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Complejidad del Amor por NEY OTAKU

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Notas del fanfic:

Escribir una historia de este genero ah sido mi sueño fumado XD, así que si chillán creánme,  que no, no, me haré responsable XD, porque la historia se prestará solita para ello.

Si les aburre, pues también digánlo, no hay nada mejor que la crítica constructiva. Y....SI ME MANDAN GROSERIAS ESPERO QUE SEA POR COSAS BUENAS Y ASOMBROSAS JAJA -los mira-

 

Notas del capitulo:

Bien, esta no será la mejor historia de todas, pero por amor a mi 2min es que lo hago *^* -suspira-

Bien, les dejo mi Drama (?) ok....

Lean y diviertanse o lo que les provoque hacer con la historia. Leamos en las notas finales.

. °~♥*-_Complejidad del Amor_-*♥~°.


Capítulo 01: Chocolate y malvaviscos.

Miraba concentrado hacia una pareja de novios, veía como se daban mimos y se abrazaban sin vergüenza alguna, le enternecía las sonrisas de amor que ambos se dedicaban y a la vez le daba rabia,  no  podía evitarlo, más cuando sus recuerdos lo atacaban y sus sentimientos se mezclaban entre dolor, decepción y amor.  Apretó la tela de su pantalón y sus ojos se aguaron. Le dieron ganas de salir corriendo y gritar de la desesperación. Su corazón dolía hasta el punto de querer llorar, para lo que no faltaba mucho.

Pero ahí estaba, en una silla, con nadie a su costado para reconfortarlo y decirle que todo estará bien.  Con su cabello castaño lacio  sobre los hombros que de vez en cuando se movía por la suave brisa y le provocaba cosquillas en el rostro, su aspecto reflejaba fragilidad y notoria tristeza, acomodo  el bolso gris sobre su hombro y se jalo el abrigo de rayas negras para cubrirse del aire fresco en el ambiente, se sentía tan frio que incluso sus huesos dolían y le hacían sentirse pesado.   Agacho ligeramente la cabeza para no ver más, sabía que si seguía mirando se lastimaría dejándolo en peor estado de lo ya estaba.
Pero era inevitable no escuchar las risas y las palabras de afecto. La chica le decía cosas hermosas  a su novio, le decía cuanto lo amaba,  lo afortunada que se sentía de tenerlo a él ahora,  y de las cosas maravillosas que  está deseosa puedan pasar  juntos.
 
-Taemin ya lo sabes…
-Qué cosa hyung…
-Juntos por siempre…amándonos  por toda una vida.


 
Taemin sintió sus ojos aguarse de solo recordar la suavidad  de su voz y la convicción con la esas palabras fueron dichas. Fue inevitable no recordar aquel día en que le fue prometido ser amado para siempre. Aquel día con olor a dulce y una suave brisa que revolvía su cabello y permitió que unas suaves manos le acariciaran desde cada fibra de cabello hasta la punta de su nariz.  Fue inevitable no recordar, a quien le dio tan grande dicha y a la vez le destruyo la vida.


Maldito Choi.


Era un día nublado, la lluvia caería en cualquier momento  y Taemin como de costumbre y defendiendo su título de  olvidadizo, dejo su sombrilla en casa. Se le había hecho tarde para llegar a la universidad, este día tenía que presentar su examen final de literatura y para ello se quedó despierto toda la noche  enterrando la cabeza entre los libros  y llenando su mente de tanta información que pudiese.


Llego a tiempo, junto con el profesor. Presento su examen y como resultado de su esfuerzo, estaba seguro salió triunfante. Una llamada a su celular y una sonrisa apareció en su rostro. El día  mejoraba, las nubes obscuras  y la brisa helada parecían no importar en cuanto escucho su voz. Corrió hacia la entrada de la escuela y lo vio recostado en la pared, con el cabello negro corto que lo hacía ver varonil, escuchando música  con  su clásico porte de chico guapo. Algo más de lo que se había enamorado.
Cuando llego junto a él, con la respiración agitada y las ansias desbordándose, paro por completo para contemplarlo, para admirar la belleza y sencillez que desde que lo conoció lo había atrapado.


