DINOCULES
Capitulo 1: El nacimiento de un héroe
Desde tiempos memorables, han existido hombres fuertes, listos y hábiles que han peleado contra todo por salvar a la humanidad, sí, la Real Academia de la lengua Española les ha definido como héroes… claro, un poco más científicamente hablando. Pero en sí, ¿qué es un héroe verdadero? Ah, eso es lo que estaremos a punto de averi…
¿? 1: Zzzzz… zzzz…. *un roquido interrumpe en la escena*
¿? 2: shishi ya la escucharon, de solo leerla ya se durmió el bossu; déjanos a nosotros, los musos, encargarnos de esta chamba *dijo una voz de fuente desconocida*
Está bien, háganlo a su modo. Yo me largo a jugar Harvest Moon Animal Parade.
Entonces el jarrón antiguo griego pintado con dibujos de hombres en toga tomó mayor realismo dando vida a los representantes de las musas.
Xanxus: ¿qué? Ñam ñam, blablabla nosotros somos los musos, blabla los inspiradores del arte, que proclamamos a los weyes estos como héroes.
Belphegor: shishi héroes como Dinocules.
Lussuria: querrás decir Muscules, oh sí, que pectorales papacito, quisiera lavar sobre su abdomen.
Xanxus: bájale a tus hormonas, ejem, nuestra **** historia comienza desde hace muchas Eras, mucho antes de este Dinocules.
Todos: tattalatta~
Xanxus: Después de la creación, el mundo era un caos total, repleto de titanes que causaban terremotos, tornados y volcanes siempre en erupción.
Squalo: VOOOOIIIIIIIII un lugar inmundo fue. Era como cuando el jefazo organizaba una de sus fiestas con orgia incluida… si, desorden en cualquier dirección.
Fran: entonces llego Primo Cavallone, alias Zeus, mandó sus rayos y atrapó a los malos dejándolos ahí encerrados por toda la eternidad.
Todos: Y así con este caos fue a terminar~
Xanxus: su fuerza se puede comparar con lo golpeador que es el Tonayan.
Squalo: el plato fuerte fue.
Xanxus: ¡oh si nena!
Lussuria: Primo impusó al mundo en su juventud.
Belphegor: En el Olimpo se vivió la máxima virtud.
Squalo: Vooooi, porque Zeus y su mafia de dioses cuidaban al mundo desde ahí.
Fran: Y aunque parece imposible, debes de creerlo tú.
Todos: tattalatta~ En el Olimpo es donde realmente comienza nuestra historia.
Todos los dioses se reunían para celebrar el nacimiento y la presentación del primogénito del poderoso Primo; dejaban sus presentes a la vista para después seguir con la fiesta. La “madre” del inocente bebé, mecía a su nene tratando de dejarlo en una cuna hecha de nubes.
-este niño es tan inquieto como tú.- golpeaba la “madre” a su esposo en el pecho como forma de reproche; ponemos entre comillas la palabra porque esa persona, conocida como la Diosa Hera, era realmente un serio hombre rubio de ojos grisáceos.
-pero admítelo Alaude, es lo que te encanta de nosotros.- le agarró de la cintura y le besó apasionadamente aun frente a sus invitados.- bueno, quisiera a todos agradecerles por sus magníficos regalos, más les valía siendo que era MI hijo.
-sí pero tú no le regalaste nada.- su esposa le sonreía con cinismo.
-¡ah cierto!- entonces elaboró con mas nubes y un rayo de sol una figura que se transformó en un pequeñito caballo hecho con fuego.- es todo tuyo mi pequeño Dinocules.
-eres un buen padre, te doy la calificación de 8.5.- Alaude le dio un tierno beso en la mejilla a su esposo.
-pero sabes que lo mío es ser buen amante.- le agarró del mentón y le dio un apasionado beso en los labios.
Los demás dioses veían conmovidos, o más bien voyeuristas, esa familia tan única. Sólo uno era el que no estaba de acuerdo.
-kufufu pero que tiernos, con tanta azúcar en el aire voy a acabar diabético.- contestó una misteriosa voz en la parte más lejana del recinto.
