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MOTHERFUCKER! por koru-chan

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El tomar un trabajo de medio tiempo y estudiar en horario vespertino me estaba pasando la cuenta. Últimamente me sentía cada vez más cansado.

–Estoy en casa…– informé mientras me quitaba los zapatos con desgana, fijando mi vista de inmediato sobre unos tacones rojos justo a un lado de las zapatillas de Reita.

–Mmh ah… ahhh Akira-kun…– sentí como los colores de subían hacia mis mejillas la mismo instante que encendía las luces de la sala viendo aquella escenita nada digna de ese par cogiendo en el sofá de mi sala. Pensé que estarían en la habitación de ese ¡hijo de puta! Pero no estaba tirando a la vista de cualquiera, maldito desvergonzado.

–Oh! Bienvenido… no te escuché llegar. –

–Claro que me ibas a escuchar, con la magnitud de los gemidos de ese mujerzuela– lo miré con odio sintiendo como una aura negra rodeaba mi cuerpo, mientras él salía del interior de esa chica sin ni siquiera tener la decencia de taparse, sentí nuevamente como me sonrojaba por su falta de juicio.

La chica se bajó su vestido aun tumbada sobre mi sofá mirándome coqueta, asqueado bufé viendo como Akira llamaba de forma insinuante a la puta esa, quien corrió menando sus caderas hasta llegar a su habitación.

 

– ¡Maldito Hijo de puta! ¡Maldito Shima que me presenta esta calaña de amigos! ¡Malditos vegetales, cuantos los odio!– cocinaba hastiado, desquitándome con la cena, la cual no tenia deseos de preparar, pero dado el día… me tocaba a mi cocinar. – Maldición…– bufé masajeándome las sienes mientras bebía un vaso de agua. –No puedo creer que alguna vez haya pensado que me gustaba Akira… – pensé suspirando intentando tranquilizarme.

– ¿Por qué tanto suspiros y maldiciones, Ruki…?– cogió una manzana y se sentó en la mesada. Mirándome con una ceja alzada divertido, mientras yo picaba algunas verduras y las vertía en las ollas preparando muy de mal humor la cena.

–No me satisface para nada cocinarle a esa… y menos a ti después de la escenita que me recibiste hoy. – hablé entre diente sin mirarlo, me sentía  avergonzado después de a verlo visto desnudo, no fue mi culpa verlo así… ni en un año que llevamos compartiendo el departamento lo había visto sin ropa, me siento muy avergonzado por ello.

–Jajaj lo siento. – me revolvió el cabello. Enojado por su gesto lo miré de reojo para  espetarle un par de malas palabras viendo como estaba desnudo, bueno no desnudo… sólo llevaba su pantaloncillo de pijama dejando al descubierto su dorso, su bien formado dorso… –No te enojes, ¿sí? La calentura nos atrapó en el living jeje, además la chica ya se fue…– le dio una mordida a su manzana mientras miraba pensativo hacia un lado. –Ni siquiera recuerdo como se llamaba – rió rascándose la nuca bajándose del masón olfateando con apetito la comida que ya estaba casi lista.

–Eres un enfermo sexual…– espeté viendo como sacaba una cuchara y sorbeteaba la sopa de una olla.

–Jaja ¿tú crees? – me miró lascivo mientras se acercaba a mi intentando intimidarme. – ¿Qué tal si el “enfermo sexual” se quiere coger a un sensual enano enojado? – sentí como mi corazón se disparó al instante que percibí sus manos acariciarme las caderas, sintiendo su aliento en mi cuello.

–D-Déjate de bromas ¡Akira! –dije sin mover un musculo escuchando risitas esbozadas de sus rosados labios para luego sentir un esquivo beso en mi cuello blanquecino. –Tal vez… después de todo jamás me dejó de gustar…–

 

Lo aparté de mi molesto, sintiendo mi cara roja a más no poder, mi corazón acelerado y una sensación de cosquilleo agradable en mi bajo vientre, me mordí el labio haciendo cualquier cosa evitando darle la cara mientras escuchaba sus carcajadas divertidas seguro por mi reciente reacción.

–Deberías cogerte alguien más seguido… ahora que pienso… llevamos viviendo juntos un año y nunca te he escuchado mencionar a ninguna chica ni has traído a alguien a la casa– lo vi cruzase de brazos apoyado sobre la pared mientras yo ordenaba la mesa para servir la comida.

–Estoy ocupado, no tengo tiempo para eso…– revolví por última vez la comida humeante entes de apagar el fuego y servirla. –además… deberías dejar de acostarte con cualquier mujerzuela, te puedes pegar alguna enfermedad. – lo miré molesto al instante que él sonreía quitándole peso a la situación.

–Mmm no me agrada la idea, sin sexo yo no podría ¡vivir!– dramatizó mientras yo rodaba mis ojos.

–Consíguete una novia. – hablé hastiado preocupándome de colocar la mesa paseándome de allá para acá mientras él me miraba de una esquina de la cocina sin ni siquiera mover un musculo para ayudarme.

– ¿Para qué? si tengo una enojona que me preparara la cena. – se burló de mi acercándose y abrazándome por la espalda.

