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Complejidad del Amor por NEY OTAKU

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Notas del capitulo:

Saludos aqui otro cap, espero y les guste.

Esta es la perspectiva de MImho ^^

Se darán cuenta de que el señor Choi también ha llorado por la ausencia de Taeminnie...

Capítulo 2: Dulce amargo.

No quería nada más que salir corriendo de aquella sala de juntas para ir a la azotea del edificio, pararse en el borde, asomarse para ver a la gente con su diminuto tamaño y gritarles a todos ahí, con los brazos extendidos, que era la persona más infeliz en este mundo, que sentía tan vació que a veces no encontraba su camino ni su rumbo, que se sentía  amarrado de manos y pies sin posibilidad de escapar de aquello que le fue impuesto sin su consentimiento. Por obligación, porque así lo decidieron.

Que tenía tantas ganas de  gritarles a todos ahí que se fueran al diablo, que saldría  para caminar tranquilo por las calles, mirando a su alrededor como alguien más que solo pasea y se relaja con el paisaje urbano, entrando a tiendas solo para dar un vistazo, ir al cine para distraerse con esa película que tanto ha deseado ver pero que por el trabajo no puede cumplir ese simple capricho, ir a comer al restaurant que solía frecuentar con sus amigos cuando estaba en la universidad, ir al parque de  diversiones con la persona que más amo y ver las estrellas en aquel mirador, a través del telescopio, ayudándolo levantarlo porque  su estatura no le permitía ver adecuadamente por el lente.

Necesitaba alejarse de todo y todos, solo para ir en su búsqueda, para saber si él lo extraña tanto como él lo hace, si llora por las noches por la soledad como lo hace en esos días negros en donde nada parece ter lógica y la empresa esta vuelta un caos dejándole más trabajo del que ya tiene, donde esas noches de desvelo de periodos de hasta meses, lo desgastan tanto que su salud colapsa pero que tiene que levantarse a la maña siguiente y seguir como si nada.

Cuando su mente lo recuerda. Necesita saber si lo ha dejado de amar, si ya encontró a otra persona que sane las heridas que le dejo, si las cicatrices han sanado o siguen sangrando como el primer día.
Quería correr hacia él y besar sus dulces labios. Decirle que no ha dejado de amarlo, ni un  miserable día de su existencia.

Pero no podía.

La autoridad de su familia por sobre las demás  personas que se encontraban junto a él en este preciso momento, lo llenaban de poder y la posibilidad de arruinar sus vidas o mejorarlas volviéndolas tan poderosas como él.

Debido a que el padre de Minho era el dueño una de las más importantes compañías de financieras del país, el como hijo debía  asumir lo más pronto posible sus responsabilidades de heredero y sucesor de esa corporación, entregándose por completo al peligroso mundo de los negocios, con gente influyente que solo persigue  intereses monetarios que los hagan más ricos cada día, ambiciosos y a veces peligrosos.

Encerrado con gente tan insensible e hipócrita.  Sintiéndose usado e incomprendido.

Fingiendo que vive feliz y cómodo.

La atención de todos estaba con el jefe de planeación de la empresa, exponiendo sobre las siguientes actividades a desarrollar que lograrían su mayor trabajo en conjunto con empresas extranjeras, contratos con el mercado europeo y de América. Hablando para todos, robándoles la atención de todos, menos la de él.

Miraba la carpeta azul bajo su mano derecha, sin abrirse todavía, la noche anterior había leído el informe que ahora era planteado, un plan de una empresa turística que deseaba expandirse en Corea. No había nada que no supiera, razón por la cual jugaba con el lapicero negro paseándolo entre sus dedos sin parar. Suspirando cada que podía.

La voz de orador se  empezó a perder de sus oídos cuando sus ojos se posaron  en el saco de uno de los empresarios, el señor Park, dueño de la productora de maquillaje más importante de los último tiempos, quien tenía una pequeña flor como adorno en uno de sus bolsillo, un regalo de alguna de sus  amantes.

Sus ojos se perdían en esa hermosa flor, una rosa pequeña de metal con adornos dorados  y un rojo intenso…
 

…Un día de paseo se convirtió a una visita en la florería de la amiga de Minho, una linda chica de cabello largo que lo conocía de años;  entraron tomados de la mano, como siempre recorrían la ciudad cada que salían, admirando las diversas formas y el  aroma a miel,  hasta que toparon con los colores que más resaltaban entre lo demás.

