Aun recuerdo cuando entrenaba duro para conseguir mi armadura dorada, fue muy duro ese entrenamiento, aun siendo muy joven, me encantaba todo eso de entrenar, ser duro con migo mismo era como me hacía más fuerte, el amor a la violencia era lo mío, con el tiempo encontré lo que según yo era el amor, a pesar de ser un poco inestable y algo callado, el me hizo ser otra persona, me transformo en algo que jamás en mi vida pensé, ese era mi destino, pase junto a él buenos momentos, así como mis peores momentos… con el tiempo mis temores se volvían realidad, uno a uno se iban formando… pero gracias a él, conseguí lo que siempre anhele… a ti!!! Con tigo si pase los mejores momentos de mi vida..
Me siento en el ultimo escalón que conduce a mi templo, miro el cielo, y te agradezco que hayas sido como fuiste…
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Desde que estoy instalado en el santuario, no hay momento en que no piense en ti.. me levanto y me dirijo a tu casa, pero al salir de la mía, te veo allí parado… tan hermoso como siempre, me acerco y te abrazo, pareciera que no te hubiera visto en años, en tus manos traes una canasta llena de frutas… suelto el abrazo, y ambos caminamos hacia dentro, dejas la canasta sobre la mesa, haces que me sienta en una de las sillas, pero no tienes ganas de comer, tu idea es otra, te sientas en mis piernas, tocas mis mejillas, estas ya están tomando otro color, con tus dedos recorres mis labios lentamente, apartas la mesa de un empujón, me miras fijamente, sonries para luego besarme con lujuria…
Te separas puedes sentir como me excita tu forma de ser, me quito la playera y te quito la tuya, adoro cuando tienes la iniciativa, siento como tus manos maestras tocan todo mi pecho, bajas a mi ombligo y vuelves a subir, y sin más me deja llevar por todas esas caricias tan cálidas, siento una locura por esa criatura, un cosquilleo invade todo mi cuerpo. Dita comienza a desnudarse al darse cuenta que me he quedado perplejo. Baja la cremallera de mi pantalón y al ver ese miembro que tan bien conoces, veo como te saboreas y te quedas quieto, yo algo ansioso te grito ¡qué esperas!...pero como siempre tu tan paciente con migo solo me dices… no pierdas el control mi cangrejito, déjame observarte bien… bajas de la silla para hincarte ante mí y tomarlo con tus manos, me acaricias, lo tomas para pasarlo por todo tu rostro, te encanta sentirlo, abrazarlo, besarlo, me repartes pequeños besos y luego algunos mordisco que hacen que suspire profundo, tomas mis piernas y las abres para así tener más campo y explorar mejor, al ver mejor, engulles todo lo que puedes muerdes muy suave, y luego pasas tu lengua por todo aquel pedazo, hasta que se vuelve loco, Dita lo toma, lo succiona con fuerza y lo muerde duro… haaa.. Espera no seas tarado Dita.. aaahh!! No puedo detenerlo, me tiene preso, así que me dedico a gemir de placer.
ese pescadito sabe cómo hacer que caiga rendido a sus pies, cuando ya me descarga en la boca de la florecita, este sonríe, y se levanta, vuelven a besarme, para hacer el agarre más poderoso lo tomo por el cuello y lo aprisiono con mis labios, Dita vuelve a sentarse en mis piernas, bajo y beso ese cuello fino, succiono su piel, muerdo, beso y lamo cada centímetro que de piel, el pececito grita de placer, al sentir como hago mi trabajo, siente como toco sus tetillas pellizcándolas… el pez vuelve gemir… nos miramos fijamente Dita baja sus pantalones, al ver esto lo imito, lo atraigo de la cintura, ambos nos colocamos de la mejor manera, el pececito se sienta con mucho cuidado sobre mi, siente un pequeño dolor, pero esto lo impulsa a seguir adelante, al estar dentro por completo se comienza mover de arriba abajo, grita de puro placer mientras lo toma de la cintura para ayudar en esas estocadas, el pez me toma fuerte del cabello, lo hacemos una y otra vez, cada vez más rápido y fuerte, hasta que ambos llegamos al éxtasis.. El pececito cae y me abraza, respiramos poco, profundo pero muy rápido, los latidos nuestros corazones están al mil por hora.
El pez se levanta con cuidado, me toma de la mano y nos dirigimos a la habitación a seguir con nuestro desenfrenado amor… al llegar a media noche, estamos acostados, abrazados y desnudos, sin sabana que nos cubra, ambos con los ojos abiertos…
- Tengo hambre… tráeme algo de comer florecita
- Estás loco… si quieres comer, levántate! (me levanto de un solo, me coloco una bata y salgo de la habitación, llego a la cocina, busco entre los muebles que están en el lugar y al fin, cigarros, tomo uno, lo enciendo, succiono la primera bocarada de humo, siento como invade mis pulmones, espiro todo.. esto siempre me relaja.
