Portrait
Soy tan celoso con mi propio arte, al grado en que no quiero que nadie más lo vea…porque mi arte eres tú. Siempre has sido mi modelo favorito, tú, que siempre has vivido a mi lado desde que tengo memoria. Me gusta pensar que nos entendemos cuando charlamos por largos periodos de tiempo, y entonces pienso que deseo ver y plasmar todas y cada una de tus expresiones; el haberte perseguido tanto tiempo valió la pena. Éxtasis.
Cuando te veo, no puedo evitar pensar que los colores con los que envuelves mi vida son fantásticos, por lo que siempre quiero rodearte igual con bellos colores. Y cuando te tengo cerca es cuando comprendo el significado de la expresión "aroma a rayos de sol".
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Pero un fatídico día, mis ojos se volvieron incapaces de verte…aun recuerdo ese día, desperté y no te vi durmiendo más a mi lado, me levante a buscarte, en la cocina, el baño, la sala y no estabas por ningún lugar. Cuando fui a mi estudio de arte, pude verte ahí, como siempre: inmortal, longevo, lozano, eterno…entonces fue cuando me di cuenta... ¿Desde cuándo fue que te fuiste? ¿Por qué elegiste desaparecer completamente ahora? Y mejor aun ¿Alguna vez estuviste realmente aquí?
Caí sobre mis rodillas en el piso de madera, frente a aquel enorme retrato, las lagrimas no paraban de salir, pero a diferencia de antes, ningún brazo amable se extendió para mi consuelo, solo permaneció esa inmóvil figura frente a mí.
Siempre inmortal, longevo, lozano y eterno…
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Regalo
Era invierno y el albino le había llevado un pequeño regalo a su compañero de habitación y amante, algo muy poco usual en él. El moreno intrigado, recibió el regalo con un poco de recelo, pero aun de buena gana y se dispuso a abrirlo, pero al ver el presente:
- ¿Esto es….?- no pudo siquiera terminar la pregunta, sintió algo de vergüenza al ver el regalo.
- ¿Lo usarías para mí?- inquirió el joven de nieve con una sonrisa coqueta.
- ¿Bromeas, cierto?- dijo el moreno más que incomodo, es decir, ¿realmente quería que usara "eso"?
- No, de verdad me gustaría verte usándolo, apenas lo vi en la tienda, me pareció que luciría bien en ti- agregó divertido.
- ¿No crees que es un poco…?- tan incomodo estaba, que no lograba terminar sus preguntas.
- ¿Querías algo más ligero? Es invierno, no sería bueno que te regalara algo con lo que puedas enfermarte- dijo a modo de juego- además procuré que no tuviera encajes ni nada que te hiciera sentir incómodo.
- No me pondré este kigurumi gigante de Doraemon- sentenció devolviéndole la prenda.
- Lucirá bien en ti, además prometo respetarte como gato cósmico y no burlarme de ti- dijo intentando contener su risa.
- Definitivamente ya te estás burlando de mí- dijo molesto dándole un trago a su café, mientras veía a aquel hombre que entre risas se internaba a su habitación.
