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Nunca olvides cuánto te amamos por Yukio x Rin-Cest

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Notas del capitulo:

Buenas, buenas~

Gracias por seguir leyendo este fanfic, aunque se sale del SasuNaru les prometo que la espera valdrá la pena.

Quería esperar a llegar a 30 comentarios para publicar, pero este capítulo en especial lo terminé demasiado rápido .o.

Se escribió solo, en verdad.

Que pasen buena madrugada (porque aquí son las 3:47 am) :DD

 

Naruto terminó de comer a los pocos minutos de que Sasuke abandonó la habitación. Se pasó una mano por el estómago, bien, quizás el bastardo tenía razón, estaba demasiado lleno como para entrar en ese momento a las aguas termales.

Se dirigió a su mochila, la tomó con una mano para seguidamente caminar a la cama que le tocaría compartir esa noche. La idea le causaba cierto nerviosismo, lo ignoró. Sacó varias cosas de la nombrada maleta, desde ropa, hasta las fotos y, lo que buscaba, los documentos de Orochimaru.

La curiosidad lo estaba matando.

Comenzó a leer primero sobre el clan de su madre, cosa de la que se arrepintió no mucho después. A medida que avanzaba su lectura sentía una extraña ansiedad. Seguramente era alguna clase de falla, por supuesto Orochimaru no era capaz de saber ABSOLUTAMENTE todo, ¿o sí?
-Jajajajaja... Esto... Qué estúpido... -reía Naruto sin sentir nada de gracia.
Debía ser mentira, tenía que serlo.
¿Cómo podría creer eso de que el Clan Uzumaki era conocido por ser el Clan donde no nacían más que mujeres?

Sasuke siguió a Kakashi hasta que llegaron a la habitación del mayor. El Hatake no estaba realmente seguro de qué saldría de aquello, pero debía de hacerlo. El Uchiha, por su parte, no podía evitar sentir más y más curiosidad.
Una vez que estuvieron dentro de la habitación Kakashi invitó a Sasuke a sentarse, cosa que el chico hizo a los pocos segundos. Mientras tanto Kakashi buscaba algo entre sus cosas, antes de encontrarlo e irse a sentar frente al muchacho.
-Antes que nada tienes que entender-comentó, mientras miraba con gran seriedad al más joven- que Naruto es el jinchuriki del Kyubi...
Sasuke estuvo a punto de responder un "Lo sé" hasta que notó que eso no era lo que Kakashi quería contarle. Kakashi apretó los puños de manera casi imperceptible, pero él lo notó.
-Naruto nunca fue un candidato para cuidar del Kyubi, Sasuke-confesó
Sasuke se tensó un poco al notar como los ojos de Kakashi parecían perder el brillo que minutos antes había aparecido. Al ver que Kakashi no podía continuar por sí solo, no pudo evitar hablar él.
-Si es así, ¿cómo fue que Naruto... fue escogido? -cuestionó sin saber muy bien qué palabras debía emplear, Kakashi se tensó -¿Cómo fue qué...?
-Lo que voy a contarte... Es totalmente cierto... -respondió finalmente- Sin embargo, no sé si podrás creerme.
El chico le miró sin decir nada. Kakashi se acomodó mejor en su asiento, mientras que apoyaba los codos de ambos brazos en sus rodillas.
-Naruto no tiene una madre biológicamente hablando...
Sin poder evitarlo Sasuke le miró con una ceja alzada, y claramente confundido.
-Y no la tiene, porque no fue una mujer quién le gestó... -Kakashi miraba atentamente al más joven al decir- Los padres de Naruto, somos Minato Namikaze, y yo.
-¿Minato Namikaze? -repitió Sasuke, algo sorprendido- Ese es el nombre del Cuarto Hokage-murmuró, pero Kakashi fue capaz de escucharlo.
Sonrió nostálgicamente al contestar.
-Lo es...
Sasuke le miró aun sin poder asimilar del todo lo que acababa de decirle.
-Así que tú...
-Lo mejor será explicártelo todo desde el comienzo, ¿no crees?... -la misma sonrisa triste se mantuvo en su rostro, aun cubierto con la máscara
Sasuke esperó unos segundos, mientras que Kakashi miraba a la nada.
-... La primera vez que conocí a Minato-sensei... -sonrió ligeramente más animado, como recordando un chiste personal- Difícilmente pensé que llegaría a ser el Hokage algún día... Minato me pareció, la primera vez, un gran idiota...


