Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Amor del Bueno. por NEY OTAKU

[Reviews - 17]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Con dedicatoria a dos personas que inspiran, y por ello merecen un fic, aunque sea sencillo, pero hecho con amor.

CARITO Y CANUTO.

Notas del capitulo:

Creo que a veces tengo ideas locas, algunas fumadas y otra extrañas, cuando empece a escribir esto dije "va a ser aburrido", pero mientras escribia las cosas se hiban poniendo en orden, encontre una bonita canción que al menos para mí, era la adecuada para el drama.

Una historia sencilla y puede que "lo mismo de siempre", espero que no. XD

Me sentí con ganas de escribir lemon también asi que es otra razón para escribir.

Para dos chicas que de alguna manera seimpre terminan haciendo que las ame más. Carito_d y su amiga Canuto.

Chicas estoy loca y por amor a mis lucuras escribo cursilerias y cosas raras -se encoje de hombros- bueno espero y todos lo que lean esta historia al menos terminen con una sonrisa °3°...lean y nos vemos en las notas finales...

Amor del Bueno.

 

“Como un cuchillo en la mantequilla, entraste a mi vida, cuando me moría, como la luna por la rendija, así te metiste entre mis pupilas…”

 

Yo lo sabía, no había otra explicación, no sé porque  trataba de hacerme el tonto ignorando a mis propios sentimientos. Desde el primer día que te vi supe que de alguna manera nuestras vidas tendrían  un giro inexplicable, pero en ese momento preferí no darle importancia, después de todo…apenas te conocía y no imaginaba que todo esto pasaría.  Me atrapaste con tus  miradas, me envolviste con tus palabras y tu forma de ser. Me amarraste y nunca soltaste el nudo que me mantenía preso, ni un poquito; pero  la verdad es que  yo no quería alejarme de ti y eso hacía que yo mismo apretara la soga, para que no te alejes jamás…aunque me lastimara y me hiciera llorar.

 

“Y así te fui queriendo a diario, sin una ley sin un horario, y así me fuiste despertando, de cada sueño donde estabas tú…”

En los años de preparatoria e inicios de la universidad, creí que solo debía pegarme a los libros y pasar lo exámenes a como diera lugar, convertirme en un buen estudiante y nada más, ni un cerebrito pero tampoco un tonto sin rumbo. Tener novia no era algo que contemplaba como algo relevante en mi vida,  muchas chicas se me han acercado y valientemente me  han dicho a los ojos lo que  les gusto, que quisieran una oportunidad con migo, que desde hace tanto me miran con amor y muchas otras cosas más, pero yo no estaba interesado, simplemente no quería ni necesitaba tener a mi lado alguien, a nadie.

Pero de repente apareciste tú.

 

“…Y nadie lo buscaba y nadie lo planeo así, en el destino estaba que fueras para mi…”

Un día en el que felizmente disfrutaba de mi desayuno con mis compañeros de clase en la cafetería de la escuela, cuando pensé que el día transcurriría normalmente fue que te vi a lo lejos y con esa sonrisa tuya, deje de inmediato la malteada de leche y plátano que disfrutaba para poner mi atención, absolutamente toda mi atención en ti.

Soy la persona más vil y egoísta por quererte para mí, por desear con todas mis fuerzas, poder acariciar tu piel, por imaginar  que tú también me deseas. A veces me sorprendo de mí mismo y de las ideas locas que vienen a mi mente cada vez que te quiero cerca de mío. Una vez hasta pensé en secuestrarte y luego de unos minutos de sumergirme en mis propios pensamientos llegue a la conclusión de que incluso para mí, era una idea descabellada.  Loco y desesperado, así me tienes.

 

“…y nadie lo apostaba aquello fuera tan feliz, pero cupido se apiado de mi...”

Ahora tengo el enorme dilema de decidir entre callarme para siempre o gritarte a la cara cuanto te amo.  Las manos me tiemblan solo de pensar en cómo sería esa declaración, tengo miedo de tu reacción pero mayor es mi miedo de arrepentirme por no haber hablado a tiempo. Por eso me encuentro aquí junto a ti, ideando miles de escenas fantasiosas para poder declararme,  tratando de poner toda mi atención en la plática tan animada que sostenemos acerca de cómo nuestras vidas están a punto de cambiar, pues pronto terminaremos la universidad, pero los vasos de cerveza que he estado tomando no me dejan pensar en otra cosa que no sea  querer probar tus labios  humedecidos por la bebida y que inevitablemente tenían un brillo muy bonito.

Hoy después de clases decidimos ir  a un bar a tomar  unos tragos como normalmente lo hacemos cada  viernes por la noche,  para dejar la escuela  atrás y relajarnos. Para hablar de lo que en la escuela simplemente no podemos o no queremos. Como esos  padres controladores que tienes y sus ideas locas de que te cases pronto y formes una familia para darles nietos, muchos nietos.  La ira  y la rabia que te da que tu padre te haya obligado a estudiar abogacía y  no dejarte ir tras lo que siempre quisiste, ser un gran fotógrafo.

-…No sabes…como deseo poder gritarle que me deje en paz de una vez…que se quede con su dinero y me deje sin herencia…

Apenas pudiste pronunciar las palabras pues ya estabas totalmente alcoholizado. Yo sonreí como tonto al verte tratando de sostener  tu mirada hacia el vaso de vidrio, analizando el recipiente como si buscaras la respuesta de tus problemas en él.  Yo sabía que te dolía la actitud de tu padre pero…no querías decepcionarlo. Querías que estuviera orgulloso de ti,  que cuando hablara de su hijo lo haga con una sonrisa en sus labios. Pero las cosas se complicaron cuando se  enteró de que tu verdadero amor era la fotografía.

