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Rolling in the Empty por LeehyeAh

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Notas del capitulo:

¡Holis! Aqui el siguiente capitulo.

 

 

 

 

 

 

Y lo penetro. Lo cogió de la cintura con fuerza y con dificultad comenzó a moverse dentro del otro.

 

-A-ah Sehun…-Gimió el rubio suavemente.

 

Sehun sonrió satisfecho al ver el efecto que producía en su amante y acelero el ritmo.

 

Más rápido. Más rápido. Más rápido.

 

Hasta que toco un punto culminante. Su cuerpo se contrajo y viendo el orgasmo cerca cogió el miembro del otro entre sus manos y comenzó a masturbarlo con fuerza.

 

Su amante se corrió y él se corrió dentro de su amante. Ambos permanecieron quietos, con la respiración agitada y el cuerpo adormecido.

 Sehun salió de Tao y se acostó a su lado.

 

─Eres un excelente amante, Sehun. ─Dijo el chino, mientras le acariciaba los cabellos al otro y lo miraba tiernamente.

 

─Lo sé. Es mi trabajo. ─Respondió el Maknae con frialdad.

 

Se levantó y sin dedicarle una mirada a su acompañante, busco entre el montón de ropa sus pantalones.

 

Los encontró debajo de la cama y se preguntó cómo rayos habían ido a parar ahí, pero no dijo nada.

 

Rebusco en el bolsillo trasero  y saco una caja de cigarrillos. Se llevó uno a los labios, lo encendió y volvió a recostarse.

 

Tao se durmió y Sehun miro el techo absorto.

 

Ambos estaban en la misma cama, pero parecían estar en mundos distantes.

 

La realidad cayó como un bloque de hierro sobre los hombros de Sehun y se sintió solo. Sumido en ese mundo de soledad errante que lo conducía al desenfreno. Cerró los ojos. Se concentró en el dolor y en el peso.

 

 Los dedos con los que sostenía el cigarrillo temblaban y sentía frio.

 

Sehun suspiro y de un jalón aspiro todo el humo que pudo para sentirse lleno.

 

Exhaló e ignorando toda sensación destructora se levantó de nuevo y comenzó a vestirse.

 

Una vez vestido completamente se dirigió a la cocina de Tao.

 

Encendió la cafetera y luego se sirvió una taza de café.

 

Minutos más tarde Tao bajo medio adormilado, rascándose la cabeza y una nalga.  Estaba solo en calzoncillos

 

─¿Haz preparado café? ─Pregunto curioso el rubio, acercándose a la cafetera y observándola con curiosidad.

 

─Sí. Estabas dormido y no quise despertarte.

 

─Descuida. ─Dijo y se sirvo una taza de café y tomó asiento al lado de Sehun.

Ambos estaban en silencio. Tao sumido en el cansancio y Sehun absorto en la indiferencia.

 

Así estuvieron hasta que el móvil de Sehun empezó a sonar. Los dos jóvenes se miraron entre sí y después de una mirada cómplice, Tao se retiró del lugar.

Sehun descolgó el teléfono.

 

─ ¿Diga? ─Hablo.

 

 ─ ¿Sehun? ─Dijo una voz suave del otro lado del teléfono.

 

─ Si, ¿Quién habla? ─ Dijo y encendió otro cigarrillo.

 

─Luhan.

 

─Oh ya. Luhan. ¿Qué pasa? ─Pregunto.

 

─ ¿Puedes venir a mi apartamento? Hoy estoy libre.

 

─Justo ahora estoy trabajando, pero enseguida me desocupo y voy.

 

─Si. Entonces aquí te espero. ─Dijo Luhan.

 

─Adiós. ─Y colgó.

 

Dejo el móvil sobre la mesa y lo observo durante largos instantes indiferente.

 

Tao se acercó a Sehun y deposito la taza vacía sobre la mesa.

 

─¿Quién era? ─Pregunto como queriendo y no queriendo. Tao sabía que no era de su incumbencia pero quiso pero quiso parecer interesado en los asuntos de su acompañante.

 

─Un cliente. ─Respondió sin más Sehun.

