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ღ*~*~…P A R H E L I O…. ~*~*ღ por xxDeiChAnXDD

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Notas del capitulo:

Hola a todas las lectoras de este fic TAT primero pedire disculpas por actualizar recien, pero como explique en mi anterior fic "solo es sexo" se me borro todo, porque me formatearon toda la lapto , no tenia respaldo 

 

asi que me toco re-escribir todo de nuevo

 

pero para bien o para mal, aqui les traigo la actualizacion. 

y espero que les guste ^^ ... quedare en algo con ustedes! debido que much@s se daran cuenta que me demoro mucho en actulaizar, al final siempr elo hago , asi que de ahora en adelante hare capitulos muy largo y  tomare tiempo en actulizar, 

por ejemplo ESTE TIENE 30 PAGINAS DE WORD!! asi que tienen mucho que leer >¬<  

 

asi que adelanten difruten :D <3

NOS leemos abajo ¬¬ !! LEAN!

 

**************

 

Mirándote dormir cual niño, de una forma extraña y peculiar, forjo a mis ojos a contemplar de aquel desconocido  que yacía en el país de los  sueños a mi lado, sin saber cómo fue que me encontré ahí, en esa posición mirándolo, analizándolo intensamente,

 

¿la fiebre le habría pasado?,

 

Percatándome de aquellos detalles inapreciables, un hombre de rosto muy pálido y alargado  , de pómulos  elevados,  cejas pobladas y bien delineadas, cabellos  de un color amarillo muy claro, casi platinado, cuyas raíces de  tan solo milímetros eran de un color negro azabache, ahí estaba su color verdadero.

 

Unas pestaña rizadas y largas que caían al estar sus cerrados ojos,    nariz respingada algo achatada, pequeña en demasía, seguía aquel camino de piel entre el borde inferior de su nariz y la comisura  en “M” de sus labios, los mismos  pedazos de carnes que eran rosados, y brillantes, resaltando sobre toda ese nieve que llevaba de piel,  hacía lucir  esos marshmallow más grandes y  carnosos.

 

 

Tan meticuloso me había vuelto que  al observarlo detenidamente puede apreciar dos pequeñas cicatrices en su rostro, una en forma de lagrima por debajo de su ojo  izquierdo y otra cerca de su ceja derecha,

 

 ¡Esto no está bien!,

 

No estaba bien  admirar a alguien así, y peor si era un hombre,  sin embargo ahí estaba observando los piercings  que poseía en ambas oreja, tres de cada lado, y como si fuera poca mi curiosidad, admire un lunar en el recóndito lugar detrás de una de ellas,  me pregunte si sería igual de pecoso en otras partes de su cuerpo.

 

 

tan quieto, inmovible, su respiración era tan superficial que no podía observar aquella subida y bajada de abdomen que se hace al respirar,  por un momento dude de que fuera realmente humano, pues con toda su anatomía y la escultura de  rostro   parecía un ser  celestial,  temiendo de que este haya yacido sin vida por la alza térmica, toque su  piel para ver si era realmente aun formaba parte de los vivos , un ligero golpe con mi índice sobre su cara y un escalofrió vino a mí, cuando aquel ser  se revolvió entre las sabanas , dejando a este pedazo de tela  descubrir ligeramente una parte de su torso, de aquel desnudo y huesudo tronco que descansaba plácidamente sobre aquel colchón.

 

Dejando a simple vista su cuello, largo y níveo y alrededor de este, colgando una simpática cadena, la cual llevaba un relicario en forma de llave bastante conocido,  sino hubiese sido por la letras grabadas sobre este, hubiera jurado que era la misma llave que había encontrado días atrás , al caer aquel libro. Decía “Key”, nombre muy obvio para una llave.

 

 

Volvía a intentar levantarlo pero  esta vez lo estremecí con  fuerza,  el hizo una cara muy graciosa, como formando un piquito con sus labios y arrugando el entre cejo, supuse que aquel acto mío lo había  molestado y lentamente comenzó a abrir  sus orbes mientras esas voluptuosa  y largas pestañas negras  despegaban su vuelo, abría   lentamente los parpados, dejándome apreciar por completo  de aquellas orbes negras, llenándome de admiración por aquellos cristales  cual mar negro que ante mi  mirar pude apreciar.

 

 

Sumergiéndome lentamente en esas orbes felinas,  delineadas naturalmente por pestañas   oscuras. Fue cuestión de segundos, los segundos más eternos que se me hicieron, al quedar perdidos  en ellos, tuve amnesia temporal, no recordaba por qué  había traído a aquel muchacho a mi hogar, no tenía idea de quien era,   tan solo preguntar él porque estaba ahí y  a medio vestir me estremecía, cuando la magia se acabó y la conexión de ojos se perdió, volví a la realidad.

 

-¡buenos días!- dejó escapar el sonido de su voz con aquel cordial saludo y fue ahí que descubrí la varonil voz  que poseía, ¡¿que más me esperaba?!, después de todo era un hombre al igual que yo, uno de un pecho plano,  los cuales nunca serian la  cuna de un infante

 

-buenos días- respondí,  aun sentado sobre aquella silla en donde había pasado la noche, por su culpa, pase mi mano sobre su frente corroborando algo,  el hizo un intento de alejarse pero mi mano llego más rápido

 

 –Al parecer ya se te ha ido la fiebre- dije un poco aliviado, por lo menos no cargaría con  la culpa de un enfermo.

 

-eh..em… disculpe, ¿dónde estoy?-  dijo él, un poco desorbitado, en plena quietud de aquel cuarto,  observe como se  recomponía, se levantaba de aquel lecho camal y se acercaba lentamente a mi lado, conteniendo su aliento fatigado, y quitando   con su mano  sus propios hilo dorados que cubrían un poco su vista, apartándolos para hacer más clara su visión.

 

– ¿Cómo te llamas?- preguntó él,  al ver que el silencio gobernaba en mi boca,

 

 -estas en mi casa- dije parándome,  y caminando  hacia la salida de la habitación , me volteé antes de abrir la puerta.- me llamo Kim Jonghyun, ayer me seguiste en el parque mientras llovía, te resbalaste por lo baboso y enlodado que estaba el suelo, supongo que tu tobillo aún no se recupera, claro si es que no fue fingido el dolor- hable de una forma expectante – como sea, vendrá un  medico a verte en unos minutos, por alguna extraña razón me siento culpable de tu torpeza, después que venga y te revise,  te vas, ¿ok?- lo último no  lo dije no como una pregunta, sino más bien como una orden, ya había cumplido con mi obra de caridad mensual, y estaba dispuesto a irme  cuando  aquella voz que antes me había hablado para preguntarme mi nombre, se escuchó.

 

-Kim Jonghyun, ni siquiera preguntarás  el nombre de la persona que cuidaste toda la noche,-dijo señalando una pequeña bandejita con agua y un pequeño pañuelo sumergido en esta,  yo simplemente rodee los ojo en forma de fastidio, por su parte, él sonrió, había conseguido mi atención, y ahí estaba ese andrógeno espécimen haciéndome perder el tiempo, claro que me acordaba su nombre, el me lo había dicho antes de caer desmayado, pero al parecer eso él no recordaba

 

- pues me llamo Kim Kibum, mucha gracias por cuidar de mi mientras estaba mal- él rio con una amplia sonrisa en sus labios haciendo de sus ojos unas pequeñas líneas medias oblicuas, era  una sonrisa  zorruna, no pude evitar  verlo así, compararlo con ese animal,  después de todo los zorros eran unos de mis animales favoritos.

 

-bien Kibum, es un gusto –dije asintiendo mi cabeza y viéndolo de frente - debo irme - rodé los ojos hacia otro lado, no podía sostener la mirada con él, había algo en esas orbes turbadoras que  me embriagaba, así que era mejor evitarlas – cuídate, y que te vaya bien- dije cortante, saliendo de la habitación, me encontraba recostado atrás de la puerta, al virar mi rostro hacia las escaleras, de esta venia subiendo el doctor de mi abuelo, al cual había llamado y explicado el problema que había tenido, lo deje todo en sus manos y me fui a cambiar para ir a trabajar.

 

 

El día en el trabajo fue todo  como normalmente era, papeles tras papeles, firmas de aquí a allá, recorriendo las instalaciones de la arquitectura del próximo  hotel, reuniéndome con  los inversionistas,  gerentes, viendo que todo marche a la perfección.

 

 

¡Ok, no es verdad!,

 

se suponía que así debería ser, y bueno, en cierta parte si lo fue, sino hubiese sido  por el hecho de que no estuve concentrado como de costumbre todo hubiese ido  a la perfección y no hubiese cometido torpes errores, como  confundir  los roles de pago con  un comprobare de pago  , y a todo esto, la fuente o causa de mi  actual embobamiento  era cierto gato que  la noche anterior  había recogido del parque, pero si algo en mi me tranquilizaba era que al llegar a casa, este ya no estaría ahí, haciendo que mis emociones se vuelvan  imperativas como las de un pleno adolescente.

 

Conducía mi carro  de camino a casa,  de forma lenta pues las calle eran babosas debido a la lluvia, al parquear mi carro, descubrí que la servidumbre dejo las luces prendidas de  la sala

 

¡PRENDIDAS! ¡¿Acaso no saben cuan alto me saldría la planilla de luz por eso?!,

 

Claro como ellas no pagaban  la electricidad, poco o nada le importaban dejar las cosas conectadas, gastando mi dinero.  

 

 

Entre de forma silenciosa, era una costumbre que tenía desde que tengo memoria, estaba un poco enojado,  pero luego se me pasaría, deje mi abrigo empapado sobre el porta ropa que de la entrada, el mismo que tenía forma de manos alargada y huesudas,  “otro gusto típico de mi abuelo” – pensé, 

 

 

Yo estaba cansado, así  que deje caer mi cuerpo sobre esos cómodos sillones en la sala, tomé el control para prender el LCD, pero ante de que el botón sea aplastado un lejano ruido, captó todos mis sentidos, dirigí mi vista hacia el lugar de donde había provenido, se escuchaba lejano pero  no tanto como para venir de otra casa, era de MI  casa.

 

Me pare rápidamente ,  tomando guardia , me encamine hacia ese lugar, revisando en todas las salas y compartimientos de la casa a mi paso, al parecer aquel sonido había salido  de la cocina,  la misma que tenía las luces prendidas, al llegar veo un bulto negro rebuscando algo en los anaqueles inferiores, tenía metido por completo su cuerpo adentro.

 

 

-¡YAAA!- Grité cogiendo  lo más cercano para usarlo como arma, me asuste , pues creía que se trataba de un ladrón, y ese roedor que  estaba rebuscando en las cosas ajenas  se sobresaltó, se escuchó un “poom” proveniente de  aquel anaquel, al parecer el muy tonto había golpeado su cabeza con el cemento arriba suyo,  salió rápidamente al escuchar mi voz, no sé si fue más la sorpresa de este al escuchar mi voz o  el asombro fue mío, que deje caer el cuchillo que había tomado al suelo, al ver al dueño de mis preocupaciones hay sentado  adelante mío sobándose la cabeza, mientras unas lágrimas  venideras rodaban por sus mejillas.

