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Cocinando por ti por Darkdnaangel

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Notas del fanfic:

¡Lo que el hambre puede ocasionar!

Notas del capitulo:

Hola! se que hace tiempo que no actualizo mis otros fics pero... me faltaba inspiración, o mejor dicho mi inspiración se fue =( pero bueno.... aunque debería de actualizar los otros primero...sentí que si no escribía este lo perdería! 

 

Un cansado castaño se disponía a comenzar a cocinar lo que sería la cena de esa noche; puesto que ese día se celebraba una fecha muy importante. Takahiro había sido ascendido y como todo buen hermano, el oji-verde había querido regalarle algo, mas cuando le preguntó qué quería como regalo, el azabache le pidió que le preparara algo especial ya que había pasado mucho tiempo desde la última vez que el menor había cocinado para él. Akihiko había tenido que salir a una reunión de la cual no había podido escaparse; por lo que el menor tenía el tiempo y la tranquilidad necesarios para poder elaborar una cena deliciosa.

-          Mmm… aún le falta algo…- decía el castaño para sí mismo al tiempo que probaba un poco del guiso que hervía lentamente en una de las ollas.

Sin embargo, las horas transcurrieron rápidamente y como el estudiante estaba sumamente concentrado tratando de preparar la comida lo mejor posible para su hermano, no reparó que el escritor había vuelto hacía algunos minutos y se encontraba mirando entre divertido y molesto.

Ciertamente amaba ver esa expresión de concentración que tenía su pequeño en ese momento, pero el hecho de que la causa de la susodicha no fuera él, le incomodaba muchísimo; aún si se trataba del hermano de su adoración. Así que sin que el estudiante se diera cuenta, se coló detrás de él para abrazarlo por la cintura

-          Quizás si me das un beso sepa mejor

-          ¡¡Usagi-san!! ¿C-cuándo llegaste?

-          Hace un minuto, pero te veías tan lindo concentrado que no me atreví a interrumpirte antes- respondía tranquilamente el peli-plata al tiempo que depositaba un suave beso sobre una de sus mejillas.

Y para sorpresa del escritor, el menor no se había inmutado ni lo había insultado ante el gesto como normalmente hacía; sino que rodeó con sus pequeñas manos el lugar donde el menor lo tenía sujeto.

-          Usagi-san…

-          ¿Mmm? Dime…

-          Ammm… ve y…v-vístete… Nii-chan llegará muy pronto

-          Aggg es verdad, ¿hoy vendrán a comer no?

-          S-sí

-          ¿Por qué justo hoy?-replicaba el escritor sabiendo que gracias a la presencia del azabache, su Misaki no permitiría que le demostrara su cariño de ninguna forma.

-          P-por eso te dije que… que podía ir a su casa y prepararle algo…-decía el menor tímidamente pensando que otra vez le estaba causando molestias a su casero

-          No me malinterpretes Misaki, me agrada la idea de que Takahiro nos visite con su familia; lo que no me agrada es que por culpa de eso yo no pueda tocarte en toda la noche

El color se le subió deprisa al castaño por lo que en un gesto rápido se separó del agarre del mayor solo para gritarle

-          ¡Usagi hentai! ¡¿Qué crees que estás haciendo?! 

-          Recargándome de Misaki, como no podré hacerte nada mientras Takahiro esté aquí, lo necesito

-          ¡P-pero…pero nii-chan solo estará aquí un par de horas!

-          Precisamente planeaba usar ese par de horas para hacerte gritar de placer… como anoche cuando yo ponía mi **** en tu ******* y luego tú te ******

-          ¡¡Aaaaaaa!! Ya cállate- le decía el menor completamente sonrojado

-          ¿Por qué te alteras si te encanta?

-          ¡No es cierto!

-          Jajaja sí, sí, como digas. Me iré a bañar

Y tras decir esto subió las escaleras. Sin duda el escritor sabía cómo sacarlo de sus casillas, pero ¿qué podía hacer? Aunque le costara trabajo admitirlo, estaba perdidamente enamorado de ese conejo pervertido.