-¿Rosas o violetas…?

-Hyung…no me hagas esto sabes que ambas me gustan mucho…

-Pero solo puedo darte una de ellas…así que tienes que elegir…

-M…pues las rosas, si, las rosas…

La sonrisa que Taemin le regalo en ese preciso momento, lo lleno de tanta calidez que  sintió la necesidad de besarlo ahí mismo,  sorprendiéndolo  y dejándolo con las mejillas rojas, tan rojas como las rosas…
 

-Y si nos permite el joven Minho procederemos a la compra venta…
Esa voz lo saco de sus pensamientos, regresándolo a la triste realidad y con toda la atención sobre él. Se acomodó en su silla giratoria y dio una ligera sonrisa de superioridad haciendo como si hubiese prestado atención en todo momento, comportándose como el ejecutivo de alto nivel que es.

-Claro, solo procederemos con las firmas y todo estará listo.

Las personas ahí reunidas aplaudieron a esa respuesta, como perros amaestrados que saben qué hacer cuando les dicen las palabras correctas, como ahora, sus mentes empresariales les indica que deben adular el jefe para verse bien y poder conseguir algún favor  en el futuro.

El contrato se cerró y todos salieron felices de ahí. Se levantó de su silla y fue directo a su oficina. Al entrar a ella noto la presencia de  su mejor amigo en estos últimos años, convertido ahora en  su asistente personal, con una hermosa sonrisa, su cabello medio lacio castaño claro y sus lentes cuadrados que lo hacían ver tan atractivo. Lo vio en su laptop, haciendo quien sabe  que cosas, que seguro es trabajo, que dejo de inmediato en cuanto lo vio aparecer.

-¿Todo listo?

-Sabes que sí…Onew

Lo dijo con desinterés y fastidio. El suficiente para tumbarlo en el sillón del centro de la oficina,  aflojando su corbata para dejarlo respirar aunque sea un poco.

-¿Cuáles son nuestros pendientes?

-Tienes una comida a las 12 de medio día con los representantes de la cadena de celulares, luego a las 5 de la tarde una cita para cerrar contratos con algunos ejecutivos, viejos amigos de tu padre…

-¿Solo eso?...

-Bueno…Sandara llamó…dijo que te invitaba a su casa a cenar con su familia…a las 9…

Minho se llevó las manos a la cabeza y se halo los cabellos. Hoy seguro era otra de esas noches en que tendría que fingir una sonrisa delante de su futura familia, con su futura esposa, mujer a la que no amaba en absoluto, la persona que apenas unos meses le fue presentada en su propia casa, el mismo día que le fue dictada “su sentencia” de tener que llevar el frente de tan importante compañía. No es que la odiara pero con ella era solo amable y desinteresado, la realidad es solo, que no soportaba la idea de  fingir que estaba de acuerdo con ello.
-Por cierto tu padre mando flores para felicitarte por cerrar el contrato con la empresa maquillista.

Onew señalo el ramo de rosas rojas que estaba sobre su escritorio, dentro de un elegante florero de  fino acabado que le habían regalado hace tiempo en una de esas fiestas de  etiqueta. Las rosas eran brillantes, tales como las de aquella ocasión…
 

Su última hora había acabado,  salió  de la universidad como rayo,  sin mirar atrás y disculpándose con quien tropezaba en el camino. Minho se apresuró para ir  en busca de un gran ramo de rosas rojas, de esas tan hermosas que le habían gustado a su pequeño.  No contaba con mucho efectivo en ese momento pero gracias a su amiga fue capaz de conseguir más de una docena,  como tres a decir verdad, todas atadas con un largo listón rojo; no supo ni como pero llegó hasta la entrada de la universidad dónde estudiaba Taemin, le mando un mensaje para indicarle que  lo esperaba con una sorpresa y en menos de un minuto le fue respondido el mensaje.

“Ahora voy Minho”

Encontró un buen escondite de tras de un anuncio de crema dental, uno lo suficientemente grande para cubrir su cuerpo por completo y las flores también. Esperó cerca de 10 minutos hasta que vio una cabecita de cabellos  castaños salir, con  el bolso gris colgado en un hombro, un regalo de  su hermana en su cumpleaños número 20, con esa silueta fina que hace presencia y notas aunque no quieras.  Su Taemin siempre tan hermoso y lindo.