-Como te fue…
-Excelente…
-Te dije que todo saldría bien…eres un chico listo.


Así  era Minho, tan amble y preocupado con él y eso le daba seguridad  de que su relación jamás podría romperse.


Minho se acercó y lo rodeo de la cintura con sus brazos, se acercó lo suficiente para besarlo, suave y sin apuros como lo había hecho desde el día que se le declaró  y le pidió que aceptara ser su novio. Cuando le llevo rosas y le canto al oído  palabras de amor y compromiso. Taemin sentía  que la piel se le erizaba cada que esas manos cálidas rozaban su piel y esos labios esponjosos se apoderaban de  los suyos. Las gotas de lluvia cayeron una  a una,  el frio empezó a envolver el lugar, pero sus cuerpos no sentían nada más que calor, el suficiente para vivir así mucho tiempo.
 

-Lee Taemin…

La voz de una chica lo despertó de sus  recuerdos dolorosos. Alzo la mirada y sonrió, había olvidado por un instante la razón por la que estaba ahí.  Noto como ella lo veía, sorprendida y con confusión, pero no entendió porque lo hizo.


-Dentro de una hora…en el número 6.


Señalo con su dedo índice  la puerta de color verde perlado que daba frente a ellos. Con el número 6 en color dorado.   Le explico que hubo un pequeño incidente y que por ello el servicio se había vuelto lento,  que sea paciente y que por favor espere cuando sea llamado de nuevo por ella.


Taemin asintió. Aun  sentía su mirada extraña sobre él, cuando se alejaba por el pasillo para ir a cuchichear con la recepcionista de piso y las demás encargadas que lo miraban con cierto aire de extrañeza, como si de un bicho exótico se tratara, uno muy raro que pocas veces puedes ver a plena luz del día. Cuando su vista recorrió a su alrededor se dio cuenta de que no solo era esa chica, si no que las demás personas que ahí se encontraba también lo miraban con esa expresión, incluso la pareja que se dada mimos momentos a tras había dejado de decirse palabras dulces para observarlo y susurrar sobre él.


Él no entendía la razón de esas miradas, pero ya lo estaban asustando. Sintió como algo recorría su mejilla hasta llegar a su mentón,  llevo sus dedos hacia su cara y noto la razón por lo que lo miraban con empeño. Se asustó  y  le dio coraje.


Lágrimas. Las lágrimas derramadas sin su consentimiento.
Con la manga de su abrigo se limpió para borrar las huellas de su penoso incidente. De su bolso gris saco un pañuelo desechable y seco la humedad de sus mejillas, pero por alguna razón no podía parar de llorar. Se recrimino por tener que recordarlo precisamente ahí, en este momento.  Se levantó en un solo movimiento y se dirigió  hacia el baño al final del pasillo. Con esos ojos vigilándolo y siguiéndolo como un ladrón. Se sentía incomprendido, tan vació.


Cuando al fin estuvo frente a la puerta entro con rapidez, después de cerciorarse de que no había nadie dentro cerró con seguro y  camino hacia el espejo, donde podía mirarse de la forma más patética que alguien podría verse. Con los ojos hinchados y rojos por el llanto, consecuencias de un amor perdido. Abrió la lleve del agua y se lavó las manos, luego continuo con su rostro, tomando gran cantidad del líquido entre sus manos  y mojando hasta borrar esa imagen derrotada que daba. Su cabello estaba hecho un desastre, con sus dedos alineo las fibras y acomodo para darle forma. Las gotas de agua corrían por su piel dándole algo de frescura y también a todo su cuerpo. Las ideas poco a poco se ordenaban y su respiración volvía a ser la misma.


Se miró una vez más, vio a través de sus ojos…lo vio a él.  La sonrisa de Minho
 
-Uno más…


-Hyung deja de ser tan ambicioso…


-Solo soy así cuando necesito tus besos…


Minho tenía acorralado a Taemin en la cama de su habitación. Con las manos en cada lado de su cabeza, con las respiración chocando con la suya y la miradas intensas y apasionadas. Había  decidido pasar la tarde de este día con su novio, viendo películas  de terror y comiendo palomitas. Pero al final el mayor termino por abrazar a su pequeño cada que una escena sangrienta aparecía y veía como este se tapaba los  ojos con sus manos. Rio de su comportamiento y su insistencia por parecer fuerte delante de él, siempre aparentado ser valiente cuando en realidad era muy asustadizo, pero con el moreno daba lo mejor de sí mismo.


