Sehun no podría sentirse más asustado en ese momento. Las caricias que su mejor amigo está repartiendo por su cuerpo queman como si le refregaran pedazos de roca punzante. No se le hace muy agradable, pero no puede negarse, Jongin es su mejor amigo.
Aún a sabiendas que el acto en sí es un error, el pequeño de piel lechosa se deja hacer, simple y sencillamente porque los mejores amigos se ayudan entre sí.
—Sehun —la voz de Jongin suena casi como un gemido, quizá porque, en efecto, es un gemido— eres muy hermoso.
Pero Sehun no es consciente de su propia hermosura, y de cómo Jongin ha vivido reprimiendo todo ese deseo anteriormente confesado. Sehun no es gay, Jongin sí; Sehun tiene una novia, Jongin no; Jongin le está deseando pero Sehun no, él solamente quiere escapar; Jongin le pidió que tuviera sexo con él, y a pesar de que el chico aún con diecinueve años quiso negarse, Jongin le había persuadido muy hábilmente.
Esa era la trampa de Jongin. Él podía convencer a cualquiera de lo que quisiera.
—Voy a quitarte la ropa, Hunnie.
Aquellas palabras asustan al menor. "Voy a quitarte la ropa". Como si fuera algo fácil de digerir cuando en realidad es tu primera vez y encima, con un hombre. Todavía más cuando 'ese' hombre que es 'tu' mejor amigo, te está obligando.
No precisamente 'obligando', pero Jongin lo pidió y eso es lo que Sehun le está entregando; su virginidad.
Los largos dedos del veinteañero de deslizan y desabrochan cada uno de los botones de la camisa escolar de Sehun; su piel va quedando poco a poco al descubierto y se siente sucio, utilizado. Jongin y él se han visto desnudos antes, pero no en una situación como ésta.
Los toques y caricias se hacen cada vez más atrevidos, y Sehun sólo puede cerrar los ojos para desear que esto pase rápido.
El menor deja escapar un suspiro de nervios cuando siente los húmedos labios de Jongin hacer contacto con la piel sensible de su cuello. Lo está besando como su lo hiciera con una boca —entonces Sehun se da cuenta que ellos no se han besado antes—, después le pasa la lengua y chupa como si fuera la punta de una paleta de caramelo, succiona y muerde despacio. Sehun ha visto en esas películas pornográficas que las actrices sueltan jadeos de placer cuando los hombres les chupan ahí. Así que como puede, sacando voz de no se sabe dónde, Sehun jadea, logrando en su lugar un sonido gutural.
Pero funciona.
Funciona, porque Jongin se separa un poco y le sonríe.
—Ya te está gustando también, Hunnie —el moreno le da un corto beso en los labios, es apenas un roce, pero algo en Sehun se enciende. Tal vez es el mero morbo de haberse besado con un hombre. O quizá es el hecho de que su mejor amigo le está tocando en su lugar privado, ese lugar que jamás había sido tocado por nadie más— te necesito... Sehunnie.
El menor tensa sus músculos cuando Jongin le empuja levemente y se arrodilla con cada pierna a los costados del menor. Sehun se rinde y se recuesta por completo en la cama de la habitación de Jongin. El mayor desciende y besa la clavícula del pequeño, que finge otro gemido —que por cierto, le sale mejor, y le hace sonreír victorioso— y después, juega con sus dedos cuando siente un cosquilleo en su estómago, al sentir la cabellera del moreno acariciar su piel.
Sus pantalones van bajando lentamente y eso le hace ponerse nervioso
—Jongin-ah... no estoy muy seguro de esto.
— ¿Pero sí estas seguro de tu amor por Yoona noona?
Sehun hace una mueca y no contesta, Jongin ríe y los pantalones ahora se han deslizado por los tobillos del menor.
Despacio y con cuidado, Jongin se encarga de acariciar el bulto ligeramente levantado de su amigo, sus dedos índice y medio se cuelan debajo del elástico de los bóxers y los desliza ligeramente hacia abajo sin quitarlos, luego los suelta y el sonido del elástico chocando contra su piel excita al mayor. El rostro de Sehun se ha puesto tan rojo como los labios de Jongin hinchados por besar la piel blanca del menor.
