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Ojos vacíos por kallenparms

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Notas del capitulo:

Nota: Naruto y sus personajes son propiedad de Masashi Kishimoto.
Sabes? hoy traigo un capitulo un poco fuerte en todos los sentidos, si eres muy sensible, te sugiero saltártelo, aunque te estarías perdiendo cosas importantes para la historia.
Warning: sexo explicito, Kink guarros y algunas otras cosas.
confieso estar un poco-mucho oxidada en este tipo de narración, pero espero que se entienda el punto al que quiero llegar.

Nota 2: parece que no, pero si es muy educativo todo lo escrito aquí ¿vale?

Obito sabia que Itachi necesitaba tiempo, media hora era demasiado poco para asimilar que tenia que dejar todo atrás, huir era lo único que se podía hacer por el momento, quien lo analizara desde lejos podría pensar que sus motivos eran egoísta, pero él confiaba en que estaba haciendo lo correcto. No tenia muy buena fama y en cierto modo se lo había ganado, pues de todo era sabido que la muerte de sus padres fue para él un "alivio" y sí, sintió alegría y un peso caer de sus hombros cuando sus padres fallecieron, no fue felicidad al grado de ponerse a bailar y reír como loco, sino en el sentido de liberación; desde pequeño le extrañó las costumbre y opresiones de su clan, no entendía porque sobajar a los Omegas cuando eran estos parte fundamental del desarrollo de la comunidad; la educación impartida hablaba de nunca sobrepasar los limites de la aldea-clan, pues fuera de ahí, en el exterior, pululaba la inmoralidad, promiscuidad y el no respeto para el orden jerárquico (llámese Alfa-opresor y Omega-suprimido, sin dejar de lado al Beta-desterrado);

 

a los dieciocho y luego de una pequeña batalla con el consejo que amenazaba con despojarlo de la herencia que por derecho le pertenecía, abandonó el clan, saliéndose con la suya, pues nada pudieron hacer por detenerle o quitarle su fortuna, declarado Alfa desde los quince años y con autonomía se fue para no regresar. Viajó por distintos pueblos, conociendo y maravillándose de la cultura, de los valores y calidez de la gente; conoció las palabras: democracia e igualdad, le gustó tanto ese ritmo de vida que sin importar qué, no regresaría al clan Uchiha jamás, y luego de esa tarde y ese encuentro, su determinación aumentó a mas del cien por ciento.

 

 

 

Llevaba ya más de una año viajando y divirtiéndose, no tenia un lugar establecido, aunque estaba por comprarse un departamento en ese lugar, de todos los que había visitado, éste era el que le convencía mas, la vida era tranquila, la gente amable y el desarrollo social y económico eran muy adecuados para abrir un pequeño negocio, sólo hacía falta estudiar el mercado y determinar cual rubro debía seguir.

 

La semana había sido agotadora, buscar donde vivir no era tarea sencilla, los agentes de bienes raíces le creían tonto y claro que no lo era, que su arrolladora sonrisa dijera lo contrario era otra cosa; decidido a despejarse y pasar una buena tarde, hizo planes de divertirse, asistiría a ver una película y saliendo tal vez iría a tomar alguna copa, un buen plan según su punto de vista.

 

La cartelera mostraba varias opciones y aun no se decidía por alguna de ellas, se acercó a los posters de promoción con la esperanza de que al verlos alguno le llamará la atención. Al parecer no era el único dudoso; unos pasos más allá, se encontraba un chico que aparentaba tener su misma edad, llamó su atención por el exótico cabello que llevaba, era de un color parecido a la plata, parado en puntas que además se veía brillante y bien cuidado, lo que su vestimenta dejaba ver, era también apetecible; estaba de espaldas, pero algo le llamaba a dirigirle la palabra, su oportunidad llegó cuando el chico de cabellos plata dejó caer un ticket al suelo, presuroso se aproximó a recogerlo, pero con tan mal tino y calculo del espacio personal, que terminó dándose un tope con el desconocido, ambos emitieron un  gemido de dolor.

 

—Lo siento — se disculpó inmediatamente, ofreciendo su mano al otro para que se incorporara.

 

—No, no t... — un jadeó profundo le interrumpió.