Era una bonita tarde de verano, el sol alumbraba cada rincón de la villa, mientras que las brisas del aire refrescaban gratamente a todo aquel que alcanzaban. En uno de los extremos de la aldea, específicamente a un costado de las rocas donde se encontraban los rostros de los tres Hokages, un trío de niños esperaban a quien sería su nuevo profesor y líder. Por propias palabras del tercero, aquel grupo parecía ser el futuro de la aldea.
-- ¡Qué pereza!--comentó uno de los muchachos, un niño con cabellos oscuros y ojos del mismo tono, con unas curiosas gafas anaranjadas en la cabeza.
-- No cambias nada, Obito... --le regañó la única niña del grupo, una peli-castaña con curiosas marcas moradas en las mejillas
-- ¿¡Qué?! Rin, no digas eso, ¡Ahora soy más fuerte! He cambiado-- aseguró Obito, algo abatido por las palabras de su primer amor
La chica rió un poco al verlo así, el sentimiento era mutuo.
-- ¿Tú no dirás nada, Kakashi? --preguntó una voz claramente más grave que la de Obito, algo bastante normal debido a la corta pero significativa diferencia de edad
El tercer integrante del equipo era un niño de cabello platinado, con solo un ojo visible en su rostro debido a una extraña máscara que cubría el resto de su rostro. El mencionado dio un pequeño brinco al sentir la voz del extraño hombre a sus espaldas.
-- ¡Qué dia...! --quiso exclamar Kakashi debido al repentino saludo.
-- Lo lamento-- se disculpó mientras que se rascaba la nuca-- Es la primera vez que soy asignado como profesor, así que estoy algo nerviso-- se disculpó antes de reir algo incómodo
Kakashi dio media vuelta, quedando finalmente cara a cara con aquel joven.
Tendría unos 15 o 16 años, cabello rubio como el sol, piel color canela y unos ojos...
-- Pero no me equivoqué, ¿cierto? -- continuó el chico, abriendo finalmente los ojos que, al sentirse observado, cerró por inercia, mirando fijamente al menor frente a él-- ¿Eres Kakashi?
"Azules" fue el único pensamiento que se vino a la mente de Kakashi, aquellos eran los ojos azules más hermosos que había visto en su vida. Estaban llenos de vida, llenos de energía.
-- ¿No lo es? ¡Lo lamento!... -- se asustó el mucacho, Obito y Rin se miraron algo divertidos
No sabían si Kakashi lo hacia o no a propósito, pero era gracioso ver a su profesor disculparse por todo en su primer día.
-- Yo.. --logró decir Kakashi finalmente, cerró su ojo un escaso segundo para luego abrirlo y mirar directo al rubio-- Profesor, ¿no es algo descortés ir adivinando nombres en lugar de presentarte tú primero?--cuestionó recobrando su seriedad
Eso sí que tomó al susodicho con la guardia baja, Obito soltó una carcajada y Rin no tardó en seguirle. Había sido algo similar a un golpe bajo.
-- Te lo advertí, chico-- comentaba alguien más uniéndose a su conversación, el tercero había hecho su aparición, logrando que el profesor se pusiera más nervioso
-- No pensé que fueran tan serios, en realidad Sarutobi-sensei-- le contestó, luego recordó que tenía algo pendiente y se giró hacia su nuevo equipo-- Lamento el enredo --comentó
-- Obito, Kakashi, Rin... Él será su nuevo profesor-- informó el Hokage, los chicos asintieron
El rubio sonrió de oreja a oreja.
-- Mi nombre es Minato Namikaze, y espero que podamos llevarnos bien
Durante ese primer día, Kakashi aprendió que el sueño de Minato-sensei era ser Hokage, y Minato supo que el color favorito de Kakashi, era el azul.

Kakashi caminaba tranquilamente por las calles de Konoha mientras que leía un libro, hábito que se estaba volviendo realmente una adicción. Ese día no tenía realmente nada qué hacer (solo tendría que estar estudiando para su examen Jounin, pero quería un respiro de ello), hasta que escuchó una risa bastante familiar.
--Minato-sensei--saludó el peli-plata de 15 años, mientras que a su lado un rubio de 17 le sonreía totalmente divertido
--Un día de estos te perderás si no pones atención--le comentó Minato, caminando a su lado
Kakashi no apartó la vista del libro.
--Bueno, no creo que Konoha sea tan grande--contestó Kakashi
No admitiría que ya se había perdido tres veces antes.
--Hey, Kakashi... --le llamó después de un rato en silencio, se habían apartado bastante del centro de Konoha
El nombrado levantó la vista apenas un segundo para verlo, notó que su profesor parecía bastante emocionado, por lo que dejó el libro a un lado.
--¿Qué pasa?--preguntó, sonando algo serio aún
Minato miró a ambos lados de la calle, cuando notó que no había nadie se acercó al oído del menor y, con una voz demasiado alegre, soltó:
--Recibí la oferta que estaba esperando...
Kakashi abrió los ojos como platos. No estaría hablando sobre...
--A partir de hoy, soy un ANBU.