Lo vio recorrer su mirada en los alrededores. Le lanzó un piedrita y volteo de inmediato. Taemin sonrió al verlo y corrió hacia él.

-Detente…-le ordeno a unos cuantos pasos antes de llegar.

-¿Qué pasa hyung? ¿Por qué estas escondido ahí?...

-Cierra los ojos…

-Para que…

-Yah!! Solo obedece…

-Ok…ok… -infló los cachetes y cerró los ojos despacio.

Minho espero hasta que Taemin se tapara lo ojos con las manos, lo vio mover su pierna de lado a lado esperando impaciente, tan lindo, tan inocente. Tomo el ramo de rosas y las abrazo como pudo. Se quedó parado frente a él, con las flores en medio de  los dos.

-Abre los ojos…

El menor obedeció, cuando vio todas esas rosas frente a él, solo abrió la boca tanto como pudo para luego sonreír y dar saltitos de emoción en su lugar.

-Wa~~~hyung están hermosas…

-¿No te parece cursi…?

-No, en absoluto, es tan lindo, enserio que esto no me lo esperaba…

Trato de tomarlas pero sus delgados  brazos no lograba tomarlas todas de una vez, frunció el ceño y de nuevo inflo los cachetes. Minho rio de ello, tomo las manos de su novio ayudándolo a sostener las rosas,  en ese momento no le importo si aplastaba las flores, se acercó más y más hasta besarlo, entre el aroma fresco y dulce. No dejo de probar sus labios hasta que los dejo tan brillosos. Se pegó aún más aprisionándolo de su cintura haciendo que la cinta que ataba los tallos de las flores resbalara hasta hacer caer las rosas a su alrededor, regándose con ellos en medio.

-Hyung…las rosas…-susurro entre él beso.

-Lo siento…yo solo quería decirte cuanto te amo…pero parece que le he tomado más importancia a tus labios y no a las flores…

Taemin se sonrojo y sintió como él corazón le latía queriéndose salir de su pecho. Así como se  siente estar enamorado.

-Siempre te voy a mar…siempre voy a estar contigo…hoy formalmente te pido ser mí novio, quiero quedarme contigo  por toda una vida…
-Yo…yo…también Minho…siempre contigo…siempre te voy amar…y si acepto ser tu novio.
 
-Donde quieres que las ponga…

-AH…ah…solo acomódalas donde  creas necesario…no importa donde… -suspiro- de todas formas ese viejo hace las  cosas sin consultarme y regala cosas innecesarias, queriendo comprarme hasta las sonrisas.

-Minho…

Su asistente y mejor amigo dejo su laptop unos instantes para ir con él en el sofá. Se dejó caer alzando los pies, suspirando y estirando brazos y piernas. Como siempre lo hacía, ahora trataría de que su amigo se desahogara con él, sabía toda la carga que soportaba sobre sus hombros y  como día con día luchaba consigo mismo para no  caer ante todo el dolor.

-Podemos aplazar la cita de las 5 pm y reacomodarlo mañana…

-¿Perderme una junta con ese viejos millonarios? ¿Cómo crees?  -escupió con todo el sarcasmo que pudo

-jaja entiendo…pero ¿quieres que le diga a Sandara que no puedes...?

-¿Harías eso por mí?

-Sabes que no sería la primera vez…

Ambos chicos rieron. El joven de piel morena  podría soportar incluso toda un charla con los amigos de su padre aunque todo fuera de negocios, en vez de una cena con esas personas que lo utilizan como un instrumento financiero para llenarse los bolsillos.  Por eso las risas y miradas sinceras. Para Minho no había cosa más agradable que platicar con su mejor amigo, porque con él no tenía que usar máscaras ni aparentar estar bien cuando la verdad es que está demasiado roto por dentro.

Onew lo comprendía, desde que eran amigos en la universidad, siempre apoyándolo, siempre animándolo, siempre con él, aconsejándolo como el hyung que es, como el hermano que se consideraba. Lo sabía todo de Minho, incluida la razón de su infelicidad.

-¿Todavía no piensas buscarlo…?

Lo pregunto sin afán de fastidiarlo, solo soltó la pregunta como suele hacerlo con todas las cosas, con la delicadeza que requería el tema, pero certero de lo que quería saber. Minho por otro lado había cambiado totalmente su expresión seria de hace unos momentos, dejo salir una sonrisa ligera pero libre. Hablar de Taemin le dolía y le causaba sentimientos de culpa mezclados con amor.