-¿Me negarás tus besos? …¿tengo que rogar por probar tus labios?


-No…nunca hyung…


El menor rodeo el cuello del alto, entrelazo sus manos y lo hizo acercarse más para ser él quien le cumpliera con tal petición. Se besaron una vez, corto, luego más tardío y finalmente con más presunción. La lengua de Taemin se hizo experta para explorar la boca del alto. Inquieto por jugar y probar sabores únicos. Las manos paseaban con libertad, en el cuello, en su pecho, en su abdomen, en cada rincón sensible pero placentero al tocar.


Minho poco a poco fue quitando la playera color crema de ese pequeño cuerpo, dejándolo expuesto, dejándolo indefenso a sus manos y provocaciones. Lo contemplo, no resistió las ganas de acariciar tan suave piel con sus dedos. Sonrió por el evidente sonrojo en esas mejillas, a pesar de que Taemin ya era mayor de edad no dejaba de ser tan inocente.


-Hyung…
-Que pasa Taemin…
-Me encanta tu sonrisa…


Trato de ahogar su llanto llevándose una mano a la boca, sintió sus ojos arder y ese dolor punzante en el pecho.  Su cuerpo perdía fuerza y se dejó caer lentamente hasta el piso, reprimía sus ganas de llorar, el sufrimiento que sentía por él.  Como un niño que llora por el amor de sus padres, él lloraba por las migajas de amor que apenas conservada para sí mismo. Llorar por su ausencia había sido  una “cruz”  muy pesada para llevarla más que sobre sus hombros, dentro de su corazón.

Escucho como intentaban abrir la puerta. Se levantó rápido, secando su rostro con un trozo de papel,  sacudiendo sus ropas y recuperando la respiración, pudo ver sus ojos más hinchados de cuando entro y rio de sí mismo. Aunque  se diga que no llorara siempre termina haciéndolo, pero repetirse que no debía hacerlo era como una forma de decir “llorar es bueno”, ciertamente era consolador y  cada vez que lo hacía sentía que algo en su interior se rompía, dejando un vacío…tan frio…

Recupero algo de serenidad y fue a abrir la puerta, un señor de avanzada edad entro con calma  a su lado, mirándolo por su aspecto, alzando una ceja  e ignorando sus lágrimas. Así era mejor, pasar desapercibido delante de otros era ya muy común,  así no hay que dar explicaciones de su vida y de  sus razones para estar donde está.

Fue directo hacia donde estaba sentado, en medio de un grupo de personas que apenas lo vieron aparecer, desviaron sus miradas hacia otro punto fingiendo no hablar de él. Se preguntó porque la gente a veces es así, primero te dan toda su atención para luego fingir  que jamás fuiste algo relevante de que hablar.

Apenas iba a sentarse cuando la chica de hace rato se acercó de nuevo.

-Es hora…-le señalo esa puerta, la que lo ha estado esperando desde la última vez que fue- por favor sígueme.

Ambos caminaron hacia dicho lugar. Cada paso dado le causaba temor de lo que podrían decirle. Esto era algo nuevo, algo que en verdad nunca pensó que pudiera pasarle, deberás que no.

Ella toco un par de veces, la voz gruesa y masculina de un hombre le indico que era apropiado entrar. Vio como la perilla era girada tan lento, como si detrás de la puerta lo esperara  una sorpresa que cualquiera estuviera ansioso de descubrir, pero que Taemin le daba escalofríos  y un dolor horrible en la sien.

-Bienvenido señor Lee…

-Buenas tardes Doctor Yunho.

El doctor le indico que tomara asiento frente  a su escritorio en la silla de forro de piel y respaldo cómodo, mirando la placa de metal sobre frente  a él con el nombre de “Dr. Joon Yunho”. A pasos lentos lo hizo, dejando su bolso gris sobre sus piernas, observando el lugar que un mes a tras no imagino visitar ni en un millón de años. No en esta situación.