 

Nunca había atravesado por un calor, pero estaba seguro que eso que se prendió de pronto en su cuerpo... era el aumento de todos sus sentidos en un segundo, su olfato, vista y sensibilidad, gimió cuando el chico de cabellos oscuros le atrajo con fuerza y le abrazó instalando su cara en el cuello, el cálido aliento le hacia estremecer.

 

—Omega — susurró Obito, aspirando con fuerza el aroma que su pareja dejaba escapar, las feromonas estaban esparciéndose por el aire rápidamente y le estaban volviendo loco — eres mi Omega.

 

Si Obito tenía las neuronas colapsadas, el chico de cabello plata no se encontraba mejor, su cuerpo temblaba con anticipación, con deseo, su respiración se agitó visiblemente y sólo pudo sostenerse del cuerpo contrario, aferrándose a un fuerte abrazo.

 

—Yo... yo...

 

—¡Hey! — les reprendió una mujer adulta que pasaba por ahí — búsquense un hotel, hay niños por aquí.

 

Obito gruñó enojado por la interrupción, pero su pareja le presionó las manos en la espalda, en petición muda a guardar la calma. El de cabello negro optó por ignorar a la señora que habiendo expresado su malestar se alejó de ahí sin mirar más a los exhibicionistas (según su manera de ver las cosas), los jóvenes por su lado y con toda la fuerza de voluntad que les fue posible, caminaron hasta los baños del local, contrario a lo que dijo la mujer que les reprendió, los pasillos estaban solos, pues algunas funciones ya habían empezado; por suerte al entrar a los sanitarios se encontraron con que también estaban vacíos; ninguno de los dos recordaría a ciencia cierta como ocurrió todo, fue como estar drogados, una experiencia que no habían tenido antes.

 

Los besos eran toscos y sucios, mas instinto que otra cosa, las manos de Obito reptaban por el cuerpo del chico de cabello plata, queriendo grabar en su tacto, las formas del otro cuerpo, en un ágil movimiento lo aupó subiéndolo sobre la tarima de los lavamanos.

 

—Me llamo... — beso — Kakashi — beso y jadeo.

 

—Obito — respondió simplemente.

 

La camisa de Kakashi fue arrancada de tajo, los botones salieron volando de una manera graciosa, él no se molestó en reclamar, sabía el ansia por la que atravesaba el otro, pues el mismo la estaba experimentando; los largos dedos de Obito se  clavaban en los hombros para retenerlo sobre la encimera, mientras Kakashi a tirones arrancaba la camisa contraria, era extraño, nunca habían estado tan fuera de control, tanto así que si alguien llegaba a entrar en los sanitarios, lo mismo como si nadie les estorbara. El cerebro de Obito gritaba “dominar”, el Alfa en su interior se manifestaba gracias al dulzón aroma que su pareja expulsaba, sabía que la verdadera fragancia de un Omega en celo, sólo sería percibida en su totalidad por el Alfa de dicho espécimen. Kakashi olfateó el aire y pudo asimilar los nuevos aromas, el suyo y el de Obito que era especiado con notas de musgo y madera.

 

La diferencia de estatura entre ambos era mínima, tal vez uno o dos centímetros difíciles de distinguir, el cuerpo de Obito era ligeramente más marcado que el de Kakashi, ambos atléticos y fibrosos, de tez clara, aunque la del Omega un tono mas bajo. A pesar del cóctel de instintos y delirios, Kakashi no tenia miedo de quien le aprisionaba, era una promesa de disfrute y placer.

 

El Alfa le tomó por las muñecas y las llevó hacia arriba, justo pegando en el espejo que tenían a espaldas, Kakashi no quería irritar a su pareja y actuaba dócil ante los mudos pedidos.

 

—¡Dios! Hueles tan jodidamente bien — gruñó dejándole libre las extremidades.

 

Con maestría le abrió el botón del pantalón, el cierre cedió con facilidad y de un tirón firme arrancó la prenda, afortunadamente arrastro con los calzoncillos y zapatos al mismo tiempo, al Alfa le hubiese gustado contemplar el panorama por más tiempo, aquellas blancas piernas, cubiertas de bellos rubios, aunado a los genitales de buenas proporciones y rozagantes; el rosado agujerito del Omega se contraía una y otra vez, ansioso en anticipación, un liquido transparente se distinguía a corta distancia, seguro que los interiores ya estaba completamente manchados.

