Park Yoochun, joven pelinegro que esta pisando la etapa de sus treinta, presidente general de la línea comercial del centro de Seúl- Corea y parte de Japón-Tokio, de familia cálida donde su madre fue su principal sustento, a falta de su padre se convirtió en cabeza de familia llevando en sus hombros la responsabilidad de sacar adelante el trabajo que por años su padre y abuelo han mantenido.
Su mayor fascinación de encuentra en el trabajo y en la cama, aunque no piensen mal, la cama últimamente, y con eso me refiero a los últimos cuatro años de su vida, se convierte en su principal atracción solo porque el pelinegro es amante del sueño, y amor a la sabanas que suaves y calientitas le esperan cada noche al llegar del trabajo, el trabajo?.
Oh, bueno…
-Sr. Park, aquí están los informes que me pidió.- Hablo con calma el lindo castaño que ha entrado a la oficina del ‘’Sr. Park’’.
-Oh gracias Junsu, pero ya te he dicho, solo dime Yoochun, me haces sentir viejo cada vez que me dices ‘’Señor’’.- Le dice con una media sonrisa coqueta y divertida cuando ve al castaño asentir un poco sonrojado y marcharse a su escritorio.
Se mantiene sonriendo aun cuando el castaño a dado media vuelta y se dirige hacia la salida, no pudiendo evitar que su mirada se ancle a esas perfectas caderas moviéndose con casi ‘’swing’’ femenino y ese perfecto trasero que lo mantiene algo idiota hasta que el castaño abandona la habitación, cayendo apenas en cuenta de que ha estado presionando su labio inferior con sus dientes hasta casi hacerlo sangrar, resopla deshaciendo el agarre y gira en su silla de cuero.
-Es tan sexy…aah~…- Suspirando sube los brazos hasta apoyarlos en el cabezal de la silla, sonriendo como idiota.- Que estas haciendo Park Yoochun?.- Se detiene un momento a pensar.
¿Qué esta haciendo?
-Yo no suspiro.- Se acomoda en su silla y mantiene la mirada al frente.- ¿Por qué suspiro? ¿Y esas palabras que?.- Se levanta y dirige al ventanal de su oficina, mirando al horizonte.- Sera que…no~, como crees?, nah~..- Niega con la cabeza riéndose de los absurdos pensamientos que en este momento lo atacan.
Por favor, ni que el inalcanzable Park Yoochun fuera Gay.
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-Oficina del Sr. Park con quien me comunico?.- El castaño cumplía con su tarea diaria que es contestar las llamadas referidas al ‘’Sr.Park’’, no le aburría sobre todo cuando debía pasar las llamadas al ‘’Presidente’’ y oía su voz ronca al teléfono.- Un momento, ya lo trasfiero.- Presiona el botón del intercomunicador y habla con el ‘’deseado’’.- Sr. Park, el asistente del Sr. Lee quiere hablarle por la línea tres.- Habla normalmente hasta que lo escucha.
-Junsu~..- Habla cansino esperando que el otro se dé cuenta del error.
-Si señor?..- El castaño responde, cayendo en cuenta de lo que el ‘’Encaprichado presidente’’ quería.- Lo siento Señor, digo Yoochun..- Habla entre tartamudeos haciendo sonreír al otro.- El Señor Lee en la línea, bueno no, es su asistente, tome la llamada por la línea tres.
-De acuerdo, gracias Junsu.- Y el castaño, cuelga el teléfono temblándole la mano.
- Yoochun?, no puede quedarse tranquilo con que lo llame Señor Park, es mi trabajo y…
-Junsu~.- El castaño sale abrupto de sus pensamientos y lo mira sorprendido. ¿Y la llamada del Señor Lee?.- Pasa algo?.
-N-no Señ-..Yoochun..aish- Baja la mirada nervioso sacando una ligera risa del pelinegro.
-Ven a mi oficina por favor..- Le avisa el presidente para ser seguido por el castaño..- Sientate.- hace ademan con su mano, y espera que el castaño se tranquilice.- Necesito que me acompañes a un lugar.- El pelinegro ni siquiera lo miraba, solo asentía algo en la computadora, al parecer algo importante, pensó el castaño.