 

-¡Qué demonios!- dije  entre el asombro, él  se quedó ahí sentado  sobre el mármol, cruzado de piernas  -¡¿Qué diablos estás haciendo aquí?!.. – él no me respondió  y tenía la cabeza gacha mientras daba hipidos, deje de gritar y me acerque a él,  lo suficiente como para estar a centímetros de distancias, me agache a su altura  teniendo mi vista  hacia abajo, observe que  en su pies, llevaba un vendaje,  con una de mis manos tome del mentón al menor, obligando a que sus orbes  me miraran,

 

solo a mí,

 

-¿te encuentras bien?- a que se debía ese cambio de actitud mía , tan repentina, realmente estaba desconociéndome  al YO de esos momentos,

 

¡¿Qué me importaba a mí, si esa persona estaba, bien?!,

 

Lo que me debía de interesar, era que hacia él aquí, después de que le había dicho que se fuera en la mañana, y lo más  asombroso es… ¿cómo había convencido a Jung Hye Young, la ama de casa, de que  lo dejara solo en la casa?  … ¡¿y si hubiese sido un ladrón?!, tenía muchas cosas de valor en la casa, definitivamente alguien debía buscarse un nuevo empleo.

 

-sí, - dio unos hipidos,  ya no habían lagrimas que limpiar pero sus ojos estaban aún rojos- estoy bien,- volvió a posar sobre esos labios fresas una cálida sonrisa, la misma sonrisa zorruna e infantil que me había mostrado en la mañana, mi corazón dio un colapso en mi caja torácica, que quede estático,  y solté su mentón rápidamente y deje de mirarlo para pararme rápidamente, el imito mi acción, pero con algo de dificultad, pues estaba cojeando, y se sostenía de los barandales del mesón , para evitar caerse.

 

-aun no me has respondido. ¿Qué haces aquí?- dije de forma cortante

 

-estaba cocinando algo- dijo de lo más natural, voltee a verlo de forma sorprendente,

 

¿Enserio una persona podía ser tan sínica?,

 

 

No solo colarse en la casa de un desconocido, sino que de paso, tomar los alimentos del otro como si fueran suyo, no es que estuviera mezquinando la comida, porque eso no se puede hacer, pero al menos merecía que me explicase ¡¿porque diablos aún no se había ido?! Pero antes de que hable, él interrumpió mi muda queja.

 

 

–me dio un poco de hambre, supuse que también tendrías hambre-, un “TIC TIC” Proveniente del horno avisaba que el tiempo de cocinar de algún alimento ya estaba listo

 

-¡Oh! ¡Ya está!- dijo brincando en una  pierna para ir a  ver su obra maestra, no fue cuando destapo  aquello que me di cuenta del sutil y agradable olor que embriagaba mi pulmones, aquel olor tan delicioso que fluctuaba sobre todo el aire de ese amplio cuarto. Tan suculento, se me apeteció de aquella comida desconocida hasta ahora, que mis tripas  sonaron vergonzosamente, y un rubor se apodero de mis mejillas, mientras el dueño de mi desvelo  sonreía ampliamente como diciendo “Yo tenía razón”.

 

-¡ves, lo supuse, imagine que vendrías con hambre!.- dijo cuando volteo a mirarme, para luego volver a posar sus ojos sobre aquel sartén, y revolver  con un cucharon  lo que había adentro, lo que hizo que se avivase más el olor a comida.

 

-estará muy rico, lo prometo – yo me acerque hasta él, ¡esto es el colmo del atrevimiento!, ignorar mi preguntar, estar en mi casa, usar mi comida, tomar mis cosas, ya  había colmado mi paciencia,  furioso tomo de su muñeca, haciendo que suelte la cuchara y esta caiga  sobre el recipiente.

 

no te hagas el muy sabido conmigo, niñato!… ahora mismo me explicas como rayos has logrado engañar a la Sra Jung para  que te haya dejado aquí en mi casa, sin nadie más.  Eres un completo desconocido para mí, ¡¿QUE NO TIENES PADRES, HERMANOS, FAMILIA QUE SE PREOCUPEN POR TI?!... porque no te fuiste a tu casa, y sigues aquí jodiendo la vida a una persona que también es un desconocido para ti, ¿y si yo fuera un demente, o un loco desquiciado que cometa homicidios?, ¿no tienes miedo de estar adentro de la casa de un completo desconocido?..- le escupía las palabras de forma temeraria a la cara de aquel muchacho, este hizo un puchero  bastante encantador, pero que ignore por completo, arrugó su entrecejos y pidió con una voz queda

 

-suélteme por favor, está lastimando mi brazo- dijo bajando la mirada y guiándola hacia mi agarre, si era cierto había estado ejerciendo mucha presión en ese agarre pues estaba realmente furioso.

 

-le explicare todo, pero por favor suélteme-

 

-ok, empieza…- este dio un suspiro y comenzó con un relato la verdad muy poco creíble,

 

 

 

~******~

 

-no podía seguir viviendo en “mi” casa,  no podía permanecer en ese lugar ni un segundo más, cuando tome la decisión de dejar mi pasado atrás, no tenía a donde ir,  a las casas de mis amigos no podía refugiarme, pues sabrían que me ocultaría ahí, no es que haya hecho algo malo, es solo que no podía seguir viviendo la vida que llevaba, me estaba sofocando, asfixiando , casi torturando con cada segundo- paro su relato cuando sus ojos se llenaron de aquel liquido salino y cristalino que de ellos brotaba- por favor, sé que es mucho pedir,  pero no te seré estorbo, ayudare en las cosas de la casa, hare lo que sea, pero déjame permanecer aquí  por un tiempo-

 

Jonghyun se estaba metiendo en un problema que no le correspondía, pero aquella persona parecía realmente desvalijada,  sin un lugar a donde ir, portando solo una pequeña mochila,  no podía botarlo a la calle, por lo menos no era tan desgraciado para hacerlo de noche y con una tempestad afuera,  Key le había confesado que no tenía un hogar a donde recurrir, Jonghyun lo medita un poco y después de analizarlo le dice.

 

-no, lo siento, no acepto extraños en mi casa, quédate esta noche, pero mañana debes irte- dijo   frio y distante,  mientras se marchaba a la salida de la cocina, dejando a un Kibum que en pocos segundos rompería en llanto

 

-prometo no ser ninguna molestia,  puedo encargarme de los quehaceres de la casa –

 

-no, de eso se encarga la servidumbre- dijo Jonghyun parando en seco cuando una mano jalo de su camisa para que parara la marcha,  y se volteaba con pesadez y fastidio,  la misma actitud que se fue cuando en sus ojos se posó la imagen más conmovedora de todas,  tal vez  un solo acto sea más eficaz que cualquier palabra elocuente.

 

 Una por una las lágrimas de aquel joven se fueron vertiendo sobre la piel  que cubría sus mejillas, 

 

 

“estaba llorando” pensó “está llorando porque no le he permitido quedarse, eso es muy patético”.- pensó el mayor de los dos,  pero no pudo negarlo que aquello hizo un hinco en su pecho, apretujando su corazón, se sentía tan mal por hacer llorar a un pequeño minino.

 

 

-pro-prometo-o … enco-ontrar u-un …lugar… donde… que-quedarme pronto, pero hasta entonces por favor..por.. f-favo.or..- decía entre cortado sus palabras aquel muchacho albino  a causa del llanto, sosteniendo de la manga de su compañero, sosteniendo a esa persona que por primera vez, se preocupó por él, sin esperar algo a cambio, agachando la mirada rompió más en llanto y hipidos.

 

De repente  comenzó a poner en duda a su juicio, porque aquel muchacho que imploraba  donde quedarse era realmente bueno conmoviendo a las personas, porque justo en ese preciso momento,  Jonghyun se encontraba debatiéndose en que si podría quedarse ahí,

 

-no … te sere-e… un estorbo… acatare-e todo… lo que digas, es tu c-casa… solo.. S-solo p-por-r f-favo….- su voz se cortaba más entre ese manto de mocos y secreciones corporales, Jonghyun soltó el agarre que el menor ejercía sobre su camisa, y llevó esa misma mano hacia la mejilla toda  mojada de Kibum, mientras se cuestionaba

 

“¿Qué era lo que había en ese chico que se le hacía demasiado interesante?”,

 

Viendo esos preciosos cristales oscuros, ese hinco en su pecho que sintió cuando lo vio por primera vez, regresó y sentía que algo dentro de él se podría romper si seguía  lastimando al menor pero,

 

“¿realmente lo estaba lastimando, digo, después de todo, cualquier persona cuerda, jamás aceptaría en su casa a alguien que no conociese, o ustedes que piensan,? , ¿acaso el realmente era un ogro por pensar de esa manera?, sea lo que fuese Jonghyun con su pulgar  seco  aquella lagrima furtiva que resbalaba del de ojos gatunos, sin despegar sus ojos de esa escena,  se encontró lleno , y en paz ante esa cercanía.

 

 

Y se puede decir que fue entonces que permitió que la  cordura abandonará su cuerpo y cave su propia tumba lejos de la realidad, tras una serie de negaciones  al final acede,  había aceptado dicho contracto aunque nada de aquello le beneficie, definitivamente seria su  mayor fraude cometido como negocio, él no necesita a alguien quien atienda su casa, peor alguien desconocido, pero hay estaba Jong y su nuevo lado humanista.  



Se podría decir que desde entonces su solitario y amado hogar fue invadido por aquel mocoso pelirrubio que ahora tarareaba una canción en ingles de forma perfecta mientras servía dos platos de aquella delicia que su nariz olfateaba. De las fauces del  pelinegro brotaban lagos de saliva, y literalmente lo hacían, no sabía porque pero aquello preparado por Kibum se le hacía demasiado apetecible.

Los dos platos fueron colocados en aquel comedor, al final terminó Jonghyun colocando los individuales y vajillas ya que su cojo acompáñate, aunque testarudo no lo pudo hacer. Era la primera vez que cenaba en aquel gran comedor, una mesa como para doce personas: larga y ovalada, y en el extremo inicial afloraban dos siluetas  sentadas en esos refinados asientos,  dos personas listas a probar el primer bocado, Jonghyun receloso pues estaría apunto de degustar algo que no sabía  que tenía. De pronto su lado paranoico se hizo presente

 

 

¡¿Y si tiene algún veneno, y si le puso algo para que me dé indigestión?” esas y muchas dudas navegaban por el cerebro del de tez morena, incrédulo y arisco, cambia los platos de él por el del menor y Kibum se queda extrañado pero al contrario de parecerle feo y poco culto le pareció en demasía  gracioso,  una leve carcajada dejo salir de esa bonita y apretada boquita. 