 

El Alfa abrió sus pantalones torpemente y como bien pudo se los bajó hasta medio muslo, su miembro erguido y necesitado buscó la calidez, al segundo empujó contra ese culo y Kakashi sintió que su capacidad de pensar se había ido por el retrete, era su primera vez y la sensación de estar lleno era abrumadora; afortunadamente los Omega lubricaban solos y si la excitación era ya bastante, no necesitaban de factores externos para dilatar y albergar el miembro del Alfa. Desesperado buscó la boca de su pareja y éste le recompensó devorándole con pasión.

 

Los movimientos se volvieron continuos y rítmicos cuando Kakashi empujo hacia atrás , empalándose aun más, Obito se sentía en la gloria, la combinación de calidez y lubricación, además de los labios de su pareja, eran el jodido cielo, motivado empujó con más fuerza, ganándose un sollozo de su Omega, le sostuvo por las caderas, enterrándose una y otra vez; la mente del Omega parecía centrarse sólo en la fricción, su necesidad le consumía, su cuerpo estaba demasiado caliente y la sangre le corría en los oídos, estaba tremendamente duro.

 

Obito  cambió un poco su peso, llevó una de sus manos al sur y se encontró con el agujero empapado,  su morbo le impulsó a tocar más allá, adentrar un par de dedos ahí, donde el Omega era ya antes penetrado por su miembro.

 

—No... — gimoteó Kakashi mientras su rostro se contraía de placer, si el gran pedazo de carne ya era mucho, la añadidura de los dedos casi le provoca bizcos.

 

—Shh — le tranquilizó, besando uno de los blancos hombros — sólo quiero sentirte, aguanta un poquito más, prometo no lastimarte.

 

Y es que cada sensación era nueva, durante su viaje había practicado el sexo, pero sólo con Betas y el procedimiento era muy distinto, el lubricante sintético era una mierda comparado con la sustancia que su pareja segregaba.

 

El Omega apretó los ojos con fuerza  y se limitó a  sentir, la presión era tanta, que a punto estaba de correrse con la sola sensibilidad en su entrada, nunca en su vida se sintió tan expuesto, tan abierto, sumándole que era su primera vez.

 

—Obito — suspiró con vos ahogada, el aludido gruñó como respuesta, sacó los dedos del apretado pasaje y se concentró en brindarle placer a su acompañante.

 

—Sujetate bien cariño — susurró sobre su oído y maniobrando, logró cogerlo fuertemente para así  poder cargarlo, mientras el otro se sostenía fuertemente con ambas piernas incrustadas a las caderas de su “opresor”.

 

Obito miraba el rostro congestionado de su pareja, los ojos negros como los propios, apenas abiertos en rendija, una pequeña cicatriz adornando el ojo izquierdo, quizás producto de algún accidente y que extrañamente hacía aun más atractivo aquel rostro de facciones finas pero decididas.

 

—Ya... — musitó el de pelo plata — ya casi...

 

—¿Que necesitas cariño? Dime lo que necesitas — preguntó moviéndose en ese angulo extraño, era cuando daba gracias de ser Alfa y de la resistencia y fuerza física que su especie  poseía.

 

—Lo sabes —  desesperación en la voz. — Más, más rápido...

 

Obito actuó sin misericordia, sosteniendo el cuerpo de Kakashi y arremetiendo con más fuerza y velocidad.

 

—Pues te voy a dar más duro entonces...

 

El Omega hizo un sonido de aceptación con la garganta, el ritmo se volvió más duro si eso era posible, el sonido obsceno provocado por la copula era muy audible y seguro vergonzoso de haber estado en otras condiciones.

 

Los gemidos guturales se escapaban sin poderlos detener, sólo eran acallados cuando alguno de los dos unía los labios con el contrario.

 

 

 

 

 

La presión en los miembros expuestos posiblemente dejarían un sin fin de moretones, caderas, hombros y espalda, además de uno que otro chupete; el deslizamiento y lubricación eran perfectos; Obito cogió a su Omega por la nuca y le plantó un beso rudo y lleno de lengua y dientes, de ahí bajó hasta el cuello y estaba a punto de morderlo...

