres un cuerpo que ocupa espacio...un cuerpo que incitaba al pecado a los hombres que te conocían.

 

Te levantas del lecho que compartían y luchas por no caerte del dolor en tu espalda baja, agachas la cabeza y observas unas marcas de manos que adornan tu estrecha cintura.

 

–Ya me voy... ¿Dónde está mi ropa y mis cosas?...y dime... ¿Dónde carajos estoy?– Dices ya harto de la situación, el castaño solo te mira por unos segundos y de una caja de cartón saca tu ropa y el maletín de trabajo, comienzas a vestirte delante de él, ya tomaras una ducha en la seguridad de tu casa.

 

–Estamos en el hotel “Bloody Rose”– Por fin te contesta la última pregunta que formulaste, asientes con la cabeza y te encaminas a la puerta, piensas que él te seguirá pero te decepcionas al escuchar el ruido de la regadera, así que das un portazo y te largas de ese maldito lugar, la verdad es que no tienes ni idea de donde estas pero llamaras a un taxi y todo se arreglara.

 

Cuando por fin estas en la puerta de tu casa y entras, te dejas caer, las lagrimas se a galopaban en tus ojos, luchas, luchas por retenerlas, no quieres volver a llorar, no por un patán que te secuestro y violo, aunque lo último lo hayas disfrutado. Te levantas lentamente para que el dolor no sea tan fuerte, vas a tu baño y empiezas a llenar la tina con agua caliente, te desvistes y poco a poco te sumerges sintiendo el escozor en algunos rasguños de los cuales apenas eres consciente de que los tenías, te enjabonas suavemente mientras derramas una a una las lagrimas contenidas. >>!Ojala no hubieras nacido!<< >>!Lo arruinaste todo!<< >>!Eres un error! << (SAYA: ¡No! Estúpidos señores ¬¬*, ja pero gracias por traerlo al mundo)

 

–¿Nunca voy a ser algo mas verdad? Solo un error– Los gritos de tus padres resuenan en tu cabeza, pero lo que más recuerdas es cuando tu padre no aguantándote a ti y a tu progenitora se fue con una chica mucho más joven; muchos hombres pasaron por la cama de tu madre, solo uno duro lo suficiente como para propasarse contigo.

 

Cada noche iba a tu habitación y restregaba su miembro en tu dulce e inocente entrada mientras tocaba cada parte de tu cuerpo, cuando llegabas del colegio y la señora que fungía como tu madre estaba trabajando el viejo pervertido aprovechaba para besarte y tocarte, hasta que un día mientras que sollozabas y pedias que se detuviera llego tu madre, pero en vez de ayudarte y correr al desgraciado de la casa, solo dijo con voz dulce:

 

–Amor ¿Puedes irte a la habitación?– Y después de que su “amor” se fuera te dio una sonora cachetada que te tiro al piso– ¿No sientes si un poco de respeto hacia a ti que te tienes que andar revolcando con mi pareja?

 

–¿Revolcarme?...sabes que, si, pero al menos solo con uno, no como tu que andabas de puta– A esa edad estabas en secundaria así que podías decir todas las maldiciones que querías.

 

–Sí, seré puta, pero soy la puta que te pario– En ese mismo momento te pusiste de pie con porte orgulloso y tu madre se encogió de hombros, como temiendo algo.

 

–Pues de puta a puta eres más puta tú que yo– Saliste de la casa hecho una furia y te refugiaste con la única persona que en verdad le importabas. Con tu maestro Yagari, el había descubierto lo que tu “padre” hacia y te dijo que hablaría con ella, claro que tu le respondiste que con eso solo lograría que tu madre se enojara contigo.

 

El te abrió las puertas de su casa durante un tiempo hasta que conseguiste un empleo estable y de tu madre ya no supiste más que se había contagiado de VIH.          