Era ya algo tarde en la aldea oculta de la hoja, el sol había comenzado a ocultarse bastante rato atrás y, sin embargo, Kakashi continuaba paseando por las calles leyendo un libro que, amablemente, Asuma le había prestado (de nuevo)
Había estado tan entretenido en su lectura que no notó que había caminado en circulos por varias horas, preocupando a más de una ama de casa que le creía enfermo. El chisme corrió como pólvora, y al poco rato Minato ya lo buscaba creyendo que tenía una especie de enfermedad en fase terminal y que se moriría en nada de tiempo.
El actual ninja de élite corría buscando a su ex-alumno con desesperación. Lo encontró a los pocos minutos, caminando a unos pocos pasos del barrio Uchiha, lo alcanzó y, una vez que estuvo a su lado, lo tomó de un brazo y se lo llevó con él a un sitio en algún lugar.
¿Quién podría saber a dónde van a parar los ANBU?
-- ¡Kakashi! --fue lo primero que dijo al estar en un sitio bastante apartado de la ciudad
El muchacho que apenas y había sentido el jalón subió la vista encontrándose inmediatamente en un lugar completamente desconocido para su persona.
-- ¿Minato-sensei?--murmuró algo confundido
Kakashi no tuvo tiempo de notar nada, dado que Minato (en algún momento que Kakashi no supo ni vió) le había bajado la máscara y lo había acercado a su cuerpo para luego darle un beso corto pero lleno de sentimientos que le dejó completamente confundido.
-- ¡¿Por qué no me lo dijiste antes?! --cuestionó algo herido Minato, creyendo que en verdad Kakashi se iba a morir ese mismo día y nada podría hacer -- ¿¡Planeabas abandonarme de ese modo?!
-- ¿De qué mierda estás hablando? --logró decir al fin el peli-plata, mientras se apartaba rápidamente de su profesor, quien le miraba con los ojos aguados
-- De tu enfermedad, obvimanete --contestó-- ¡Toda la aldea lo sabe, menos yo! Hace unos minutos Kushina me dijo que escuchó que... Y Mikoto le contaba a Kurenai...luego dijo que tu estabas en tu fase terminal y que morirías esta misma tarde
Kakashi a duras penas había logrado entender unas pocas frases de todo aquel discurso que el hombre le dió. ¿Había tantas mujeres en la villa? No, lo preocupante era, ¿Cómo era que Minato sabía el nombre de TODAS de memoria? ¡Era escalofriante!
Las últimas palabras hicieron eco en su cabeza. ¿Morir? ¿Quién iba a morir?
-- Eh, Minato-sensei... No entiendo a qué te refieres-- se disculpó finalmente Kakashi, Minato pareció entrar en pánico
-- ¡De que te morirás y me abandonarás, Kakashi! ¡Con todo lo que yo te quiero! ¡Me dejarás así! ¡No puedes morirte sin que yo lo diga que te quiero!
Kakashi se sonrojó un poco, pero se enfrió la cabeza recordando que veces atrás se lo dijo a más de una persona. Era difícil que Minato no quisiera a alguien.
-- Lo sé, sensei... Usted nos quiere... A la villa, a...
-- No, estás entendiéndolo mal-- se apresuraba a decir el rubio, miró al peli-plata con seriedad y finalmente soltó la bomba-- Kakashi, te amo...
Decir que la cara de Kakashi pasó por todas las tonalidades de rojo existentes era poco. Su rostro se contrajo entre sorpresa, asombro, estupefacción, miedo, y regresó a la sorpresa.
-- ¿¡Eh!?
Nada coherente lograba salir de sus labios, mientras que Minato, al no tener respuesta, solo lo abrazó con fuerza diciendo muchas cosas que Kakashi apenas y escuchó.
-- No te vayas, Kakashi, no me abandones, no mueras...
-- Minato, demonios, ¡No me estoy muriendo!
Y con esa frase el pequeño (descomunal) momento de pánico-angustia-ira al estilo Minato se rompió. El profesor no le soltó de inmediato. Estaba sorprendido, muy sorprendido.
Pero no más que Kakashi, quien continuaba siendo abrazado fuerte, con la cabeza apoyada en el hombro del mayor, con las caderas casi pegadas a las contrarias y los brazos extendidos a cada lado de su propio cuerpo. A su modo, cada uno salió de su shock. Para cuando Minato logró recobrarse, pudo sentir los brazos de Kakashi abrazando su cuerpo de regreso, y hundiendo su rostro aun más en su hombro.
-- Yo... Minato... Yo no te abandonaré... Nunca...
Incluso aunque no le viera, Minato supo que Kakashi estaba bastante sonrojado.
-- Kakashi... Te quiero--susurró cerca de su oído
-- Yo tam-bién t-te quiero, Minato

¡Finalmente lo había logrado! Minato era oficialmente el 4to Hokage de Konoha, y aquello lo tenía bastante alegre últimamente. Quien más notaba la efusividad del rubio era, sin duda, su pareja de varios años, Kakashi Hatake. Pero cuando todo parecía ir bien, las cosas se pusieron peor que nunca.
-- Me llamaste-- Aquella no fue una pregunta, sino más bien una clara afirmación
-- Necesito hablar contigo-- fue lo que respondió el mayor
Minato y Kakashi se encontraban en la oficina del primero. Como Hokage y próximo ANBU aquello no era demasiado sorprendente, y lo era menos sabiendo que eran profesor y alumno.
El ambiente estaba claramente tenso entre ellos, desde que Minato era Hokage, Kakashi notó que algo andaba mal con él y su familia. Claro que nunca se atrevió a preguntar un qué o porqué... ¿Quién era él para preguntar algo así?
-- Kakashi... Hay algo que debo contarte -- declaró Minato, sin poder mirarlo
-- Estoy para escuharte, Minato-- contestó Kakashi, con seriedad
-- Hace 10 años... Kushina fue enviada a la aldea, ¿sabes? -- Kakashi asintió, conocía más o menos la historia-- Konoha se ofreció a cuidar a la actual jinchuriki del Kyubi, y ella ha sido la "ofrenda" que dejó su clan a cambio de protección...
Kakashi comenzaba a tener un mal presentimiento.
-- Para que Konoha se... responsabilice totalmente de algún clan, existe una condición... Uno de nuestros clanes deberá unirse al que solicite la protección, esto es para... que funcione como seguro, y como excusa con las otras aldeas...
Pese a que lo intentó, la preocupación se asomó en los ojos de Kakashi.
-- Es por ello que Kushina fue enviada aquí 10 años atrás, con la esperanza de que algun chico se enamorara de ella y pidiera su mano, entre menos arreglado fuera mejor... Claro que esto nunca pasó, así que para arreglarlo... en casos como estos... Solo queda... una opción.
-- Es...
-- El Hokage deberá contraer matrimonio con esa persona, sin excepción...
-- M-mi-n...
-- Me casaré con ella...
Kakashi no pudo evitar mirarlo con sorpresa
-- Kushina, será mi esposa-- finalizó