Jonghyun lo miró con recelo y el ceño fruncido antes de que diga algo Kibum solo disminuyó su risa hasta hacerla nula y juntar sus manos sobre la mesa en signo de agradecimiento a Dios por la comida que tenía, tal vez no era él más digno para agradecerle al todopoderoso pero se sentía con mucha suerte y gracia pues había encontrado a alguien quien a pesar de todo no juzgaba su procedencia. Al finalizar abrió sus ojos y encontró los confundidos de Jong 

-siempre hay que agradecer los alimentos, hoy tengo la suerte de no cenar solo y más que nada de poder cenar- dijo con una sonrisa cerrada y un rostro todo expresivo de una felicidad natural y pura.


Kibum llevo el primer bocado a su boca, está aún estaba caliente, pegó un pequeño gritillo de queja y Jong solo sonrió por lo estúpido que podría ser su acompañante. 

-¡deberías soplar antes!- anunció, burlándose de él 
- Jonghyun -hyung, ¿no vas a probar bocado? - dijo el de cabello de oro, ante la temeraria mirada de Jonghyun pues ese chiquillo se había atrevido a llamarle con confianza por su nombre, enserio se había tomado mucho atrevimiento y recién era la primera noche que pasaban juntos, no quería ni imaginar los días siguientes 

-tanta confianza has tomado que ahora me llamas por mi nombre- dijo un poco molesto 

-agregue el “hyung”,  no veo el problema- dijo en tono burlesco el menor haciéndose el ofendido, mientras terminaba de soplar el siguiente bocado y lo llevaba hacia su boca, cuando lo estaba masticando y degustando su sabor, hacia sonidos sonoros dentro de su fauces como de completo deleite , como si  aquello que estaba deglutiendo fuese lo más delicioso que haya probado en días, y probablemente  no estaríamos errado. 

Jong mira su plato, realmente se veía apetitoso , decide dejar las incertidumbres a un lado y toma con sus manos los cubiertos y empieza a tomar  lo que sería su primer bocado, mirando fijamente el rostro todo complacido de placer de su acompañante quien mantenía sus ojos cerrados,  se desconectó de su mente acusatoria y embelesado en esa deslumbrante creatura, iba dirigiendo el tenedor con aquel manjar a su boca , apenas las papilas gustativas de Jong probaron de aquello, su cuerpo se despeluco por completo, se retorció sobre su propio asiento sin poder ocultarlo, no sabría explicar cuál fue su cara de excitación, de gusto o placer que sintió,  pues sus ojos azabaches se mantenían ocultos detrás de esos parpados cerrados, y una risita abrasadora y tierna por parte de Kibum  lo despertó de su encanto.

-y bien, ¿me dejarás quedarme?- dijo tratando de aguantar su risa cubriéndose la boca con su pálida mano


Realmente ese chiquillo cocinaba como los dioses, tal vez no estaba del todo mal aquel contrato que había hecho con Kibum. Lo  miró con  desconfianza  al menor, pero debía admitirlo aquello era
indescriptible, imposible,  pero delicioso

 

-¡está bien!- dijo  ya sin ánimos, -¡pero te quedaras solo si cumples las reglas de esta casa!- sentenció -, y como yo soy el dueño, son mis reglas, además es solo hasta cuanto te recuperes y consigas un lugar donde quedarte, espero que no sobrepasen el mes, podrás quedarte

 

-¡GRACIAS… gracias Jonggie!, te prometo no te arrepentirás, se hacer muchas cosas, y soy bueno en casi todo, te aseguro que ni notaras mi presencia- decía todo feliz y emocionado

 

-tengo algunas preguntas,  es raro que alguien tan joven como tú, enserio no tenga algún allegado, amigo a donde llegar, desconozco la causa por la que huiste, pero si lo hiciste es porque ha de haber pasado algo realmente grave, - el joven rubio solo agacho la mirada, hablar sobre ese tema realmente le incomodaba, rápidamente se creó una atmosfera turbia entre ellos, ninguno de los dos decía nada, Kibum no respondía, estaba en su derecho de no contar su  vida personal, pero al fin y al cabo era a Jonghyun quien debía por lo menos decirle algo,  ya que lo estaba ayudando, sin embargo muda se quedaron sus palabras, pues de su boca no salió ningún silabo, y un nudo cada vez más grande se hacía en su garganta, estaba intranquilo y Jonghyun lo notaba, esta incómodo y Jonghyun seguía esperando una respuesta, respuesta que nunca llego.

 

-¿estas huyendo de la policía acaso, o eres un prófugo? – articuló el mayor,

 

-¡NO!- Dijo completamente exaltado y dando un brinco de sorpresa por la pregunta de Jong- ¡no soy nada de eso!... tengo mi expediente limpio, discúlpame… e-es… s-solo que y-yo no quiero  contar e-por qué-e hui, perdó-on-  otra vez ese tono débil en su voz, otra vez ese quiebre que es como una aura al llanto que se aproxima,

 

 

Jong no siguió indagando pues  claramente había dicho que “no quería” contarlo, no que “no podía”. Y debía respetar su decisión, después buscaría algo  de pistas que le ayuden a saber el paradero de ese muchacho, lo único que le importaba era si tenía o no problemas legales, decidió dejar de preguntar , pues ese tema no le iba bien al pequeño que tenía al frente.

 

 

La cena concluyó y ambos abandonaron el lugar, Jonghyun se encaminó a su cuarto mientras Kibum permaneció en la cocina haciendo la limpieza de todo lo antes usado,

 

 

Jonghyun debía haber caminado hacia su cuarto, abrir la puerta, bañarse y empezar a hacer su trabajo, ¡pero no!, estaba a escasos centímetros de la puerta del ahora cuarto  de Kibum, ahí se encontraba el de piel morena abriendo la perilla,  entrando como dueño de la casa, una vez ahí, sus ojos se enfrascaron en una pequeña maleta, la misma que había traído Kibum consigo, toda enlodada, y media mojada,   abrió el cierre,  y adentro de esta solo había un par de playeras, otro Jeans,  unas medias con logos raros y llamativos, unos anteojos,  boina,  una billetera, y un iPod con auriculares.

 

 

eso era todo”- pensó el moreno –“¿donde estaría, la pistola, la mariguana, o droga escondida, cigarros?”.

 

 

O algo que diera rienda suelta a la imaginación delictiva de Jonghyun, que se empeñaba en  hacer ver a Kibum como un prófugo de la justicia, para no quedarse con la incertidumbre abrió la billetera, solo su cédula, unas tarjetas de descuentos y combos, un par de billetes que seguramente le alcanzasen para subsistir uno o tal vez dos días, “¿nada más?”, se quedó helado, pues su suposiciones habían estado erradas.

 

 

 

-Nada importante- musitó, antes de guardar  todo de vuelta, pero solo una cosa aún seguía en su poder, entre sus dedos  sostenía  aquel documento  de identidad nacional, -“¡así que originalmente  tu cabello es negro!”- pensó y rio levente , mientras admitía que sea moreno o rubio su cabello era hermoso y él se veía bien con lo que fuera,   descubrió que apenas tenía 19 años, aun no era mayor de edad. 

 

 

Pensar en los millares de posibilidades que debatieron  para que aquel muchacho abandonase su hogar  fluían en su cabeza, pero así no llegaría  a ninguna parte, tal vez con el tiempo él mismo le cuente, cuando la confianza se haya adueñado de sus vidas. Dejó aquel documento y lo guardó en su sitio, dejo la maleta del menor en el piso donde estaba, y salió de aquella habitación hacia la suya propia para dignarse a hacer lo que debió haber hecho desde un principio.

 

El baño fue relajante, realmente le asentaba de maravilla culminar el día así,  regresó a la parte de abajo de la casa, pues no había rastro de Kibum en su habitación y ahí lo encontró aun en sus quehaceres, lo quedó viendo como preguntándose si confiar  o no en que se quede, si realmente le había dicho la verdad, Mientras Miraba a esa creatura de forma preocupado,  noto que algo brillante  sobresalía de su cuello, aquella cadena que había observado cuando aun dormía, entre dudas y curiosidades , su boca se abre liberando más preguntas que buscan  respuestas a cantaros.

 

-eso- dijo Jong mientras señalaba el cuello del menor, este se sorprendió un poco y lo miro extrañado, luego al ver donde Jong apuntaba, acerca una de sus manos a su propio cuello y toca una cadena  entre ellos,  Kibum la saca porque la tenía oculta en el cuello de su playera –¿esa llave que cuelga de esa cadena que significa?

 

-esto, es una cadena que siempre lo llevo conmigo desde hace unos años atrás, tiene una llave, por cierto, ¿Cómo sabias que tengo una cadena? –tras esa pregunta a Jong se le sube la sangre a la cara, y así todo colorado  articula palabras

 

 

“¿cómo era posible que me ponga así, por evocar aquel recuerdo?, un Kibum durmiendo en una de las camas de mi casa, descansando plácidamente sobre ese colchón, con una respiración tan tenue, casi imperceptible, sin su playera encima, con la sabana escurriéndosele del torso, exponiendo esa piel  marfil, tan blanca, tan aparentemente pura,  ¿porque siente mis mejillas arder cuando recordé el cuerpo de otro hombre?, aunque sea el más delicado que cualquiera que haya conocido,  eso era asqueroso, memorar esa imagen  cual hechizo, era demasiado repugnante, ¡Yo soy un hombre, no tengo porque admirar el cuerpo de otro Hombre!, abominable, desagradable, ominoso,”

 

-cuando despertaste en la mañana, no tenías tu camisa puesta, por eso te la vi, es muy similar a una que perdí.- dijo sereno y en calma.

 

-¡OH!- dijo sorprendido Kibum, pero enseguida le mostro la cadena a Jonghyun para que el mismo se percatase que esa cadena era suya, -no creo que esta sea la tuya, además no se ve como si fuera de un material caro, tal vez un acero, además tiene escrito mi apodo-

 

-¿tu apodo?-

 

-sí,- contestó entre risas, ese gesto que lograba descolocar a Jonghyun por lo hermoso que era.

 

Jonghyun toma la cadena antes ofrecida, y de cerca se parecía mucho más a aquella llave que permaneció en su poder por poco tiempo antes de evaporare entre sus sueños, y efectivamente  está a pesar de ser una réplica exacta  tenia escrito “Key”

 

-Key-

 

-sí, así me dicen mis amigo y allegados, puedes llamarme así  si gustas – volvió a sonreír pero esta vez con algo de coquetería y el corazón de Jonghyun volvió a quedarse fatigado.

 

-          Key-  repite Jonghyun casi en susurro “¡excelente nombre para una llave! “ pensaba irónicamente

 

-          Tu habitación será la misma en la que dormiste anoche, será mejor que vaya a dormirte ya- dijo casi en tono de orden, como era su  manera prepotente de hablar

 

-          Está bien,- dijo mientras terminaba de acomodar los últimos platos, - ¿tú también iras a dormir?- pregunto el menor

 

-          No, estaré en el despacho trabajando- dijo  seco, el otro solo abrió su boca como asombrado y musitando un quedo “ohh~” 

 

Dejó de mirar a Jong  se voltio caminando hacia las escaleras, subiéndolas y perdiéndose en la inmensidad del segundo piso, Jonghyun  por su lado caminó hacia el cubículo, tomó asiento al frente de su escritorio, prendió la laptop y comenzó a teclear y a realizar su trabajo,

 

El reloj marcaba la media noche.