-Si Señor, digo, Yoochun.. Algo mas?..- El castaño de dignaba en mirarlo tan serenamente como le era posible con ese tic en la pierna derecha.
-Si, por que la Señorita, Aikawa no ha llegado?..- Aparta un momento la mirada de la pantalla y enfrenta al castaño, ve como se estruja las manos nervioso.- Sabes porque no ha llegado?.
-Amh..pues, ella esta cuidando de su abuela, por eso no ha llegado.- El castaño mira a otro lado, y su conciencia le grita: Mentira! Sonrojando otro poquito mas al recordar la razón por la cual su amiga secretara llega tarde al trabajo…
-Jun-chan!, cúbreme!..-Decía agitada su amiga en la otra línea.
-Que? Llegaras tarde de nuevo?.. – El castaño apenas y pisaba la empresa al recibir la llamada de su amiga.
-Es que..’’Cariño, vuelve a la cama’’..-Escucha el castaño, típico, su amiga se divirtió esa noche y no llegara hasta pasada las diez de la mañana.
-Eres una…Aah~, de acuerdo pero no te tardes!.- Responde de todos colores el castaño, escuchando un ‘’Gracias’’ y se corta la llamada.- Lo que hago por esa tonta.- Resopla y termina por dirigirse al su piso.
Los dos habían quedado en silencio, uno por la vergüenza al recordar cosas tan bochornosas, mientras el otro se divertía viendo como de vez en cuando el castaño mordía su labio inferior y arrugaba su entrecejo, el pelinegro sin querer imitaba los movimientos de su boca solo que se imaginaba otro tipo de cosas.
-Uhhm.. Presidente~..- El castaño volvía su mirada al pelinegro mordiendo sus labios mientras se levantaba de la silla y seguía con movimientos gatunos, hasta llegar al borde del escritorio.- Señor Presidente~.. estoy caliente~..- El castaño empuja todo lo que había en el escritorio y se monta a gatas en el ante la mirada atónita del pelinegro.- No~ quiere ayudarme~ uuhm?..- El castaño lo miraba con deseo, despacio y desabrochando su chaleco oscuro tomando por la corbata al pelinegro casi haciéndose de sus labios.
-¿Se encuentra bien Presidente?.- El castaño le pregunta sinceramente contrariado de la actitud del pelinegro, tenía las mejillas medio sonrojadas, respiraba un poco agitado y lo miraba profundamente mientras sus dientes seguían presionando su labio inferior.
El pelinegro atiende en lo que el castaño se refería y carraspea, pestañea varias veces y se acomoda en su asiento, terminando la conversación de manera seria.
-Solo, prepárate para salir en media hora..- El pelinegro lo mira con una ceja alzada y con porte elegante.- Ahora por favor necesito seguir en mi trabajo.- El pelinegro responde, y como si el destino quisiera dejarlo sin ningún atisbo de dignidad, su computadora suena.
-Usted ha ganado otros diez mil puntos!.- Suena su computadora con la típica voz de muñeca anime, el pelinegro solo se sonroja de la vergüenza y trata de quitar el juego pero la música fuerte de ganador sigue sonando.- No te quedes allí, sigue con la otra carrera Mister Hot!~..
-Cállate cosa del demonio!~..- Pensó, mientras desconecta el equipo, y mira al castaño aguantarse la risa.- Te veo en media hora, llama al carro diez minutos antes de salir bien?.- El pelinegro trato de sonar firme y seguro, pero parece que eso solo le dio mas risa al castaño el cual solo asintió con una sonrisa en sus labios para salir rápido y poder reírse a carcajadas de su jefe.- Se ríe de mi?..- El pelinegro escucha la risa del castaño e inconscientemente sonríe con el, riéndose de el mismo y su suerte.- Al menos gane diez mil puntos!..- Se emociona y conecta de nuevo la PC, para seguir ‘’trabajando’’.
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El castaño llega a su escritorio, y termina por cubrir su rostro con sus manos, mientras que otro personaje llega hasta el.
-Porque tan emocionado??.- Pregunta ajetreada, la culpable de su principal bochorno.
-Aahhaha~ nada~.. TU!..- Termina de reir y apunta con un dedo a su compañera de trabajo.