-Él está mejor lejos de mí…-hablo nostálgico, con la mirada puesta de nuevo hacia las rosas.

-No crees que es hora de que sepa la verdad…si él es la persona que me has contado, quiere decir que no te ha dejado de amar, que te extraña tanto como tú a él.

-Es preferible que no…es preferible que me haya olvidado…

-Déjate de tonterías, sabes que solo te engañas a ti mismo cada que dices eso…nada es más preferible que ese chico este a tu lado…

-Hablas como si en verdad lo conocieras hyung…

-Me has hablado tanto de él que hasta yo creo que de verdad alguna vez lo conocí…

-Me hubiese gustado que lo conozcas…se hubieran llevado de maravilla…

Doloroso. Hablar de Taemin era muy doloroso, más cuando sabe que es el causante del llanto de su pequeño, de esas noches de insomnio y el seguro odio bien merecido.

Extraña demasiado su sonrisa, sus caricias, su mirada. Su voz llamándolo, susurrando a su oído cuando necesitaba algo, cuando quería decir que lo amaba o que  lo necesitaba cerca, dándole calor y protección.  Extraña esas noches en las que ambos podían entregarse uno al otro, demostrando que eran inseparables que el cuerpo no era nada más algo que lo ayudaba a corresponder a las necesidades de su corazón, una forma de demostrarlo sin pena, ni vergüenza.

Aun puede sentir textura suave de la piel de Taemin bajo su cuerpo, jadeando su nombre y pidiéndole que lo amara sin medida.

-Sé que algún día se me presentara la oportunidad…

-Algún día Hyung…

El celular de Minho se escuchó, contestó de inmediato regresando al modo de seriedad y profesionalismo. Su voz dejo se sonar nostálgica para ser tosca y grave. Su amigo se levantó y regreso a sus labores en la laptop. Arreglando las citas pendientes y las que seguro hoy aplazaría para mañana.

-Ok en 10 minutos estoy ahí…claro…

Colgó y respiro profundo, como lo había hecho tantas veces hoy. Se levantó del mueble acomodando de nuevo su corbata para estar presentable. Paseo los dedos en sus finos cabellos cortos. 

-Vámonos…

-Claro Minho…

Onew ya lo esperaba en la puerta, abriéndole para darle el paso libre. Ambos salieron rumbo a esa cita importante. Cumpliendo sus deberes. Saludando a toda persona de influencia que encontraban, el moreno sonriendo forzadamente sin perder su estilo único de ejecutivo.
Estrecho la mano de quien ahora era colaborador de ambas empresas. Escuchó elogios de todos, las adulaciones de los subordinados y gente que sabía tenían los ojos puestos en él, esperando algún día poder trabajar en conjunto.
 

Onew y  Minho salieron de la muchedumbre y el ambiente pomposo, seguido de los agentes de seguridad que su padre contrato para su protección. Llegaron al auto lujoso negro. Ambos entraron y se dirigieron a la próxima cita.

-Recibí una llamada de   Jonghyun hace rato, parece que tuvo en problema con los cobros de este mes en la compañía disquera…así que…

-No te preocupes, ve con él, siempre supe que ese dinosaurio no serviría de empresario, por algo fue privilegiado con su voz…debería quedarse como cantante…

-Jaja lo sé Minho…y gracias por comprender…espero todo salga bien con los amigos de tu padre…

-Podré sobrevivir sin ti una tarde…

-Ok, entonces…llegamos a la compañía y me  voy en mi auto hacia la disquera. Apenas termine te informo de lo sucedido…y…no seas tan brusco con esos viejos, sabes que tienen un carácter difícil…

Minh0 bufó por el comentario de su amigo, a lo que el otro solo pudo entender un “hare lo posible”.

Cerca de media hora pasó hasta llegar a la compañía. Onew se despidió como le había dicho y Minho solo fue para arreglar unos pendientes para al fin ir a la tan exasperante cita.  En su mente repasaba el discurso que debía repetir delante de los amigos de su padre.

“Gracias por considerarme, hago mu mayor esfuerzo” “Espero podamos trabajar en el futuro” “Todo se lo debo a el esfuerzo de mi padre…”…

Quería acabar con todo este día ajetreado de una vez. Aunque saliendo de esa comida todavía faltaba lo más difícil, hacer acto de presencia en casa de su futura esposa. Realmente no sabía cómo ella soportaba esa situación, donde ambos eran marcados con el título de novios perfectos y felices. Realmente ellos hablaban meramente de cosas trilladas, se llevaban bien, como amigos que en ocasiones se encuentran para charlar de las cosas que han hecho recientemente.
Pero eso era todo.