 

“Sus palabras tenían cierta gracia picara al hablar, un modo quedo de quejarse  mientas hablaba y un acento en sus palabras, ignoraba desde cuando me había vuelto tan meticuloso,  hacia muchas caras extrañas  y  adorables al hablar, pucheros,  sonrisas delineadas con esa boca de pecado y risa, coquetería que no es normal en un varón,  en sus ojos baila un claro regocijo de  luz pagana, decidida.  Aquellos orbes que altivas buscan mirar lo ignoto, me miran y me traspasan. Se voltea y camina  con ese andar maligno por el mármol del suelo,  marcando pasos firmes y curveando sus caderas instintivamente, como si fuera una bella ilusión  él se aleja, y desaparece, pero como si  mi mente fuera un imán atrae precipitadamente  su recuerdo como si fuera acero,  preso de mi pensamientos me dejo caer en el asiento, sacudo mi cabeza intentando encontrar cordura ante mi nueva manera de pensar y por fin tras varios segundo logro ponerme a trabajar

 

 

Eran la 3:15 de  la madrugada, aún faltaban hacer unos balances finales, estaban cerca del cierre y por esas fechas solía pasarse en vela, pero sus ojos pesaban, la vista se nublaba y el cansancio azotaba contra Jonghyun,  lentamente sus ojos se van cerrando y sin darse cuenta acurruca lentamente su cabeza entre sus brazos cruzados  sobre el escritorio, dejando la laptop prendida y su trabajo sin terminar.

 

 

“ en estado de embobamiento me encuentro, debido al sueño que me mantiene recluso, pero aun así en ese entrecerrar de ojos veo una silueta en el marco de la puerta, no tenía fuerzas para abrir mis parpados, y dejo a Morfeo hacer su trabajo conmigo,  como era de suponer quien había bajado a verme, era nada más y nada menos que el pequeño cataclismo  que ahora habitaba conmigo, te acercas a paso lento,  sin hacer bulla, solo el silencio inunda la habitación, trae consigo  una frazada, la colocas sobre mis hombros y siento algo cálido arropar mi cuerpo, me estremezco pero a pesar de lo incomoda que es la posición tengo el sueño pesado, se siente tan bien,  no sabía que a escasos centímetros mío, está un espectador adivinando mi rostro dormido.  Lentamente Apoyas tu boca sobre mi frente, dejando como al descuido un casto beso de buenas noches, las mismas palabras que susurras, y tu caliente aire sobre mi oreja eriza mi piel, siento tu mano sobre mi espalda y mis latidos cardiacos se disparan, tal vez lo soñé, tal vez fue real”

 

~********~

 

Al amanecer, me levante en mi cuarto, ignoro como llegue ahí, estaba empezando a temer de mi sonambulismo del cual ya sabía que sufría desde la adolescencia,  los doctores lo atribuyeron al estrés.

 

 

los dos días siguientes  pasaron sin novedad alguna, había llegado el día en que viajaría a Seúl, como había prometido a mi madre hacerlo semanalmente, sin embargo al saber que mi casa quedaría sola, pues la Sra. Jung tenía unos compromisos, desistí de la idea, por ahora no dejaría a ese chiquillo solo en mi casa, tampoco lo podía correr, cuando le había dado mi palabra que se podía quedar, y si algo tenia Kim Jonghyun, es que nunca faltaba a su palabra,  así pues llegaba del trabajo pero más temprano de lo habitual, como era costumbre los sirvientes se iban a la 3pm .

 

Mire mi rolex y eran las 4 pm, abrí la puerta de mi hogar y  camine por los alrededores, intentando con la vista de buscar a ese pequeño felino que había adoptado días atrás,  sorprendentemente ese muchacho era muy vivaz, intrépido y directo me había caído regularmente bien, habíamos charlando un par de veces, sin topar temas personales, Kibum permanecía todo el día en la casa,  a veces me preguntaba si realmente esa creatura algún día se dignaría a salir de su escondite y buscar un nuevo nido donde vivir.

 

 

Recorriendo la casa, no estaba, por lo menos en la planta baja no, subí las escaleras curioso y con algo de preocupación sobre mi pecho, fui a su habitación, toque algunas veces la puerta pero al no recibir respuestas, dije

 

-Voy a pasar- y gire la perilla, adentro no había nadie,

 

Realice la misma acción de abrir las puertas en cada una de las habitación, hasta temí que se haya colado en mi habitación, aunque eso era imposible porque era la única que tenía llave, y como lo supuse no estaba,

 

En el cuarto al frente mío, donde reposaban los instrumentos musicales y demás casi baches que a mi abuelo le gustaba coleccionar,  algo llamo mi atención, algo que no estaba en su sitio como antes, Una regla que se había irrumpido,  el coraje lleno mis venas al ver la pequeña puerta que conectaba con el puente colgante hacia la pequeña casa del árbol, estaba abierta,

 

Mi mente enseguida pensó “Kibum” y avance a paso rápido, en cada paso desfogaba un poco de ira,  camine por ese camino de madera colgante hasta llegar a la siguiente habitación. Ahí estaba, de lo más campante  al frente de un lienzo, de espalda mío, con sus auriculares puestos y moviéndose peculiarmente mientras tarareaba una canción y con un pincel  daba retoques a algo sobre el cuadro que apenas comenzaba a pintar, oleo, pinturas, pinceles, paletas de colores, todo estaba abierto, el perfecto orden que me había encargado de  darle  desde hacía tantos años, había desaparecido

 

 

Las arterias de mi cabeza se hincharon, estaba realmente enojado lo tome del brazo derecho fuertemente y virándolo para que quede de  frente a mí, este se asusta y deja caer la paleta de colores al suelo del miedo, al verme sus ojos se hacen más pequeños y comienza a temblar, tal vez fue por mi expresión de disgusto,  o la forma brusca que lo tome,

 

-Jonghyun- musitó débilmente, liberando un gemido de dolor mientras su cara se contraía al mismo tiempo que mi mano hacia más presión constriñendo su  brazo , cortándole la circulación –ah … d-duele…- se seguía quejando  pero yo no reaccionaba esta absorto del coraje

 

-¡¿se puede saber quién te ha dado permiso, para que te coles en esta habitación?!- decía, soltándole por fin del brazo y zarandeándolo de los hombros  fuertemente, como si con la fuerza le sacaría una respuesta, su boca se iba a abrir para darme una explicación, seguramente patética, no lo deje hablar – ¡Quien mierda te crees , para estar aquí,  esto es mío, no puedes tomar las cosas de los demás, sin permiso o autorización! - dije empujándolo con fuerza, ocasionando que el pierda el equilibrio y caiga de nalga al suelo,  perturbado y en angustia pues en esos escasos días de vivir juntos jamás le había mostrado esa actitud mía,

 

Pero es que no podía evitarlo ¿quién malditamente se creía para interrumpir el recuerdo de mi niñez?, la única parte de mi vida que quería consérvalo intacto como aquel lugar, el único momento de mi vida donde se podría decir, era plenamente feliz, y ahora ese muchacho estaba destrozándolo todo, quería desfogar mi enojo, quería pegarle sin remordimientos, después de todo era un hombre como yo, no debía restringirse como si se tratase de una damisela, pero no, no lo hice

 

 

Había olvidado por completo su pequeño problema con el tobillo, cuando uno hipidos  proveniente de aquel muchacho que se encontraba en el suelo, sobándose el trasero, intentaba levantare con la cabeza gacha,  pero no podía pues su tobillo estaba débil y no respondía como quería, fue ahí cuando la rabia me abandono y caí en cuenta de lo grosero que había sido,  pero así como había entrado, así mismo debía salir, no iba a ayudarlo, 

 

-j-Jonghyun,… yo .. l-lo siento-o… n-no.. creí que estuviera mal… entrar aquí…- dijo Ki

 

-No creí, no sabía~- dije imitándolo irónicamente  - Estúpidas escusas ¿Cuántos año tienes puberto? 3 …2 … ¿acaso esa actitud infantil ya te pudrió el cerebro?... ¡te dije perfectamente que no tocaras nada,  que te limitaras a existir en esta casa, de tu habitación!… pero mira nada más… llego y te encuentro hurgando en MIS COSAS…-

 

-lo.. Siento- dijo cuándo había terminado de pararse.

 

-si no puedes respetar las cosas ajenas, será mejor que empaques todo y te largues de una buena vez,- me voltee no quería seguir viéndolo, me llenaba de más coraje, estaba a punto de marcharme  cuando un

 

-espera- casi como grito evito que siguiera caminando

 

De repente un colapso de cosas cayendo atrás mío  se escuchó, Kibum había intentado seguirme, “nuevamente” caminando y apoyándose  con el pie afecto, olvidándose que debía saltar sobre el pie sano, un sonido de dolor antes de que todo colapsará fue escuchado de la garganta de Kibum, había ejercido más de la fuerza debida y sus rodilla flaquearon haciéndolo caer de nuevo en el piso, tumbando consigo algunas cosa entre ellas el caballete donde reposaba  el lienzo  quebrándose y dañando una perfecta obra,

 

Rastros de pinturas y un cuadro dañado reposaban sobre y a lado del menor, este al ver el desorden que había ocasionado, y conociendo el enojo de Jonghyun, solo se quedó en blanco mientras de sus ojos salían lágrimas al ver penosamente el cuadro en el que trabajaba parcialmente destrozado,

~******~

 

Tal vez Jong si tenía una parte humana, pues se acercó hasta donde estaba Kibum, por un momento el enojo se fue y solo la preocupación quedo reclusa en su corazón, un miedo por saber si Kibum se había lastimado más de la cuenta y al ver las lágrimas en esos ojos avellana,  sintió otra vez esas punzada sobre su tórax,  a pasos tan veloces se acercó al lecho del Rubio y quito los restos de cosas de encima de él, mirándolo preocupado, alzando su rostro para cerciorarse de que no hubiese  rajuñado o lacerado alguna parte de ese perfecto rostro ,  miró luego el cuerpo del menor y la mano albina de este sujetaba con fuerza del tobillo que poseía un vendaje que le había colocado el doctor hace unos días atrás, el agarre en esa zona era fuerte y su cara se contraía del dolor

 

-eres un imbécil- Jong habló y se acercó más, obligo al menor  posar uno de sus brazos sobre su cuello y con sus manos morenas cargo el delgado cuerpo de su tormento al típico estilo princesa, no era para nada pesado, de hecho era más liguero de lo que pensó,

 

 

Ya no importaba si el rubio no había catado una de sus órdenes, después de todo estar todo el día metido en una casa, sin hacer nada , era desesperante y había encontrado ese lugar perfecto para distraerse por un momento, pero ahí estaba el, (Jonghyun) con esa actitud infantil y egoísta de no querer compartir sus cosas,

 

 

Dejó el cuerpo de Key sobre la cama de su cuarto, este ya había dejado de sollozar y no paraba de pedir disculpa a Jong por lo ocurrido, este se hizo de oídos sordos e ignoraba olímpicamente al rubio, este solo hizo un gesto de tristeza en su rostro, Jong por su lado estaba preocupado sobre la salud de su compañero, se acercó hasta el tobillo y una pequeña manchita de sangre había ensuciado el vendaje, se alarmó y preocupo mas

 

-llamare al doctor.- anunció.