-Que?..
-Porque llegas a esta hora?! Dijiste que tardarías poco!.
-Yo nunca dije eso~ Yo solo te pedí que me cubrieras~..- Va hasta el escritorio del castaño y toma de las mejillas a su compañero empezando a hacerle cariñitos como si fuera un bebe..- Muchas Gracias~ Cosshito bebe~!
-Yah! Déjame.. tonta~..- Seguian jugando mientras una mirada penetrante se hacia presente en la sala.
-Ya terminaron de jugar niños?..- Pregunta con el ceño fruncido.
-Si Señor Park..- Responde dejando a su amigo, dándole una reverencia de disculpa.- Lamento mi retraso~.
-Ya no importa tu compañero te ha cubierto, apenas y note que no estabas..- Respondía desinteresado mirando de nuevo al castaño.- Ya llamaste al chofer salimos en quince minutos..- Decía el pelinegro mirándolo fijamente.
-Si Señor..- Una mirada del pelinegro.- Yoochun~..- El castaño se dedica en hacer lo suyo, el pelinegro desaparece de la sala, y la rubia japonesa mira a su amigo pícaramente.
-Con que Yoochun eh~?..- Pregunta dejando en claro sus intenciones.
-No fastidies!..- Apunta el escritorio de la rubia y su amiga le tira un beso volado y se dirige a su puesto, mientras el castaño sonríe por los gestos producidos por su jefe.
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-Por supuesto que si Señor Lee, será un placer trabajar con usted..- El pelinegro sonreía cordial al hombre de cabello algo cano, se estrechan las manos y celebran el nuevo contrato efectuado, no había mejor comerciante en corea que el Señor Lee y trabajar con el le traería bastantes beneficios a la empresa del Pelinegro.
-Señor, recuerde su otra reunión..- Le recuerda su asistente personal a lo cual el hombre se disculpa por su repentina retirada.
-Sigamos en contacto y repitamos esta salida Presidente Park..- Toma la mano de pelinegro despidiéndose de el, recibiendo enseguida la afirmación del pelinegro, una venia de despedida y de repente, el presidente y el castaño se encuentran solos.
-Woow~ siento que puedo respirar de nuevo..- El pelinegro relaja su cuerpo y se tira en la silla abriendo su saco en el proceso para refrescarse.
-Ciertamente se veía bastante nervioso presidente..- Le responde dulce el castaño sacando una sonrisa del pelinegro.
-Al menos ya no me llamas Señor..
-Como prefieres que te llame entonces? Chunnie~, te gusta?
-Que?
-Mientras me acostumbro a llamarlo por su nombre, lo llamare Presidente, le parece?
-Eh..si~.- Responde un poco confundido.- ¿Qué rayos estoy pensando?.- Aparta su mirada del castaño descubriéndose un poco mas acalorado.
-Bien, entonces llamare al Chofer, ya regreso..- El pelinegro asiente y lo ve nuevo, esas caderas, ese trasero, ese cuerpo.
-Tan Sexy~..- Suspira bajo y se golpea la mejilla derecha.- Deja de pensar en esas cosas Park Yoochun! Es tu secretario! Por dios!.- Pensaba mientras el castaño volvia a la sala.
-Dijo que tardara unos diez minutos.- El castaño caminaba hacia a el, y el pelinegro volvia a entrar en ese mundo paralelo que le entregaba a Junsu así.- Eso nos da un tiempo no?, no pudimos terminar en tu oficina ratoncito~..- El castaño se monta a horcajadas sobre el pelinegro, tomándolo nuevamente de la corbata.- Vamos Chunnie, necesito que me toques~..- El castaño se movía sobre la hombría del pelinegro, sacando pequeños gemidos mientras sus manos se dirijan a ese perfecto trasero.
-Aahh~..- Suspira, saliendo abruptamente de su fantasía y su asistente lo mira un poco preocupado.
-Le pasa algo Presidente?..- El castaño hace el intento de acercarse.