-          Baaka usagi…

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Mientras tanto al otro lado de la ciudad, en la residencia Takahashi para ser más exactos, se escuchaban las risas del pequeño Mahiro que se encontraba mirando la televisión en la sala aún con su pijama de ositos puesta. Mientras que su padre buscaba desesperadamente su saco.

-          Cariño, no encuentro mi saco

-          Lo dejaste en la sala amor- replicó desde el baño su joven esposa

-          ¡Ah! Ya lo encontré, gracias mi vida- dijo al tiempo que se acercaba a su esposa para darle un beso en la mejilla

-          Jejeje de nada, pero apresúrate o llegaremos tarde

-          Sí, sí. Iré a vestir a Mahiro

Así pues, la feliz pareja de esposos acompañados del pequeño Mahiro se dirigieron a la residencia usami para poder pasar una tranquila tarde.

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Mientras tanto todos disfrutaban de la cena, hasta el pequeño Mahiro que aunque estaba en la época de no querer comer más que 2 cucharadas, en esta ocasión comió tanto que hasta quiso lamer el plato

-          ¡Misaki-kun estuvo delicioso!

-          G-gracias nee-chan

-          Es cierto ¡Me encantó! ¡De verdad eres un gran cocinero Misaki!

-          ¡Nii-chan! N-no digas esas cosas

-          ¡Pero es cierto! ¿Verdad usagi?

-          Es verdad, soy muy afortunado de tener un gran chef en casa…

-          Y-yo…

-          ¿Quién te enseño a cocinar Misaki?-preguntó Manami

-          Fue nii-chan

-          ¿Takahiro? No lo creo

-          ¿Eh? ¿Por qué?

-          Cariño no te lo tomes a mal pero tu quemas hasta el agua hervida

-          Jajaja ¡es cierto! He perdido la práctica

-          Es cierto nee-chan, Nii-chan me enseñó. Él cocinaba delicioso mientras que yo era un desastre en la cocina

-          Jajaja aún recuerdo tu primer platillo. Lo malo es que mi doctor también se acuerda de él

Todos rieron, hacía tanto tiempo que los hermanos no se veían y mucho menos recordaban los tiempos cuando aún vivían juntos.

-          Es verdad, aún no entiendo como sobreviviste aquella vez- dijo alegremente el menor

-          Si eras un desastre ¿cómo así aprendiste a cocinar tan bien?-preguntó curiosa su cuñada, como tratando de averiguar el origen de tan maravilloso don

-          Pues…

Flash-back

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-          ¡Listo! Ahora que nii-chan regrese estoy seguro que se pondrá contento hice su omelette favorito

Decía un pequeño castaño de orbes esmeralda, al tiempo que colocaba sobre la mesa un omelete que tenía un aura siniestra

-          Mmm…. Iré a por unas servilletas… ¿en donde las dejé?

Justo en ese momento 2 jóvenes entraban a la casa. Eran su hermano y su mejor amigo Usami Akihiko, alias usagi

-          ¡Usagi! Espérame, voy por mi billetera y ya regreso

-          Ok. ¿Te importa si tomo algo del refrigerador? No he comido desde la mañana

-          Por favor, adelante coge lo que quieras

El mayor se adentró en la cocina y divisó el pequeño omelete. Sin embargo no se dio cuenta del curioso par de ojos color esmeralda que lo miraban desde la habitación continua.

-          “¿Él es amigo de nii-chan verdad? ¿Umasi? ¿Unagi? ¿Cómo le dice mi hermano? ¡Waa! ¡Es genial! Se ve guapo, varonil, inteligente y…”

Y mientras nuestro pequeño alababa mentalmente al hombre que tenía enfrente, este tenía otras ideas. Se dirigió al refrigerador para poder comer algo; sin embargo al hacerlo, no encontró nada que le agradara a simple vista. Resignado cerró la puerta y se dispuso a salir de la habitación. Ya iría a comer con su amigo y quién sabe, a lo mejor esto le daba algunas horas más para estar con el azabache.