 

-no es necesario, Jong no me duele tanto-

 

-¡cállate!.. ya dije que lo llamare, quédate aquí y no hagas más estupideces- dijo saliendo de la habitación,

 

Busco su celular y llamo al doctor el cual llego en unos minutos después, lo revisó y efectivamente no se había hecho la gran cosa, el daño del esguince seguía ahí pero no había empeorado ni mejorado, hizo una receta nueva, cambio los vendajes, y luego se marchó.

 

Jonghyun quien todo el rato de la visita medica estuvo apoyado en el marco de la puerta escuchando atentamente todas las instrucciones del doctor, una vez que este se fue, se acercó a Kibum, para soltar un liguero “descansa” serio pero cálido. Eso tranquilizó un poco el corazón ferviente del rubio.

 

 

Esa noche pedirían comida a domicilio,

 

Al regresar a la habitación anterior, donde había tenido  la primera discusión con Key, empezó a ordenar ese desastre que el felino había ocasionado

 

-Tsk…- se quejó Jong al ver que todo era un completo desastre, y empeño primero por acomodar el caballete que estaba en el suelo, junto con este levanto el lienzo que se había llenado de pinturitas de otros colores a los extremos y la madera que le hacía de cuadro se había roto en el centro, dejando a esa obra inservible

 

No pensaba tomarle importancia a eso, seguramente sería unas figuras amorfas las que había dibujado Kibum sobre este, no sería un desperdicio, la verdad no veía en Key los dotes artísticos pero sus palabras fueron abofeteadas por sus ojos cuando estos admiraron sobre ese cuadro destruido una de las más bellas pinturas que había observado y él era un gran crítico, en silencio, quedo, divagando sus ideas , solo observaba el bello paisaje plasmado sobre esa tela, sobre ese conjunto de oleo a medio terminar, se maldijo por no haber prestado atención a lo que Kibum había hecho y tal vez aquel arte no se hubiera estropeado cruelmente.

 

~***~

 

Después de limpiar todo el desorden que me tomo como dos horas,  Salí de aquella habitación  y en una de mis manos llevaba aquel cuadro que por mi culpa se había dañado,   fui por un poco de pegamento de madera y clavos, tal vez aún podría reparase, o eso pensé,  al pasar por la habitación del menor pude percatarme que se había quedado dormido, por lo menos esta vez aquel desobediente muchacho me había hecho caso.

 

Tras varios intento, por fin pude dejar aquello algo mejor, al final solo tuve que despegar el lienzo del cuadro de madera y remplazar por uno nuevo,  y hay estaba de nuevo contemplando aquella obra a medio terminar,

 

¿Qué que era?, ¿pues como describirlo?

 

 

 

Era como recordar aquel evento que creía una dulce ficción, como si labrara una vez más  con esa prisión mi fantasía, que mostraba que había sido real,

 

 

Kibum  había plasmado en óleo  a un muchacho solitario sentado en un banca de un parque,  viendo hacia el horizonte ,  hacia un ocaso que estaba por terminar, aquel muchacho se mostraba feliz y en calma, me pregunto si ese sería yo, pues era muy similar a mí,  aun así el dibujo estaba a medio terminar, solo la mitad estaba pintado el otro lado aun yacía en blanco, me preguntaba que hubiese querido plasmar mi rubio acompañante ahí, en esa parte vacía, y miles de incógnitas se volvieron a aparecer en mi cabeza,  Porque para que él pueda dibujar eso, debía de haberme estado observando desde hace un buen tiempo,

 

-hump- se escuchó detrás mío y al voltearme teniendo ese cuadro entre mis manos, veo un rostro sonriente haciendo sus ojos más finos como una líneas,  una sonrisa de oreja a oreja, esos hermosos pómulos alzados haciéndose más visibles, me quede como tonto al verlo sonreír,

 

¿En qué momento se había levantado?

 

 

Yo me  encontraba en la sala, dejó de mirar aquel esplendoroso rostro en plena cumbre de felicidad y pose mis ojos sobre aquel cuadro, serio  y un poco apenado por haber daño el trabajo del rubio, le extiendo aquel cuadro  sin verlo a la cara, para que el menor lo tomase y así lo hizo, de repente muchos halagos y buenas palabras salieron de esa apretadita boca.

 

 

-¡Hyung!...¡ lo has reparado!.... gracias gracias…- dijo abrazándome efusivamente, era la primera vez que teníamos un skinship, él era más alto que yo,  pero eso no era un problema para que él me abrazara, era más delgado que yo con un cuerpo andrógeno, con un pecho plano que se apegaba más al mío, no tenía músculos desarrollado como yo, lo sabía porque lo había visto sin camisa algunas veces, y ahora podía comprobarlo pues  mis manos furtivas y obediente a ese abrazo correspondieron al cálido afecto y ahora yo también me encontraba abrazándolo, llenando mi nariz y mis pulmones con ese delicioso olor vainilla que se desprendía de sus cabellos rubios,  oliendo más de cerca a aquel chiquillo, queriendo mi mente guardar dicho olor en el más recóndito lugar de mi cerebro,  pero una corriente eléctrica azoto a mi cuerpo haciendo que mis trémulos brazos impacientes soltasen a ese bello cuerpo, alejándolo de mí, de mi burbuja , de mi mundo, donde ese pequeño infante tuvo acceso por segundos.

 

Probablemente mis mejillas no estén rojas, pero sentía un sensación caliente pero cálida provenir de mi pecho e irradiándose a cada segmento de mi cuerpo,

 

 ¿Qué era eso? .. acaso ya me había vuelto loco.

 

Siento un anhelo tirano por la ocasión a que aspiro, y cuando él se acerca de nuevo a mí, soy yo mismo quien lo aparto, me siento mal del mismo bien que siento, con recelo temor me obligo a mismo a mostrar desdén, y así abandono mi hogar siendo pasada de las nueve de la noche, de repente me apetecía un poco de aire frio, de repente sentía que no podía respirar su mismo aire, de repente solo quería estar lejos de él, de Kibum, lejos de esas sensaciones sin que ese nerviosismo apareciese.

 

 

 

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Todo estaba bien, todo estaba jodidamente bien, hasta que un montón de incomodas situaciones comenzaron a pasar.

 

Pueden sonar como quejas,  pero por más que obligue a mi mente a pensar que todas aquellas circunstancias habían sido todo lo contrario de lo que sentía, porque lo que sentía era que de cierta manera me gustaba que todas esas situaciones pasasen, no conocía razón, está la había abandonado desde el momento en que decidí adoptar a ese zorrito,  que ahora lo veía como mi mayor enemigo,  empecemos con la primera.

 

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~*~*~* #1 *~*~*~

 

Jonghyun me había permitido quedarme viendo televisión después del almuerzo,  para ver una de esas románticas novelas americanas  que tanto me gustaban y estaba llegando a la parte final, después de todos los productores de la televisión decidieron dejar en ascuas a los televidentes y atrasar mas el final en otros capítulos,

 

Debía de haber apagado la televisión, pero en eso el título de una película apareció como lo que venía a continuación, me dio curiosidad y me quede a ver, después de todo era muy temprano  aun y mañana no tenía nada que hacer, habrían sido alrededor de las 9 o 10 de la noche, la casa a oscuras, solo la luz proveniente de ese televisor iluminaba el sector,  pues Jong decía que debíamos ahorrar electricidad.  

 

Un escalofrió recorre mi cuerpo cuando  del LCD se ve claramente como los zombis empiezan a devorar a los aldeanos de una ciudad,  un pequeño gritillo se escaba de mi boca, mientras con mis manos  cubriendo mi rostro  trato de no ver la pantalla pero la curiosidad se apodera de mí y  entreabro mis dedos,  ahí estaba yo Kim Kibum, quien se había olvidado que odiaba ver  las películas de terror, y peor verlas solo, no sé porque estaba yo y mi nueva faceta de “valiente” queriendo verla cuando mis piernas se hacían de gelatina por el miedo, cuando una escena atroz, llena de sangre e intestinos y demás cosas demoniacas aparecieron, un estruendo afuera, a causa de un rayo que había caído me hizo electrificar, quedar pálido con  mi mente en blanco, cuando las pocas neuronas hicieron sinapsis en mi cerebro, pegue un brinco al igual que un gran grito y Salí despavorido en busca de alguien  para no estar solo y evitar que mis sesos sean tragados por un Demonio inexistente, vaya mentalidad de crio que me traía,

 

 

 

Subí tan rápido las escalera que casi me caigo pues aun mi tobillo no estaba del todo curado, a pesar que ya habían pasado unas cuantas semana desde aquel incidente y  ya no usaba vendaje pero si una tobillera, corriendo siento que mi corazón bombea a mil y siento mis pulmones  salirse de mi pecho, la puerta de la habitación de Jonghyun estaba a medio cerrar y sin pedir permiso solo entre de golpe,  habíamos establecido una relación de amigos casi cercana después del incidente del cuadro o al menos yo lo veía así, así que no supuse que se enojaría, otra veces ya lo había hecho, tal vez Jong si tenía razón y era muy sin vergüenza y despreocupado, ¡en fin! ahora yo solo tenía miedo de que aquel muerto viviente imaginario me alcanzase, gire la perilla y entré sin avisar o tocar antes

 

Entre mis ojos  a medio cerrar vi su figura parada a un lado de la cama, cerré mas mis ojos y me aferre a él fuertemente mientras  hablaba cosas estúpidas, que ahora me dan vergüenza recordar, como “me van a comer los zombis” o “ellos quieren mi cerebro” mientas me apegaba más a su cuerpo,

 

¡Pero esperen un momento!... ¿agua? ¿Piel? ,

 

 

Jonghyun no portaba con una camisa sobre ese torso al cual yo abrazaba, es más mis manos palparon esa piel morena en todo su esplendor  media mojada,

 

Kibum!- él me grita enojado, y yo empiezo a abrir uno a uno mis ojos y al percatarme de la situación, los colores se fueron a mi   rostro y las piernas se  me volvieron agua, solté el agarre, me había quedado mudo, sin palabras, mis ojos abiertos a mas no poder, con una luz inquieta, Como una inquietud siempre despierta,  había entendido hace tiempo que Jong era en cierta parte Homofóbico, no le gustaba los contacto físico con los hombres, eso él me decía casi siempre, porque a diferencia de él, para mí eso era algo natural.