– ¡Deja de molestarme Suzuki! ¡Te la voy cortar si sigues así! – tomé un cuchillo de la mesada amenazándolo sintiendo casi al instante que me tocaba ahí abajo, sonrojado intenté apartarme pero aquellas sensaciones podían más que mis ganas de asesinarlo. –mhg…– gemí bajito golpeándome mentalmente por aquel acto. – ¡Si sigue tocándome así me voy a correr!– pensaba histérico sintiendo como no sólo tocaba mi miembro erecto debajo de la tela de pantalón, si no que con habilidad tocaba mis tetillas bajo mi ropa. –B-Basta… mmgh…–metió sin ningún reparo su hábil mano bajo mis ropas tocando, en un vaivén lento y enloquecedor mi miembro rebosante. Arquee mi espalda sintiendo como Akira aprisionaba mis brazos sobre un mueble enloqueciéndome con cada caricia. Sofocado en placer hice mi trasero hacia atrás rozando su entrepierna sintiendo como su pene estaba duro bajo su ropa, me mordí el labio deseoso bajando mi cabeza acalorado.

–Estas goteando y ¿quieres que me detenga? –habló ronroneante mientras mordía el lóbulo de mi oreja.

–ahhh mmh…–mordí mi labio inferior sintiendo mi respirar agitado una vez que quitó su mano de mi pene. – ¡Estás enfermo!– le dije entre cortado maldiciendo por lo bajo por no haberme dejado que me corriera.

–Estas ganoso. – se burló nuevamente. Me giré enojado sintiéndome medio atontado por las vagas sensaciones que sentí en escasos segundos rodear mi cuerpo. – Si me la chupas... hago que te corras…–

–Maldito pervertido deja de jugar conmigo, eres un hijo de puta que…– atrapó sonriente mis labios en un hambriento beso que, admito, me dejó atontado unos segundos, cuestionándome su propuesta de unos segundos atrás. Desabotonó mi camisa mientras comenzaba a corresponder aquel beso con lentitud, teniendo gran dificultad en seguir aquel contacto, el cual me había tomado por sorpresa. Sentí como con las yemas de sus pulgares tocaba con sutileza mis tetillas, haciéndome sentir cosquillas en mi bajo vientre. –Mierda…– gemí en medio del beso sintiendo mi cuerpo vibrar al ver como su lengua jugueteaba con mis erectos botoncitos de un rosadito oscuro. –A-Akira…– Gemí.

– Vamos… chúpamela. – volvió a decir, mientras intentaba luchar contra aquellas sensaciones, contra mis deseos, contra mis más bajos y oscuros deseos.

 

Se sentó en el sofá mientras yo lo miraba sentado en el suelo, viendo como bajaba un poco sus pantalones de tela ligera dejando a la vista aquella carne erguida rebosante. –Q-que Grande… – pensé sintiendo mis mejillas rojas y mi corazón latir a mil por segundo… ¿qué estaba haciendo? Bufé frunciendo el ceño, me sentía avergonzado por caer en las redes de aquel enfermo. Relamí mis labios acercándome a aquel pene, el cual, con una mano, lo sujetaba de la base, comenzando así un vaivén lento escuchando los primeros suspiros provenir de sus labios. –Por favor córrete rápido. –pensaba siguiendo con mi tarea.

–nngh… se supone que la chuparías…– habló con dificultad sujetando mi nuca para que me acercara a su entrepierna. Volví a relamer mis labios, humedeciéndolos mientras me acercaba a su pene. Lamí la punta sintiendo como se retorcía, gustoso comencé a engullirme esa carne ergida, lamiéndolo, envolviéndolo con mi lengua percibiendo como poco a poco comenzaba a mantener un ritmo con sus manos en mi cabeza. –nngh… ahh!– gimió ronco para luego sentir como una viscosa sustancia se vertía en mi boca. Me aparté de él molesto mientras limpiaba mi cara manchando mi camisa.

– ¡imbécil! ¡Podías haber avisado antes que te corrieras!– espeté fastidiado levantándome con rapidez del suelo.

–Lo siento jejej parecías disfrutarlo… asique…– lo miré con furia sintiendo como me tomaba del brazo tumbándome con brusquedad sobre su cuerpo.

–Ahora… me toca a mí, te quiero oír gritar…– dijo mientras me sentaba sobre su abdomen dispuesto a espetarle unas cuantas palabras, no era una puta en celo como las mujerzuela que traía a MI departamento.

–mmgh… – me cubrí la boca con una de mis manos, reprimiendo en vano uno de mis gemidos. Sentí como con rapidez Akira adentraba una de sus manos entre mis pantalones masajeando en extensión mi pene. En un movimiento rápido bajó mis ropas dejándome desnudo por completo. Vi como se relamía sus labios comenzando un vaivén lento y torturante hacia mi necesitado miembro, me apoyé de su pecho alzando un poco mis caderas, dándole el espacio necesario para que continuara con aquel jueguito.

Agitado me hundí sobre su pecho, de la nada había dejado de tocarme, me sentía abatido y atontado por lo que estábamos haciendo.