 

“…Como la lluvia en pleno desierto, mojaste de fe mi corazón,  ahogaste mis miedos…”

Recuero la primera vez que hablamos del tema, curiosamente fue aquí mismo, en este bar, un día  de escuela en que te vi tan deprimido que te invite a tomar una “Copa”, charlamos y bebíamos, bebíamos y charlábamos. Te desahogaste como migo y yo hice lo mismo contigo. Pues mi vida tampoco era un de ensueño. Luchando a diario con la complejidad de mi físico  de parecer una chica y que la mayoría de los chicos en la escuela quieran acosarme por donde me los tope, las ansias de salir del país para estudiar pintura, sueño que simplemente no podía realizar al no tener el suficiente dinero. Y por la clara ausencia de  mis padres, a quienes les importo un comino.  Iluso, abandonado  y pobre.

Yo creo que ese día entendí que la desgracia era lo que nos  reunió y nos hizo comenzar una bonita amistad, pero el tiempo me hizo sentir desesperado por ti. Yo quería quererte libremente, no como tu amigo, si no como el mejor a mor que pudieses tener. Cada noche lloraba en mi departamento, sobre mi cama, solo y lleno de dolor. Tratando de alejar este sentimiento sincero e impuro a ojos de otros. No pude evitar enamorarme de ti, te amo, todo de ti es mi fuerza para no derrumbarme en mi soledad. Por eso cada día que pasa crece el miedo a tu rechazó y a que te alejes de mí.  Más cuando sé que  andas tras una tipa de la universidad y que te mueres por tener una noche con ella o que mínimo te dedique una mirada, cosa que creo que pasara en años,  pues ella simplemente no nota tu presencia.

Te quito el vaso de la mano antes de que le des un sorbo y te veo seguirlo con la mirada como un pequeño gatito de tras de tu pelota de estambre. Te veo tambalear y tratar de alcanzar el vaso.

-Taemin…

Me llamaste y yo solo reí de tu acento. En definitiva ya estabas  muy borracho.

-Ya estas ebrio…

-Tú también…pequeño insolente…

Ambos reímos, por la corta conversación y el efecto del alcohol.  Me tomo  tu bebida de un solo sorbo y hago una mueca la sentir como el líquido quemaba mi garganta hasta bajar al estómago. Empiezo a hipear y mi visión se distorsiona. Ríes con fuerza por mi condición. Te levantas y se acercas a mí, tomas mi mano y me ves  con ternura,  te veo frente a mí y quiero lanzarme hacia ti para devorar tus labios, empezaba a tener sed de ti. Mas cuando me tomas de la cintura y me levantas con tanta delicadeza.

-Es hora de irnos Taemin…

Dijiste en tono cantarín desviando tu mirada. Respiro profundo y sacudo mi cabeza para desaparecer ese pensamiento.  Tenía que aceptar la realidad  de que no eres capaz de descifrar mis miradas. No a menos de que te lo diga de una buena vez.

Pagaste la cuenta aunque te dije que traía lo suficiente pagar mi bebida, te dije que no era tan pobre como creías y volviste a reír. Deje que te apoyaras sobre  en mi para poder salir de ahí y conseguir un taxi, pues  ya sabíamos que no podías llevar tu coche porque ambos terminábamos así y ni pensar en manejar.  No tardamos en conseguir transporte. Dejo que entres  primero, me acomodo como puedo y le pido al taxista que nos lleve a tu dirección, tú  niegas rotundamente sacudiendo la cabeza, alborotando tu cabello castaño,  arqueo una ceja y pregunto qué adonde más querías ir si ya era bastante tarde.

-Por una noche…quiero dormir contigo…

Mis ojos se abren al instante y  te mire sorprendido.

-No quiero que mi padre llegue a mi apartamento y me vea así de patético…

Rio a carcajadas por ello. El patético era yo por imaginar que había la remota  posibilidad de que dormir juntos significara algo más que solo, dormir. Asiento y le doy mi dirección al taxista. El  camino seguíamos charlando de cosas sin sentido, tú me abrazas y jugueteas con migo, nuestras manos pasean  en el rostro del otro sin vergüenza, no había porque tenerla, somos amigos  y nada más.

El tacto entre los dos era maravilloso, tus manos son cálidas y suaves. La borrachera era un mero pretexto para poder  tocarte como no podía estando consciente, así de cobarde y aprovechado era, pero valía la pena hacerlo.

Llegamos al edificio y bajamos del taxi. Esta vez pague yo sin importarme las protestas de Minho. Avanzamos hacia la entrada, tratando de mantener el equilibrio y riendo a cada paso avanzado, el portero nos había visto de lejos e inmediatamente nos abrió para poder entrar. Cuando llegamos a él, este me miro y sonrió. Ya sabía mis actividades de los viernes por la noche, y también sabía que no era alguna especie de alcohólico que causa problemas, más porque estoy con Minho, al cual también conoce  pues ha venido a mi apartamento muchas veces…bueno casi siempre.

-Joven Lee…Joven Choi…-nos saludó inclinando su cabeza.

-Se quedara una noche conmigo…hip…-dije  señalando a mi amigo, entre cerrando los ojos y tomando una bocanada de aire.

-Sí me quedare esta noche con él…

Avanzamos hacia el ascensor, entramos todavía abrazados. Presiono el botón para el tercer piso, siento como mis piernas tambalean queriendo doblarse de un momento a otro. Dejas tu cabeza sobre mi hombro y siento tu aliento  en mi cuello, me dejo llevar por lo caliente de los soplidos y cierro los ojos para disfrutar mejor. Volteo hacia tu cara y quiero acercarme más pero el sonido del ascensor deteniéndose y abriendo la puerta me detiene.