 

Y ahora estas ahí llorando en una tina, te sumerges totalmente sintiendo que todo te supera, tu corazón ya no aguanta, cierras los ojos y dejas escapar el aire de tus pulmones que hace unas pequeñas burbujas en la superficie del agua. Escuchas un pequeño silbido y todo se detiene, tienes abiertos los ojos viendo todo pero sintiendo nada...lo sabes, estas muriendo y no te importa.

 

Tus parpados se empiezan a cerrar y justo cuando vas a dormir para siempre un hombre aparece y te toma en sus brazos pero tu ya estas mas alla que acá. (LILI: Me salió lo mexicana XDD) El hombre que te saco tiene el cabello hasta los hombros de color negro, con un parche en el ojo derecho. De nuevo ese hombre te salva la vida. Cuando despiertas estas en el hospital y es tan blanco que te lastima tus bellas joyas amatistas.

 

–¿Y ahora que planeabas hacer mocoso?– La figura estoica del peli-negro te saco de la hipnosis en la que te mantenías.

 

–Yagari-san... ¿Por qué me salvo?– Preguntaste en tono apático, no querías que te viera en ese momento, sufriendo por un tipo que no vale ni un solo pensamiento.

 

–Tu jefe me llamo porque no habías ido a trabajar, así que fui a tu casa– Evade tu pregunta como tu evadiste la suya, seguramente te regañara cuando estén en tu casa. Cierras los ojos y suspiras dejándote vencer por el sueño. Nuevamente despiertas y estas en tu habitación.           

 

–Entonces... ¿Quién te rechazo?

 

–¿Eh?...Yagari-san ¿De que está hablando?– >>Este hombre no puede ser tan perceptivo<< Eso es lo que piensas, espera, nunca fuiste rechazado, porque ese hombre solo tuvo sexo contigo y te tiro a la basura.

 

–Tienes cara de perro apaleado muchacho

 

–Jump, me temo que no fue así como paso– Y le cuentas absolutamente todo lo que pasaste, el miedo, el dolor y el placer. Después de que terminas el relato tu maestro se queda callado, no mueve ni un musculo... ¿Se habrá enojado?

 

–Ya veo...no pensaba que después de todo lo que has pasado te gustara que te dieran, pero bueno, es tu vida– Acaricia tus cabellos plateados ante tu mirada de confusión.

 

Pasan los días, las semanas, los meses y ya estas recuperado, o al menos eso esperas, ya no eres el mismo, incluso hablas con tus compañeros de trabajo, visitas la tumba de tu madre y ya la has perdonado, ¡Vaya! Hasta has adoptado a un chico como tu hermano y eso que antes no lo soportabas.

 

Pero para que eso pasara tuviste que ir a una terapia con un tipo llamado Cross Kaien quien después descubriste era el amante de tu profesor. La verdad fue algo tráumate el que llegaras a tu cita y los encontraras besándose arriba del escritorio, ellos no notaran tu sola presencia así que cerraste la puerta y saliste corriendo.

 

–¡Vamos Zero!– A tu lado se encuentra un castaño rogándote porque vayas con él a un bar de “onda”.

 

–Ya te dije que no Kaito no eh dormido en...tal vez solo un trago– Lo reconoces, necesitas esa salida, ya has durado mucho encerrado en tu casa.

 

Por más vergonzoso que eso suene, Kaito te vistió, ya que según el “debías ir a la moda”. Tu traje consistía en un pantalón de cuero negro, una playera sin mangas igualmente negra, botas a media pierna y como toque decorativo una cadena en tu cintura.

 

–Tu me quieres prostituir– Comentas cuando te  ves al espejo.

 

–¿Cómo crees Zero? Y luego yo– La ironía es palpable en esa oración y sientes una corriente eléctrica pasar por todo tu cuerpo cuando tu amigo castaño te toma por la cintura, aun lo recuerdas, a Kuran Kaname, sus cálidas manos sobre tu cuerpo– Bueno, vámonos

 

El olor a alcohol te envuelve y todas las miradas se posan en ti o más bien en tu cuerpo, después en tu cara. Tu amigo te da una palmada en la espalda y se va con un chico que le llamo, así que tu solo caminas hacia la barra y te sientas en una de las sillas transparentes que hay alrededor.