 

—¡No! — sollozó desesperado — la marca aun no — pidió con ojos vidriosos, aun bajo la bruma del placer — quiero... quiero conocerte primero.

 

El instinto Alfa le pedía rechazar la suplica, apoderarse de lo que le pertenecía por derecho de naturaleza, pero la parte pensante de su cabeza le decía que el chico tenia razón, no podía marcarlo sin su consentimiento, no era empezar bien la relación y él no quería a un Omega oprimido y falto de confianza para con él, no quería un títere sino una verdadera pareja, asintió con toda su fuerza de voluntad.

 

—Está bien, no voy a marcarte aun, pero si voy a anudarme a ti, eso no puedes reprochármelo.  — El Omega asintió agradecido.

 

Había dos niveles de compromiso en una pareja conformada por Alfa y Omega, el primero era el nudo que formaba el Alfa durante el coito, es decir anudarse a su pareja mientras eyaculaba y de alguna forma marcar el aroma corporal del otro, era una manera de protección o letrero para los demás que se leía como: “Puede parecer libre, pero tiene quien le vigile”

 

La otra forma y absolutamente definitiva era la marca por mordedura, por lo regular era otorgada en el hombro derecho, casi llegando a la curva del cuello, el vinculo se formaba cuando el Alfa bebía un poco de la sangre de su pareja y con los colmillos le inyectaba un poco de saliva, nada tenia que ver con vampirismo, pues luego de eso, beber sangre no era par nada requerido; si algún Omega reclamado era agredido por alguien mas, el Alfa de dicho Omega, tenia el derecho de castigar al culpable hasta con la propia muerte y no sería juzgado de ninguna manera. La marca definitiva tenia sus pros y contras, pues si bien se hacia lo imposible por ser civilizados, la naturaleza no actuaba siempre como lo  racional esperaba y se terminaba por  hacer que el marcado cumpliera con las voluntades del que reclama.

 

Kakashi estaba emocionado por haber encontrado a su Alfa, pero era demasiado joven y la atadura total le parecía demasiado precipitada, más al haber conocido a Obito hace apenas unos minutos, sin embargo comprendía la necesidad del otro al querer por lo menos el primer nivel de compromiso.

 

El movimiento volvió y ambos notaron que se hacía cada vez más lento, pues el miembro de Obito comenzaba a inflamarse, formando el nudo dentro de Kakashi, el de cabello plata no podía describir la sensación, mas que lleno; jadeando apretó las manos ciñéndose al cabello en la nuca del pelinegro, dejó salir un gruñido de placer y se corrió inevitablemente; segundos después Obito hacía lo mismo, dejando salir abundante semen dentro del ano de su pareja. Con cuidado lo tomó aun más fuerte y torpemente caminó con él aupado hasta uno de los cubículos de los retretes, cuidando de no lastimar a su pareja, tomó asiento sobre la tasa del baño y se acomodó al Omega para que quedara a horcajadas sobre él.

 

—Esto a sido alucinante — pronuncio cansado. Era otro de los inconvenientes de copular en un lugar así, pues el nudo tardaba unos minutos en desinflamarse, formando un tapón para que el semen permaneciera más tiempo dentro del canal y así poder preñar a su pareja — ¿Estás en control de natalidad? — preguntó todavía asimilando lo que había pasado, recompensando a su pareja con perezosas caricias sobre la espalda desnuda.

 

—Sí — contestó y de inmediato sintió la tensión en el Alfa — no pienses mal de mi — habló adormecido, con su cara recargada sobre el hombro del pelinegro —, en la universidad nos los dan a todos los Omega, es una forma de prevención para un embarazo en caso de violación, si bien es poco probable que un Omega se embarace de algún espécimen que no es su pareja, pues tampoco es imposible, el gobierno de Namikaze sólo busca la protección para los Omega.

 

—Entiendo — murmuro más tranquilo. Era cierto que el actual gobernante de la ciudad regía de manera diferente a otros lugares, tal vez tenia quien le impulsara con tan buenas ideas.