-Vamos hyung…-te sacudo para que medio despiertes y camines. Pero solo levantas la cabeza y tanteas las paredes de metal.

-Vamos…vamos…-dijiste con voz graciosa.

Te tomo de la cintura y te hago caminar para salir al pasillo. Me cuesta movernos porque eres más grande y pesado, mis manos se  aferran a tu cuerpo y me haces lo mismo. Colocas una mano en mi cintura y yo siento que mi piel quema justo donde me tocas. Sonrió  por ello.  Paramos al llegar a mi puerta, saco mis llaves y abro la puerta.

-Minho…ya llegamos…

Palmeo tus mejillas y abres los ojos. Con una patada cierro la puerta.

-Muero de sueño…vamos a dormir…

-Hyung solo tengo una cama…

-Y ¿cuál es el problema?…no me digas que te da pena dormir en la misma cama que tu amigo…

“…como una dulce voz en el silencio…”

-.No es eso…

-Ya ya…vamos…

A pesar de mis protestas me arrastras a mi habitación y yo presiento que algo saldrá mal, en definitiva no podría dormir estando tan cerca de ti. Giras la perilla de mi puerta y entramos con pasos torpes, a punto de caer,  nos acercamos a la cama y pretendo dejarte dormir solo ahí, en definitiva tenía que irme al sillón de la sala. No sé si resistiría la tentación de tocarte, de besarte y meter mis manos por donde no debía. Porque las ganas no me faltaban y las ansias me carcomían, me pedían a gritos que me lanzara sobre ti, peor yo siempre  me resistía, en serio que lo hacía.

Te suelto para que te apoyes en la cama pero me abrazas por la cintura y caemos los dos, yo sobre ti y tu apretando nuestros cuerpos. Mis mejillas se encienden y no por haber bebido, si no por sentir esas manos en mi cuerpo y respirar tan oloroso  perfume. Mi cabeza queda  justo sobre su pecho, alzo la mirada y lo veo con los ojos cerrados.

-Duerme conmigo Taemin…tengo frio…

Me sorprende la facilidad con lo que dijiste eso. Mi mente intenta bloquear el doble sentido de tus palabras para no convertirlas en mis fantasías y deseos impuros, pero no lo consigo. Siento mi cuerpo acalorarse y empiezo a sudar. Me levanto apoyado de mis brazos, no protestas y te dejas estar, aprovecho eso y  me deslizo hasta quedar cara a cara, te contemplo como si fueras una pintura, de esas que solo encuentras en los museos y que sobreprotegen para que nadie las tocara. Pero yo me atrevo a romper nuestra distancia y acaricio su rostro. Entre más te veo,  más me enamoro;  me gusta tu figura, me gusta pasear mis manos en tu cabello y ver como el viento que sopla fuerte, te hace cerrar los ojos y  revuelve los hilos de cabello; me gustan tus ojos grandes, siempre me miran con cariño y ellos parecen siempre saludarme cuando tú todavía no lo haces;  paseo mi dedo índice sobre tu nariz y bajo a tus labios, los delineo con cuidado. Los escucho llamarme, incitándome a que los pruebe.

-¿De verdad tienes tanto frio…?

Me atrevo a preguntarte, supongo que es el efecto de toda la cerveza que horas a tras bebimos.

-Mucho…

Suspiras y ladeas la cabeza entre abriendo los ojos, me miras y veo tus pupilas dilatadas, sonríes y acaricias mi mejilla. Tomo tu mano y la acaricio como si de alguna joya se tratara.

-Taemin…cuando comenzaste a verte tan hermoso…

 

“…así nos llegó el amor, amor del bueno…”

Mi corazón me da una punzada tremenda y empieza a  acelerar sus latidos. Siento ganas de llorar y sonrió como un niño.  Me acerco más y regreso  tus mano a mi cintura, te hago apretar fuerte,  de nuevo no te quejas y solo me miras, entiendo eso como una aceptación por mis acciones, eso me da más valor para lo que estaba  a punto de hacer; pongo mis brazos a los costados de  tu cabeza  para impedir que miraras hacia otro lado y mi aliento choca con el tuyo y estoy a poco de rozar tus labios.

-No sé… ¿desde cuándo me has empezado a ver hermoso?...- susurro y espero impaciente tu repuesta.

-Creo…que desde…hace  mucho, tal vez desde que…nos conocimos…

Me siento alagado y satisfecho de tu respuesta.  Siento mis mejillas arder. “Hermoso” suena tan lindo cuando  es su voz.

-Todo es hermoso de ti...es  por eso  es que me gustas…

Levanto la cabeza, estoy totalmente sorprendido por lo que acababas de confesar, siento como la respiración se me corta y jadeo para poder hablar, me siento feliz, pero necesitaba confirmarlo. Trago saliva y te miro a los ojos.

-Es enserio Minho, yo…yo te gusto…así como…

-Más como mi amigo…

Fue lo último que dijiste  antes de cerrar tus ojos y dejarte llevar por el sueño. Me quedo con esa sensación de felicidad mezclada con dolor. Tenía tanto que preguntarte pero era en vano preguntar, por más que te llame no respondías a mis llamados. Siempre había querido escuchar esas palabras de tu  boca y ahora que me las dices no sé cómo reaccionar, no sé si creerlas ya que estas ebrio.