Kakashi se dejó caer en su asiento, el ninja médico, frente a él, le miró preocupado.
--Es un caso bastante inusual, pero no deja de ser posible entre nuestros ninjas... --comentó
El muchacho sudó frío. ¡Tenía que estar bromeando!
--Es imposible--susurró, asustado.
¿¡Cómo mierda le iba a decir aquello a Minato?!
--Es muy posible, joven... Es realmente un milagro, no cualquiera podría tener tal bendición, como ser capaz de dar vida... --medio regañó el doctor
Cuando Kakashi le escuchó se sintió algo culpable. Estaba tan metido en sus problemas que no pensó en lo que vendría. No se trataba sobre Minato, ni sobre él mismo... Se trataba de su hijo.
--¿Cuánto...? ¿Cuánto tiempo... tengo de encargo?--preguntó sintiendo las mejillas arder
Bendita fuera su máscara.
--Al menos mes y medio, por lo que he notado... Quizás dos... --contestó el médico-- Tendrá que venir regularmente, para llevar bien su emb...
--Ni lo diga, por favor--rogó Kakashi
Aceptaba lo que pasaba, pero seguía sonándole tan extraño. Él no podía asumir aun que estaba embarazado. Suspiró al cabo de unos minutos en los que el ninja de enfrente llenaba unos papeles.
--Tenga esto.... Son algunas vitaminas que debería tomar mientras está en cinta-- Kakashi la aceptó sin decir nada-- Le recomiendo venir cada semana, por este mes al menos... Quisiera examinarlo minuciosamente, para asegurarme de que estará bien...
--No le diga nada al Hokage--pidió serio, mientras que notaba como el doctor parecía tensarse
--Su caso es algo...
--No me importan las leyes, me haré responsable de esto yo solo... -le interrumpió algo brusco, no podía dejar que Minato se enterara.
¡De ningún modo podía permitirlo!
Porque Minato ya estaba casado con Kushina... Y estos, ya esperaban a su primogénita.
--Joven, no sé si entienda la magnitud de lo que me pide...
--Es usted el que no entiende, señor --dijo Kakashi, usando su inhabitual tono de adulto-- Ni el Hokage, ni nadie más que usted debe saber lo que me está ocurriendo.
--Pero...
--Hágalo... -ordenó una voz tras Kakashi.
El peli-plata giró en esa dirección, sorprendiéndose al encontrar ahí al tercer Hokage.
--Tercero... --se sorprendió Kakashi
--Señor... --se alarmó el pobre ninja
--Cálmante, Takeshi. Yo tomaré la responsabilidad de su caso--informó, mientras miraba con tranquilidad al ninja médico-- Ahora, si puedieras dejarnos solos...
El nombrado asintió, y se apresuró a abandonar la habitación.
--¿Cómo supo...?--preguntó Kakashi, Sarutobi se mantuvo tranquilo al contestar
--Era mi chequeo de rutina con él, pensé que estaba solo... --explicó-- Lamento interrumpir tu privacidad, Kakashi... --se disculpó honestamente.
Ninguno dijo nada por algunos minutos, hasta que el peli-plata sintió una mano en su hombro.
--Minato es como un hijo para mi, lo sabes bien... --dijo Sarutobi-- Y eso te convierte en mi hijo, también.
Kakashi no pudo más que asentir. Nada se le podía ocultar al Tercer Hokage de Konoha. Y, quizás tampoco se le podría ocultar nada a su sucesor.
--No tienes de qué preocuparte, yo me haré cargo de que nadie más lo sepa.

El día había llegado, finalmente Kakashi debía presentarse ante el líder ANBU para unirse al grupo élite de Konoha. Sin embargo muchas cosas habían pasado, cosas que ni se esperaba.
-- Bien, Hatake Kakashi... ¿Qué decidirás? --cuestionó el hombre enmascarado, sintiendose algo orgulloso por ver un nuevo talento dentro de la organización
El peli-plata bajó la mirada avergonzado. ¿Cómo podría decirlo?
-- Aunque me sorprenda tanto como a ustedes, me debo negar... --respondió
Los presentes quedaron estupefactos. ¡Nadie nunca había rechazado unirse! ¡Nadie!
-- He decidido negarme. Yo, Hatake Kakashi, me niego a formar parte de la élite ninja.
Nadie mejor que Kakashi sabía las consecuencias, y del mismo modo, nadie más que él sabía lo valioso que era el haberse negado. Si formara parte de la élite, ¿qué clase de futuro le daría a aquel niño o niña que esperaba?

