—hai —le dijo el peliblanco- traeré a naruto-kun de vuelta
Ya han pasado dos días y el quipo 7, el quipo elite de Konaha, se estaba alistando para su misión. La primera en llegar a la salida de la aldea era una joven chica de cabello rosado y ojos verdes. Ella era Sakura Haruno, la única medica que obtuvo su titulo a los 15 años, considerada un genio en las ciencias medicas. Tiempo después llego el integrante mas enigmático del grupo, nadie conocía su verdadero nombre, ni siquiera sus compañeros, pero todos lo llamaban Sai. Un joven de piel exageradamente pálida, cabello y ojos negro (algo parecido al Uchiha) pero lo que mas lo caracterizaba era la sonrisa falsa dibujada en su rostro.
Mientras sus compañeros hablaban alegremente llego el joven Uchiha, perfecto como siempre. Vestía un traje negro con una camisa azul oscura que hacia destacar su piel de porcelana, pero lo mas importante era su actitud fría y lejana que lo hacia mas apuesto que nadie.
Sakura estaba mas que al tanto de su perfección y no espero para saltarle encima.
—¡Hola Sasuke! —dijo la de cabello rosado agarrando el brazo del azabache —. Te ves tan bien como siempre.
—Hola Sakura.—El moreno no podía estar mas fastidiado, odiaba que la gente lo tocase y esta chica lo agarraba como si nunca lo fuera a soltar.
—No seas tan amargado Sasuke —dijo Sai en tono de burla al ver el semblante de su compañero—.¿Es qué no te agrada tener tu propio club de fans?
—¡Cállate copia barata! —le contesto el Uchiha con intenciones asesinas —. Mejor metete en tus propios asuntos bastardo.
Mientras los jóvenes seguían discutiendo a la entrada de la aldea se acercaba su sensei y líder de equipo, quien tenia la horrible costumbre de llegar tarde. Su nombre es Kakashi Hatake, uno de los hombres mas admirados en toda la aldea. Su fuerza e inteligencia era casi legendaria y aun cuando todos en Konoha lo conocían y respetaban, nadie conocía su rostro pues siempre estaba cubierto por una mascara. Lo que mas destacaba de esta persona era su cabello blanco peinado en punta y un parche que cubría su ojo izquierdo.
—Veo que están muy animados esta mañana —interrumpió el de pelo blanco, mientras todos paraban de hablar y le prestaban atención —. Pero no es momento para estar jugando— menciono mirando a la joven de ojos verdes que seguía pegada aun al moreno quien al entender la indirecta se separo rápidamente de su amado.
—Lo siento Kakashi-sensei, pero que mas podemos hacer cuando usted no llega a tiempo —dijo reclamándole tanta tardanza a lo que este simplemente le dio una escusa absurda.
—Eso no es lo importante —prosiguió el de cabello blanco después de excusarse con su equipo—. Ahora tengo que darle algunos detalles mas sobre nuestra misión. Como saben no dirigiremos a la aldea del viento— ignoro las miradas de odio que brotaron en los ojos de sus alumnos al escuchar el nombre de aquella aldea — para comenzar los diálogos de paz, aun así no podemos confiarnos y por eso necesito que estén alerta a cualquier indicio de una trampa. Sasuke —llamo al azabache quien aun seguía con una expresión de odio — tu serás nuestro primer respaldo, después de todo eres el mas habilidoso en la ofensiva así que nos protegerá a todos. Sakura recuerda que al ser el medico del equipo no debes distraerte ni un segundo, nuestras vidas estarán en tus manos. —la de pelo rosa solo asintió con expresión seria—. Y tu Sai, aun cuando Tsunade-sama dijo que no espiaras en la aldea del viento, quiero que estés pendiente de cualquier actitud extraña por parte de ellos.
—Hai —contestaron solemnemente los tres jóvenes al haber terminado de hablar su sensie.
Los cuatro se montaron en un auto preparado por Lady Tsunade y se dirigieron inmediatamente hacia la aldea del viento.
Actualmente solo existían unas pocas aldeas distribuidas en todo el mundo y dos se encontraban en Japón. Konoha era la única que había mantenido su nombre y sus clanes a través del tiempo pero el resto de aldeas habían cambiado e integrado otros clanes a su estirpe. La aldea del viento era el nombre mas actual de la otra aldea localizada en Japón y por supuesto era el mayor enemigo de Konoha. Ambas aldeas prestaban servicios similares y era común encontrarse entre ellos en misiones de asesinatos y protección causando peleas constantes.