No hago nada más que apoyar mi cabeza de nuevo a tu pecho y llorar lágrimas silenciosas, si  yo quisiera podría aprovecharme de ti ahora mismo, de hecho esa era la idea antes de que me confesaras tal cosa, pero ahora siento que no puedo. Necesito saber si lo que dices es verdad o no.

Lo único que hago es recostarme a tu lado, el sueño me vence  como a ti, con los ojos humedecidos y mis ganas de besarte incluso en mis sueños.

 

“…Y así te fui queriendo a diario, sin una ley sin un horario…”

 

Ha pasado cerca de una semana desde aquel día que fuimos a mi departamento. Mi mente  sigue con una nube gris y recuerdos incompletos, pero como  curiosamente solo recuerdo ciertas palabras dichas  de tu boca.

“Me gustas”

He vivido todos estos días viéndote a la cara y recordándolo a cada instante. Tengo miedo de que solo haya sido resultado de tu estado deplorable y que en verdad tu solo me consideras un amigo. Sinceramente no soportaría tu rechazo pero tampoco seguir como si nada pasara.

 

Las clases han pasado rápido.  Es casi la hora del almuerzo, el profesor de cálculo  nos deja la suficiente tarea  como para  no dormir en una semana resolviendo los ejercicios, con una sonrisa de satisfacción sale de aula y todos ahí respiramos aliviados.

Pego mi cara a la mesa para tomarme un tiempo. Sigo pensando en si debía preguntarle  a Minho sobre esa noche de copas, no tuve el valor de hacerlo en el instante en que  te despertaste esa mañana y me miraste a los ojos, la única reacción que tuve fue sonrojarme hasta las orejas por tenerte tan de cerca.

“Parece que alguien tuvo un buen sueño”

Fue tu comentario al verme, sonreíste como siempre lo haces y lentamente te levantaste para ir al baño. Yo no entendí eso, pero al pasear la mirada hacia mi entrepierna comprendí a lo que se refería.

De nuevo me avergüenzo y cubro es lugar que me ha delatado.

Doy un gran suspiro. Desde ese entonces tarto de actuar normal frente a ti pero la vergüenza no me deja, si te miro, me sonrojo, si me sonríes me sonrojo, si me tocas, siento que el corazón se me sale.  He tratado de controlar mis reacciones peor me hes muy difícil.

 

-…No puedo creer eso, Minho oppa tiene novia…

 

Escucho eso y levanto la cabeza de un solo movimiento, busco de donde proviene  esa conversación y encuentro a unas compañeras sentadas en el fondo del aula, en círculo y hablando de Minho. Agudizo mis oídos para escuchar con atención.

-Si…dicen que es una chica mayor, que desde hace tiempo oppa anda tras ella y parece que hoy le pedirá que sea su novia…

-…Oh si también escuche eso, dicen que la llevará a los jardines cercas del campo de futbol…wa…que envidia quisiera ser esa unnie…

 Arrastro mi silla  haciendo un chillido que a  todos les lástima. Golpeo y pateo todo a mi alcance, incluso casi derribo aun compañero que entraba mientras yo salía furioso, todos me miran y empiezan a murmurar. Eso me llena  más de ira.

Estoy molesto, indignado. Mi cara dulce se transforma en una  totalmente nueva y espantosa, tengo el ceño fruncido y siento que la sangre me  hierve. No sé cómo no me había enterado de eso, Minho nunca me dijo algo acerca de esa noona,  yo sabía que  si le gustaba, pero él  dijo que no creía capaz de pedirle tal cosa,  más porque él suele contarme todo, yo debía enterarme primero acerca de sus planes, yo debía ser el primero en darle ánimo, no tenía por qué enterarme por chismes en mi aula.

Somos amigos ¿dónde está la confianza?

Pero más que nada, él no tiene por qué declarársele a nadie, no si se supone que a él le gusto,  el me lo dijo, yo…yo…

 

“…y así me fuiste despertando, de cada sueño donde estabas tú…”

Me detengo cuando veo a esa noona caminar hacia las canchas de futbol. Tengo ganas de gritarle que ni se le ocurra acercase a Minho.  Sin dudarlo, la sigo sin que se dé cuenta. Llegamos hasta lo jardines mencionados, a lo lejos veo la figura de mi amigo, bajo un árbol que da mucha sombra. Me escondo de tras de otro árbol, no podía escuchar bien, pero si me acercaba podía ser descubierto.

Platican un buen rato y yo no logro entender muy bien.  Ella rodea el cuello de Minho y se acerca demasiado, ahora sé que fue una estupidez seguirla, que no tenía nada que hacer ahí y que lo que me dijo Minho aquella noche solo eran efectos del alcohol.

La veo besarlo en los labios y  él  le corresponderle. Siento como el pecho me duele y mis ojos se llenan de lágrimas, las suficientes para ser derramadas y correr por mis mejillas hasta mi mentón. Sin control.

Me quedo ahí unos segundos más. Siendo masoquista porque me niego a creer que en verdad le estas correspondiendo. Ahora mismo me siento como un tonto.

Un tonto que a pesar de ver lo que vio, no ha dejado de quererte ni un poquito.

 

Ha pasado cerca de una semana y no he hablado con Minho, en la escuela lo evito a toda costa, incluso he dejado de ir a los lugares que solía frecuentar solo para no topármelo,   no contesto sus llamadas ni mensajes, no creo ser capaz de sonreírle por su nuevo noviazgo. Sé que mi comportamiento es totalmente infantil, pero no puedo hacer a un lado este dolor en mi pecho, no puedo fingir estar feliz cuando ellos se encuentren, mucho menos soportar sus mimos o palabras dulces.

Así que solo lo evito.