Todavía recuerda la vez que le dijo claramente que no la amaba, que si pudiera deshacer su compromiso lo haría sin pensarlo dos veces. Se lo dijo con tanta sinceridad que pensó que ella saldría llorando por la rudeza de sus palabras, pero no fue así. Sandara solo lo miro sin parpadear hasta que dejo de hablar.

“Minho, no compliques más las cosas, no eres el único que sufre por no tener a la persona que ama a su lado”

Noto la tristeza en su voz y el poco brillo de sus ojos al decir eso. Era obvio, estaba sufriendo por dentro, podía apostar que estaba  igual de rota por dentro como lo estaba él. Por eso se sintió identificado con ella, porque  ambos lloraban por el amor dejaron atrás y que saben que no recuperaran.

No se dio cuenta cuando había llegado a su destino hasta que la voz del chofer se lo indico.  Más que harto salió a prisa abotonándose el saco y los cabellos rebeldes que resaltaban de su lugar. Dio un gran suspiro y camino hacía la entrada del hotel que fue reservado para tan importante evento.

En cuanto cruzo la recepción, las personas ahí lo saludaron  con reverencias y sonrisas, algunas fingidas otras sinceras. Recorrió los pasillos  de  tan elegante acabado y  diseño novedoso hasta llegar al jardín principal donde un hombre tan alto como él y de rasgos parecidos lo recibió con los brazos abiertos con esa típica sonrisa despreocupada.

-Bienvenido hijo mío…

El Choi mayor en persona.

-Buenas tardes presidente…

-Vamos hijo déjate de formalidades, estamos en confianza jaja…
Minho sonrió de mala gana, pasando a su costado sin ánimos iniciar una conversación innecesaria. Su padre lo tomo del brazo deteniéndolo de golpe, se acercó a él simulando un abrazo, acercándose a su oído para susurrarle algo.

-Deja esa actitud tan seria hijo, sabes que me chocan tus berrinches…

-Si no le gustan mis berrinches simplemente no me invite a estos eventos tan  aburridos…

-Olvidas tus obligaciones, olvidas que todo esto por el bien de la familia…sabes que pronto deberás tomar posesión de todo lo mío… ¿No estas feliz de tener todo ese poder en las manos?

-Sabe de sobra que su poder no me interesa en absoluto…

-Minho deja de comportarte como un niño berrinchudo…eso  no hará que…

-No te atrevas a mencionarlo…

Estaba harto de que su padre utilizara lo que más le dolía para atacarlo, el amor perdido de su pequeño Taemin.  No podría olvidar jamás que por su culpa tuvo que hacerle daño para alejarlo por siempre de él. Para evitar que lo lastimara tuvo que hacerle creer que nunca lo amo, que no significo nada en su  vida y que desde el día de su separación, el viviría feliz.

Mentira tras mentira, ahora es todo un mentiroso.

Se zafo del agarre y se fue dándole la espalda. Prefirió ir a charlar con el resto de los viejos a quedarse a discutir y gastar sus energías de esa forma. El señor Choi sonrió por su comportamiento. Por el momento lo dejo ir, pero luego se las pagaría.
 

Pasaron  casi dos horas interminables de aburrimiento para él.  Su padre  seguía su plática tan profunda a cerca de sus planes de viajar lejos y hacer más dinero. Pensó en que si su madre estuviera sana nada se esto estuviera pasando, ella es la única que lo entiende y sabe lo que ha tenido que soportar en todo este tiempo. Aunque ella este postrada en una cama por su enfermedad de falla renal, se toma su tiempo para llamarlo y preguntarle cómo le va, cosas que agradece pues siente que sin su apoyo le sería muy difícil seguir adelante.

Se acomodó en su silla pensando en el momento oportuno de salir y dejar a los viejo platicar de sus asuntos. Su celular recibió una llamada, era Sandara.

-¿Qué pasa?

-Nada en especial, solo quería  confirmar que  vendrías a casa a cenar…

-Ah…

-Vamos Minho, sabes que es importante que vengas…mis padres esperan con ansias esta cena…

-No te preocupes de nada…al final seré arrastrado para ir a tu casa, ¿Qué no es eso obvio?...