- Y yo que pensaba que venias por comida (toma mi cigarro, y lo fuma)
- ¿No encontraste tu ropa? (pregunto, al verlo desnudo)
- No te gusta verme sin ella… dímelo y me la pongo…
- ¡haz lo que quieras! …
- Hace un puchero, toma mi mano y nos dirigimos a dormir…
Así como estos días, eran muchos, empezamos entrenando en el coliseo y terminábamos en la cama, pero hace un mes, todo a cambiado, es como si no te conociera, no se por que has cambiado, en que pensaras o en quien pensaras. Las discusiones que tenemos son muy fuertes, en donde siempre resultas llorando y siempre soy el malo… decidimos separarnos por un tiempo y aclarar nuestras dudas, pero eso fue peor de lo previsto, ahora escucho a todos, murmuran sobre ti, sé que hay alguien más ocupando mi lugar, pero te enfrentare, hoy lo hare!!!!
Llego a entrenar y no te veo con nadie, todo pareciera normal, entreno con muy pocas ganas, pero cuando veo que ya te vas, me dirijo hacia ti, volteas a verme, y te miro fijamente…
- No quiero importunarte, pero he esperado tanto tiempo, y solo te quiero pregunatar una sola cosa: ¿Quién es tu nuevo amor mi florecita? Debe ser mejor que yo!!! Lo tomo de la mano
- No hay nadie, ¿Qué te estás inventando? (se suelta del agarre de mi mano, me abraza y luego se va, veo como se aleja, y te pierdes en el horizonte…
Me siento en donde me dejaste, se que hay alguien, ya han ocupado mi lugar y pueda ser que no haya nada que hacer, ya ni siquiera quieres hablarme…
Llego a mi templo, me quedo en la entrada… se que debo ser fuerte, pero no puedo… seguramente no me lo dices, sabes que moriría si lo intentas, no quisiera saber quién es… tomo un cigarro, lo enciendo y lo fumo, solo así me relajo un poco, suspiro muy profundamente, esperando a que todo lo que dicen sea incorrecto, pues siempre la esperanza es la última en perderse…
Pasan los días y siempre que bajo a entrenar estas allí sin falta, es hermoso verte bajo los rayos de sol, tus ojos azul claro me dejan más loco de lo que estoy, hoy veo como te acercas y te insinúas a Dokho, el te da la atención que quieres te toma de la muñeca y se van alejando, no lo puedo soportar, con que era con él, descubrí quien a tomado mi lugar, no puedo seguir viendo, desvió mi mirada hacia el suelo, doy media vuelta y me dirijo hacia mi templo, quisiera llorar, gritar, pero soy fuerte y no lo hago, dije fuerte, mejor dicho soy un cobarde, ni siquiera me puedo expresar bien, al llegar quisiera desmoronarme y llorar sin remedio, pero solo vuelvo a fumar… me hago miles de preguntas, ¿tan malo fui? ¿Por qué el es mejor que yo? ¡soy estúpido! Por amarte con locura y recibir un mal pago… vuelvo a suspirar… todo esto que yo siento es tan real, me duele, el dolor es mas fuerte que cualquier golpe que haya recibido antes…
Pasa el tiempo y sigo escuchando tantas cosas sobre ti, como que no te está yendo bien con libra, pueda ser que ya te has cansado de él, así como lo hiciste con migo, la verdad ni me sorprende, ya casi te olvido por completo y por eso creo que ya estoy recobrando el control sobre mi mismo, me encuentro en el coliseo, entrenando solo… veo como te acercas, todo esto me trae muchos recuerdos… corres y me abrazas, te correspondo el abrazo, mi ángel… no puedo dejarte ir, no ahora, te tomo fuerte, lloras en mi hombro, aspiro tu olor, me encanta hacerlo. Te separas y comienzas a platicarme, no puedo escucharte, estoy maravillado que estés aquí a mi lado, mi boca para tu boca de hablar… solo te puedo decir, gracias por regresar a mi lado, tu vuelves a disculparte, pero no hay nada que disculpar, te vuelvo a besar para no olvidar el sabor de tus labios… nos divertimos toda la noche, bebimos, hicimos el amor una y otra vez, alguien como tu no podría encontrar en ningún lugar…
Pensé que todo iba a mejorar con el tiempo, pero todo era peor, cada día te volvías más insoportable, nada te parecía, te sales de mi templo de noche, por la mañana regresas, todo el dia estas cansado, ya ni siquiera te puedo ver bien, debo preguntar que sucede, necesito saber que te pasa, esa misma mañana en la cual has llegado de madrugada, estoy esperándote en la cama, llegas tu, con los cabellos alborotados y tu tratando de arreglarlos, me levanto, y te enfrento.