Pero justo antes de salir, divisó el pequeño plato que se encontraba sobre la mesa. Si bien la apariencia del platillo era extraña, su hambre podía más en ese momento.

-          ¿La habrá hecho Takahiro?

-          “Jajaja. Si supiera que la hice yo”- pensó alegremente desde su escondite el menor.

Con solo ese pensamiento en su mente, el peli-plata dispuso a saborear el omelete que creía había hecho su amor platónico pero…

-          ¡Puaj! ¿Qué es esto? ¡Sabe horrible! No hay forma de que Takahiro haya hecho algo como esto. Mejor lo tiro… no imagino al pobre desdichado que tenga que comerse esto

Dicho esto tomó el plato entre sus manos y lo arrojó a la basura. Y tras esto se retiró del lugar, sin reparar en la presencia del pequeño que lo miraba con ojos asesinos. Se había esforzado toda la tarde e incluso había dejado de ver sus dibujos favoritos para poder prepararle algo a su hermano y ahora el idiota de su amigo lanzaba a la basura todo su esfuerzo. ¿Pero quién se creía que era?

-          ¿Pero qué se ha creído? ¡Nii-chan dijo que le gustaba lo que cocino!

El oji-verde se acercó al cesto donde estaban los restos del omelette que había preparado. Furioso salió de la cocina para enfrentarse al sujeto que no solo se había atrevido a comer lo que había preparado para su hermano; sino que también lo había tirado sin ningún remordimiento.

Sin embargo, cuando estaba a punto de lanzarle toda su frustración al peli-plata, este se encontraba sonriendo junto a su hermano. Y antes de que pudiera hacer o decir algo, ambos jóvenes salieron del departamento dejándolo solo con la rabia acumulada.

-          ¡Odio a ese sujeto! ¡Se comió el omelette de nii-chan que me costó tanto hacer! Y pensar que a nii-chan si le gusta mi omelette

El castaño se dirigió nuevamente a la cocina para intentar rehacer su creación cuando un pensamiento atacó su joven mente

-          Pero… ¿y si realmente sabía mal? Nii-chan no sería amigo de alguien malo… ¿qué tal si sabía tan mal que ese señor solo quería proteger a nii-chan de un dolor de estómago?... No, no es cierto ¡Nii-chan me dijo que le gusta mi omelette! Él no me mentiría… ¿o solo lo dijo para que no me sintiera mal?

El pequeño se deprimió pensando que el amigo de Takahiro había tenido razón para botar lo que acababa de preparar; sin embargo…

-          ¡¡Aunque estuviera incomible no tenía porqué arrojarlo de esa forma!! ¡Ya verás estúpido amigo de nii-chan! ¡Algún día me rogarás para que cocine para ti!- Diciendo esto el pequeño tomó un libro de cocina y empezó a leer.

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Fin flashback

-          Mmm… solo digamos que obtuve inspiración de alguien

-          ¿Eh? ¿Quién?-decía curiosa la castaña

-          Mmm… alguien que conocí hace tiempo

De pronto todos los ojos de la mesa se posaron sobre el universitario. Nadie esperaba que la razón por la que el castaño cocinara tan bien estuviera relacionado con alguien; y por la expresión que tenía el castaño, parecía que había sido importante para él

-          ¿Quién? ¿Una chica? ¡¿Por qué nunca me lo dijiste Misaki?!- trataba de averiguar su hermano levantándose de la mesa y abrazándolo por detrás.

-          Jajaja ¡nii-chan! No hagas eso

-          ¿Por qué no?

-          Pues…

Al castaño le preocupaba que el gesto de su hermano, solo lograra poner celoso al escritor. Y no se equivocaba; porque cuando volteó a verlo, vio como un aura negra se formaba a su alrededor. Así que para intentar salvar la situación el menor se deshizo del agarre.