Abrió la puerta de la oficina de golpe, y pese a esto el hombre dentro de esta no se asustó.
-- ¡¿Negada?! ¿Cómo pudiste negar esto, Minato?-- gruñía con enojo Kakashi
El Hokage no le tomó mucha atención, provocando más enojo en el chico.
-- ¡No solo me ignores, maldición! ¡Dame un buen motivo para que no me dejes largarme a gusto! --ordenó mientras azotaba el papel firmado por Minato donde se le negaba la misión a largo plazo justo en el escritorio.
Minato finalmente levantó la vista, mirando con tristeza a su único amor.
-- No estás en condiciones de ir a ese tipo de misiones, Kakashi-- contestó tratando de ser lo más profesional posible, pero no le era nada fácil con aquel amante enojado en lugar de subornidado ofendido
-- ¡¿En condiciones?! ¿Estás bromeando?
Minato suspiró, desde hacía unas semanas Kakashi siempre llegaba a reclamarle alguna de sus decisiones de aquel modo, siempre hecho una furia y usando ese vocabulario que creía que había dejado atrás a los 16...
El Hokage se levantó de su asiento, y se alejó un poco del escritorio, Kakashi le siguió de cerca.
-- Es imposible que te de una misión de 5 meses, Kakashi, lo sabes bien-- dijo Minato
-- Sería imposible si fuera Chounin, pero soy un Jounin, y tengo derecho a elegir en qué clase de peligro me voy a meter... --se quejaba mientras que se cruzaba de brazos
-- Es precisamente por eso que no puedo enviarte, ¿te estás escuchado?-- gruñó mientras daba media vuelta para encararlo-- ¿Qué quieres? ¿Ir a la misión más peligrosa y regresar malherido? ¿O prefieres que te traigan muerto?
Kakashi bajó la mirada de inmediato, fueron contadas las veces en las que una discusión entre ellos llegó a ser así. Minato nunca le alzaba la voz por cualquier cosa, es más, era Kakashi el que terminaba exhaltado primero...
-- Sin mencionar tu falta de aprecio a la vida, no creas que no sé que haz visitado al médico más de 7 veces este mes.
-- Esos son mis problemas, Minato-- murmuró Kakashi mientras daba media vuelta -- Bien, si no me darás una misión larga, pediré mis vacaciones... Con todo lo que me salté puedo irme hoy y regresar en dos años más...
Minato lo tomó del brazo justo antes de que saliera, e inesperadamente, le terminó haciendo chocar con la pared más próxima. El rubio le examinaba atentamente.
-- Deja de hacer esto... --pidió
-- ¿Hacer qué?.. --gruñó Kakashi mirando a otro lado
-- Esto... --susurró Minato acercándose un poco a sus labios-- Deja de... tentarme... Kakashi... Te lo dije... Te amo... Y si fuera por mi... Kakashi... Kakashi... Mírame. Mírame... Por favor...
Kakashi, quien tenía las manos entre ambos pechos, apretó los puños un poco.
-- Suéltame, Minato...
El rubio no entendio debido al débil susurro que fue aquello, pero al ver que de repente Kakashi tenía un rostro algo pálido, y que se apretaba el estómago con cierta fuerza se alejó para mirarlo mejor.
-- Te llevaré al médico... --afirmó, el peli-gris no tuvo fuerzas para replicar
Minato tomó su capucha, se la colocó en tiempo récord y para cuando Kakashi lo notó, ya estaba llevándolo a su lado, caminándo rápido, por los pasillos de la torre directo a la salida.
-- ¡Minato, no puedes irte así como así, ttabane! --regañaba Kushina viendolo irse-- ¡Arg! ¡Esos papeles te esperaran ahí cuando regreses! --advirtió
Kakashi esbozó una media-sonrisa al escuchar a Kushina, cosa que no pasó desapercibida por Minato. Una vez que estuvieron lejos de la oficina del Hokage, y más cerca del hospital preguntó:
-- ¿Qué te causa tanta gracia?
-- Saber que si te casas con ella, sólo podrás tener unas problemáticas hijas...
Minato le dio la razón. Aunque su comentario le entristeció tanto como le alegró. Él no estaba hecho para vivir con aquella mujer que tenía por esposa, porque él solo amaba a una persona, y esa persona era Kakashi.