 

La media hora de espera se le fue como agua recordando el momento en que conoció a su pareja, su pasado era hasta cierto punto muy trágico, el haber tenido que abandonar a Kakashi había sido una de las cosas más duras en su vida, pero tenia sus razones y aunque los ancianos le hubieran obligado a volver al clan, buscó la manera de arruinar sus planes, jamás obedeció cuando trataron de imponerle a una pareja y ahora habían llegado al colmo de la estupidez al querer que tomara a Itachi, ¡Por Dios, era un niño y además ya tenia un Alfa que respondiera por él! La sorpresa que se llevó al enterarse de la muerte de Shisui fue tremenda; y pudo salir de este embrollo de otra manera más burda;  sin embargo apreciaba al de coleta y su lógica le decía que de no ser él, pues le conseguirían a Itachi otro con menos escrúpulos; todos esos años había estado tramando la manera de derrocar a los consejeros e implantar un poco de libertad, pero ya no le quedaba tiempo, no veía otra forma de ayudar y de librarse por fin de la opresión, lastima por los que saldrían embarrados.

 

—Estoy aquí — comunicó el adolecente, aunque no era necesario, pues Obito podía verlo claramente.

 

—¿Tuviste algún problema? — preguntó curioso al notar los ojos irritados del menor.

 

—Mis padre me han descubierto.— eso sorprendió al mayor, pero esperó a que continuara el relato — no tienes porque preocuparte, no van a delatarnos, me brindan su apoyo y quieren que cuide a Sasuke.

 

La admiración surgió en el pecho de Obito, sabía del tremendo amor de Fugaku para con sus hijos, pero de igual forma conocía la ambición que proclamaba el progenitor.

 

—Si ellos te han descubierto quiere decir que tenemos poco tiempo, préstame a Sasuke, será mas fácil que lo cargue yo.

 

Con reticencia Itachi dejó el cuerpo de su hermanito en brazos del otro, suponía que sus padres tenían algo que ver con que el niño no se despertara con el ajetreo, tal vez le pusieron algún somnífero en la leche, casi podía apostar a que Fugaku tenia algo planeado y Obito se les adelantó.

 

—¿A donde iremos?—- preguntó caminando tras el mayor, las calles lucían desiertas, normal siendo casi las dos de la madrugada.

 

—Tengo un coche oculto a unos cuantos kilómetros de aquí, te llevare hasta ahí y luego tú y Sasuke desaparecerán del mapa.

 

—¿Vendrás con nosotros?— cuestionó curioso — puedo ser auto suficiente, pero ahora mismo me encuentro demasiado perturbado para pensar en lo que tengo que hacer.

 

El Alfa entendía la angustia del pequeño, pero él tenia otros planes, por lo menos de momento próximo.

 

—Llegaremos al auto, luego te daré algunas instrucciones ¿si? Lo importante es que nos demos prisa, ya te dije que no nos queda mucho tiempo.

 

El camino se hizo un poco largo, una hora y media después llegaron casi a los lindes de la aldea, detrás de unos matorrales se encontraba escondido el auto que Obito había mencionado, era un topaz, probablemente del 75, en muy buenas condiciones.

 

—Estas son las llaves sabes manejar ¿verdad? — Itachi asintió — dentro tengo algunos papeles que te serán de utilidad, también una cartera con algunas tarjetas de débito y crédito, las claves para que tengas acceso al dinero están adjuntos a los papeles en el folder amarillo, las cuentas están a mi nombre, pero si vas a algún cajero automático puedes sacar el efectivo que necesites hasta que te instales o yo te encuentre de nuevo, en la guantera están las llaves de un departamento que tengo en la ciudad de Konoha,  ahí mismo los papeles de propietario y un mapa, te e contado antes como encontrar la ciudad y sé que eres listo, darás con ella, sé cuidadoso y no te metas en problemas, te aseguro que tan pronto me encargue de lo que tengo que hacer aquí, te buscare para ayudarte, de nuevo, de no ser así, te voy a pedir de favor que tomes la llave e instrucciones que están en la caja fuerte del departamento, sólo hazlo en caso de que tarde mucho en ir a por ustedes.

 

Itachi escuchaba atentamente, las palabras emitidas por Obito daban a entender que lo tenia todo planeado desde hace tiempo, no era seguro que el escape lo incluyera a él y a Sasuke, pero de que planeaba escapar, claro que lo había hecho.

 

<< Espero que todo salga como espero y las cosas no se compliquen, de verdad espero verte de nuevo Itachi.