- ¿Por qué vienes a estas horas? ¿Dónde has estado toda la noche? (sonries…)
- Porque me ves así, no me reproches nada, hago lo que quiero, con quien quiero…
- Suspiro muy profundo, aunque no lo creas ya me has dicho todo, te amo, te deseo y me arrepiento de tenerte aun con migo, pero a la vez no quiero que te vayas, no te contesto y salgo de esa habitación, salgo a la entrada y fumo un maldito cigarro, después de unos momentos, llegas con un te en tus manos, lo soplas muy delicadamente y lo acercas a mis labios para que lo tome, no te puedo decir que no, bebo un sorbo, y te sonrio… ¡quiero gritar! Me controlas a tu antojo… tomas una de mis manos y me llevas a la habitación, me quitas la ropa con mucho cuidado y te me abalanzas en sima, te beso en esos labios tan dulces como caramelo, paso a tu cuello tan blanco y delicado, te muerdo y succiono cada parte de tu piel y con estas nos quedamos entretenidos toda la noche, amanecemos despiertos, abrazados sin nada que decirnos, te levantas, te duchas, y te vas sin despedirte, creo que ahora ya entiendo todo, solo buscas diversión y yo como estúpido pensando en amor… ja! Ya estoy curado!! Vaya que lo estoy, estoy aprendiendo sobre tu juego de pasiones, aunque me duela el alma y el corazón, aunque no lo soporte mas debo aceptarlo… solo me acompañas cuando me siento muy solo…
Sigo entrenado como siempre y tu también pero de otra manera con tantos compañeros que se te crucen en el camino, cuando te cansas regresas a mí, no me molesta, ya no, rompiste mi corazón y ya se recupero como cualquier otra herida, costó mucho en sanar pero ahora ya me siento mejor… a veces me siento algo vacio, pero sigo el transcurso de mi vida, como cuando no te conocía… ya no soy aquel sujeto que te esperaba regresar, que pensaba que iba a morir sin ti, ya no…
Hace poco conocí mejor a Shura, no solo es mi amigo, mi confidente, pero ahora me doy cuenta que ambos queremos algo mas, algo más de lo que tenemos…
Terminamos de entrenar, Shura es un gran peleador, casi me derriba de un solo golpe, al terminar y subimos a mi templo, nos adentramos y observe que la oscuridad invadía todo el templo, siento como tus brazos enredan mi cintura, me besas con locura, no puedo ni tragar saliva, es tan repentino todo, pero también tengo muchas ganas de ser tuyo y que tú seas mio…
Me recuestas sobre el sofá, nos estorba la ropa, el calor sube, tus caricias no son tan sutiles como las de Dita, son más fuertes, mas varoniles, me encanta, besas todo mi cuerpo, te beso cada centímetro que puedo, me entrego totalmente a ti, para ser sincero, era mi primera vez, y fue lo mejor que me había pasado, fue un dolor punzante que cambio a ser lo más maravilloso de mi vida, no puedo dejar de gemir con cada vaivén, te encanta escucharme y sigues con estocadas más fuertes, pierdo el control, no puedo más, grito tu nombre, y ambos llegamos al éxtasis total… al amanecer no te encuentro en mi cama, solo una nota, donde dice: voy por el café. Sonrió, al levantarme, siento un dolor en la parte baja de la columna pero solo suspiro un poco y voy a tomar una ducha muy larga, salgo de vuelta a la habitación y allí estas tu, sentado en la cama con un café en la mano, sonries y me das una taza, lo bebo, me visto y nos vamos a entrenar.
Ahora soy otro, sin más temor más que entrenar duro, me siento amado y te amo…
Con el paso del tiempo, somos más felices cada dia, disfrutamos cada momento que podemos. Esa tarde llegue a tu templo, al ver que no estabas me recosté en un pilar de la entrada, comencé a fumar un cigarro, vi como el pececito se acercaba, casi corriendo me abrazo, pero esta vez no correspondí ese abrazo, todo lo contrario, lo separe de mi de inmediato.
- ¡perdoname mi cangrejito! No quise hacerte daño, ¡perdoname! (lloras sin medida, tapas tu rostro con tus manos)
- Alguna vez pensaste en el daño que me provocaste ¿lo pensaste Afrodita? Entiéndelo, ya no soy tu juego.. todo te ha fallado y ahora vienes a mi, es muy tarde. Veo tus ojos tristes, pero ya no me conmueven mas, te vuelves acercar, pero me alejo y sigo fumando como que no estuvieras a mi lado…
- Yo!!! Te amo cangrejito… lo que paso fue un gran error… (sigues llorando)
- Rio a carcajadas… mi risa se podría escuchar por todo el santuario… quítate de mi vista y lárgate de aquí! (diciéndote esto, te vas muy despacio, doy media vuelta y entro al templo de mi amado)
Siempre escucho de ti, sobre tu inestabilidad, promiscuidad y muchos más, no soy quien para juzgarte, solo espero que te vaya muy bien, cuando te aburres regresas a buscarme, pero ya no te puedo recibir y lo sabes. Siempre que vuelves te agradezco de corazón lo que me hiciste, me hiciste más fuerte y ahora estoy enamorado de la persona adecuada..
Muchas gracias Afrodita de piscis…
DM de cáncer