 

─¿Tienes más trabajo? Pensé que yo era el único de hoy.

 

─Y lo eras. ─Determino. Tao comprendió la situación y no dijo más.

 

Y era cierto. Su único cliente aquel sábado por la mañana era Tao, pero un poco de diversión no le hacía mal a nadie, mucho menos él y más cuando esa “diversión” era nada más y nada menos que Luhan.

 

─Es hora de irme. ─Anunció y se levantó de la mesa.

 

─Si, ten. ─Y le entrego la cantidad que habían acordado.

 

─Si vuelves a necesitarme, solo llámame. ─Dijo Sehun y antes de irse le dio una tarjeta de presentación.

 

─Lo hare, lo hare. ─Dijo Tao y subió las escaleras de nuevo, moviendo la mano en forma de despedida.

 

Sehun lo siguió con la mirada hasta que escucho la puerta de la habitación cerrarse y luego salió del apartamento de Tao.


Camino por todo el pasillo sumamente despacio. Rebusco en sus bolsillos otro cigarrillo pero solo encontró la caja vacía.

 

─Rayos, se terminaron. ─Murmuro para sí mismo.

 

Bajo por el asesor y se despidió de guardia de seguridad que estaba en la puerta principal.

 

Espero en la parada del autobús por más de cinco minutos y luego decidió ir hasta la casa de Luhan caminando. La nieve caía y el frio le helaba los huesos.

Ansió con avaricia llegar rápido, tomar una larga ducha con agua caliente y luego dormir todo el resto del día en la cama de Luhan.

 

Pensó en Luhan.

 

En su espalda desnuda. En el olor de su cuello. En la forma de sus nalgas. En su pelo largo y rubio amarrado en una coleta alta. En sus ojos. En esos ojos abismales que loa traían hacia la oscuridad infinita. En su voz. En los susurros desesperados de sus labios. Y en sus labios. Sus labios rojos.

 

Imagino hacerle el amor. Imagino escuchar su respiración agitada y el vaivén de su cuerpo. Imagino tocar su piel y calentarla. Calentarle el cuerpo y quemárselo. Quemárselo de sexo. De sexo duro y violento.

 

Y de pronto se sintió excitado. Sintió una potente erección en la parte baja y un dolor entre suave y agudo que lo obligo a caminar más lento.

 

─Maldición. ─Musito agobiado. Y se recrimino a sí mismo.

 

Así que camino más rápido y cinco minutos después llego al apartamento del rubio. Subió las escaleras, busco el apartamento indicado y toco la puerta.

 

Espero a que le abrieran la puerta. Froto sus heladas manos entre sí.

 

Y después de un tiempo de seguir esperando llego a la conclusión de que no había nadie en casa.

 

Saco su móvil y marco el número de Luhan.

 

─Sehun ¿Qué pasa? ─Respondió el otro de inmediato.

 

─¿Dónde estás? Estoy en tu afuera de tu apartamento. ─Pregunto molesto.

 

─¡Oh! ─Exclamo. ─En seguida llego.

 

─Aquí te espero. ─Espeto.

 

─Sí. ─Hizo una pausa. ─Adiós. ─Y colgó.

 

 Y así paso. A los pocos minutos Luhan se apareció por el pasillo, andando con ese caminar lento y ligero que lo caracterizaba y vestido de forma similar ha como lo había visto la primera vez que se encontraron. Se vieron a los ojos y Luhan sonrió.

 

─Perdón, pensé que tardarías más tiempo en llegar, así que fui a la tienda de servicio. ─Dijo, mostrándole las bolsas blancas que llevaba en las manos.

 

─¿Qué compraste? ─Pregunto Sehun fingiendo interés y arrebatándole las bolsas al otro.

 

─Comida, cigarros y unas cervezas. ─Dijo Luhan, mientras tecleaba el código para abrir la puerta.

 

─¡Diablos! ─Exclamo Sehun golpeándose la frente con la palma de la mano.

 

─¿Qué pasa? ─Pregunto abriendo la puerta y entrando.