 

—¿Que es lo que va a pasar Obito? No me mientas, prometo que puedo soportarlo, si estoy consciente de lo que sucederá, será de ayuda para que avance sin contratiempo y no vuelva con arrepentimiento. — acotó decidido.

 

—Sé que no puedo dejarte en la oscuridad, y aunque no estoy muy seguro de que sea lo ideal, también creo que tengas noción de lo que pasará esta noche... — calló un momento, buscando las palabras adecuadas para continuar — lo que han hecho con Shisui a sido la gota que derramó el vaso, pero no todo termina aquí, la crueldad del consejo a rebasado limites, si bien los creía capaces, aun tenia esperanza de que desistieran, no pueden estar manipulando la vida de los demás a su antojo, hay gente que no está conforme, pero carecen de valor para tomar la justicia en sus manos. Itachi lo que pasará esta noche no será nada bueno, el derramamiento de sangre es inevitable, ahora que me dices de tus padres, es posible que ellos me ayuden... — tragó saliva y mostrando una mirada fría y calculadora lo dejó salir — Esta noche habrá una masacre en el clan Uchiha, los únicos seguros sobrevivientes serán tú y Sasuke, no sé si yo logre sobrevivir, o si tus padres lo hagan, es una lucha a muerte que ya está decidida y lo mejor es que ustedes se alejen ahora, veo el futuro en tus ojos y a pesar de la muerte de tu pareja, confió en que puedas forjarte un porvenir, que ayudes a tu hermano a ser un hombre de bien.

 

A Itachi se le repetía en bucle la palabra “masacre” pensándolo bien era hasta lógico que eso terminaría ocurriendo, las sublevaciones por debajo del agua eran el pan de cada día y aunque el consejo tratara de ocultarlo, no se podía tapar el sol con un dedo.

 

—No sé como sentirme al escucharte, pienso que soy un cobarde por no quedarme y luchar...

 

—No digas eso, jamás pienses así de ti, nada de lo que suceda a partir de tu huida es culpa tuya, aprovecha la oportunidad y lucha, prometo hacer lo imposible por reunirme contigo y llevarte noticias de lo que ocurrió en realidad, pero ahora márchate, no me defraudes.

 

Itachi ya no quiso decir mas, el nudo en la garganta era demasiado, tomó a Sasuke de los brazos de Obito y lo colocó en el asiento trasero, luego subió al del piloto y encendió el auto, bajó la ventanilla antes de avanzar y le dio una tímida sonrisa al mayor.

 

—Haz lo que sea necesario para ir a por nosotros Obito, no me defraudes tu tampoco.

 

—Así lo haré — sonrió de vuelta y se quedó unos minutos parado viendo como el auto se perdía en el horizonte.

 

Suspiró fuertemente, agachó la mirada y dio con un hoyo que estaba oculto bajo el auto, éste quedó al descubierto cuando movieron el coche; se acercó hasta el boquete y sacó de ahí un estuche grande y pesado, al abrirlo un gran arsenal se dejó ver, metralletas, municiones, algún rifle y pistolas nueve milímetros, acomodándose las armas lo mejor que pudo se dirigió a cumplir con su destino; pasaría primero a casa de Fugaku y le daría una breve reseña de lo que planeaba, con lo que hizo por su hijo, no le quedaba mas que confiar en él y su mujer, esperaba que las cosas les salieran bien y que Dios les ayudara...

 

Fue así como el destino del clan Uchiha fue escrito aquella noche de verano, hasta el día de hoy aquellas muertes trágicas no han sido aclaradas y el nombre del asesino tampoco se a podido revelar... 

Notas finales:

Te a gustado? de pronto parece que no avanza, pero ya veras que esto es necesario, agradezco el apoyo que a recibido el fic, al parecer le está yendo muy bien-

Como en el anterior capitulo, me atrevo a pedir que me ayudes a que esto se convierta en un trabajo que podamos disfrutar ambos, te invito a que me des tu punto de vista, que te aseguro será muy bien recibido.

Un agradecimiento a quien se tomó el tiempo de dejar su rr entre ellos:

A .- Ruzz, LEGNAEL,  theyennypaola, Yukikosan, Yuu, y yukki_00. igualmente al lector anonimo.

Hasta otra, mas seguro para el Lunes o Martes de la próxima semana.

Chau^^ 


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