-Te fastidia venir a una simple cena…

-Y a ti no…

Así era siempre, comenzaban hablando normal y luego una discusión comenzaba. El moreno respiro profundo para no exaltarse de más. Si había una remota posibilidad de sentirse cómodo hoy en la noche, ella acaba de matarle la esperanza.

El celular recibió otra llamada y dejo en espera a Sandara.

-Onew…-lo llamo como aliviado de  sacarlo de la conversación tan frustrante que sostenía con la chica- ¿paso algo?

Salió de la vista de todos, adentrándose al lujoso hotel. Encontró un buen lugar, una habitación vacía que le dejaba respirar con tranquilidad debido al  cómodo ambiente que se percibía. Se arrincono a una de las paredes para hablar ya más en confianza.

-¿todavía estas con Jjong?

-No, ni siquiera llegue con él…

-¿Y eso?

-Bueno…es  que él me dijo que mejor lo resolviéramos mañana, por ahora dejaría que las aguas se clamaran…

-Dinosaurio tonto…

-Ahora estoy saliendo de la oficina, solo regrese por algunos documentos de compra venta para mañana, el dueño de la industria de maquillaje está muy entusiasmado con la firma de ambas compañías…ya sabes entre más acciones logren ambas compañías mejor para él…

-Lo se…

-Y ¿Cómo está todo por ahí? No has salido corriendo ya…

Mentiría si digiera que la risa de Onew no es contagiosa, porque sus risitas se escuchaban por la habitación haciendo un eco que lejos de molestar le ayudaban a relajarse.

-No, ¿me crees tan débil para no soportar las pláticas con estos viejos?, uno aprende a lidiar con estas situaciones…

-Bien me gusta escucharte así, jaja bueno si no es mucha molestia desearía que fueras a mi departamento -suspiro- ahora que reviso los documentos, parece que hace falta revisar algunos puntos y mañana debo llevarlos para ser firmados

-¿Me estás diciendo que salga de esta reunión para ir  a tu departamento porque olvidaste  aclarar puntos en los contratos y una firma? -rio sarcástico- Quien  eres  tú y que le hiciste a mi amigo…

De nuevo las risas de Onew por el teléfono. Si había algo con lo que podrías referirte a él sin equivocarte era precisamente su habilidad para trabajar como un asistente, no había cosa que se le escapara en cuanto  a negocios, contratos, relaciones públicas, etc.;  le encantaba hacer su trabajo impecable, por algo fue contratado por Minho… ¿Onew olvidar algo? Si como no.

-A todos nos pasa…no seas así y ven a mi departamento, te espero no tardes.

Colgó sin darle oportunidad de decir algo más. Minho trataba de descifrar el misterio de tras de esa llamada, su amigo parecía algo extraño y eso lo desconcertó.

Su celular le indicaba la llamada que dejo en espera. Recordó la conversación con Sandara y solo atino a fruncir el ceño. Miro la pantalla uno segundos antes de contestar.

-Lo siento, era trabajo.

-Siempre es trabajo -seca, su voz era tan seca- te espero…

Eso pareció más una orden que una petición, y si había algo que le desagradara mas era  eso, que todo el mundo se sintiera con el derecho de ordenarle, bastante tenía con su padre que parecía tenerlo como su marioneta.

-No gracias acaba de salir algo importante, debo atenderlo lo más pronto posible, espero me disculpes con tus padres.

Se sintió tan bien de decirle todo eso. Fue tan liberador para su alma.

Dio un suspiro y salió de aquella habitación,  a pasos rápidos y fuertes, hacia la salida, peor antes de poder salir  de esa prisión se topó con su carcelero.

-¿Dónde vas?

Lo miro ya con fastidio, este día se hacía demasiado largo como para soportas más.

-Onew  llamo, necesita ayuda con algunos contratos…

-Puede esperar.

-No, no puede.

-Si puede, Onew lo arreglara.

Le molesto tanto que hablara como si su mejor amigo también formara parte de su colección de marionetas, hablo de él con cierto aire de superioridad con su voz que lo irrito a niveles desesperantes.

Con Onew nadie se mete.

-Lo siento…-hizo una reverencia- debo irme espero me disculpe con los invitados.

-Minho…más te vale ir con cuidado, recuerda que sobre tus  hombros esta la compañía que con esfuerzo logre fundar y que tienes la responsabilidad de mantener en pie.