 

–¿Qué desea tomar?– Una voz dulce te saca de tus pensamientos, cuando volteas a ver a la persona que te hablo descubres que es un niño con cara de sueño y ojos azul pálido, te sorprendes cuando lo ves ¿Qué hace ese pequeño ahí?

 

–No crees que eres muy chico para trabajar en un lugar como este– Comentas, esperando que aquel niño sea mayor de lo que aparenta.

 

–Umm tengo 15 años, pero no le diga a nadie

 

–¿Qué? Pero es ilegal

 

–Es esto o no comer– Responde con simpleza tu interlocutor y algo en ti se quiebra, es un niño y ya tiene que sufrir así, lo  quieres proteger– Entonces, ¿Qué desea tomar?

 

–Whisky en las rocas– Tu voz sonó seca y algo acabada, te has dado cuenta de algo, cierto castaño con ojos café-rojizo te está mirando sorprendido desde una de las mesas. Después de que te sirve el trago y te lo sala el niño sale de la barra y va a atender a las mesas, cuando algo se le cae se agacha para recogerlo.

 

Los silbidos no se hacen esperar y frases como “Preciosura” “¿Cuánto cobras muñeca?”, y no solo eso, lo que más te indigna fue todas que todas las miradas se dirigieron al redondo trasero del peli-granate y definitivamente lo que colmo el vaso y te calo fue que Kaname hiciera lo mismo y aparte se relamiera los labios. Te pusiste de pie para ayudar al niño, definitivamente tu corazón se hablando. Pero justo cuando caminas hacia el pequeño él se levanta y te sonríe aunque sabes que esa acción es más que falsa.

 

La noche pasa y el trago se convierte en tres, cinco, toda la botella, comienzas a ver borroso y ni siquiera te das cuenta de cuando llego ese tipo que ahora te acaricia por todos lados. El niño con cara de sueño trata de ayudarte pero es arrojado por el tipo a los brazos de otros hombres que no sabes a donde se lo llevan pero estas tan ebrio que no te importa.

 

Un gran dolor de cabeza hace que despiertes, ves todo a tu alrededor y sabes que no tienes idea de donde estas...hay lagunas en tu cabeza, aunque hay algo que recuerdas nítidamente, una voz aterciopelada diciendo “¡Déjenlo!”

 

–Al parecer si eres bastante dormilón

 

–¿Kuran?– No puedes evitar la pregunta, luego de que no lo vieras en meses te sorprende el hecho de que este a tu lado.

 

–¿A quién mas esperabas?– Comenta en tono burlón el castaño...pero su mirada se entristece en unos rápidos segundos y en un susurro te dice la frase que no esperabas, al menos no de el– Zero, perdona, Te Amo

 

La sonrisa que se forma en tus labios es la más pura del mundo, sientes que todos los problemas se han aclarado, y eres libre de la jaula en la que te habías mantenido, aunque algo lo opaca, no sabes que paso con el pequeño de la otra noche, afortunadamente Kaname te dice que esa noche no iba solo, un amigo iba con él y ese amigo rescato al niño que ahora sabes se llama Senri y que al parecer ahora vivirá con Takuma Ichijou el amigo de tu, por fin, novio Kuran Kaname.

 

Es el mejor día de tu vida, este 21 de Marzo.                       

Notas finales:

Espero que lo hayan disfrutado leyendolo como yo disfrute haciendolo :D...como siempre todo es bienvenido: porras, jitomatazos, amenazad de muerte (?), felicitaciones

Como contactarme:

http://www.facebook.com/liliath.kiryuu

http://mikafeyaoi.tumblr.com/ (Aun estoy aprendiendo como usarla e.e)


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