–M-Mierda… mgh!– gemí en su cuello sintiendo como unos de sus dedos se inmiscuían en mi ano. –Ah… ¡¿q-qué demonios haces, Akira?!– espeté jadeante apuñando entre mis dedos la tela del sofá.

–Estas demasiado apretadito acá atrás…– habló con dificultad haciéndome sentir incomodo por la intromisión de uno de sus dedos, percibiendo como lo sacaba y volvía a introducir con suma dificultad.

Me alzó unos centímetros para levantándose, lo observé, hasta que su figura se perdió entrando a su habitación. – ¡Él muy idiota me dejaba así y yo que más encima se la chupé!–pensé enojado recogiendo mi ropa del suelo.

 

– ¡hey! ¡¿Dónde vas?!– volvió con una especie de botellita, parpadee un par de segundos atontado sin entender. Me hizo colocarme de rodillas boca abajo al sillón, lo cual obedecí sin reclamar nada, demasiado sumiso a mi parecer. – ¿Eres virgen?– ¡¿a que iba esa tonta pregunta?!

– ¡No, tarado! – lo miré hacia atrás rojo de vergüenza viendo como cogía mis nalgas apretándolas con sus manos, palpando de vez en cuando mi entrada.

–De acá atrás si lo eres– se rió divertido, sintiendo al instante como un líquido visco y frio era vertido en mi entrada, percibiendo como se resbalaba manchando mis piernas.

– ¿Q-Qué vas hacer?– hablé temeroso.

– Algo que te va hacer gritar. – definitivamente eres un enfermo sexual y yo también por seguirle sus jueguitos…

Sentí como volvía a introducir un dedo, pero esta vez se sintió resbaloso y menos forzado que la vez pasada, lo sacó y lo metió mientras besaba mis nalgas mordisqueándolas de vez en cuando.

 Un segundo dedo fue introducido, haciéndome estremecer mientras con desesperación  mordía unos de los cojines del sofá. Sentía como una oleada de calor recorría mi cuerpo haciéndome vibrar de manera descontrolada, mis piernas temblaban producto de aquella extraña sensación producidas por mi rubio  amigo. Sacó sus dedos volviendo a repetir esta acción un par de veces dando con el mismo punto cada vez más fuerte haciéndome estremecer, percibiendo como un cosquilleo intenso recorrió mi columna haciendo vibrar –¡Nhg! ¡Ahhhg!– gemí contrayendo mis músculos corriéndome fuertemente manchando el sofá con mi esencia.

Me giré embobado sintiendo como aun espasmos recorrían mi cuerpo producto de aquel reciente orgasmo. Me sentía sofocado y adormilado viendo como Akira se acercaba y lamia mi cuello jugueteando con mis tetillas, haciéndome retorcer bajo su cuerpo.

–Te  he visto, ¿sabes?– ¡¿eh, de que hablaba?! Me quedó mirando lascivo. –Te masturbas en el baño olfateando mi ropa interior. – Abrí mis ojos a más no poder sintiéndome rojo como un tomate, viendo como Reita reía con simpleza.

–Yo…– no sabía que decir, estaba demasiado avergonzado.

–No sabes cómo me calentaba verte haciendo aquello, por eso comencé a acostarme con más y más mujerzuelas, pero ninguna me satisfacía, tú eras al único que deseaba oír gemir mi nombre una y otra vez. – abrí mis ojos a más no poder sintiendo como sus labios atrapaban los míos con hambre. Enredé mis brazos en su cuello correspondiendo aquel gesto con una felicidad embriagante. Adentré mi lengua con a su boca, convirtiendo aquel beso húmedo en uno candente y necesitado.

–Ahora debes pagar por todo ese tiempo que me tuve que pajear y acostar con esas chicas, Matsumoto no dormirás esta noche. – rió malvadamente viendo mi rostro, el cual denotaba pánico excesivo. Poco le importó tomándome en vilo mientras yo lo golpeaba sin excito alguno siendo arrastrado hacia su habitación, de la cual no puede salir hasta la mañana siguiente donde me tuve que quedar de igual forma, ya que con suerte me podía mover, todo el cuerpo me dolía.
– ¡MALDITO HIJO DE PUTA PERVERTIDO!–

 

 

Notas finales:

Hola C:

 

No pensé volver con algo tan pronto, pero heme aquí fieles y hermosas lectoras :3

 

Si llegaron hasta aquí es porque le gustó (?) el oneshot ._. Espero que si les haya gustado *-* lo escribí hoy en vez de hacer mis trabajos para la U~ en fin esto me divierte más que hacer trabajos lateros ¬w¬ xD

 

Creo que Ruki le dijo hijo de puta a Reita todo el cap D: Aki!!!! Espero que tu mami no se enoje D: xDDDD

 

Me dejan reviews? No? e.é bueno ._. xD

 

Lalalab35; sólo espero que les haya gustado, espero sus apreciaciones en un bello y no destructivo review :c

 

[sepan comprender mi falta de ortografía pliz~]

 

Nos leemos pronto bellas~ bye besitos ;D


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