 

─Olvide comprar cigarrillos. Me los termine esta mañana. ─Sehun coloco las bolsas blancas de plástico sobre la mesa principal.

 

─¡Ah! Era eso. ─Dijo el rubio y rebuscando en la compra, cogió la caja de cigarros y saco 4. ─Ten. ─Y le dio el resto a Sehun.

 

─No, no. ─Negó con la cabeza. ─De regreso a casa comprare.

 

─TEN. He dicho. ─Dijo el rubio entregándole la caja de nuevo y sonriendo amablemente.

 

Sehun se sintió molesto, pero no tenía ganas de discutir por una estupidez como esa. Tomo la caja, saco un cigarro, lo encendió y se metió el resto en el bolsillo trasero de los pantalones

 

Busco a Luhan con la mirada y lo encontró guardando la compra en el refrigerador.

 

En aquella posición, Sehun podía admirar el pequeño y apretado trasero de Luhan.

 

Quiso jugar y se acercó a él, tomándolo de la cintura y pegando su boca al oído del otro.

 

Le soplo y una corriente eléctrica le recorrió la espalda a Luhan, erizándole la piel.

 

─Dime Luhan. ─Dijo Sehun susurrante. ─¿Te gusta provocarme? ─Le pregunto.

 

Sehun vio como el otro se sorprendía y se sintió dueño y señor de las reacciones del otro.

 

─¿Qué? ¿A qué te refieres? ─Pregunto el rubio.

 

El menor noto la molestia del otro y su desconcierto, así que dispuesto a provocarlo comenzó a frotarle las nalgas.

 

─Poniéndote en esta posición…─Dijo.

 

─E-espera S-Sehun ¡Ah! ─Gimió y a Sehun le pareció el gemido más sensual que había escuchado. Tan suave y ronco que lo puso más duro.

 

─No quiero esperar. ─Dijo y le dio la media vuelta. Y lo vio ahí, pegado a su cuerpo, con las mejillas sonrojadas y mirando al suelo con timidez.

 

Y se lo imagino desnudo, gritando, sudando, rogando por más.

 

─¿Qué pasa? ─Le susurro acercándose a sus labios, inundándose del aliento cálido y dulce del otro y embriagándose de su aroma a vainilla ─¿Por qué estás tan nervioso? ─Pregunto, y lo beso en los labios.

 

Un calor abrazante creció en el pecho de Sehun al notar la mirada de deseo que el otro le devolvía.

 

Y lo beso de nuevo.

 

Lo apretó contra sí y le quito la playera.

 

Vio su exquisita y blanca piel expuesta a él. ¿Cómo podía ser alguien TAN hermoso? Y sintió más deseo de poseerlo que la primera vez que lo había visto.

 

Con el dedo índice recorrió todo su abdomen, desde la clavícula hasta el ombligo, centímetro por centímetro. Cuando llego al resorte de los apretados calzoncillos de su amante, pasó de largo y puso la mano de lleno sobre el duro miembro del otro.

 

Lo froto lentamente. Con la intención de que la caricia se volviera una tortura insoportable.

 

─Ya estas duro ¿Huh?

 

Sehun bajo ambas manos por toda la espalda de Luhan y con toda la labia que le provocaba, le agarro las nalgas y le beso el cuello.

 

 Lo levanto del piso y besándolo lo llevo hasta la habitación. Se desnudó a sí mismo y luego apoyo a Luhan contra la puerta.

 

Se colocó entre las piernas de su Gege y comenzó a simular embestidas. Los labios de ambos se rozaban, pero no llegaban a besarse debido al movimiento.

 

─Ah, ah, ah. ─Gemía Luhan.

 

Luego fueron a la cama y se desnudaron completamente. Sehun froto su miembro contra el de Luhan. Se siguieron besando y acariciando hasta que ambos se vinieron.

 

Estuvieron un rato así, uno sobre el otro.

 

Piel contra piel.

 

Intentando recobrar la respiración.

 

Minutos después, Luhan se metió bajo las sabanas y Sehun fue a la cocina a buscar una cerveza.

 

Cuando regreso vio a Luhan fumando tranquilamente sobre la cama, con el cabello alborotado y mirando al vacío.