Hoy quiero desahogarme, quiero olvidarme de todo y no sé porque no había pensado antes en esto.

Entro al bar donde vengo a beber con Minho. El barman  me saluda con una sonrisa a penas me ve entrar, apenas y puedo corresponder, tomo asiento en la barra y pido una botella de tequila, el hombre se asusta y me pregunta si estaba seguro de querer esa bebida.

-…completamente seguro…-le conteste a secas. Parece a ver notado que su pregunta me molesto.

Apenas tengo la botella y me es servido el primer vaso no puedo parar. Trago con dificultad el principio pero luego de vaciar media botella incluso empieza a gradarme el olor y sabor tan tosco y mi garganta soporta el calor de la bebida, ya no quema pero aun así no es suficiente.

A mi mente llegan esas imágenes tan dolorosas de Minho con esa chica y recuerdo sus palabras hacia mí. Me duele, duele mucho, porque me hice ilusión de algo que jamás podrá ser, entre más lo analizo  me doy cuenta de que nosotros no podemos estar juntos, es raro, que dos hombres se amen es extraño. Pero no es justo, no siento que sea justo que solo yo esté sufriendo por esto. Hyung no tienes la culpa de que  lo ame, pero si ni yo mismo puedo detener mis sentimientos ¿Entonces cómo debería sobrevivir de ahora en adelante? ¿Debo fingir que no pasa nada? ¿Olvidarme de ti? o ¿alejarme para que no resultes herido?

-Hola precioso…

Un tipo se sienta junto a mí, ahora mismo confirmo que soy gay porque la verdad lo veo muy atractivo,  o tal vez sea el alcohol.  Se acerca cada vez más, sé lo que pretende y suelto un bufido. Estoy ebrio pero no soy tonto. Evito que tome mi mano y sonrió.

-¿Qué quieres?...-apenas pude decir. Mi visión no es muy buena las luces me hacen ver a veces borroso y mi cabeza da vueltas.

-Vamos cariño no seas tan arisco, desde hace rato te he observado, pareces algo triste, ¿dime rompiste con tu novia? O ¿ella te voto?...

-Lárgate…-le  escupo. El chico suelta una carcajada y me mira como un pervertido. Lo veo relamerse los labios y siento asco. Me sirvo otro vaso de tequila,  y me levanto. Saco mi billetera para pagar pero él lo evita.

-No te preocupes muñeco…yo lo pago…

-No es necesario…-pero ya era tarde, incluso le dio propina al barman. Sé  cómo terminara esto si no me deshago de él ahora. Me doy media vuelta y apenas doy el primer pasó pero me detiene tomándome por el brazo.

-No tan rápido…

-Déjame…

No termine de decir mi oración cuando sentí que alguien más me halo de la cintura.  Unos fuertes brazos me rodearon y siento el corazón salírseme cuando reconozco ese olor. No sé si se trata de una alucinación o es el verdadero. 

-Vete…

Le dice con su voz ronca y fuerte. No puede ser más que Minho. El tipo solo sonríe y retrocede hasta desaparecer de mi vista, cobarde.

-Taemin…

Me llama, pero yo no lo volteo. Agacho la mirada y me zafo de su agarre. Tambaleo pero evito caerme.

-¿Qué…haces…aquí?

-Te estaba buscando, hace días que no te veo y estaba preocupado.

Suelto unas risitas, entre los espasmos que sufro tomo aire para tratar de hablar pero no puedo. Te miro solo una vez a los ojos y por la cara de espanto que tienes me doy cuenta de que debo estar dado un espectáculo, tan patético.

No digo nada y camino hacia la salida. Apenas salgo y me doy cuenta de que está lloviendo. Mi cuerpo de moja completamente pero no me importa camino hacia la acera para pedir un taxi, pero mi pasos son torpes y caigo al suelo, precisamente en un charco  de lodo que me deja batido y humillado.

-¡Taemin!

Escucho tus gritos de tras mío. Trato de levantarme pero mis fuerzas flaquean. Entre más pretendo levantarme caigo peor que la primera vez. Siento tu mano tocar la mía y sacarme de ese charco. Pero de nuevo te rechazo dándote un manotazo, retrocediendo más y más, empiezo a sentir frio, la lluvia se intensifica y me alegro por ello, porque mis lágrimas empiezan a salir y siento que puedo confundirlas para que no te des cuenta de mi dolor.

-Taemin vamos a casa necesitas cambiarte o te dará un resfriado.

-Estoy…bien…hyung…mejor vete tu…yo puedo irme solo.

-No pretendo pelear contigo, vamos a mi departamento no dejare que te vayas solo.

-Puedo cuidarme solo.

-¿Así? eso no parecía hace rato…

-Yo no te pedí ayuda, mejor vete…

Me doy la vuelta y le doy la espalda, pero me toma de la muñeca con fuerza para atraerme hacia él.  Forcejeamos.  Me arrastro hacia su auto y me metió a la fuerza. Yo no dije nada, solo quería escapar, antes de que cometiera una tontería. Mis ojos se han hinchado por las lágrimas, evito su mirada para que no se dé cuenta.

-Taemin te he notado distante… ¿Pasa la algo? Por favor dime, me preocupa tu comportamiento…

Yo no respondí, solo escondí mi rostro son mi flequillo. Así estuvimos todo el camino hacia tu departamento.  Cuando llegamos trataste de ayudarme a caminar pero seguía rechazando tu ayuda, no quería que me tocaras, no quería perder el control, un solo roce bastaría para que explotara y luego de eso no sé qué podría pasar.