Cuando el ninja médico, Takeshi, vio entrar a Kakashi no pudo más que correr hasta él.
--Kakashi-san, ¿está usted bien?--cuestionó al ver que no venía solo, claro que no tomó demasiada atención al dueño del brazo que rodeaba el cuerpo del peli-plata.
--Estoy bien, Takeshi--contestaba Kakashi, algo incómodo.
Se enteraría... Conociendo a aquel hombre como lo conocía, era obvio que se enteraría.
--Disculpe, Takeshi-san--le llamó Minato, y hasta entonces el mencionado lo notó.
Abrió mucho los ojos debido a la sorpresa. ¡E-era el Cuarto Hokage!
--Podría, por favor, decirme, ¿qué es lo que le pasa a Kakashi?--pidió amablemente
El muchacho miró al Cuarto, para luego mirar a Kakashi.
--No tengo nada, Minato-sensei... Solo necesito descansar... --respondió Kakashi
El rubio le ignoró olímpicamente.
--Debo revisarlo, para saber qué pasa--logró contestar Takeshi, el rubio entendió de inmediato que lo que planeaba decirle, no debían de escucharlo los demás.
--Yo lo llevo, solo dígame el camino--contestó
El muchacho se disculpó con una mirada, y aceptó lo indicado. Caminaron por los pasillos que tan conocidos le eran ya a Kakashi, y entraron al despacho del doctor. Este le revisó antes de recetarle más vitaminas. Aparentemente Kakashi seguía terco con eso de no aceptar todos los antojos que sentía...
--¿Solo vitaminas?--se extrañó Minato, quien se encontraba sentado a un lado de Kakashi, frente al escritorio del ninja médico.
--Ya te dije que estoy bien---contestó Kakashi
Minato miró mal al peli-plata, y luego dirigió una mirada helada al pobre joven.
--Muchas gracias por cuidar de mi alumno, Takeshi-san... Ahora, Kakashi, te llevaré a casa--informó, levantándose
Kakashi estuvo tentado a responderle, aun enojado por que le negaran su misión, sin embargo al ver la mirada que le dirigió Minato supo que no podía simplemente negarse. Y, lo que pensó antes, no podía ser más cierto.
Minato le sacaría la información, sí o sí.
--Gracias por ayudarme, Takeshi--agradeció Kakashi mientras se ponía de pie e iba junto a su profesor. Ambos abandonaron la habitación bajo la mirada del médico.
Mantener la boca cerrada era su mejor atributo.
Para cuando llegaron a la casa del peli-plata el ambiente se había puesto todavía más tenso entre Minato y Kakashi. Por una parte Kakashi deseaba decirle todo, pero por otra sabía que lo que pasaba no podría cambiar la realidad. Estaba prohibido para Minato dejar a su esposa, pues esto causaría una pelea entre Konoha, y el clan de las peli-rojas mujeres Uzumaki.
Minato le abrió la puerta a Kakashi, un hábito que tenía desde que fueron novios, y que ni después de terminar se le quitó. El peli-plata, inconsicentemente, siempre terminaba por agradecer de buena manera esto.
Una vez entro del departamento Minato se dirigió junto a Kakashi a la cocina, de donde el rubio sirvió de agua fría a Kakashi, antes de sacar una de las vitaminas del pequeño contenedor que Kakashi colocó en la mesa tan pronto como entró. Sin decir nada Kakashi se tomó esta, para luego beber el contenido del vaso.
Se quedaron sentados frente a frente en los únicos asientos de la mesa de la pequeña cocina.
--¿Y bien?--habló finalmente Minato
--¿Y bien, qué?--contestó Kakashi, mientras le miraba con el ceño ligeramente fruncido.
Minato le miró con la misma expresión.
--Sabes de qué hablo, Kakashi... Haz actuado extraño estos días... Y puedo darme cuenta de que estás tratando de ocultarme algo.
Kakashi tragó duro de manera imperceptible. Desvió la mirada mientras se cruzaba de brazos.
--¿Qué tiene de extraño querer salir por un tiempo de Konoha? ¡Quiero divertirme un poco!
--Una misión de nivel S, en tu estado, no es como para divertirse... --contestó algo rudo Minato, mientras se acomodaba en su asiento-- Si te dejaba ir así, no ibas a regresar.
--¿Tanto confías en mis habilidades?--gruñó Kakashi, enfadado.
--No confío en esta terquedad tuya, a decir verdad--contestó, y se tranquilizó un poco antes de continuar-- Eres un hombre fuerte, Kakashi. Pero tu carácter siempre te trae problemas innecesarios... Sabes lo que pienso al respecto de que hagas misiones tú solo. Y no es solo contigo, me preocupa la seguridad de esta aldea.
--¿Cuál es el problema? --se quejó-- ¡Todos los ninjas estamos dispuestos a morir en batalla.!
--¡Ese es el problema! ¡¿Es que acaso nunca piensas en que tu vida también me importa?!
No supieron cuándo fue que habían comenzado a gritarse, ni cuándo fue que Kakashi arrojó el vaso de vidrio al suelo debido al coraje. Ambos se encontraron a sí mismos de pie, uno frente al otro, mirándose verdaderamente cabreados.
--No debería de importarte--dijo finalmente Kakashi, dándo media vuelta.
Minato alcazó a frenarlo, y lo movió de tal modo que Kakashi sintió cómo su espalda chocaba contra la pared más próxima, antes de sentir como Minato lo encerraba entre esta y su cuerpo.
--¿Lo ves?--medio gruñó el Cuarto, enojado como nunca lo estuvo.
Y por primera vez, Kakashi le tuvo un gran miedo a su reacción.
--Es precisamente por esto que no dejaré que te vayas tú solo... Eres demasiado egoísta para ser ninja... --espetó mientras miraba cara a cara a Kakashi.
Para su sorpresa, el único ojo visible del menor comenzó a llenarse de lágrimas. Kakashi tembló entre sus brazos debido al llanto, algo que nunca creyó volver a ver.
Se apresuró a quitarle la máscara y la bandana que cubría su otro. Necesitaba asegurarse de que no estaba soñando. Y Kakashi solo pudo llorar más.
Era una persona egoísta, eso siempre lo supo.
Era tan egoísta que estaba dispuesto a poner en riesgo su vida, y la vida de su hijo. Era tan egoísta, que le estaba negando a su otro padre. Era un maldito ninja egoísta.
--Kakashi...--le llamó Minato, visiblemente preocupado.
El peli-plata se abrazó a él con una fuerza poco habitual. Y el rubio no pudo más que regresarle el abrazo con algo menos de fuerza, aun demasiado confundido como para hacer nada.
"Perdóname" pensó Kakashi, luchando por que aquellas palabras salieran de su boca
--P-Perdóname... --logró decir, entre sollozos-- Yo... Yo... Tendré.... un hijo tuyo.
Y Minato no pudo más que creerle.