Siempre había soñado con Sehun debajo suyo.
Jongin quiere tomarlo de una vez, quiere follarle con ganas y enterrarse en él hasta perder la conciencia, pero no quiere dañarle y que su amistad se pierda por un arranque de excitación.
—Jongin, ¿estás a...? —el moreno se sobresalta y gira su rostro para encontrarse con la expresión pasmada de Luhan.
— ¿¡Quién te dejó entrar!?
—Tu madre... ella… salió y me dejo… —Sehun no podría estar más avergonzado. Sus mejillas se pusieron más calientes de lo que estaban cuando estaba a solas con Jongin— yo no sabía que Sehun era gay —Luhan dice con la expresión confundida.
—Ah... ¡no, no! Yo no soy gay, hyung. —Los dos menores están inquietos por lo que Luhan pueda decir, pero únicamente se queda ahí, parado en el umbral de la puerta.
—Necesitamos hablar, Sehun. A solas —él dice y Jongin entiende que debe salir un momento a pesar de que es su propia habitación.
A veces el respeto que Luhan impone es en cierto modo, agobiante, pero ese respeto está muy bien merecido. Después de todo, Luhan es un buen hyung y una gran persona, de esos que son escasos. Aparte de que es muy mono. Demasiado.
—Oh hyung... — ¿pero qué carajo...? ¿Ese era un gemido de Sehun?— Luhan hyung~ —sí, ese es Sehun gimiendo.
— ¿Qué mierda...? —Jongin irrumpe en su propia habitación encontrándose con el rubio sobre Sehun, frotándose contra él como si fuera un urgido.
—Jongin... yo... hyung estaba...
— ¿Esa es la plática que tenías con Sehun? ¿Y por qué con Luhan si te dejas y conmigo no? —El moreno replica y se percata de la erección que Sehun tiene entre las piernas. Y el menor no sabe cómo ni cuándo ocurre, pero ahora los dos otros están repartiendo besos por su cuello.
Sehun no es gay y quiere convencerse de ello. Tiene una novia a la que quiere y probablemente se tome esto como una aventura, así que se deja hacer por ambos, total que hasta ahora lo está disfrutando bastante.
Definitivamente, Sehun es un morboso.
Jongin desciende peligrosamente por su abdomen y juega con el elástico del bóxer de nuevo. Sehun se estremece e inconscientemente muerde su labio inferior, ansioso; por su parte, Luhan succiona su cuello, del lado contrario en que lo hizo Jongin. El contraste entre los labios de Luhan con los de Jongin era enorme, pero no por eso eran menos excitantes.
— ¿Te gusta, Hunnie? —Jadea Luhan descendiendo hacia su pecho. Sehun no responde; conforme van pasando los segundos, ambos van más allá, explorando su cuerpo. Se siente extraño, se siente algo placentero, pero el hecho de saber que van a quitarle su virginidad no era demasiado agradable de saber.
— ¡Jo-Jongin! ¿Qué haces? —El menor de todos se alarma al sentir la mano del mediano jugando con su miembro— ¡Jongin! Deja... deja eso. No lo toques.
—Como quieras.
Luhan se estremece por la respuesta de Jongin. ¿Acaso va a declinar?
Quizá no.
Lo sabe cuando Jongin suelta el miembro ya erecto de Sehun y lo toma por la boca.
— ¡Jongin! —El menor bombea hábilmente con sus 'labios de chupapollas', como Luhan les llama internamente; el rubio sonríe y desciende para jugar con los testículos de Sehun—. Hyung~ —jadea el más pequeño tomando a Jongin de los cabellos para marcarle un ritmo específico que no tarda en seguir y superar.
Los pantalones del mediano aprietan y lastiman, por lo que se desabrocha el cinturón y se desnuda de la cintura para abajo.