Me dejaste entrar primero.  Me quede de pie mientras te sacabas el abrigo y traías una toalla para secarme, antes de que pudieras tocarme te  la arrebato, tus ojos muestran confusión pero no pretendo caer con ello.

-Sera mejor que te quedes la lluvia no parece querer parar.

-…-

-Taemin… ¿porque fuiste a ese bar?…

-…-

-¿Por qué estás tan callado? ¿Tú no eres así?

-…-

-¿Hice algo que te molestara?

 

“…Y nadie lo buscaba y nadie lo planeo así…”

Sigo son responder nada,  mi mirada sigue baja y la toalla sobre mi cabeza, paseo la tela con mis manos,  aprieto fuerte las fibras de mi cabello, no importaba si dolía o si ya estaba seco, solo no quería verte.  Siento como detienes mis manos, doy un paso hacia tras y sigo con mi tarea, te acercas de nuevo y yo retrocedo.

-¡Ya basta!

Gritaste, me acorralas a la pared y jalas la toalla. Quedamos de frente y no escape de tus ojos. Siento como las lágrimas caen una tras otra y no las puedo detener. Mi respiración esta entrecortada.

-Déjame Minho.

-No hasta que me digas que pasa. ¿Por qué lloras? ¿Ese tipo te hizo algo? Dímelo…

-No me hizo nada.

-¿Entonces porque estabas bebiendo?, tu no tomas sin alguna razón…

Rio entre tus comentarios sin dejar de llorar. Ahora siento algo caliente en mi pecho.  Ya no sé si es la borrachera la que me da valor, pero…

-Vete con esa noona y deja de pretender que te intereso.

-¿De qué rayos estás hablando?...

-¡¡De tu novia!! ¡¡Vete con ella y déjame en paz…!!

-Taemin ella…

-¡Solo déjame ir, quiero ir a casa y dormir! ¡Vete con ella, pásensela bien, se su novio, preséntala a  tu familia, cásate con ella, vivan juntos, tengan los hijos que quieran pero háganlo lejos de mí!

-Taemin  estas…tu estas…

-¡Sí! ¡Estoy  celoso de ella! y es molesto…no puedo dejar de pensar en lo feliz que serán los dos, y que me dejaras a un lado. Te odio, te odio Choi Minho…te odio por hacer que te amé demasiado, por tu culpa no puedo ser yo, no puedo dormir, no puedo comer, no puedo dejar de pensar  en ti…maldita seas no me dejas ni respirar…

Empiezo sentir que le aire me falta. Ahogo mi llanto pero termino llorando más. Las manos de Minho dejan de hacer presión en mis muñecas, no dices nada, todo está en silencio, solo puedo escuchar mi nariz sorbetear.

-Me voy…que seas feliz…

Salgo de tu prisión y camino hacia la puerta con dificultad, mi pies tambalean y apenas alcanzo a ver la perilla.

-Taemin…

 

“…Y nadie lo buscaba y nadie lo planeo así, en el destino estaba que fueras para mi… “

No quiero verte pero siento como me das vuelta y en segundos tus labios están sobre los míos, hacen que abra la boca y acomodas tu cabeza. Siento tu lengua jugar con la mía. Tus manos se posan en mi trasero y lo levantas para que mis piernas rodeen tu cintura. Siento que no puedo hacer nada, me tienes entre la puerta y tu cuerpo. Y no me reprimo, te dejo pasear la lengua en mi boca mientras rodeo tu cuello con mis brazos.

Poco  a poco nos arrastras a tu habitación, cuidando donde pisas y que no resbalemos. Apenas entramos me recostaste en la cama, seguimos acariciándonos uno al otro, desabotonas mi chaqueta y la retiras por completo. Dejas mis labios y te separas solo un poco.

-Taemin…yo…yo te amo.

Parpadeo unas cuantas veces para asegurarme de que no sea un sueño.

-Estoy ebrio ¿Cómo saber que no estoy soñando esto? -hice un puchero.

Minho rio.

-Creme no es un sueño…

 

“…y nadie lo apostaba aquello fuera tan feliz, pero cupido se apiado de mí…”

Besas mi cuello de arriba abajo mordiendo pedazos de piel, empecé a gemir; sus manos regresaron  a mi ropa, levantas mi camiseta y metes las manos, se siente frio y me hace erizar la piel, acaricias mi abdomen con cuidado. Me estorba mi camiseta y yo mismo me la quito.

Ataco tu cuello como lo hiciste hace un momento con migo, paso por tu cara y atrapo tus labios, ahora yo exijo que abras la boca para empezar a jugar. Me voy levantando despacio hasta empujarte y recostarte en la cama.  Me siento sobre tus caderas y muevo mi trasero de arriba abajo.

-Ahhhhh

Gemimos los dos.  Me atraes a tu cuerpo y me haces quitarte la camisa. Siento algo de vergüenza por lo que te hago pero aun así no me detengo. Aun con mis sentidos medio encendidos y apagados sé que eres el tú de verdad, el Minho que tanto quiero y eh deseado desde el primer día.  

Siento mis  mejillas arder en cuando veo tu torso desnudo, mis manos se posan sobre tus pectorales y bajan  a tu abdomen. Gozo cada momento porque siento que tal vez no se pueda volver a repetir.  Me tomas el mentón y me das besos cortos y jugosos.  Pero me escapo y muerdo tu manzana de adán.

-Ahh Taemin…

Bajo aún más y succiono uno de tus pezones, paseo mis labios por tu abdomen hasta llegar al borde de tu pantalón, comienzo a desabrocharlo y tú me ayudas a quitártelos, veo un bulto grande sobre la tela  de tu bóxer y aunque es la primera vez que haría algo así, me atrevo a hacerlo.