-No lo olvido, pero por hoy…

Se dio la vuelta dispuesto a retomar su camino, incluso buscaba ya las llaves de su auto.

-Ten cuidado o pasara con Onew lo mismo que con aquel chico…
Paro en seco al recibir esa amenaza, volteo de inmediato para confrontar a su padre peor lo único que vio fue como él se alejaba, alargando la distancia y ganas de mandar todo al carajo.
 

-Hyung…porque me estás diciendo esto…

Lloraba sin parar, hasta que sus ojos estaba tan hinchados y rojos. No creía lo que escuchaba, no creía que la persona frente a él era el chico de quien se enamoró, no, este que tenía en frente, no era su Minho.

-Porque debemos parar ahora, esto solo fue…un juego…
 

Apretó los puños de la rabia. Necesitaba golpear algo, algo que lo ayudara a sacar los malos recuerdos que se apoderaron de él ahora mismo.
Recordar esa cara inocente llorar lágrimas de sangre por él, lo devasto al punto de querer morir por pagar ese pecado.

Fue hasta donde su auto y entro azotando la puerta con fuerza. Le dio un golpe al volante, uno que le dejo un moretón demasiado doloroso.

-Taemin.

Susurro para sí mismo, como desando que tan solo pronunciar su nombre fuera suficiente para hacer que aparezca junto él.  Respiro profundo para alejar la tensión de su cuerpo.  Arranco el auto y se puso en marcha. Debía ir con Onew, debía hablar con él, debía protegerlo a toda costa de las locuras de su  padre.
 

Llego fastidiado y deseoso. Estresado y molesto.

Subía en el ascensor del edificio donde vivía su amigo, pensando en el escándalo que hará su padre y los de Sandara  cuando ella les diga que no iría a tan esperada cena. Pensando en la seguridad de  todos su allegados y la paranoia de que algo pudiese pasarles.

A veces creía que su padre era una especie de gánster en vez de un empresario famoso, aunque en realidad no había mucha diferencia en ello.
Salió del elevador y camino derecho en el pasillo, se detuvo al llegar casi en medio del camino. Toco dos veces, nadie salió a recibirlo,  toco dos veces más y nada, se hartó de la espera y dio un golpe a la puerta, y así es como se dio cuenta de que estaba abierta.

Onew y sus descuidos.

Entro como si fuera el dueño y se dirigió con rapidez a la sala. Vio la figura de Onew, un poco más y reconoció la espalda de otro amigo y su enojo subió de nivel, ya que estaban los dos,  enseguida soltó un regaño.

--¡Onew!...- se adentró más quedando frente a ellos- te he dicho que cuando sea horario de oficina no debes sacarme por nada del mun…

Jonghyun giro para verlo, y es cuando se dio cuenta de que había un invitado más. La fuente de tan grande amor se materializo. Bastaron esos segundos en los que lo miro a los ojos para sentir que su corazón revivía después  de estar casi muerto en estos meses.

Taemin seguía tan perfecto, aunque noto esa expresión de sorpresa y su aspecto le indicaba que de verdad estaba mal.

-Minho…

Escucho su nombre ser pronunciado por esos labios, ignorando el desastre que se hizo en el piso por el chocolate. Quería correr hacia él, abrazarlo, besarlo, decirle que lo amaba. Y limpiar esa lágrima que salió  para confirmarle el dolor que le dejo.

-Taemin…yo…

Lo vio tocarse en el vientre y una mueca de dolor se dejó ver.  Eso lo preocupo. Quiso moverse para acercase pero para cuando se dio cuenta, Taemin pasaba  su lado para salir de ahí, no sabe cómo, pero antes de que lo lograra,  ya lo había tomado de su muñeca.

No sabía que decir…el roce su piel con la de Taemin fue una especie de hechizo que lo enmudeció.
 

Continuara>>>>

Notas finales:

Si no me dicen lo que piensan solo entendere que esto no agrado y tardare mucho más en actualizar, entiendan que no siempre hay tiempo, y yo hago un esfuerzo por traerles algo único y si no hay palabras de apoyo, es dificil continurar.

Aun así, los amo....
°3°

Por cierto, es el cumple de Jonghyun!!!!

FELIZ CUMPELAÑOS KIM JONGHYUN XD jajajajajaja

-fetejaremos todo el dia por el (?) lol yo creo que si

nos vemos


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