-Aquí están los análisis   Doctor…

-Gracias enfermera…ahora puede retirarse si necesito algo la llamaré.

-Está bien doctor… con permiso…

La chica se dio la vuelta, Tae la siguió con la mirada hasta verla desaparecer. Hasta que su sombra no representaba peligro alguno y su mirada lo dejo de incomodar, fue hasta ese entonces que decidió hablar.

-¿Dónde está noona Sunny?...

El doctor dejo de ver los resultados de sus análisis en cuanto escucho esa pregunta, se asustó de la expresión de su paciente, unos ojos vacíos y sin brillo,  la piel seguía pálida y piel se empezaba a pegar a sus huesos, tenía leves pintas en el rostro y sus labios estaban algo resecos, justo como cuando lo conoció.

-Tiene un leve resfriado, pero en un par de días regresara al trabajo…-…- ¿no te agrada la nueva cierto…?

-Tiene una mirada desesperante…

-No te preocupes Taemin…sabes que para Sunny tu eres alguien muy especial…ella incluso me llamo esta mañana para pedir noticias de  ti…

-Noona es muy buena…no solo como enfermera...también como miamiga…

Soledad, la soledad se podía sentir alrededor de él. Yunho, sintió tanta tristeza al verlo así, no por ser su doctor, sino porque se había hecho su amigo, como un hermano mayor.

-De nuevo…vienes solo… ¿Verdad?...

El doctor Yunho traro de no decirlo en  algún tono que  no lo  lastimara, sabía perfectamente lo sensible que su paciente era con respecto a ese tema, más porque conocía su historia y sus razones para tener ese estado de ánimo.

-¿Todavía no le dices…?

-A nadie le he dicho…yo…solo espero el momento oportuno.

-Está bien…solo te recomiendo que de ahora en adelante vengas a tus citas con algún familiar o amigo, necesitas el apoyo de alguien cercano…

-Lo sé doctor…es solo que estoy esperando a que mi amigo regrese de  Francia…

-¿Tu amigo Kibum?

-Si…mi amigo Kim Kibum…

El menor dio un gran suspiro al recordar a su amigo, se dejó caer en el respaldo de la silla con la mirada hacia la pintura de un playa concurrida en Corea; soltó una leve sonrisa por su fiel y comprensivo amigo rubio que en estos últimos dos meses ha estado fuera del país por asuntos de trabajo de la empresa de su familia y que no sabe nada de los últimos acontecimientos. El amigo más amado que tiene y que sabe, es único que lo podrá comprender.

-Bien…entonces por favor dile que la próxima te acompañe…no permitiré que vuelvas a venir solo jovencito…

Tomo de nuevo en sus manos la documentación entregada por la enfermera.  Reviso los análisis  de orina y sangre que hace una semana se hizo el menor. Vio cada palabra, número y resultado en letras negritas. Cuando llego a la última sección, sus ojos se achicaron ligeramente y sus cejas se contrajeron por un segundo.  La preocupación lo invadió dejándolo con tantos pensamientos en el aire. Dejo los papeles sobre la mesa, cuando alzo la cabeza noto que Taemin tenía los ojos puestos en él.

Taemin supo que algo no andaba bien, la expresión de su médico personal lo dijo todo. Trago grueso antes de poder hablar, apretó las manos para hacerlas un par de puños.

-Sea lo que sea…solo no me mienta…no lo haga como…- y se detuvo antes de decir su nombre, antes de su mente proyectara esa imagen viva de él, mirándolo con ternura…

-Taemin-sshi...tu anemia ha empeorado y nos deja en serios problemas, si no tomas un tratamiento ahora tus defensas pueden  caer y llegar a un estado crítico…

-E…eso…sería malo…para…

-Si…sería malo para ti…pero un más para tu bebe, si sigues así podrías perderlo.

Taemin cerró los ojos  con fuerza, agacho la cabeza y dejo que las sus ojos se inundaran de humedad y desesperación.  Si había algo por lo que seguía y quería seguir viviendo era por ese pequeño ser que estaba creciendo dentro sí mismo. Se abrazó como tratando de proteger su estómago, queriendo esa sensación de que se mueve y que le dice que está vivo, aunque para que eso se logre todavía falta mucho.