 

 

Jonghyun había terminado de tomar el baño nocturno que siempre tomaba, pues decía relajarlo y además refrescarlo para poder pensar mejor al momento de trabajar y luego dormir. Como recién salía del baño solo cargaba consigo  una pequeña toalla blanca que  se envolvía perfectamente en su estrecha pelvis, dejando al aire, sus pantorrillas, su abdomen, esos marcados cuadritos que se ceñían poderosamente a su piel morena y tostada, los brazos y sus bien trabajados bíceps y tríceps y demás músculos, su espalda ancha con restos de gotas de agua  escurriendo de esta  hasta perderse en el borde superior de la toalla.

 

 

¡Oh dios!, ¡he visto a Jonghyun casi desnudo! ¿Qué are, que hare?, ¿porque tuve que entrar así?, ¿porque no puedo dejar de mirarlo?, ¡por qué mi corazón se detiene altaneramente para luego bombear arrebatado sobre mi pecho más frenético que cuando subía las escaleras!, y ahora no estoy cansado, ni había corrido,  le hable desde las sombras nocturnas de su habitación, con un callado eco:  “l-lo.. s-sien..t-to”

 

 

Impactado, busco ocultar mi rostro sonrojado y cubrir mis ojos  con mis manos temblorosas, pero en ese camino tortuoso de regreso, pues mis pies se movían por inercia hacia atrás,  tropiezo con una pequeña mesita que estaba aún lado y me caigo,

 

-AUCH- grité pues mi torpeza me había hecho caer, y golpearme muy duro el trasero, Jonghyun no perdiendo la caballerosidad, a pesar de estar enojado, lo sabía por su ceño fruncido, me ayuda a levantarme, pero al tratar de ayudarme, solo logra  empeora la situación, pues su toalla se desliza vilmente entre sus caderas, dejándome apreciar por segundos de su masculinidad, mi cara entonces se volvió un tomate por completo, algo ardía en mi interior, que me lograba sofocar por esa cercanía, Jong  reacciona rápido y se cubre,  terminó de levantarme y como alma que lleva el diablo, huyo de esa habitación, para nunca más volver a pisarla, sin antes llamar.

 

~**~

 

¡¿Cómo se le ocurría a Kibum entrar así a mi habitación?! Para colmo ni siquiera me había terminado de vestir, de hecho ni siquiera comenzaba, ¡¿es un completo idiota o que le pasa?!, 

 

¿zombi? ¡¿Qué diablos está hablando?! realmente nadie se iba a comer sus sesos pues cerebro es lo que le faltaba, ¡Cómo iba a creer en la tonterías de una película de terror!  Ahí comprendí que ese muchacho odia ver esas película solo. El muy idiota me dice  lo siento y se va, pero para mi desgracia se cae, yo intento ayudarlo y quedo en ridículo, pues la maldita toalla se me cae, aunque haya reaccionado rápido, no pude evitar saber cuál era la expresión de Kibum al verme desnudo, y ahí fue cuando quede embobado en esas mejillas rojo carmesí que ante mí se mostraban, sus ojos vulgares me observaban sobresaltado, y ahora el me observaba sin mascaras en un tiempo que detuvo sus manecillas frente a sus marrones orbes.

 

 

¿Sería la primera vez que ve a otro hombre desnudo?

 

No lo creo además a que viene ese sonrojo, si ambos somos hombre, ni que el fuera una princesita, desde entonces decidí llamarlo así, por la forma infantil y femenil de actuar. Me reí por lo bajo cuando el salió, notando esa situación un tanto graciosa, pero lo peor estaba por llegar, porque después de eso, el tardo unos días en volverme a dirigir la palabra  y en hablarme, y yo por mi lado, empecé  a levantarme mojado en la mañanas, cosa que me parecía algo asqueroso que me ocurra a mi edad, los sueños no lo recuerdo, solo una parte  de ellos,  una mísera parte que realmente desearía olvidar, esa parte en donde veía el mismo rostro  sonrojado, avergonzado y torpe de Kibum antes de despertar.

 

¿Qué demonios me estaba pasando?

 

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~*~*~* #2 *~*~*~

 Antes lloraba por las mañanas. Me despertaba con un nudo en la garganta; de hecho, me despertaba el nudo en la garganta. Una cosa casi fisiológica, un despertador triste y astuto. Me levantaba sin hacer ruido, me encontraba solo, en esa casa, iba al baño, me encerraba ahí y lloraba hasta quedarme seco, hasta que mis ojos de lo hinchado duelan y quemen, hasta querer que el aire dejase de entrar a mis pulmones y me ocasione una muerte natural y digna, mi “hogar” si lo pudiéramos llamar así, nunca fue esa palabra, no tenía padres, ni hermanos, estaba solo, luchaba solo, era quien era por mi esfuerzo, pero un asqueroso ser se encargaba de destruir la más vana luz de felicidad de mi vida, la misma que se me había vuelto una prisión, por eso decidí huir,. Aprendí a llorar en silencio, lloraba callado. Una estrella que ríe ante las cámaras, pero por dentro muere en vida.

 

Y heme aquí en la casa de un buen samaritano que decidió ayudarme, aun sin saber mi historia, prometí no quedarme más de la cuenta y ya había pasado el mes y no tenía planeado irme, pues debía confesar algo que aquel chico moreno  de algunos años mayor a mí, de  ojos de cachorro y cabellos negros,  de nariz respingada y perfecta,  aquel muchacho Manipulador, controlador, egoísta, caprichoso, insoportable, malhumorado, e incomprensible.

 

 

 

“Me gusta tanto”

 

 

Tenía demasiado calor que decidí  bañarme, tengo la manía de dejar las puerta abierta, no se me da miedo  ver las puertas cerradas, es una fobia que cogí hace mucho tiempo atrás, igual al miedo de estar a oscuras o de ver de películas de terror,

 

El agua caía rápidamente sobre mi piel, liberando todo rastro de sudor sobre ella,  me encantaba el agua caliente, enjabonar mi piel con esos ricos jabones de aroma peculiar a vainilla, siempre fue mi sabor favorito.

 

No podía evitarlo desde el incidente en la habitación de Jonghyun no podía evitar que mientras me bañaba recordar ese fornido cuerpo moreno al frente mío, unas ideas insanas se me venían a la mente, pero  las esfumaba rápido,  y luego me repelaba por tener ese tipo de pensamientos hacia él, no voy a negarlo, a mí me gustaban los hombres, desde muy pequeño sentía una fuerte atracción sexual hacia las personas de mí mismo sexo , pero a pesar de eso, y de vivir en la casa de un hombre guapo como él, no podía permitirme tener ese tipo de pensamientos obscenos, me había dado cuenta hace algún tiempo que él no me era indiferente, el me gustaba, por cómo me trataba, por cómo me ayudaba, era realmente bueno, aunque tenía sus cosas malas, mas malas que buenas.

 

 

 Pero ese gusto solo se quedaría en gusto, pues él era hetero, y por algunos de sus comentarios sabía que no era de su agrado la gente gay,  no era que los odiaba, pero sentía siento recelo hacia ellos, por eso no le había confesado sobre mi inclinación sexual, tal vez ahí si lograba que me botase  de su casa, a un hombre tan perfecto como él le gustaban las mujeres, de curvas pronunciadas, de cabellera larga y ondulada, de senos enormes y trasero igual, yo estaba lejos de ser todo eso, miraba mi cuerpo con tristeza a pesar de ser alto y esbelto, mi cuerpo no era nada masculino y más bien era muy delgado, pero así me gustaba, me gustaba estar flaco, en la escuela ya había sido lo suficientemente gordo como para querer volver a serlo.

 

Me perdí en ese relajante baño, siendo despreocupado de lo que pasase  a mi alrededor

 

*~~~*

 

-¿dónde diablos había Kibum puesto mi celular?-  decía enojado Jonghyun ya que el menor le había pedido prestado su teléfono para mandar un mensaje a “uno de sus mejores  amigo” del cual solo conocía su nombre, se llamaba Taemin y que por apodo le decía “my baby” lo supo porque una vez leyó un mensaje que le había enviado.

 

-¡maldición Kibum, donde lo dejaste, necesito hacer unas llamadas importantes!- decía alzando la voz y  revolviendo todo los lugares de su despacho, sala, cocina sin encontrarlo, entonces supuso que estaba en la  habitación de Key y ahí fue, estaba la puerta abierta, pero decidió tocar primero antes de pasar, no vaya a ser que le pasase lo mismo y encontré a Kibum en paños menores,

 

Toco varia veces, pero no respondían así que decidió pasar, miro a los alrededores y no estaba, ¿extraño? en eso se percató de la luz prendida del baño y un sonido de agua escurriendo de la regadera, le hizo suponer que este debía estar tomando un baño,

 

-¡genial!- dijo frustrándose… -¿Key?- lo nombró desde la habitación sin acercarse al baño, pero este no respondía

 

-¿Kibum… puedes decirme donde dejaste mi celular?- dijo un poco más alto mientras se acercaba para estar a escasos centímetro del baño y pudo escuchar una música en el interior a todo volumen, “por eso no me escuchaba”

 

-ashhh- dispuesto a entrar a gritarle y apagar esa molestosa música, asomo su cabeza por la puerta del baño y su boca casi topa el suelo al abrirse  atónita ante la imagen que en sus ojos se posaba.