Tanto Konoha como la aldea del viento tenían integrantes con grandes habilidades gracias a la regla de mantener la pureza de su sangre, y es que estas aldeas habían descubierto que entre menos cruces hubiera en su árbol familiar mas probabilidad es que nazca un niño o niña con habilidades sobrenaturales heredados por sus antepasados.
Como era de esperarse en el equipo siete había una persona con un don sobrehumano, el milagro de Konoha, el joven Uchiha Sasuke quien, al igual que su hermano Itachi, heredo una versión del Sharingan, poder que no había aparecido en generaciones. Aunque no era tan poderoso como lo contaban las leyendas, si le permiten percibir y ver cosas que el ojo humano no puede, aumentando sus reflejos y perspicacia. Junto a este increíble don el azabache era un experto en armas de fuego y armas blancas siendo el la joya de Konoha. Pero para el el Sharingan solo era un recuerdo de el peor día de su vida.
Flash Back
Un pequeño azabache llego a su casa. Sabia que sus padres no estaban debido a que habían partido a una misión unos días antes lo cual no era extraño, sus padres eran realmente talentosos y aunque los extrañaba mucho cada vez que salían nunca se sintio solo pues su hermano mayor siempre cuidaba de el.
El menor llegaba de la escuela y se apresuro a entrar pues esperaba ansioso el contarle su primer día en la academia de Konoha, pero cuando llego a la sala vio a su hermano sentado, con la cabeza gacha y los puños apretados.
—¿Oni-chan?. —se acerco lentamente el tierno moreno muy preocupado —. ¿Qué paso Oni-chan?
—Sasuke —dijo apenas audible como si se hubiera acordado de este y antes de que se diera cuenta su pequeño hermanito ya estaba junto a el.
Sasuke nunca había visto a su hermano llorar, siempre pensó en el como la persona mas fuerte e increíble, pero en este momento veía como gruesas lagrimas salían sin control de sus ojos negro, lo cual no hizo más que preocuparlo.
—¿Oni-chan? —seguía preguntando el infante apunto de llorar, le dolía ver a su hermano mayor en ese estado — ¿Por qué lloras?
—Sasuke —dijo el mayor limpiándose las lagrimas y mirando a su Ototo con melancolía—. No te preocupes Sasuke, todo va estar bien. Nunca te dejare solo. —lo abrazo fuertemente y sin poder contenerse las lagrimas volviron a salir.
El mayor sabia que Sasuke no era tonto, y cuando este comenzó a llorar sabia que se había dado cuenta del porque de su tristeza. Solo esas pocas palabras habían bastado para que el moreno menor se enterara de que sus padres nunca mas volverían.
Ambos niños durmieron juntos en la cama de sus padres, como lo hacían cada vez que tenían miedo o enfermos. Aunque las horas de sueño fueron pocas comparadas a las horas que pasaron llorado.
Al día siguiente los dos niños se prepararon para el velorio de sus padres, ambos se despidieron aunque no lograron verlos ya que sus cuerpos no eran reconocibles y los adultos prefirieron que los infantes recordaran a sus padres en vida.
Luego se dirigieron al cementerio de la aldea donde fueron enterrados al medio día. Los hermanos Uchiha se quedaron hasta el atardecer al frente de sus tumbas, ya todos se habían ido y en todo este tiempo solo reino el silencio hasta que fue interrumpida por las palabras del azabache menor.
—Los matare, me vengare —dijo el pequeño moreno repleto de odio y dolor —. Lo juro por nuestro padres. Hare que cada persona de la aldea del viento se arrepienta de haber nacido. Hare sufrir a cada maldita persona de esa aldea.
El mayor quedo sorprendido ante tales palabras de su Ototo. El sentía lo mismo, no lo podía negar, pero no creía que aquellos sentimientos pudieran nacer en un niño de 7 años. Pero antes de que pudiera hablar se dio cuanto que de los ojos del menor brotaban grandes lagrimas rojas, y que sus hermosos ojos color ónix habían sido remplazados por unos color rojos.
//Sharingan// fue lo único que pudo pensar el uchiha con las grandes ojeras
—Te lo juro Oni-chan— dijo el pequeño moreno viendo el atardecer con sus nuevos ojos.
Fin del Flash Back
—Ya llegamos —dijo el hombre de la mascara sacando al azabache de sus pensamientos —. Por favor recuerden cual es nuestra misión. No busquen problemas. — y este se bajo del auto.
—Tsk —se escucho por parte del moreno quien no podía dejar su orgullo ni su ego.
El Uchiha salió del carro con desgano seguido por sus compañero de equipo que tenían la misma actitud.