-Taemin…

-No…No…a mi bebe no…-sollozo con dolor.

Su doctor vio esas lágrimas correr pos sus rosadas mejillas. Con el dolor impreso en su  rostro y esa desesperación  que muestra una persona que teme perder algo, lo más preciado, lo más  amado, su hijo.

-Taemin sshi…-extendió la mano para tomar la del menor, con la confianza que ambos tenían nada de eso era extraño y su paciente se lo agradecía- desde el momento en que te informe sobre tu embarazo te dije los riesgos que corres y que corría tu bebe si decidías tenerlo…pero por lo que veo no te has estado cuidando y las consecuencias de ello son estas…

-¡Lo siento…le siento en verdad…yo quiero tener a esta bebe…quiero tenerlo entre mis brazos y besarlo…y decirle  que siempre lo amaré!

-Entonces debes seguir mis indicaciones al pie de la letra…y…debes decirle al padre…

-ÉL no necesita saber nada…

En cuando Yunho le dijo aquello, la ira y el dolor de Tae regresaron. Se secó los ojos tallándolos con la tela de su abrigo, como un niño pequeño haciendo un berrinche. Acariciándose el vientre con lentitud.


-Está bien, está bien…solo considéralo… -suspira-  escucha, sé que no tendría que repetirte esto pero lo hare. El que un hombre se embarace es, para el conocimiento de cualquiera una idea descabellada, un hecho sin precedentes, un locura o chisme que alguien invento para divertirse. Pero lo cierto es que ha sucedido anteriormente, pero por petición de estas mismas personas se ha mantenido en el anonimato. Aun así no en todos esos casos ha tenido éxito el nacimiento de sus bebes…Te dije  que existe riesgo durante todo el embarazo y que tú eres el único que pude salir con éxito de ello.

El doctor palmeo sus manos y le dio una ligera sonrisa.

-Taemin…si en verdad quieres tener un bebe sano debes empezar por cuidarte a ti mismo, así que prométeme que de ahora en adelante obedecerás al pie de la letra mis indicaciones…

-Sí…si… lo hare…lo prometo…

-Ok me alegra escuchar eso…entonces- tomo de nuevo los análisis y busco una página en específico…

“Paciente: Lee Taemin…primer mes de gestación… ”

 

Salió del hospital de cierta manera más relajado.   Yunho le  dio una serie  indicaciones  de cómo debería cuidarse  de ahora en adelante.  Le dio varias recetas con vitaminas, un tratamiento para aminorar la anemia y su debilidad.  Le dijo lo que debe comer y como comer, que debido a su estado es probable que tenga recaídas e incluso pudiese desmayarse y que lo recomendable es que fuera a vivir con un amigo u un familiar para que cuidara de él.

Pero, eso sería una tarea difícil, su familia en  este año se fue a vivir a Japón por el trabajo de su padre quedándose él por la escuela y cierto exnovio.  Nadie sabía acerca de su estado físico y emocional, el único al que le había dicho o más bien  le había mencionado entre líneas lo que le sucedía era a su amigo Kibum, Key como suelen llamarlo todos.

Apenas le dijo de su ruptura amorosa pero hasta ahora no le ha mencionado su mayor secreto. Lo que lo llenaba de ilusión y a veces de tristeza. No era sencillo aceptar que era un chico abandonado, rechazado y embarazado. Como una chica botada y no es que fuera un machista para no sentir empatía por la situación de aquellas mujeres, aun sin estar en la misma situación podía entender el dolor de la soledad. Pero la vida lo ha puesto en una situación especial. No sabía que hacer o cómo actuar, al principio la noticia de su alumbramiento le pareció una broma de mal gusto y se negaba en absoluto a aceptar que un chico podría concebir, como si la naturaleza dijera que eso era normal, pero así paso, la naturaleza se sintió juguetona y le concedió la oportunidad y la dicha  de tener una familia, una familia propia.