 

 

Entre humo y vapor ocasionado por el agua caliente,  inundaba la cabina-ducha  de cristales transparente donde se encontraba Kibum metido,  una imagen muy erótica era la que sus orbes observan, el cuerpo delgado de Un Kibum de espaldas,  gotas de agua escurriendo esa piel marfil y nívea, el jabón  haciendo espuma en algunas zonas, acariciando su tez, de forma viciosa,  tuvo un coraje con ese pedazo de jabón por restregarse así en la piel de su pequeño gato cayendo en la confluencia de su cuerpo, Key quien se encontraba completamente entregado a la melodía que escuchaba, tanto que cantaba y movía sensualmente su cuerpo al compás de la música, un ligero vaivén de caderas, sutil, lento, hacían mover a esas cumbres de carnes traseras bien paradas y redondeadas, que podrían hacer enloquecer a cualquiera,

 

 

Verlo airoso, en todo el esplendor de su hermosa desnudez , me quedo estático ante su hechizo, debería moverme, debería irme, le dije a mi mente “VÁMONOS”, pero mis ojos necios no apartan la vista  de esos blondos cabellos mojados “¡QUÉDATE!”, de esa pálida piel, de aquel cuerpo que se convierte en pecado, uno muy grande e imperdonable como el mismo hecho que este ahí embelesado observando ,”¡OBSERVALO!,” una gran condena me esperaba de aquel dulce arrebato que observaba, en mi pecho un gran frenesí azotaba al ver su imagen llena de luz, como una ilusión  que fue quimera, lo contemplo absorto en ese cuerpo encarnación de arte, sonrió y luego siento morir pues mi corazón se acelera, aquella visera en mi tórax se enloquece, sudan mis manos, y me vuelvo ambicioso, con mítico fervor mi devoción aumenta, y a cortos paso me acerco, ¿por un mil demonios, que estaba haciendo, cavaria mi propia tumba?  Profanaba ese santuario de higiene donde ni siquiera sabían de mi presencia, avergonzado, bandido,  queriendo observar más de cerca cada detalle, el alma me incita que continúe  y con sed delirante  lo hago, creo encontrar la gloria en tu miel exquisita de blancura radiante,  tu piel se tras transforma en nieve  y el agua hace de diamante, jamás  podre olvidar esta imagen,

 

Cuando entro en cordura, me doy cuenta que admiro tontamente el cuerpo de un hombre, me había hechizado por un momento, trago frio y retrocedo  sin hacer ruido, salgo, tu jamás supiste de mi presencia, ni de mi asecho, yo aún no entiendo que fue lo  que me paso, tal vez entre en un estado de trance, pero en definitiva todo era tu culpa, ¡TODO ERA TU MALDITA CULPA¡

 

 

Me volvía loco  mis pensamientos, tanto que no lograba concentrarme, dormía poco y en la cara se notaban los resultados, unas ojeras marcadas, debajo de los ojos,    y pues quien podría culparme de no querer dormir, si después de aquello, solo lograba tener pesadillas,  realmente no podría llamarle “sueño”, al soñar  y fantasear con Kibum, con su desnudismo impúdico, mostrándose vilmente ante mí,  debajo de mí, con un rostro todo rosa gimiendo mi nombre, mientras su carne vibra ante mí y  por mí,   no había necesidad de negarlo, por lo menos de eso no le podía echar a culpa a nadie, más que a mi mente, y su estúpida subconsciente que me hacía parecer un completo homosexual, algo que realmente odiaba   era tener esos sueños  húmedos con Key,  ya hasta no lo podía mirar al rostro pues las pocas imágenes que quedaban rezagadas en mi memoria venían a mi cabeza cuando él me miraba.

 

 

Era de noche, sus labios quemaban, tenían fuego en ellos,  esa noche lo hacia mío, locamente , separa sus labios de los míos, para tomar aire, y ya siento celos y sed por su ausencia,  siento un placer único , una corriente eléctrica que me petrifica  y curioso empiezo a explorar más lugares que no conozco de ese cuerpo que descansa debajo de mí, en completa disposición y desnudez su piel se expone ante mí para satisfacer mis instintos más bajo y pierdo el tiempo  en ese cuello que marco como mi propiedad, en esas clavículas, torso y  las dos pequeñas fresitas que están todas paradas, observo ese rostro todo excitado y me pongo tan duro que duele,   me embriagas con ese olor femenil que desprendes y que ahora adoro,  te veo tan bello como pocos, nunca fuiste más bello que ahora exponiéndote todo natural,  te entrego un amor que ignora el hastió y se entrega en un apasionado roce de labios,  ahí adentro de ti, me encuentro, se siente delicioso la forma en la que aprietas mi carne entre tus paredes, te hago mío esta noche con demencia y me doy asco de mí mismo por sentir todo esto por ti, pero la poca cordura se va tras tus gemidos y la tortura que juzga mi pensamientos  queda como una herida abierta, mi vista se nubla  mientras me adentro más a esa aventura, siento explotar y mi corazón morir  se enciende más mi sangre y arden mis arterias, me miras a los ojos en ellos refleja mi rostro todo agitado y sudado sobre el tuyo, te estoy poseyendo violentamente y eso  me gusta, me acerco a tu boca y codicio un beso tras alargar un gemido. Así Las ilusiones se rompen como un espejo en miles de pedazos,  mi frente esta sudada como todo mi cuerpo, y mis cabellos mojados escurren sudor,  debajo de las sabanas observo un gran bulto en mi entrepierna y  mi pijama esta  toda mojada, solo significaba algo, un sueño de una noche sin amanecer.

 

 

-volvió a pasar-

 

 

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~*~*~* #3 *~*~*~

Después de cenar,  se juntaron los dos solitarios en aquella sala al frente del televisor, era una costumbre que se había creado desde que el rubio llego. Estaban  Sentados cerca pero lo suficientemente separados,   antes solían sentarse más cerca pero desde que  Jonghyun  lo había visto en el baño le pidió que no se sentara cerca de él, “para no invadir su espacio personal”, ciertamente Kibum notaba un cambio de actitud en Jong pero desconocía la razón, tal vez ya comenzaba a incomodarle y debía irse pronto, ya había pasado el mes. Sus risas se vuelven más marcadas cuando ven  aquel programa de variedades  que a ambos le gustaba,  era de noche y no faltaba mucho para que acabase, todo iba bien, hasta que la mala suerte jugo a su favor.

 

Las luces parpadean  y ambos quedan viendo los faros que iluminaban la casa, luego dejan de parpadear para que en cuestión de segundos volver a hacerlo, solo que estaba ves ya no volvieron a prender, y quedaron en completa oscuridad,  Key quien tenía un miedo terrible a la oscuridad, grita aterrado,  y va en busca de Jonghyun pero al estar todo en tinieblas no podía ver donde estaba,  lo llama y este le juega una broma y no responde, esto desespera más al rubio y su voz se comienza a quebrar porque estaba a punto de ponerse a llorar, realmente tenía una fobia a la oscuridad, sentía que su cuerpo temblaba de miedo, su corazón se aceleraba, no llegaba aire a sus pulmones, una situación verdaderamente deplorable  y paranoica,  pero verdadera, era la angustia, el temor, y todo combinado,  cuando  tropieza y se escucha algo caer, Kibum pierde todos los estribo y da un brinco, comenzando a llorar estrepitosamente y de forma alarmante,  tanto era su miedo que no se había dado cuenta que en lo que estaba sentado no era el mueble sino las piernas de Jonghyun.

 

El moreno se sorprende porque enserio no esperaba esa reacción del rubio, solo quería molestarlo un poco, pero ahora entendía que la fobia que decía tener Key ante la oscuridad era muy grande,  sentado en sus pierna sintiendo el calor de ese cuerpo junto a él, lo hace flaquear y  desliza sus manos tocando  la espalda de Key sin ser percatado, ¡QUE ESTABA ACIENDO!,  Kibum estaba muerto de los nervios y Jong  queriendo  experimentar cosas insanas,  más decidido aún  lo toma entre sus brazos y lo hace parar no sin antes pedirle que se calme,  Jonghyun debía hacer algo al respecto el no sentía atracción por un hombre y  aunque ese hombre tuviese  complejo de diva, camine como modelo de pasarela y  pueda lucir incluso más hermoso que una mujer , le toma de la mano y  caminan hacia el gran ventanal de la sala,

 

Recordó como hace tiempo había pasado lo mismo,  los fusiles se habían dañado pero  los vecinos tenían luz,  aun guardaba la esperanza  de que eso mismo pasase,  pero esta vez todo el sector estaba en penumbras, ninguna casa iluminada, supuso entonces que el problema no eran los fusiles sino un apagón universal, afuera las calles lucían incluso más oscuras que adentro,

-Kibum vamos al patio, hay unas linternas en la bodega- le anuncio y ambos caminaron hacia afuera, Kibum le tomo de la mano para no perderse, ciertamente ese agarre le daba un poco de calma,

Para su suerte, la parte trasera de la casa, no estaba tan oscura,  la luz lunar y las estrellas crean un maravilloso espectáculo  y deslumbrante luz como para iluminar los rostros de ambos, fue ahí cuando Jong se percató de las lágrimas y ojos rojos del menor, de su respiración forzada y el titiritar de sus labios y cuerpo.

Inútilmente fueron a la bodega pues dichas linternas no servían,  a Jonghyun se le ocurrió algo, no podían regresar a la casa, pues ahí estaba todo oscuro, así que a pesar de ese mar de mocos que estaba hecho Kibum por la desesperación, lo dejo un rato solo, y se adentró a su casa en busca de frazadas  y abrigos.

 

Esta noche la pasarían afuera.

 

Había un pequeño columpio para dos personas, muy elegante solo que en la oscuridad no se podía apreciar del todo bien, era acolchonado y se mecía igual que una mecedora, Kibum se sentó ahí y  se alegró cuando vio a Jong regresar , este le dio un abrigo para que cubriera su cuerpo y Jong se puso uno para él, luego se sentó a un lado de Key y compartieron la frazada, Jonghyun no le dirigió palabra alguna, sabía que Kibum no se tranquilizaría con nada, así que solo se limitó a abrazarlo.

 

Permaneciendo así en silencio, debajo de las estrellas, escuchando de vez en cuando los hipidos de Kibum,  con la música de las luciérnagas de fondo, Kibum se aferraba más al costado de Jonghyun cerrando sus ojos por si eso le ayudase a dormir, o a calmarse,   Jonghyun por su lado ya empezaba a hacer sonidos de ronquidos  indicando que estaba durmiendo,

[KIBUM POV]

¿Cómo era posible que el durmiese tan campante mientras yo moría de los nervios?

Miraba hacia el cielo, porque era la única luz que me iluminaba, encerrado en ese abrazo mortal de mi compañero, cuando de repente algo mágico pasaba, ante mis ojos  allá arriba en el firmamento unas estrellas  fugaces recorrían  toda la atmosfera,  aquel día tenía la dicha de apreciar de aquel hermoso y efímero espectáculo  celestial de luce neones,  zarandee un poco a Jonghyun para que este despertara y así lo hizo aunque un poco enojado,  pero luego le señale arriba, hacia las estrellas  y su rostro se sorprendió  y una intrépida sonrisa simularon sus labios, luego fue remplazada por una amplia sonrisa que deja ver su dentadura, jamás había visto a Jonghyun tan feliz, aquel gesto  más que aquel luminoso show en el cielo,   lograba liberarme del tormento por el que pasaba y sepultar mi cruel fobia lejos de ahí, 

 

Sentía cada fibra de mi cuerpo  cada hueso aguarse con aquella risa,  tú por instinto de protección me abrazaste mas y fue entonces que bendije  tus brazos de cuna, bendito sea cada segundo y minuto que pasaba y calmabas mi corazón,  entendí que te había tomado cariño, tal vez  y ya me habías dejado de gustar para empezar a amarte.

 

Me abrazaste tan fuerte, que no me dejabas respirar , te mentiría si no me sintiera tan bien, me acosté en tu pecho y el columpio se mecía ligeramente, me sentía pequeño, ahí en tu pecho todo definido, ahí entre tu brazos, si hubiera luz podrías verme completamente rojo desde las orejas, Hacia frio, pero aun así sentía derretirme,  estaba aterrado pero aun así me sentía en calma, Mi corazón ardía tanto que tenía miedo de quemarme y conmigo llevarme todo este lugar,  el contacto liguero que teníamos  me hacía entrar en calor, tal vez me estaba aprovechando de  la situación, pero todo aquello me parecía hermoso.