—Buenas Tardes —dijo acercándose un hombre de cabello largo y negro, piel blanca como el papel, ojos color miel y tenia una clase de sombra morada en sus parpados. Este daba la sensación de ser una serpiente, sensación potenciada por una sonrisa venenosa y aterradora dibujada en su rostro—. Que bueno que al fin hayan llegado, los estábamos esperando. Mi nombre es Orochimaru — se presento ya al frente del equipo 7.
—Muchas gracias por recibirnos —Contesto el de pelo blanco al ver que ninguno de sus alumnos lo haría.
—No se preocupe. Ahora los llevare al palacio central —dijo haciendo un ademan para que los recién llegados lo siguieran, todos con mala cara. No se podía esperar nada menos.
Mientras se dirigían al palacio de la aldea del viento veían asombrados que tan parecidas eran ambas aldeas. La arquitectura de los edificios y la distribución de estos eran similares a diferencia de la ausencia del gran rio que a travesaba Konoha. Pero lo que mas sorprendía a los tres jóvenes del equipo 7 es que la gran mayoría de los aldeanos eran pelirrojos, por doquier que mirasen solo se veían unas pocas personas con diferente color de cabello.
—Nuestra aldea es algo diferente a la de ustedes —dijo quien los guiaba al ver la sorpresa de los jóvenes —. Todos los clanes de esta aldea están estrechamente relacionados por la sangre, eso explica que la mayoría de nuestros habitantes sean parecidos aunque sean de diferentes clanes. Nuestra primera regla es “no derramar tu propia sangre” y como todos somos practicante familia el matar a alguien de nuestra aldea es como matar a nuestro propio hermano. Diferente a lo que ustedes hacen —dijo con una sonrisa cínica que los tres adolecentes no lograron descifrar.
No paso mucho tiempo hasta que llegaran a un hermoso y gran palacio en el centro del pueblo rodeado por jardines llenos de flores. Cualquiera quedaría embobado con aquella deslumbrante belleza casi salida de un cuento de hadas y el interior de la mansión no se quedaba atrás. Entraron a un gran living de paredes color vino tintó con apliques dorados y en el centro unas enormes escaleras. A pesar del color oscuro de sus paredes, este estaba lleno de luz gracias a los grandes ventanales que permiten al sol iluminar el interior. Estos continuaron caminando dentro de este espectacular lugar hasta llegar a una sala donde el guía de cabello largo los invitaba a sentarse en unos lujos muebles.
—Por favor esperen un momento —les pidió Orochimaru —. Llamare a Nagato-sama.
Todos asintieron y el hombre de cabello largo se retiro. Poco después apareció en la puerta un joven de unos 15 o 16 años, muy delgado y se veía algo débil. Parecía ser un sirviente de la mansión por la ropa que tenia puesta y a este no se le veía el rostro pues su cabello rojo, no muy bien peinado, le cubría el rostro. El chico tenia la cabeza gacha y llevaba en las manos una bandeja con Té. Este no saludo, simplemente se acerco y le entrego a cada uno una taza. Todos estaba un poco extrañado ya que el pelirrojo se veía nervioso y temblaba un poco. Desde mas cerca este se veía un tanto diferente al resto de los de la aldea del viento. El color de su cabello era un tanto apagado y su piel era un poco mas broceada que el resto.
El pequeño sirviente solo le faltaba entregar la ultima taza al joven Uchiha quien se dio cuenta que el pelirrojo estaba aun mas nervioso que hace un momento.
—Oye dobe ¿Vas a servirme un poco de Té o te asusto mucho? —pregunto el azabache divertido por la situación y con una de sus características sonrisas marca Uchiha. Pero esas palabras solo hizo que el pelirrojo entrara en pánico y se le cayera la taza de Té encima del moreno —. ¡Oye! ¿Qué haces maldito bastardo? ¿Eres idio… — pero aquel grito de furia quedo hasta la mitad al ver como el sirviente casi entraba en un estado de crisis.
El pelirrojo temblaba mas que nunca y con una servilleta comenzó a secar a al azabache con desesperación pidiendo disculpas casi audibles y pequeñas lagrimas comenzaron a recorrer su cara.
—Tranquilo —dijo el moreno conmovido por la escena —, no tienes que preocuparte tanto. — y levanto el rostro del pelirrojo con suma suavidad para no lastimarlo.
Por primera vez pudo verle la cara la cual estaba cubierta por lagrimas y su expresión no era mas que miedo. Mas todo eso paso a un segundo plano cuando vio unos ojos que ya conocía, unos ojos que aparecían en sus sueños cada noche. Eran unos ojos de una azul como el zafiro pero apañados por el llanto.
//Naruto// fue lo único que puedo pensar. Pensamiento que inundando su mente.