Mientras llegaba hasta la calle para tomar un taxi, pensaba en sus próximas decisiones, pensaba que llegando a casa debería llamar a Key y pedirle que le diera alojamiento en su enorme casa a menos de que él quiera ir a  vivir a su pequeño departamento, rio por ello, el rubio era demasiado quisquilloso hasta con el jabón con el que se bañaba. Pero no tenía otra persona de confianza a quien acudir.

Se detuvo en la acera, mirando a un taxi libre que lo llevara a casa. Miro al cielo y noto las nubes grises que empezaban a cubrirlo, tapando los rayos de sol del atardecer y dejando ese viento frio que le dan a uno ganas de tomar chocolate caliente, envuelto con su sabana, mirando la televisión en el sillón o la cama.

-Uh….Chocolate…

Pensar en el dulce aroma de la bebida caliente le había despertado el antojo. Se llevó una mano al vientre.  Y la otra a su bolsillo. Saco un par de monedas y contó mentalmente para saber si le alcanzaría para el desayuno del día siguiente.  La cruda verdad es que  su familia no era lo que algunos considerarían “de clase alta” y a pesar de que sus padres y hermana se hayan ido a Japón, no era razón para pensar que el dinero les sobraba, pues en realidad ellos fueron precisamente para conseguir una oportunidad de mejorar su calidad de vida. Trabajo y más trabajo, razón por la cual decidieron dejar que terminara sus estudios en Corea y mandarle lo suficiente para vivir.

Contó, una vez más y confirmo que por lo menos para una taza caliente de chocolate con malvaviscos se ajustaba a su  presupuesto. Algo insignificante para cualquiera pero que para él era motivo para despejar su mente de tantas cosas malas.

Entonces camino hacia el cruce de peatones para atravesar la calle, camino cerca de dos cuadras para llegar a una cafetería, el lugar donde hacían las bebidas calientes más deliciosas que podría probar.  Llego al establecimiento  y entro con rapidez, afuera la temperatura bajaba deprisa y sentía que el abrigo que traía ya no lo resguardaba el calor suficiente  en el cuerpo.

Llego a la caja y pidió un vaso de chocolate y malvaviscos para llevar.

Cinco minutos después su pedido le fue entregado y salió contento.  Aguantando la brisa que soplaba en su rostro y le hacía entre cerrar los ojos. Ahora sí debería tomar el taxi antes de que se congelara.  Mientras iba de regreso sintió el celular vibrar, lo saco de su bolsillo trasero, al abrirlo vio en la pantalla el nombre de quien lo llamaba.

“Omma Key”

Inmediatamente hizo lo posible por contestar, pero sus manos estaban algo ocupadas, en una de ellas tenía la bolsa con su bebida y en la otra sostenía con dificultad el celular, además de que  su bolso gris  se le resbalaba del hombro advirtiéndole que podría caerse en cualquier momento.

Camino distraído así todo el trayecto, mientras el celular seguir vibrando y su bolso se resbalaba, por lo que no se dio cuenta de cuando había llegado cerca de la avenida tan concurrida a esta hora. No se dio cuenta de que estaba por cruzar la calle en señal roja, no se  había dado cuenta de que ya tenía un pie en la carretera y no se dio cuenta del auto que estaba por doblar en esa calle a toda prisa.

Para cuando se dio cuenta del peligro en el que se había expuesto a él y su bebe, apenas pudo dar un paso hacia tras y resbalar en el asfalto, cayendo sentado y cruzando los brazos para protegerse del impacto, aunque  no le sirviera de mucho.

El auto freno a tiempo dejando a Taemin con el mayor susto de su vida. La respiración agitada y el corazón acelerado a cientos de miles de kilómetros por hora. Las luces lo cegaron por un instante, solo  escucho los murmuro de la gente que se había formado a su alrededor y la puerta de aquel auto abrirse y cerrarse en segundos.

Logro ver un par de pies frente a él, pies con zapatos demasiado lujosos para su gusto.

-¿Te encuentras bien? ¿Te hiciste daño?...