—Oh... Jongin. Ahora entiendo por qué eres negro. —Luhan dice separándose de Sehun, pero se sobresalta cuando el moreno le toma del cabello salvajemente y le obliga a posarse sentado en el piso.
—Tu cállate y chúpamela, hyung. Esto te mereces por meterte en lo que no te importa.
Completamente gustoso, Luhan toma el pene de Jongin por el tronco y comienza a lamer la punta suavemente para luego succionar despacio y absorber el líquido pre seminal del moreno.
—Oh... Jongin —Luhan gime, tocando su erección por sobre la ropa con su otra mano.
Antes de correrse junto con Sehun, Jongin se despega de Luhan y lo coloca de a cuatro en el piso, le baja los pantalones junto con la ropa interior e introduce un dedo en el culo del rubio.
—Jongin... oye.
—Cállate, hyung, ahora chúpasela a Sehun —el más pequeño se acomoda para quedar a la altura de Luhan, quien obediente, besa por todo lo largo del glande del menor.
—Hyung~ —Sehun gime, sintiendo el contraste de las mamadas salvajes de Jongin con la suavidad de Luhan—. Hyung~ —gime de nuevo y justo cuando está a punto de correrse en la boca del rubio, éste se separa.
—Hyung, súbete a la cama —Jongin ordena despacio y Luhan obedece; sabe lo que está por ocurrir y se coloca de a cuatro sobre el chico de diecinueve años— quiero que Sehun te la meta.
Sin decir nada, Luhan se acomoda sobre el miembro del menor de los tres, tantea su culo con el pene y se deja caer intempestivamente.
— ¡Oh dios! —Enseguida, Luhan comienza a moverse mientras Jongin abre de piernas a Sehun y le prepara para penetrarle. Rápidamente, sin aguantar más la excitación, Jongin se adentra en el castaño, lo que provoca que lance un grito de dolor que Luhan se encarga de acallar con sus labios.
—Dios... Jongin —solloza el menor, y Jongin se arrepiente de inmediato por terminar haciendo lo que no quería.
—Te va a gustar, Hunnie, sólo espera —el pelinegro comienza a embestirlo sin piedad mientras Luhan sigue auto penetrándose para aminorar el dolor del más pequeño.
—Sehunnie... Sehunnie —jadea Luhan, con las piernas cansadas y el sudor cayendo por su cuerpo. Sus dedos aferrándose en los hombros de Sehun y acelerando su ritmo—. Ya no puedo... ya no puedo...
La incómoda posición de los tres, Luhan sobre Sehun acostado y abierto de piernas recibiendo a Jongin, hace que sus sudores se mezclen y sus pieles resbalen entre sí.
Luhan abre enorme los ojos, sorprendido cuando Sehun comienza a masturbarle mientras el torso de Jongin choca con su espalda y sus manos se posan en su cintura para ayudarle con el sube y baja de sus movimientos.
La habitación de Jongin está completamente llena de olor a sexo, con sonidos jadeantes y pieles chocando unas con otras. Luhan se corre en la mano y pecho de Sehun mientras que siente el semen caliente de él llenando su culo. Jongin tarda un poco más en terminar y lo hace dentro de Sehun, con las respiraciones agitadas y corazones fuertemente latentes.
El mayor de los tres se acomoda en la cama junto al menor y Jongin se queda sentado en el piso junto a la cama. Los dos primeros tardan en recobrar la respiración mientras que el mediano se levanta para limpiarse y colocarse los pantalones. Luhan en ese momento se da cuenta que Jongin ni siquiera se quitó la camisa del uniforme escolar.
—Joder, la próxima vez me aseguraré que estemos completamente solos, Sehun. —El moreno sale de la habitación murmurando algo sobre bocadillos. Sehun sonríe algo avergonzado y Luhan baja, aún desnudo para ayudar a Jongin con la comida.
El menor de los tres se queda recostado en la cama de Jongin, reflexionando.
Lo único que espera es no arrepentirse de haber hecho un trío con sus dos mejores amigos y poder verlos a la cara con normalidad en el futuro.