-          ¿Entonces? ¿Vas a decirme quién fue tu musa?- insistía el azabache volviendo a sentarse en su lugar.

-          Mmm… No…ya no importa. Pasó hace tanto tiempo que dudo que esa persona si quiera lo recuerde-dijo con una nostálgica sonrisa

-          ¡Quiero saber! ¡Dímelo Misaki!

-          NOP

-          ¡¡Misaki!!-Dijo al tiempo que abrazaba melosamente al menor y fingía un llanto

Después del pequeño incidente, la cena transcurrió alegremente, todos reían y comían. Sin embargo, el peli-plata no le había quitado la vista de encima a su joven amante. ¿Quién era esa persona? ¿Por qué Misaki hablaba de ella de esa forma? Poniendo esos ojitos melosos causándole una horrible sensación de celos.

Sin embargo, a parte del castaño, nadie parecía notar el mal humor del escritor; ya que hablaban tranquilamente. Infelizmente, el pequeño Mahiro les puso el pare porque se quedó dormido en el sofá así que Manami y Takahiro tuvieron que irse

-          Usagi, Misaki gracias por todo, estuvo delicioso

-          Me alegro que te gustara nii-chan… y otra vez ¡Felicitaciones por su ascenso!-le decía el oji-verde al tiempo que abrazaba a su hermano para despedirse

-          Gracias Misaki. Usagi, gracias otra vez

-          No tienes porqué-le alcanza la mano para despedirse- sabes que siempre son bienvenidos.

Se despidieron y salieron de la habitación. El castaño se dirigió a la mesa para recoger los platos y comenzar a lavarlos, pero mientras lo hacía, Akihiko no le quitaba la mirada de encima. Aún le intrigaba saber quién era esa persona tan importante para Misaki.

-          Misaki

-          ¿Mmm?

Se acercó a donde se encontraba el menor y lo abrazó por detrás. Mas a pesar de que esperaba que el menor se soltara rápidamente de su agarre o por lo menos protestara, este seguía inmóvil entre sus brazos. Sin duda el menor estaba de muy buen humor y eso solo lograba hacerlo enojar más

-          Dime usagi-san

-          Sobre la cena…

-          ¿Sí?

-          ¿Quién es esa persona?

-          ¿Eh? ¿D-de qué hablas?-Trataba de fingir el menor para evitar una discusión

-          Esa persona de la que hablaste en la cena, la que te inspiró a cocinar… ¿quién era?

-          ¿P-por qué quieres s-saber?

-          ¿Era alguien importante para ti? Dime quiero saber…

El menor estaba a punto de decirle que él era el causante, sin embargo, la vergüenza y la cara que había puesto usagi se lo impidieron. El mayor constantemente lo molestaba y esta era su oportunidad de cobrársela de una vez…Aunque después lo pagara caro.

-          No es nada importante

-          ¡Dime! Si no es importante dime quién es

-          Jajaja ¡nop! ¡No te lo diré!

-          ¿Sabes lo que eso significa verdad?- replicó el mayor volteándolo rápidamente mientras apoyaba su cuerpo sobre el del menor y esperando que al mirarlo fijamente y a una distancia tan cercana este accediera a decirle el nombre de esa persona.

El castaño se estaba divirtiendo mucho con esta situación. Ver la cara de curiosidad del mayor le causaba mucha gracia. Por una vez sería él quien tuviera el control. Así que, comiéndose la vergüenza que sentía, pasó sus brazos por la espalda del escritor y parándose de puntitas mordió la oreja del oji-lila para susurrarle suavemente

-          ¿Qué? ¿Me obligarás a tener sexo? ¡Ja! ¡Ni por eso te lo diré! Porque sé que de todas formas me obligarás en la noche

Y tras esto se soltó y comenzó a irse para encerrarse en su cuarto. El mayor comenzó a perseguirlo aún con las ganas de saber el motivo de la alegría de su novio

-          ¡Misaki dime!

