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No es un capricho por ChanJeong

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¡Al fin era verano! El sol entraba por las persianas semicerradas de mi habitación y, si mal no recordaba, era la primera vez en meses que mi despertador no sonaba temprano. Apenas eran las once de la mañana, pero podía sentir el sudor impregnando todo mi cuerpo, haciendo que el flequillo se me adhiriera a la frente de forma molesta. Sin embargo, aunque acalorado, no me encontraba de mal humor; cómo estar de mal humor siendo el primer día de nuestras dos semanas de vacaciones.

Me levanté con pereza, descansado por primera vez en toda mi vida, y me dirigí arrastrando los pies por el suelo hasta el salón, donde me sorprendí al no encontrar a nadie. ¿Habrían salido mis hyungs a dar una vuelta, seguirían durmiendo? Fui hasta la habitación de Baro y Sandeul, pero no estaban allí. Era extraño, puesto que ellos eran los últimos en levantarse cada día, pero lo que más me sorprendió fue el oír un portazo en la entrada, seguido de los gritos de mis compañeros.

- ¡Gong Chan, despierta! -gritaba sin cesar Baro, corriendo hacia mi habitación. Me asomé lentamente por la puerta, escondiéndome de la mirada de los demás, aún en el cuarto de mis hyungs, y enarqué una ceja. ¿Por qué llevaban flotadores?-. Chicos, no está en la cama. -informó Baro saliendo de mi habitación. Entonces, de pronto, todos comenzaron a suspirar y a revolverlo todo. ¿Por qué tenían tantas ganas de encontrarme? Aquello me pareció divertido.

Corrí al interior de la habitación de Baro y Sandeul de nuevo y, tras dudar sobre dónde podría esconderme, lo hice dentro del armario del rapero. Lo cerré con cuidado, acomodándome entre sus montones de ropa desordenada y, aguantando la risa, vi la sombra de alguien a través de la rendija que me permitía levemente ver el exterior. Supuse que era Baro y, sin poder evitarlo, se me escapó una risita, tapándome la boca con la estúpida esperanza de no ser oído. Entonces, la sombra se detuvo frente a mi puerta y, lentamente, se fue abriendo. Cerré los ojos con fuerza, conteniendo el aliento, la risa; y pronto me llegó la sutil fragancia de aquel que no era Baro.

- No deberías meterte aquí en un día de verano. -susurró Jin Young mientras se agachaba un poco, situando su rostro cerca del mío. Abrí los ojos y allí lo vi, mirándome-. Estás sudando y la ropa de Baro debe estar limpia... -rió en voz baja-. Bueno, debe, aunque ambos sabemos que no lo está. -añadió en una risita mientras me cogía de la mano para obligarme a salir-. Como te vea aquí, sabes lo que pasará, ¿cierto? -siguió hablando mientras me sacaba contra mi voluntad.

- ¡Oh, vamos, hyung...! -repliqué hinchando los mofletes-. Sólo quería que la ardilla se enfadara un ratito... -bromeé deshaciéndome de su agarra para correr encima de su cama, deshaciendo el poco desorden que quedaba.

- ¡ME CAGO EN...! -oí de pronto la voz de Baro. Al fin lo había conseguido-. ¡BAJA DE AHÍ, MALDITO MAKNAE CRUEL Y MALVADO! -gritó corriendo hacia mí con toda la intención de golpearme, pero escapé. Entonces, a la salida, Sandeul me detuvo, haciéndome la zancadilla. Caí al suelo de un salto, quedando cómicamente sentado de culo y, desde allí, vi cómo CNU comenzaba a reír a carcajadas. Me giré y allí venía Baro.

No sé cómo salí de aquella pero, de pronto, todos estábamos en el suelo, riendo.

- Vamos a ir a la piscina, ¿te apuntas? -preguntó Sandeul mientras desinflaba el flotador de la ardilla, ocasionando que el rapero comenzara a golpearle con él para que se detuviese.

- ¡Claro que voy! -contesté con una sonrisa radiante, tomando mi bañador y una toalla, lo suficiente para mí.

Y allí estábamos, a las doce de la mañana de nuestro primer día de vacaciones, entrando al gran polideportivo en el que dos enormes piscinas nos esperaban. Para mi sorpresa, no éramos el único grupo idol que estaba allí. Boyfriend y NU'EST también estaban. ¿Qué hacían allí? Difícil de explicar, puesto que, desde que entramos, no paramos de hablar y, a decir verdad, no estaba seguro de qué habían contado del por qué estaban allí. Lo único que sabía es que no habría nadie que nos grabara, que al fin éramos todos libres durante unos días. Entonces, decidimos hacer una competición de saltos.

Sin embargo, sin saber el por qué, Jin Young no quiso participar, se sentó bajo una sombrilla y cerró los ojos. Era irremediable no preocuparse por él así que, tras disculparme a mis demás compañeros, fui junto a él. Me senté a su lado, sin que se diera cuenta, y lo miré durante mucho tiempo, hasta que abrió los ojos y me vio. Ni siquiera se sobresaltó, como si supiera desde un principio que había estado ahí. Se giró un poco y sonrió levemente.