Nadie se rio de su chiste, el único sonido que había era el cantar de los grillos. Salió de su escondite, revelando a una persona de toga negra y que desprendía un humo del mismo color, era un hombre de cabellos y ojos azulados y oscuros como la noche, lo curioso de él era su peinado de raya que terminaba con una mata de cabello que parecía una piña incendiándose. Se trataba del dios Hades, bueno, aunque ese nombre también era un alias.
-Mukuro, bienvenido.- contestó Alaude llevándolo del brazo para que viera a su nene.
Squalo: pensábamos llamarlo Hakuro pero ese nombre ya estaba registrado por la esposa de la escritora a la que le robamos su chamba.
Fran: yo sugerí Mukades *le atraviesa un tridente su sombrero de rana* muy gracioso shisou…
-ah sí, que bonito el escuincle este.- sujetó esa pequeña manita pero el pequeño Dinocules lo elevó y lo bajó, zarandeaba al invitado como si fuera sonaja.
-le gustas.- se burló Cavallone al ver al dios del inframundo con sus ropas hechas tirones a causa de los jalones del bebé.- después de todo a mi niño le gustan las piñas maduras.- esta vez, todos los dioses se rieron de su broma.
-oya, que gracioso.- se dispuso a irse de la fiesta, lo que nadie se daba cuenta era que él murmuraba maldiciones contra los dioses, especialmente Zeus.
Xanxus: sí de alguien debes tener cuidado, aparte de mí claro, ese es Hades.
Lussuria: porque es malo muy malo. Y tiene un plan tan malévolo.
Fran: del inframundo es él…
Belphegor: es muy perverso y de mala leche…
Fran: es una piña tepachada bien cruel, así es el shishou.
Mukuro remaba su pequeña lancha, estaba dentro de una siniestra y espeluznante cueva donde las sombras tomaban formas aterradoras y trágicas, el río en el que se encontraba estaba lleno de un sinfín de almas que deseaban ser salvadas pero su amo solo las golpeaba más fuerte con los remos o les quemaba con el fuego azulado que producía la piña de su cabello.
Llego hasta el muelle donde un esqueleto le esperaba, le dio un apretón de manos a su jefe y tomó los remos para guardarlos-
El dios gritó al llegar al inicio de las escaleras.
-¡Ken, Chikusa!
Dos demonios chibis corrieron ante el llamado de su jefe, dieron un mal paso y ambos se fueron rodando hasta quedar ensartados en dos tridentes de decoración. Sus gritos complacían al rey del inframundo.
-¡a sus ordenes jefe!
-kufufu, nada, solo avísenme cuando lleguen las arpías.
-ehm pero ya están aquí.- dijo Ken, Chikusa le dio un golpe ya que sabía que esa noticia le enojaría.
-… ya veo.
Convirtió a sus dos sirvientes en un par de insectos que aplasto con mucha satisfacción. Las plastas en el piso solamente reclamaban su mala suerte.
Se dirigió a una cámara enorme y casi vacía, sino fuera por una mesa donde tres extrañas mujeres de capas negras y pieles ennegrecidas parecían tejer y cortar hilo.
-¿con que el mundo se va acabar eh?- decía la mujer más adulta.- yo que tu no lo hacía.- hablaba con el hilo que sujetaba una chica de cabello corto y castaño, la mujer de cabello rosa cargaba amenazante un par de tijeras para usarlas en el momento preciso. El hilo fue cortado y un grito desgarrador lleno la escena.- ahí va otro idiota.
Un alma pasó por una de las grietas de la cámara; una de las chicas, de cabello negro, grandes ojos energéticos y actitud traviesa, corrió hasta la entrada y le dio una tarjeta al ser.
-no olvides, tu turno es el 58, 234, 098, 838.
-ehm.- interrumpió el dios.- lamento llegar tarde.
-sabíamos que eso pasaría.- contesto la arpía de cabello rosa.- nosotras conocemos todo; yo me encargo del pasado, Kyoko el presente y Haru el futuro.
-pero decirlo provocaría spoilers, ¿verdad Bianchi-oneesan?- contestó inmediatamente la castaña.
-y no nos gusta dar spoilers. – finalizo la morena regresando a su asiento.
-por favor, hermosas damas.- apretó los dientes.- muéstrenme mi futuro.
