0.355. El día en que EXO-M volvió de China por adelanto del horario
“Junior” dijo Chanyeol seriamente “creo que necesito confesarte algo”. Dio un gran respiro antes de divulgar su secreto a su más confiable confidente “Me gusta Kris-hyung”. Respiró tranquilamente ante la falta de reacción de la jirafa. “Sabia que me entenderías, Junior”.
Suho, que estaba inclinado contra el marco de la puerta de Chanyeol, intentó suprimir su risa, pero una inevitable risita arruinó su plan. Tapó con una de sus manos su boca mientras Chanyeol se giraba con un chillido de sorpresa.
“¡Hyung, deberías tocar!” Aturdido, acercó su jirafa en busca de consuelo.
“Quizás deberías cerrar tu puerta con algo más grande”. Suho hizo comillas en el aire con sus dedos, “secreto”.
“¿Cuánto has escuchado?” Chanyeol se sonrojó de un tono escarlata, mortificado.
El líder caminó hacia él y se sentó al lado de chico sonrojado en la cama. “Todo”. Su voz era amable, gentil. Después de todo, él lo sabía incluso antes de que Chanyeol hubiera sido capaz de admitirlo a si mismo. “Para ser honesto, Chanyeol, es un poco impactante el ver a alguien con una voz tan masculina hablar con un animal de peluche”.
El chico soltó un suspiro. “Tenías razón”.
“¿Sobre qué?”
“Kris-hyung. Tenías razón en todo”. Chanyeol bajó la vista, jugueteando con la cremallera de su chaqueta.
“Lo sé. Tardaste un poco en verlo por ti mismo”.
“¿Hyung?”
“¿Si?”
“Le hecho de menos.”
“Por supuesto que lo haces. Estás loco por él. Literalmente. Estabas hablando con un juguete. Sé que Kris te lo dio. Si hubiera sido cualquier otro, estaría cogiendo polvo en la estantería ahora mismo. Pero deberías estar contento, vendrán a casa en unos días.”
“No lo sé. No sé si puedo enfrontarlo ahora mismo” Chanyeol se desplomó en sus sábanas, golpeándose en la cabeza contra la pared en el proceso. “Ow, mierda”. Suho explotó en risas.
“Sigues tan descordinado como siempre, ¿verdad?” resonó una voz.
Chanyeol se levantó de su posición, golpeándose la frente con la parte trasera de la cama superior. “Mierda!”
Suho y Kris se carcajearon del chico que claramente era demasiado alto para la litera. Se frotó la frente, poniéndose derecho para asegurarse de que había oído bien. Su corazón estaba a punto de salirse de su pecho. Cálmate. No sospechará nada si sigues sonriendo como un idiota. Sus labios se estiraron en algo parecido a una sonrisa y se moría de vergüenza.
“Hyung, que haces en casa tan pronto?” Camina hacia él. Abrázalo. Actúa normal. Actúa normal, Chanyeol! Normal, normal, normal. Sus piernas temblaban como gelatina.
Suho hizo un esfuerzo por parar de reír y se giro hacia Kris. “Si, por qué habéis llegado tan temprano, hyung?”
“Wow, ni un abrazo de ‘bienvenido a casa’ ni nada?” Sehun y Luhan ya se lo están montando en la sala.” Kris estiró sus largos brazos. Como si confirmara su declaración, Kai caminó hacia la habitación con lo que parecía una mueca de disgusto en la cara.
“No vayáis afuera. Es peor que esos documentales sobre animales de la TV” dijo estremeciéndose. “Pero es bueno teneros en casa, Kris-hyung”. Le dio a Kris un amistoso abrazo.
¿Por qué no puedo hacer eso? Mueve tus piernas, Chanyeol. Mueve. Tus. Piernas. Él tragó saliva, su cuerpo seguía paralizado.
Suho dio unos pasos hacia delante y aceptó el ofrecimiento de Kris, lanzándole a Chanyeol una mirada que decía ‘¿Qué estás haciendo? Ven aquí ahora mismo’.
No seas una gallina. A la cuenta de tres…dos…uno. Tomó una bocanada de aire. Nada. Suho y Kris se soltaron, y el último se aproximó hacia Chanyeol. Mierda, mierda, mierda. Respira. Se tú mismo. Antes de que pudiera pronunciar una silaba sin sentido, Kris lo envolvió en sus brazos.
“¿Por qué haces siempre esto, Chanyeol? Sabes que no muerdo” susurró Kris en su pelo, y le dieron escalofríos al darse cuenta de cuán sexy sonó la voz de Kris.
“L–Lo sé. Sólo estaba sorprendido de verte. Nada más”. Tragó. Oh Dios, ten piedad, cómo puede alguien que acaba de salir del aeropuerto oler tan bien?
“Um, Chanyeol?” Kris liberó al joven de su agarre, y él salió de su ensoñación, dándose cuenta de que había cerrado los ojos y olvidado de donde estaba.
“Lo siento”. Dio un paso hacia atrás y estiró otra sonrisa-mueca. Frunció el ceño mientras se sonrojaba y Kai y Suho soltaban risitas detrás de ellos como colegialas.
“¿Estás…bien?”
“¿Que? Si, uh-huh. Estoy b-bien. Increíble. De lujo”. Chanyeol tosió y evitó todo tipo de contacto visual con la mirada penetrante del otro. “Me alegra que estéis de vuelta, hyung” balbuceó, saliendo rápidamente por la puerta.
“¿Está bien?” preguntó Kris, con la confusión plasmada en su cara.
“Sip, está muy bien” replicó Suho, reprimiendo la risa. Kai se mordió el labio, asintiendo con mucha fuerza.
Kris se encogió de hombros. Quizás es algo coreano.