-          ¡NOP! Jajaja

Y así, el escritor se pasó la semana entera rogándole al pequeño que le dijera el nombre de la persona que lo había inspirado tanto…¿quién diría que se estaba buscando a sí mismo?

Fin?

 

EXTRA….

Ya había pasado más de una semana y el escritor aún permanecía molesto. Si bien esa noche había tomado el cuerpo del menor más de una vez y lo había torturado impidiéndole venirse a menos que le dijera el nombre de su “musa” como la había llamado Takahiro. Mas no había podido ganar, cada vez que torturaba al castaño haciéndole “eso”, este le correspondía dulcemente, casi como burlándose de él.

Estaban los dos sentados desayunando tranquilamente cuando el escritor no pudo más, y dejando su bol sobre la mesa miró directamente al castaño

-          Misaki

-          ¿Sí? Dime usagi-san-respondía divertido el castaño, tratando de fingir que no sabía lo que el mayor le iba a preguntar

-          ¡Por favor dime!

-          ¿Decirte qué?

-          ¿Quién es esa persona?

-          ¡Ah! ¿Era eso? Mmm… no recuerdo ¿Quién era otra vez?-dijo el menor volviendo a comer tranquilamente

-          ¡¡¡Misaki!!! ¡¡Por favor dime!!

-          Jajaja nop

-          ¡Haré lo que sea!

El menor dejó de comer. Colocó su bol en la mesa y apoyándose sobre sus codos miro divertido al escritor.

-          ¿Lo que sea?

-          Sí, lo que sea

Muy seguramente el mayor, después de todo ¿Qué era lo peor que podía pedirle el castaño? Sin embargo este último tenía otros planes

-          Muy bien… te lo diré pero con una condición

-          ¿Cuál?

-          No me acosarás, perseguirás para tener sexo o harás cosas pervertidas por 1 mes

-          ¡¡¡¿UN MES?!!

Le peli-plata dio un salto de su silla ¿Estaba bromeando verdad? El no podía aguantar ni 1 semana sin el cuerpo de su niño ¿y ahora le pedía esto? No podría aguantar no tocarlo por tanto tiempo

-          Sí, un mes. Entonces ¿trato?

-          No puedo… ¿qué tal 1 semana?

-          No, agradece que solo te dije 1 mes. Pudo hacer sido 2

-          ¡No! ¡no! ¡No lo haré!

-          Bien, como quieras; pero yo tampoco te lo diré

El universitario le sonrió divertido al tiempo que levantaba su plato y se disponía a lavarlo. Mientras tanto, al escritor la duda estaba carcomiéndole la mente. Quería saber pero… ¿1 mes? Era mucho tiempo; aunque…

-          E-está bien

-          ¿Mmm?

-          No te tocaré por un mes pero ¡ya dime!- decía seguro el peli-plata, ya se las ingeniaría para que el castaño lo buscara

-          Muy bien. Entonces…

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-          Quieres decir que… ¿fui yo?

-          Aja

-          N-no fue…. No quise…

-          Está bien usagi-san… en ese entonces cocinaba realmente mal. Solo que nii-chan no se atrevía a decírmelo. Me hiciste un favor, arigatou usagi-san

Y tras decir esto, el menor se acercó y le dio un besito rápido en los labios. Mas cuando el mayor quiso retenerlo el castaño apartó sus manos rápidamente

-           No, recuerda que prometiste no hacerme nada por 1 mes

-          ¡Hey! ¡Eso no es justo!

-          Un trato es un trato

-          ¡Pero Misaki…!

-          Jajaja No habrá sexo por 1 M-E-S; así que voy a disfrutarlo

-          ¡Misakiiiiiiii!

Y así transcurrió una tranquila tarde de otoño mientras que usami akihiko se cuestionaba si realmente había valido la pena el sacrificio

 

Notas finales:

¿A alguien más le dio hambre?

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