Se encontraban los dos sentados en el sillón de la pequeña sala de su departamento. No es no pudieran pagar algo más grande, pero realmente les gustaba el pequeño sitio donde vivían. El espacio de su casa no era demasiado, honestamente, pero era el ideal para que dos personas vivieran ahí sin ningún problema.
—Es arriesgado, Kakashi… —respondió finalmente Minato, a cualquier cosa que hubiera dicho el mencionado peli-plata
—No te quedan demasiadas opciones—le recordó su amante, mientras se recargaba en el sillón, le dolía un poco la espalda.
Minato no le contestó de inmediato. ¿Desde cuándo conocía a Kakashi? Eran ya bastantes años, la verdad. Siendo así, ¿por qué se empeñaba en tratar de hacerlo entrar en razón, cuando sabía que, una vez decidido, nada podría hacerlo cambiar de opinión? Era incluso algo estúpido intentarlo.
—Podrías morir…
Al notar como Kakashi abría la boca para protesta, siguió.
—Incluso nuestro hijo podría morir.
Y fue así que logró mantenerlo callado unos minutos. El peli-plata bajó la mirada, ligeramente avergonzado. Minato, a un lado suyo, le dirigió una mirada a su querido amante. Era demasiado adorable, incluso cuando estaban en medio de una discusión.
El milagro de la vida, quizás.
Observó como Kakashi se llevaba una mano al abultado vientre, cuatro meses atrás Minato había descubierto que Kakashi tendría un hijo suyo. En aquel entonces, el muchacho tenía ya más de un mes de encargo…
—Sobrevivirá—afirmó Kakashi, seguro de sus palabras, para luego dirigirle una mirada a Minato, quien no podía aceptar aun lo que pasaba.
¿Cómo era posible que Kakashi fuera tan terco?
Había llegado horas antes a la casa del peli-plata, estaba exhausto luego de una acalorada discusión con su esposa, que tenía ya más de 8 meses de embarazo. La guerra entre ellos había sido a causa del tratado entre Konoha y el clan Uzumaki, quienes se quejaban de la poca seguridad que le habían colocado a la mujer de cabellos rojos teniendo en cuenta lo peligroso del parto, claro que esto no era culpa del Hokage, pues él pidió que 4 de sus mejores médicos vigilaran a su mujer, ¡Toda la villa sabía cómo era Kushina! La mujer no estuvo feliz hasta verse sola en casa, cosa que enojó a su clan, y que no dudaron en culpar al pobre rubio.
Y, como si no fuera poco, Kushina terminó confesándole que el problema no era su seguridad, sino la seguridad del sello del zorro. Si algo llegaba a salir mal durante su parto, ella moriría durante este, y el zorro quedaría libre antes de ser colocado en su nuevo contenedor, que tendría que ser, obviamente, la recién nacida, quien bien probablemente moriría en el intento.
Minato reventó de furia en ese momento, ¿hasta cuándo planeaba decirle que SU hija sería el contenedor de aquella bestia? Aparentemente las cosas habían sido planeadas para que él se casara con la peli-roja sí o sí, cosa que le irritó aun más.
Por eso estaba ahí, en la casa que compartía con Kakashi, planteándole la situación cuando este soltó la inesperada bomba.
—Si pasa algo así, adelantaré el parto, y podrás encerrar al zorro en mí.
Al principio creyó que era una broma de mal gusto, pero al ver que Kakashi no daba señales de burla supo que hablaba en serio. Kakashi se sacrificaría por su hija, y por la villa. El ninja estaba aceptando gustoso un doloroso destino que no le correspondía, por ayudarle.
—Conoces las reglas—fue lo único que pudo decir al fin, pero Kakashi pareció sonreír algo triste.
Eso le daba mala espina.
—Nadie tiene que saberlo… —dijo Kakashi, mientras acariciaba de nuevo su vientre— Si lo que Kushina teme llegase a suceder, si ellas llegaran a morir, diremos que fui yo quien perdió al bebé… Solo tendrás que decir que Kushina tuvo un hijo, y no una niña…
—Nadie podrá creer eso—gruñó un poco el rubio, por lo que Kakashi se acercó a él, recargándose en su hombro mientras tomaba su mano y la dirigía al vientre de casi 7 meses.
—Estará bien… —le aseguró, cerrando los ojos— Naruto es un niño fuerte…

Lo había hecho... El peor temor de Kushina se hizo realidad. El zorro de 9 colas había sido liberado. Minato no podía más que tratar de detenerlo a toda costa, mientras que, sin saberlo, Kakashi se apresuraba a ir con el tercero.
Lo había prometido.
Tal como lo dijo Kakashi se apresuró a adelantar el parto, con tal de salvar a la hija de Kushina. Sin embargo, no salió como él y el Tercero lo planearon.
Un emascarado, no contento con liberar al Kyubio, hizo destrozos por toda la aldea, causando así que el movimiento de la tierra provocara una mala cortada en Kakashi, costándole esto una hemorragia que, poco después, arruinaría sus planes.
—No sobrevivirá—declaró el tercero, mientras que Minato miraba el débil cuerpo de su amante, y cubría a un pequeño bulto entre sus brazos— Si esperamos al amanecer quizás…
—No tenemos tanto tiempo—declaró el rubio, para luego mirar al niño que cargaba— Él… Tendrá que perdonarme.
— No hablarás sobre...
—Sobrevivirá—dijo Minato seguro, tan seguro como su amante, cuando pronunció la misma palabra, al tiempo en que daba media vuelta dispuesto a abandonar la habitación con el bebé
—N-No… —susurró una voz que Minato conocía demasiado bien, no se atrevió a mirarlo— No… lo hagas… Por favor…
—No hay otra opción—se disculpó
— ¡Ú-úsame a mí!—gritó desesperado, el Tercer Hokage tuvo que intervenir entonces, pues de lo contrario aquel hombre solo terminaría por abrirse todas las costuras del cuerpo.
—No te perderé… —contestó con rudeza Minato— Ni a ti… Ni a Naruto…
—Minato… ¡No te atrevas!
— ¡Kakashi!—gruñó Minato, sin mirarle
El otro supo entonces, por la forma en la que observaba que se movía su espalda, que el Cuarto Hokage estaba llorando.
Tanto Kushina como su recién nacida habían muerto.
Kakashi se guardó los insultos y los gritos que luchaban por salir, y terminó por dejar escapar solo lágrimas que representaban el dolor que le provocaba aquello.
—Por favor… —repitió el peli-plata, alzando los brazos para alcanzar a su hijo
—Perdóname…—murmuró Minato, antes de desaparecer con el pequeño rubio en brazos, mientras que fuera de aquellas paredes, el gran zorro luchaba por derrumbar toda Konoha.
Y logra asesinar al Cuarto Hokage.