 

─¿Qué pasa? ─Pregunto Sehun. Intrigado por la cara pensativa del rubio.

 

─¿Qué pasa de qué? ─Respondió Sehun levantando una ceja, luego se metió debajo de las mantas junto a Luhan. Destapo la cerveza y le dio un sorbo largo.

 

No respondió la pregunta de Luhan y solo bebió sin decir nada. Vio como Luhan se terminó el cigarrillo y encendió otro.

 

─¿Luhan? ─ Dijo quitándole el cigarrillo al rubio y aspirando de él.  

 

─¿Mmm?

 

Y Sehun inconscientemente se burló. <<Vaya conversaciones raras. >>

 

─¿Crees en el amor? ─Dijo.

 

─Sí. ─Contesto Luhan, sosteniendo el cigarrillo entre sus largos dedos. ─Creo que es algo sumamente complicado. ─Dijo. ─Cuando dos personas se aman, una vive para la otra y la unión entre ambas es perfecta.

 

─Eso no es amor. ─Dijo molesto. Frunció las cejas y dejo la cerveza de lado.

 

Luhan lo observo esperando una justificación. Se sorprendió mucho al ver como las facciones aniñadas de Sehun desaparecían y como se veía más maduro y masculino.

 

 ─El amor es un juego. Un juego peligroso y mortal.

 

─¿Un juego? ─Espeto Luhan desconcertado.

 

─Si, un juego. El que se enamora pierde. El que no se enamora gana. Así de fácil.

 

─¿Qué tontería es esa? ─Respondió Luhan molesto. Arrojo la colilla de cigarro en el cenicero y miro a Sehun desafiante.

 

─¿Por qué te enojas Lu-Han-Ge-ge? ─Dijo el Maknae separando las silabas juguetonamente y acariciando la mejilla de Luhan. Este último lo alejo con un manotazo.

 

─No estoy enojado. ─Espeto inflando sus mejillas.

 

─Si lo estás. ─Dijo rebuscando la mirada de Luhan.

 

─¡Que no! ─Grito.

 

─¡Que si! ─Le contradijo.

 

─¡Que no!

 

─Si no estás enojado…─Susurro Sehun acercando a Luhan. Cuando quedo a un par de centímetros de sus labios dijo: ─Entonces juguemos al amor.

 

─¿Jugar al amor? ─ Pregunto el rubio confundido.

 

─Si. Juguemos a ser novios un mes, el que termine enamorándose pierde. ¿Qué te parece?

 

Luhan observo a Sehun con la boca en forma de “o” y los ojos abiertos de par en par.

 

─¡Que estupidez! ─Espeto levantándose y poniéndose los calzoncillos.

 

─¿Tienes miedo? ─Pregunto Sehun levantando una ceja. Le dedico una mirada retadora y se mofo en el acto.

 

─No. No tengo miedo. ─Dijo y rebusco en el suelo su playera. Camino por aquí y por allá, pero recordó que Sehun se la había quitado en la cocina. Así que, fue al armario y simplemente cogió otra limpia.

 

Sehun se mantuvo siguiendo los movimientos del otro e internamente se burló del nerviosismo de Luhan. Aquello le parecía totalmente divertido.

 

Luhan iba salir del cuarto, pero Sehun lo detuvo. En un rápido movimiento lo tomo de la muñeca y lo jalo y lo arrojo a la cama de nuevo. Se puso sobre él y con voz suave dijo: ─Si no tienes miedo, entonces juega conmigo.

 

 

─…

 

 

 

 

 

 

Notas finales:


Tarara! -Musica diabolica-

Qué le dira Luhan a Sehun?

¿Aceptara su propuesta?

¿O se ira a revolcar con todos los de EXO?

¿Harán su orgia matutina?

¿La SM subira el MV drama o el video de Kai llorando?

Todo en el proximo capitulo.


Jajajajajaja. Amo el Trolleo intenso.

Actualización: Cuando este capitulo tenga 15 Reviews.

Nos leemos.

No dejen de Trollear, ni de ver Yaoi Hard.


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