- ¿Por qué no vas a jugar con los demás? -preguntó mirando cómo Baro y Ren competían en ver quién era capaz de nadar más rápido.

- ¿Estás enfermo? -pregunté haciendo un puchero, atrayendo de nuevo toda su atención. Negó con la cabeza, pero no me tranquilizó en lo más mínimo-. ¿Qué te pasa? -insistí, acercándome más a él.

Jin Young miró al suelo, negando con la cabeza, evitándome. Levanté su rostro con mis dedos, tomándolo del mentón, y lo miré más serio, pidiéndole que confiara en mí.

- ¿Sabes quién es Jeong Min, uno de los Boyfriend? -preguntó en voz baja mientras se acercaba a mi oreja, cuando sentí sus labios casi rozándome, un estremecimiento me recorrió de arriba abajo. Asentí casi sin moverme-. No deja de mirarme, y no sé qué siento cuando lo hace. -murmuró escondiendo su rostro en mi cuello-. No os lo he contado nunca, pero coincidimos en un camerino, estaba nervioso y... -se paralizó.

- ¿Qué quieres decir, hyung? -inquirí al ver que no parecía querer continuar.

- Me lié con él, no sé cómo pasó, ambos estábamos nerviosos, era un programa importante, su líder estaba arreglando unos papeles, vosotros estabais hablando con el asistente, sus compañeros estaban terminando de prepararse... Joder, no sé, Channie, no sé cómo lo hice, cómo pude... -se separó de mí y escondió el rostro en sus manos-. Tras eso, no me he atrevido a hablar con él nunca más, me ha llamado, pero no me atrevía y... -suspiró, aún con el rostro oculto.

Alcé la vista, mirando hacia la piscina, encontrando a Jeong Min jugando animadamente con Ren y Baro, gritando mientras intentaba ahogar a los demás. No podía creer lo que decía mi líder. Lo miré y, tras ver que no se atrevía a mirarme, reí.

- Hyung, no voy a juzgarte. -intervine en el silencio mientras ponía mis manos sobre las suyas y descubría su rostro-. Un desliz le ocurre a cualquiera, aunque sea con un... hombre. -sonreí. Tenía que hacerlo sentir mejor, aunque siquiera shockeado.

- No lo entiendes, Gong Chan, en realidad es que nosotros no... -intentó explicarse, pero no le di tiempo. Le abracé y lo arrastré conmigo al agua. Jin Young sonrió, algo más tranquilo, y se zambulló junto a mí. Debía conseguir que hablara con Jeong y se tranquilizara.

Jeong Min, al ver a mi líder en el agua, se puso nervioso, lo notaba. Me acerqué a él lentamente, con la excusa de unirme a su juego con mis otros hyungs, y pude notar cómo me miraba nervioso de vez en cuando. Entonces, sin pensarlo dos veces, comencé a jugar solo y exclusivamente con él, con la intención de alejarlo de aquel grupo para hablar con él a solas. Jamás creí que mi plan fuese a ser tan perfecto hasta que conseguí que Jeong fuese junto a mí al otro lado de la piscina. Apenas hablaba, sólo reía mientras intentaba ahogarme, ignorante de que nos alejábamos más y más de los otros y, antes de que se diera cuenta, chocó contra la pared de la piscina. Se agarró al filo, entre risas, e intentó salir. Lo paralicé tomándolo de la cintura antes de que saliera y, con ese simple roce, su semblante cambió a uno nervioso. ¿Qué le ocurría?

- Gong Chan, deberíamos volver con los demás... -me dijo casi en un susurro-. No creo que...

- ¡Vamos, no pasará nada! -reí divertido mientras le salpicaba-. Sólo quería preguntarte si te pasa algo, estás un poco distante con Jin Young y...

- ¿Te lo ha contado? -me interrumpió, nervioso, bajando la mirada.

- Sí, pero te prometo que no se lo diré a nadie. -susurré cerca de su oído. Entonces, sus manos me envolvieron, abrazándome. No entendía su reacción, pero me limité a hacer lo mismo, envolviendo su cuerpo entre mis brazos tras conseguir llegar a una parte de la piscina en el que ambos alcanzábamos a pisar suelo firme-. Jeong, ¿te gusta...?

- Desde la primera vez que te vi. -susurró en mi cuello.

Su respuesta me confundió. ¿Se refería a mí, o a mi líder? Pero de pronto sus labios me confundieron aún más, comenzando a besar mi cuello lentamente, tensándome. Me aparté de él de un salto, alejándome de su contacto a toda costa.

- ¿Qué haces? -grité asustado.

- ¿Pero no decías que Jin Young te había contado...?

- ¡Que os habíais enrollado, joder! -grité huyendo de él con prisa.

Jin Young me miraba desde el otro lado de la piscina, analizando la situación; y yo no entendía nada.

Notas finales:

Si os ha gustado y queréis continuación, ¡reviews! Esperamos que os guste~ :DD

 

- LoBe


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