Bien, en este momento Francis Bonnefoy se encontraba en plena ordenación sacerdotal, acto comúnmente llamado misa, el órgano sonaba fuerte y estruendoso con las notas típicas de este evento, gracias al austriaco amargado. Uno de sus compañeros, Luwdig, preparaba a los iniciados, para que se convirtieran en "sacerdotes" y el tenia que ayudar a traerles también, aunque solo había entrado a ese rango desde hace 6 meses. Para que el arzobispo, les impusiera su mano.
No había otra oportunidad, era ahora o nunca, luego la afrodita que tenia al frente de sus ojos lo rechazaría durante toda la eternidad, y se convertiría en un A-sexual, el no podía permitir que una joyita así se perdiera, sin importar tener que dejar su cargo y la redención, de la que le hablaba su hermosa madre.
Una canción llega a su mente, esta empieza con las letras -con lo terroristas-, se prepara mentalmente, respira hondo y recuerda como fue que llego a ese sitio...
Sinceramente, no era una historia muy larga, el era un hombre que repartía su amour a todo el mundo, si, mucha fiesta, mujeres, hombres lechosos y demás siempre salia con sus mejores amigos, pero un día.
Se canso de todo
Y preocupado, le dijo a su mami, la joven y bella Jeanne, la cual le dijo que había alcanzado la "redención", igual que su abuelo y su bisabuelo, su padre ni idea, no era importante saber donde estaba el bastardo.
En fin, estudio 4 años, ¡4 hermosos años!, pero se sentía bien consigo mismo, incluso al principio creía que tenia impotencia sexual, no volvió a hablar del tema, y hace seis meses se había convertido.
Aunque siempre se presentaba una tentación para el casto francés, venia en forma de un chico tres años menor, con ojos verdes y cejas grandes, Oh mi Dios, quien era el Petit rubio de carácter de ogro; se llamaba Arthur y el no quería ser religioso, sin embargo y lastimosamente para el le tocaba.
Pero para Francis no era así ese chico era la mostaza de su patata o la copa de su vino, le devolvió el gusto y la pasión a su vida, por acosarle tuvo muchos problemas, aunque todo acabaría ahora.
Todos los iniciados, pasen a delante- Los chicos dan un paso hacia adelante y la gran entidad, empieza con la conversión
Nosotros entidades de la santa iglesia católica, con este acto, determinaremos que-
¡ALTO HAY!- hugh colectivo, la gente estaba muy sorprendida.
¡Que te pasa Francis!- El alemán regañaba al otro, mientras este caminaba hasta su objetivo, observandolo a los ojos.
Por ti yo daría la vida, y mi castidad-
D-de que hablas-
Volemos juntos, te haré ver el paraíso- La sonrisa pervertida aparece en esos labios, ¡Ayudaaa!
¡A-aléjate, perverti-do!-
Cállate, indecente-
Tu no hables, se nota que quieres comerte a Vash desde que lo viste y apropósito ¿te gusta mas la cinturita de Ita-chan o esta mejor de la Romano, Ludwig?, soy el amour, nadie puede detenerme- Salta como una princesa hasta abrazar al ingles y mágicamente sus prendas son diferentes, ahora no tiene nada, ¡nada!, aunque creo que la rosa cuenta.
Eres mi petit Lapin, quiero estrecharte entre mis brazos, al tiempo que llegamos al séptimo cielo, ¡que te corras en mi vientre y que grites con todas tus fuerzas - More, mgh, Franc-is, Ahh-!- La voz sonaba tan erótica y real, ademas ese calor corporal a su lado no ayudaba en nada, se sonrojo un montón drogado y callado, no sabia que pensar.
¡TE AMO TANTO, ARTHUR! tanto que no me importa que seas un enojon. Le mira coqueto y el menor sonríe que ternurita; el arzobispo los hecha a patadas del monasterio, con razón, Francis deja de ser un "sacerdote", o al menos lo que le quedaba, en dos meses.
Luego se podía ver a los dos rubios bailando, en un gran antro con luces estreptococias, acompañados por los dos amigos del alma de Francis, Antonio y Gilbert, acompañados por sus parejas y ademas, Feli-chan y Vash, ya tenianlas suyas.