-… está bien dessu, solo porque sabemos que tu futuro nos da buen yaoi.- contestó felizmente la morena.
-¿eh?- respondió el dios algo confundido.
“En 22 años los planetas se verán alineados, pero curiosamente…. La puerta que tenía encerrados a los titanes se debilitará.
¡Libera los titanes nada los podrá detener!
El orgullo de Zeus será al fin vencido y tú… Hades… ¡lograrás tomar el trono!
Pero…
Si Dinocules entra en la batalla, olvídalo, porque te pondrá una paliza hasta dejarte como fruta picada.”
Las 3 arpías desaparecieron antes de que Mukuro explotará en una aura oscura; definitivamente no iba a permitir que el mocoso se interpusiera en sus planes. Así que llevó a cabo un plan despiadado donde sus subordinados se harían cargo de ejecutarlo.
Esa misma noche, Ken y Chikusa entraron de polizones al cuarto del bebé, lo metieron en un costal y se lo llevaron a la Tierra; nadie se dio cuenta hasta que Primo Cavallone se extrañó de que su nene no interrumpiera una de sus sesiones ruidosas con su esposo.
-mi bebé.- grito Alaude agarrando a su esposo de la toga.- ¡quiero en bandeja de plata la cabeza del hijo de **** que se atrevió a robarlo!
Primo ordenó a todos los dioses buscar en todos los rincones del planeta; mientras él mandaba rayos por todas partes, le haría pagar muy caro al ladrón.
Chikusa y Ken volaban hasta que un rayo de Zeus cayó en sus alas y les achicharró, obligándolos a aterrizar en unas montañas cercanas a un pueblo pequeño. Ambos sacaron la pequeña pócima y se la dieron al bebé, pero lo abandonaron cuando se dieron cuenta de que alguien se acercaba, temiendo que fuera un Dios, escaparon sin darse cuenta de que el bebé faltó de solo tomar una gota más.
Pero en vez de un Dios, los que llegaban era una pobre pareja de hombres altos, ambos vistiendo capuchas deterioradas de color marrón; uno era rubio y de ojos dorados cual sol y el otro era un pelirrojo de ojos rojizos y tatuajes del mismo color en su rostro. Vieron al bebé en el suelo y lo recogieron de la tierra.
-Giotto, ¿conoces a alguien que haya tenido un bebé últimamente?
-mnm, no G, lo más cercano es la familia de Fon e I-pin, pero apenas se casaron y andan planeando tener un hijo dentro de unos años. Pero, ¿a poco no es una lindura?- el amoroso hombre le hacía gestos graciosos al bebé para que dejará de llorar.
-sí, sabes, tanto tiempo le hemos pedido a los dioses algún día tener un heredero. Quizás al fin nos escucharon.
-tienes razón.- en las cobijas del bebé, había una extraña medalla dorada con el grabado de un caballo y una nube arriba soltando un rayo en el centro, era el símbolo de los dioses.
El bebé lucia muy emocionado cuando vio la medalla, G acercó el objeto hasta el nene quien por la felicidad lo apretó de más deformando la durísima moneda.
Ambos se quedaron mirando incrédulos lo que había pasado, ¿Qué clase de bebé habían recogido?
Fran: los dioses buscaron a Dinocules por toda la Tierra pero cuando encontraron al bebé ya era muy tarde….
Squalo: ahora es un mortal… más todo él no todo perdió… vive con una gran fuerza divina.
Lussuria: ¡suelta el chisme!
Squalo: lloraron Hera y Zeus (bueno solo tantito porque son machos que se respetan)
Todos: ¡uh! ¡Uh! ¡¡uh!!
Squalo: su hijo no podía volver, vieron a su hijo crecer fuera de su hogar.
Xanxus: y Hades a pesar, tramaba maldades para todos, sin darse cuenta que el bebé más fuerte se ponía.
Belphegor: el niño creció y grande se volvió….
Todos: grande se volvió muuuuuu.....
Dinocules ya se había vuelto un joven de 15 años, un poco torpe pero de un enorme corazón, siempre se preocupaba de su temible fuerza que asustaba a los vecinos. Pero ni él ni su familia sabían de donde venía esa fuerza.
Pronto la verdad saldría.