 

-es la segunda vez que veo una lluvia de cometas- me dijiste alegre y yo me quedé sorprendido,

-¡oh!, esta es mi primera vez, juro que ha sido lo mejor que he podido observar en mi vida, ¿cuándo la vistes por primera vez?- pregunte curioso tú me miraste  y fue ahí que aprendí que el mundo se veía mejor desde tus orbes negras,  sentía paralizarme cuando me observaste con esa sonrisa, con ese brillo peculiar en tus ojos después de mirar aquel especulo nocturno,  fuimos un par de niños ilusionados.

-la primera vez tenía  4 años, estaba  ahí- dijiste señalando el centro del patio trasero, - con mi abuelo y un telescopio que había comprado, y que se dañó ese mismo día jajaja- decía entre risas, realmente él podía  enardecer a cualquiera con esa tierna sonrisa y me sentí afortunado de poder obsérvalo en todo su esplendor, para mi  aquello, haber visto sonreír al “señor amargado” había sido la mejor fusión de la noche,  yo reí por lo último que dijo, el me hizo coro y ambos estábamos ahí riéndonos y entrando en confianza como antes, hablando y perdiéndonos en los relatos, haciendo  una unión más fuerte.

 

Amistad

 

Mis parpados pesaban, era tarde, volvió a reinar el silencio, tú me dijiste que sería mejor que me duerma, y yo obedecí,  Cerré mis ojos, me incline hacia ti,  Aprendí a hablar con gestos y con un beso en la mejilla te dije un “gracias”, que te hizo temblar porque lo hice sin previo aviso.

Deposite mi cabeza en tu hombro  y Por primera vez en mi vida, fuiste la única persona que me ayudo a conciliar el sueño,  pensado que esto podría ser el comienzo de algo hermoso caí dormido abrazado por unos brazos morenos alrededor de mi cintura  viajando hacia un sueño misterioso donde aquel muchacho de cabello negros era el protagonista.

 

Esa noche no dormiste, con desvelo incomparable me cuidaste, y te convertiste en mi cruz y salvación.

*~*~*~*~*~*

 

[Jonghyun POV]

Él es único en su clase, él es como uno papeleo pero el más difícil de leer,  eh buscado una vía de escape, peor es inevitable, él termina aferrándose a mí, y yo permito que bloquee mi camino a su antojo, Kibum es engreído prepotente, él cree saberlo todo como la palma de su mano, como cuando estoy por salir y Me pregunta

“¿Vas al trabajo?”-  Él ya lo sabe y se pone de pie,  yo me quedo quieto viéndolo, va a mi despacho y sale en cuestión de segundos  sosteniendo entre sus manos un sobre, mi trabajo de la noche anterior,  me lo tiende y me brinda una linda sonrisa, yo lo tomó  y me volteo, pero él me llama nuevamente para dame un pequeño termo donde huelo el café  negro, caliente, sin azúcar y sin leche, como me gusta.

 

Él está en todo y eso me enferma. Porque aunque me cueste admitirlo en menos de un mes, él ha llegado a conocerme muy bien, sobretodo esa parte olvidadiza y despistada que considero mi único defecto.   

 

Yo no necesito que él me necesite pero el igual lo hace, es terco  pero astuto y muy inteligente, se comporta como una verdadera mamá, él actuaba así de sobreprotector aunque sea él  el menor,  y eso me fastidia, es sorprendente como puede estar tan pendiente de mis  cosas, como si necesitara una mano y él tenga miles para darme.  Empezaba a odiarlo por ser perfecto,  Tal vez si este equivocado o tal vez si este  errado pero  siento que estoy en la deriva, en el borde de un abismo donde si me duermo un poco, esto podría empeorar,

 

El me hace reír naturalmente con sus locuras, aprendío a encajar conmigo, suave y ligero,  con sus tonterías  me sacaba una sonrisa, sabia cuando hacerlo, sabia cuando estaba estresado y  sus palabras  cambiaban a unas muy sutiles y a la vez tenaces, su voz puede  envolverme fácilmente y entro en calma dentro de su nido, para luego con una sonrisa  fulminar los problemas así de fácil y todo mágicamente se ilumina.  Él es realmente interesante. Me gustaba  su libertad y ese sonreír sin problemas, libre de tenciones.

 

Así mismo también odiaba   su forma delicada de ser,  ese desagradable  perfume de niña con olor a  fresa que solía usar y ese champú de vainilla, ese aroma dulce se impregnaba en toda la casa,  algunas veces solo me perdía en esa fragancia cerrando los parpados, con su esencia tropical podía encontrarlo fácilmente al abrir mis ojos,    aprendí a aceptar  su aroma y hasta llegue a acostumbrarme a él. ¡Pero eso sí! Como detestaba  su obsesión por  el color rosa, calcetas rosa, pijama rosa, boina rosa, sola faltaban que sus bóxer sean rosa, cosa que no sorprendería. 

 

Otras veces él me presiona  y sacas los buenos pensamientos de mi cabeza y logras cabrearme, seguramente logra  que muchas personas lo odien fácilmente,  pero luego venia y me posaba de esa sonrisa rebelde y presumida, deleitándome con la maldita flor de su juventud y hermosura, 7 años de diferencia es mucho, y su actitud a veces cambiaba comportándose como un verdadero crio de dos años  y yo  como vino amargo  no soportaba su comportamiento infantil,  ¡pero no!  a él poco o nada le importaba  y cuando  le decía algo, él lograba contrarrestar mis palabras y si lograba hacerlo enojar, él   lo devolvía  al doble , al final era yo quien terminaba perdiendo, porque ese muchacho rubio y arisco no daba tregua  ni consuelo. 

 

Lo  peor de todo era ese menear que llevaba al caminar, como si fuera “la princesa” que constantemente le llamaba,   lo peor de todo que al darme la espalda y ver ese meneo  apacible, silencioso  mis ojos  surcaban  hacia el sombrío recuerdo de un baño, donde vi su figura de espalda y desnuda, debo apartar mi mirada de él, porque si te viras y me descubre podría convertirme de una persona seria y digna en un pervertido, por verte  el trasero.

 

-¡Deja de  caminar así por una puta vez en tu vida!- le dije todo enojado, él regreso su vista ante mi

-¿ah? ¿Caminar? ¿Cómo? - dijo haciéndose el desentendido.

 

-No trates de hacerte el tonto conmigo-  ¿es que me estabas provocando?

 

- no entiendo- dijo inflando sus cachetes tiernamente, ¿tierno? Yo, Kim Jonghyun había pensado que aquel acto era tierno, no definitivamente  estaba volviéndome loco - ¿De qué hablas Jonghyun? – volvió Key con el interrogatorio riendo un poco.

 

Apague la televisión esta vez quien se iba y daba la espalda era yo, estaba harto de esos pensamientos que me golpeaban la cabeza una y otra vez. Alargue un grito de desesperación mientras me jalaba los cabellos tratando de apagar mis pensamientos

 

- AHHHHHHH Kibum… me caes tan mal- dije cabreándose más, subiendo las escaleras  y perdiéndome en ella, dejando a un Key totalmente confundido y  asombrado atrás.

 

 

NO PODIA, no debía, es asqueroso y anormal fijarse en alguien de tu mismo sexo era una abominación,  a Jong no podía gustarle Kibum, aunque los síntomas que sentía claramente eran que por lo menos sentía un aprecio hacia él, pero ¿Qué le llegase a gustar? Estaba muy lejos,  ¡No!, ¡DEFINITIVAMENTE NO!

 

 

 

~~~******~~~

con el pasar de los días, Jonghyun se había dado cuenta que ese muchacho que  había dejado atrás encajaba perfectamente en su descripción de persona ideal,  en poco tiempo había logrado hacer lo que a muchos le tomo tiempo, crear una conexión con Jong aunque aún no fuera fuerte, por lo menos para Jong,  Kibum  no pasaba como alguien inexistente.

 

Key era un hombre, Sin senos abultados o con silicona, sin unas abultadas cadera,  tal vez su trasero   era algo exuberante,  también tenía  una estrecha cintura y piernas gruesas, aun así el jamás sería una mujer, aunque su cuerpo andrógeno no le era del todo indiferente, lo sabía,  lo sabía perfectamente  y lo comprobó cuando esa vez  que por iluso y estúpido lo estaba espiando  cuando tomaba un baño…  porque de haberle parecido algo grotesco se hubiera ido y no se hubiera  quedado hay los 30 minutos que demoro el baño del menor,  aunque después de todo culpo a  Kibum,  diciendo que fue su culpa ya que había dejado la puerta de su habitación abierta y que era su maldita culpa por ser despistado y dejar la puerta del baño abierta también, cualquiera hubiese podido entrar, ¿cualquiera?  Pero era él el único que entró, porque era el único que estaba en esa casa aparte del  rubio.  Dios, estaba clavando su propia tumba y eso no lo iba a permitir.

 

 

“si tratáramos de darle un concepto a los sentimientos llegaríamos a la conclusión que es imposible saberlo a ciencia cierta, pues el amor no sabe de tiempo, edades,  es furtivo  e insolente no avisa cuando llega, no toca puerta ni ventanas, no pide permiso, es metido,  sirve para traer alegrías y robar tristezas te debilita, te hace fuerte, entonces como responder esa pregunta que me hacía en esos momentos de ¿cuándo fue que permití que aquel sujeto llegara más allá, más allá de  esos horizontes intangibles de mi vida que nadie antes había cruzado?, porque de algo estaba seguro, Él había roto mi barrera,”

 

 

Debía alejarme unos días de él, de Kibum,  hoy en particular quería  ir donde quizás jamás lo encontrase  de nuevo,  donde no vuelva a sentir esas ganas tan impropias de verlo, anhelando saber más de su propia existencia tan enigmática  e incomprensible. Así pues me toco pagarle de más a la Sra. Jung para que se quedara junto con Kibum en mi casa, y partí a Seúl por 2 días sin avísale a Kibum, solo me fui, realmente me empezaba a fastidiar ese chiquillo porque me volvía un maldito bipolar.

 

 

CONTINUARÁ....

Notas finales:

YA!! terminaron !! :3 espero que les haya gustado, porque A Mi me gusto mucho escribir este fic *A* Y AUN me kedan demasiadas ideas por expresar, asi que si te gustoo

dejame una galletita *AAAA* -un hermoso review-  y yo estare muy feliz y  escribire mas rapido para actualizar *A*

 

compartanlo si les gusto y si no :'( que mala onda 

quiero agradecer a mis 6 hermosos review que tuve en el primer capi y son de:

 marshawol *^*! <3

mitaemin

pelu

ivi-chan

alis Styf

y fabiola 

 

:D es por ustedes que actualize este 2do capi, asi que espero lo hayan disfrutado  

 

gracias a las que leyeron y las nuevas lectoras :)  las quieroo0 aunque no las conosca ;A;

hasta el 3er capi :D  jane

 

¬¬* no se olviden de mis galletas  TAT 

 

 


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