-No!..-El pelinegro extiende su mano haciendo que el castaño retroceda.- Ahm, yo-yo..solo, voy al baño..- Un escape rápido, se dirige al baño, se esconde en un cubículo y trata de calmar su respiración.- Pero que diablos me pasa!, me estoy excitando con Junsu enfrente de mi?, en que clase de pervertido me estoy convirtiendo? Y… Dios! Que hago con esto!..-Dirige su mirada a la obvia erección que tendrá que atender.
No tenía otra opción, tendría que masturbarse.
-NO!, no hare tal cosa!..no ahora..-El pelinegro trata de calmarse, y no sabe como logra que su ‘’prominente erección producida por ese tierno y lindo secretario’’ no se note demasiado, benditos pantalones.
-Yoo-chun-?..-Estas aquí?
-Eeh~ si! Aquí! Salgo en un momento~..- No te atrevas a levantarte!..- Apunta hacia abajo dando la ‘’orden’’
-De acuerdo, lo espero en el auto..- El castaño abandona el baño y el pelinegro sale del cubículo, abriendo con fuerza la puerta suspirando al espejo, ve su reflejo y se sorprende.
-Desde cuando me sonrojo?..- Golpea sus mejillas y se queda mirando su reflejo.- es solo deseos de llevarlo a la cama para una noche cierto?..- Se preguntaba asi mismo.- Es solo una aventura, verdad?.- Abre la llave y lava sus manos, como si realmente hubiera algo que lavar.- El no me gusta, no~..- Y hecha su cabeza hacia atrás, dejando salir su frustración en forma de berrinche, dando algunas vueltas en el baño mirándose de nuevo en el espejo.- Tu no te enamoras ok?
-Oh ya cállate, acepta que estas enamorado de ese lindo castaño y punto!.-Ahora su reflejo le hablaba?
-Yo no estoy enamorado~.- Habla con su reflejo como si fuera lo mas obvio del mundo.
-Deja de comportarte como un bebe!..- Su reflejo le indica que se acerque, y el…bueno no es que tenga muchas opciones se acerca.- Escúchame, el debe de sentir lo mismo por ti, no ves la sutileza y dulzura con la que te trata?
-Lo hace así, porque soy su jefe..
-Déjame terminar!..- Su reflejo lo abofetea y lo apunta a la cara.- Oye, no todos lo días un chico tan puro y lindo como el se enamora de ti~, vamos Chun ya me canse de que te marees con alcohol y luego me reclames que paso ayer!
-Hace mucho que eso no pasa! No seas injusto~..- La voz del castaño se hace presente fuera del baño, y su reflejo lo mira con advertencia.
-Debo irme, en serio Yoochun piénsalo, no seas imbécil~..- Le da una palmada en el hombro y el pelinegro vuelve a ver su reflejo, como si nada hubiera pasado.
-Auuh~ cada estoy mas loco..
-Se encuentra bien Señor?
-Aah! Dios Junsu! No entres asi!!!..
-Lo siento, lo siento! Es que se estaba tardando mucho! Me preocupe por usted~..- El castaño desvía la mirada y el pelinegro sonríe.
-¿Se preocupa por mi?, que lindo!..- Ahhm, b-bueno ya vez, estoy bien asi que andando..-El pelinegro permite que el castaño salga primero y el vaya detrás de el.- Creo que esto fue mala idea.- Susurra para si, cuando, oh sorpresa!, esta allí de nuevo.
Caderas, trasero, piernas.
Pensándolo de esta forma, si quería que el castaño lo tomara en serio, debía concentrarse en los sentimientos y no solo en su cuerpo, que con un poco de suerte tal vez lo pruebe, pero ahora su prioridad.
-Haz hecho un buen trabajo Junsu..
-Gracias Señ-Yoochun..
-Me gustaría, que-umh..bueno, saliéramos si no tienes planes esta noche-solo si quieres…ahm..no tienes que aceptar si no quieres, digo-..
-Me encantaría..- Responde el castaño con una ligera sonrisa en el rostro, mirando al pelinegro por una milésima de segundo para luego guiar su mirada hasta la ventana.
El pelinegro hace lo mismo, y con una nueva motivación se dice así mismo que deje de ser tan imbecil, y que se esmere en esta noche.
Porque presiente, que algo esta a punto de cambiar en su vida..
Continuara~