-N…no, no…me paso nada grave…

Inmediatamente sus manos pasearon en todo su cuerpo y se detuvieron en su vientre, respiro aliviado por ello, pero el susto todavía lo tenía temblando, se recrimino así mismo por su torpeza,  horas  atrás prometió se precavido y  cuidarse más. Ya ahora casi lo matan, si su amigo el doctor se entera, seguro recibirá una regañiza tremenda, peor de  lo que alguna vez sus padres lo harían.

Una mano se extendió frente  a sus ojos.

-Permíteme.

Taemin dudo en tomar esa mano, pero al final lo hizo. Aquel chico lo ayudo a pararse y sacudirse el polvo de la ropa.  Cuando su visión se aclaró un poco noto que aquella paersona vestía de manera fina, el pantalón, la camisa, el reloj y ese aroma, todo era de marca.


Otro chico rico.

-Vamos al hospital de aquí en frente…debes ser atendido inmediatamente…

-AH!!  No, no te preocupes por mi…estoy bien…

-Vamos no seas terco pequeño puedes tener un hueso roto o algo así…no está demás que vallamos con el doctor…
-No…no ya dije que estoy bien…además iba camino a casa… ¡oh! mi celular…

Taemin casi pega un grito en el cielo cuando noto donde estaba su celular. Hecho un desastre en un charco de agua junto a su chocolate ya no tan caliente. Se dejó caer de rodillas recogiendo los vestigios del aparato móvil, lamentándose y regresando a la depresión que lo invadió desde que se levantó por la mañana.

Sintió ganas de llorar y para colmo de males su estómago gruño por el hambre que empezaba  a ser más fuerte que su voluntad.

-Por favor…si no quieres ir al hospital por lo memos déjame llevarte a mi casa, para poder reponer tus perdidas…

-No necesito tu lástima…

-Oh vamos no seas orgulloso, además también te repondré el chocolate que te hice tirar…vamos pequeño…no me dejes con esta culpa…

Taemin vio al chico de cabellos castaños, con una mirada tierna y de pura preocupación. Sus ojos daban un brillo singular, una sensación de confianza y seguridad. Aun cuando el orgullo le decía que no debía aceptar su ayuda, pues desde  su decepción amorosa prometió no doblegarse ante nadie, menos ser mirado como un inútil, su razón peleaba por que se le fuera repuesto el que casi lo matara. Después de uno segundos de lucha interna, acepto haciendo que el chico lo tomara por la muñeca y lo levara hasta su coche.

-Por cierto…mi nombre es Lee Jinki…puedes decirme Onew…

Pensó que Jinki era un nombre muy singular, de esos nombres que solo a la gente especial y única se le era otorgado

-Soy Lee Taemin…

En cuanto termino de decir su nombre, Jinki lo miro entre maravillado y sorprendido, acto que  no entendió pero que pasó desapercibido.

En el transcurso del camino hacia el departamento, Taemin iba casi en silencio en el auto,  respondiendo solo lo necesario y soltando una que otra risa ante los comentarios del “niño rico”.  Parece que no era el típico chico de familia, antipático y déspota. Era sesillo en su forma de hablar y muy alegre, de cierta forma

Tan parecido a Minho.

Se abofeteo mentalmente por pensar eso. Minho ya era parte del pasado y ahí se quedaría, junto a sus mentiras y promesas incumplidas.

 

Después de casi media hora, de unos cuantos pasos hasta el lujoso edificio y unos cinco minutos más en el elevador, llegaron al departamento adecuado. Onew abrió la puerta dejándolo entrar primero.

-Siéntete en confianza…puedes mirar por donde quieras…enseguida te traeré ese chocolate caliente…

-Está bien…

-Ah! Por cierto, espero a aún  amigo…no debe tardar si toca déjalo entrar…

-Pero como lo reconoceré…

-No se te será difícil…es más bajito que nosotros y tiene una sonrisa encantadora…jaja…

Taemin vio desaparecer a Onew hasta el final de pasillo, dejo su bolso gris en el sofá blanco de la sala y empezó su recorrido por la casa. Era obvio saber que el chico tenía mucho dinero, cada adorno o pintura le alcanzaría para por lo menos un año de comida decente en casa y uno que otros placeres que siempre ha soñado. Se detuvo frente a una fotografía de Onew en una playa, posando con una enorme sonrisa, con lentes de sol y camisa obscura, una bermuda gris con una pequeña bolsa en forma de piña.