Kakashi cargaba al pequeño rubio en sus brazos con cariño. Esa sería probablemente la última vez que lo tendría así, entre sus brazos. Que lo tendría junto a él, como su hijo.
--Es hora, Kakashi--le recordó un hombre un poco más alto, de cabello rubio oscuro, y ojos color azul, de nombre Inoichi Yamanaka.
El mencionado ni lo miró, seguía concentrado en Naruto. Su niño era idéntico a su otro padre, en cuanto a sus rasgos. Cabello rubio, y esos ojos... Tan azules como los de Minato.
Se le aguaron un poco los ojos.
Minato había muerto protegiéndolo.
--Kakashi--llamó de nuevo Inoichi-- Es hora de que lo entreges a al Hokage.
--Lo sé--contestó Kakashi-- Solo... dame un poco más de tiempo... --pidió
--Quisiera hacerlo, pero son órdenes de arriba --se explicó, y sintió algo de pena al decir-- Tienes prohibido estar con Naruto.
Kakashi sintió el cuerpo tensarse. ¿Ellos lo habían descubierto?
--No te preocupes, Kakashi, ellos no saben nada... Solo quieren mantenerte a raya, por ser quien se ofreció primero. Creen que querrás lastimar a Naruto.
--Que absurdo--murmuró Kakashi
¿Cómo iban a pensar que él querría lastimar a SU hijo?
Claro que, ellos no tenían ni idea de que Naruto era su hijo. Y mejor que no lo supieran.
--¿Cuáles fueron tus órdenes?--cuestionó luego de unos minutos Kakashi, mientras se ponía de pie con el niño en brazos.
Este no dejaba de jugar con su máscara, hasta que pudo quitársela.
Inoichi, quien se había volteado a la puerta, no fue capaz de notarlo.
--Debo de borrarte la memoria, luego de que me entregues al niño.
--¿Lo harás?--preguntó, mientras acercaba a Naruto a su rostro, pues el niño no dejaba de extender sus manos a este, queriendo tocarlo.
--Son órdenes--fue lo único que contestó el Yamanaka
--Siendo así... Solo puedo pedirte un minuto más... Para... para que yo...
--Los esperaré fuera, por favor, no tardes demasiado--encargó, Kakashi asintió sin que el otro le viera, y, una vez que la puerta fue cerrada, miró a su hijo.
--Hey, Naruto... Eres un niño travieso--comentó al sentirlo jalar un poco sus plateados cabellos, y mirar su ojo rojo con atención-- Lamento todo esto... Debí de cuidarte un poco más, ¿no crees?... Lamento no poder estar para ti, cuando más me vas a necesitar... Lamento no ser capaz de evitar esto... Naruto... Lamento no poder evitarlo... Lamento... tener que olvidarte...
Conforme decía aquello, gruesas lágrimas se iban cayendo por sus mejillas, hasta llegar al rostro de Naruto, quien observaba sin entender qué pasaba, pero se sentía aun así triste.
--Perdóname, Naruto--suplicó Kakashi, mientras lo abrazaba con poca fuerza, pero tratando de trasmitir todo el amor que sentía por su pequeño hijo-- Perdóname... --repitió
Escuchó como Inoichi tocaba la puerta una vez.
--Por favor, peque... Sé un niño muy fuerte--murmuró, sollozando.
No se atrevía a verlo
-- A partir de ahora vivirás solo...
Ni Kakashi se creía capaz de evitar lo que venía, y no podía soportar la idea de no ser capaz de evitar que Inoichi hiciera lo que le habían ordenado.
--Así que... sé fuerte. Cuídate mucho, Naru... Lávate los dientes, bañate, come bien... Estudia mucho... Aunque no seas bueno en algo, inténtalo hasta que salga, ¿oíste?... Inténtalo... Y... Naruto... Por favor no olvides que tú eres mi mayor orgullo... Naruto...
Tocaron dos veces más.
--Naruto... Cumple lo que tu padre ha dicho... Porque tú tienes que sobrevivir. Sé que lo harás... Naruto, tú sobrevivirás.
Finalmente escuchó como Inoichi tocaba tres veces, se había acabado el tiempo. Kakashi abrazó a Naruto una última vez, y lo acercó hasta besar su pequeña frente.
--Nunca lo olvides... Nunca nos olvides...--murmuró, sin evitar que unas cuantas lágrimas más se le escaparan-- Por favor, Naruto... Nunca Olvides Cuánto Te Amamos...

 

 

 

 

Notas finales:

 

Aclaro, es apenas la primera parte porque, según yo, esto quedó más largo que los anteriores capítulos.

 

Espero que les gusten y comenten qué les pareció.

 

Por cierto, ¿quién quiere que llegue ya Itachi? *Algo de ItaDei para traumar a Sasuke no estaría tan mal, a mi parecer XD*


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