Saco tu miembro y lo introduzco en mi boca, empiezo a subir y bajar.

-Ahg…ahhh

Escucharte gemir me indica que te gusta, así que prosigo. Siento mis mejillas arder y el calor apoderarse de mi cuerpo. Succiono con fuerza y tú gimes más. Mi boca y legua tratan de hacer lo correcto, hacerte sentirte bien.

Me interrumpes tirándome a la cama, ahora tú estás sobre mí, desabotonas mi pantalón más rápido de lo que yo lo hice con el tuyo, me quitas toda la ropa y quedo igual de expuesto que  tú. No lo piensas y te vas sobre mi miembro.

-Ah Minho…

Dejo escapar un grito cuando siento tu legua jugar, abro más las piernas para darte espacio, siento calor y mi miembro está caliente,  tu ni tienes consideración mía y  succionas más fuerte de lo que yo lo hice, me aferro a las sabanas y las estrujo. Simulas pequeñas embestidas y siento que me correré de un momento a otro.

-Minho~~

Susurro cuando siento que me vengo. No lo soporto y lo hago, levantas la cabeza y veo cómo te relames lo labios, sabes cómo atacarme hasta con las miradas, porque te vs tan provocativo…te acercas y me besas

-No sabes cuánto he deseado tenerte así…- susurras en mi oreja y cierro los ojos.

Tu vos suena más dulce y sensual de lo que es. Tus manos me tocan por donde sea y en cada roce siento que me marcas, como si dejaras tus huellas, succionas mi piel como un caramelo, en el cuello,  mi pecho, mi abdomen, incluso mis muslos; dejas moretones que tardarán en desaparecer pero no me quejo, al contrario…

-Tócame más… -suplico.

-Claro…

Entonces me complaces. Empiezas tu recorrido en mis piernas. Veo que te estiras hasta el mueble junto a  la cama y sacas una botella de lubricante, cierro los ojos por lo que vendrá, siento como tus dedos entran en mí, se siente extraño y frio, los mueves despacio, metiendo uno a la vez.

Sacas tus dedos y te acomodas entre mis piernas, tus dedos quieren jugar, corren a lo largo, de ida y vuelta, traviesos.  Siento tu aliento, me besas.

-Te amo. -repites con dulzura, yo asiento.

Introduces tu miembro en mi entrada y la mente se me apaga.

Tanto tiempo imaginando este momento, en el que me repites una y otra vez que me amas y tu cuerpo me lo corrobora. Mi corazón da brincos porque puede escuchar e interpretar tus latidos. Mi cuerpo sigue tu ritmo cuando empiezas las embestidas. Duele mucho, es incómodo, pero porque eres tu es que ese dolor se puede soportar.

-Minho…~~

Gemí fuerte. Te acercaste, me besaste y tus manos tomaron mis caderas, me acercabas más a la tuya y claramente siento como tu miembro se  adentra más a mi entrada, grito y lloro de dolor.

-Lo siento…-te disculpas entre jadeos, yo niego y sonrió.

-No…no pares, solo sigue por favor…

Tomo tu cabeza con  mis manos y te doy un beso profundo mientras te sigues moviendo. Me siento valiente de apoderarme de tus labios, siento que mi amor está a punto de desbordarse, hago muecas de  dolor y sonrió, ya no sé cómo reaccionar o que hacer. Mi estómago hormiguea y ciento algo recorrer mi cuerpo.

-Ahh…

Grito cuando has encontrado un punto especial que me hace arquear la espalda. Tu sonrisa me abraza, ese punto es nuevamente tocado y mis ojos se llenan de lágrimas.

Placer, placer, me haces sentir tanto placer.

-Taemin, precioso…

Tus dedos se hunden en mi piel. Das una estocada más, ambos arquemos la espalda dejando un sonoro gemido. Nos corrimos al mismo tiempo. Sales de mí lentamente, tus brazos me rodean y yo  trato de controlar mi respiración.

Mis lágrimas nuevamente se apoderan de mí porque espero que esto no sea una  alucinación mía, tú dijiste que no era un sueño y creeré que así es. Mi mente trata de asimilar todo lo que hice. Mi cuerpo está cansado y agradece el calor que le trasmites.

-Gracias por amarme tanto…

Tu voz dulce me adormece. Tanto alcohol y esfuerzo físico me han dejado agotado. Alcanzo a escuchar un “Te amo”  cerca de mi oído, y eso me llevo a un mundo donde solo eres para mí, donde puedo ir contigo libremente y sin preocuparme de que me odies porque te amo con locura, solo en mis sueños lejanos…

 

El olor a miel me hace abrir los ojos poco  a poco. Esta oscuro a mí alrededor, me asusto porque no reconozco el lugar, trato de levantar mi cabeza pero un dolor punzante me detiene.

 

-u~~-lloriqueo. Llevo las manos a la cabeza y hago presión.

Los recuerdos vienen a mí, la ida al bar, la botella de tequila, el barman, un tipo molesto y Minho bajo la lluvia diciendo algo.

-Minho- susurro para mí mismo.

-Aquí estoy.

 

“…como una dulce voz en el silencio…”

Giro el rostro hacia el frente y  mi hyung está parado en la puerta. Con su linda sonrisa de siempre, pero hoy debo decir, tiene un brillo muy particular. No deja de verme y me pierdo en su rostro, me pregunto una y mil veces que tanto es que me ve, su mirada empieza a incomodarme, trato de voltear mi cuerpo pero el dolor ataca a mi trasero y me quejo sin pensarlo dos veces.