Sonrió, por ver su sonrisa. Una sonrisa cálida.

-Aquí esta~~

Llego cantando y con un par de tazas humeantes de tan dulce bebida. En cuanto el olor invadió sus fosas nasales, se le aguo la boca de solo imaginar el dulce en su lengua, sus papilas gustativas se dispararon más de lo normal,  y sintió esa necesidad de beberlo ya.

La puerta fue golpeada una vez y Onew corrió a abrir. Mientras Taemin tomo rápidamente la taza y le dio un gran sorbo deleitándose del sabor y textura. Tan delicioso, tan único y agradable.

-Parece que no se te ocurre otro momento para llamarme Hyung…

La voz de un chico se escuchó, aproximándose  junto con la de Onew. El no soltaba su taza y seguía bebiendo. Dio un enorme suspiro de satisfacción y se froto el vientre.

-Ya debes estar satisfecho.

Le hablo a su pansa con ternura. Cerró los ojos y se dejó llevar por el momento. Sintiendo como su cuerpo regresaba  a la vida por el dulce. Vio como Onew se asomó con el chico bajito que había mencionado.

-Oh ¿Quién es este niño?...Hyung no me digas que ahora te dedicas  a la pedofilia…-y soltó su tan conocida sonrisa, la que al chico del chocolate le aprecio tan brillante.

-Cállate Jonghyun…es una larga historia y no es nada de las perversidades que seguro estás pensando…

-Vamos si el chico esta monísimo…

Tae no supo cómo reaccionar ante tal comentario, solo hizo una reverencia y ante él y extendió su mano.

-Gracias por eso…yo…yo me llamo…Lee…

-Espera…tienes…un bigote de espuma café…jaja…

-Wa~ que pena…-trato de quitarse la mancha con la manga de su abrigo pero el  bajito lo detuvo, le negó con la cabeza,  tomo la servilleta que

Onew dejo en la mesa de centro y procedió a limpiar tan graciosa marca. 

-Si lo limpias con tu ropa luego se te será difícil quitarla cuando la laves…

-Gracias…

Taemin se dejó limpiar por el bajito extraño. Lo analizo de pies a cabeza, y se dio cuenta de que había entrado al mudo de los de la clase alta, el reloj de plata que llevaba en la muñeca izquierda lo dejo saber todo.

Se  escuchó como la puerta se abrió y alguien se aproximaba a pasos pesados.

-¡Onew!...te he dicho que cuando sea horario de oficina no debes sacarme por nada del mun…

Cuando Taemin vio a esta persona sintió claramente como su abdomen se contrajo y un dolor apareció en su bajo vientre haciendo que dejara ver una mueca de dolor. Dejo caer la taza de chocolate rompiendo la taza en pedazos y regando los malvaviscos por el piso de  fina loza. Sintió, al igual que el visitante, la sensación extraña de nostalgia, de amor perdido y recuerdos tan dulces y amargos.

Lo vio  a los ojos,  lo vio ahí parado frente a él con mismo porte de hombre perfecto.

Lo vio después de tanto y no pudo evitar dejar caer una lágrima.

-Minho…
 
 
Continuará>>>>>

 

Notas finales:

Bien -grita emnocionada- para quien ya lee mis otros fics ya saben cual es mi estilo ¬¬, pero bien quiero explorar otros temas. No sé hacer algo gracioso y pervertido, y aunque mi mente esta llena de cosas cursis y chillonas, lo intentare, por mi Disco de Dream Girl que lo hare!!!

"...San Siwon me proteja y haga que la historia los enganche jaja..."

Y para tener más inspiración mirare mi poster de Taemin y vere muchas fotos del Sñor Choi sin camisa jajaja

Y para que vean que ando chambeando -porque luego no podre :p- les dejo el link de un shot recien escrito también.

Amor del Bueno.

Y mis otros fics....??? bien toy trabajándo en ellos, pero eso si, si no veo respuesta alguna con este primer cap, el segundo estara en peligro :P. Manden Review  y los amare -les guiña el ojo-

-rie maleficamente (?)-

kkkkk noa leemos ....


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