Miro bajo las sábanas, me sorprendo de lo que veo, estoy desnudo, y mi cuerpo está lleno de chupetones y marcas. Y es cuando me doy cuenta de  mi posición en esta habitación. Creo que era más que obvio lo que había pasado, Minho y yo estuvimos juntos.

-Taemin…

Tomo las sabanas para cubrirme desde la cabeza hacia los pies. No quiero que me veas, no quiero que veas que me he sonrojado por completo, no quiero que escuches como mi corazón está golpeando mi pecho con fuerza, me siento expuesto y frágil. Me abofeteaba mentalmente por haberlo hecho, no importaba como, yo debía impedir que incluso el alcohol me llevara a cometer tal acto.

Me siento de alguna manera sucio, porque no sé cómo es que termine así.

-Taemin…no te escondas…

Estas tan cerca como para tratar de jalar las sabanas pero yo  me aferro a la tela y no dejo que me descubras.

-Yo…yo…no sé que decir, hyung, no sé como es que…

Mis lágrimas al final me vencen y lloro por la vergüenza. Entre el dolor de cabeza y el dolor en mi pecho ya no  sé cómo hablar, mi garganta se cierra y mis sollozos inundan la  habitación. Las sabanas van abandonando mi cuerpo destapando hasta mi cabeza, solo hasta ahí. Llevo mis manos al rostro para esconderlo. No me siento capaz de mirarte a los ojos, tus manos pasean en mi cabello,  me acaricias con suavidad….y no sé porque…

-¿No lo recuerdas?

-…-

-Me has dicho que me amas…

En cuanto escucho eso, mi respiración se  detiene por completo. Esa frase resuena como una campana, haciendo eco en mí. ¿De verdad eso hice? ¿Enserio lo hice?

-Que por mi culpa no puedes dormir, que por mi culpa no puedes ni respirar…que me amas demasiado…-retiras mis manos del rostro me haces mirarte, mis mejillas arden, mi cara y mi cuerpo se quema, limpias mis lágrimas con tus dedos-  y creo que es momento de que me haga responsable…

-¿Qué?

-Que es momento de que afronte la realidad como es…tú me amas y yo te amo…y quiero que te quedes conmigo.

-Pe…pero y esa noona…

“Sonríes…”

-Esa noona ha sido rechazada gentilmente

 

Tus suaves manos acarician mis mejillas.

 

-Ella me hizo una muy linda declaración, incluso me beso y aunque por un instante le correspondí eso me ayudo a aclarar muchas dudas sobre mis sentimientos.

-Q…quieres decir…

-Que ese beso me confirmo lo que desde hace mucho sabía pero que me negaba a aceptar. Cuando la bese, creí que sería lo suficiente para que empezará a gustarme, pero ocurrió algo curioso -se rasco la cabeza- ese beso solo se sintió bien si pensaba en ti…

-Eh…

-Taemin…pequeño…acaso no lo ves, te amo tanto, que  no puedo dejar de pensar en ti, un beso que no sea tuyo, es como veneno, no puedo dejarte.

Yo no digo nada. Te sientas junto a mí y me abrazas con cuidado, pegando mi cuerpo desnudo hacia ti, me besas sin apuros, al terminar dejo caer mi cara en tu pecho, donde me siento seguro y feliz.

-Por eso cuando desapareciste de mi vista, me asusté mucho. Me preocupaba no  verte, más que te hicieras ideas que no eran. Quería ser yo quien te dijera lo de noona y confesarte mis sentimientos, pero parece que tú te me adelantaste. Y cuando te vi en ese bar, perdido en al alcohol me entristecí, sentí temor de ti, me mirabas con odio, quería tranquilizarte pero lo único que lograba era alterarte más…hasta que me confesaste que me amabas…

-Es verdad yo te amo…

No sé ni cómo salió eso de mi boca, te escucho sonreír, levantas mi mentón y me das un beso en los labios. Me dejo llevar porque siento que ya no hay remedio. Ya he hablado lo suficiente como para retractarme.

-Lo  sé…Taemin, sé que  me amas, y te diré una cosa más…desde el primer día que te conocí, supe que entre nosotros ocurriría algo más que amistad,  pero me fue tan difícil aceptarlo…tenía miedo de tu rechazo…de que tus ojos miraran hacia otra persona…perdóname…por ser tan cobarde…

 

“…Y nadie lo buscaba y nadie lo planeo así…”

 Abrí los ojos de la impresión, estas palabras, estas exactas palabras…

-Tú no mentiste… -susurre.

Tú no mentiste, realmente te gusto. No, tú me amas.

-¿Qué?...

Te beso antes de que digas algo más.

-Que no quiero separarme de ti jamás. Apiádate de mí. Y déjame estar contigo…

 

-Taemin, eso ni siquiera lo tienes que pedir…nunca te dejare ir…

Te beso porque es mi nueva forma de agradecerte que me ames. Porque tú también luchabas contra tus inseguridades, porque siempre pensabas en mi…para no hacerme daño, para seguir amándome.

 

“Y nadie lo buscaba y nadie lo planeo así…

 

…en el destino estaba que fueras para mí…

 

…y nadie lo apostaba aquello fuera tan feliz…


…pero cupido se apiado de mí.

 

Fin.

Notas finales:

¿Cómo estuvo? Sean siceros y manden review porque más adelante les tarere una historia chillona y romática como me gusta XD!! solo que necesito de llenarme de más inspiración...jaja ok eso lo resolvere yo sola.

Saludos a todos, besos y abrazos a todos lo que amamos el yaoi y claro el 2min °3°

-corre a buscar sus videos de 2min para inspirarse-

....


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).